El tiempo ha pasado y aunque las rutinas de los demás miembros de la décima generación continúan igual, la del cielo no.
Sus rutinas matutinas se han tenido que modificar, por que después de tres semanas, Hibari lo descubrió por fin
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Hibari ese día no tiene ánimos para realizar sus rondas, por lo que decide ir a la sala del comité para relajarse.
En cuanto llega se encuentra con que la sala esta vacía, donde su pequeño erizo debe estar, no se encuentra, ni tampoco Hibird, entonces recuerda que su mano derecha le había dicho que había visto a sus mascotas dirigirse a la azotea, por lo que decide dirigirse a la azotea.
Al llegar a la azote se sorprende al ver la escena.
Roll y Natsu, saltaban intentando alcanzar a Hibird quien sobrevolaba, recargado en la pared el castaño mirándolos, frunce el ceño ante dicha presencia por lo que decide acercársele.
Tsuna tenía la mirada baja, ahora sabe que haber pedido el entrenamiento fue mala idea, no puede descansar debido a sus pesadillas y se siente completamente agotado debido a su ejercicio extenuante.
De pronto una sombra se hace presente y el levanta la mirada para ver de quien se trata, frente a el, se encuentra el dueño de las criaturas que juegan en ese momento con Natsu.
--¿Qué haces aquí en hora de clases herbívoro?
--Me sacaron de clase por dormir en ella
Hibari alza una ceja ante lo que observa, era cierto que en la dichosa reunión lo había visto cansado, pero esta vez, en su rostro se mostraba un agotamiento mayor, no tenia ánimos para hablar, además de que podía apreciar como algunas lagrimas se agrupan para salir de su prisión castaña
--Vete a clases
Es lo único que dice y Tsuna asiente, se levanta de forma rápida y eso le provoca un mareo así que se sostiene de lo mas cercano a el, y ese es Hibari, cuando se percata de que había utilizado a su guardián como apoyo se sonroja, pero a pesar de que es ligero se nota debido a la palidez que su rostro posee.
--Lo siento Hibari-san—murmuro para después ver a las criaturas que estaban—Natsu—llamo a su amigo quien se acerco—no vemos en casa, ya sabes que hacer ¿verdad?
--Gao
--Gracias
Después de despedirse de su amigo, se retira de la azotea, entra al baño para mojarse la cara y así tratar de poner atención a la clase en la que debe estar.
El día siguiente fue una tortura para Tsuna, ya que había tenido que sacar algunos de los juguetes de Reborn para poder mantenerse despierto, pero le costaba mucho.
Pero dicha situación cambio dos días después de ser descubierto.
Al entrar al salón todos estaban reunidos en su pupitre, cosa que llamo la atención a los presentes
~~Tsuna, Tsuna
--¿Eh? ¿Hibird, Roll?—cuestiono al ver las mascotas del prefecto en su lugar
--Alumnos a sus lugares—exclamo el profesor
Así todos lo hicieron y Hibird se puso en la cabeza del castaño, mientras que Roll se mantuvo a su lado.
En cuanto Tsuna cabeceo
~~Tsuna, Tsuna
Escucho que Hibird le llamaba y algo le picaba, despertándolo.
Ambas criaturas estarían con el para evitar que se durmiera…
Las clases continuaron normalmente, y a la hora del descanso Tsuna pudo dormitar.
--Ya vieron dame-Tsuna ahora es el chico animal—exclamo uno de los alumnos provocando una risa general y el enojo de los guardianes
--Veamos que hace sin sus mascotas—exclamo otro, acercándose donde Roll quien estaba asustado--miren se parece a dame-Tsuna esta llorando, vamos a ponerlo en un árbol
--Yo que tu no haría eso—dijo Yamamoto con una sonrisa, mientras jalaba a Gokudera, Kyoko al ver la acción decidió hacer lo mismo con su amiga Hana—aléjate de ese erizo
--¿Por qué Yamamoto?—pregunto uno
Pero antes de que Yamamoto hablara, el chico había gritado, había hecho caso omiso a las palabras del guardián de la lluvia y ahora pagaba su error.
Roll al sentirse en peligro y en peligro sus amigos, decidió hacer lo mejor que sabia llorar y propagarse como lo era su tributo.
De todo el salón diez alumnos fueron hospitalizados debido a heridas leves, en ese momento los guardianes mas cercanos del cielo agradecían que Hibari no hubiera alimentado antes a Roll.
Cuando los profesores se enteraron de dicho suceso y alguien les paso una nota indicando el nombre del verdadero dueño de dichos animales le permitieron a Tsuna que se quedara con ellos en clases.
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Ahora el día de la fiesta llego y todos se hallaban en ella.
Reborn había dicho que era obligatoria y por eso los niños y Bianchi estaban presente incluyendo a los miembros de kokuyo y Hibari quienes habían sido chantajeados para su asistencia. La única persona que faltaba era la madre del castaño, pero ella se había disculpado diciendo que ya tenía un compromiso.
Tsuna también estaba aunque no tenia ánimos para estar en ella, pero las chicas habían pasado por el y además no quería recibir un castigo por parte de Reborn.
En cuanto piso el restaurante del padre de Yamamoto, se vio acorralado por los compañeros de sus guardianes, aquello lo asusto a el y a Natsu, pero al ver que no querían dañarlo les sonrío, eso basto para que ellos lo llevaran a un rincón.
La intuición de Tsuna le dijo que de alguna forma Hibird y Roll les habían indicado su situación a los demás, por eso ahora se hallaba recostado sobre Gyuudon, mientras que Uri y Kojiro estaban acostados sobre sus piernas, Roll estaba en sus brazos junto Natsu de alguna forma había logrado acomodarlos, Mukurou, Jiro estaban sobre el lomo del toro del trueno, mientras que kangaryu estaba a su lado, Hibird estaba sobre la cabeza del castaño entonando el himno.
Todos estaban sorprendidos de lo que veían, pero nadie dijo nada, dejaron que sus compañeros disfrutaran del décimo Vongola por unos minutos, hasta que decidieron “salvarlo”.
Tal vez solo el padre de Yamamoto noto como aquellas mascotas se sentían frustradas, al parecer tenía un plan.
Observo como su hijo llevaba a su amigo a una mesa y pudo apreciar el motivo de preocupación de su heredero, el castaño se notaba cansado, parecía que no había dormido en días. Pero aun así mantenía su sonrisa y eso era algo admirable.
Tsuna sonreía desde su asiento, mientras era mimado por algunos de sus amigos.
Amigos, esos jóvenes eran sus amigos, los observo mientras su sonrisa se agrandaba, después de mucho tiene amigos.
No recuerda cuando fue, pero sabe que tuvo un amigo con el peinado más gracioso que había visto y que le recordaba a una fruta.
=Somos amigos Tsuna/No somos mas amigos=
Después de el hubo otro niño, el tenia algo en el brazo, siempre lo protegía.
=Eres mi mejor amigo/No quiero ser tu amigo=
Su sonrisa decayó al recordar a esas frases de dos niños de los cuales solo recordaba una vaga característica.
Ellos habían sido sus amigos y de un día para otro simplemente lo habían abandonado.
Y un pensamiento cruzo por su mente, los jóvenes que estaban ahí celebrando con el ¿lo abandonarían también?
Su mirada vago por los presentes, como reían, platicaban o simplemente ignoraban a los demás, pero nadie se percataba de su presencia y de alguna forma su mirada se detuvo en Reborn.
=Desde que ese bebe llego, dame-Tsuna tiene amigos, de seguro les paga para que se junten con el, digo quien se haría amigo de un perdedor como ese=
Había escuchado esas palabras en la escuela, pero no les tomo importancia, por que sabe que son falsas…
Pero entonces se percata de algo.
Siendo solo Tsuna fue invisible para todos, incluyendo aquellos cuatro que ya lo conocían.
Cuando Reborn llego a su vida, ellos se incluyeron en ella.
La llegada de Reborn trajo consigo a sus tres hermanitos, a los hermanos Gokudera, su autonombrado hermano mayor y a los miembros de Kokuyo
Al pertenecer Reborn a su vida, Kyoko-chan, Haru, Yamamoto, Ryohei y Hibari se percataron que existía.
Reborn llego para convertirlo en el décimo Vongola y ellos se acercaron.
Ellos no eran amigos de Tsuna, ellos estaban con el por que era el décimo.
El no puede tener, el no desea tener amigos, por que cuando alguien se convierte en su amigo lo abandona.
Hibari esta presente en la fiesta, solo por que el bebe le había prometido una pelea, pero también estaba ahí por el herbívoro que parecía ser ahora el dueño de sus mascotas, supo del incidente en ese salón por su mano derecha, además nota que sigue cansado, por lo que decide obtener respuestas por lo que dirigirse donde el bebe.
--Bebe—exclama Hibari--¿Qué pasa con el herbívoro?
--Tsuna, esta así por lo que hizo en el futuro
--Eso se lo puedes decir a los otros—exclama Mukuro quien va con el mismo motivo—pero no a nosotros, así que responde con sinceridad a la pregunta de Hibari Kyoya, arcobaleno ¿Qué pasa con el Vongola?
--Es un asunto que solo le compete a Tsuna por el momento, cuando este listo lo dirá
--El no debe estar aquí—dice Hibari mirando a donde el castaño y el líder del club de boxeo esta
--Las chicas fueron por el, la fiesta en honor a todos, pero en especial a el
--Me imagino que ya sabes que es una bomba de tiempo—exclama Mukuro—pronto explotara—murmuro—las preguntas son ¿Cuándo y como?
Los tres se sumieron en un silencio, pensando en como actuar cuando eso sucediera.
Pero lo que ellos no saben es que el ¿Cuándo? es ese días y el ¿Cómo? Lo descubrirían pronto.
Hay un dicho que dice: que tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe.
El cansancio, el estrés y aquellas emociones son el agua y el cántaro es Tsuna, las frases recordadas han hecho que el cántaro se rompa.
Tsuna alza la mirada y se encuentra con Ryohei le habla mas no lo escucha.
--¡Ya basta!¡Dejen de ser hipócritas!—grito haciendo que todos se detuvieran y lo miraran--¡Aléjense de mi!¡No quiero tener relación alguna con ustedes!—grita y las lagrimas comienzan a agolparse en sus ojos--¡Salgan de mi vida!¡Déjenme solo!—exclamo mientras corría a la puerta—y tu Reborn, regresa a Italia, ¡vete de mi vida!¡No quiero tener nada contigo o con la mafia!¡Quiero mi vida antes de que tu aparecieras!¡Te quiero fuera de mi vida, al igual que ellos!
Fue lo último que grito para salir corriendo…
La fiesta termino y no como esperaban…
Para tres personas lo que sucedió fue simple: la bomba había explotado de la peor manera.
Mukuro se acerco a Chrome quien lloraba, la abrazo para consolarla, acción que Ryohei hacia con su hermana, lo mismo que Bianchi a los niños y Haru.
Gokudera, Yamamoto, Ken y Chizuka apretaban sus puños hasta lastimarse, nunca se esperaron esas palabras de una persona que les había regalado una sonrisa sincera, se sienten impotentes.
Tres miradas se mantienen ocultas, nunca se imaginaron una situación así.
El dueño del restaurante ve con tristeza la escena, nunca se imagino que el chico mas noble que había conocido, tuviera un dolor tan grande, ni que tuviera tanto miedo…
Tsuna corre con Natsu en su hombro, no le importa si choca con las personas, corre con dirección a su casa, quiere encontrar un refugio a su dolor
Nana Sawada se halla sentada en el comedor, no tenía ningún compromiso, pero había decidido no ir a la fiesta, ella debía estar en la casa.
Escucho como la puerta se abría violentamente, se levanto de su silla y estiro sus brazos para recibir al recién llegado, en cuanto el joven estuvo en sus brazos ella correspondió.
Su intuición femenina le había hecho mentir, ella no era tonta, se había percatado de las pesadillas, todo lo que había estado viviendo en ese tiempo, lo había vivido en el pasado.
--Nana—murmuro el castaño—Nana, yo no quería hacerlo, no quería
--Ya Tsu-kun, sentémonos a platicar—así sentó y le puso una taza de te frente a el, ya se esperaba eso—cuéntame desde el principio Tsu-kun
Tsuna le contó las pesadillas, que en algunas ocasiones veía imágenes y escuchaba murmullos, le contó lo que paso en la fiesta.
Nana simplemente se mantuvo en silencio, ella sabia que algo así pasaría, era mas conciente del mayor miedo del chico frente a el, simplemente sonrío de forma consoladora.
--Entiendo que el miedo hablo, Tsu-kun, entiendo que estas arrepentido—dijo la mujer mientras le acariciaba la cabeza del chico—pero también entiendo que debes tomar una decisión
--¿Tomar una decisión?
--Si, debes decirles, aquí tu decisión es si será a todos juntos o por separado—exclamo mirando al chico y poniendo un dedo en su boca—hay veces que los secretos son un peso muy grande para alguien solo, pero si lo compartes será menor
--Tú lo sabes
--Y has estado tranquilo por diez años, éramos solo dos pequeño, pero ahora somos mas y tienes amigos, debido a eso te pesa de nuevo. ¿A quien debes decírselo? Que tu graciosa sensación te lo diga, pero te doy un consejo díselo a quien creas que te podrá ayudar mejor
--Vo…voy a salir Nana
La mujer asintió y Tsuna salio junto a su león.
Camino mientras meditaba las palabras de su madre, sabia que tenia razón, la pregunta era ¿a quien decírselo?
= ¡Los quiero fuera de mi vida!=
Se detuvo al recordar lo sucedido en la fiesta, era lógico que los chicos ya no le hablarían después de lo que les había dicho, lo mas seguro es que lo odiaran, así que no tenia a quien confiarle su secreto.
Sus pasos lo detuvieron en un parque, en el parque donde la tragedia lo marco.
Encontró la banca donde siempre se sentaba, ahí recogió sus piernas y miro a la nada, Natsu quien estaba en su hombro también estaba triste.
En ese parque conoció y perdió a sus dos amigos; ahí fue separado del hombre de mirada azul.
No entendía que había hecho para que sus únicos amigos lo abandonaran, no entendía por que el hombre de ojos azules lo olvido.
Y así las preguntas que surgieron a la tierna edad de cinco años vuelven, pero de todas hay dos que le carcomen el alma.
--¿Qué hice mal? ¿En que falle?
Fue el murmullo que el viento se llevo…
Tsuna regreso a su cas, se acostó sin cenar, en cuanto toco la cama pensó en ¿a quien le podría haberle dicho? Su mirada se poso en la hamaca donde su tutor dormía y lo supo en ese instante
Reborn se hubiera enterado…
El arcobaleno entra a la habitación casi a media noche.
Mira dormir al joven con Natsu en brazos, se notaba tranquilo, pero también se notaba que había llorado.
Mientras estuvo fuera de la casa, había meditado en lo que había sucedido en la fiesta, noto el miedo y dolor en los ojos del heredero Vongola, había algo que desconocía y ese algo era lo que había fracturado al cielo junto a sus guardianes.
Un suspiro salio de los labios del hitman, todas las generaciones de Vongola tenían algo en común, excepto la décima. No tenia nada que ver que el cielo no fuera uno de los predestinados, sino que los guardianes tenía un vínculo de amistad con el cielo, no todos, pero mínimo uno era amigo del líder Vongola.
Pero ninguno de los miembros de la décima generación tenía un vínculo de amistad con el cielo, ninguno.
Nunca se había hecho presente esa situación…hasta ese momento…