Hibari despertó cuando un rayo de sol le dio en los ojos, al abrirlos miro hacia su pecho donde se esposo se encontraba durmiendo.
Se quedó en silencio admirando la belleza de este, hasta que este comenzó a despertar. Tsuna comenzó a despertar pero ni bien había abierto los ojos cuando se esposo los ataco con la pasión que solo él podía brindarle
--Buenos días mi conejito
--Buenos días Kyoya—susurro el décimo mientras miraba a su esposo.
Se quedaron en silencio disfrutando se su compañía sabiendo que en cualquier momento, sus dos pequeños entrarían a despertarlos. No tardaron mucho en escuchar la puerta abrirse, mientras ellos fingían dormir.
Así sintieron como subían a la cama y comenzaba a llamarlos
--papi, papa despierten, vamos despierten—se escuchaba la voz de una niña
--si despierten es nuestro cumpleaños, hoy vendrán los abuelos, vamos despierten—terminaba un niño
--omnívoros si no se calman los morderé hasta la muerte—fueron las palabras que dijo Hibari los niños rieron ante la amenaza, mientras veían a sus padres incorporarse, ellos saben que su padre no hablaba enserio, ya sabían cuando aquella frase era para en verdad atacar.
--Buenos días papi, papa
--Buenos días pequeños—saludo Tsuna mientras besaba a sus hijos
--ya párense es nuestro cumpleaños
--Los abuelos vienen
--Sus abuelos llegaran más tarde niños
Ambos niños hicieron un puchero ante la respuesta de Hibari provocando que este alzara una ceja.
--bien, dejen que nos cambiemos y bajamos a desayunar—exclamo Tsuna al ver dicha accion
Ambos asintieron mientras salían de la habitación, no sin decirles antes que los veían en la cocina, Hibari simplemente sonrió de lado.
Sus dos hijos habían heredado características de ambos y su carácter era una combinación de los dos. El niño a quien habían decidido por ponerle Kyosuke había heredado el cabello en punta como Tsuna, mas su cabello era de color negro como el de Hibari, sus ojos eran afilados, como los del ex prefecto, mientras tenían el color de los ojos del heredero vongola, era un poco torpe como su pa y amaba los animales como su padre. La niña cuyo nombre elegido había sido Hikari, había heredado el cabello lacio de Hibari pero de color castaño como Tsuna, mientras que sus ojos eran grandes de un azul metálico, ella era un poco seria para su edad y había agarrado la costumbre de su padre a llamar a todos herbívoros, claro que cuando era sorprendida gritaba como su papa.
Cuando terminaron de cambiarse bajaron a la cocina, donde algunos ya deberían estar.
--Bueno días Tsuna—exclamo Yamamoto, quien se encontraba camino a la cocina
--Hola Takeshi, ¿cómo esta Hayato?
--duerme por el momento, nuestro pequeño Hikumo estuvo un poco intranquilo anoche, le dio un poco de fiebre
--Ya veo, espero que no sea nada grave
--es solo un pequeño resfrió
Los tres continuaron el camino a la cocina, donde escucharon a la risa de tres niños, al entrar recibieron el saludo de quien estaba
--hola tíos Hibari, Tsuna, Takeshi
--Buenos días Ethan—respondió Tsuna acariciando el cabello del pequeño--¿y tus padres?
--Mi pa, esta con la tía Nagi y mi padre vendrá más tarde.
Ethan era el hijo de Mukuro y Byakuran, de cabello blanco, tez blanca y ojos bicolor, teniendo en el ojo izquierdo azul como su pa y morado del lado derecho por parte de su padre, nacido nueve meses después que sus gemelos, después de que regresaran, Tsuna había notado un semblante triste en Mukuro y este le conto de la sospecha que tenía, de que Byakuran le engañaba, debido a los antojos que le daban y con una gran sonrojo y susurro había indicado lo que Tsuna ya sabía, él era el pasivo en la relación y para que Byakuran estuviera embarazado tenía que haber estado con alguien más, Tsuna le dijo que hablara con Byakuran, pero el negó he hizo lo que siempre hacia tener una batalla contra Hibari para calmarse.
Tsuna sonrió ante el niño al recordar ese día, se había preocupado debido a lo que intuición le indico en medio de la batalla.
--------flash back---------
Tsuna miraba a sus dos guardianes pelear, no le agradaba nada lo que Mukuro le había dicho, aunque dudaba que en verdad Byakuran le engañara, ya que se notaba el amor que le profesaba este a su guardián. Mientras miraba como chocaban los metales de ambos, su intuición le indio algo…con los ojos abiertos, se levanto
--¡Kyoya detente!—grito haciendo que ambos lo miraran, Hibari había detenido su tonfa a unos milímetros de vientre de Mukuro y este sin motivo aparente se desvaneció, siendo sujeto por su rival—hay que llamar a Shamal
Hibari asintió mientras cargaba al chico y lo metía a la casa
Shamal había recibido la llamada de Tsuna estando con Leo, quien se ofreció a llevarlo y saber que tenía su hijo adoptivo. Así Tsuna y Leo esperaban fuera, mientras que Hibari estaba con los mellizos
--el chico está bien, solo esta cansado, deberá quedarse en cama por unos días
--¿le harás las pruebas?—pregunto Leo, quien ya había hablado con el galeno para checar al chico
--mañana mismo tendrán los resultados—dijo mostrando un tuvo con la sangre del ilusionista y después se fue
--¿Sospechas lo mismo que yo?—pregunto Tsuna, su intuición le indicaba que su amigo era como el
--Si, lo hago y más por el comportamiento de Byakuran
--Pero Mukuro es…bueno tu sabes—Leo sonrió ante las palabras del castaño
--Lo sé, pero no siempre son ustedes los que tienen los síntomas, hay veces que son sus parejas
--Me alegra escuchar eso y yo que pensaba que tenía que congelar a Byakuran por lastimar a Mukuro
------Fin flash back----
Al día siguiente Daemon, Leo y Byakuran fueron donde Mukuro y Shamal les dio la noticia, el ilusionista tenía tres meses de embarazo, cosa que sorprendió al ilusionista, ya que él no creía ser un doncel, pero aun así recibió la noticia con alegría. Byakuran había quedado en shock y como buen líder de la mafia que era, se desmayó.
Daemon simplemente felicito a su hijo. Cuando los demás miembros de la familia se enteraron, felicitaron a los dos jóvenes y la alianza se afianzo ante el nacimiento del pequeño Ethan, llamado así en honor de la primera pareja de Daemon, el matrimonio de ambos se llevó acabo dos años después del nacimiento del pequeño.
Mientras se preparaban para desayunar, Mukuro apareció junto a una Nagi con cinco meses de embarazo y los pequeños de esta, un par de gemelos de cabello negro y ojos verdes, que habían adoptado junto a Jono meses después de su matrimonio, ambos pequeños tenían la llama de la niebla y el sol.
--Buenos días Alex, Dante, tíos/papa—saludaron los niños presentes
Cuando Nagi le dijo a Jono sobre su problema justo el día de la petición de matrimonio, el joven simplemente le sonrió indicándole que eso no importaba, que adoptarían. Ella no sabía que Daemon le había insinuado algo y al saber sobre la forma de entrar de la joven a aquella familia, supo la verdad oculta en su amada novia.
La adopción fue iniciada por su parte, los gemelos habían sido abandonados por sus padres, con tan solo cinco años, debido a que cada vez que los niños se asustaban estos inconscientemente activaban sus llamas, provocando la aparición de monstruos y fantasmas. Los padres hartos de esa situación decidieron abandonarlos.
-----flash back----
Los dos niños de cinco años miraban el lugar con miedo, no querían estar ahí, ya que era su tercer orfanato donde estaban y siempre era lo mismo. No se acercaban a ningún niño a pesar de que estos querían jugar.
Jono había ido a visitar a Nagi, ya que quería llevarla al cine, ahí se encontró con los dos niños, que estaban juntos y ocultos, llamado por la curiosidad se acercó a ellos, estos al verlo cerraron los ojos y la llama se activo
--Guau, es la primera vez que veo una activación inconsciente—exclamo haciendo que los niños lo miraran
--¿No te da miedo?—pregunto uno de ellos
--No, las ilusiones de Mukuro dan más miedo—dijo con una sonrisa--¿por que no vienen con los demás? Estoy seguro que les gustarían las ilusiones de Nagi, además aprenderían a utilizarlas
--somos monstruos
--No, no lo son—comenzó Jono mientras se hincaba ignorando los monstruos que estaban a su alrededor—son especiales, como la mayoría de estos niños y como yo—termino para sacar su daga y mostrar la llama del sol
--¿co…como lo hiciste?
--Me enseñaron a hacerlo, aquí enseñan a controlar las llamas, lo que ustedes hacen es por su llama de la niebla, es una habilidad muy especial, vengan conmigo y les mostrare a un par de personas que hacen lo que ustedes.
Se levantó y mostro sus manos, para que ambos lo tomaron, con un poco de miedo y de desconfianza lo hicieron y fueron llevados hasta donde Daemon quien hacia sus ilusiones.
Los niños miraron asombrados lo que hacían y lo que podían hacer, desde ese momento se quedaron cerca de los demás y en especial de Jono
-----Fin flash back----
Los niños se habían encariñaron con Jono especialmente, así que ellos lo llamaban papa cuando podían, provocando una sonrisa en el joven, al saber que Nagi era la novia, la llamaron mama, para el día de la boda de ambos, Jono ya había metido la petición de adopción y Leo la dio sin ningún problema. Al regresar de la luna de miel, fueron por los niños quienes encantados habían aceptado, aquello había sido un año atrás y había sido sorpresa para todos que Nagi quedara embarazada, pero aun así lo estaba y los niños, durante un inicio habían temido que los abandonaran, pero no desde el instante en que se supo del embarazo, fueron llamados los hermanos mayores, por todos.
Así se sentaron para comenzar a desayunar, minutos después Hayato junto al pequeño Hikumo, de cinco meses aparecieron, tenía el cabello de Takeshi y los ojos de su pa Hayato, el rostro de la mano derecha del décimo mostraban cansancio y felicidad.
Hayato y Takeshi se habían casado dos años después de Tsuna y Hibari y después de los análisis, se descubrió que Hayato si era un doncel, pero aun así habían decidido esperar un poco más para embarazarse, con el pretexto de ayudar al heredero y su padre a cuidar a los pequeños la verdad es que aún no se sentían listos, si bien su embarazo había sido sorpresivo ambos se sentían mas que listos para afrontar dicha responsabilidad.
Poco a poco la familia se fueron reuniendo Ryohei y Hana con su hija de cuatro años, una niña de caracter maduro como el de su madre, pero con el espíritu extremo de su padre, de cabello blanco y ojos castaños pero con aquella mirada de seriedad que Hana tenia.
Asi los niños desayunaban comentando sobre la fiesta que se llevaría acabo en unas horas, mientras sus padres miraban orgullosos a sus retoños.
Hibari a pesar de estar en un rincón alejado tenía una pequeña sonrisa de lado mirando la feliidad de su pareja e hijos.
Alrededor de las doce de la tarde los pequeños se encontraban frente a la puerta principal cuando el timbre sono.
--Los abuelos llegaron—exclamaron los herederos del decimo, haciendo que Tsuna sonriera y fuera a la entrada
--Hermano— saludo un pequeño de cabello cenizo y hermosos ojos azules quien abrazo a Tsuna de las piernas
--Hola pequeño Kyo, padres, tíos bienvenidos—exclamo Tsuna con una sonrisa mientras abrazaba a sus padres y veía como sus hijos se abrazaban a su tio a quien querían como un hermano más
--¿Como has estado Tsuna?—pregunto Giotto mientras miraba a su hijo mas grande y escuchaban la charla animada de los mellizos con su otro hijo.
--Bien ya estamos todos reunidos, los arcobalenos llegaron hace unos minutos, al igual que Dino y Aria-san
--asi que solo faltábamos nosotros—exclamo Alaude haciendo que Tsuna asintiera
--bueno ya estamos aquí y los niños ya pueden disfrutar de su cumpleaños.
Cuando llegaron al jardín vieron como los niños de la familia ya se encontraban en los juegos que se habían dispuesto para ese día.
--El abuelo Daemon llego—dijo Ethan quien corrio a abrazar a su abuelo y a su tia, una joven adoptada por el y Leo—abuelo nos haces una demostracion de las iluciones
--algunos de ustedes pueden hacerlas, ¿Por qué no lo hacen?
--Es que aun no podemos hacer el dragon como tu abuelo—exlamo Alex
--nos fallan las alas aun son pequeñas a comparación del cuerpo
--Por favor tio Daemon, enseñanos el dragon
Daemon sonrio y observo como sus compañeros sonreían ante la petición de los niños, asi con su baston invoco el dragon quien sobrevoló el jardín mientras los niños corrian detrás de el intentando alcanzarlo y momentos despues los papeles se invirtieron siendo el dragon quien los perseguia.
Mientras los niños jugaban con la ilusión, los adultos se ponían al corriente de los cambios de la mafia.
Eran lentos pero visibles, algunas familias no habían puesto ningún inconveniente de los cambios ya que les parecía lo mejor. Otras se negaban al cambio y hacían alianzas entre ellas para destruir Vongola y tomar su lugar. Otras se mantenían en pláticas entre ellos.
La plática se mantenía hasta que el dragon rugio y desapareció. Así se decidieron continuar con la fiesta con la comida estilo bufete dónde había comida italiana y japonesa y después con la entrega de los regalos y su apertura así como también la partida del pastel.
Los regalos fueron como años anteriores, algunas armas por parte de reborn y Hibari , dulces por parte de las chicas, ropa por parte de los tios y juguetes por parte de los abuelos y Tsuna, quien hacia todo lo posible por que la infancia de sus hijos fuera feliz.
Así después de comer el pastel, los niños continuaron jugando en el jardín para después ir a la sala de televisión dónde verían unas películas, ya que todos se quedarían.
La noche había caído y la mayoría de los integrantes de aquella peculiar familia dormían, excepto Daemon y Alaude quienes tomaban una copa de vino como en tiempos pasados, a pesar del tiempo ellos seguían con la duda del viaje de los niños, pero seguían sin entenderlo. El sonido de pasos les llamo la atención, más cuando esta se hizo presente en la sala donde estaban, ahí frente a ellos se encontraba Uni, la heredera del Giglio Nero les miraba con su expresión serena
--Aun no se lo quitan de la cabeza—exclamo sabiendo que ellos sabían a lo que se refería—hay veces que el destino tiene planes, muy extraños para las personas, mi abuela, el tío Reborn y los demás arcobalenos fueron elegidos para mantener el equilibrio en el mundo, con ayuda de los anillos vongola y mare, lamentablemente una decisión puede cambiar el destino de una persona y crear un mundo paralelo.
--¿quieres decir que esto es un mundo paralelo?
--Lo somos y con cada decisión que tomemos en este momento se creara otro
--¿Cuál fue la decisión que la creo?
--Si se las digo, deberán prometer que olvidaran todo lo que les perturba
--Lo prometemos—exclamaron Daemon y Alaude
--El padre de Giotto en un mundo paralelo, nunca le dijo que era un doncel…
Alaude entro a la habitación que tenía junto a su pareja, no sin antes checar a sus hijos y nietos, encontró a su esposo durmiendo, así se acercó y lo abrazo para besar su frente
--mmm ¿Alaude?
--Duerme mi hermoso cielo, ya todo está bien
--Por fin—susurro el rubio mientras se acurrucaba en el pecho de su pareja
Giotto sabía que algo había estado perturbando a su esposo, pero parecía que ese algo por fin desaparecía.
Ahora todo sería felicidad, tendrían momentos difíciles, pero siempre estarían con su familia.
“Había sido un golpe muy fuerte en su vientre, provocando que escupiera sangre, su intuición le indico que había sido un tonto, que había perdido lo más valioso que pudo haber tenido. La mirada de sus compañeros llenos de preocupación fue lo último que vio.
Despertó en su habitación, su madre estaba a su lado hablando con un médico, quien negaba con la cabeza, su mano instintivamente fue a su vientre
--Le dije a tu padre que te lo digiera, que era peligrosa tu situación siendo quien eras, el…él creía que era mejor que nunca lo supieras y que continuaras con tu vida como el cielo que todo lo protege, lo siento Giotto
--Déjame solo madre—su voz carente de emoción hizo que la mujer asintiera—nadie debe saberlo.
--Como quieras
En cuanto la puerta se cerró Giotto Di Vongola se hizo un ovillo y comenzó a llorar, ocultando su rostro en la almohada grito su dolor y su desesperación, nunca sabría cómo serían sus ojos, su cabello, a quien se parecería, nunca sabría nada de su bebe.
El cielo se encerró en su mundo, no dejo que nadie lo consolara, hizo que vongola simplemente dejara de existir y sus compañeros, quienes quisieron quedarse a su lado, pero él los corrió, nunca quiso saber nada que tuviera relación con Vongola. Respetando la decisión de su líder, pero sobre todo su amigo, cada uno tomo su camino y jamás volvieron a saber de sus viejos compañeros.
Así que nunca supieron que años después Daemon Spade sufría la mayor pérdida que podría tener, después de perder a su pareja, su hijo había quedado en medio de una balacera y muerto en el lugar.
Cuatrocientos años en el futuro
La familia Estraeno mataba a todos sus niños en experimentos, los últimos en morir Chikuza Kakimoto y Ken Joshima
Gokudera Hayato murió en una riña callejera en la calles del bajo mundo.
Reborn continuo con su trabajo como asesino asueldo.
Lambo Bovino fue abandonado por su familia, nadie supo más de él, el proyecto de la bazuca de los diez años fracaso.
Nagi, también conocida como Chrome murió en un accidente, un trasplante de órganos le hubiera salvado la vida, su madre se negó a hacerlo.
Yamamoto Takeshi, se convirtió en un gran beisbolista, nunca conoció el Shigure Souen Ryu, esta técnica murió con su padre
Sasawa Ryohei fue un boxeador extremo.
Hibari Kyoya controlo la ciudad de Namimori con mano de hierro, tiempo después se convirtió en la ley de todo Japón…
Pero todos con la sensación que había algo que les faltaba.
Había ido a ver a Talbot para entregarle los anillos que había hecho para él y que dispusiera de ellos, mientras caminaba no podía evitar observa niños que reían felices, padres orgullosos de ellos, sabiendo que él nunca sentiría eso, que ningún pequeño le sonreiría con el rostro lleno de tierra, no presto atención a su alrededor, un antiguo enemigo de vongola, lo seguía y en aquel momento de distracción le disparo.
La fría bala fue lo que sintió y callo de rodillas, apretó con fuerza los anillos y deseo con todo su corazón y voluntad deseo tener la oportunidad que su padre le negó, conocer a su bebe y que este fuera el cielo para las personas que le necesitaran.
Giotto Di Vongola murió una fría tarde, el siete de diciembre, más su última voluntad, su deseo se cumplió en un mundo paralelo, provocándole un dolor por la separación que duraría diez años, llevando a su hijo a cuatrocientos años en el futuro, donde era necesitado.”