El himno de la escuela Namimori se escucha en la habitación donde dos jóvenes se encuentran: uno de ellos, el castaño, se encuentra durmiendo pacíficamente gracias al himno y es vigilado por el otro chico de mirada azul eléctrico.
Ha curado las heridas que el herbívoro le hizo y lo a puesto cómodo poniéndole una pijama de el…
Ahora mira al chico dormir en su cama, acaricia el rostro del durmiente, tiene tantos pensamientos sobre el… así como emociones
En esos momentos no sabe que pensar, recuerda las palabras que le digiera el bebe en la azotea de la escuela, indicándole que el joven vongola no lo recordaba y así había sido hasta media hora atrás…
Durante mucho tiempo decidió aceptar que el joven, quienes todos insultaban y que en su infancia había sido su amigo, no lo recordara, aunque le doliera…
Pero ahora en el parque donde se habían conocido, donde el decidió romper una promesa hecha lo recordó, no sabe si sentirse feliz o preocupado.
Deja de acariciar el rostro del joven y su mirada se posiciona en el anillo de la nube que tiene en su poder, aquel anillo que le permite cumplir con su promesa, no sabe que sucederá cuando el joven despierte, pero lo que si sabe es que no lo dejara solo, lo hizo una vez y las consecuencias fueron desastrosas
=En la infancia es donde nuestro carácter se forja=
Fueron las palabras que su abuelo le digiera cuando lo vio tomar la actitud de carnívoro y no las entendió hasta que se reencontró con Tsuna…
El había sufrido mucho en su infancia, el desprecio de su hermano, de su amigo, el secuestro que lo alejo de su padre, que su padre nunca diera señales de aparecer, su traición, cuando el lo conoció era un niño normal, no era torpe, no era dame-Tsuna… cuando lo reencontró en Namimori y vio lo que era lo detesto, pero su corazón y mente se habían convertido en sus verdugos, provocando que siempre se hallara con el y este le regalara una sonrisa como cuando eran niños.
Y entonces entendió las palabras de su abuelo: el se convirtió en carnívoro para poder proteger al castaño cuando se reencontraran, para evitar ser manipulado por los herbívoros como lo habían hecho aquellos dos que se hacían llamar sus padres. Tsuna con todo lo que había vivido se convirtió en dame-Tsuna y así alejaba a todos, pero a la vez se convertía en el objetivo de burlas y demás…
Un suspiro salio de sus labios, sabe que al día siguiente se deben poner las cartas sobre la mesa con el castaño, la confrontación que había evitado de alguna manera, se daría al despertar el joven.
Se levanto de donde estaba y miro a sus compañeros
--Cuídenlo, cualquier cosa estaré en la sala.
Con esas palabras salio y fue a la sala a ver televisión o esa era su idea, pero al prenderla no le presto atención alguna, se sentía como cuando tenía seis años: intranquilo
Al ver que no le tomaría atención al televisor lo apago, decidió acostarse en el sillón y tapar sus ojos con su brazo, tenia que pensar en como explicarle sus acciones de aquel día a Tsuna…
La voz de Hibird lo despertó, mira el reloj que tiene en la sala y observa que son las tres de la mañana, se había quedado dormido, se levanta y va a su habitación para intentar saber por que su mascota canta a esa hora
Desde el marco de su puerta ve una imagen que hace que su corazón puncé por el dolor: el castaño en el rincón de la cama ocultando su rostro, pero se puede apreciar que llora.
Se acerca lo suficiente para sentarse en la cama y jalar al chico hacia el, recostándolo en su pecho.
El décimo al sentir aquella calidez, aquella protección se aferra al cuerpo que esta a su lado como un naufrago a su tabla de salvación.
--Shh, tranquilo, estas a salvo—repite las mismas frases que le digiera una vez en el parque—estoy aquí, tranquilo
La emociones que aquejan al cielo, desaparecen, no por completó, pero si lo suficiente para que disfrute de la calidez de los brazos que le dan protección.
Por que en brazos de la nube el cielo se siente protegido.
--Natsu modo difensa
Hibari se sorprende ante la acción que ve, pero no le presta atención, después averiguara de qué se trata…
En cuanto Natsu aparece, Hibari se separa de Tsuna, provocando que este se tense
--Tranquilo no iré a ningún lado, estaré aquí contigo, tranquilo
Le decía mientra toma a Natsu y lo pone junto a sus mascotas para después acomodarse con el, sabe que tiene miedo, por lo que acaricia su mejilla y le besa su frente.
Tsuna se siente tranquilo, se siente lleno, todos los miedos desaparecen, por lo que sin percatarse queda completamente dormido y se acurruca al cuerpo que le brinda protección. Hibari lo abraza repitiendo algunas acciones de cuando eran niños.
El reloj de la pared marca las tres treinta…
“Unos niños comienzan a molestarlo como siempre, uno lo ha empujado tirandolo al suelo.
El es fuerte, pero aun no sabe utilizar su fuerza, así que cierra los ojos esperando un golpe que no llega.
Solo escucha quejidos.
Cuando abre los ojos ve a los niños irse.
--Eso les pasa por perturbar la paz—escucha que dice alguien, el sabe de quien se trata--¿estas bien?
--Si Kyoya, gracias
--Vamos te traje algo que te gustara—dice mientras lo ayuda a levantarse y sentarse en la banca—son bolas de arroz y un poco de takiyomi
--Gracias
Esta feliz de comer lo que su amigo le lleva, pero Tsuna le entra la nostalgia y deja las lagrimas caer.
Se cumplirá una semana desde que llego al parque y su padre no aparece, se siente mal, quiere irse a su casa.
Kyoya ve las lagrimas de su amigo caer y aprieta los puños, no le agrada ver los ojos de su mejor amigo llenos de tristeza.
Un mal nacido lo había separado de su familia por eso se encontraba en el parque solo, así que deja su bento y lo sienta en sus piernas para consolarlo, Tsuna apoya su cabeza en el hombro de su amigo.
Aquello se ha vuelto una rutina.
--Te protegeré
--¿Eh?—pregunta extrañado
--Me voy a volver muy fuerte Tsuna, seré un carnívoro
--¿Por qué?
--Para evitar que las personas te dañen, que te hagan llorar
--No entiendo
--Por que no quiero que llores o estés triste, no me gusta verte así por eso
--Kyoya
--Siempre te proteger Tsuna, te lo prometo, sin importar que, te protegeré
--Gracias. Te amo Kyoya
--Yo también te amo Tsuna”
Tsuna abre los ojos, se siente extraño ante el sueño que ha tenido y se ha dado cuenta que ha descansado mejor que otros días, no tiene ganas de moverse del lugar donde esta, ya que el subir y bajar suavemente le tranquiliza.
Y es en ese momento que se da cuenta que esta en el pecho de Hibari, sus manos están entrelazadas y el prefecto lo tiene abrazado por la cintura, eso provoco un sonrojo en el líder vongola, ya que esta presente su acción en sus recuerdos.
Hibari, quien había comenzado a despertar con un ligero movimiento, debido al veintidós de diciembre, se percata de que su castaño ha despertado y lo admira, nota el sonrojo que nace en las mejillas del cielo, se queda en silencio por unos minutos disfrutando del calor del vongola, pero aunque quiere pasar todo el día con el castaño de esa forma, deben arreglar primero las cosas, por lo que decide hablar.
--Hay que levantarnos
Al escuchar la voz de Hibari, Tsuna alza la mirada para hallarse los ojos azules metálico de su guardián mas fuerte llenos de ternura, el sonrojo que ya poseía se ha incrementado.
Así se levantan, el Vongola mira la habitación no es mucho el cambio en diez años, esta metido en sus pensamiento, que solo reacciona al ver una toalla frente a el.
--Entra a bañarte, te dejare ropa para que te cambies—Tsuna asiente y entra al baño—ustedes tres síganme
Dice mirando a las mascotas.
Natsu, quien se siente cohibido debido a las emociones que gobiernan en el corazón de su amo, sigue al humano tomando en cuenta que el le da una sensación de protección, a eso le sumaba la compañía del erizo y la ave amarilla quienes se han vuelto sus mejores amigos.
Se detiene ya que siente el miedo y la tristeza de su humano y las demuestra cerrando los ojos, pero los abre al sentir un caricia proveniente del humano que los esta ayudando en ese momento.
--Acércate a comer.
Le dice y el lo hace, así se dispone a realizar la acción.
Minutos después Tsuna aparece y se sienta frente al prefecto para desayunar en silencio, al terminar ambos recogen la mesa
--Ve a la sala, debemos hablar—ordena el azabache
---Etto, Hi… Hibari-san—llama teniendo la atención del chico--¿puedo usar su teléfono?
--Esta en el pasillo
--Gracias—dice tomando el teléfono
--Casa Sawada
--Bianchi, soy Tsuna
--Tsuna ¿estas bien?
--Si—responde—Nana ¿esta preocupada?
--No, se le dijo que te había ido con Dino ¿Dónde estas?
--Bueno yo…
--Espera… dame-Tsuna ¿Dónde estas?
--Reborn, yo…--pero antes de decir algo el teléfono le fue arrebatado
--Bebe, ven a mi casa en dos horas
--Bien Hibari, Dino ira conmigo
--Mph—exclama para colgar—vamos a la sala
Así ambos fueron a la sala y se sientan frente a frente.
El ambiente en la sala se siente pesada.
Ambos están en silencio y es Tsuna quien decide romper el silencio en el que se sumieron.
--Gracias por salvarme ayer y por lo de anoche—dice en un susurro, mientras se muerde el labio inferior—que…quería saber ¿si seguirías siendo mi guardián?
--¿No quieres que lo sea?—pregunta Hibari con una tranquilidad que no siente
--Si… quiero que sigas siendo mi guardián, eres el mas fuerte de todos y…
Tsuna se queda callado, quiere que la respuesta de Hibari sea positiva y siga a su lado pero…
¿Puede obligar a su amor platónico y a los otros a estar con un dame?
¿Debe obligarlos?
El fallara, hará algo mal que provoque la decepción de todos hacia el, pero seguirán a su lado por obligación.
Hibari y el otro niño dejaron de ser sus amigos por que les fallo, Yoshimune dejo de ser su hermano por que el hizo algo mal; a su padre, el hombre de ojos azules, el hizo algo malo y le fallo, por eso lo abandono.
--¿Qué hice mal?—murmura--¿en que falle?
Hibari esperaba que Tsuna terminara de hablar, pero noto como aquellos ojos castaños se llenaban de lagrimas que el joven frente a el retenía, pero no por mucho tiempo, en ese momento desea leer la mente para saber que aflige al cielo.
¿Qué hice mal? ¿En que falle? Son las preguntas que hiciera el día anterior y que formula de nuevo y le hace a él realizarse una ¿Por qué las hace?
--Me… mejor olvídalo Hibari-san—le dice sin mirarlo—en…entrégueme el anillo
--¿Qué?
--Por favor, entrégueme el anillo
--No
--Por favor—suplica—dame el anillo
--He dicho que no
--T…tú odias estar con muchas personas, el anillo te obliga a estar en una manada
--Es el anillo de la nube, no me obliga a estar con la manada
--¡Dame el anillo!-grita mientras se pone de pie—por favor Kyoya, por favor no lo hagas mas difícil para mi
Dice mientra agacha la cabeza…
Hibari se levanta de su lugar, rodea la mesa que los separa y alza el rostro del menor y observa aquellos ojos que ama llenos de duda, dolor y tristeza.
Algo que siempre entendió en su niñez, es que nunca le gusto ver aquellos ojos con esas emociones, nunca le gusto ver a su único amigo triste, lo toma de la mano y lo gira, para que el pueda sentarse en el sillón y lo jala para que se sienta en su regazo, como cuando niños
Tsuna inconcientemente recarga su cabeza en el hombro de dueño de la casa donde se encuentra, debido a la sensación de tranquilidad.
--¿no quieres que siga siendo tu guardián?
--No… es lo mejor para ti, no quiero que sigas siendo mi guardián
--Tsuna, respóndeme con sinceridad ¿quieres o no quieres?
--Yo… yo quiero que sigas siendo mi guardián, al igual que los demás pero…--murmura—no quiero incomodarlos
--¿Incomodarnos?—interroga Hibari--¿de que hablas?
--Soy un bueno para nada, un inútil, torpe, le tengo miedo a todo, no soy el líder que Reborn quiere que crea, no soy nada de lo que ustedes puedan esperar de mi, aunque deseo que sigan estando a mi lado, se que no es lo correcto, por eso los libero de su deber
Hibari se queda en silencio tras las palabras del joven, medita la forma en que decirle al joven que debe ser egoísta por una vez en su vida.
--Todo lo que has dicho es cierto—exclama y Tsuna solo se tensa ante las palabras del chico que lo tiene sobre su regazo—en una solo palabra eres un dame… mas solo para aquellos que no te conocen, ya que ellos solo ven tus defectos mas no tus virtudes, ellos no pueden entender que siempre tienes unas sonrisa que da alegría y esperanza, que te preocupas por los demás y pones sus deseos, así como su bienestar ante el tuyo, eres una persona con corazón de oro, eres el cielo que esta sobre todos. Tsuna, por una vez en tu vida se egoísta, si tu deseo es mantenernos a tu lado hazlo
--No quiero incomodarlos
--¿has pensado en sus deseos? ¿O por lo menos en el mío?—le pregunta Hibari—no, no lo has hecho, te estas basando en una suposición; yo quiero seguir siendo tu guardián, para enfrentarme a carnívoros mas fuertes, seguir siendo el mas fuerte de la manada a la que acepte unirme para cumplir con la promesa que te hice. Nunca nos has fallado ni tampoco algo que creamos que has hecho mal—dice y Tsuna lo mira con una pregunta muda—es la respuesta a las preguntas que te has hecho y antes de que digas algo, los seres humanos no somos perfectos Tsuna, tenemos virtudes y defectos, y tu Tsuna no debes cargar con ellos cuando no te pertenecen, como en nuestro caso, el que fallo, el que hizo algo mal fui yo
--Eso no es cierto
--Lo es, yo fui quien te fallo, yo hice un mal que nos separo, te había prometido protegerte y no lo hice
--Me protegiste… a tu forma
--Tal vez para ti, pero a mi forma de ver te falle, no te protegí de esos herbívoros
--Eran tus padres
--Si, pero recuerdo que te había dicho que te protegería de las personas que quisieran hacerte llorar y esos herbívoros lo hicieron, aunque me usaron para hacerlo—murmura al recordar ese día—me manipularon prometiendo tu bienestar, que cuando la policía encontrara a tu padre, podría irte ver, pero si no había rastro de ese herbívoro, serias adoptado por mi familia, podíamos mantenerte sin problema alguno. Yo hice todo mal ese día, en vez de hablar contigo decidí tomar una salida fácil para que te fueras con el herbívoro. Yo te falle por que tenia…--se detuvo para tomar aire y continuar con sus palabras—tenia miedo de fallarte en algún momento, de no poder protegerte como quería, de ser en una sola palabra indigno, indigno de la sonrisa que me regalabas, de tu amistad, de ser indigno de estar a tu lado
Hibari guarda silencio y Tsuna también, la intuición del heredero vongola se activa en algunas situaciones y esa es una de ellas, ya que le dice que las palabras dichas por el terror de Namimori son ciertas y también su pensamiento que decide dar a conocer.
--Tu no eres indigno de ninguna manera Kyoya—murmura sacando una sonrisa a la nube—nunca lo serias
--Te amo Tsuna
--Yo también te amo Kyoya
Murmura con un sonrojo, por que aunque era común entre ellos decirse eso de niños, ahora el tiene otros sentimientos para su viejo amigo
--Tsunayoshi—exclama mientras toma el rostro sonrojado del chico—Tsuna, a partir de ahora serás mi novio
Tsuna abrió los ojos sorprendido, Hibari simplemente acorto la distancia entre ambos, dándose así su primer beso como pareja.
El heredero vongola no se había movido nada debido a la sorpresa, pero después correspondió de forma tímida y torpe el beso, afirmando algo que su nube ya sabia, así que se deja guiar por el instinto y rodea el cuello del prefecto, profundizando el beso
Se mantuvieron así hasta que les falto el aire.
Hibari admiro el rostro de su ahora pareja
--Eres hermoso Tsuna—exclama dándole un beso en la frente—eres muy hermoso mi cielo
--Te amo Kyoya—dice mientra oculta su rostro en el cuello de su pareja
--Y yo a ti, te amo Tsuna
Dice acariciando la cabeza, relajándolo, les queda media hora para disfrutar antes de que Reborn y Dino aparezcan, tiene media hora para disfrutar de lo que se privo por diez años.
La calidez de su mejor amigo que se convirtió en su amado.