-¡¡SUELTALA!!-exclamaron el rubio y el peli verde a la par, asustados al ver que aquel desconocido tomaba a la peli azul por el cuello, asfixiándola poco a poco-
-dejare a esta bella jovencita en paz si vienes conmigo, Kuroashi-le contesto aquel extraño al rubio, fijando su vista en este y relamiendo sus labios-tu eres la llave que abrirá las puertas a las destrucciones y al dominio de ambos mundos-antes de que pudiera responderle, ejerció un poco mas de presión en su mano, haciendo que Kuina se ahogase mientras su rostro poco a poco se tornaba de un color violeta- porque si no lo haces me temo, que tendré que acabar con esta chica una vez más…-
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-¡¿DE QUE MIERDA ESTAS HABLANDO, IMBECIL?! ¡¿COMO QUE ACABAR CON ELLA UNA VEZ MAS?!- exclamo furioso el espadachín, tensando su cuerpo ante la impotencia de no poder ir contra ese desgraciado y salvar a Kuina-
El rubio por su parte, se encontraba con la cabeza gacha, intentando pensar en alguna opción para poder librar a la peli azul de aquel desconocido sin que nadie más resultase dañado. Mordió sus labios hasta el punto de hacerlos sangrar, sabiendo cual era el único camino que podía tomar para evitar que sus amigos terminasen muertos otra vez…que perdiese a Zoro a manos de ese bastardo y que ya nunca pudiese volverlo a recuperar…
-está bien, acepto tu propuesta- le contesto Sanji al pelirrojo, dando un paso adelante mientras apagaba el Diable Jamble- deja a Kuina Chan en paz, iré contigo sin resistirme. Tienes mi palabra, te lo puedo asegurar-
-¡¡SANJI!!-gritaron los presentes asustados ante lo que acababa de decir el rubio, intentando frenarlo sin éxito al ver como aquel extraño dejaba en el suelo a Kuina-
-Sanji, por favor. No te vayas-le suplico el peliverde asustado, tomando a la inconsciente peli azul en sus brazos mientras le miraba desesperado-no quiero…no quiero volver a perderte…¡¡NO TE VAYAS!!-grito con lágrimas en los ojos al ver como el extraño pelirrojo dejaba al cocinero inconsciente y desaparecía rápidamente de escena-
Zoro cayó de rodillas en el suelo, intentando detener sus sollozos y sus gemidos de dolor. Sabia tan bien como Sanji que aquella era la única manera que ambos tenían para evitar que ellos y la muerte de Kuina. Entre Law y Kureha se la llevaron a un lugar apartado para poder examinarla, mientras que entre Nami y Robin se encargaban de consolar al espadachín, rodeándole con sus brazos tanto o más dolidas que los demás.
-“pero… ¿a qué se referiría aquel tipo con “matarla otra vez”?”-pensó el peliverde preocupado, mientras correspondía torpemente el abrazo de las chicas- “esto no puede quedarse así…sé que Sanji no haría esto a no ser…a no ser que… ¡MIERDA!”-se puso nuevamente en pie, haciendo gritar a sus amigas por la sorpresa-
Todos veían confundidos al espadachín, intranquilos ante el cambio de actitud que este había sufrido en tan solo unos minutos. El peliverde limpia sus lágrimas como podía, recogiendo del suelo el encendedor que sabía, quizás mejor que nadie, que su amado había dejado a propósito.
-Necesito que todos aquellos que estén dispuestos a dar jugarse la vida por nuestros mundos y por Sanji vengan conmigo-anuncio Zoro con un rostro serio, señalándoles a todos el encendedor del rubio- lo que acaban de presenciar ahora no es más que una declaración de guerra, y el idiota de mi novio planea sacrificarse por el bien de todos-frunció levemente el ceño al ver los rostros sorprendidos de sus amigos, piratas y de los marines- Sanji ha estado protegiéndonos, protegiendo ambos mundos desde que toda esta desgracia comenzó. El tipo que acaban de ver ahora a controlado nuestras vidas desde el principio, ocupándonos como muñecos de prueba y manejando nuestros destinos a su antojo-señalo esta vez a Kuina, quien había despertado y se encontraba entre los brazos de Law- ese maldito imbécil fue el que acabo con la vida de mi mejor amiga en este mundo. Fue el quien nos arrebató a nuestras familias, a nuestra felicidad y a nuestros seres queridos. Pero el verdadero problema, es que Sanji nunca estuvo dentro de sus planes-se acercó al grupo de marines, haciéndole frente a Smoker y a Tashigi- el desde el principio fue la pieza clave para la destrucción o la salvación de ambos mundos, pero aquel tipo no lo sabía. No lo sabía, hasta que, cuando intentaron matarnos, él se dio cuenta de que Sanji había podido viajar a la otra dimensión por su cuenta, por nuestra promesa. Yo le había prometido que nos volveríamos a ver en otra vida, por eso fue que él pudo seguir a mi alma hasta que pude reencarnar-todas las conversaciones que había tenido con el rubio, en las cuales él le había explicado todas sus teorías- él tiene el poder para salvarnos, y por eso mismo se quiere sacrificar. Sanji piensa que si se mata, aquel imbécil no podrá causar la destrucción en nuestros mundos. Por eso les pido a todos ustedes, marines, piratas, civiles. Sean del mundo que sean, se los pido: ayúdenme a salvar a Sanji y a acabar con aquel que nos ha arruinado la vida. Les suplico que me presten su fuerza para evitar que se sacrifique, para traerlo de vuelta con nosotros una vez más…por favor…-
Bajo la atenta mirada de todos los presentes, el espadachín se arrodillo ante los demás, renunciando a su orgullo por el bien de su amado. Muchos no podían creer lo que veían, tener a un hombre de la talla y el porte de Roronoa Zoro arrodillado ante ellos, suplicando ayuda por el chico que tanto había dado por ellos y se había robado su corazón.
Uno a uno, todos levantaron sus manos, uniéndose a la muda suplica del espadachín, hasta que todos los presentes, incluidos los marines, aceptaron la petición del peliverde. Zoro sonrió aliviado al ver que todos lo apoyarían, aunque muchos no tenían idea de lo que pasaba o quien era Sanji o que había hecho.
Todos estaban unidos por un mismo fin, y con aquella fuerza, con aquel poder que residía en sus corazones, se embarcarían hacia el escondite de aquel mandito y lograrían acabar con aquel conflicto de una vez por todas y salvar a Sanji de las garras del destino…
Tsusuku (o tal vez no xD)