El espadachín no podía creer que así hubiese sido todo si su amiga no hubiese muerto, si aquel tipo no se hubiese entrometido en sus vidas y hubiese sembrado la desesperanza y la soledad en sus corazones. Pero de nada servía culparse, aquel era el presente que se les había otorgado y solo quedaba luchar porque su futuro no se viese envuelto en llamas y en la destrucción, era la hora de ir por Sanji y acabar de una vez por todas con el hijo de puta que se había atrevido a jugar con los sentimientos de todos los presentes.
-Vamos-fue la única palabra que salió de los labios del peli verde mientras empezaba a caminar hacia el Sunny Go seguido de los demás, con un único pensamiento en mente y una sonrisa enorme por el milagro que había ocurrido en aquella situación desesperada: Sanji…-
Fin Flash Back
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-Drahahaha ¡esto es genial!-exclamo Kidd mientras que usaba su poder otorgado por su Akuma No Mi para desarmar rápidamente a todos sus enemigos y crear un enorme brazo gigante hecho de pistolas y katanas- ¡extrañaba poder usar mi poder como lo hacía antes!-
-Cállate de una vez, Eustass-ya~ no tenemos tiempo para andar con juegos. El jefe nos necesita-le ordeno molesto el pelinegro, haciendo uso de su habilidad para transportarse dentro del castillo y cargarse a un centenar de enemigos de un solo ataque- Zoro, espero llegues a tiempo-susurro Law al sentir un horrible grito proveniente de las mazmorras mientras apretaba sus puños con fuerza, consciente de que la única forma que tenían para poder evitar que la historia se repitiese era mantener protegido al peli verde y evitar que este muriese otra vez a manos de ese hombre llamado Ikasaka…-
Por su parte, Zoro había alcanzado a llegar a las mazmorras antes de que el pelirrojo acabase con Sanji, encajando su espada en la base de su estomago. Con el pulso tembloroso y una mueca de ira más que latente en su rostro, el peli verde golpeo a Ikasaka con todas sus fuerzas, mandándolo a volar contra la pared de ladrillos mientras que se encargaba de quitarle con sumo cuidado la katana de su cuerpo; viendo horrorizado como la sangre salía a borbotones de su herida y el cocinero gritaba por el dolor.
Con lágrimas en los ojos, el moreno cargo con suavidad el delgado cuerpo de su novio entre sus brazos; aprovechando la distracción que había generado en el enemigo para poder escapar antes de que fuese demasiado tarde. Zoro sabía a ciencia cierta de que seguir la pelea en aquellos instantes solo le restaría tiempo a los pocos minutos que le quedaban a su rubio con vida, corriendo con rapidez por los largos pasillos del subterráneo en busca de Law o de Chopper para volver a partirle el rostro a ese malnacido.
Se había dado cuenta que Ikasaka poseía el mismo poder que Jirou o que Sanji, dándose cuenta de que le haría la batalla aun mas difícil si no lograba encontrar la clave de aquel misterio antes de que el pelirrojo acabase con él. Rezaba mentalmente porque su cocinero tuviese las fuerzas suficientes para poder regenerar sus heridas antes que la pérdida de sangre se volviese mortal para él, pero en aquellos instantes y luego de todo lo que su rubio había tenido que pasar para mantenerlos con vida sabía que estaba en su límite y que, a juzgar por la palidez de su rostro, caería inconsciente.
Zoro no entendía que era lo que había pasado para que Sanji acabase tan mal como lo estaba en aquellos instantes, sabía que su novio era fuerte y que aun y a pesar de su estado sería capaz de esquivar un ataque como ese y patearle el trasero al enemigo. Algo en todo aquel lio no encajaba y aquello le daba malos presentimientos, sintiendo como Sanji cerraba los ojos y escupía una gran cantidad de sangre sobre su pecho; convulsionándose entre sus brazos mientras se aferraba con fuerza a su abrigo teñido de carmín.
-¡¡LAW!! ¡¡¿DONDE ESTAS?!!-grito el moreno con toda la fuerza que podía, sintiendo como el chico usaba su poder para sacarle del castillo en ruinas y dejarle cerca de la bahía donde se encontraban- ¡Law! ¡Sálvalo! ¡Salva a Sanji por favor! Yo…yo no sé qué es lo que ha pasado, creí que tendríamos el tiempo suficiente para poder rescatarlo y…y yo…es como si hubiese perdido toda su fuerza de un segundo a otro…-las lagrimas empezaron a caer con rapidez por su único ojo, aferrándose al cuerpo de Sanji mientras que entre Kureha, Law, Chopper y algunos médicos de la marina intentaban sin mucho éxito poder curar las horribles heridas que este tenía en su torso-
-no podrías haber acertado tanto, Roronoa justamente ha sido eso lo que ha pasado- susurro una voz a sus espaldas, viendo como Ikasaka se acercaba a ellos con una horrible sonrisa curvando sus labios- KuroAshi tenía la fuerza suficiente para vencerme, sabía que el momento en que mi espada se conectase con su cuerpo perdería todos los poderes que había ganado con tanto esfuerzo y dolor durante aquellos años- rio estridentemente mientras le señalaba su katana a los presentes, la cual brillaba por la sangre del rubio que aun tenia impregnada- y cuando se dio cuenta de que estaba a punto de hacer un ataque que acabaría con todos ustedes, el muy idiota se interpuso en medio y recibió el ataque de lleno en su cuerpo jajajaja no creo que dure más de unos minutos, es un milagro que no hubiese estallado por dentro jajajaja-
Todos se quedaron callados ante las palabras del pelirrojo, con los ojos aguados por las lágrimas de dolor e impotencia que le generaban al entender la situación en la que se encontraban. Sanji nuevamente se había sacrificado por ellos, había dado todo lo que tenia para poder mantenerlos con vida y evitar que la historia se volviese a repetir una vez más.
Pero esta vez, habría un cambio. Esta vez seria Sanji quien moriría en las manos del enemigo para proteger al amor de su vida, como debió haber pasado desde un principio. Esta vez seria Zoro quien se quedaría a la deriva hasta que su vida se acabase, pero él no tendría la oportunidad de volver a reencontrarle en otro mundo.
El término de aquella historia, finalmente había llegado.
-no te preocupes por mí, Marimo. Estaré bien…-susurro el rubio con un hilo de voz, haciendo caso omiso de los gritos del peli verde, quien intentaba sin éxito evitar que este siguiese hablando y guardase fuerzas para seguir adelante- debes seguir con tu vida Zoro, aun si yo no estoy contigo se que podrás salir adelante-tosió un poco de sangre, sin poder evitar retorcerse del dolor entre los brazos de su amado- no me arrepiento de nada, ni siquiera de haberme vuelto a sacrificar por ustedes y su felicidad…te estaré esperando Zoro, te amo…-beso sus labios con suavidad, mientras dejaba caer su cuerpo inerte entre sus morenos brazos mientras Zoro recordaba el instante en que el mismo había muerto entre los brazos de su rubio y que ahora mismo la historia se repetía pero con los papeles invertidos-
-¡¡¡SANJI!!!-grito con la voz desgarrada el espadachín, viendo como el cielo en aquel instante se teñía de una hermosa luz dorada; la misma luz que les había salvado la vida hace un par de días atrás y que les daba un último chance para ganar aquella batalla. Un último milagro por el bien de la humanidad…-
Tsusuku (o tal vez no xD)