Capitulo 6: “Recuérdalo… Es Porque Te Amo…”
Todo el curso se quedo callado, las chicas con los ojos convertidos en corazón y algunas mas atrevidas con un ligero sangrado nasal, mientras los chicos le veían reprobatoriamente y algo molestos. Pero sobre todo, uno de ellos estaba tan sorprendido que apenas podía articular dos palabras juntas.
-buenas, chicos. Desde hoy seré su profesor y espero que nos llevemos bien. Mi nombre es Kuroashi no Sanji, pero ustedes pueden llamarme Sanji-Sensei ¿si?-
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-¿Sanji? ¿Que haces aquí?- la cara del peli verde era épica, una verdadera mezcla entre el enfado, la vergüenza y un enorme sonrojo al haber recordado cierto sueño suyo
-pues enseñar, te dije que seria tu tutor. No se de que te sorprendes tanto-respondió mientras alzaba los hombros- además me comentaste el otro día de que eras un desastre en la cocina ¿no? Pues yo me encargare de enseñarte como se debe-
Sin saberlo, esas simples palabras habían generado una revolución interna en el joven espadachín. Cada vez que le veía no podía pensar en otra cosa mas que en como seria tenerlo entre sus brazos pidiendo por mas, o cada frase que escuchaba de su parte le logaba encontrar un doble sentido… “¿enseñarle como se debe?” si supiera lo que le había pasado por la cabeza gracias a sus “buenas intenciones” seguramente se llevaría el susto del siglo, como poco.
Al estar tan perdido en sus pensamientos, no se había dado cuenta de que gran parte del alumnado se reía disimuladamente de sus reacciones. En cambio, cierto peli negro veía con recelo a su nuevo sensei, celoso al ver que este conocía a “su Zoro” y que si no mal veía, el peli verde le prestaba mayor atención a él que lo que le prestaba a su persona normalmente. Luffy nunca había oído hablar de ese hombre, y le extrañaba enormemente la facilidad con la que hablaba con el a pesar de lo reservado que solía mostrarse normalmente. Y al ver ese tierno sonrojo plasmado en su cara se había asustado como nunca lo haba hecho en su vida… había empezado a temer de que su amado ya estuviese enamorado de alguien mas. Pero casi inmediatamente su miedo fue sustituido por unas ansias irrefrenables de venganza como no las había sentid nunca.
Él no pensaba dejar las cosas así, ya vería la forma de desquitarse con su nuevo profesor.
La clase había transcurrido con normalidad, durante la cual Sanji se había lucido con sus increíbles habilidades culinarias, dejando a mas de alguno con la boca abierta y a otros con ansias de probar alguno de los delicioso platillos que su sensei había preparado con tan solo unos ingredientes comunes y simples recetas. Ese día el rubio había decidido empezar por la sección de postres, algo fácil y con lo cual no deberían de tener problemas a la hora de trabajar. Les había enseñado a cada uno platillos diferentes dependiendo de sus gustos personales y les había mostrado como añadirles como improvisar si lo requerían. Pero por sobre todo, se había enternecido al ver el empeño que ponía su niño al intentar probar con uno de los platillos mas complicados, viéndose a simple vista que su esfuerzo estaba dando grandes resultados.
Luffy se había fijado de sus intenciones y, anticipándose a estas, había decidido actuar. Repaso rápidamente las cosas que tenia preparadas, listas para la venganza que haría contra su rubio profesor.
-sensei ¿podría ayudarme? No se como fundir el chocolate- le llamo el chico haciendo uso de su voz mas inocente, viendo como Sanji iba hacia su puesto con una ligera sonrisa pintada en sus labios.
- la mejor forma es derretir el chocolate puro para el postre que tu quieres hacer. Por lo tanto, llena una olla mediana con agua y coloca el chocolate en otro recipiente dentro de esta (NA: esto lo saque de un catalogo de cocina, cualquier error de mi parte debería ser por leer mal, es que soy un asco en cocina xD)- tomo la mentada olla y se dirigió a uno de los grifos, sin percatarse de la sonrisa de maldad tenia el pelinegro en el rostro
Había pasado todo en menos de un segundo. Sanji al internar abrir la llave del grifo esta había salido literalmente disparada, logrado que un potente chorro de agua fría lo lanzase a una de las mesas de trabajo, mas específicamente, en la que trabajaba Zoro. La estancia se había sumido en un incomodo silencio hasta que los alumnos mas rápidos se habían acercado para ayudar a los posible heridos mientras Luffy se quedaba de pie en su sitio, acongojado al no darse cuenta de que también había podido daño a su amado.
Nami salió apresurada en busca de ayuda mientras que entre Usopp y algunos otros chicos ayudaban a su profesor y al peli verde a incorporarse. Por suerte, y gracias a los reflejos del cocinero, había logrado atrapar la llave evitando un golpe directo para el o para cualquiera de sus alumnos, pero al verse impulsado por el torrente de agua había tendió que verse en la obligación de tomar al peli verde antes de estrellarse contra el, recibiendo el mismo el fuerte impacto contra la mesa. El grifo había quedado prácticamente destruido, y no se sabia como se había logrado tal desastre con una simple llave de cocina, o al menos eso pensaban los alumnos, ya que Sanji intuía mas o menos lo que pasaba.
Sin importarle la herida que se había provocado en la frente ni de los moretones de su espalda, empezó a revisar a su niño en busca de cualquier contusión, pero este solamente se encontraba desmayado debido al golpe.
-¿se encuentra bien, sensei?-pregunto una chica peli azul, asustada por el chico
-si, no ye preocupes Vivi-chan. He tenido heridas peores. Llevare a Zoro a la enfermería y me gustaría, si no es mucha molestia, que limpiasen el desastre- los chicos asintieron con una ligera mueca de miedo aun en sus rostros- o se preocupen por el, esta bien. Solo se desmayo por el impacto- el rubio se quito su camisa mojada de la cual se veían ligeras manchas de sangre, mostrando su entrenado torso y los ligeros moretones de su espalda, rompiéndola y amarrándola en el torso de Zoro para luego tomarlo en sus brazos y llevarlo a la enfermería
La verdad no había querido hacer comentarios, pero temía que la herida del torso pudiese reabrirse por tal golpe, motivo por el cual había decidido hacer un vendaje de emergencia si llegaba a pasar algo. Llego prontamente a su destino, revisándole minuciosamente para luego suspirar aliviado al ver que no había pasado nada importante. El peli verde había empezado a abrir los ojos cuando vio de espaldas a Sanji, preocupándose al ver las horribles heridas que este tenia en su espalda.
-¡Sanji ¿Te encuentras bien?!- pregunto algo sonrojado, tratando de disimular las reacciones que su cuerpo generaba al ver el torso húmedo de su amado- déjame ayudarte- empezó a curarle cuidadosamente, tratando sin éxito de ver a través del rubio flequillo que escondía su rostro- otra vez me salvaste… ¡deberías ser mas cuidadoso! La próxima vez tal vez tú…- sus palabras se atoraron en su garganta, se sentía tan culpable por la situación
Como toda respuesta el cocinero le beso los labios lentamente, acariciando con cuidado la cicatriz que recorría de marea transversal su moreno torso. Siguió su camino de besos desde su cuello hasta la marca, logrando arrancarle más de algún gemido al aludido.
-¿Cuántas veces debo repetírtelo? Te amo Zoro, nunca dudes de ello- le abrazó fuertemente- pero mas que nada temía que tu herida se volviese a abrir. No es llamarte débil, pero me preocupo muchísimo- levanto la cabeza mostrando sus ojos azules ligeramente aguados mientras llevaba la mano del chico a su pecho, justo a la zona donde se encontraba su corazón- ¿lo vez? Mi corazón solo late por ti, si el tuyo se apaga el mio lo hará también-
Zoro cerro los ojos concentrándose en las sensaciones que ese simple contacto lograban en el. Pero los abrió al sentir algo en la mano de su rubio, dándose cuenta de que era lo que parecía un anillo de compromiso. Era bastante bonito, y algo caro, pero se notaba que la persona que lo había comprado tenía un gusto parecido al suyo: era simple pero de oro, y justo en el centro un pequeño zafiro le adornaba, una piedra comparable con la inmensidad de los orbes azules que ahora miraba con intensidad y duda
-ese fue un anillo de una persona muy especial para mi. Me había pedido matrimonio, pero una semana antes de que pudiésemos cumplir nuestra promesa me tomaron por rehén y en un intento por salvarme la vida, le asesinaron frente a mis ojos- dos senderos de lagrimas se deslizaban por sus enrojecidas mejillas- es el único recuerdo que me queda, y entenderé que te sientas enojado conmigo por no decírtelo antes pero…-
-no me importa, en lo absoluto- el estudiante cogió su rostro entre sus toscas manos mientras depositaba un ligero beso en su frente y limpia con dulzura sus lagrimas- lo que me importa eres tu. No te culpo por n habérmelo contad, se nota que es muy doloroso para ti. Y sé que sonara horrible, pero le agradezco a quien quiera que fuese que te salvara la vida por mantenerte a mi lado- le abrazo esta vez a él, dejando que se desahogara en su desnudo pecho
Estuvieron abrazados por un buen rato, sintiendo como aquellos sentimientos parecían traspasarles. Por órdenes del director, ambos tenían la semana libre mientras se hacían las reparaciones en el aula y, obviamente, para que se recuperasen de sus heridas.
Pero lo que nunca sabrían, era que cierto peli negro les había espiado desde que habían llegado a la enfermería y dos senderos de lágrimas húmedas recorrían su rostro. Se sentía un estúpido, había hecho todo eso para ganarse el amor del peli verde pero había conseguido todo lo contrario. A su vez, se sentía un estúpido y un egoísta, debería pedirles disculpas por lo que había hecho e, intentar, que algún día les perdonasen.
Tsusuku (o tal vez no xd)