—Vamos ¿qué esperas? no esperarás a que toque yo, o si?— le dijo el pelinegro ya cansado de ver como Shima no hacía nada. Éste se encontraba parado frente la puerta sin ninguna reacción, más bien su mente iba trazando un plan de cómo explicarle a Shinji en la situación en que estaba— oye que sólo es un cuerpo, no necesitas decirle nada
—¿cómo que no necesito decirle nada? Ni siquiera el motivo de mi visita o algo… o que tal vez te deje volver?
—es solo un cuerpo Uruha-kun—reiteró cansando, ¿tan difícil era entender eso?, al parecer el castaño seguía batallándose internamente sobre qué decirle— ahhg, mira que es fácil, presta dame tu mano— agarró la muñeca del menor y el mismo termino golpeado la puerta para sorpresa del otro
—¡idiota! ¡¿Pero qué mierda hiciste?! Aún no estoy mentalmente preparado y no sé qué decirle todavía— sus palabras hasta ahí no mas llegaron ya que se apareció frente a sus ojos Shinji, y ahora que lo observaba bien eran prácticamente iguales y más aun que ahora Shinji no llevaba gafas— “obvio que son iguales Uruha si es su cuerpo” –se regañó mentalmente
—ah...tú eres el nuevo vecino—le dijo el otro sin mucho interés, al final Tora tenía razón, Uruha podía sentir la sensación de como si estuviera al frente de un témpano, ese tipo desprendía una frialdad inmensa—Dime qué quieres ahora que no tengo todo el día—ordenó y esto a Uruha lo cabreó ¿quién era para tratarlo así? ¿Más encima tutearlo? Ni siquiera se conocían
—Takashima ya te dije que es sólo mi cuerpo, si quieres no le digas nada— le dijo Tora en su oído tranquilizando un poco al castaño por la cara de furia que puso este por el trato tan pesado que tuvo, estaba seguro que Uruha golpearía a Shinji si no se controlaba— mira terminemos esto rápido, esto es lo que quiero mostrarte
El pelinegro dio un paso frente a Uruha, éste observaba atento la reacción de Shinji, pero no hubo ninguna reacción de su parte, el único que podía ver a Tora era él; de repente sintió una pequeño calor en el ambiente y con asombro observó como Tora tomaba la muñeca de Shinji y de ese contacto vio como emanaban electricidad y chispas, retrocedió unos pasos para su seguridad, observó como Tora tenía una mueca de dolor mientras seguía agarrado de Shinji mientras que este se sobaba su puente de la nariz y cerraba los ojos con molestias, al parecer al cuerpo también le molestaba ese contacto.
Uruha estaba a punto de decirle que se detuviera pero Tora no pudo aguantarlo más y rompió el contacto, pero fue tanta la energía y la descarga que salió disparado unos cuantos metros al pasillo haciendo gritar a Uruha de la impresión e ir en su ayuda, mientras que Shinji sólo se sobaba la cabeza y entraba nuevamente a su departamento importándole poco haber dejado al vecino afuera y que gritara en nombre de un tigre, tal vez el tipo estaba loco, pero a eso a él le importaba lo mas mínimo, lo que si le importó un poco es que sí que el vecino era guapo, tal vez podría añadirse a una de sus tantas conquistas.
Mientras tanto Tora se trataba de recuperar de esa caída que le había dolido bastante, siempre le dolía cuando tocaba su cuerpo, pero más le dolió ver la preocupada mirada que tenia Uruha pareciera como si estuviera a punto de llorar, éste se sentía culpable de que el pelinegro estuviera así.
—cielos, perdón Tora, no sabía que pasaría esto, debiste decírmelo primero, ¿estás bien? en serio, ¿estás bien? —preguntaba atropelladamente para luego tomar la mano de Tora con delicadeza y ver como ésta estaba quemada— Tora…¡lo siento! ¡de verdad lo siento!
El pobre castaño estaba desesperado, no sabía cómo ayudarlo, ¿cómo podría curar a un fantasma si todas las cosas lo traspasaban menos él? ¿Qué haría ahora? Estaba rebanándose los sesos en pensar en una solución pero de pronto vio con horror como la mano derecha con que Tora había tocado a Shinji comenzaba a desaparecer
—hasta podría desaparecer
—¿Desaparecer? ¿En serio…¿ es tan grave?
—¡mierda no! ¡No Tora por favor no desaparezcas! — el castaño estaba aterrado al recordar esas palabras, el mayor le decía la verdad y ahora por su culpa desaparecería, mierda, mierda y mas mierda— dime qué hago Tora, dime qué hago? Carajo… tu mano, ¡tu mano Tora!
—Ya Shima deja de gritar que me estresas
—¡cómo quieres que no grite! ¡Estas desapareciendo, vas a desaparecer!
—es sólo mi mano, tranquilízate si?... mira—puso su mano derecha al frente del asustado castaño quien aun no la podía ver la extremidad del pelinegro, pero de pronto vio como en un momento se detenía hasta su muñeca, solo estaba ausente su mano nada mas—¿lo ves? No voy a desparecer Shima-kun tranquilo
—pero…pero tu mano…¡te deje sin mano Tora!
—jajajaja Shima tranquilo, en serio que no pasa nada, esto siempre me pasa cuando toco a mi cuerpo pero como solo fue un rato luego pasa esto… observa atentamente— le sonrió mientras el castaño seguía tratando de adivinar lo que pasaba con la mano derecha, pasaron unos minutos y vio como un leve resplandor partía de la muñeca de Tora y para alivio de Shima la mano del pelinegro volvía a su lugar hasta quedar completamente hecha de nuevo—¿lo ves? No pasa nada
—¡tu mano, esta como nueva!- gritó sorprendido, agarrando al pelinegro de su muñeca y examinando su derecha detenidamente, Tora sonrió, Uruha parecía un niño observando un truco de magia— cielos, casi me da otro ataque cardiaco Tora
—bueno, pero era más fácil explicarte así lo ves? Es por eso que no puedo regresar a mi cuerpo, como ves sucede ésto, pero como fue por poco tiempo solo es momentáneo
—y…—se quedó callado, no estaba muy seguro de escuchar la respuesta—¿ y que pasaría si tu lo hicieras por más tiempo?
—Desaparecería Shima— contestó seriamente el más alto— desparecía para siempre, mi existencia se desvanecería por completo, no iría a ninguna parte, sería como si jamás hubiera nacido y Shinji…pues él, se convertiría en un cuerpo sin alma para siempre.
El castaño lo miró asustado, vaya que si era un gran confesión, una malvada confesión, ¿todo eso el pobre de Tora lo estaba soportando? ni siquiera se imaginaba vivir una vida así, alejado de tu familia y de tus amigos, viendo como tu cuerpo se mueve solo y sin nada que hacer para poder volver a él y más encima, con el peligro de desaparecer por completo si lo intentas, era un destino cruel…un destino muy cruel para ese chico.
—Tora..yo
—Vamos, no tienes que decirme nada, al menos estoy feliz de tener alguien vivo y de mi edad con quien hablar—le sonrió, no le gustaba esa cara de tristeza que tenía el castaño al escuchar toda su historia
—pero yo…Tora si hubiera algo que pudiera hacer para ayudarte— y era lo que más quería, lo que más quería era devolverle a Tora su vida, si tenía ese don era por algo no? Shima se sentía con la obligación de ayudarlo, mas bien, quería hacerlo.
—pues yo...aún no se cómo puedes hacerlo Uruha, ni siquiera sé lo que puedes hacer con tu don y
—yo tengo una idea que les puede funcionar— habló una voz desde el fondo el pasillo y Uruha se sorprendió de ver a un chico castaño, más o menos de su altura que los miraba sonriente y lo único que se preguntaba Uruha ¿de dónde carajo apareció este tipo?
—¡Kohara!— gritó alegre el pelinegro al ver a su amigo acercándose sorprendiendo Uruha, pensó que era el único que podía ver a Tora era él—¿ desde cuando estás ahí?
—no los estaba espiando, acabo de llegar— les sonrió acercándose al confundido Uruha—¡ah! Tú debes ser Takashima-kun, un gusto mi nombre es Kohara Kazumasa , pero puedes llamarme Shou
—A este chico siempre le ha gustado que le llamen por su apellido— rió Tora abrazando del hombro a su amigo
—¿eh? Tú también puedes verlo—apuntó Uruha a Tora sorprendido aún y no entendiendo ni una mierda de lo que pasaba
—ah..pues...como te explico
—claro que puede verme Uruha, pero él si es un espíritu, por eso lo puedes ver tú también
—¡¿espíritu?! —gritó sorprendido retrocediendo un poco de esos dos — O…o sea, estas mue-muerto?!
—Lamentablemente si Uruha-kun—sonrió con tristeza, mientras Uruha los miraba sorprendido, para alivio de Tora, al menos ahora no estaba aterrado como antes— mucho gusto— le sonrió tendiéndole la mano que Uruha tomó con algo de desconfianza, al final también podía tocarlo a él y esto sorprendió también al otro castaño, si que el don de Takashima era asombroso.
Y cuando pensó que no podía recibir más emociones en un día, Uruha conoce por primera vez un fantasma de verdad…
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—entonces…eres un alma en pena o algo? —lo miró interesado Uruha que ya estaba más calmado, pareciera que el estar más tiempo con el pelinegro le permite aceptar y acostumbrarse más a su don
—digamos que hay una personita que aun no supera por completo mi muerte— confesó algo triste—y eso ha acarreado algunos problemas, es por eso que estoy atado aquí, pero bueno…no es que sea algo tan malo, me divierto mucho haciéndole compañía a Tora-chan
Uruha lo miró sin entender, si fuera Shou él estaría muerto de la desesperación al ser un fantasma, pero este chico estaba muy tranquilo hasta se le veía feliz, miro después a Tora, este era igual, estos dos hombres sí que tenían una gran fortaleza con todo lo que les pasaba. En un momento pensó preguntarle a Shou como había muerto y por qué aun no podía irse, pero después cambió de idea, ¿qué tal si se enojaba? Capaz que cosa podría hacer, según las películas un fantasma enojado y que recupera sus recuerdos no es nada bueno, así que decidió aguantarse la curiosidad por ahora.
—entonces ¿cómo es que dices que Uruha me puede ayudar?
—bueno, he estado pensándolo desde que llegó y creo que Uruha-kun debe ser elegido para sacarte de todo esto Tora-kun y la única forma que se me ocurrió es …conquistando a Shinji
—¡¿eh?! —gritaron ambos a la vez
—espera…yo..¡¿tengo que contestar a ese imbécil?!
—oye! —se quejó Tora por el insulto, después de todo era su cuerpo
—tal vez si Shinji llega a sentir algo por Uruha-kun puedas volver a tu cuerpo—aclaró
—es imposible que sienta algo, es solo un cuerpo
—¿y cómo sabes si sucede un milagro? No tienes nada que perder Tora-shi
—esperen esperen, se están olvidando de mí, yo sí que tengo todo que perder! — se quejó Uruha al ver que esos chicos lo habían aislando del tema— no quiero conquistarlo, es un engreído, odio la gente así, es imposible para mi
—pero te atraigo no? Eso debe ser algo—sonrió con confianza Tora haciendo sonrojar al menor
—¡¿cómo que me atraes?! ¡Estás loco!
—¿así eh? —se acercó sonriente el pelinegro peligrosamente al nervioso castaño— no me encuentras atractivo ni un poquito?
—yo…— mierda, ahora mirándolo fijamente el maldito si era muy guapo, Tora tenía razón ese idiota era su tipo, pero no! Sobre su cadáver se humillaba a conquistar a Shinji, además él nunca lo había hecho antes, siempre fue él a quien conquistaba, nunca daba los primeros pasos
—vamos Shima-kun, no es necesario que te tenga que gustar Shinji, sólo pedimos que lo conquistes nada más, al menos te atrae
Otra vez con eso, sí, está bien Tora y Shinji eran su tipo, eran guapos, le atraían y que se dejaran de joder
—y? aceptas que te atraigo Uruha?—se acercó aún más poniéndolo nervioso
—sí, si me atrae ya, lo acepto, ahora te puedes quitar de encima mío- exclamo ya cansado Uruha de tanto acosos a lo que Tora obedeció satisfecho—y bien...Cómo lo conquisto?...o sea, nunca he conquistado a alguien antes
—vaya que eres egocéntrico
—¡no lo soy!
—ya chicos, no peleen—los calmó Shou—mira, solo debes pasar tiempo con él, hablarle de cosas bonitas, qué se yo
—siento contradecirte Shou-kun, pero eso no servirá, como ya te dije es solo un cuerpo, lo mejor Uruha es que pases a tercera base de inmediato
—ehhh?!! Estás loco, no soy un puto! — lo golpeó en la cabeza avergonzado— pervertido, haré como dice Shou-san y punto y agradece que te estoy ayudando porque
—¿Shima?¿ Shima con quién hablas?
—eh—el castaño se volteó sorprendido encontrándose con su amigo cargado de unas bolsas de supermercado, acompañado de dos chicos uno de ellos rubio de cabello corto y otro castaño oscuro y largo hasta lo hombros
—Así que era verdad que mi hermano está loco—suspiró el chico rubio
—¡no estoy loco Reita! ¿Qué mierda les dijiste Aoi?
—nada más que la verdad, es tu hermano Shima, merecía saberlo, además te doy la doy la noticia que él y Kai se quedarán un tiempo con nosotros
—¡¿qué?! —gritó de la sorpresa— ah no, yo no quiero escuchar ruiditos extraños por la noche, mi casa no será un motel Shiroyama
—nuestra casa dirás, la compramos a media Uruha, así que no reclames— lo regañó Aoi, mientras Tora y Shou reían, parecía como si vieran una escena de padre e hijo—ahora nosotros preparemos la cena, tú quédate aquí hablando con ”tus amiguitos” si quieres
—que no... agghhh! —gritó de la impotencia al ver que los dos chicos entraban al departamento sin tomarle atención, ahora su estúpido hermanastro lo molestaría de por vida creyendo que estaba loco—no es justo
—siento lo que paso Uruha-san— se acercó al castaño tranquilizándolo un poco, el único que lo calmaba era Kai, él era el único que lo trataba con respeto— te prometo que esto será por poco tiempo, es sólo mientras encontramos un nuevo departamento, yo te cocinaré todo lo que quieras vale? — le sonrió con esas sonrisas que convencían a cualquiera hasta al mismísimo Uruha
—está bien, con tal de que el estúpido de Reita no te viole en cada lugar estará bien— dijo haciendo a sonrojar a Kai— por cierto…también escuchaste lo de Aoi, tú…también crees que estoy loco? —preguntó inseguro, necesitaba escuchar la opinión del novio de su hermano también
—claro que no— le sonrió—como se llaman esas personas…ehh…medium? Si puedes hablar con personas que no vemos la mayoría de la gente creo que tienes un gran don Uruha-san— le sonrió
—Kaiii~~~—lo abrazó emocionado— eres un ángel, deja al idiota de mi hermano y cásate conmigo!
—vaya hermanito que tiene ese tal Reita— masculló algo enojado Tora por la escenita
—vete al carajo Tora— lo miró molesto sin dejar de abrazar a Kai
—¿Tora? Así se llama con quien hablas? —pregunto Kai interesado
—ah sí, es un idiota, pero es un buen chico—el nombrado se cruzó de brazos molesto, ¿hasta cuando Uruha seguiría abrazado a ese tal Kai? — también esta Shou-kun lo acabo de conocer hoy y me cayó bien
—Tú también Uruha-kun— le sonrió el mencionado haciendo sonrojar a Uruha
—vaya , ya tienes un competidor en esto de las sonrisas Yutaka— rió animado Uruha levantándose por fin y cortando el abrazo para alivio de Tora, aunque claro que no lo demostró
—ah, bueno entonces, puedes saludarlos por mi también? — preguntó emocionado Kai, siempre había sido un fanático de lo paranormal y que su amigo tuviera este don era un regalo para él
—salúdalo tú, pueden escucharte Kai— le despeinó el cabello con ternura
—ah si… ehh,..hola Tora-san, Shou-san, me llamo Yutaka pero pueden llamarme Kai, soy el novio del hermano de Uruha-san— hizo una reverencia causando al risa en Uruha—eh? Qué pasa?
—la estás haciendo al revés, ellos están acá— los señaló Shima avergonzando al pobre castaño oscuro y causando una risa en los dos chicos, si que era tierno, y de alguna forma se alegraban de que Uruha tuviera el apoyo de alguien.
—bueno, yo me iré a preparar la cena, tú quédate un rato y no hagas caso de las bromas de Reita y Aoi ¿bien? Shou-san, Tora-san, cuídenlo por mientras— se despidió entrando nuevamente al departamento causándole unas gran sonrisa a Shima, ahora que tenía a alguien que le creía no se creía tan loco después de todo.
—a mi no me engañas quieres quitarle el novio a tu hermano
—¿ah? ¡ cómo dices eso idiota! Por supuesto que no! — le respondió avergonzado a Tora, ¿qué se creía? Uruha lo único que sentía por Kai era un gran afecto nada más, y…esperen…ese idiota estaba celoso de él— vaya que eres bueno ocultando tus celos Tora-san—sonrió burlón
—celoso yo? ¡no estoy celoso! Ni mucho menos de ti, acepto que me atraes y todo pero
—¿te atraigo?- —vaya eso sí que lo sorprendió, y no pudo evitar que un gran sonrojo apareciera en su rostro
—esto es como ver un dorama— rió Shou
—¡oye! — se quejaron ambos al ver como el castaño se burlaba, pero sus risas se apagaron al ver a un pequeño que aparecía de las escaleras, genial, pensó Uruha, ahora el niñito pensaría también que estaba loco viéndole hablar solo.
—¡Papi ya llegué!
—¡¿Papi?! —gritó Uruha sorprendido viendo como ese pequeño castaño de alrededor de siete años se iba a abrazar a Shou, pero lo atravesaba, sin embargo esto no parecía causarle sorpresa ni terror—qué...mierda— pronunció no entendiendo la escena que veía, Shou parecía muy animado escuchando lo que le decía ese pequeño sobre su día de escuela, ahora sí que no entendía nada
—Es su hijo— pronunció Tora haciendo voltear a Uruha— al igual que tú y yo comparte nuestro mismo don, bueno pero como ves no es tan fuerte como el tuyo, ya que no puede tocar a su padre.
—su hijo…—susurró Uruha con tristeza, eso sí que lo había sorprendido, ¿qué sentirá a Shou al ver a su hijo y no poder abrazarlo normalmente? De seguro sentía un gran dolor al no poder estar con él, pero no lo demostraba, Shou era muy fuerte por estar ahí como siempre dedicándole una sonrisa y escuchar atento a todo lo que su hijo le decía, siempre pensando en que tal vez podía ser el ultimo día en que su hijo lo viera, es por esto que atesoraba todos estos momentos en que seguía atado a este mundo—es por eso que no puede volver…
—No pongas esa cara— le dijo bajito Tora, sonriendo por la empatía que sentía Uruha por Shou—¿sabes? Ese niño es muy maduro para su edad, una vez hable con él, le conté que algún día su papá tenía que dejarlo para poder descansar en paz, para mi sorpresa el ya lo sabía, lo único que quería era que fuera feliz y sabía que no lo era estando aquí, dijo que por ahora aprovecharía todo el tiempo para pasar con su padre y que cuando se fuera él lo entendería, le dolería pero lo entendería, me sorprendió mucho con toda la madurez que acepta que Shou algún día tiene que dejarlo
Uruha lo miró con tristeza, si que ese pequeño tenía una gran fortaleza para aceptar todo eso, era igual de fuerte que su padre
—¡hey! Te presentaré a un nuevo amigo—le dijo Shou haciendo llamar a los dos adultos—bueno a él ya lo conoces no? —señaló Tora mientras el niño asentía enérgicamente—ah, y él se llama Uruha, Uruha-kun este es mi hijo Shin
—mucho gusto Uruha-san—le sonrió el pequeño castaño haciendo sonreír al nombrado, ese niño era una preciosidad era la viva imagen de Shou— usted también es un fantasma como mi papá?
—no, no cariño él es como tú, mira—le acercó la pequeña manita a la mano del castaño quien se puso un poco tenso pero después vio como el niño saltaba de alegría al ver que podía tocarlo— también puede ver espíritus como tú
—wooow genial! Entonces somos iguales Urunichan! — gritó emocionado el niño abrazándolo, Uruha se sonrojó, nunca había tenido contacto con niños de tan poco edad, pero aquel era un encanto—¿desde cuándo puedes verlos? Papito, yo también podre seguirte viendo cuando sea igual de grande como Urunichan?
—jajaja eso no lo sabemos aún, Uruha-kun recién descubrió su don y debe estar un poco cansado con todas las emociones que tuvo hoy no?
—ehh...si— murmuró apenas, aun no podía sacarse esa pequeña incomodidad de su pecho, no entendía como ese niño podía estar tan feliz estando su padre en ese estado
—heyy, cambia esa cara, pareces retardado—le susurró en el oído Tora
—¡¿a quien le dices retardado pedazo de imbécil?! — gritó enojado causando una risa en los otros dos, no entendían de que se reían
—ellos dos son muy graciosos papi y Tora-nichan no debería decirle retardado a Urunichan
—ok, ok, trataré de controlarme Shin-kun—le sonrió al pequeño, mientras Uruha ya se sentía un poco más relajado, no debería seguir preocupándose si los involucrados ya lo habían superado, para qué hacerlo si se veían felices? Tora tenía razón, tenía que cambiar la cara.
—ey, Uru-nichan, algún día querrás jugar conmigo a la pelota, con mi otousan y Tora-nichan no se puede, es aburrido
—ey mocoso, que no tenemos nosotros la culpa, además míralo de seguro con ese cuerpo en su vida ha hecho deportes
—ja, que iluso, para que sepas jugué fútbol casi toda mi vida Tora—confesó orgulloso—claro que jugaré contigo Shin-kun— le sonrió acariciándole el cabello al emocionado castaño, mientras Shou veía la escena enternecedora que protagonizaban esos dos chicos, se alegraba de que su hijo por fin tuviera a alguien con quien hablar sin ser catalogado como un niño que habla con sus seres imaginarios.
De pronto se escuchó como alguien subía las escaleras, los presentes miraron en esa dirección para después ver a un chico rubio, bajito que portaba unas enormes gafas de sol y que se quedó sorprendido con la escena.
—Shin, no me avistaste que salías temprano, te hubiera pasado a buscar— se acercó el hombre al castañito que seguía jugando con Uruha— gracias por cuidarlo—hizo una reverencia hacia Uruha mientras el pequeño abrazaba al rubio
—no fue nada, solo nos divertíamos un rato, Shin-kun es muy simpático— habló Uruha mientras una parte de su mente trataba de hilar quién era ese rubio, si Shou era el padre de Shin… entonces ¿quién era el?, miro al más alto y vio la cara de tristeza que tenia al ver al más bajo, ¿quién diablos era esa persona? — me llamo Takashima Kouyou, soy el nuevo vecino
—Ahh, si había oído que llegarían nuevos inquilinos, mi nombre es Ogata Hiroto, vivo en este mismo piso también, en la puerta del final del pasillo—señaló Hiroto— y de nuevo le agradezco que lo hubiera cuidado, se supone que la madre de su amigo lo vendría a dejar por mi y se quedaría cuidándolo pero
—no es necesario otousan, papi me estaba cuidando mientras llegabas— le sonrió el niño inocentemente, mientras la cara de Uruha se transformaba en un poema, ¿otousan? Cómo era posible que ese niño tuviera dos padres, y era obvio que Hiroto no podía ver ni a Shou ni a Tora que se mantenían algo alejados de la escena.
—Shin, ya te he dicho que no juegues con eso
—¡pero es verdad! En serio estaba conmigo, sigue ahí ¡mira! — señaló el pequeño hacia donde estaban los otros dos, de inmediato Uruha vio como Shou se dio vuelta, no podía soportar aquello a pesar de que lo veía con frecuencia, como una y otra vez su hijo defendía su existencia— Papá créeme papito está ahí ¿por qué nunca me crees? — lloriqueó un poco el pequeño mientas el rubio lo abrazaba
—amor deja de jugar si?, ya para con esto, no es bueno— lo regañó sin ser brusco, le cansaba que el niño siguiera imaginándose a Shou, su gran amor, le dolía recordarlo, le dolía porque aun no aceptaba su partida, a pesar de que había pasado un año desde aquello, aun no aceptaba que se hubiera ido
—¡¿por qué no me crees! Papa eres malo! Hiciste llorar de nuevo a papi, eres malo
—cielos Shin, ya basta ¿quieres? — le gritó medio molesto—discúlpame por esto sí?—le dijo a Uruha— y tú Shin tienes mucha tarea que hacer, adelántate
—quiero despedirme de papi
—Shin, no lo repetiré de nuevo—repitió cansado, le angustiaba que su pequeño siguiera con esa fantasía, le dolía—ya hablamos de esto, por favor para, en serio
Shin lo miró con un puchero, tampoco le gustaba hacer sentir mal a Hiroto, pero no entendía por qué no le creía, para un niño era difícil entender el porqué de las cosas y los sentimientos de los demás, así que solo terminó gritándole un ”adiós” a Shou quien se secó las lágrimas para voltearse con una gran sonrisa a su hijo y despedirse de él, a pesar de que esto ocurría con frecuencia no dejaba de ser doloroso.
—oiga espere— lo detuvo Uruha, antes de que Hiroto siguiera al pequeño que se encaminaba al departamento— se que sonará loco y raro pero tengo algo que decirle
—¿qué mierda haces Uruha? no puedes decírselo— lo regañó Tora llegando a su lado, pero Uruha ya estaba harto de la situación, le dolió ver como Hiroto trataba a su hijo y ver a Shou colapsar de esa manera, tenía que hacer algo, no podía quedarse con los brazos cruzados
—lo que su hijo dice es cierto, créale por favor, además yo…yo también puedo ver a Shou-san— el rubio lo miró con sorpresa , mientras Tora se golpeaba la frente al ver la estupidez que decía Uruha y Shou solo miraba triste de la distancia— en serio se que suena loco, pero yo puedo ver espíritus al igual que su hijo, también puedo ver a Shou- san, por eso le digo que no se enoje con Shin-kun no es su intención hacerlo sentir mal, él dice la verdad
—¿terminó?
—¿eh?
—Debería darle vergüenza de seguirle la corriente a un niño de siete años—recitó con furia sorprendiendo al castaño— no necesito de toda esta mierda barata de fantasía— masculló para luego darse media vuelta y comenzar a caminar a su departamento donde lo esperaba su hijo
—¡pero Hiroto-san!
—¡dije que pararas! — le gritó acercándose a tomarle por la camisa, sorprendiendo a los otros dos— de mi hijo podré aguantarlo, sé que no se da cuenta de lo que hace, pero de ti créeme que no, no dejaré que juegues con algo como eso, acaso ¿sabes lo que se siente perder a la persona que más amas en este mundo? ¿que te la arrebaten así de rápido? No, no lo sabes, jamás has pasado por eso y no sabes lo que se siente— lo soltó con desprecio, sacándose sus gafas, y Uruha y los demás quedaron sorprendidos al ver los ojos rojos de seguro por las lágrimas que había derramado ese rubio por Shou— la única razón que me mantiene atado a este mundo es mi hijo y mientras esté aquí te agradecería que dejaras de meterle ideas en su cabeza, compórtate como un adulto quieres?
Hiroto se volvió a poner a sus gafas para dirigirse al castañito que ya se le había pasado un poco el enojo y sonreía como antes, contándole su día en la escuela al rubio que entro con él al departamento.
Uruha seguía estático, no podía asimilar todo lo que había pasado, sino estuviera Shin según Hiroto, habría acompañado a la muerte a Shou, de eso estaba seguro, fue un idiota por armar más complicaciones, debió quedarse callado como lo dijo Tora, era algo obvio que Hiroto no le creería.
—Nee, Uruha-kun no te preocupes si? Está bien así— se acercó Shou a tomarle el hombro mientras se dirigía al departamento donde residían Hiroto y su hijo
—espera Shou-san…Hiroto…¿Hiroto es la persona que no te deja ir cierto? — el castaño asintió sonriendo con tristeza para desaparecer por las paredes del departamento, ante la atenta mirada de Uruha, no podía imaginar todo el dolor que estaba sintiendo Shou al ver como cada vez que su hijo hablaba de él, le clavaba una espina más profunda a Hiroto, una espina que hasta el día de hoy no había podido arrancar y lo estaba matando por dentro.
—será mejor que no te metas otra vez Uruha—le aconsejó nuevamente Tora—no hay nada que nosotros podamos hacer para Hiroto, Shou era su vida, siempre estuvo enamorado de él, pero jamás se le confesó porque en ese momento Shou tenía una novia, muy linda pero demasiado superficial que lo único que quería de Shou era su dinero
—¿novia? ¿Shou tenía novia? — preguntó tratando de atar cabos—¿ entonces ese niño no es de Hiroto?
—pfff qué creías Shima , los hombres no se embarazan , no seas idiota o jamás te enseñaron biología?
—¡claro que sí! Pero como Shin también lo llama papá y Hiroto dijo que era su hijo pues…de verdad me confundí un poco
—yo diría que mucho— suspiró con cansancio— Shin es el hijo que Shou tuvo con esa chica, pero en ese instante Shou ya se estaba enamorando de Hiroto y terminó con la mujer, a ésta no le importo tenía una carrera de modelo y ya ganaba el suficiente dinero, ya no lo necesitaba, pero cuando supo que estaba embarazada estaba dispuesta a abortar el niño
—¿abortarlo?, no puedo creerlo
—era el hijo de alguien que no amaba y que mas encima resultó ser gay, esa era su justificación, además de que no tendría tiempo para criarlo, cuando Shou se enteró casi se le vino su mundo abajo, el todavía seguía estudiando no podía alimentar un bebé, pero tampoco quería que esa mujer lo desechara, entonces Hiroto decidió criarlo con él
—¿Hiroto? Pero él se ve con menos edad
—el heredó una compañía de su padre, no necesitó muchos años de estudios, solo iba a la universidad para obtener un título que le permitiera heredar la empresa, le dijo a Shou que trabajaría por ambos, que los mantendría a ambos, incluso le rogó a la mujer que no abortara, que él se haría cargo del pequeño, incluso que le pagaría una indemnización por ello
—vaya, Hiroto debió necesitar mucho dinero para ello
—más del que imaginas, se pasó trabajando día y noche para sacar adelante los estudios de Shou, no quería que abandonara la carrera y también le pagaba a la mujer durante su embarazo ya que no podía modelar en ese estado. Cuando nació Shin la mujer desapareció. Shin fue criado por Shou y Hiroto, éste lo trataba como si fuera su propio hijo, las dos personas más importantes para él eran ellos dos, pero luego…sucedió el accidente, de los tres Shou fue el más afectado ya que iba manejando, desde día que Hiroto no es el mismo, aún no lo puede dejar partir y como te dijo la única razón por la cual no ha acompañado a Shou es su hijo, no lo dejará solo por nada del mundo
—y después de eso quieres que me quede con los brazos cruzados?! Mierda Tora eso es…es una historia muy triste, no puedo quedarme sin hacer nada, yo—fue interrumpido por un fuerte abrazo que le dio el pelinegro hace rato se había dado cuenta que Uruha ya no podía contener la impotencia de no saber cómo ayudar a esa familia— mierda, y ahora te burlarás porque estoy a punto de terminar llorando como mariquita
—tal vez, más adelante, pero esto demuestra que eres una buena persona Uruha—le sonrió besándole el cabello, haciendo sonrojar al otro, no se esperaba ese contacto— no tienes por qué preocuparte por nosotros, Shou es feliz así, aprendió a sobrellevar ésto y yo…también, no tienes porque sentirte obligado de hacer algo por nosotros, en serio
—pero yo quiero hacerlo Tora, quiero ayudarte , también a Shou— lo miró encantando aún más al mayor, se veía que las intenciones de Uruha eran sinceras y que por nada del mundo se rendiría tan fácil— yo los ayudaré lo quieran o no
—pero esa es decisión tuya – le sonrió— ahh y deberías verte la cara se te corrió todo el maquillaje— se burló para animarlo un poco
—cállate, mierda al final igual terminé llorando como marica—masculló enojado sacando unos pañuelos para limpiarse y sonarse por el llanto— y para que sepas no soy el tipo de marica que llora por cualquier cosa, solo me pillaste en un momento sensible
—ja, ya tienes periodos como las mujeres
—¡imbécil! — lo golpeó en la cabeza sacándole la lengua para entrar a su departamento mientras Tora le sonreía de la distancia—¿ y?¿ no entras?
—¿a tu departamento? —lo miró confundido, ¿qué se proponía hacer Uruha invitándolo a pasar? Definitivamente las acciones de ese castaño aún seguían siendo un enigma para el más alto.