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Conflictos Adolescentes por Yuzuru7

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Notas del capitulo:

Capitulo 2 de esta Serie XD

¿Que por que los subo tan seguidos?

Por que como les comente esta historia estaba siendo colgada en FF pero por problemas de conexion de dicha Pagina he decidido traerla para aca.

Todos los involucrados pasaron un día de caos, pero una noche tranquila, después se perfilaron hacia el lugar donde la reunión tendría lugar.

Estados unidos 8 a.m. Sede de las naciones unidas de Washington D.C.

– ¿Es raro que están tan retrasados? Me preocupa, Inglaterra-san llego hace 2 días a América, yo mismo hable con el– decía el japonés, en su lugar, mientras que todos estaban ya muy impacientes por el retraso de una hora y par de minutos, de algunas naciones, la invitación a esta reunión no era para todas las naciones aun así se notaba la ausencia de la mayoría.

– Kesesese, se habrán armado una orgia– dijo riéndose el albino, que de nuevo no debería estar ahí

– Obaka-san, no digas esas cosas tan indecentes– lo reprimió Austria, mientras que Hungría, ya tomaba notas junto con Japón.

– Te digo que te comportes, pequeño Monstruo– se oía la agitada voz del rubio francés, a las afueras.

– Cierra la boca, mujerzuela francesa– le reclamo otra voz, un poco más joven, de acento agresivo. Las puertas fueron abiertas de una patada, todos esperaron ver al americano entrar riendo, sin embargo, un adolescente rubio entro corriendo. Detrás de él, un trio de rubios, de actitud cansada, y muy ojerosos, se dejaron caer en sus asientos.

– ¿América?– inquirieron los pocos que fueron capaces de hablar.

– ¿Qué? – les respondió la cansada y molesta la voz del americano, desde su asiento.

– Alfred, ¿qué es eso? – inquirió la adolescente voz, jalando la cazadora del americano. Que había corrido desde una ventana para llamarlo.

– Por favor, siéntate– dijo el americano, indicándole la silla.

– No eres mi madre, maldito Yankee– y tres decir aquello, corrió hacia una de las ventanas, abiertas, iba vestido con unos jeans negros de punk y una playera blanca con la bandera del reino unido desgarrada. Su mechón caía en su espalda arreglado de forma francesa, dándole un toque estupendo. En sus orejas había unos pequeños aretes de gemas, blancas rojas y azules. Y usaba un par de muñequeras, sus botas gruesas, solo consiguieron que todos lo miraran estupefactos y muy confundidos.

– Inglaterra-san– dijo muy confundido el japonés.

– ¿Quién eres? – declaro el inglés, mirando hacia abajo ligeramente colgado por la ventana.

– Ahh… Arthur por favor, vas a caerte– dijo el Americano poniéndose de pie y corriendo hacia el joven inglés. Oyeron unos estridentes gritos provenientes del piso principal, ya que ellos se hallaban en el tercero.

Alfred levanto al joven ingles de las caderas, suspendiéndole en el aire. Y alejándole de la ventana. Apenas lo hizo un joven de cabellera castaña y ojos olivos, entro por ella, sorprendiendo a todos, pues estaban en el tercer piso.

– ¡Ahhh! – gritaron todos, el joven los miro y volteo el rostro indignado. Por la puerta principal entraron corriendo. El alemán, el español y el italiano del norte.

– Por el amor de dios, Lovino, no vuelvas a hacer eso– gritaba el español, tratando de recuperar el aliento.

– Cállate bastardo, estoy bien, siempre lo hago– dijo el jovencito, golpeando el pecho del español.

– ¿Con que clase de maniáticos te juntas?– grito el alemán tremendamente alterado.

– Asesinos, mercenarios, cortesanas, mafiosos, ladrones, y los locos de Sicilia, ¿Por qué? –dijo sin comprender el toque de ironía que había usado el alemá el shock que su respuesta le había causado.

– Fratello, me asustaste– declaro el italiano abrazando a su adolescente hermano.

– Ya suéltame– llevaba unos jeans azules, zapatos tenis blancos de diseñador y una chaqueta negra, que acentuaba su playera blanca sin mangas.

– Bien, acabemos con esto, ¿Dónde está el maldito inglés? – si antes todos estaban sorprendidos ahora estaban anonadados.

– ¿Ah…? Uno de los amigos de la perra francesa, ¿qué quieres de mi maldito anciano?– el español se erizo al oír el tono de voz, se giró para ver al inglés, que pataleaba para que Alfred le soltara.

– Por el amor de la sagrada familia, ¿qué coño te ha pasado? –

– Y a ti que te viene importando, eres uno de esos amantes del francés de mierda–

– Mon Dieu, he soportado tu boca, durante un día entero, te pido que te calles par dieu

– ¡Cómo quieras! – y sin más el rubio adolescente se dejó caer, cruzado de brazos y piernas, el joven castaño lo miro un poco, y se acercó. Ligeramente.

– Gli adulti sono merda– dijo el joven castaño observando a su contraparte rubia (los adultos son una mierda)

– Of Curse, feel my owners, I am quite capable of killing– (por supuesto, se sienten mis dueños, Yo soy capaz de matar)

– Sì, mi piace, posso uccidere 15 uomini me stesso, ma come si sentono più forte di me è stato bollato come debole, in particolare il pedofilo spagnolo– (Si, yo puedo matar a 15 personas solo, pero como se sienten muy poderosos me tachan de débil, sobre todo el pedófilo español)

– Lovino– le riño el mayor italiano, mientras que el americano, tiro de la oreja del inglés y con ese acto, lo llevo hasta la silla donde lo dejo, gritando los improperios más propios de un tabernero. Terminaron sentados uno frente al otro, mientras que todos entraban en una pequeña crisis, de gritos, al ver a los ahora adolescentes.

– ¿Pero que paso? – insistían algunos

– No lo sé– decían el español y el americano, y con un poco de orden puesta por el alemán, comenzaron los relatos de lo ocurrido, omitiendo la parte de casi haber sido capados y acusados de violadores.

– Jajajaja El rey esta aquí– grito una alegre y chillona voz abriendo la puerta. Tras el Tino, venia de Berwald, los otros tres nórdicos, se veían, algo frustrado por la actitud del mayor, ahora adolescente, este vestía, una playera roja con una cruz blanca en el pecho, similar a la bandera de Dinamarca. Unos jeans Levi's clásicos negros con detalles rojos en las múltiples bolsas del pantalón.

– ¿Ah? TAMBIEN DENMARK– gritaron casi todos, más de inmediato, el sonido de una espada dando de lleno al suelo los dejo sin habla

– ENGLAND– grito el americano, al ver al joven sosteniendo su espada.

– ¿Britania? – dijo el danés, de forma sorprendida.

– Me sorprende, que sigas teniendo la apariencia de un imbécil, creí que al verte tendrías una cara, menos repugnante– el inglés hablaba, con una voz cavernosa, sus ojos verdes brillaban, con ese brillo aterrador.

– Jajaja, yo me sorprendo de ver que ahora no eres un escuálido e inútil niño JAJAJA, aunque por tu manejo con la espada, sigues siendo lo último–

– Cierra la boca, basura danesa– grito el inglés lanzándose de nuevo contra el danés, que en un simple movimiento ya estaba respondiendo el ataque con su hacha en mano.

– Sigues molesto conmigo pequeño conejo– la sonrisa de Dinamarca era una sádica y deformaba su rostro con un gesto de demencia. La espada y el hacha estaban a punto de chocar, aun bajo la mirada atónita de todos. En un instante una cuchilla se clavó entre ambos.

– ¡AH! – dijeron todos dirigiendo su mirada al aura roja azul oscuro que se formaba tras el joven italiano.

– Están asustando a mi Fratello, basuras– dijo mientras tres cuchillas danzaban en sus dedos.

– Sorprendente, ¿eres un asesino?– dijeron ambos rubios mirando a la nación italiana.

– ¡Ahg! Sit; merda–

– Fratello per favore– lloraba el italiano norteño oculto tras el alemán, que tenía la boca abierta boqueando, jamás había imaginado siquiera que alguno de los italianos fuera capaces de sostener un arma, y ahora resultaba que su cuñado, era al parecer un asesino.

– Ahh maldición Feliciano, ¿porque estas moqueando?–

– Lovino ¿porque eres tan bipolar?– lloro más fuerte el italiano, sorprendiendo un poco a todos por sus palabras.

– No soy Bipolar MERDA– grito Lovino

– Maldito Danés de mierda– contrarresto el Ingles

– Conejo Mediocre, arrodíllate a mis pies– Rio el danés, blandiendo su hacha

– Cierren la boca ustedes– grito Lovino

– Cállate– respondió el ingles

– Mejor dejen que les arranque la cabeza, no hay nada mejor que el rojo sangre– reía el danés

– Cállate sádico de mierda– grito Lovino

– Por qué no se callan ambos, malditas naciones, de porquería, mujerzuelas de Europa– respondió el ingles

– Los descuartizare tan rápido que no lo notaran– insistió el danés, que ya tenía a todos un poco asustados

– Da…Mejor vuélvanse uno conmigo-da– eso sorprendió a todos que se giraron a la puerta recién abierta

– Iván-Aru– todos se giraron al ver entrar a los bálticos y a las hermanas de Rusia. Estos Se hicieron a un lado y una joven y adolescente Rusia apareció de pronto.

– Ahh…Muchas naciones para nuestro sueño Yao–

– Aiya…Yo no sueño con tenerlos a todos en mi casa-aru, quiero volver a casa-aru, aquí no hay muralla que me protege-aru–

– Ha…Iván protegerá a Yao-da–

– Lo juras-aru– los bálticos y las "rusas" se hicieron más a los lados, el pequeño chino aprecio de pronto, su largo cabello negro sujeto en dos coletas. Y su pequeño cuerpo cubierto. Por un vestido de Qi-lolita, que logro que Kiku y Elizabeth comenzaran con las fotos sin control.

– Kol-KOL-KOL– dijo el ruso logrando que se petrificaran un poco.

– Ah… Yao, te vez tan violable, Ahh– dijo la Bielorrusa, con una aura morada saliendo de ella. El chino corrió hacia el resto de los adolescentes, llevaba unas mallas negras y zapatos de danza china. Todo en una perfecta combinación de rojo y negro.

– ¿Ahh?– dijo el ruso, caminando tras el chino, que estaba oculto tras el danés. Que tenía la misma estatura del ruso en esos instantes.

– Ese chino es mio-da– dijo inclinándose un poco, para ver a Yao.

– ¿Ah?, pues claro JAJAJA, Soy Dinamarca, llámame Mathias– dijo sonriendo y extendiéndole la mano al ruso, este la sujeto

– Soy Rusia-da, todos serán uno conmigo algún día-da–

– Woah, pues entonces, mejor llevarnos bien, y pues si no me quejo, pero esos de allá, son mis hermanos, si los tocas te mato– dijo el danés, aun sosteniendo la mano del ruso.

– Da- Iván, entiende, todos serán uno conmigo-da, pero Iván solo toca a Yao, los hermanos de Denmark-son muy viejos da– dio sonriente y ganándose una risa de parte del danés.

– Odio a los grandes imperios– declaro Lovino parado al lado de ellos.

– Ah, A Iván le agradan tus ojos-da ¿Serás uno conmigo?–

– ¿Ah? Mierda, 5 comidas al día y no limpio– España cayó de espaldas al oírlo

– Ah Yao le agrada el rubio de ojos color bonito, también serás unos conmigo-da– dijo el Ruso tratando de tocar al inglés, que salto hacia atrás.

– No me agrada que me toquen…y no me importa, mientras pueda andar en mi barco saqueando y descuartizando a los rebeldes, a y si me prometes patear a mis hermanos, todos los…– América le puso una palma en la boca.

– Mi amante no será uno con el comunista, me vale si ahora es un pervertido en miniatura–

– ¿Ah?– los adolescentes miraron al rubio americano.

– Ustedes son…– Lovino se tiño de rojo y bajo la cabeza, el inglés, estaba igual o peor de avergonzado, Yao. Estaba ahora junto a Kiku, que le tomaba fotos, aprovechando lo sonrojado que estaba. El danés, se paró junto a sus hermanos.

– Creí que solo los adultos podían ser amantes– dijo logrando que los 4 se sonrojaran.

– Iván y Yao, son amantes, despertaron desnudos abrazados en la misma cama-da– dijo con una sonrisa mucho más infantil.

– AIYA– dijo el chino, para correr de nuevo esta vez hasta Iván que lo abrazo protectoramente, aun ahora le sobresalía un buen pedazo al chino.

– Pues es una mierda, despertar desnudo y abrazado a alguien no demuestra nada– grito alterado Lovino. El español se hundió un poco más en su depresión.

– Sí, lo lo lo, mismo– dijo el inglés, soltándose del Americano.

– Pero Yao, tenía la esencia de Iván en el–

– AIYA– grito el chino, mientras que el ruso lo apretaba fuertemente soportando sus golpes.

– Cállate, eso no dice nada– otra vez Lovino, rojo tomate, el inglés ya estaba en el suelo. Siendo atendido por el canadiense… mientras repetía muy bajamente

– No vale la pena, no la vale, mi honor fue arruinado–

– Ahh, yo desperté solo en mi cama, con dolor de cabeza, y sin comprender donde estaba– dijo el danés, posando su dedo en la boca. Una ligera culpa llego al noruego.

– No estoy declarando nada, España jamás se atrevería a lastimarme– dijo el Italiano, muy sonrojado en segundo tenia al español, alzándole en brazos.

– Suéltame Bastardo– gritaba.

– Basta…Tenemos que encontrar soluciones, todos los adolescentes, a sus lugares– grito el Alemán, el chino se aferró más al ruso. Después se sentaron, aun cuando este decidió sentarse en piernas del ruso.

– Bien, debemos dejar en claro lo que paso… podría haber más afectados– dijo el Alemán tranquilamente.

– Pero la valkiria dijo que solo 5 bendecidos podrían verla– dijo el danés, mordiendo un dulce.

– ¿Ah? El hada, tú la viste– dijo el Inglés, que tomaba un poco de malteada, cedida por el americano.

– Era una valkiria– insistió el danés.

– Era un hada, aparte de idiota, ciego– recalco el inglés. Y ambas auras rojas les rodearon

– Era Xi Wang mu, la diosa de la vida eterna-aru, ¿Verdad Iván-aru?– dijo el chino, muy sonriente.

– Yo creí que era una Rusalka– dijo sonriendo –Marcándome el camino para que todos sean uno conmigo-da–

– Iván malo-aru– brinco de sus piernas y se sentó en la silla vacía de aun lado.

– Yo puedo asegurar que era diana– dijo el italiano cruzándose de brazos.

– ¿Ve? Nii-chan viste una diosa– dijo de pronto el menor italiano

– Te lo puedo asegurar, era la hermosa diosa de la luna, después de todo es la confidente de los asesinos– dijo cruzándose de brazos

– Y protectora de los vírgenes– de claro el Inglés, con mofa

– ¿Qué significa eso?, pedazo de mierda–

– Lo obvio, mujerzuela de la mujerzuela francesa– grito el joven inglés.

– España no es la mujerzuela de nadie– grito Lovino, el español ya estaba en éxtasis de nuevo Lovi, ya lo había defendido dos veces, en un solo día.

– JA, ¿Te crees una palabra de la mierda que dices?– insinuó el ingles

– Cállate– grito de nuevo

– Por eso no salgo de la ciudad prohibida-aru, todos los extranjeros quieren lo que es mio-aru– el adolescente Chino, estaba jugando con una hoja de papel, como haciendo origami.

– Ahh… si ese es el caso no pudo ser– declaro el danés muy tranquilo

– ¿Por qué no?– grito el joven Italiano

– Porque yo no soy virgen– declaro mordiendo un nuevo dulce, logrando que todos los nórdicos cayeran de sus sillas. Aterrados

– ¿Pero cómo?– gritaron los nórdicos

– Ah, pues mi primera vez, fue con una de las niñas de la aldea de Runas, fue raro, realmente, fue un simple contacto, no más de 10 segundos– la cara de expectación de todos, vino seguida de la carcajada sonora del Ingles

– Imbécil, eso fue un beso– dijo riéndose notablemente

– Ah, pero el capitán del barco me dijo, que ya no podía considerarme virgen– dijo tranquilo, y mirando al inglés.

– ¡Duah!… de los labios… ¡duah!, pero eso no cuenta– insistió el inglés, los nórdicos ya pensaban en quien le daría la charla al danés.

– Bueno aun así no puede ser, Yao despertó con Iván-da, después de ambos haber sido uno– sentencio el ruso

– AIYA– grito el Chino pegándole con un dedo a la mesa que se partió en miles de pequeños fragmentos, dejando a todos muy aterrados

– Iván-aru, no lo digas-aru, no me gusta-aru– dijo ya más tranquilo, un poco sonrojado y mirándole.

– ¿Cómo hiciste eso?– preguntaron todos muy nerviosos

– ¿Bueno como sea, entonces sea como sea, era una chica o no?– dijo Lovino recuperando la atención de todos.

– Si– respondieron el inglés y el danés, mientras que un Aru y un Da fue la respuesta de los otros dos

– ¿Y bien, entonces qué?– intervino el alemán, ahora todos estaban sentados en un ovalo, pues no había ya ninguna mesa.

– Pues encontrarle– dijeron los nórdicos, el español y los bálticos.

– El Hero lo hará– sentencio el americano

– Nos iremos con ella– dijeron los adolescentes

– ¿Qué?– fue el grito de todos

– Sus ofertas eran buenas– sentencio el inglés.

– Si, un mundo sin guerras– dijo el Italiano del sur, recargándose en la silla y murmurando algo que nadie más que el escucho –Un mundo donde, me quieran a mí, y no a Feli o la herencia de mi abuelo–

– Un mundo donde Yao e Iván, estén juntos-da; Y donde todos quieren ser uno con Iván-aru– sentenciaron el Ruso y el Chino, tomándose las manos

– Un mundo que descubrir, donde podre proteger a todos– dijo el danés y desvió ligeramente su rostro. No estaba seguro de lo que aquella voz le había dicho y no quería corroborarlo.

– Un lugar donde nadie me abandone, de nuevo– dijo el inglés y al instante, tenía al americano junto a él, acariciándole el cabello.

– ¿Y cuándo vendrá?– dijo el alemán, desconcertado, no podía creerse que un ser mágico les pudiera desaparecer, no sin percusiones en todo el mundo.

– En un mes– dijeron todos, logrando un silencio sepulcral.

– Sera nuestra decisión entonces…– dijeron como si ya lo hubieran decidido.

– Pero muchas cosas pueden pasar en un mes-da– dijo Iván, sujetando más fuerte la mano de china.

– Si, tal vez en un mes, nos demos cuenta que no todo es malo, que aquí es mejor– dijo el danés, sonriendo

– O tal vez no– dijeron el inglés y el Italiano

El pensamiento de los mayores, era simplemente el mismo…Convencer a los ahora adolescentes que ese era el lugar a donde pertenecían, con quienes los consideraban, amigos y los amaban.

Y mientras tanto una alegra e infantil silueta, preparaba en un gran castillo blanco un sinfín de habitaciones, con juegos, juguetes y todo lo que un grupo de adolescentes disfrutaría. Mientras su risa ahora, no tan infantil inundaba el lugar.

– Pronto… muy pronto, experimentaran… la efímera felicidad–

Notas finales:

¿Que les parecio?

Culquie duda o aclaracion favor de comunicarse con la Gerencia de mi Cerebro en horario de oficina de Lunes a Lunes


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