El calor de la naciente mañana llamaba su sudor a refréscale la piel, Las diminutas gotas se abrían paso perezosamente por el aceite de naranja que le cubría la espalda, para luego, deslizarse por ella, la tonalidad del manto canela que cubría su cuerpo contrastaba con las blancas sabanas revueltas de la cama, mientras, los rayos del sol dibujan pequeñas siluetas resaltando su leve musculatura. El peso del cuerpo de su compañero sobre la parte baja de sus glúteos le impedía mover a voluntad las piernas y su espalda tomaba un arco mas marcado debido al mismo. Las reacciones de su cuerpo, los pequeños espasmos, leves suspiros y las traviesas lágrimas que se asomaban por sus azulinos ojos estaban mas allá de su control, estaba a merced casi total de las manos níveas del Idiota con el que compartía habitación
-Haaa!!... espera… no lo hagas tan fuerte- se quejaba un Naruto apresando al almohada en su boca mordiéndola con fuerza
-Vamos dove no seas llorón-respondió el moreno tratando de confortarlo, ejerciendo un poco mas de fuerza en aquella pequeña porción de piel que abandonaba su color original adoptando un tono amarillento al firme contacto con la suya.
-No! Haaa…haaaa maldición teme… te diego que duele dattebayo - insistía quisquillosamente tratando de quitárselo de enzima, pero el desgraciado se había agarrado muy bien a sus muslos
-Quédate quieto y veras como todo es mas rápido
-Haaaa!!!! No… no… por…por favor… haaaahh!! – los ruegos ahogaban en parte en la almohada a la que cada vez aferraba mas y mas hundiendo su rostro en ella- ya no aguanto, por favor para
-que te quedes quieto o no podré encontrar el punto exacto!- refutó recorriendo la espina dorsal para tratar de relajarlo.
Las gráciles manos del moreno se deslizaron por la piel, memorizando aquellas diminutas imperfecciones dejas por la pubertad, podía sentir debajo de las casi invisibles marcas de crecimiento la forma en que los músculos de Naruto se contraían al sentir su tacto, no acariciaba muy fuerte, no quería lastimarlo, pero si firme y decidido, aparte de ayudarle con su problema debía demostrarle quien tenia el control en esa situación y quien debía callas y obedecer, siguió tocando y buscando, hasta que aquel bultito fue encontrando, su dedo se posó sobre en el centro del mismo dando inicio a un movimiento circular, despacio, rítmico, con la presión necesaria
- Haaa!!- un leve gemido salió de una boca oculta entre los pliegues de la almohada – justo hay teme, ya lo tienes! no te detengas!
- vez dove te lo dije, sé lo que hago- se jactó llenándose de un aire de superioridad – no te muevas, esto va a doler un poco
- que va a que?- preguntó alzando la cabeza de golpe al escuchar las palabras del otro
Un grito recorrió los pasillos llegando a varias habitaciones vecinas, despertando a sus alarmados habitantes que sin perder tiempo se levantaban corriendo y salían de ellas para saber que estaba ocurriendo, una cabellera marrón se habría paso entre los curiosos, sus ojos negros se fijaban en un único punto, la habitación de Naruto, con determinación tomó el pomo de la puerta lo abrió de golpe, su rostro se tiñó de un intenso tono carmín, sus cejas se arquearon en una mueca difícil de describir y su cuerpo temblaba sin control al ver la escena que se desarrollaba dentro.
Un rubio en bóxer ridículos, tomaba con una mano el cuello de la pijama a un chico y con la otra buscaba arráncale los cabellos negros, el otro trataba de no dejarse zarandear, agarrándole los brazos con fuerza casi al punto de clavarle las uñas
-Como te atreves temeeee!!! Ha dolido mucho dattebayo!!!- chillaba molesto el rubio moviendo las piernas cómicamente
-Por eso te lo advertí, si no lo jalaba el nudo no iba a ceder!!- trataba de hacerle entender el pelinegro a su ruidoso compañero
-Que nudo ni que mierda lo has hecho con intención!!!
-Te digo que era necesario, SUELTAME!!!!- le exigió exasperado ante la insistencia del rubio
-QUE LES PASA PAR DE IDIOTAS!!!- la estridente voz de Kiba les detuvo de inmediato, y el con paso firme se dirigió a ellos propinándoles un sonoro coscorrón-QUE NO SE HAN FIJADO EN LA HORA? SON LAS 5 DE LA MAÑANA MALDITA SEA!!!QUE DIABLOS ESTAN HACIENDO?!!
-Trataba de ayudar a este idiota con su brazo, ayer se lastimó en clase- explicó Sasuke al molesto kiba aprovechando su intromisión para levantarse de la cama del rubio y dirigirse al baño
-Que ayudarme ni nada dattebayo, lo único que querías era lastimarme! Admítelo teme!! – se quejaba moviendo los brazos
-acaso te duele ahora?-le preguntó el moreno con una mirada asesina
-por su puesto que… - enmudeció unos segundos la expresión de incertidumbre se apoderó de su rostro, mientras movía su brazo en círculos examinándolo detalladamente - no, no duele… - afirmó con tranquilidad para luego chillar eufóricamente- Wow!! Teme eres genial!!!
-Tsk idiota!- siseó un muy molesto antes de encerarse en el baño
El latoso despertar había pasado, eran casi las 8 y los estudiantes de la secundaria Konoha corrían presurosos ante la cada vez mas cercana hora de inicio de clases, por su parte, el corazón le latía como loco y un leve sonrojo se posaba en sus mejillas, era miércoles, y podría ver a Sakura, frente al espejo arreglaba su uniforme levantando un poco el cuello de la camisa inmaculadamente blanca, alisando los pliegues de su pantalón negro, y colocando un poco de gel en su rubio cabello, debía estar perfecto, no había visto a la chica desde hace un par de días pero aquello le parecía una eternidad.
No tardó mucho en dirigirse al comedor, pues su compañero no estaba para distraerlo obligándole a tender la cama, ya que gracias al pleito con el que iniciaron el día, este se arregló prontamente y salió temprano de la habitación, aun así, y ya casi por reflejo buscó la negra cabellera entre los pocos estudiantes que quedaban en el recinto.
-es solo un idiota ruidoso – susurraron no muy lejos dándole la oportunidad de escuchar- como puede Orochimaru pensar en incluirlo
-yo que se- respondió otro en el mismo tono bajo- él es uno de los que pone las reglas este año, además, aun tiene posibilidades de quedar por fuera, escuche que solo serian 8 este año
-HEEEE NARUTO!!!!!- el tono alegre de aquel saludo lo alejó de los murmullos del par de chicos de segundo año que departían en la sala- que haces aquí!! Vamos la primera clase es con Anko sensei y no nos conviene llegar tarde aquí entre nos… dicen que tiene un carácter del demonio – le susurró kiba poniendo la voz ms terrorífica que podía
Justo cuando pasaron la puerta del salón, se escuchó la última campanada y detrás de ella, el fuerte sonoro de la puerta cerrándose de golpe
-Los que se han quedado fuera, vallan con la directora a reportarse y asegúrense de llegar a tiempo para la próxima- vociferaba una mujer de cabello violáceo oscuro mirando por la ventanilla de la puerta- puntualidad jóvenes exijo puntualidad… bien soy Anko su tutora del área de biología y ciencias de la salud, así que tomen su libro en la pagina 20 y vamos a empezar con el pequeño taller que se encuentra allí, y si creen que no pueden solos pueden hacerse con un compañero, claro que queda bajo su responsabilidad
Ante la mirada maquiavélica dada por la mujer, muchos decidieron aventurarse y realizar dicho taller solos, ya que por la forma en como se impartían las clases en la secundaria era poco probable que se vieran las clases con los mismos compañeros mas de una vez a la semana.
El rubio abrió el libro en la pagina indicada, y luego de leer la primera pregunta decidió dejarla para después, optimistamente se fijó en la segunda, no era mas fácil que la anterior , incluso podría asegurar que necesitaba la primera respuesta para desarrollar esta, así que también decidió dejarla para después, seguro alguien le explicaría un poco, continuó a la tercera, pero aun no tenia la suerte de su parte, y así pasó hasta llegar a la 10 y ultima pregunta, dándose la optimista posibilidad de poder desarrollarla luego de otra, encontrándose con la realidad…era incapaz de desarrollar ese vendito taller.
El golpeteo de la puerta llamó la atención de todos y la sensei se levantó de su escritorio para ir a abrirle al intruso, un joven de cabellos negros entró al salón con un paso decidido dándole un papel a Anko, al parecer por la mueca en su cara, debía ser un permiso para llegar tarde al aula
-bien, por el momento no hay problema, toma tu asiento y que alguno de tus compañeros te diga que hay que hacer
-si sensei- le respondió sin inmutarse, caminando a “su puesto”
Sus pasos fueron a terminar en frente del puesto de Naruto que por inercia le miró con ojos suplicantes
-esta bien esta bien haremos el taller juntos, ábreme un poco de espacio – resopló pacientemente sentándose cerca del chico.
El moreno tomó su libro empezando a leer, y tomando el lápiz de encima del escritorio, comenzó a explicarle el tema desarrollando las preguntas, en menos de lo esperado ya se habían contestado mas de la mitad de las mismas, y la verdad es que del tema poco estaba entendiendo, y ya se le Asia aburrido, sus ojos empezaron a pasear por el salón, buscando sin impaciencia aquella chica de tez pálida y ojos jade
Se entretuvo viéndola sumamente concentrada en el odioso taller, se veía algo ansiosa pero contestaba las preguntas sin vacilar moviendo con gracia el lápiz rosa que hacia juego con su cabello, el rostro de facciones finas giró hacia él, adoptando una sonrisa tan cálida y tranquila que no pudo evitar devolvérsela levantado la mano para saludarla tontamente; Una extraña sensación se apoderó de su cuerpo, estaba en peligro si seguía mirando haca allá, despacio, muy despacio giró el rostro en direcciona su propio escritorio, para encontrarse con unos ojos oscuros y un aliento mentolado llenándole de golpe las fosas nasales.
-quieres concentrarte dove- le exigió el moreno antes de seguir explicándole, ese chico era terrorífico si se lo proponía.
La clase terminó y hasta el momento se podía decir que era la mas larga de su vida, pero afortunadamente había logrado zafarse de la mirada inquisidora de su compañero de habitación, que sin duda le obligaría a hacer sus deberes de la próxima semana aunque solo estuvieran en la mitad de la primera, ahora caminaba hacia las habitaciones acompañado de kiba, Sakura y otra chica de cabellos rubios que de alguna forma se les había pegado.
-oye Naruto quien es ese chico con el que hacías el taller? –preguntó la peli rosada
-a el teme? Es mi compañero de habitación- respondió Naruto sin darle mayor importancia
- deberás? Y como se llama
-A pues su nombre es…. Es…
-es Uchiha Sasuke, su hermano mayor esta en el cuadro de honor de los de tercero- contestó kiba al ver que el rubio no podía hacerlo
-wow impresionante, se ve que es muy listo- afirmó la chica con un leve carmín en los labios - y por qué no me ibas a decir su nombre?
-no lo sabia- certificó con desagrado al ver el sonrojo de su amiga, solo eso le hacia falta - solo es una molestia’tebayo
- yo lo veo lindo- contestó ella con una gran sonrisa
Eso en verdad era el colmo, cuantas veces le había pasado desde que la conocía, ella conocía a un chico listo, le gustaba, trataba hacerse su novia y luego volvía a él, con el corazón roto y buscando a ese hombro que siempre estaba allí para sostenerla, siempre allí para ella y solo para ella.
-el fin de semana iremos a hacer unas compras, la directora nos ha dado ya el permiso si quieres venir podemos pedirle que te de también un permiso- comentó cerrando sus ojos verdes para darle paso a una gran sonrisa, dándole un poco de esperanza - y si Sasuke kun también quiere ir pues… no habrá problema- y hay estaba de nuevo, la esperanza se había ido por el caño
-yo le pregunto…- le respondió con desgano
- perfecto!!! Avísame entonces aquí te dejo el numero de mi habitación, nos vemos Naruto, bye kiba!
La comodidad de que le brindaba su cama era más que relajante, se había quedado dormido varias horas pensando en su desafortunada vida amorosa, era un asco, por que no podía simplemente negarse a seguirle el juego a la chica, no era su hermana para hacer lo que le pidiera, era su amiga, y mas importante, la mujer que le quitaba el sueño… pero era un cobarde… ella nunca lo sabría
Se dio la vuelta en la cama quedando boca arriba, los tramados del techo color hueso se veían irregulares, seguramente estaban allí sin motivo, el sonido del typeo del teclado de la computadora llamó su atención, cerca a su cama se encontraba Sasuke, ensimismado en la computadora, lo poco que lo conocía le decía que estaba haciendo algún trabajo, quizás el de Kakashi sensei, el profesor de gramática y literatura. El perfil del chico se veía levemente a través de los mechones negros que caían a cada lado de su rostro, si que tenia facciones femeninas, afirmó mentalmente recorriendo con sus ojos los rasgos que podía ver desde su distancia, la frente amplia le recordaba un poco la de Sakura, aunque era un par de dedos mas corta que la de la chica, los ojos oscuros se encontraban enmarcados con unas largas pestañas tan oscuras como sus cabellos, la nariz respingada se movía levemente mientras el aire entraba y salía de ella, los labios, no sabia como describirlos, eran pálidos pero bañados por un leve tono rosa que les daba un brillo natural, la forma en la que se movían mientras tarareaba sin producir palabra alguna era grácil, natural, hipnótico y sensual.
Gracias a la atención que le estaba poniendo pudo ver el momento en que giró el rostro hacia él, los músculos del cuello se tensaron de forma tal que una corriente eléctrica recorrió su cuerpo erizando su piel, con rapidez cerró los ojos simulando dormir, el sonido de los pies descalzos sobre la madera resonaron levemente en las paredes de la habitación dirigiéndose hacia la cama de Naruto, pudo sentir el calor que irradiaba del cuerpo de su compañero que se acercaba a su rostro y pronto el aliento le acarició las mejillas
-dove, estas despierto?- susurró el moreno moviendo una mano cerca de la cara del rubio- pues si pareces dormido
Una sabana calló sobre su cuerpo, y luego el tacto de unas manos que con cuidado buscaban cobijarlo para que pasara una buena noche, la luz fue apagada y el sonido de la tela le informó que Sasuke se había recostado en la cama, esperó un poco no quería ser atrapado fingiendo que dormía. Lentamente y después de haber esperado un tiempo prudente abrió uno de sus ojos para chequear algo de la habitación, gracias a la luz que salía de la pantalla de la computadora, sin embargó se quedó pasmado, totalmente tieso, no podía creer lo que la pantalla le mostraba, con cuidado giró su rostro para confirmar lo que veía.
No pudo evitar sentir que sus mejillas hervían, a escasos dos metros de él se hallaba Sasuke sentado sobre la cama mirando fijamente la pantalla, con la camisa de su pijama abierta cayendo por uno de sus hombros dejando ver su pecho que se movía arrítmicamente, tenia las mejillas totalmente sonrojadas y una mirada llena de lujuria.
SE ESTA GRABANDO!!!!! Gritó su cabeza al estar mas que seguro que el chico moreno que se masturbaba en la pantalla era el mismo con el que compartía habitación, algo culpable por ser testigo de algo que podría ser un regalo para la novia del otro, quitó la vista de aquel pecho blanquecino que danzaba al son de la lujuria, fijándose en el barandal de la cama, en donde el pantalón y ropa interior estaba pulcramente puestos, cerró fuertemente los ojos tratando de no escuchar los gemidos que se arremolinaban en sus oídos, pero era inútil, era algo que simplemente le llamaba a mirar, los abrió de nuevo, los pies se removían pesadamente por las sabanas entornando los dedos mientras agarraba con ellos un poco de la misma, arrugándola, tensándola y luego estirándola, esa vista era mas tortuosa, sin saber por qué empezó a recorrer las piernas delgadas que resplandecían a causa de la luz blanca de la pc, la misma luz que le dejara ver una insinuación de lo que será el miembro del chico, este se lo agarraba con la mano derecha en un frenético vaivén, la cadera saltaba rebelando los espasmos de un evidente orgasmo.
Un gemido agudo abandonó el cuerpo del moreno mientras el blancuzco liquido dejaba su cuerpo salpicándole las piernas el abdomen y la mano, respiró hondo y sin abrir los ojos se dejó caer sobre la almohada para luego levantar la mano y fijarse en los restos de su semen, con gula lamió sus dedos, primero uno a uno y luego tres a la vez sacando la lengua en busca de no dejar una sola gota. Con parsimonia giró su rostro para encontrarse con unos ojos azules que lo miraban expectantes, una sonrisa socarrona se dibujó en sus delgados labios que ahora se encontraban un poco más rojos.
-incluso ahora imagino que me estas viendo- susurró estirando la mano resplandeciente por la humedad de su saliva, tratando de alcanzar el rostro de Naruto