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Don De Familia por Shin Black

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Capitulo 10: El re-encuentro.

 

 

Yukimura salió casi en pijama, llevaba puesta una camisa de ceda, unos pantalones muy de entrecasa y unas zapatillas. ¿Quién pudo haber hecho algo así? ¿Quién pudo quitarle de sus manos a su pequeño hijo mientras él intentaba recuperar su relación? Quería llorar, gritar, golpear lo que sea que esté en su camino, sólo tenía una vaga idea de quienes habían sido, pero mientras más se acercaba a la casa de la familia Sanada, menos probable sentía que su hijo estuviera allí, respiró profundamente y dobló la esquina esperando para cruzar, sólo, sólo quería tener a Kazuya de nuevo en brazos y poder recuperar la parte de su vida que nuevamente el destino se había llevado. Entró por el enorme portón de madera cuya puerta estaba grabado en una roca los kanjis de los “Sanada”. Apretó su puño, nuevamente allí, después de casi siete años se enfrentaba a sus miedos nuevamente.

Tiró su cabello hacia atrás y caminó hacia la entrada luego de pasar por los extensos jardines y cruzar el dojo, pero solo encontró una nota de hacía varios días: “Hemos Salido a Okinawa. Flia Sanada”, seguramente habían escrito esto poco después que Genichirou abandonara el hogar por lo que era imposible que ellos hubieran sido.

 

–Si ellos no fueron entonces ¿Quién? –se preguntó a si mismo y caminó con la nota en la mano.

 

De repente, por encima de sus ojos, nota una figura oscura pasar de entre los arboles floridos de la entrada hasta entrar al dojo, cuya puerta estaba cerrada pero no atorada. ¿Será que Kentaro Sanada estaba allí? Entonces probablemente no toda la familia se haya ido, corrió hasta el dojo y abrió la puerta para no encontrar a nadie. Solo hizo dos pasos, pestaño y todo su alrededor cambió rápidamente, mostrando el mismo dojo pero con las paredes más oscuras, una madera mucho más resistente y un muchacho con ropa de samurái justo frente a él.

 

–¿Ge…Genichirou? –fue lo único que pudo decir al reconocer la espalda.

 

El muchacho se dio la vuelta, los ojos eran increíblemente brillantes y dorados, de un miel bastante llamativo, su mirada se parecía mucho a la de Genichirou, salvo que su cabello era algo largo y sus músculos mucho más pronunciados. No, no era Genichirou, era alguien más.

 

–Seiichi Yukimura, te he estado esperando por más de 100 años –habló con una suave voz, pero bastante más ronca que la de Sanada y mucho más profunda–. Al fin puedo conocerte.

–¿Qui…..quién eres….t-….? –pero antes de terminar la frase el hombre voltea dejándose ver, traía varios moretones en su rostro, además de un ojo cerrado cubierto de sangre, en su garganta, una marca de una cuchilla que la atravesaba completamente y se profundizaba a los lados, como si le hubieran degorrado–. Por dios….–se echó hacia atrás con la mano en la boca.

–Soy Kanata Sanada –susurró el hombre acercándose, Seiichi comenzó a temer por si mismo, por lo que corrió a la puerta que cerró muy bruscamente tras él, y aunque intentó abrirla, no pudo–. No te irás a ningún lado.

–Déjame ir, déjame…. –Seiichi sintió el aliento de Kanata cerca de su oído.

–Yo te diré donde está Kazuya………..

 

Seiichi dejó de forzar y sus brazos cayeron a los lados.

 

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Le daba vueltas la cabeza pero lo único que podía ser era caminar de un lado al otro esperando la llamada de Kunimitsu o de Seiichi para saber si había novedades. Eiichirou miraba como su “mamá” caminaba de un lado al otro mientras se aferraba a Tolomeo con mucho cariño, el perro movía la cola mientras también, como si fuera un partido de tenis, observaba a Syusuke ir y venir. Estaba completamente nervioso y se sentía demasiado culpable para decir algo o hacer algo.

 

–¿No recuerdas nada de ese momento, Eiichan? –preguntó por décima vez, el niño negó.

–Ya te dije que solo vi sombras oniichan, no puedo decirte más –susurró el niño y acarició el cabello–. ¿Dónde se habrá ido Kazuchan?

–No sé, pero seguro lo encontraremos, tengamos fe –suspiró.

 

No pasó ni cinco minutos que tomó asiento y esperó junto al teléfono cuando sonó el timbre, ¿quién sería a estas horas de la mañana? Caminó hacia la puerta y la abrió con lentitud para ver una figura bastante extraña y un brillo particular. Era cegador y se sintió cohibido, Eiichirou bajó del sillón y se quedó anonadado ante tan majestuosa aura. Cuando el brillo cesó pudo observar el rostro de Marui, salvo que bastante diferente, llevaba la cabellera larga y rubia y sus ojos celestes.

 

–¿Ma….Marui-kun? –preguntó dudoso, el muchacho gira su cabeza para ver a Syusuke.

–Fuji-san ¿ne? –preguntó, el castaño afirmó–. Soy Meriaki Yukimura.

–¿Eh? ¿Meriaki? No, tú eres Marui Bunta….

–Exacto, he vivido en cuerpo de este joven durante muchísimo tiempo y desperté….–le observa y toma sus manos–. He venido a ayudarles a eliminar a Haisherito, a dormirlo, a dejar su agonía y que pueda descansar en paz sin hacer sufrir.

–¿Me estás cargando? Bunta….tú….

–Mami….–Eiichirou se acercó a Syusuke, quien se sorprendió cuando su hijo le llamó así–. Bunta-san está diciendo la verdad….

–¿Qué? –los ojos de Eiichirou comenzaron a brillar intensamente, Syusuke pasó su mirada de Bunta a su hijo, de su hijo a Bunta y comprendió–. Meriaki…..

–Al fin te diste cuenta –el joven se agachó para acariciar la cabeza del prodigioso pequeño–. Mi pequeño Eiichirou….

–Niichan, ¿por qué estás aquí? –preguntó, encandilado por el resplandor del alma de Meriaki.

–Como dije, vengo a limpiar el mal de Haisherito y que descanse en paz, él radica ahora en el cuerpo de un amigo de ustedes….

–¿Quién?

–Nioh Masaharu –habló,  Eiichirou y Syusuke se sorprendieron.

–Sabía que el tío Nioh no era normal –habló el pequeño, Syusuke le miró con interrogación, no entendía mucho.

–¿Por qué Haisherito está dentro de Nioh, y porqué tú estas en Bunta-san?

–Es una larga, larga historia, y no hay tiempo que perder, ahora Kanata debe estar reclutando a Seiichi, y Ari fue a buscar a Genichirou, es nuestro turno……–mira al costado y ve a Tezuka llegar–. Estamos todos, vamos por Kazuya.

–¿Qué sucede acá? ¿Qué hace Bunta rubio y descalzo en nuestra casa? –Miró el joven frente a él–.Tú no eres Bunta.

–Meriaki ha despertado, aunque no sé como, pero lo ha hecho…..

–Si quieren ver de nuevo al pequeño Kazuya, síganme, yo sé donde está Haisherito Nioh con el pequeño….

–¿Nioh? –Miró a su esposo el cual alza los hombros–. ¿Nioh es….?

–Es…..un mitad demonio, el heredero de Haisherito….Masaharu Nioh es “Ayame”, el demonio mayor….el heredero de todo el poder espiritual de su padre.

–Pero….Nioh parece buena persona….él…..–pero inmediatamente Meriaki interrumpe a Tezuka.

–Masaharu Nioh es muy buena persona, no cumplió su parte del trato con su padre y no mató a Seiichi ni a Kazuya cuando tuvo la oportunidad…..pero por ello, su padre furioso se apoderó de su cuerpo y ahora él, Seiichi y Kazuya están en peligro –mira a Syusuke–. Solo Genichirou y Seiichi pueden contra él, pero ustedes y yo los ayudaremos alejando el poder maligno de Haisherito con nuestra fuerza espiritual.

–Niichan ¿y yo que puedo hacer? ¡Quiero ayudar a Kazuya! –habló Eiichirou, Meriaki sonríe.

–Tú harás muchas cosas, pero mientras tanto, tus papás me ayudaran………vamos.

 

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–Ge….in…..chi……rou –una suave voz susurró cerca del oído de Sanada mientras caminaba por un baldío luego de varios minutos de búsqueda.

 

Estaba asustado, pero se enfrentaría con el mismo demonio si le devolvían a su hijo sano y salvo. Miró entre los árboles y notó una figura brillante, creyó ver a Yukimura entre las malezas, pero mientras más se iba acercando, ese sueño y esperanza se disipaba.

 

–Ge….ni….chi….rou…..–nuevamente ese molesto susurro en su oído.

–¿Quién eres? ¿QUÉ DIABLOS QUIERES? –Mira entonces una joven que se le acerca, sus rasgos le eran terriblemente familiares–. ¿Seiichi? No…..tú no eres Seiichi aunque luces terriblemente igual.

–Disculpa si te he molestado, Genichirou –habló el muchacho caminando descalzo por encima de las piedras y césped,  a pesar de ser un espíritu estuvo apunto de caer debido al ligero dolor en sus piernas, pero Genichirou lo tomó fuertemente, sintiéndolo como si estuviera vivo.

–¿Estás bien?

–S….Si…..–levanta la mirada–. Eres igual a mi querido Kanata.

–¿hm? ¿Tú eres………Ari? –preguntó, el joven se reincorporó y afirmó–. ¿Qué haces aquí?

–Vengo a mostrarte el camino hacia Kazuya…..–sonrió–. Vengo a ayudarte.

–¿Por qué? –Preguntó cruelmente, Ari se alertó ante ese tono–. ¿Por qué quieres ayudarme? Ya estás muerto, debería importarte un comino lo que pasa en este mundo.

–Haisherito no debería estar aquí, y aun así lo está, por eso queremos ayudarlos….

–¿Ayudarnos? ¿A quienes? –nuevamente se le notó severo, Ari sonrió de costado.

–Seiichi, Syusuke, Kunimitsu y tú…………–hizo una pausa y se dio la vuelta–. Haisherito al fin quiere tomar venganza y deshacerse de Kazuya y Seiichi al mismo tiempo.

–Ka….Kazuya……. ¿Seiichi? ¿Por qué? –preguntó acercándosele más.

–Haisherito prometió matar a todos los Yukimura, o al menos a los más poderosos, debido a la falta grave de los Yukimura al matar a Kanata, el protegido y así deshacer el contrato entre los Sanada y él –mira el cielo–. Por lo que Haisherito tomó las almas de los Yukimura mayores a partir de los hijos de los gemelos: Ryo y Hirofumi.

–….. ¿y? ¿Por qué quiere matar a Kazuya? ¡Es un Sanada!

–Kazuya es quien tiene el poder más impresionante de la familia Yukimura-Sanada, es quien tiene el poder físico de los Sanada y la fuerza espiritual de los Yukimura, pero todo unido en un solo niño, como la unión entre Ryo y Hirofumi si hubieran sido hijos únicos –observa con detenimiento a Sanada–. Kazuya tiene un poder tan inmenso que seguramente sería capaz de matar a muchos demonios con solo mover un dedo, por la fuerza físico-espiritual que posee.

–….. ¿Y Seiichi?

–Seiichi es el Yukimura que faltaba asesinar, de quien se engendraría el niño más poderosos del universo. Yukimura es el líder de su familia, quien tiene más poderes espirituales, como tú, eres quien tiene mayor fuerza física……..por lo que debe ser asesinado inmediatamente.

–¿Y por qué no me mata a mi? ¡Mierda!

–No lo sé Genichirou, no tengo todas las respuestas; pero aun tienes la posibilidad de salvar a tu hijo, si es que haces lo que yo te ordene…..

–Si, definitivamente eres ancestro de Seiichi –suspiró, Ari alzó una ceja.

–Ven conmigo, iremos en busca de tu hijo…..

 

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Miró el reloj y observó al pequeño sentado en la silla, ya desatado y sin la cinta en su boca, con la cabeza gacha y los ojos ligeramente rojos y caídos. Chitose se había colocado en un costado y meditaba, dado que había mucha energía espiritual en el predio. Respiró hondo y frunció el seño, alguien se estaba acercando. Masaharu sonrió y caminó unos metros hacia el niño, tomándole del rostro y levantándoselo para que mire al hombre entrar por la enorme puerta. Sanada había llegado al lugar corriendo, no llevaba la gorra puesta y vestía con ropa casual.

 

–Bienvenido, eres el primero que llego a nuestra fiesta, Sanada-kun –habló el muchacho y le indicó al niño que le viera–. ¿Sabes quien es él Kazuchan?

–…………niichan –susurró con la voz quebrada.

–No Kazuchan, él es……–sonríe maliciosamente–. Tu padre……..–el niño abrió sus ojos–. El ser que te abandono, te dejó tirado, que no te quería…..

–¡MIENTES! –Gritó desde un extremo–. Sabes mejor que yo que amé a mi hijo desde el primer minuto y lo amaré eternamente….

–¿Y por qué lo dejaste entonces? –Genichirou se silenció y bajó la mirada, estaba ganando ese juego Nioh y Sanada lo sabía perfectamente–. Admítelo Genichirou, hubieras sido más feliz si el pequeño no hubiera nacido.

–¡CALLATE! ¡NO DICES MÁS QUE ESTUPIDECES! –gritó tomándose la cabeza, un dolor horrible comenzó a aturdirle, la voz de Nioh le volvía loco.

–Oh, si, Sanada, eres un monstruo, dejar a una criatura a la intemperie….

 

Los recuerdos de Sanada comenzaban a cambiarse, se vio él corriendo con el niño en brazos y a Seiichi impidiendo que se lo lleve. Luego una imagen de él dejando al pequeño en un basurero. ¡Falso! Esas imágenes eran falsas, eran controladas por ese diabólico espectro que estaba apoderándose de Masaharu Nioh. Se agachó un poco al sentir más fuerte el dolor, pero no podía dejarse ganar, no por ese demonio maligno que amenazaba con destruir su familia y su vida; se incorporó lentamente.

 

–¡MENTIRA! ¡MANIPULAS MIS PENSAMIENTOS PARA QUE CREA QUE ABANDONE A MI HIJO, PERO JAMÁS LO HARÍA!

–¿A no? –Da dos pasos hacia delante y le obliga a que le mirase en sus rojizos ojos–. Solo te muestro la realidad Genichirou, tú te creaste tu propia fantasía, no querías al niño, odias a tu familia, no podías querer a un joven que era un monstruo como Seiichi, nunca le creíste, fue un suplicio para ti tener a Kazuya.

–¡BASTA, BASTA! –Se aprieta más la cabeza–. NO ES VERDAD, YO AMO A MI HIJO….

–Acéptalo, acéptalo………

–¡Nooooooooooo! –cierra sus ojos al gritar pero al abrirlos unos rayos rojos lo decoran. Se encontraba en transe.

 

Genichirou se incorporó completamente y su mirada parecía vacía, comenzó a recordar sucesos donde él le decía a Seiichi que estaba loco, que no le creía; es verdad, jamás le creyó o quería no creerle, no podía pensar que se había enamorado de un monstruo. Es verdad, su mundo se derrumbó cuando supo que estaba Yukimura embarazado, pero ¿entonces? ¿No quería a su hijo? Comenzó a dudar, a vacilar, se sintió débil, completamente agotado, sus ojos no paraban de moverse de un lado al otro recordando sucesos, traumas y al fin, el día que abandonó a su hijo. Fue él quien le pidió dejarlo en el orfanato, entonces ¿Nioh tenía razón?

 

–¡NO LE MIRES, GENICHIROU! –la voz de Seiichi le despertó y giró a su derecha para ver como el joven se acercaba y le abrazaba–. Sólo tú y yo sabemos la verdad Genichirou, no te dejes manipular por él.

–Se….Seiichi –le abraza.

 

Clap, clap, clap. El sonido del suave y lento aplauso de Nioh lo alertó a los dos, que giraron para ver la siniestra mirada del joven. Nunca habían visto algo así, Nioh ahora ya no traía su cabello blanco, sino que era negro, y sus ojos rojos como la lava, su mirada penetrante y caliente, que les hacía hervir por dentro.

 

–Felicidades, una escena tan conmovedora que da ASCO –sonríe con malicia–. Es hora que los padres vean el fin del hijo –saca de sus ropas una espada que se va formando con la energía multicolor de Nioh.

–¡NO TE ATREVAS! –Genichirou, imponente, estaba dispuesto a enfrentarlo pero de las puertas laterales entraron 4 personas muy conocidas para ellos.

 

Yagyu Hiroshi, Kirihara Akaya, Kuwahara Jackal y Yanagi Renji, los tres se pararon frente a Nioh, enfrentándose directamente a la pareja. Sanada se detuvo en el ataque al ver a los cuatro con los ojos rojos y completamente en estado de posesión. Sus auras se habían teñido, estaban completamente fuera de si.

 

–Claro que puedes matarme, mi querido Genichirou –rió el muchacho y los observó–. Pero tendrás que pasar por los cadáveres de ellos cuatro si quieres tocarme y para ese entonces, el niño estará muerto –le apunta con la espalda–. Tu decides ¿te arriesgarás?

–¿Cómo…..? –preguntó Seiichi.

–He tenido contacto con ellos en los últimos años, por lo cual he impregnado mi energía en ellos, sobre todo en Yagyu –se acercó a su pareja y le colocó una mano en el hombro–. Por lo que los cuatro están bajo mi control.

–Eso quiere decir que…..–pero  Sanada no pudo terminar su frase.

–Exacto, los cuatro lucharán por mi y si quieren arriesgarse y matarlos, por mi no hay problema –sonríe con malicia–. Lo cobrará Kazuya.

–¡Kazu! –Seiichi intentó acercarse pero Genichirou le apartó–. ¿Qué….?

–No nos acerquemos, puede estar en riesgo nuestro hijo………

 

Haisherito estaba completamente loco, sonrió y se sentó para disfrutar el espectáculo que vería desde platea especial. Chitose aun seguía meditando tratando de mantener a las almas en el lugar, prácticamente no sabía que se llevaba a cabo un duelo. Las puertas enormes vuelven a abrirse, esta vez para que aparezcan Tezuka y Fuji junto a su pequeño hijo, quedaron completamente impresionados al ver la escena.

 

–¿Qué….pasó aquí?

–Parece que estamos todos –luego vio fijo hacia la ventana y frunció el seño–. También entra tú, quiero que todos vean lo que me atreveré a hacer.

–¿Eh? –las dos parejas voltearon para ver como Shiraishi entraba también al lugar.

–¿Qué es todo esto? ¿Por qué el niño esta atado?

–Las respuestas las tendrás en breve……..pero por mientras…….–Nioh respira profundo y cierra los ojos–. Es el día donde cumpliré el final de mi contrato, con las vidas de Seiichi y Kazuya se terminará la maldición.

–¿Qué? –Syusuke mira a Seiichi quien baja la cabeza.

–Ni te atrevas a ponerle un dedo encima a ninguno de los dos –bufó con fastidio Sanada.

–Mira como lo hago……–tira hacia atrás el arma dispuesto a matar al pequeño.

–¡Nooooooooooo! –gritaron todos, pero en ese entonces alguien apareció.

–Ni te atrevas Haisherito……….

 

Una luz los iluminó completamente y un joven apareció entre ellos. Nioh se alejó del pequeño y miró el resplandor con asombro. Meriaki Yukimura estaba entre ellos.

 

 

Continuará.

Notas finales:

 

Próximo capitulo: Capitulo 11: HAISHERITO vs MERIAKI.

 

Una pelea digna de ver. Bueno, no se esperaban esto ¿verdad? Bah en realidad nadie se esperaba nada de lo que escribo (no sé que tomo pero me hace daño) Jajajaja espero que les guste este cap y el próximo xq aun quedan dos capítulos para el final del fic (si dios quiere). Así que sean buenos y dejen coment J


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