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Don De Familia por Shin Black

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Capitulo 6: El Nacimiento de Eiichirou.

 

 

El sol estaba cayendo silenciosamente, ya debía ser cerca de las 6 de la tarde y los pasillos del instituto Rikkai estaban completamente vacíos. Yukimura intentó buscar por todos partes a Fuji pero éste no se encontraba allí, seguramente se había ido unos minutos antes de cerrar. Algunos niños aun seguían merodeando por la zona, dado que los clubs cerraban muy entrada a la noche. Suspiró y caminó hacia la puerta donde se encontraba una anciana, supuso que era la señora Minamoto que venía por el niño, por lo que se acercó a ella con una radiante sonrisa. La mujer supo apreciar el gesto y se presentó:

 

–Soy la señora Minamoto Yui, vengo por Kazuya.

 

Inmediatamente Yukimura hizo una reverencia y la guio hacia los corredores, caminaron largamente por allí hasta doblar hacia la derecha y señalar un aula específica. La mayoría de las luces estaban apagadas por lo cual la iluminación era tenue pero permitía ver los espacios, probablemente ésto era lo que hizo que el niño se quedara dormido en brazos de Genichirou durante esos cinco minutos que estuvo con él. Seiichi ingresó al aula y vio tanto al padre como al hijo dormidos, Sanada sentado en la silla con la cabeza gacha y la gorra que tapaba su rostro, mientras que el pequeño Kazuya se encontraba muy aferrado al pecho, con las dos piernas cayéndole por un lado y los brazos enormes del mayor aferrándolo contra él. A Yukimura no le pareció más tierna la imagen porque no era posible, sonrió, realmente Genichirou hubiera sido un excelente padre si hubieran podido.

 

–Sanada…..Sanada –intentó despertarlo moviéndolo suavemente, el hombre pestañó varias veces seguidas y levantó su cabeza, sus ojos se entrecerraron por el exceso de luz, pero pudo acostumbrarse rápidamente–. Ella es la señora Minamoto, viene por Kazuya.

–Oh, que vergüenza, discúlpeme –se disculpó Genichirou levantándose rápidamente del asiento, acomodando más al niño, usando sus brazos para sostenerlo mientras las delicadas y frágiles manos infantiles le rodeaban el cuello–. Mucho gusto señora, soy Sanada Genichirou, profesor de gimnasia, un placer.

–El placer es todo mio.

 

Yui se sintió algo incomoda, no por la situación sino por el parecido increíble que tenía ese joven hombre con el pequeño Kazuya, prácticamente podría estar viendo el futuro de su hijo delante de sus ojos. Seiichi inmediatamente hizo una reverencia presentándose él también, que con todos los apurones no había podido e inmediatamente la señora mayor pidió por el niño, dado que empezaba a oscurecer y tenían que tomarse el bus para su casa.

 

–Oh, nuevamente disculpe –murmuró Sanada y con todo el dolor del mundo intentó apartar al niño para entregarlo, pero el pequeño se sujeta fuertemente de él–. Anda Kazuya, debes ir con mamá ahora.

 

No había caso, Kazuya estaba bien aferrado a Genichirou y parecía imposible separarlos en ese momento, seguramente cuando despertara querría ir a casa, pero mientras estuviera dormido, la tarea de separarlos fue dejada de lado. Seiichi se sentó al igual que la señora y el menor de los Sanada, el joven moreno propuso llevarla a la casa debido a la oscuridad pero con la condición que dejaran que el niño durmiera un poco más, estaba agotado.

 

–Muchas gracias por todo, Kazuya me ha dicho que usted es un excelente profesor –habló la anciana, Seiichi se sonrojó un poco y Genichirou lo observó, lentamente notó que su ex pareja estaba regresando a ser el de antes, y todo gracias a este pequeño renacuajo que tenía en sus brazos–. Kazuya es un niño….un tanto especial.

–He oído que ha tenido problemas en los jardines de niños a los que ha concurrido ¿verdad? –se preocupó Yukimura, la mujer asiste.

–No es muy bueno socializando –susurró, inmediatamente bajó la cabeza–. Los niños del jardín le temían porque según ellos era “extraño”, hablaba siempre solo, jugaba solo y se anteponía a las cosas que sucedían. En varias oportunidades se golpeaba la cabeza contra las paredes, por lo que creían que tenía esquizofrenia bastante avanzada, los otros pequeños le tenían terror y las madres, enojadas, jamás lo invitaban a los cumpleaños.

–Debió ser muy horrible para él –esta vez, la voz de Genichirou se manifestó más potente, mirando a su hijo muy tiernamente.

–Lo fue, sus compañeritos siempre estaban invitados a los cumpleaños con globos, payasos, pasteles, pero él no –miró al pequeño–. Sin más, quisimos festejarle el cumpleaños, pero ninguna mamá quería a su hijo al lado de “ese monstruo” me decían….

–Que groseras –Seiichi se enojó, la mujer sonrió y vio la frustración en los ojos del joven muchacho, algo grande, algo muy grande era lo que sentía por ese joven que apenas conocía, pero sintió una conexión apenas lo vio, lo mismo pasó con Genichirou.

–Eso no nos había pasado con Ritsu.

–¿Ritsu? –Preguntó Genichirou–. ¿Quién es Ritsu? –la mujer se vio obligada a hablar, pero el sentimiento de estar con esos jóvenes docentes era tan extraño que se abrió completamente a ellos.

–Fue ya hace tanto tiempo que ni me acuerdo, podría Ritsu tranquilamente ser el padre de ustedes si aun estuviera entre nosotros –murmuró la señora y empezó a jugar con sus dedos–. Cuando era joven me casé con Ayase, el papá de Ritsu y Kazuya, juntos vivíamos en un pueblito de aquí, Kanagawa.  Tiempo después, dos años recuerdo, quedé embarazada y tuve a Ritsu.

–Ya veo…–Seiichi sonrió–. Ser madre es la bendición más hermosa de la vida.

–Ritsu nació tan sano, tan hermoso, sus ojos eran castaños y su cabello casi rubio, su sonrisa era de un príncipe y su mirada infantil llena de vida. Sus amigos lo adoraban, y las madres siempre me dejaban una cantidad enorme de niños en casa porque yo hacía pasteles para todos, éramos felices en esa época.

–¿Qué pasó? –preguntó el moreno, la mujer suspira.

–A Ritsu le detectaron una enfermedad degenerativa, comenzó a tener fiebre muy alta, problemas respiratorios, sus órganos fallaban; nos trasladamos a Tokio así podían atenderlo mejor, pero nada, los doctores hicieron todo lo que estaba a su alcance, el 5 de Enero falleció –tomó un poco de aire, una pausa algo prolongada–. Me detectaron cáncer de útero meses después, tuve que ser internada y me vaciaron completamente, por lo tanto, la esperanza que tenía de darle un hermano a mi pequeño se desvaneció.

–Eso es terrible –murmuró, Sanada comenzó a sentirse cansado por el peso del niño y le extendió al pequeño a Seiichi, el cual fue recibido.

–Parece que se le pasó –habló Sanada, Seiichi negó.

–Se aferró a mi ahora –le acarició delicadamente el cabello y el pequeño enterró su rostro en el pecho de su madre.

–Empecé a trabajar para un hospital maternal, los niños que eran abandonados iban derivados a un orfanato y es ahí donde conocí a Aiko.

–¿Aiko? –preguntó Genichirou, esa mujer era la que había recibido a su bebé cuando estaban desesperados.

–Exacto, trabaje con ella varios años hasta que me decidí en adoptar, pero era tan difícil, requería un desgaste físico e intelectual, muchos test, muchas entrevistas, pero todo para poder nuevamente sentir ese amor que nos daba Ritsu –sonrió y continuó–. Hace unos años atrás, Aiko me informó que una pareja de un adolescente y un joven adulto llegaron a su domicilio, ella vive en el mismo orfanato. Los jóvenes estaban realmente devastados, parecían no querer hacerlo, pero, le pidieron por favor a Aiko que cuide del niño y lo entregue a alguien que realmente lo sepan cuidar. El muchacho más alto tenía cara de pocos amigos.

Yukimura mira a Genichirou y se ríe bajo, mientras la mujer continua con la historia y el pequeño Kazuya se acomoda más en los brazos del joven de cabellos azulados.

–El otro, parecía que su alma se le iría ese mismo día. Ambos tan jóvenes, tan buenos niños, me dijo ella –dentro de la señora Minamoto sabía que esa joven pareja necesitaba que le contara lo que estaba contando–. Traían con ellos a Kazuya…..un bebé hermoso, tan sano y adorable, llevaba con él un muñequito, estaba bien vestido y alimentado, óptimo de salud y con una viveza poco usual en un bebé de tan pocos días.

–Kazuchan era brillante aun de recién nacido ¿ne? –Seiichi besa la frente del niño, quien sonríe.

–Los padres, debo decir, me dijo que eran raros –susurró–. Jóvenes, delgados, con aspecto de estar en una buena posición económica, lo denotaba sus ropas y el estado en el que fue entregado Kazuya, los papeles estaban en orden, todo estaba listo para firmar y ser adoptado de inmediato, creo que estaban apurados. Tenían rasgos comunes, puede ser que el niño haya nacido de una relación incestuosa; y aunque predominaban en el pequeño los rasgos de su padre, la madre y el niño tenían cierta conexión sensorial.

–Eeeh, no entiendo ¿cómo? –preguntó Genichirou.

–La madre del pequeño, este joven adolescente, podía ver más allá de las cosas, esos poderes que tiene Kazuya hoy….–sonríe y se acerca a Kazuya para tomarlo en brazos–. Kazuchan puede ver cosas que nadie más ve.

 

Genichirou mira a Seiichi y éste sonríe, la mujer estaba al tanto de los poderes ocultos de Kazuya, y pareciera en sus ojos y su sentimiento, que también estaba al tanto que Genichirou podría ser un posible padre del bebé, o al menos un pariente dado a su parecido físico, pero algo le incomodaba a la señora y era la presencia de Yukimura. El menor de los jóvenes allí presente, tenía una mirada particular, muy parecida a la visión perdida de su hijo cuando tenía uno de esos ataques donde podía observar todo al mismo tiempo.

 

–Señora, gracias por contarnos todo esto –habló Seiichi y se levantó–. Vamos a su casa, esta oscureciendo, hace frio y no queremos que Kazuchan se resfríe.

–Mi auto está afuera, así que síganme….te llevo a ti también Seiichi.

–Gracias.

 

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Nunca supo que lo impulsó, tampoco supo porque estaba allí ni como consiguió la dirección; nunca supo que era lo que hacía con los dibujos de esos dos chicos y una libreta, pero de algo estaba seguro, Chitose no era normal y tal vez el no ser normal lo podía ayudar en esta, por lo cual Shiraishi Kuranosuke hizo de todo para averiguar la dirección de la casa de su joven compañero. Era un departamento, un mono ambiente o algo así, o al menos la fachada daba esa impresión. Tocó el timbre e inmediatamente escuchó la voz de Chitose detrás de la puerta. Se aclaró la garganta y acomodó su ropa para luego ver el interior de la casa.

No era un palacio pero algo acogedora se notaba. Tenía un gran living fusionado con comedor y cocina, una puerta que daba al baño y otra al cuarto principal, un enorme sillón con un tejido hecho a mano de muchos colores, varias velas e inciensos por todos lados, además de varias figuras por todas partes de la casa.

 

–Shiraishi, que bueno que estas aquí, no sabía que tendría visitas así que no tengo nada que ofrecerte –habló Chitose haciéndolo entrar.

 

La apariencia de la casa era igual a la de Chitose, un destello multicolor en el universo. Sonrió y caminó hacia los sillones para sentarse, el joven dueño de la casa hizo exactamente lo mismo.

 

–¿Qué se te ofrece? –preguntó.

–Vengo a que mires más dibujos de-….–no terminó de hablar pues comenzó a sonar el teléfono.

–……–ni Chitose ni Shiraishi hablaban, solo dejaban sonar el teléfono.

–Em ¿no deberías…..atender? –preguntó el rubio.

–Oh, si…..–murmuró, pero no se movió de allí.

–¿Y? ¿Qué esperas? –preguntó nuevamente, Chitose sonrió.

–Es para que la gente piense que tengo una casa enorme jajajaja.

–¡SENRI!

–Ok, ok, ya atiendo –el muchacho se levantó y tomó el teléfono adornado “sencillamente”, nótese la ironía–. ¿Hola? ¡Aaaah Hola  ..N…….! –Chitose cierra la boca, se había dado cuenta que no podría hablar tranquilamente con nadie mientras Shiraishi le mirara tan acusadoramente–. Em si, bueno, ¿en serio? Aja, si, claro…………claro, eh, escucha…. ¡escucha! Yo te llamo ¿dale? ¿Qué? No, no, no, yo te llamo……bueno, si…..yo te llamo, adiós –cuelga–. Uuuf, no entendía.

–¿Quién era…..?

–Em….N….Nadie….–se rascó la cabeza.

–¿Cómo qué nadie? Tiene que ser alguien para que levante el teléfono y llame ¿sabías? –preguntó.

–Bueno, si, si, era “alguien”…..

–………….

–…………..emm….alguien eeeh….con manos.

–No me diga ¿y también pies? –preguntó con ironía Shiraishi, Chitose se sorprendió.

–Si…. ¡Si! Tiene dos, ¿cómo sabes? –La sorpresa de la estupidez de Chitose hace reír a Shiraishi–. ¿Lo conocías? –preguntó con dudas observando reír a su compañero.

–Jajajajaja, no claro que no, pero supuse que si es alguien, es persona, tiene dos manos, mínimamente tendría dos piernas.

–¿Eh? ¡Ah! Siiiii, ¡que tonto! –se reprochó a si mismo.

–Bueno, ¿vas a ayudarme? –preguntó, Chitose asistió–. Mira estos dibujos, son muy raros porque….

 

 

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–Akaya ¡AKAYA! –Gritó dando fuertemente la regla contra el escritorio–. Concéntrate, tienes que sacar estas cuentas.

–¿Podemos descansar? Tengo el nuevo Resident Evil en mi mochila….. ¡AAAY! Eso duele sempai –gritó al sentir la regla en su sigilosa mano que se adentraba en la mochila.

–No hay juego para ti hasta que apruebes matemática de preparatoria.

–Pero es difícil….. ¡Muy difícil!

–Pues me vale, tú te pusiste perezoso, podrías haber sacado esta materia cuando aun tenías cerebro para ello…..ahora hazlo.

–¿No crees que eres muy duro? –preguntó Yagyu entrando al cuarto.

–Yagyu sempai, dígale a su hermano que me deje tranquilo…..–señaló Akaya a su pareja, que aun seguía con esa amenazadora regla–. Nunca pensé que una regla pudiera lastimarme así. Y dicen que las matemáticas no hacen daño.

–Cualquier elemento para matemáticas, en manos de Yanagi es mortal….–dijo Nioh–. No quisieras saber lo que hace con los compas.

–¡Aaaaaay! No que miedo, no, no…. –comenzó a leer los problemas–. Un tren sale de Kanagawa a las 3:30 llevando 250 pasajeros, a las 4:30 se detiene en la estación principal de Kyoto, subiendo dos pasajeros y bajando 34……..la ruta continua y a las 5:20 llega a Shibuya con un total de 547 pasajes. ¿Cómo se llama el conductor? ¿Eeeeeeh?

–Puri.

–Nioh, ¿de nuevo cambiaste los libros de Akaya por tus libros de broma, no? –Yagyu se acercó al cuaderno y al darlo vuelta nota una imagen de Nioh en el libro–. ¡Nioh!

–Puri, puri –sale corriendo. Yagyu toma el cuaderno y lo sigue.

–¡VEN AQUÍ! NO VES QUE NO ESTAS AYUDANDO A KIRIHARA-SAN SINO QUE AFIRMAS SU IGNORANCIA –cierra la puerta tras él.

–Aaaaw, justo que me había concentrado, bueno, ahora a jugar resident evil hasta que me vuelva a concentrar –antes de tocar la mochila nuevamente la regla golpea su mano–. ¡AAAY!

–Aun sigo aquí; primero, no me hagas usar el compás….y segundo, continúa haciendo tus deberes, tienes examen en cuatro días.

–Aaaay, sempai es estricto….–suspira.

 

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–Tolomeo-kun –gritó Eiichirou al ver al enorme labrador dorado correteando por el jardín delantero.

–¿Eeh? Pensé que era un cachorrito –Syusuke se estaba arrepintiendo de tener a Tolomeo en su casa.

–Te dije que no era buena idea –Kunimitsu toma la mano de Eiichirou y lo lleva dentro de casa–. Ve a preparar tu ropa, en media hora comemos y te bañaré.

–Uuuh, no quiero –Eiichirou arrastra los pies hasta su habitación, sacaría la ropa que su mamá le había puesto en su mochila para que pasara la noche en casa de Kunimitsu, aun no entendía como la mujer había dejado que su hijo mayor cuidara al niño, más encima, seguro debía estar súper apurada para dejarlo allí.

–¿Notaste lo que yo note? –preguntó Syusuke lavándose las manos para empezar a cocinar.

–¿Qué ese delantal no te queda? –preguntó señalando lo mencionado.

–¡No! –Habló pero inmediatamente se quedó mirando el delantal–. ¿Tan mal me queda?

–¿Qué notaste Syusuke?

–Estamos hablando del delantal ¿cierto?

–¡Syusuke! –cruzó los brazos, el menor sonrió y le abrazo.

–Sentí algo muy raro cuando vi a Eiichirou –murmuró.

–Debe ser porque nuestro Eiichirou tendría la misma edad que mi hermano, es normal que pienses eso, además nunca haz visto a Eiichirou antes, así que….

–No, no Kunimitsu…..es otra cosa….yo sentí, sentí a Eiichirou….–miró el pasillo–. En él.

–Si, su nombre es Eiichirou….

–¡No, baka! Es nuestro hijo…..

–Estás desvariando Syusuke….

–¡No lo hago! Kuni, tú sabes lo raro que fue el nacimiento, tú sabes que cuando yo di a luz a Eiichirou él estaba sano, lloraba como todo bebé, su aura estaba limpia más que impecable, es imposible….Kuni –le da la vuelta dado que su novio no quería escuchar la historia y se estaba yendo–. Kuni, tú sabes que es verdad lo que te estoy diciendo.

–No habrás más la vieja herida, Suke….

–¡No estoy abriéndola más! Kuni, si el hijo de Seiichi está vivo, puede…puede que nuestro hijo también…..

–Syusuke, en tu familia, tu mismo me dijiste, hay muchos chicos que murieron jóvenes y bebés también, es un mal de la familia, es muy probable que Eiichirou haya muerto –habló con severidad–. Y no quiero hablar más del tema ¿quieres?

–Kuni….. ¿realmente piensas que estoy desvariando? –preguntó, el joven suspiró.

–No creo que estés loco, sólo pienso que tu dolor fue tal al perder a Eiichan, que lo vez en todos lados.

–¡El aura no se puede disfrazar! Y yo la veo, la vi, le vi el aura a mi hermoso Eiichirou, y se la veo a este niño, son IGUALES Kunimitsu, IGUALES……. –suspiró e hizo una pausa–. Siento que es él mi hijo.

–¿Y por qué entonces lo tienen mis papás? Mi mamá estaba embarazada, tú mismo lo sabes, y tuvo un hijo ¿no? ¿Qué te hace pensar que éste niño no es hijo de mi mamá? Aaafg….–Kunimitsu coloca una de sus manos en la cabeza–. Aaaagh, que dolor….

–Necesitas tus aspirinas –habló Syusuke y se acercó a su bolso para buscar–. No están….

–¿Qué?

–No están, tus aspirinas no están –Syusuke se pone a pensar–. Las debimos dejar en el colegio, en la camilla….debe estar.

–Aaagh, iré por ellas –susurró y tomó las llaves.

–No puedes ir en estas condiciones Kunimitsu, iré yo…. –Tezuka mira su reloj y se da cuenta que la escuela ya debería estar apunto de cerrarse.

–No creo que puedas alcanzarlo Syusuke, no sabes manejar y sería la única manera de llegar rápido, los buses llegan y media y a esa hora cierra el colegio, además que caminando tardarías una hora….olvídalo….aaagh.

–No Kuni, no puedo verte así de mal, no resistirías una noche con esos ataques….–habló Fuji y comenzó a hurgar en toda la ropa y las mochilas–. Debimos traerla, yo sé que esta….

–¿Buscan ésto? –una vocecilla apareció de la nada, ambos se dan vuelta para ver a Eiichirou con un frasquito muy pequeño.

–S…Si, es eso….es eso…–Syusuke toma el frasco y saca dos pasillas para dárselas a Kunimitsu, éste toma un vaso de agua y se las traga sintiendo un alivio al pasarlas por su garganta–. ¿Cómo…cómo sabías?

–Lo vi –Syusuke pensó inmediatamente que había visto el frasquito y lo había tomado, pero el pequeño continuo–. En una visión.

–¿Una visión? –preguntó Tezuka.

–Vi que niichan estaría con dolor de cabeza y que el frasco estaría en el instituto –murmuró y caminó hacia ellos–. Entonces tomé el frasco para evitar que niichan sufriera un ataque de migraña.

–Aaaah, que niño tan inteligente –sonrió el mayor.

–Dime algo, Eiichi –Syusuke se coloca de cuclillas frente a él–. Mírame bien…..mírame….. ¿De qué color tengo el aura? –el pequeño se sorprende, pero al saber que no es el único que puede sentir el aura.

–No puedo ver el color, pero puedo sentir-….–inmediatamente Fuji le toma de la barbilla.

–Si puedes hacerlo, mírame bien a los ojos….con fuerza……míralo….

 

Tezuka observa confundido, Eiichiro hace lo que su madre le pide y lo observa detenidamente, pronto su vista comienza a nublarse y observa un aire celeste alrededor de su padre. Sonríe, al fin había podido ver el aura del que tanto hablaba Kazuya, pero inmediatamente desaparece, dado que su fuerza espiritual no estaba tan desarrollada como la del pequeño Sanada.

 

–Celeste.

 

Fuji sonríe y mira a Kunimitsu.

 

 

…………………..

 

–Lo siento…..de verdad –murmuró el doctor a Ayana entregándole un niño muerto–. Lo siento tanto.

–No….no….–susurró la mujer llorando, aferrándose al cadáver de su hijo–. ¡No me puede pasar esto! No a mi….no….

–Amor, tranquila….le daremos un lindo funeral y…..

–No, no, no…….–Ayana le entrega al niño muerto a su marido, quien observa a su pequeño Kunishirou–. Ese no es mi bebé, tráeme a mi bebé.

–Este es nuestro bebé….

–¡TRAEME A EIICHIROU! –gritó Ayana enojada, frustrada–. Este es hijo de ese brujo mal nacido y mi pobre, mi pobre e indefenso Kunimitsu que ha caído en las garras de ese ser del mal.

–Ayana….Eiichirou no es nuestro hijo, es de Kunimitsu –habló el hombre, la mujer lo mira frustrada–. No puedo robárselos.

–Si puedes, esta en la cuna junto a la de Kunishirou, déjalo a él allí y tráeme a Eiichirou…..

 

El hombre camina envolviendo a su hijo en hermosas mantas celestes, llega al nursery y deja al niño en la cuna donde se encontraba un radiante bebé varón con una mirada extraña, se parecía demasiado a Kunimitsu, pero esos ojos con destellos celestes eran idénticos a los de Syusuke. Miró para todos lados y le tomó, una enfermera se acercó.

 

–Disculpe señor ¿es su bebé? –preguntó.

–S…si, es….es mi hijo….–habló nervioso.

–Eiichirou ¿ne? –murmuró mirándole la etiqueta del pie, luego observó al pequeño de al lado–. Este niño no tiene etiqueta….

–N…no….es el hijo de….mi hijo, nació fallecido –murmuró el señor, con la garganta seca.

–Oh, pobrecito –tomó una etiqueta–. ¿Sabe su nombre?

–Eiichirou……

–Pobrecito mi vida, tan chiquito…..

 

Kunihara abandonó la enfermería y trajo a Ayana al pequeño quien rechazó su abrazo, pero poco a poco se fue acostumbrando al calor de su nueva madre, pero muy por arriba; Eiichirou tenía más estima a su padre, quien por todo el odio del mundo de su mujer intentaba acercar a Eiichirou a su hijo destrozado por la perdida de su bebé, pero nada podría remplazar a Eiichirou.

Syusuke, al saber de la perdida de su hijo, se ahogó en llanto, la noticia de la perdida de Kazuya también le había dejado un vacío y ahora, al verse a él mismo en esa terrible experiencia, no quedaba más que vivir en su angustia viva; sintió que ponerle el mismo nombre que él había pensado durante meses, al hermanito de Tezuka era una mojada de oreja….pero luego se dio cuenta que no era así…..

 

 

…………………………….

 

Eiichirou Tezuka era el verdadero hijo de Kunimitsu y Syusuke.

 

Continuará.

Notas finales:

Nuevamente las sorpresas de este fic jajajaja, Eiichirou como vez tuvo una historia bastante extraña, a diferencia de Kazuya que fue adoptado, Eiichirou fue robado por su madre, y por ello no la quiere tanto, como vieron en el segundo capitulo, no parece tenerle tanta estima como si a su padre.

Kazuya esta bien aferradito a Sanada, eso fue muy tierno.

Akaya estudia para finales jajaja y Chitose vive en un mono ambiente jajajaja. Bueno espero les haya gustado. Besos.


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