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Don De Familia por Shin Black

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Capitulo 7: Fantasmas del pasado.

 

 

Ingresaron al auto y se abrocharon los cinturones de seguridad, Genichirou conducía, Seiichi era su co-piloto y la anciana se sentaba detrás junto al pequeño niño. Las rutas a esa hora de la noche eran bastante peligrosas, aun más que empezó a oscurecer tan rápidamente. Puso un poco de música para relajar tenciones, pero la mayoría de los CD del auto de sanada eran principalmente melodías con instrumentos tradicionales, lo cual en boca de Yukimura eran completamente aburridos. Intentó encontrar algo bueno en la radio, pero  a esas horas no había nada para escuchar. Suspiró, se dio por vencido y observó a la anciana en la parte trasera del auto jugando con el pequeño, era una postal familiar bastante particular, aun para él.

 

–¿Dónde queda su casa, señora? –preguntó el muchacho moreno con las manos firmes en el volante.

–Esta a unas calles de…..aagh-…..–la mujer se toma el vientre, cosa que alertó Seiichi.

–¿Qué sucede? –preguntó el joven.

–Na…nada, estoy…..aaagh……

–Mamá…. ¿otra vez con ese dolor? –preguntó el niño, Seiichi le observó.

–¿Qué dolor? –preguntó.

–A mami hace mucho la tuvieron que operar de cáncer, tenía dolores muy fuertes ahí –murmuró el pequeño.

–Genichirou, llévanos al hospital ¡ahora! –Seiichi miró aterrado a su ex pareja, el cual inmediatamente dobló en la esquina y tomó otro rumbo.

–Estamos a quince cuadras del hospital general, tranquila –intentó calmar la situación, pero la mujer empezó a retorcerse del dolor.

 

Tomó la ruta más corta para el hospital, sabía ir perfectamente allí dado que hacía seis años también tubo que enfrentarse a una situación crítica con el nacimiento de Kazuya. Aceleró más fuerte para llegar más rápido, esquivando a varios autos y saltándose un semáforo en rojo, luego tendría tiempo para pagar la multa pero ahora lo más importante era ayudar a la anciana.
Una vez en el hospital, paró el coche en el estacionamiento principal del hospital y ayudó a la mujer a bajar, caminaron lentamente hasta la entrada y pidieron la ayuda a la recepcionista quien llamó a emergencias. Kazuya terminó por asares del destino en brazos de Yukimura, mientras que Genichirou había salido afuera a hablar con su familia para decirles que llegaría tarde debido a que una anciana, madre de uno de los alumnos, se había desmayado y  tuvo que socorrerla. Era pasada las ocho de la noche y todo seguía normal, Genichirou entró nuevamente al hospital luego de haber fumado un cigarrillo y se encontró con una hermosa escena, Seiichi y Kazuya estaban durmiendo, el más pequeño en brazos de su madre.

 

–Seiichi…. –le despertó–. ¿Sabes algo de la señora?

–¿Eh? N…no, aun no –susurró levantándose, y con él se acomodó mejor al pequeño en brazos–. Kazuya esta dormido.

–Lo noté…. –susurró y le apartó un mechón al niño que se encontraba en brazos de Seiichi–. ¿Recuerdas cuando salimos de aquí con él?

–Je….como olvidarlo, era el niño más hermoso……y aun lo es….

–Es verdad…..–le besa la frente delicadamente.

– ¿Ustedes son familiares de la señora? –preguntó una hermosa enfermera, Genichirou se acercó y afirmó.

–Soy el hijo ¿cómo se encuentra?

–Ella está bien, se encuentra estable pero necesitamos hacerle varios estudios y eso llevará tiempo –susurró y miró al pequeño–. Como veo que tienen un niño, será mejor que vayan a su casa y vuelvan mañana a primera hora, dejen su número en la recepción y los llamaremos si tenemos alguna novedad.

–Em…pero el niño no….

–Ok, lo llevaremos a casa –murmuró Seiichi, cortando lo que diría su ex pareja–. Mi esposo y yo le agradecemos lo que ha hecho por nuestra mamá.

–No hay de que, por favor, si me acompaña necesito que me llene algunas formas –la joven le señalo la recepción y caminó hacia allá, Seiichi le entregó a Sanada el niño.

–No podemos llevarlo con nosotros, no es nuestro –habló entre dientes Genichirou.

–Es nuestro y el ADN lo afirmaría, ahora, ve al auto y colócale el cinturón a Kazuya, lo llevaré a mi departamento…. –el moreno observa preocupado, pero toma al pequeño en brazos–. No pongas esa cara, todo estará bien y mañana lo llevaremos al colegio para luego traerlo aquí y que vuelva a su casa con la señora.

–Ok, pero quiero decirte que no me gusta la idea –inmediatamente acomoda al nene en sus brazos y se va hacia el auto.

 

Seiichi firma todos los papeles, pero antes le hace una rápida lectura para no estar firmando cualquier cosa. Agradeció nuevamente por los servicios y las enfermeras preguntaron por el nombre de su hijo, a lo que él afirmó que SU hijo se llamaba: Kazuya Sanada. Luego se retira dejando a las muchachas sonrientes.
Se metió al auto y salieron directamente hasta la casa de Yukimura, muy a pesar de las quejas de Sanada durante todo el viaje de haber secuestrado un niño, pero Seiichi no le hizo caso y continuó todo el camino hablando del porque debían hacerse cargo del pequeño en estos momentos críticos de la señora.

 

El departamento sólo tenía dos habitaciones, un pequeño living-comedor, una cocina y un lujoso baño, el balcón daba a la calle y estaba repleto de hermosas flores, típico de Seiichi. Al entrar, Genichirou se sintió impresionado nuevamente, ahora la habitación se encontraba más luminosa de la última vez que estuvo allí, más colorida y hasta pudo ver dos o tres juguetes  en un costado, suponía que Seiichi siempre tuvo la esperanza de poder encontrar a su hijo nuevamente y traerlo, cosa que no notó la vez anterior que visitó el lugar.

 

–¿Dónde…..?

–En mi habitación, déjalo ahí y tápalo –habló Seiichi entrando a la cocina–. ¿Quieres café?

–No, gracias, dejaré al niño y me iré a casa,  mi mujer debe estar preocupada por mi –entró al cuarto y sintió como algo se rompía lentamente, seguro Seiichi había roto algo con la fuerza de sus manos luego de escuchar “mi mujer” de su boca, dejo al pequeño en la cama pero este se aferró a su ropa–. Kazuchan, debo irme….suéltame…. –susurró suavemente.

–No….no quiero que niichan se vaya –musitó el pequeño en voz bajita y con los ojos semi abiertos.

–Hijo….–habló, era una forma cariñosa de llamarle, pero no trataba de darle a entender que eran padre e hijo–. Tengo que irme…..mañana a primera hora estaré aquí.

–…..N…no quiero….–se aferró más, Seiichi entra al cuarto dejando entrar unos pequeños rayos de luz de las lámparas del living.

–Creo que quiere que te quedes –habló el joven, Genichirou giró su cabeza para verlo–. Los dos queremos.

–Se…..Seiichi……–No sabía como decir que no, aunque su rostro y su cuerpo querían decir que si, definitivamente, Genichirou necesitaba estar con su familia, como hace seis años atrás.

–Niichan…..–murmuró y se quedó profundamente dormido, relajando su agarre.

–¿Quieres una taza de café? –esta vez la voz de Yukimura sonaba más amable.

–Si…..

 

Genichirou se quedaría en el cuarto de Seiichi toda la noche, dormirían juntos, con el pequeño en medio, como pasó hace seis años atrás, cuando sus padres le obligaron a abandonar a su hijo. Definitivamente, esa noche, Sanada durmió más tranquilo que nunca.

 

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El silencio  en la casa de Kunimitsu Tezuka parecía intenso, las respiraciones se escuchaban perfectamente si uno estaba atento y prestaba atención. El crujir del piso de madera daba la sensación que alguien caminaba por allí, aunque también podría ser los sonidos del pasado. Eiichirou se encontraba completamente arropado, jugando con su conejo y su osito nuevo debajo de las mantas, con la tenue luz de su linterna alumbraba su pequeño espacio; no quería admitirlo pero estaba aterrado, era la primera vez que dormía fuera de casa y los sonidos no le gustaban en lo absoluto, pero algo le hacían no querer irse de allí.

Tosió, solo un poco y volvió a concentrarse en el juego, necesitaba distraerse antes de caer dormido, no quería pensar demasiado porque el solo hecho de ver algo que no quería ver le molestaba. Sintió unos ruidos, el abrir de la puerta y una sombra acercarse a las sabanas, apunta con su linterna pero solo ve la sabana blanca que lo cubría. Su respiración comienza a acelerarse, y su mirada a revelarse mucho más angustiosa. Poco a poco aparta las mantas de su cabeza y comienza a asomarse, la oscuridad lo encegueció rápidamente, pero con la poca luz apunto a la puerta semi abierta.

 

–Conejo-chan –murmuró suavecito al peluche–. Tengo miedo…..

 

Solo su voz se escuchaba, comenzó a temblar y aferrarse a sus muñecos mientras tomaba como podía la linterna y alumbraba todo, sus ojos marrones pasaron desde la puerta hasta el escritorio con la pc, pudo notar que en el reflejo algo no estaba bien por lo que gateo por la cama apuntando allí, una sombra justo al lado de él, aterrado, volteó suavemente y notó una figura masculina allí, era un joven hombre de unos veinte y tantos años, con su mano buscó a sus muñecos y los tomó, pero apenas el joven movió uno de sus brazos Eiichirou los aferró fuerte y comenzó a gritar saliendo de su cuarto a los apurones.

 

–¡AAAAAAAAAAAAAAH! –gritó aterrado el niño abrazando sus muñecos, tropezándose con cuanto inmobiliario se atravesaba y llorando a todo pulmón.

 

Inmediatamente y como cualquier madre preocupada Syusuke se despertó y escuchó los llantos, tomó su bata de noche y descalzo caminó hacia la puerta abriéndola y prendiendo la luz. Justo frente a él, sentado y abrazando sus muñecos, con las piernas flexionadas hacia adelante, el niño de sus ojos, su pequeño Eiichirou llorando a mares.

 

–¿Qué paso Eiichan? –preguntó Syusuke llegando a la altura del niño, Kunimitsu salió con la bata dos segundos después, prendiendo la luz del pasillo.

–Un…un hombre….–susurró señalando su cuarto–. Me asusto.

–¿Un hombre? ¿Qué hombre? –preguntó Kunimitsu, también acercándose a él.

–El….él….–señala hacia el fondo del pasillo, pero no había nadie–. Él estaba ahí, lo juro…. ¡tienen que creerme!

–Te creo amor, te creo…. –Syusuke levantó a Eiichirou del suelo, Kunimitsu tomó a los dos muñecos.

–Es hora de ir a dormir…

–N…no…–susurró nervioso–. No quiero volver ahí.

–Pero Eiichirou, tienes que dormir en tu cama –habló Kunimitsu, pero el pequeño no parecía querer entender–. De acuerdo, solo por hoy dormirás con nosotros.

–¿Te parece, Eiichan? –habla Syusuke, el niño afirma–. Entonces que así sea…..

 

Eiichirou se metió a la cama de Kunimitsu y Syusuke, se puso en medio y se durmió inmediatamente. Kunimitsu rogaba que esto no pasara todas las veces que se quedara a dormir, aunque seguramente no serían muchas dado que los padres parecían preocupados que Eiichirou estuviera cerca de Syusuke, por lo cual vendrían a buscarlo. Inmediatamente un peso se sintió en las piernas, cuando Kunimitsu observó, vio a Tolomeo acostado encima de ellos.

–Tolomeo ¿qué haces aquí? –El perro se paró encima de Kunimitsu y comenzó a lamerlo–. N…No Tolomeo….no….

–Jajajajaja, que simpático –río Syusuke.

–No es gracioso….aagh… ¡Tolomeo! Baja, dormirás en el piso –el perro ladra–. No, no, no, dormirás en el piso.

–Jajajaja ¿entiendes su idioma? No sabía eso de ti, Kunimitsu….–observó a Eiichirou dormir plácidamente y le corrió el cabello un poco.

–Anda, abajo, abajo –el perro al fin obedeció a Kunimitsu y bajó para dormir en el suelo–. Uuuf….diooos….

–¿Kuni?

–¿Si? –preguntó.

–Quédate aquí con Eiichan, iré a ver que es lo que vio…. –Syusuke se levantó de la cama y se colocó las alpargatas.

–¿Estas seguro? ¿Quieres que te acompañe? –preguntó, Syusuke negó al mismo momento que tomaba una linterna.

–No, quiero que te quedes con Eiichirou por las dudas, volveré rápido amor –le dio un beso y salió.

 

Caminó muy lentamente por los pasillos, notó un extraño ruido proveniente del cuarto donde había estado minutos antes Eiichirou y se le erizó la piel. Tenía que ser fuerte, no era la primera vez que veía un fantasma y probablemente no sería la última, por lo cual aferró bien la linterna y siguió caminando con lentitud. Abrió suavemente la puerta del cuarto e iluminó la habitación, con sus ojos buscó una irregularidad, y se adentró más al cuarto, pero no encontraba absolutamente nada. Estaba pronto a abandonar la búsqueda cuando la puerta se cerró sin siquiera tocarla, no estaban abiertas las ventanas de la casa por lo que era imposible que se cerraran solas, respiró profundamente y sintió una presencia muy fuerte atrás suyo, giró, muy lentamente, y notó algo extraño, un brillo particular.

Le vio de frente completamente, sus facciones eran muy tradicionales, sus ojos miel y su cabello negro, estaba vestido con ropajes antiguos y llevaba una espada en sus manos, tenía miedo, mucho miedo, pero no podía ser débil ante lo desconocido o lo terminaría devorando. Su cuerpo era bastante más grande que el del propio Tezuka, debía medir más de un metro noventa, y la musculatura era bastante tradicional en la época donde seguramente vivió. No debía pasar los veinticinco años, pero lo que más le aterró fue una enorme marca que cruzaba todo el cuello, su mirada triste y oscura,  sus labios ensangrentados y un golpe profundo en su ojo.

 

–¿Qui….quién eres….? –preguntó Syusuke, no hubo respuesta más solo una mirada–. ¿Quién eres? –volvió a preguntar.

 

Una sonrisa, una hermosa y terrorífica sonrisa fue lo último que vio.

 

–¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

 

Tezuka inmediatamente se levantó de la cama y corrió hacia la habitación del niño llevándose puesto todas las mesitas en el pasillo, en esos mismos momentos estaba preguntándose porque demonios había puesto tantas cosas en el pasillo. Entró al cuarto abriendo la puerta y encontró a Syusuke blanco como el papel, su mirada perdida a un costado y sus labios secos.

 

–¿Estas bien? ¿Suke? ¿SUKE? –Syusuke gira el rostro y mira a Kunimitsu con terror.

–Acabo de ver……algo horrible…..

–¿Qué sucede….? ¿Qué pasó?.....

–………A Kanata Sanada…………..lo mataron.

–¿Qué? –Preguntó levantando la mano de Syusuke y mirándole directamente a los ojos–. ¿Kanata Sanada? ¿No es ese…..el padre de uno de mis ancestros? –no entendía bien, pero Syusuke continuó.

–Kanata Sanada y Ari Yukimura…….ambos son ancestros de Genichirou, de Seiichi, de mi….y de ti….

–¿Eh?

–El abuelo de Genichirou es primo de tu abuelo, por lo tanto ambos vienen de la misma familia, “los Sanada” –suspiró–. Mientras que Seiichi y yo somos primos, “Los Yukimura”, nosotros tenemos más poderes porque Hirofumi poseía los poderes que Ryo no…..pero, Ryo si tenía poderes ocultos, poderes que jamás usó por miedo, por vergüenza……pero los tenía, y los selló para que nadie pudiera usarlos en su casta, pero Genichirou y tú son especiales….

–Syusuke, hablas demasiado deprisa y no te entiendo.

–Kanata me contó….me contó que….al volver a unirse un Sanada y un Yukimura, se desata la liberación de los dones, Genichirou está comenzando a despertar sus poderes, y…. –le toca la cabeza–. Tus dolores de cabeza van a desaparecer a medida que también empieces a usar los tuyos.

–……….Syusuke…..

–Al unirse Genichirou y Seiichi, los familiares más directos de Kanata y Ari…..se desató el final.

–¿Qué final? ¿De que hablas? ¿Por qué ellos y no nosotros?

–Porque nuestras sangres se mezclaron con la de las familias Tezuka y Fuji, los cuales resultaron ser humanos corrientes, pero mientras Sanada y Yukimura permanezcan con sus apellidos, ellos seguirán siendo los herederos de la maldición.

–¿Qué maldición? ¿Suke? –Syusuke se había desvanecido–. ¿Suke? ¡¿SUKEEEEEEEEEEE?!

 

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–Estoy cansadooooo –habló Chitose mientras miraba más dibujos de los niños.

–Creo que fue mucho por hoy –mira el reloj–. Ya son las doce, mejor me voy.

–Si, creo que si.

–Bueno, te dejo los dibujos Chitose, nos vemos en unas horas en el colegio –se levanta y camina hacia la salida–. Nos vemos.

–Nos vemos….

 

Ambos se detienen antes de saludarse en la mejilla y deciden extender sus manos, por una parte se sentían incomodos por la situación, pero por otra, tenían la necesidad de hacerlo. Shiraishi se fue por la puerta principal y al fin Chitose pudo relajarse. Inmediatamente corrió hacia el teléfono y marcó un número muy extenso.

 

–Niou, al fin Shiraishi se fue y podemos hablar ¿qué pasó? –preguntó el muchacho sentándose en la mesada.

–¡Al fin me llamas!, ese tipo no se iba más –Niou se encontraba en su casa, junto a él podía ver a Marui durmiendo en el sillón y a Jackal cocinando, Yagyu estaba estudiando en el cuarto, por lo que podía hablar–. Kanata apareció en la casa de los Fuji-Tezuka.

–¿Kanata? Dios, estamos en problemas, ellos pueden verlo….

–Si, el final se acerca y tendré que decidirme…..–el muchacho tira los cabellos hacia atrás–. Será difícil, esperemos que Ari  no se nos adelante y podamos invocarlo nosotros en el momento justo.

–Todo es culpa de tu estúpido padre…. –Niou frunce el seño–. Sé que fue por amor, pero ¿con qué necesidad cumplir ese maldito capricho?

–Ari y Kanata echaron a perder el esfuerzo de mi padre, no puedo quedarme así….tenía que hacerlo…..

–Aun así, todos saben que Kanata fue asesinado, y Ari se suicidó a raíz de ello –suspiró de cansancio–. ¿Pero qué tiene que ver Kazuya en todo esto?

–Mi papá quiere a Kazuya, tengo que llevárselo.

–Eso amerita matar al niño, Niou, tú sabes lo que pasaría si lo hiciéramos –miró por el espejo y se acomodó el cabello–. Yukimura ya de por si es demasiado tenebroso sin que le hagan nada, si le tocas un pelo a su hijo, es nuestro fin.

–Pero tengo pensado una forma de hacerlo más natural ¿crees que a mi me gusta robarle la vida a un nene? –susurró para que no lo escucharan–. Demasiado que mi padre tuvo que tomar la vida de muchos pequeños Yukimura que fueron naciendo para que no se encuentren con los Sanada y no pasara “ESTO” que pasó.

–Sigo sin entender realmente lo que te propones….

–Kazuya tiene el poder absoluto, es la fusión de dos dinastías poderosas, así como Hirofumi y Ryo, salvo que él es uno, ósea que sus poderes son aun más monstruosos de lo que estamos acostumbrados –Niou sonrió al ver que Marui se había dado vuelta y cayó del sillón, pero no se despertaba–. No me gusta la idea de matarlo, pero…..es la única salvación de mi padre.

–Todos los niños que mato el idiota de tu padre no eran más que niños con escasos poderes espirituales, ¿por qué no mataste a Seiichi cuando pudiste?

–…….porque……–bajo la cabeza–……..yo……

–¿Estabas enamorado de Seiichi?

–No digas idioteces Chitose, debo irme.

–Niou, Niou –le llamó la atención–. Déjame seguir revisando mis libros, tal vez mi tatara abuelo me dejo instrucciones para poder solucionar esto sin herir a nadie….

–Busca lo que quieras, el destino de ese niño esta escrito, no hay otra forma de……Ah, Yagyu, casi me asustas ¿terminaste de estudiar?

Si ¿con quien hablas?

–Un…..viejo amigo, eso…. –mirando a Yagyu y alza la ceja y se dirige a la cocina, Niou volvió al teléfono y susurró entre dientes–. Hablamos luego.

–Ok, pero no olvides lo que te dije….

–No lo olvidaré –cuelga.

 

Chitose también cuelga y observa los dibujos de Kazuya.

 

–No puedo dejar que ese niño muera, tengo que buscar más información…..

 

::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

–¿Estás mejor? –Tezuka le da un vaso de agua, el chico la acepta.

–Si…bastante…..aaah Kunimitsu, fue horrible, horrible –tomó un poco de agua y dejo un vaso–. Muchas imágenes, muchas cosas horribles.

–Cálmate y explícamelo todo.

–Bien….em…..es sobre un demonio Haisherito….o algo así –Kunimitsu no parecía entender–. Los Sanada, hace mucho tiempo atrás, decidieron llamar a un demonio invocando fuerzas oscuras, con el propósito de lograr vencer, ser la familia más poderosa….pero….a un alto precio.

–Haisherito……me suena.

–Este demonio estaba enamorado de un joven de una  familia, Meriaki…..Meriaki era uno de los hijos de  Kaname Yukimura –sonrió–. Un Yukimura….

–Sigo sin entender.

–Los Yukimura le ofrecieron a Meriaki, chico del cual Haisherito estaba enamorado, si separaba a Kanata de Ari, pero al estar bajo contrato con los Sanada no podía hacerlo, por lo cual decidió implementar otro método, le obligo a Kanata violar a Ari para que este se desenamorase, pero no pudo, por lo cual, la familia Yukimura, furiosos por la violación y el futuro nacimiento de sus dos nietos, asesinaron a Meriaki….también fueron ellos quien asesinaron a Kanata con sus propias manos.

–Por dios, eso, es horrible….

–Haisherito maldijo a los Yukimura diciéndole que mataría a los descendientes, a todos los bebés que pudiera, entre ellos, al niño con más poder –miró a Kunimitsu–. Kazuya.

–¿Qué? –Kunimitsu se levantó–. ¿Cómo?

–Haisherito se caso con una mujer, se hizo mortal y falleció, por lo tanto no pudo seguir con su maldición, pero, Kanata me dijo algo….algo más que no puedo recordar.

–¿Qué cosa? ¿Cuál? –Kunimitsu lo toma de los brazos, pero Syusuke no recuerda.

–No sé, no sé, pero tiene que ver con la maldición……..creo que Haisherito tiene un hijo, pero, no me acuerdo, él dijo algo pero, no recuerdo………ese chico vendrá por la vida de Kazuya o tal vez no. Es un semi humano, por lo que tiene corazón humano y no pudo matar a Seiichi cuando podía hacerlo, y tampoco a Kazuya cuando nació.

–¿Eso quiere decir que aun tenemos posibilidad que ambos queden vivos?

–Exacto……….esto es más difícil de lo que creí.

 

 

Continuará.

Notas finales:

Realmente es agotador escribir ésto, me estaba mareando pero lo pasaré en limpio.

Uno de los Sanada llamó a Haisherito, un demonio, le pidió de deseo que los Sanada fuera una familia fuerte, pero a cambio, Haisherito pidió las almas de los Sanada a medida que morían. La historia se seguía escribiendo hasta el nacimiento de Kanata, hijo único. Kanata se enamoro de Ari, el joven Yukimura hijo de una familia particular por sus ropajes y forma de vida, se decían que eran brujos o algo así, aunque Ari era el único que podía ver espíritus.
Kanata y Ari se enamoraron, Ari quedó embarazado, cuando ésto se supo, los Yukimura llamaron a Haisherito pidiéndole que matase a Kanata. Como Haisherito tenía contrato con los Sanada, se negó, entonces le ofrecieron a Meriaki, un muchacho joven hermano mayor de Ari.  Haisherito aceptó, pero en vez de matar a Kanata, como solo querían que los separase, lo posee y viola a Ari, Ari se da cuenta que no era Kanata sino que estaba poseído, por lo cual le perdona y siguen juntos. La familia Yukimura mata a Meriaki  para que Haisherito no lo seduzca y aunque el contrato no estaba realizado se quedara con él. Haisherito, terriblemente angustiado, decide vengarse de los Yukimura matando a los niños con más poder dentro de la casta, empezando con Kyoto, el nieto mayor de Hirofumi, hijo menor de Ari y Kanata. Luego a Shiniichi pero falleció antes de llegar a Seiichi, por lo que su hijo (Niou) tuvo que encargarse, pero no pudo.
Por otro lado los Yukimura asesinaron a Kanata una tarde en el dojo, lo hicieron aparentar por suicidio (aunque nunca entenderé porque lo hicieron aparentar así si el fantasma de Kanata está golpeado y degollado), Ari al saber ésto se suicida. Como ambos era hijos únicos (Ari tenía a su hermano pero recuerden que lo mataron), los Sanada se quedaron con Ryo, el hijo mayor; los Yukimura con Hirofumi, el menor.

 

Niou es hijo único de Haisherito y Madoka, una mujer humana, Haisherito murió de anciano cuando se mortalizó, pidiendo a su hijo que se deshiciera de las próximas dos generaciones: Seiichi y Kazuya. Haisherito le dejo como recado impedir que un Sanada y un Yukimura se volvieran a enamorar porque sería el fin. Los Sanada eran poderosos físicamente y los Yukimura espiritualmente, por lo que unidos harían una bestia, tuvieron suerte que Kanata y Ari tuvieran gemelos para dividir fuerza y espiritualidad.

 

¿Pordrá Niou hacerlo?


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