Todos estaban listos, sabían a lo que se enfrentarían y el riesgo que corrían, la muerte o ser como ellos, sin embargo, habían secretos que ya no podían seguir ocultos. Es así como Dohko haría una importante revelación a Milo, sobre su familia, su pasado y su relación con Camus, sin prever las consecuencias y solo esperando que el resultado fuera favorable.
- Milo! – detuvo el pelirrojo a quien armado con lo que pudiera llevar se dirigía con los demás para partir.
- Dohko Cierto? Qué ocurre? – cuestiono con su peculiar impaciencia, el menor.
- Hay algo que debes saber antes de seguir adelante, no es coincidencia que tu y Camus se hallan conocido, esto debías saberlo antes pero tu padre murió antes de decirte la verdad y cumplir con su misión – comenzó a explicar el maestro.
- De que está hablando? Conociste a mi padre? – Cuestiono un intrigado Milo quien no podía quitar la mirada del mayor, exigía respuestas.
- Kardia Vlachou, ex teniente de la división de defensa del estado vaticano, uno de los mejores cazadores de la orden, si tu padre viviera tu ahora serias un importante militar en roma, su asesino Degel Bonnet alguna vez fue su mejor amigo y Natasha cuyas iniciales corresponden a esta carta que portaba Camus, era su hermana menor y madre de tu ahora amigo – Revelo el mayor a la par que mostraba la nota que previamente Milo le entregaría.
Ante estas palabras Milo quedo en un shock emocional lleno de sentimientos encontrados, jamás creyó ser hijo de un cazador y que la persona que quería proteger a Camus fuera la madre de su amado y por ende tía suya, eso solo significaba una cosa para él, jamás podría estar al lado de su amado como él quisiera pues estaba consciente de que si Camus sabia la verdad, jamás lo verá si no como siempre lo había visto, un hermano.
- Es tiempo de que te olvides de Camus, aunque lográramos salvarlo, aun así tendría que morir, con su muerte ganaríamos tiempo de eliminar a los vampiros antes del nacimiento de una nueva llave - expreso fríamente – si lo dejas vivir, entonces no habrá esperanzas, solo fuego y sufrimiento eterno, Natasha creyó que al huir lejos jamás podría ser encontrado y podría vivir como un joven normal pero se equivoco y por ese error ella y tu padre murieron, todo esto Kardia lo sabia pero no fue capaz de detener la huida de Natasha la hermana a quien vio crecer desde que fue adoptada por tu familia.
- El destino lo dirá, seguramente mi padre sabia de una opción por ello lo dejo vivir! – expreso ocultando la mirada pues se negaba a hacerse la idea de ver a Camus dentro de un féretro - Y que sabe de su asesino? – cuestiono pensando la forma de salvar a su adorado ojiazul y mientras dentro de sí una parte de Milo respiraba aliviado debido a que después de todo si podría amar a su querido Camus y si no había salida él estaría dispuesto a morir a su lado.
- Degel Bonnet, no siempre fue un asesino, lamentablemente cayó ante el hechizo de seducción de la inmortalidad, nadie pudo detenerlo a tiempo… - comenzó a explicar el mayor cuando fueron interrumpidos por Aioros.
- Todo está listo gran maestre solo les esperamos a ustedes. – reverencio el castaño.
- Escucha muchacho hay respuestas que poco a poco podrás resolver por ti mismo – expreso el mayor mientras le entregaba aquel látigo con afiladas púas de plata que alguna vez fuera de Kardia para después adelantarse seguido de Aioros.
- Maestro fue buena idea entregarle esa arma?, incluso al mismo Kardia le tomo años dominar a la perfección ese látigo – cuestiono el castaño a su maestro.
- Él sabrá usarlo en el momento oportuno solo así sabremos si será capaz de recuperar su poder… - concluyo el mayor.
No paso mucho cuando Milo caminaba detrás de ambos - Siempre te protegeré en tu mente nada te pasara! – expreso, preocupado el peliazul en sus pensamientos con la esperanza de que estos llegaran a su amado en donde quiera que se encontrara.
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Mientras tanto, poco a poco Camus recuperaba el conocimiento en aquella solitaria habitación y quien a su vez basado en su último recuerdo, pudo percatarse y ser consciente de la realidad de su situación, no pudiendo contener su sorpresa al visualizar la habitación en la que se encontraba de la cual, con sus amplios conocimientos históricos pudo identificar la época aproximada de cada objeto, sin embargo, lo que más le dolía en ese momento era el recuerdo de la expresión de Milo antes de perder el conocimiento, recuerdo que aparecía en su mente cada vez que cerraba los ojos, se sentía culpable de haberlo lastimado, pero ya no había marcha atrás, temía que si no se entregaba a voluntad su querido peli azul sería asesinado frente a él.
- Veo que ya despertaste. – expreso una fría voz desde las sombras.
En seguida Camus identifico aquella voz pero algo ocurría dentro de él que le quitaba la voluntad de atacarlo con lo que fuera, de alguna manera sentía que no le haría daño, por lo cual opto solo por quedar al margen, había creído al fin y tal vez obtendría respuestas si lograba sacar ventaja de ello.
- Degel! Dónde estoy?… - cuestiono el ojiazul con la misma seriedad.
- Eso no importa, solo piensa que será el último lugar en el que podrás respirar como un humano, después de eso, o te entregas o desearas que te asesine - respondió.
- Como asesinaste a la familia de Milo? – replico Camus quien entendió la expresión de Milo aquella fatídica noche de la captura.
- Era necesario… – respondió en seco el aludido antes de intentar alejarse siendo detenido por Camus.
- Espera! si voy a morir, moriré sabiendo la verdad. – reto un confiado peliazul.
Tras decir estas palabras, Degel no pudo evitar ver el rostro de la fallecida Natasha reflejado sobre el rostro de Camus, quedando completamente desarmado emocionalmente, mientras que Camus no pudo evitar sorprenderse ante el cambio de expresión de Degel, pasando de la determinación y tranquilidad a la culpa y el miedo en un instante sin entender como un muerto viviente podría tener tales sentimientos y lo cual no le dejo más opción que quedarse un poco más de lo esperado.
- Que es lo que deseas saber? – cuestiono el peliverde.
- Porque asesinaste a la familia de Milo? – fue la primer pregunta, sin duda en ese momento estaba dispuesto a saber más del pasado de Milo que del suyo.
- Kardia fue elegido como el segundo sacrificio por la cantidad de vampiros que elimino durante sus múltiples cruzadas a lo largo del viejo continente – revelo un satisfecho Degel.
- Dejaste vivir a Milo, por qué? – cuestiono nuevamente.
- No era parte de mi objetivo – respondió en seco mientras recordaba el verdadero motivo por el cual no lo había podido asesinar en ese momento.
Esta ultima respuesta no fue del todo aceptada por Camus quien en seguida se percato de la falsedad de la misma, intuyendo que algo mas ocurrió en aquella masacre, pero tenía que conformarse con la poca o mucha información que pudiese obtener, en ese momento recordó lo que expresaba la nota que Sage le entrego en Rusia: “No dejen que él se lo lleve” en ese momento se dio cuenta de que todo lo que paso no fue una simple casualidad y que tal vez el pasado de Milo podría estar relacionado con el suyo.
- Conoces las iniciales N. A? – cuestiono con determinación.
- Natasha, el nombre de tu madre y el primer sacrificio del ritual, debiste morir junto con ella, pero así no funciona, debías vivir hasta que estuvieras listo, al final todo tiene un precio – respondió el mayor.
- Tú… asesinaste… a… mi… a… mi… madre?! – Cuestiono nuevamente pero esta vez con la voz quebrada y la mirada baja, pues estaba ante el asesino de la familia de Milo y la suya, lo cual llenaría de coraje y rencor su corazón.
En un arranque de odio Camus se abalanzo contra Degel al ver como este simplemente asintió, siendo rápidamente sujetado y sometido por él mayor.
- Quieres estar inconsciente de nuevo? Ya la hora se aproxima y no habrá nada que puedas hacer, falta poco y los imperios caerán a nuestros pies. – expreso mientras continuaba sujetando con firmeza a Camus.
- Yo sabré a tus embrujos responder! – exclamo el peliazul quien no podía dejar de mirar lleno de odio a su captor.
Degel simplemente no podía continuar, la mirada de odio del menor lo estaba desarmando y no podía permitirse revelar más allá de lo que podía por lo que decidió que no había más que decir fue entonces cuando opto por retirarse, una vez fuera de aquella habitación hacia lo posible para evitar que sus sentimientos afloraran de nuevo optando por retirarse a su frio y escabroso féretro. Cuando se disponía a ingresar fue rápidamente interrumpido por Minos y Aiacos.
- Interesante – expreso un emocionado Minos quien no tardo en darse cuenta de la situación - Tu lo engendraste cierto? Con aquella virgen… ammm como era su nombre Natasha? Debió ser excitante para ti verla morir lentamente – continuo.
- Como añoro poseerlo en este momento! – Exclamo Aiacos mientras estimulaba su entrepierna - Me pregunto si coger a ese niño será como cogerte a ti – añadió mientras en un arrebato no dudo en juntar sus pálidos labios con los de Degel quien fácilmente correspondió aquel apasionado beso, haría lo que sea por volver a ocultar lo que en ese momento sentía.
- Traje algo para hacer la noche ammmm digamos, más amena – expreso Minos quien con su control mental había traído consigo a tres jóvenes humanos que no pasarían de ser mas que un simple aperitivo.
No paso mucho para que Degel y Aiacos se hallaran completamente desnudos exponiendo ambos sus pálidos cuerpos mostrando sus imponentes miembros listos para penetrar a sus pobres victimas, uniéndose Minos a aquel bacanal de sangre y placer en el cual no solo compartiría sus labios con Aiacos, sino también con Degel, siendo un triangulo perfecto.
Degel no tardo en fusionarse en un beso perfecto con Minos mientras Aiacos le daba un placentero masaje con el cual no tardo en terminar y derramar su esencia en la mano de este, Minos por su parte había dado por terminado aquel apasionado beso para abrir las piernas a una de sus víctimas ultrajándolo sin deparo mientras que con sus afiladas uñas abría su garganta de la cual no tardo en salir aquel delicioso liquido color rojo el cual era recogido en una copa hasta la última gota que sería bebida por sus y hermosos captores.
Mientras tanto Camus continuaba intentando encontrar la manera de salir de aquella habitación sin éxito, salir por la ventana? No era una opción se encontraba en un piso alto de aquel castillo, lo que sí pudo fue identificar era la región donde se encontraba pues al mirar fijamente desde esa altura se podía visualizar una pequeña parte del palacio de Versalles que en su momento albergo importantes figuras de la monarquía francesa antes de la revolución del siglo XVIII lo cual lo llevo a intuir que se encontraba en alguno de los castillos aledaños a dicho palacio, sin embargo, su sorpresa fue mayúscula al percatarse de que era imposible, las distancias no coincidían, a caso era una ilusión el sitio donde se hallaba?.
- Perdóname… Milo… - No dejaba de repetirse a sí mismo mientras cubría su hermoso rostro lloraba como nunca lo había hecho antes.
Fue entonces cuando un extraño ruido hizo estremecer aquella estructura, era una especie de grito o gruñido que provenía de algún lado del castillo, en ese momento un miedo indescriptible comenzó a invadir su cuerpo como si la muerte estuviese a punto de entrar por aquella puerta para llevárselo. Encima del odio y la angustia que sentía en ese momento comenzó a tomar varios objetos de aquella habitación con el fin de encontrar algo con lo cual defenderse, si todo era real entonces tal vez los métodos de defensa de las leyendas antiguas podrían funcionar.
- Si he de morir, lo hare defendiéndome – pensó para sí mismo recordando la valentía de Milo de quien estaba seguro que tampoco se daría por vencido hasta encontrarlo, siendo esto lo único que le daba fuerza y voluntad.
En ese momento se percato de un objeto brillante en el piso cerca de la salida, parecía ser un collar con una especie de dije o colgante en forma de corazón, el cual tomo con mucha curiosidad, al abrirlo todo se congelo…