"Rapsodia" por Yae

Cuando te siento a mi lado

No necesito nada más

Roza mis labios

Porque yo te amo de verdad…

Siempre se considero una persona paciente, tolerante y hasta algo altruista. Confiaba plenamente en Jiraya ya que este siempre fue como un padre, pero desde hace cinco años todos los sucesos que acontecieron aquel día, pondrían ahora toda esa confianza en tela de juicio.

- ¿Otra vez con lo mismo Minato?

- He hablado con Kakashi, esta vez el homicidio fue a tan solo unas calles del colegio de Naruto – el rubio se encontraba de pie frente a la gran oficina de Jiraya frente a su macizo y ornamentado escritorio – y… la descripción… es casi como la de mi hijo.

- … - el mayor pareció ligeramente sorprendido - ¿es que acaso piensas que yo podría hacerle daño a Naruto?

- No… desde luego que no – Minato negó un poco retrocediendo un par de pasos – pero los homicidios que suceden últimamente y… y… lo de Obito y Shisui…

- ¡Yo no tuve nada que ver en eso! – colocó pesadamente sus manos sobre el escritorio haciendo retumbar el eco de su voz en el lugar, su casi nunca serio rostro se tiño de enfado – cuantas veces tendré que repetirlo.

Minato no se intimido ni un poco analizando en todo momento la situación.

- Además… - Jiraya suspiró relajando sus facciones – no tendrías porque siquiera insinuar que yo tuve algo de culpa en la muerte de esos Uchihas, la policía y todas las investigaciones demostraron que yo soy completamente inocente – explicó de modo calmado paseando por su oficina.

- Así es… - el ojiazul afiló la mirada, Jiraya siempre fue un hombre benévolo, pese a que fuera un casa novas declarado llego a casarse con su amor de la juventud Tsunade Senju, una rubia de voluptuosas curvas, directora del hospital más importante de la ciudad y con un carácter de miedo, Todo parecía felicidad para Jiraya que la amaba profundamente. Pero hace cinco años ella fue asesinada de modo espantoso, el cadáver que parecía haber sido sometido a todo tipo de vejámenes dejando una escena impactante fue encontrado en el hospital con algo que marcaria el destino de los Uchiha para siempre… el símbolo del clan se encontró estampado con sangre en las paredes y grabado a filo en el cadáver.

De amante esposo paso a ausente doliente, el principal sospechoso fue Obito Uchiha que trabajaba con ella, pero sin pruebas suficientes fue exonerado con la ayuda de todo el clan.

Jiraya luego de eso cambio radicalmente y al parecer para él todos los Uchihas resultaban culpables de ese hecho y aunque jamás declaro abiertamente su rencor contra ellos, Minato estaba seguro de que algo tuvo que ver con la muerte de Obito que sucedió unos meses después.

Y ahora cinco años más tarde tenia la sospecha de que Jiraya no había logrado eliminar su resentimiento, porque hacia tan solo un año Shisui Uchiha mejor amigo de Itachi fue asesinado también de modo espantoso.

- Minato, si pareciera que no me conocieses – el rostro del mayor dibujo una sonrisa que no supo como descifrar – dile a Naruto que venga a verme de vez en cuando.

- Esta bien – suspiró dando media vuelta – vendré en otro momento – dicho eso salió de la gran oficina topándose con el asistente de Jiraya.

- Minato-san qué bueno que nos visite.

- Solo vine de paso Santiago – el rubio le dedico una mirada de completa desconfianza.

- Es una lástima, con su permiso – hizo una pequeña reverencia entrando a la oficina del que el otro acababa de salir.

Minato hizo un poco de memoria ese hombre empezó a trabajar con Jiraya poco después de que enviudara y nunca le dio buena espina, pero sus ligeramente paranoicas deducciones fueron interrumpidas por el sonar de su celular.

- Minato soy yo.

- Que ha sucedido ahora Kakashi –inspiró hondo esperando malas noticias.

- Acabo de recibir el informe del laboratorio…

- … - guardo silencio temiendo lo que el otro fuera a decirle.

- Hemos encontrado los mismos componentes en el último cadáver.

- Eso quiere decir que…

- Que seguimos buscando al mismo homicida, pero eso no es lo peor… en el informe final se ha comprobado que esa sustancia es una droga degenerativa, esos chicos fueron solo conejillos de indias.

- ¿Ninguna buena noticia? – Minato retomo su camino yendo hacia el elevador.

- Que tal vez tengamos un sospechoso.

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Su suave suspiro se vio opacado por el constante “tic, tac” que producía el reloj en la pared, no podía concentrarse en el libro que sujetaba y que se supone estaba leyendo, pero no podía evitarlo en tan solo unas semanas su vida había sido completamente sacudida… desde el incidente con Jiraya… tembló sin querer al recordar logrando turbarse enseguida… golpeando con el puño cerrado la pared más cercana… aun le dolía… aun le afectaba… deseaba centrarse en otra cosa, retiró su mano adolorida por el golpe relajándose un poco, aun se debatía entre buscar venganza o dejar las cosas como estaban y de alguna manera garantizar la seguridad de su hermano menor.

Pero algo que también atormentaba su pobre alama era lo que estaba sucediendo con Naruto, desde el parque de diversiones y después la escena bajo la lluvia.

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Ver a ese hombre otra vez, pero ahora en su casa fue un golpe emocional devastador, sintió como si reabriesen sus heridas para luego echarles sal encima a las secuelas emocionales y físicas que se estaba esforzando por sanar, ¿Por qué le sucedía eso? ¿Por qué aquel hombre debía presentarse en su casa como un salvador para su familia si tan solo era un despreciable ser humano?, todos sus sentidos se descontrolaron, salió a trompicones de su casa respirando irregularmente, su cuerpo y sus heridas parecieron doler otra vez como aquella noche hasta el punto de casi hacerlo trastabillar, se detuvo cuando la lluvia empezó a caer. Tenía que calmarse no podía seguir actuando de aquel modo, cerró los ojos con fuerza para tratar de calmar aunque sea un poco su alboroto mental pero nada más al abrirlos toda su visión volvió a desenfocarse.

Maldijo una y mil veces su suerte, temblando cada vez más al recordar todo lo que sucedió esa noche… sintiendo asco de sí mismo de nuevo, asco que amenazaba con hacerle perder su autocontrol, se le antojo limpiar ese repugnante sentimiento rasguñándose la piel hasta arrancársela…

Y cuando sus uñas ya se clavaban en uno de sus brazos oyó los pasos en la lluvia de alguien acercarse, sin querer detuvo sus acciones para voltear a verlo… y aun con su vista nublosa lo distinguió…

De nuevo el cielo parecía apiadarse de él en esos orbes azules, se veía cansado como si hubiese corrido de un lado a otro… como si de nuevo lo hubiese buscado con desesperación… ese cielo… ese cielo azul que parecía querer consolarlo…

Y no dijo nada…

Solo guardo silencio…

Cuando el brillante sol en ese resplandeciente cielo se acercó y lo abrazo…

Una parte de él deseaba apartarlo como un acto reflejo, sintiendo pánico tan solo con el contacto ajeno, pero no lo hizo… se deslizo un poco dejándose acunar por el menor, los temblores se fueron de repente junto con el miedo y se dio el lujo de cerrar los ojos reteniendo aquella confortable sensación…

- Juro que voy a protegerte… -

Y ese cielo le hablo…

- Naruto.

Y fue el único murmuro que en respuesta de sus labios brotó…

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Aquella escena bajo la lluvia, recordar eso y en especial lo que paso unos días después que resultaba aun mas incomodo, incluso hacia que un ligero bochorno se adueñara de él se reprochaba infinitamente el haber expuesto su debilidad frente a Naruto y más aun haberse dejado reconfortar por el blondo. Se encogió en hombros de manera inconsciente, como es que podía dejarse confundir de aquel modo por un niño. Naruto tenía la misma edad que Sasuke por lo tanto era un niño de dieciséis años. Pero antes de seguir torturándose con situaciones… de ese tipo, tenía un asunto que resolver antes, desde que salió del hospital su visión le había fallado en varias ocasiones y eso no podía ser normal, luego de la Universidad iría a una revisión médica no sería lógico que de pronto se quedara ciego.

- ¡Les dije que aquí estaba! – la puerta del salón se abrió estruendosamente dejando entrar a un rubio de cabello largo seguido por dos personas más.

- ¿Es por eso que insististe en venir aquí? – uno de ellos tenía el cabello rojo.

- Déjalo Sasori además Deidara tenía razón – el más extraño de todos era un sujeto alto y robusto de piel ligeramente azulada, con rasgos bastante peculiares – Itachi-san estaba aquí.

- ¿Qué hacen aquí? – Itachi enarcó una ceja la ver a sus amigos, desde hace unas semanas no había querido salir con ellos como lo hacía antes – Kizame – le dedicó más atención al mayor esperando una respuesta.

- Ha sido idea de ellos.

- ¡Pero claro! – el rubio de nombre Deidara sonrió ampliamente – es por eso que deje mi obra de arte aquí – fue hacia una de las esquinas del lugar para destapar “algo” que se encontraba cubierto por una blanca sábana reposando sobre una mesa - ¡contemplen el verdadero arte, hum! – retiro la sábana descubriendo una curiosa escultura de arcilla.

- No sé como Konan y Yahiko se salvaron de esto – el pelirrojo se cruzo de brazos.

El silencio sepulcral que prosiguió a continuación dio paso a que todos escucharan el viento silbar a lo lejos.

- … ¡está bien, aquí viene lo mejor! – y sin pensarlo dos veces el rubio apretó un pequeño detonador que estaba conectado a la escultura mediante un cable…

La pequeña explosión resonó en todo aquel bloque de la Universidad…

- ¡Eso es arte! – sonreía feliz mientras el humo se dispersaba y sus amigos tosían a consecuencia del mismo.

- ¡Eso no es arte pedazo de rubia! – gritaba indignado Sasori.

- ¡Claro que lo es! – le rebatió de inmediato.

- Creo que mis pulmones ya no funcionaran igual – argumento Kizame.

- Si se trata de Deidara es mejor no hacerle caso – el pelinegro se dirigió hacia la puerta pero de inmediato fue interceptado por el “artista”.

- Espera Uchiha, queremos saber porque estas actuando así últimamente – le dedico una seria mirada – o es que estas saliendo con una mujer que te golpea – fue su brillante deducción.

- Deidara… - Itachi le miro fijamente clavando su oscura mirada en la contraria.

- … - el rubio tragó pesado temiendo una terrible confesión.

- Los restos de tu arte se están incendiando – señalo de lo más calmado detrás del rubio.

- ¡¿QUE?! – alarmado fue hacia su escultura para intentar apagar el fuego - ¡ALGUIEN TRAIGA AGUA!

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Estudiando… se supone que estaba estudiando pero le era imposible, estrujo entre sus manos el libro de Geografía que sujetaba.

¡Se acabó! Gritó mentalmente arrojando el libro que aterrizo en su pupitre.

- ¿Sucede algo Sasuke-kun? – Sakura se asomó desde su asiento.

- ¡Con este escándalo no hay quien se concentre!

- Vamos teme, no seas amargado – desde atrás oyó la voz de Naruto quien estaba casi recostado de lo mas cómodo sobre su silla – si Kurenai-sensei no vino tenemos que aprovechar el tiempo dattebayo.

Sasuke no le respondió solo se puso de pie entre todo el escándalo y alboroto del salón de clases cortesía de sus demás compañeros que no paraban de hablar y jugar, estaba enfadado con Naruto así que solo le dedico una indiferente mirada de soslayo.

- ¿Eh? – que para el rubio no paso desapercibida, se sentó como debía viendo de pies a cabeza a su mejor amigo y quedaron así viéndose fijamente varios segundos – teme… tu…

El pelinegro afiló la mirada notando la seriedad en los orbes de Naruto de seguro que el rubio ya se había dado cuenta de la razón de su enfado, pero… un momento. ¿Por qué estaba enfadado? , no tendría porque tener motivos.

- ¿Tu… aun no has podido ganarle a Itachi en los videojuegos? – la seriedad del ojiazul se convirtió en una tonta sonrisa.

- … - y esa fue la gota que derramo el vaso, se acerco al rubio para sujetarlo del cuello de la camisa y arrastrarlo fuera del salón.

- ¡Oye teme que haces, suéltame! – trataba de zafarse siendo arrastrado de modo muy poco elegante frente a Sakura que sonreía nerviosa, todos los compañeros de curso se quedaron en silencio viendo la escena sin querer seguirlos al ver la peligrosa mirada que Sasuke les dedicó.

A rastras lo llevo a la azotea empujándolo contra la puerta una vez que hubieron llegado. Naruto cambio su expresión de repente, no le gusto en nada que lo arrastraran así y fácilmente pudo librarse pero no quiso arriesgarse a empezar una pelea en el salón o en algún pasillo, pero si el pelinegro quería ahora agarrarse a golpes con gusto aceptaría.

- ¿Por qué me miras así, es que quieres golpearme?

Sasuke apretó los dientes con fuerza estaba tentado a golpear a ese rubio hasta que algo bueno brotase de esa cabeza.

- Naruto… tu… - se detuvo antes de terminar “¿qué te traes con Itachi?”, quiso preguntar pero le pareció pésima idea, aun así no podía evitar sentir ira al tan solo imaginar que su hermano y el ojiazul tuviesen algún tipo de relación, eso era imposible… imposible.

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Itachi se encontraba apoyado en la puerta casi sentado en el piso y Naruto estaba… casi sobre el sujetándolo por los hombros…un pequeño temblor asalto a Sasuke al ver esa imagen, ya que Naruto estaba de espaldas no le dejaba ver lo que estaban haciendo y cuando vio que su hermano mayor colocaba sus manos sobre los hombros de Naruto intentando rodear su cuello como si se estuviesen besando o al menos esa fue la impresión que le dieron su cuerpo volvió a reaccionar y debió hacer algún sonido o los vasos en la bandeja que sujetaba debieron repiquetear porque en un segundo Itachi aparto a Naruto viéndolo con sorpresa.

- Sasuke… - el pelinegro mayor se puso de pie a toda prisa.

- Je, je… ¿teme a donde fuiste? – Naruto sonreía nerviosa y tontamente como enamorado descubierto al besar a su novia.

Sasuke se sintió estúpido por unos instantes, la sola idea debía ser risible, Itachi y Naruto ¡jamás! Tendrían nada, no debían… no podían… inspiro hondo calmándose.

- Terminemos con la terea de una vez usuratonkachi… - solo dijo eso y entro a su habitación esperando que Naruto fuese tras él… pero el atarantado rubio no entro si no pasados  dos largos minutos.

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Esa era la razón de su enfado… no el hecho de haber encontrado a Naruto en una situación tan comprometedora con su hermano mayor ya que su cerebro se había convencido de que eso nunca sucedería y eran solo exageraciones suyas o eso creía. La razón era que el rubio pasara dos largos minutos hablando con Itachi quien sabe que cosas, si no eran amigos no tenían motivos para cruzar palabra, arrugó el entrecejo con enfado al sentir una extraña sensación en el estomago.

- Sasuke… - la voz de Naruto le devolvió a la realidad – no sé porque estas tan enfadado pero…

Y antes de que se diera cuenta el rubio había invertido papeles, ahora era Sasuke quien estaba acorralado contra la puerta.

- … si seguimos así me obligaras a decir cosas que no debo – la seriedad en Naruto ligeramente incomodo al pelinegro.

- … - ¿a que podría referirse? – de que estás hablando… - pese a sentirse un poco vulnerable en aquella situación Sasuke prefirió aclarar las cosas de una buena vez, que Naruto le dijese lo que estaba sucediendo con Itachi.

- ¡Joder teme! ¡ya dije que no debo! – pero  para Naruto las cosas no estaban nada bien… es más, no podían estar peor, ver a Sasuke tan cerca, tener su rostro a escasos centímetros y más aun sus labios… esa cercanía, casi logrando percibir el aliento del otro estaba haciendo estragos con su confundida mente, todo eso amenazaba con hacerle perder la calma y el poco autocontrol que siempre tuvo, inspiro hondo tratando de apartarse antes de cometer alguna estupidez.

- Habla de una vez – el pelinegro lo sujeto de la solapa de la camisa para evitar que se alejara.

- Después vas a odiarme Sasuke… no podría mirarte a los ojos de nuevo…

Sasuke apretó el agarre conteniendo su rabia, que otra razón podría existir para que Naruto le dijese eso… el muy dobe traidor tenía algún enredo con Itachi y aunque le doliera admitirlo de algún modo se sentía abandonado.

- Lo siento Sasuke…

Pero antes de que pudiese gritarle o golpearlo lo que hizo Naruto lo dejo por completo en shock, el rubio le había plantado tremendo beso en la boca dejándolo anonadado en lo que duro el mismo, cuando el ojiazul se aparto la cara del pelinegro continuo llena de pasmo, Sasuke Uchiha nunca se considero o considero ser gay pero su mejor amigo acababa de besarlo y no lo dejó ni asimilar la situación. El blondo lo aparto de la puerta saliendo bastante rápido.

Una vez solo Sasuke apretó sus puños con fuerza, con demasiada fuerza, con un demonio que ahora estaba más confundido que antes…

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La oscuridad de aquella habitación no parecía incomodarle en lo más mínimo, camino entre penumbras como si conociera el lugar con perfecto detalle sin chocar o rozar ninguno de los muebles lo demás. Con calma se acerco al buró abriendo las gavetas y sacando varios papeles de allí. En las hojas se podía distinguir fotografías de adolescentes con sus datos impresos en ellas, las hojeo un par de veces hasta separa una, una hoja en que se podía distinguir claramente la fotografía de Naruto.

- Se acabo el tiempo… Jiraya-sama – hablo solo en medio de las tinieblas notándose a duras penas la siniestra sonrisa que esbozó.

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Afortunadamente para él en la tarde no tendría practica en ningún club, así que pudo salirse luego del receso, no hubiese podido ver a Sasuke de nuevo… luego… de que… lo besó… ¡lo besó! Se sobresalto algo nervioso, se sentó en la banca del parque más cercano. Naruto suspiró realmente desanimado, besar a Sasuke era una de sus mas escondidas fantasías y una de las mas bizarras, que pudo por fin cumplir, no sabía si sentirse feliz como una lombriz, dar de botes o darse de topes contra alguna pared. Si, había besado a Sasuke y lo disfrutó, pero lo que temía era la reacción del pelinegro… por eso se fue antes de verla… tenía mucho miedo de lo que fuese a decirle… de que le gritase que sentía asco y que jamás correspondería sus sentimientos.

Suspiró profundamente entre arrepentido y triste, no era solo el hecho de haber besado a Sasuke… también estaba el terrible hecho de haber besado antes… a Itachi.

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Era cierto, pregunto por Itachi porque se le antojaba volver a verlo y saber si estaba bien, desde el abrazo bajo la lluvia no había podido dejar de pensar en él y en lo mucho que le estaba gustando el pelinegro mayor, sacudió su cabeza de un lado a otro eso no podía ser posible, pero ver a Itachi primero con la luz del ocaso en aquella iglesia y luego empapado con la lluvia con ese semblante lleno de tristeza lo habían embelesado sin darse cuenta. Pero ahora estaba haciendo la tarea con Sasuke debía centrarse en eso, pero el pelinegro hace nada había salido de la habitación, se puso de pie para salir también y espiar un poco haber si Itachi llegaba pero no, lo que sucedió lo tomo como una señal… la puerta de la habitación del hermano mayor se abrió dando paso a que este saliera quedando parado en el marco de su puerta al ver al rubio.

- Itachi – una sonrisa se dibujo en su rostro y se acerco al mayor – creí que no estabas.

- ¿Y Sasuke? – fue la pregunta del nombrado.

- …mmm … - pregunta que a Naruto le incomodo así que decidió ignorarla - ¿estás mejor?... – lo examino de pies a cabeza.

- Así es… - apenas respondió el otro dando media vuelta para volver a entrar a su habitación.

- Espera – Naruto lo sujeto de un brazo pero soltándolo en el acto temiendo que el pelinegro reaccionara con pánico.

- … - Itachi se mantuvo en su lugar sin voltear.

Inspiro hondo pensando en lo que iba a decir… en lo que quería decir, si siempre fue impulsivo esta vez sí lo lamentaría.

- Me gustas… tu me gustas – pronuncio con cuidado.

El pelinegro abrió los ojos algo más volteando para cerciorarse de que Naruto “no” le estaba hablando a él… pero al hacerlo se topó con ese cielo que lo miraba fijamente solo a él…

- ¿Entiendes que acabas de decir?

- Por supuesto.

El ojiazul dio dos pasos hacia adelante e Itachi uno hacia atrás trastabillando sin querer, deslizándose por el marco de la puerta quedando casi sentado en el piso y de inmediato el menor se inclino para quedar a su altura bastante cerca pero sin siquiera llegar a rozarlo. Quedaron así uno segundos que les parecieron eternos, tan solo mirándose. Naruto admitía que le gustaba Sasuke y que tal vez no era tan solo gustar… pero estaba seguro de que ese sentimiento jamás llegaría a prosperar… pero ahora también admitía que Itachi le estaba gustando…bastante, tal vez demasiado.

- Lo dije antes… yo… no voy a lastimarte dattebayo – Naruto sonrió ampliamente y cuando notó que Itachi no parecía querer apartarlo se atrevió a sujetarlo por lo hombros con suavidad, acercando su rostro al contrario cerrando los ojos de manera inconsciente al rozar sus labios con los de Itachi…

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Al infierno… de seguro se iría al infierno, aunque Naruto no fuese creyente estaba seguro de lo que había hecho estaba mal, no podía haber besado a ambos Uchiha sin que una maldición no le cayera encima, se tiro de los cabellos con frustración maldiciendo su torpeza interna, quería aclarar sus dudas pero nada mas estaba hecho un lio… suspiró hondo relajándose un poco… estaba seguro de que Sasuke nunca lo vería como otra cosa que no fuese un amigo o un rival, alguien con quien eventualmente se agarraba a golpes para variar… pero Itachi… con él las cosas parecían ser diferentes.

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Cuando Sasuke entro a la habitación luego de casi pillarlos con sus labios demasiado juntos Naruto suspiró aliviado, hubiese sido terrible que los llegara a ver, ahora se encontraba frente al pelinegro mayor en una algo tensa situación.

- A… antes de que digas algo, te advierto que lo que dije lo dije en serio dattebayo… y… y lo que hice… - tomó aire para que las palabras le salieran con un tono de seriedad – quiero volver a hacerlo – aunque sus argumentos dejaran mucho que desear.

- … - Itachi lo miro atentamente sin decir una palabra preguntándose porque esta vez el tacto del rubio no lo incomodo, no sintió miedo ni nada parecido… necesitaba saber la razón, tal vez así podría intentar olvidar lo que aun lo torturaba – el próximo lunes… - tal vez así podría intentarlo – salgamos a algún lugar… - ¿es correcto aferrarse a alguien por esas razones? ¿esas eran sus únicas razones?

- ¡Claro! – el rubio sonrió de lo más feliz – te veré a las siete´ttebayo, no vayas a llegar tarde porque esta vez sí voy a atrapar a ese pajarraco si faltas - feliz entro a la habitación de Sasuke a terminar la tarea.

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Consiguió una cita para el día de hoy que era lunes, debía verse con Itachi para salir con él, debía estar a la altura y comportarse como un hombre, cuidaría al pelinegro como lo más valioso y no dejaría que nadie lo volviera a lastimar… pero… ¿y Sasuke?, volvió a tirarse de los cabellos, ¿Cómo es que espero la respuesta de Itachi después de besarlo y cuando besó a Sasuke se fue antes de que el otro pudiera hablar?... al infierno de seguro que se iría al infierno… suspiró de nuevo, Sasuke jamás le correspondería y en verdad deseaba cuidar a Itachi que aunque fuese mayor que él lo veía como a alguien a quien debía proteger y querer.

Entre tantas dudas no se dio cuenta de que ya pasaban de la seis de la tarde, cuando vio su reloj alarmado se puso a correr a penas tenía el tiempo de llegar a su casa cambiarse de ropa y volver a salir, se arrepintió de no haber llevado a “Kyubi” su motocicleta ese día.

Agotado llego a su casa entrando a toda prisa.

- ¡Ya llegue, mamá voy a volver a sa… - cuando entro a la sala se quedo boquiabierto al ver a su madre junto a Mikoto… a Sasuke… y a Itachi… y algunas… “maletas”.

- Naru-chan – Kushina le sonrió – Fugaku está teniendo algunos problemas con su casa así que Mikoto, Itachi y Sasuke se van a quedar con nosotros unos días.

Sudó frio tragando pesado al tener la mirada de ambos hermanos sobre él… este debía ser un sueño o tal vez una pesadilla hecha realidad.

4.- Kiss