Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Saludos, espero no me hayan olvidado, mil disculpas pero este capitulo se me alargo, no quiero molestarlos asi que los dejo leer, muchas gracias por sus reviews y su apoyo espero disfruten el capitulo siete.

¡Enjoy!

 

 

 

 

En completo silencio como si de un alma en pena se tratase regreso a la habitación que compartía con su hermano en aquella casa. Ingreso en silencio y en la completa oscuridad se dirigió a su cama… pero no quería dormir allí, no quería estar presente cuando Itachi regresara…

 

 

Su placido sueño se vio interrumpido al oír los suaves golpes en la puerta, algo adormilada se incorporo en la cama.

-Adelante… - bostezo cubriéndose la boca con una mano sorprendiéndose de inmediato al ver a su hijo menor entrar por la puerta con un futon entre sus manos - ¿Sasu-chan, paso algo? – parpadeo un par de veces al verlo acercarse y empezar a acomodar el futon en el piso a un lado de la cama - ¿Te has peleado con Itachi? – probo a pregunta.

- … - se mordió los labios antes de responder – aun no ha llegado – no se atrevió a mirar a su madre a los ojos, así que una vez hubo terminado se recostó entre las cobijas del futon colocandose de lado.

- Tranquilo Sasu-chan – Mikoto le sonrió con dulzura pese a que su hijo ni siquiera la miro – ya verás que pronto volveremos a nuestra casa – se acerco al borde de la cama para poder estirar un brazo y acariciar los cabellos de su hijo con ternura maternal, solo una caricia – no siempre lloverá – se percato como Sasuke se encogió en hombros al oír lo último, conocía el carácter de su hijo pero algo muy malo tuvo que haberle pasado para que quisiera dormir junto a ella, si desde que era un niño siempre corría al cobijo de su hermano salvo en una ocasión cuando tenía cinco años en la que se escabullo entre sus sabanas luego de pelearse con Itachi pero eso a Fugaku nada de gracia le causo – buenas noches Sasu-chan – susurro de ultimo tratando de volver a conciliar el sueño, estaba demasiado preocupada por el paradero de su esposo quien no había vuelto a llamar… sin él no sabría que hacer.

 

--------------------------------

 

 

Apenas los primeros rayos de sol se colaron por la claraboya lo incomodaron lo suficiente como para revolverse un poco aun durmiendo casi sobre el escritorio que había en la habitación, con los brazos cruzados y el rostro hundido en ellos fue como paso toda la noche, no fue sino hasta que el insistente y repetitivo sonido de un “tic, tic” en la ventana que lo obligo a abrir los ojos con pesadez, su oscura mirada se topo con la de un cuervo que al otro lado de la ventana la golpeaba con su pico.

- Es temprano – dijo estirando los brazos y acomodándose en la silla en la cual hubo dormido bostezando de paso y cubriéndose la boca - ¿Cómo llegaste aquí? – pregunto después abriendo la ventana para dejar que el pájaro entrara a la habitación.

En respuesta la oscura ave solo grazno un par de veces aleteando un poco.

- Solo tengo esto – le alcanzo el platillo que estaba a un lado con los restos del emparedado que preparo a eso de las cuatro de la madrugada, el córvido de inmediato se puso a picar la comida con ahincó.

El pelinegro volvió a estirar los brazos en tanto soltaba la coleta que sujetaba sus cabellos, suspiro en silencio al ver la cama en la que dormía su hermano menor vacía, recordando de inmediato que cuando se asomo a la habitación de su madre lo hallo ahí durmiendo en un futon improvisado en el piso, tal vez debía prestarle algo más de atención a su hermanito, estos días parecía estar demasiado liado con algo que desconocía.

Pero bien… él también tenía demasiados líos personales en aquellos momentos, volvió a suspirar más de una vez como queriendo golpearse contra alguna pared haber si así reaccionaba sobre lo que estaba haciendo…

Naruto…

Como un nombre tan simplón podía turbarlo de manera tan peligrosa, se cubrió el rostro con una mano, fue una terrible idea llevar al rubio a su trabajo, acabaron metidos en tremendo embrollo cuando esos sujetos los emboscaron y a duras penas salieron bien librados de aquello… pero eso no fue lo peor, lo peor fue lo que sucedió después.

Se sintió tan desorientado por unos instantes luego de querer desahogar sus deseos asesinos en aquel macarra en el callejón hasta el punto de matarlo y lo habría hecho de no ser porque Naruto intervino, cuando sintió el tacto del atarantado rubio detenerlo junto a su voz fue como si de un momento a otro toda esa ira desapareciera en tan solo un segundo, como si tan solo en un instante toda la violencia en su corazón se esfumara sin desearlo.

Con pesadez se dejo caer sobre una de las camas clavando su oscura mirada en el blanco y perfecto techo del lugar, tal fue esa sensación de seguridad y tranquilidad en aquel momento que no se resistió en lo absoluto cuando Naruto lo beso… al extremo de corresponderle sin entender ahora la razón.

Tal vez si la entendía…

Y tan solo estaba tratando de negar lo que ya era evidente.

Naruto…

Volvió a murmurar ese nombre en su fuero interno, con veintidós años había tenido varias relaciones sentimentales todas con mujeres, pero en ningún momento se sintió tan confundido como ahora, cerró los ojos sin querer recordando el beso que compartió la noche anterior y el suave abrazo que el rubio le regalo con ese par de palabras a su oído “Te quiero”,  se recostó de lado encogiéndose un poco, Naruto tenía tan solo dieciséis años era más que obvio que no podía estar tomándose la cosas en serio, pero cada vez que creía eso el ojiazul le salía con una sorprendente burrada nueva. Ignoro los graznidos del cuervo quien recorría la habitación a punta de pequeños brincos para recordar lo que sucedió cuando llegaron juntos.

 

0oo0o0oo0o0oo0o0

 

Aun algo contrariado ayudo a Naruto cuando este pareció recién reaccionar ante los golpes recibidos, con magulladuras en la cara y el cuerpo fue el rubio quien más golpes recibió, en realidad fue el único que recibió golpes, por su lado fue la cadena que aprisiono su cuello dejándole algunas marcas tan solo.

En silencio llegaron a la casa del rubio deteniéndose unos instantes en la puerta antes de entrar.

- Ita – el rubio lo llamo ganando su atención de soslayo – lo que dije lo dije en serio, no estoy jugando dattebayo – y aun con la cara maltratada por los golpes le sonrió ampliamente.

- Naruto creo que ahora no es momento de hablar de eso – trato de evadir el tema.

- ¿Y entonces cuando?,  ¿mañana? – el ojiazul le miro expectante como niño esperando la navidad.

- … - algo acorralado por la mirada contraria estuvo a punto de responder que sí, que mañana hablarían, pero en ese instante la puerta de la casa se abrió de golpe mostrando a Minato con cara de pocos amigos.

- ¡Pa… papá! – el rubio brinco del susto separándose de Itachi.

- ¿Qué fue lo que les paso? – el mayor frunció el entrecejo al verlos así.

- ¡Naru-chan! – de inmediato Kushina salio por la puerta abrazando a su hijo - ¡¿Qué te paso estas bien?! – lleno de besos a su hijo.

Momentos después los cuatro se encontraban en la sala, con la pelirroja madre de Naruto atendiendo los golpes de su hijo solo como una madre habría de hacerlo.

- ¿Y donde lo encontraste? – Minato dedico toda su atención a Itachi.

- A unas calles de acá,  por eso lo ayude a llegar – fue la mentira que se le ocurrió, no iba a decirle a nadie que Naruto fue a su trabajo y luego se metieron en una trifulca de callejón.

-De ser así te lo agradezco – pero el rubio mayor no parecía muy convencido – y tu Naruto – elevo la voz viendo a su hijo – deja de meterte en peleas callejeras ya te lo había dicho, agradece que esta vez Itachi pasara por casualidad por allí – reprendió en tono bastante severo.

- ¿Eh? – el nombrado se sorprendió un poco mirando con incredulidad a su padre, para luego posar su azul mirada en la oscura del pelinegro notando otra vez esa expresión como la vio en el hospital la primera vez, esa que le pedía que no dijera nada y que curiosamente siempre pudo descifrar.

- Es cierto Naru-chan – Kushina tiro de una oreja de Naruto haciendolo quejarse de dolor – ya deja de meterte en ese tipo de líos que me dijiste que ibas a estar con tu novia.

- ¡Pero si estaba con ella dattebayo! – se zafo del agarre de su madre como pudo.

- ¿Entonces te pelaste para protegerla? – ilusionada la pelirroja junto sus manos esperanzada.

- ¿Novia? – Minato enarcó una ceja confundido, si hace nada su hijo había dicho que beso a…dos… chicos… o chicas tal vez, clavó  de nuevo su mirada en Itachi analizándolo por completo.

Y algo incomodo ante el comentario de Naruto y la escudriñante mirada del padre del rubio, Itachi se dirigió a las escaleras para subir a la habitación que por ahora utilizaba.

- Me retiro – dijo quedito tratando de que lo ignoraran.

- Hasta mañana Itachi y de nuevo gracias – no podía negar que la mirada de desconfianza que Minato aun le dedicaba no podía augurar nada bueno.

- ¡Itachi, juro que te protegeré! – y fue solo cuando Naruto elevo la voz para decir aquello que el pelinegro se detuvo a mitad de las escaleras para voltear a verlo con los ojos bastante abiertos.

 

 

0oo0o0oo0o0oo0o0

 

A eso se refería cuando decía “las burradas que hacía o decía Naruto”, quien en su sano juicio diría algo así frente a sus padres y menos después de la mentira que le había inventado a Minato sobre que encontró a Naruto cerca de su casa con algunos golpes.

Se cubrió el rostro con una almohada, era frustrante no poder predecir las acciones del rubio que cada vez parecían más extrañas, no es que deseara tener el control sobre todo, pero le incomodaba estar siendo de algún modo arrastrado por dichas acciones. Recordar las expresiones de Minato y Kushina cuando su hijo dijo aquello era como para desear desaparecer, ambos padres parecieron haber oído mal pero al ver la ligera sonrisa en el rostro de su hijo dirigieron toda su atención a Itachi como si este fuera algún fenómeno de circo, fue un momento realmente incomodo por no decir embarazoso, bien pudo responder con algún brillante comentario para salir del aprieto dejando a Naruto como un atolondrado adolescente, pero… ¡pero! en aquel momento sus brillantes neuronas fallaron por un par de segundos dándole solo como opción dar media vuelta y entrar como poseso a la habitación.

Y ahora se reprendía aquello, lo hizo casi toda la noche hasta que se quedo dormido sentado en una silla y con parte del cuerpo apoyado en el escritorio, apresurado se levanto para ver la hora, daban casi las siete de la mañana, al ya no ver al cuervo dedujo que este se fue por la venta abierta, de inmediato entro al cuarto de baño para tomar una ducha bastante rápida. Se cambio de ropa hallando a la mano solo una camisa negra y unos pantalones de jeans, no quiso detenerse a combinar su atuendo, cogió un saco algo largo para cubrirse y salió lo más rápido que pudo usando la puerta de la cocina para evitar encontrase con alguien. Camino bastante rápido con el cabello aun mojado pero sujetado como siempre lo traía, estaba nervioso como hacía tiempo no se había sentido, necesitaba relajarse y resolver muchos asuntos, no podía permanecer en esa casa ni un día más, estaba seguro que si permanecía tan cerca de Naruto por más tiempo terminaría enredado en una relación demasiado complicada que solo metería a ambos en problemas.

Se detuvo antes de cruzar una calle, en que estaba pensando, Naruto  era el mejor amigo de su hermano menor, no podían salir ni mucho menos tener algún tipo de relación romántica, hurgo entre sus bolsillos buscando cigarrillos, chasqueando la lengua al recordar que hace tiempo había dejado de fumar, respiro con algo de irregularidad al sentirse acorralado por lo que al parecer estaba sintiendo, que se supone que le diría a Naruto, este parecía demasiado ilusionado con la posibilidad que sin querer Itachi había alimentado, salir juntos como una pareja, se sintió más nervioso al considerar la misma posibilidad…

Tal vez…

Tan solo tal vez…

- Itachi, que bueno que te encuentro, cuando fui a buscarte ya te habías ido.

 Al fin reacciono ante esa voz, vio a Minato Namikaze en su elegante automóvil detenido allí a unos pasos de donde a Itachi le había dado la gana de pararse para resolver sus dudas sentimentales.

- … - el pelinegro le miro algo sorprendido, no quería hablar y menos con el padre de Naruto.

- Necesitamos hablar, es demasiado importante – pero el rubio parecía haber  leído sus pensamientos, abrió la puerta del  automóvil invitando a que Itachi entrara – prometo no quitarte mucho tiempo.

Sentía que estaba sudando pero debía ser solo paranoia suya, se relajo retomando su sereno semblante antes de entrar al automóvil del mayor, cerró la puerta para dirigir su mirada al frente sin un punto exacto al cual prestar atención.

- Vayamos por partes – Minato puso en marcha el auto, viendo de reojo a su pasajero al lado, ahora parecía más calmado pero cuando lo hallo lo noto bastante agobiado - ¿hace cuanto conoces a Jiraya?

 

 

0oo0o0oo0o0oo0o0

 

Durante el resto de la noche no pudo conciliar el sueño más q en par de breves ocasiones, tan solo cuando el amanecer ya casi se escabullía entre los espacios dejados por las cortinas fue que el cansancio trato de invadirlo, pero no pudo dormir, el día de hoy tenía muchos asuntos pendientes que resolver.

Pese al cansancio se levanto en silencio para no despertar a su madre, recogió el futon y salió de la habitación, como un gato al acecho camino en completo silencio hasta detenerse frente a una puerta. Inspiro hondo antes de girara la perilla con sumo cuidado rogando porque Itachi no estuviese o estuviese completamente dormido, lo que encontró fue lo segundo, su hermano dormido sentado en una silla casi recostado sobre el escritorio como en esas escasas ocasiones en las que se quedaba durmiendo así luego de estudiar lo de un semestre en una noche.

Suspiro de alivio sin darse cuenta, una parte de su interior temía no haberlo hallado o haber encontrado también a Naruto en la habitación pero desde luego cosas así jamás las admitiría.

Con cautela y sigilo deslizo las cobijas del futon debajo de la cama, la idea de cubrir a su hermano con una manta ni siquiera cruzo su mente, decepcionado… estaba decepcionado de Itachi y al mismo tiempo estaba furioso con él, pero no podía ni le reclamaría nada, la tristeza que embargo su corazón la noche anterior le confirmo aunque no quisiera aceptarlo que sentía algo más que tan solo amistad por Naruto…

Lo peor era que perdería al rubio gracias a su hermano mayor… más concretamente por su hermano mayor.

¿Cómo debía sentirse entonces? ¿como debía reaccionar ante todo aquello?

Por el momento no tenía idea y antes de que para su mala suerte su hermano despertara busco un cambio de ropa para salir nuevamente de la habitación. Tomo una ducha y salió de la casa con extrema cautela evitando encontrarse con Naruto quien de seguro se levantaría temprano para alguna de sus dichosas practicas de club.

 

0oo0o0oo0o0oo0o0

 

Suspiro entre cansado y hambriento al no haber podido dormir bien en la noche y sin desayunar era evidente su agotamiento, pero que mas daba esa sensación no era nada comparada a la que experimento la noche anterior al ver a Itachi y a Naruto juntos. Sasuke trato en vano de olvidar la odiosa imagen de ambos besándose, era sofocante pensar que su hermano y su mejor amigo fuesen gays terminaran casándose y viviendo juntos el resto de sus vidas sin tener hijos.

Continuo caminando ignorando casi todo a su alrededor, estaba harto de vivir bajo la sombra de Itachi pese al cariño que le tenía a su hermano, en su interior siempre albergo el deseo de superarlo… en todo.

Se detuvo cuando llego a aquel enorme edificio, lugar donde el padrino de Naruto era el dueño, apenas daban las siete de la mañana se seguro que aun no habría nadie.

- Que bueno que nos visite, Sasuke-san.

Volteo al oír su nombre topándose con el asistente de Jiraya, Santiago que quien como invocado apareció en escena.

- ¿Viene a hablar con Jiraya-sama?

- Así es – respondió escuetamente.

- Tiene suerte llegara dentro de poco, puede esperarlo dentro – el mayor ingreso al edificio.

Sasuke lo dudo unos instantes recordando la razón por la que decidió hablar con Jiraya, apretó los dientes con fuerza al diablo con Itachi, si su hermano prefería perder el tiempo retozando con Naruto, el mismo se encargaría de resolver los problemas por los que su familia atravesaba.

- ¿No viene? – Santiago volvió a salir.

Y aunque lo dudo por un par de segundos mas, Sasuke lo siguió, dentro tan solo los guardias los saludaron, una vez llegaron a uno de los elevadores se dirigieron al último piso.

- La mayoría de los empleados llegan a partir de las 7:30 y por lo visto usted tenía mucha prisa por hablar con Jiraya-sama, ¿no es así Sasuke-san? – el asistente perfilo esa sonrisa que nada de confianza inspiraba.

Cuando llegaron a su destino el ascensor se detuvo abriéndose las puertas del silencioso lugar.

- Aquí se encuentran los departamentos de administración y ventas – le explico a la vez que se encaminaba por los corredores de las enormes oficinas en su mayoría con paredes de cristal – ya que este edificio se encarga de la publicidad para los productos que desarrollamos es uno de los lugares favoritos de Jiraya-sama, pasa aquí bastante tiempo – le dirigió hasta llegar a una enorme puerta bellamente ornamentada - ¿Y a considerado la oferta?, nos alegraría mucho que trabajase junto a nosotros – completo al detenerse.

- No tengo porque hablar de eso contigo – Sasuke imito su acción sin prestarle atención – eres solo un asistente por no decir secretario, repitiendo todo el tiempo “Jiraya-sama”, que desagradable.

Santiago lucio sorprendido unos instantes ante aquel evidente insulto, pero enseguida relajo sus facciones soltando una ligera carcajada.

- ¿Qué es tan divertido?

- Disculpe Sasuke-san, sabía que los Uchiha eran prepotentes y orgullosos pero no creí confirmarlo de primera mano – acomodo su corbata con elegancia – supongo que con esa actitud jamás admitiría una derrota o dejara que alguien más le arrebatara lo que desea, eso resulta elogiable.

Sasuke analizo lo que acababa de escuchar buscando algún deje de sarcasmo en todo eso… pero era cierto… no podía dejar que nadie le arrebatara lo que deseaba… nadie. Maldijo en sus adentros al volver a recordar a Itachi y a Naruto juntos.

Pero en ese momento oyeron los pasos de alguien acercándose cuando ambos voltearon se encontraron con Jiraya.

- Muy buenos días Jiraya-sama – Santiago hizo una reverencia – Sasuke-san lo estaba esperando.

-Entonces llegue justo a tiempo – el mayor de todos sonrió ampliamente – adelante Sasuke, hablemos en mi oficina – abrió las puertas de su elegante despacho invitando al pelinegro a entrar quien sin decir una sola palabra ingreso junto a Jiraya a la vez que las puertas se cerraban dejándolos solos.

- ¿Y bien? – Jiraya se sentó en su cómodo sillón - ¿vienes a hablar de la propuesta que te hice?

- … - el menor inspiro antes de hablar – la estoy considerando y me preguntaba qué tipo de trabajo podría hacer yo aquí.

- Ciertamente tienes solo dieciséis años, pero aquí aprenderías lo necesario, no te pido que te involucres con la publicidad pero si puedes ayudarnos no habría problema, en ocasiones el trabajo se nos acumula y… descuida no te pondremos a servir café – aclaro algo divertido ante la expresión de enfado que Sasuke estaba adquiriendo – y la paga bien lo vale, me alegra que aceptaras eso demuestra que te importa tu familia – agrego.

- No dije que aceptaba.

- Bien, pero estas aquí y es por algo -  el peliblanco se puso de pie – puedes empezar al terminar tus clases, Santiago te explicara con más detalle – se encamino a la puerta para abrirla – claro, siempre y cuando aceptes, de ser así siéntete bienvenido Sasuke, estoy seguro de que no lamentaras tu decisión – sonrió de nuevo – ni siquiera Itachi podría hacerlo mejor…

 

----------------------------------------

 

Las nubes arremolinadas que decoraban el cielo no permitían que el solo pudiese admirarse por completo, condujo en silencio pese a que la pregunta que le hizo a cierto pelilargo de cabellos brunos hace ya dos minutos no obtuviese respuesta. De tanto en tanto le dedicaba una que otra mirada de reojo, pero Itachi lucia ausente, pese a estar sentado a su lado parecía no querer prestarle atención, así que detuvo el automóvil para verle de frente o al menos intentarlo. Pero en cuanto apago el motor Itachi se dispuso a abrir la puerta para salir del auto, sin embargo Minato fue más rápido y tan solo tuvo que apretar un botón para asegurar las cuatro puertas.

- ¿tan grave es el asunto? – pregunto.

- Voy a llegar tarde a la Universidad – fue la mediocre excusa que uso Itachi, convenciendo mas a Minato de que algo grave aun estaba pasando.

- Que sorpresa, un verdadero genio que podría ya haber concluido su carrera hace mucho está preocupado por llegar tarde –el rubio resoplo buscando la manera de obtener información pero el pelinegro parecía muy reticente a querer hablar.

- Él… él es padrino de Naruto – al fin hablo mirando hacia afuera todo el tiempo sintiéndose algo acorralado – lo he visto unas cuantas veces… solo eso. – completo manteniéndose sereno.

Pero Minato Namikaze siempre fue muy empático pudo distinguir el casi imperceptible temblor de Itachi al hablar y esa urgencia muda de querer salir de allí que demostraba.

-No confías nada en mi – suspiro decepcionado.

- … - Itachi se mantuvo en su postura, ¿confiar en Minato?, no tenía motivos para hacerlo, pese a conocerlo hace años siempre se mantuvo distante del padre de Naruto… Naruto, ese atarantado rubio que con todo lo que demostraba si parecía poder confiar en él… aunque sea un poco… se cubrió el rostro con una mano, en que rayos se supone que estaba pensando.

- ¿Itachi? – Minato lucia algo confundido – si no eres honesto conmigo no sé si pueda intentar ayudarte.

El pelinegro reacciono por fin girándose para verle.

- ¿Por qué razón tendrías que ayudarme?

- Eso depende, pero necesito saber si Jiraya tuvo algo que en lo que sucedió esa noche cuando Naruto te encontró a ti y te llevo al hospital.

Para la mala suerte de Itachi, el rubio mayor era igual de directo que su hijo solo que con algo más de tacto.

Minato no perdió detalle del cambio de expresión del otro, ahora lucia ligeramente… ¿asustado?, no, de seguro tan solo conmocionado, su respiración se acelero un poco, volvió la vista al frente buscando algún punto de apoyo que no encontró, mirando a las personas pasar como si buscara con algo de desesperación a alguien, confirmándole al ojiazul lo que temía.

- ¿Itachi, te encuentras bien? – trato de sujetarlo de un brazo pero el menor se alejo de modo inconsciente – necesito que me digas si él...

- No hay nada que decir – le interrumpió – estas equivocado Minato incluso me atrevería a decir que paranoico – dijo de corrido temiendo que su voz se quebrara.

- Ya veo… luces muy convencido, siento haberte incomodado – suspiro dirigiendo su vista también al frente, colocando sus manos sobre el volante, al parecer Itachi no iba a decirle nada sobre aquello.

- Las puertas.

- ¿Has terminado de leer el libro? – pregunto de ultimo a la vez que quitaba el seguro de las puertas.

- Aun no – respondió saliendo por fin del automóvil.

- Deberías hacerlo, así la próxima vez que hablemos no solo lo hagamos de verdades que huelen a mentiras – finalizo haciéndose oír antes de que Itachi se fuera dejándolo tan solo con un sonoro portazo.

 

 

0oo0o0oo0o0oo0o0

 

Las clases de la mañana le resultaron más que agobiantes estaba cansado después de las practicas tan temprano, pero esa tan solo era una mínima parte de su cansancio, lo otra se debía a su estado de ánimo, ya que no pudo hallar a Itachi antes de irse y curiosamente tampoco se encontró con Sasuke, pero ahora estaba allí observando la negra cabellera de su mejor amigo desde su asiento que justamente quedaba atrás, el pelinegro había llegado tarde a clases… bastante tarde.

Cuando por fin finalizaron las clases como zorro en cacería espero el momento justo para interceptar a Sasuke antes de que este saliera del salón ignorándolo como lo había hecho durante todo el día.

-¡Oye Sasuke espera! – dijo antes de que el otro saliera del salón, hastiado lo siguió, interceptándolo en el pasillo - ¡deja de ser tan teme y espera un momento! – hablo fuerte poniéndose justo delante del pelinegro. Pidió disculpas por haberlo besado, el sentimiento de culpa lo seguía agobiando pero quería recuperar a su mejor amigo.

Pero Sasuke siempre fue un hueso duro de roer, permaneció de pie frente a Naruto sin decir una sola palabra y sin cambiar su seria expresión, el ojiazul trago pesado, algo en su interior le decía que si a Sasuke algún día se le metía alguna tonta idea de venganza en la cabeza nadie lo haría cambiar de opinión… tal vez si podría con años de persecución, sacudió la cabeza ante tan ilógicos e improbables pensamientos.

-¿Me estas evitando? – ya que el pelinegro no parecía querer decir ni una sola palabra hizo él la pregunta.

- No eres tan importante – fue la cortante respuesta.

Naruto arrugo el entrecejo algo más molesto, de seguro Sasuke estaba molesto realmente molesto aunque siempre fue igual de “teme”. Cuando este dio por terminada la conversación dio un paso al lado para seguir con su camino el rubio no tuvo otra opción más que sujetarlo de un brazo.

- Necesitamos hablar Sasuke.

Y ahora fue el turno del nombrado de ver la seria expresión que Naruto había dibujado en su rostro como si de un momento a otro el dobe rubio que conocía se hubiese ido de paseo muy lejos.

- No tengo nada de qué hablar y menos con usuratonkachi como tu – escupió sus palabras con algo de ira contenida zafándose con brusquedad del agarre.

- ¿Sigues enfadado por lo del be…

Pero Sasuke no lo dejo terminar de inmediato azoto los libros que llevaba en la mano contra la pared muy cerca de la cara del rubio pero sin sorprender a este.

- Deja de decir idioteces – afilo la mirada en su claro gesto de enfado, sorprendiéndose al ver su expresión reflejada en los azules ojos de Naruto como si de una zarco espejo se tratase. Contrariado por su propia actitud decidió evadir la mirada a paso rápido trato de alejarse. Desafortunadamente no conto con la abrupta acción de Naruto que quien se le lanzo por la espalda tumbándolo en el acto, se lastimo al caer pero eso fue lo de menos cuando el rubio acerco sus labios a su oído para susurrarle.

- Sasuke…

Y se le helo la piel por un segundo al oír su nombre.

- … lo siento si soy tan insistente – fue lo que termino de decir el rubio antes de levantarse de sobre Sasuke ante la confundida mirada de algunos de sus compañeros que parecían creer que aquello era una nueva pelea entre ambos.

El pelinegro pareció tardar un par de segundos en reaccionar y solo lo hizo cuando vio a Naruto pasar de largo, se levanto lentamente tenía la sensación de que Naruto no quiso decir eso. Apretó los puños con fuerza viendo sus libros en el piso se sintió estúpidamente frustrado y confundido… “maldita sea, porque tenía que ser Itachi”, pensó en su infinita amargura.

 

 

Camino apresurado hasta llegar donde su motocicleta para colocarse el casco con algo e torpeza antes de montarse en Kyuubi y alejarse lo más rápido que pudo del colegio. Estaba harto de esta situación, la cosas con su mejor amigo se estaban tornando casi insostenibles, quiso pensar que Sasuke necesitaba algo de tiempo y se lo daría, cuando por fin había arreglado en su vida otra cosa se salía de su cauce original, estaba feliz por haber avanzado tanto en su relación con Itachi… detuvo la motocicleta de golpe produciendo un rechinido molesto.

Itachi…

Si, debía centrarse en él a partir de ahora, no podía dejar que todo lo que había logrado se fuera por el caño, si le costó horrores conseguir que el Uchiha mayor le prestara algo de atención. Saco su celular para llamarlo, el insistente pitido empezaba a estresarlo, ¿por qué no le contestaba?, siguió intentando varias veces sin obtener respuesta, lo último que le faltaba era que Itachi decidiera ignorarlo y hacer de cuenta que nada pasaba entre ambos, la idea lo aterro y lo enfureció a riesgo de estrellar su celular en el pavimento, pero como si hubiesen adivinado su intención al fin le contestaron.

- ¿Qué sucede? – al fin oyó la voz de Itachi.

- ¡¿Cómo que que sucede?!, si llevo llamándote un buen rato, ¿por qué no contestabas? – reclamo controlando su tono de voz, no quería que el pelinegro terminara colgándole.

- Tenía cosas que hacer.

- Ah ya veo… - se mordió el labio inferior ante aquella manera tan fría en la que estaba siendo tratado - ¿Y ahora ya tienes tiempo?

- Algo así.

- ¡Bien, perfecto! – sonrió pese a sentirse algo tonto, como si fuese el único que creía que ambos tenían una “relación” – ahora si estoy con Kyuubi, dime donde estas y llego enseguida dattebayo.

- … - expectante espero la respuesta de su interlocutor, respuesta que se hizo esperar y que solo llego luego de unos segundos acompañada por un pequeño suspiro – te veré en la estación central.

- ¡Genial dame diez minutos y te veo alli´ttebayo! – casi grito de la emoción y encendiendo de inmediato su motocicleta, llegaría en menos de diez minutos.

 

--------

 

 

Espero de pie al lado de un poste de luz, deseaba un cigarrillo como hacía tiempo no lo había hecho, como era posible que hubiera aceptado verse con Naruto, recapacito en ese instante… debía aclarar las cosas de una buena vez por todas…

¿Pero qué le diría?

Suspiro con verdadero cansancio, seria más fácil si Naruto se olvidara de todo, aunque no estaba seguro de cómo reaccionaría si ese fuera el caso. El sonido de la motocicleta al detenerse justo frente a él lo hizo reaccionar, de inmediato el rubio se quito el casco que llevaba para sonreír como solo él sabía hacerlo.

- ¿Llevas mucho esperando? – fue lo primero que pregunto bajándose de su famosa Kyuubi.

Itachi negó suavemente, había llegado hace un par de minutos, observaba con detalle a Naruto buscando la mejor manera de abordar tan delicado tema, dejar en claro que entre ambos no podía haber nada salvo una relación de conocidos.

- ¿Estas bien? – los azules ojos del rubio también parecieron estudiarlo con cuidado.

Entreabrió la boca ligeramente para decir algo, pero tuvo que retroceder un poco al percibir como Naruto acercaba su rostro al suyo.

- ¿Vas a hacer de cuenta que nada paso? – la inquietante mirada azul ya no lucia tan feliz como hace unos instantes - ¿Sera que ahora ya no me quieres tener cerca? – increpo.

- Na… ruto – apenas pronuncio, miro a ambos lados como buscando algo a su favor - ¿lo harías pese al lugar donde nos encontramos?, si es así, adelante - satisfecho vio como Naruto parecía caer en cuenta del lugar donde se encontraban,

El blondo retrocedió un poco encogiéndose en hombros y bajando la mirada al percatarse de la cantidad de personas que iban de un lado a otro.

- Tenemos que hablar… lo de anoche…- pero la ligera ventaja que Itachi había conseguido se esfumo en una milésima de segundo, Naruto se acerco para besarlo en la boca, aceptando y ganando el desafío.

Y para evitar que se alejara le sujeto de los brazos disfrutando en pleno de la sensación, el pelinegro mantuvo abiertos los ojos un par de segundos antes de intentar ver a su alrededor, no se resistió pero tampoco participo del beso.

Cuando por fin se separaron pudieron oír lo que algunas personas decían “¡pero qué horror en plena vía publica!”, “¡que lindos!”, claro que los comentarios despectivos fueron mayores, algunos los miraron de modo ofensivo e incluso hubo chicas que se sonrojaron y se les quedaron viendo como si hubiesen visto algo maravilloso. A Itachi le pareció sorprendente la mueca del rubio una de total despreocupación, como si no le afectara en lo mas mínimo lo que los demás dijeran, pero el pelinegro estaba seguro de que eso era mentira.

- Ya vámonos Naruto – hablo por fin – acompáñame al hospital.

- ¿Al hospital?, ¿estás enfermo? – algo alarmado de inmediato el rubio se subió a la moto entregándole el casco a Itachi.

- No – respondió secamente decidiendo si iba a aceptar ir detrás de Naruto sujetándose de él, pero era mejor que quedarse a discutir para recibir más mal intencionados comentarios del público. Subió a la motocicleta para sujetarse del rubio, de quien no pudo ver la feliz sonrisa que esbozaba.

 

-----------------------------------

 

 

Llegar a su primer día de trabajo no le resulto tan incomodo como pensó, al final solo le dieron algunos papeles que reviso sin entender mucho y sin prestarles interés, lo malo de aquel trabajo al parecer solo sería lo terriblemente aburrido que iba a resultar. Al menos  ya no tardaban en dar las siete de la noche, podría irse a casa… a esa casa donde desgraciadamente ahora tenía que vivir.

Lo había pensado durante todo el día, si entre Naruto y su hermano mayor había algo lo averiguaría para estar seguro… lo que aun no había decidido era lo que haría después… si los mencionados no tenían ningún tipo de relación, ¿qué haría entonces?, tratar de acercarse esta vez él a Naruto para… allí su razón se interponía. Pero… si Itachi y Naruto estaban saliendo…

¿Se haría a un lado?

No claro que no, Itachi además de ser su hermano era una pésima opción para Naruto, el rubio no sabía qué tipo de persona era Itachi, no es que fuera un peligroso mafioso ni nada parecido, tan solo… no era persona conveniente para el rubio. Suspiro quedito llegando a la planta baja para salir del ascensor, tenía que hacer algo… y algo rápido.

- ¡Sasuke!

Respingo al oír su nombre con esa inconfundible voz, sorprendiéndose aun mas al ver a Naruto allí corriendo de la recepción hacia donde él se encontraba, justo a tiempo.

-  ¿Oye teme que haces aquí? – pregunto como si nada hubiese pasado.

- Estoy trabajando dobe – respondió algo contrariado por la cambiante actitud del otro, pero la oportunidad era perfecta – pero… acompáñame – se encamino hacia las escaleras para buscar algo más de privacidad pero deteniéndose al no ser seguido por Naruto quien le miraba con cara de niño de cinco años – tu dijiste esta mañana que teníamos que hablar, bien hagámoslo ahora – escupió sus palabras casi como si fueran una orden, siguió caminando sintiendo por fin los pasos del otro tras de sí.

Ambos se detuvieron casi al empezar las gradas, para que los demás no los viesen.

- Sa… Sasuke… yo – Naruto lucia algo nervioso viendo de cuando en cuando el ascensor como esperando a alguien – lo que paso en el colegio no fue...

- Naruto – pero lo interrumpió – mañana ni tu ni yo iremos a clases – hablo con ligera sorna.

- ¿Eh? – y el rubio parecía el ser mas confundido sobre el planeta.

 

...

 

Si Naruto era el ser mas confundido, Itachi se sentía como el más desdichado, maldijo una y otra vez a ese hombre, maldijo casi todo lo que paso durante el día, cuando llego al último piso busco de inmediato la oficina de esa persona.

- ¿Itachi-san? – hastiado vio a Santiago acercarse a él - ¿Qué hace aquí?

Ignoro al sujeto y de inmediato se acerco a la oficina.

- Has llegado justo a tiempo Itachi – por un segundo creyó temblar, cerró sus puños con fuerza al ver la enorme puerta abrirse dejando salir a Jiraya esbozando una siniestra sonrisa – te estaba esperando.

 

 

Triste y solitario

Cuesta tanto admitir

Que ahora

Ya no puedo vivir sin ti.

 

                             

7.-     “Just in time”

 

Notas finales:

Bueno espero no se hayan aburrido tuve que cortar una parte al final pero la pondre en el siguiente capitulo como hago en recuerdos y eso. Criticas sugerencias seran recibidos, gracias de nuevo y hasta el siguiente capitulo que yo me pongo las pilas y nos leemos pronto. Cuidense.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).