VISION DE TAKANO.
¿Qué era lo que estaba encima de mi?, entre sueños me hice esas preguntas, pero, solo escuche a decir a alguien la palabra “te amo”. Abrí mis ojos lentamente, ya no molestaba el peso de esa persona sino la luz de donde yo descansaba y mejor me senté, claro que con ayuda de la persona.
-.*tranquilo* —que ya hayas despertado pero, ¿Cómo estás? —En verdad parecía preocupado y con algo de lágrimas, disfrazando sus verdaderos sentimientos con una falsa sonrisa. ¿Quién era ese chico? Pero como me hablaba con tanta familiaridad…
-.solo con un poco de dolor de cabeza, pero dime quien porque…
Mis palabras fueron calladas por un beso de parte de él. En mi interior surgió la necesitad de hacerlo mío y entonces unimos nuestras lenguas; era una sensación embriagante que me incitaba a mas, a besar su cuello y hasta donde se encontraba… ¿Qué estaba pensando? ¡Ni siquiera sabia que conocía al joven o no! Lo empuje levemente, mi mente era un desastre por lo que no tenia coherencia con nada de mis movimientos.
-. ¡Pero qué diablos haces! —Me dolía.
-.*nervioso* —lo siento… es solo que…
-. ¡Ni siquiera sé quién eres! —Dolía tanto.
-. ¡¿Qué?!
-.no sé si te conozca pero mejor vete ahora mismo. —Que cruel de mi parte.
-.pero…
-. ¡¡VETE!! —Este chico…
-.perdón pero si me permites te lo explicare después. —¿Qué era este chico para mí?
Mi migraña creció a tal punto de que n o quería saber de nadie ni de nada, con solo acostarme me conformo.
NARRADOR.
No había palabras para el vocabulario de esta situación que otra vez se presentaron los mismos dolores de cabeza con los cueles atormentaban su pensar que hasta no contuvo mas estrés que solo se dejo caer, desmayándose. Ritsu oía todavía las voces del exterior, pero sus formas de mantenerlo despierto no duraron mas así que solo hundió su mente en la obscuridad de sus sueños, que del cual no quería despertar y decir, preguntar, nada.
Regreso a su conciencia, de nuevo en la habitación que se encontraba en un principio; ya no estaba solamente su acompañante mujer sino también los 2 hombres que estaban antes de desvanecer.
-.perdóname Onodera-san, le cause problemas de los que ya tenía.
-.no te preocupes, algún día me tenía que enterar de una u otra.
-. ¡Ya Ricchan, no quiero que estés así; por favor tienes que tranquilizarte! —Ella se lanzo en su cuerpo abrazándolo mientras lloraba se veía tan acabada.
-.te lo juro An-chan, te prometo que no volveré a ceder en eso.
-.gracias.
-. *tocándole su cabeza* —Ritsu descansa, solo es cuestión de sueño y paciencia para que te sientas mejor: el doctor dio esas indicaciones.
-.bien Usami-san.
Se acomodo a un lado de la cama para acomodar su cuerpo, pero no durmió sino espero a que todos se fueran y volteo su cabeza de nuevo para ver al techo: casualidad que también el pelinegro habría hecho lo mismo al mismo tiempo. Su mano izquierda junto con sus ojos se dirigían hacia la dirección misma de su mano, y el mayor con la dirección opuesta repitió el acto; los 2 pensaron en todas la cosas que pasaron en ese día: lo duro que la pasaron que solo se quedaron mirando su mano hasta quedarse dormidas 2 almas, que por azares del destino separaron sus sentimientos. ¿Por qué? Quién sabe, pero eso si “toda tiene alguna razón”