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*Amnesia* por conan-chan

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Notas del capitulo:

tanjoubi omedetou naru-chan!!!!!!

I: tarada (bofetada en su rostro)

K: que! es 10 de octubre..... y no me golpees.

I: no eres mas tonta porque ya mataste todas tus neuronas...

K:oye!!

I: es 23 de octubre, taradupida....

K:enserio??!! jejejeje (rascandose la mejilla)

lo siento mucho por no actualizar, tengo una excus....ejem...ejem.... una razon bastante creible..... me cortaron el internet y bueno muchas cosas mas, pero como dicen... peor es anda... asiq ue espero que les guste este cap....

y que hayan pasado muy bine en mi ausencia y sin  mas que decir cap.....

advertencias: recuerdos...

nos vemos en las notas finales...

Amnesia

Por

Konan- chan e Iyari

Capítulo 19

Te debo una Kyubi

Pov`s Naruto

 

Estaba  tan aburrido, había acabado de arreglar su casa y no sabía que más hacer, tenía que  prepararse para la misión que tenía, era tan cansado que le daba flojera hacer una simple misión de entrega al país vecino, eso le tomaría cerca de un día y medio y como era viernes, el llegaría a casa el domingo en la madrugada y para combinarla, Sasuke, también estaba de misión de investigación en el país vecino, sería una suerte encontrarse pero aun si lo hiciera no habría nada que hacer, trabajo era trabajo, así que no le interesaba mucho esas cuestiones y recordó muchas cosas en su pasado, ya sentado en  una silla del comedor y con una taza de té de manzanilla. Recordó cuantas veces habían venido hasta su casa sus amigos y los padres de estos a pedirle que aceptara  el título, Hokage , lo reconocía, ahora eso ya no le importaba mucho, tanto había pasado en esos cinco años que no había estado en la aldea, para comprender que su sueño no era ese, no era el  ser reconocido como alguien importante o como el más fuerte, se había dado cuenta que no servía para estar en un oficina encerrado, se había dado cuenta que su familia era lo primordial, no aceptaría por ninguna razón que en los años más importantes de su hijo el pasara sólo en el trabajo, aunque aún le gustaba hacer misiones y demás, pero siempre se había decidido por misiones que no fueran tan largas, en cambio, Sasuke, si lo hacía. Se entristeció al pensar que su hijo tenía más apego a su padre que a él, pero lo entendía, habían pasado tantas cosas, cosas de las que se arrepentía millones de veces ahora con su pequeño niño. Hacia buen clima, suspiró, tenía que dejar todo en el pasado, ya que era el pasado, y no se volvería a repetir, él, se  procuraría de que no sucedieran de nuevo (N/A: el humano es el único animal que cae con la misma piedra, dos veces).

 

 

Recordó en ese momento que dejaría lavando la ropa de su hijo,  el silencio de su hogar lo dejó pensando en varias cosas y más en esa extraña actitud de su hijo,  que había adquirido hace un mes más o menos, siempre que llegaba corría  a su habitación y se encerraba hasta la hora de la cena y nuevamente hacia lo mismo cuando terminaba de comer, ya eran varias noches que no había podido darles  las buenas noches ya que siempre dormía con el seguro de la puerta, lo dejó así y también Sasuke, con el dicho de “que está creciendo”, bueno, era algo ilógico, era un niño de apenas 7 años, en su cabeza sólo habían dos opciones: una, que se encerraba haciendo la tarea o estudiando o dos, escondía algo. Estaba seguro que era la segunda opción, pero cuantas veces no había rebuscado en la habitación cuando este iba a la academia y no encontraba nada, ni una pista o era que en verdad estudiaba hasta tarde o que era muy bueno escondiendo cosas. Se rindió en los primeros cinco días que notó el cambio de su,  Yuu-chan. Así que había dejado de un lado esa actitud, mientras su hijo estaba bien no tenía ningún problema.

 

Entró nuevamente a esa habitación, tan desordenada como siempre, sonrió y suspiró con resignación, al darse cuenta que su hijo también había heredado eso de él, su falta de orden. Sonreía, era un niño, pero deseaba algunas veces que hubiese heredado el sentido del orden de su serio, oto-san. Pero ya nada, su hijo era así. Recogió todos los juguetes que se encontraban en el piso y fue cuando recordó que  debía cambiar los futones de la cama de su pequeño, se dirigió directamente al armario, donde  se encontraba las dichas telas. La abrió con algo  de dificultad, suspiró esta vez cansado, ya cuantas veces le había pedido  a, Sasuke, que arregle esa maldita puerta y este, no lo hacía. Sacó las sabanas  de manera rápida, tenía que bañarse y dejar todo listo para la cena para que su hijo no se muriera de hambre. Sacó los futones  y dejó semi abierta la puerta del armario  camino hacia la cama de este, enrolló las cobijas de su niño para ponerlas en la lavadora.

 

Mientras tanto el pequeño cachorrito había salido de “su pequeña habitación” algo animado creyendo que sería su dueño el que llegó, salió y vio a ese rubio alto delante de la cama de su pequeño dueño y avanzó hasta el, le  agradó, emitía un aura igual al de su dueño, se acercó, pasó entre los pies de este. Naruto por su parte metido en sus pensamientos sintió el suave pelaje de alguien caminado alrededor de sus pies, se asustó y dejó caer los futones sobre el perrito. Vio a todos lados y no vio a nadie, fantasmas, su  primera idea, un sudor frío recorrió su espalda ante tal pensamiento, removió su cabeza como si alejara esos pensamientos de su mente. Terminó de arreglar la cama de su hijo y tomó las cobijas y con ellas al perrito que se había adentrado más adentro  de la tela acolchonada. Salió de ahí pensando por qué los futones estaban tan pesados pero sin ponerle tanta atención las  tiró de manera violenta hacia la canasta. Aprovecharía el estar ahí, primero lavaría la ropa de su hijo y después las cobijas.

 

 Naruto, se  sacó la ropa para entrar a la tina,  la cual había dejado que se llene, entró a la ducha como, Kami-sama, lo trajo al mundo. Mientras tanto, el perrito, forje ceo por salir de  entre las sabanas, se estaba ahogando, una vez que consiguió salir de allí, saltó de la canasta directo al piso, le dolió, sacando un chillido de su garganta, Naruto, a su vez   rogaba  a, Kami-sama, que no fuera lo que él creía.

Ese rubio  lo sabía, ya cuantas veces había rechazado en ir a vivir al barrio, Uchiha, ahí había ocurrido una masacre literalmente y no. Sasuke,  ya cuantas veces le había dicho que no sea un gatito asustadizo ¿Por qué  estas cosas pasaban cuando estaba solo? Salió de la ducha algo lento y abrió la puerta hacia la lavandería,  escuchó el sonido repetitivo de la lavadora, no vio a nadie más, le dio miedo, pero no, él era un hombre recto y derecho, quien había luchado hasta casi morir. Quién diablos creería que alguien con un historial tan limpio, bueno, casi tan intachable  tendría miedo de  “fantasmas”  tomó una toalla y la amarró alrededor de su cintura, sacó su cabeza al pasillo y escuchó unos saltos y unas garritas haciendo eco. Naruto, casi chilla como niña al escucharlo.

 

Mientras tanto, el perrito, sólo había querido alcanzar una borla que se encontraba sujeta al picaporte de la habitación de Naruto y Sasuke. La respiración del blondo se volvió agitada, empezó a temblar, no era posible ¡estaba asustado!. Si  fuera un ladrón o un pervertido no tendría miedo alguno pero esos ruidos tan extraños hacia que su mente le juegue una mala pasada, escuchó como los pasos se acercaba hacia donde él se encontraba, no tenía intención alguna de sacar de nuevo su cabeza al pasillo. Los pasos se acercaban, tenía que ser fuerte, qué pensaría su hijo si lo viera en esa situación, ni se lo quería imaginar, parecía que los pasos ya sólo estaban a unos diez metros de distancia de la puerta, se decidió, salió a ver  tomando todo el valor que tenía, y nada, su espina sintió otro viento frío al no haber visto nada, no estaba loco o ¿sí?

 

-¡ahhhhhhhhhhhh!- gritó como niña el plena adolescencia al sentir algo rasposo en los dedos de sus pies, saltó hacia el lugar más alto que podía (encima de la lavadora) y lo vio, un lindo cachorrito de pelaje oscuro como la noche, sentado, viéndolo animadamente y sacando su lengüita. Era tan tierno, que sonrió, se rió de sí mismo, bajó de la lavadora y se arrodillo para poder cargar al perrito.

 

- ¿de dónde apareciste? perrito, me diste un gran susto ttebayo, aunque prefiero que seas tú y no unos fantasmas- el perrito ladró como si le entendiera. Él  sonrió amablemente y lo cargó, lo  alzó hasta su rostro y este lo lamio.

 

Repentinamente escuchó la voz de alguien conocido en su interior.

 

-jajajajajaja. Mocoso, eso fue realmente genial, parecías un niño que casi moja sus pantalones-

 

-¡cállate  Kura-chan!-

 

-¡que no me digas así!-

 

- ahora quien es el avergonzado, jajajaja, y por qué no me dijiste nada, aunque sea sólo para que me des ánimos, tebbayo-

 

-es que amo verte como un mocoso que aún necesita que lo cuiden-

 

-oye. Pero me pregunto cómo llegó este lindo perrito hasta acá-sonrió.

 

-no eres más tonto porque eres un idiota, piensa, Naruto, ahí está la respuesta del cambio de personalidad de tu pequeño cachorro- respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

 

-entonces es esto lo que estaba ocultando pero, Yuu-chan, sabe perfectamente que a Sasuke no le gustan los animales-

 

-creo que deberías escuchar primero las razones de tu hijo, antes de hacer cualquier otra cosa-

 

-y tu perrito, te quedas conmigo, es tan lindo como, Kurama- pensó con gracias logrando que el zorro de su interior se enojara.

 

-cállate tonto mocoso-se sonrojó ante tal pensamiento de su contenedor.

 

Fin del flash back Naruto.

 

Y ahí lo vio, a su lindo oto-chan con su lindo cachorrito, ¡diablos!, no se había esperado que esto acabara así.

-Yuu-chan, puedes decirme ¿por qué lo tenías escondido en tu habitación?- preguntó amablemente viendo a su hijo.

-yo...Yo... No sé de lo que hablas, oto-chan-afirmó nervioso mirando a otro lugar.

-Ayumu Yousuke Uchiha Uzumaki- lo llamó por su nombre completo, eso sí que le daba miedo-

-hai, oto-chan- lo miró a los ojos y vio esa seriedad que tan pocas veces había visto en su oto-chan.

 

- respóndeme ¿de quién es este lindo perrito?- acarició la cabeza del  animal.

 

-bueno… -  comenzó la explicación de todo lo que había ocurrido un mes antes.

 

Naruto lo escuchaba sin reacción alguna hasta el final de la historia de su hijo, sintió el nerviosismo de este, ya que no le veía a la cara y sólo miraba al suelo jugando con sus dedos, sonrió con ternura, lo comprendía, era un niño tan bueno… tan justo.

 

-Ayumu- llamo su atención de manera seria, provocando un saltito del menor.

 

En la mente de este sólo pensaba en llorar, no quería alejarse de su nuevo amiguito, no lo quería abandonar y peor aún, no quería alejarse de él, pero ahora su padre ya lo sabía todo, no podía portarse como un niño egoísta, pero lo que pasaba por su mente era bastante egoísta, por así decirlo, desde  hace tres años había decidió no encapricharse por nada, no ser egoísta y ser más considerado, pero el simple hecho de saber que alejarían de su perrito de su lado hacia que quisiera gritar todo lo que pudiera lastimar a su padre, si llegaba el momento en el cual le diera una respuesta negativa.

 

-…-suspiró pesadamente al ver los suaves estamos en el cuerpo de su hijo- no llores, Yuu-chan. Comprendo lo que hiciste, pero estuvo mal engañar a tu oto-san y a mí-

 

-yo…yo…sólo  quería-susurró, sintiendo el gran brazo de su oto-chan recargarse en su espalda- ¡cuidarlo y protegerlo!- gritó desgarrando su garganta- yo…yo… quería que siguiera viviendo… yo quería que fuera mi amigo- levantó su mirada,  mientras su lagrimas salían a borbotones, mojando esas mejillitas sonrosadas.

 

-Yuu-chan,  no te preo pues- revolvió los cabellos azabaches de su hijo- ya veremos la manera de decirle a tu oto-san lo de tu pequeño amiguito- sonrió amablemente mirando con sus ojos llenos de amor a su hijo-

 

-¿enserio?- lo miró con sus llorosos ojitos y sintió como una luz blanca iluminaba a su oto-chan- gracias, oto-chan-lo abrazó como si de eso dependiera su vida y siguió mojando el pecho de su rubio padre con sus lágrimas. Se sentía tan feliz, nunca se había imaginado que, Naruto, se  tomará las cosas tan  positivamente, era extraño, hasta cierto punto, ya que el aún le tenía un poco de miedo al rubio por todo lo que había ocurrido años antes, cuando no vivían en la aldea.

 

Ayumu sintió que se le salía el corazón por la boca de tanta felicidad que sentía, nunca creyó que su oto-chan lo ayudaría en ese sentido, después le agradecería con algo. Se   alistaba a dormir. Su oto-chan se había ido a su misión rápidamente y con esas palabras que hacía que amara cada vez más a su oto-chan.

 

-no te preocupes Ayumu, cuando  vuelva tendrás que responderme algunas preguntas y planearemos en como resolveremos todo esto. No puedo quedarme mucho tiempo más, ya que, mi equipo se adelantó y por último, come bien y escoden al perrito  de tu oto-san- guiño uno de sus azulados ojos  y poso sus manos en sus labios con una linda sonrisa, mientras veía a su hijo aun con algunas lagrimitas, y aun con algunos espasmos en su cuerpecito, sosteniendo entre sus pequeño bracitos al cachorrito que ladro como si despidiera del hombre- cuídense- le dio un tierno besito a su pequeño hijo en la frente  e igualmente le dio un besito en la cabeza del perrito- cuida a mi hijo- escuchó un ladrido como una afirmación y el rubio salio de ahí.

 

Ya era sábado por al noche y seguía esperando la llegada de su oto-san y nada y fue cuando una pequeña  águila mensajera había llegado a su ventana,  lo reconocía, era una invocación de su padre, era la primera vez que lo veía y grato fue su susto al escucharlo hablar, se puso a llorar, pero se calmó después de un rato, esa agila, se había presentado como, Mune, era tan respetuoso, dejando eso de lado y sintiendo su corazón latir como si este fuera salirse de su pecho, escuchó el mensaje de la ave el cual le decía que la misión se retrasaría unas dos semanas. Se sintió algo preocupado por su oto-san, no quería que nada le pasara, vio al ave desvanecerse en una voluta de humo.

 

Ayumu con eso del animal que hablaba en mente, empezó a hablar con su perrito.

 

-¿tú puedes hablar?- recibió la mirada confundida de su perrito- no sé porque lloré si, Kurama-san, también puede hablar- dijo en voz alta—fuera excelente si tu pidieras hablar- el perrito ladro nuevamente y Ayumu suspiró pesadamente- debemos dormir- habló- mañana oto-chan estará aquí- sonrió para meterse en las cobijas y dormir. Pensó en aquel mensaje, su oto-san no vendría en unas semanas más y como su oto-chan ya sabía de la existencia de su perrito podría sacarlo a jugar al patio, estaba tan feliz que hasta el sueño se le había ido al imaginarse eso días que podía pasar con su perrito sin el medio que le descubrieran.

 

 Dos semanas exactas y, Sasuke, volvió,  fue un verdadero infierno para Naruto el poder cubrir a su hijo y a ese cachorrito de, Sasuke, este no eran nada tonto y le extrañaba todas las raras actitudes de su esposo y de su hijo desde su llegada. Parecía como si escondieran algo. Desde que encontró sus zapatos mordisqueados ya tenía una clara idea de lo que estaban ocultando esos dos, pero por qué no le decían nada. Bueno, él había dejado bastante claro que no le gustaban los animales, tal vez fuera por eso, pero ya lo estaban cansando con esa actitud  que tenían, era demasiado cansado a su parecer. Pero no podía negar  que le empezaban a gustar las atenciones de su esposo y también de las buenas notas de su hijo en la academia. Sí que estos se esforzaban para tenerlo feliz, sabía que era eso, que ellos esperaban hasta el punto que  Uchiha Sasuke estuviera contento para decirlo y aceptar a ese animal. No podía negra que su actitud era difícil..

 

Estaba cansado así que fue a tomar una ducha para librarse del estrés de los últimos días, su hijo llegaría después de unos minutos, así que aprovecharía  relajándose, mientras el almuerzo estese listo.

 

Ayumu  llegó a casa, saludó a su oto-chan con un besito y le mostró la nota de su última prueba un:  diez sobre diez.

 

Su hijo si estaba esforzándose por su perrito, al final y al cabo a ninguno se les ocurrió una idea de cómo decirle a, Sasuke, del perrito y que este aceptara que se quedase en casa. La última solución que encontraron fue el hacerlo feliz hasta el punto que aceptara.

 

 Subió a su habitación por las escaleras y escuchó la ducha, imaginó que su padre estaba allí, la puerta de esta estaba semi abierta. Sin  importancia corrió a su habitación para dejar su mochila, tirándola en la cama, corrió hasta su armario y ahí estaba  su amiguito, el cual lo recibió con varios lengüetazos, estaba tan feliz que su oto-san no lo haya descubierto. Sonrió, aunque se extrañó un poco, su perrito ya no crecía más, bueno eso era beneficioso, pero el hecho que ya no creciera le hacía relajar mucho más. Aun  así, lo quería mucho y era mucho más bonito.

 

Ya medio mes desde la última misión de su padre, en el cual se había esforzado al igual que su padre, lo cargó entre sus brazos y lo dejó en la cama, este ya era más animado y le gustaba morderle de muchas formas, se alegró. Escuchó  la voz de su oto-chan llamándolo, con un  quédate aquí, salió apresuradamente dejando la puerta semi abierta.

 

El perrito con algo de renuencia bajó (cayo) de la cama de su pequeño dueños, salió de la habitación, seguiría a su dueño, el perrito olfateo algo en el aire e ingresó a esa habitación. Sasuke, miraba al techo desde la tina, tenía sus mechones mojados de lado a lado de su rostro y gotas de agua que caían de esta hacia su cara. Pensando en todo lo que ocurría en esa casa. Escuchó unos pasitos fuera de la ducha, se extrañó, no le importó al principio, pero escuchó como empezaban a arañar la puerta  de aquella habitación. Sasuke, se extrañó, salio de la ducha como dios lo trajo al mundo y salio a ver, y nada, el vapor de agua lleno las dos habitaciones, chasqueo su lengua al pensar que era una broma de su hijo e ingreso de nuevo.

 

 Ya  era hora de salir, sus dedos ya se estaban arrugando como pasas, era señal de que había paso mucho tiempo en el agua. No supo como pero había acabado con  un tremendo dolor de  trasero y en el suelo, ¡maldito jabón!, había hecho que cayera al suelo, por qué no lo vio, no le importó aunque le dolía su retaguardia muchísimo, no pensó demasiado y trato de levantarse pero su mano resbaló con algo pegajoso “el champo” tal vez, porque había champo ahí,  cayó esta vez de pecho al suelo y ahí lo vio frente suyo a una mota de pelos negra, que lo veía de frente,  tal vez, no lo sabía ya que tenía cubierto sus ojos con ese pelaje negro. Escuchó un pequeño ladrido y  cosita rosada fuera de su boca.

 

Este se encontraba sentado frente a si viéndolo con extrañeza y mientras tanto, Sasuke, pensó: así que de esto se trataba…

 

Ayumu corrió nuevamente a la cocina más pálido que una hoja de papel, su padre lo vio preocupado y sin tiempo a preguntarle soltó la bomba, su pequeño perrito había salido de la habitación. Naruto, se sentía desfallecer, ahora que harían, no tenían mucho tiempo, era imposible que, Sasuke, lo encantarara dejando la llama baja en la cocina, salió con su hijo hacia el segundo piso. Se pusieron a buscar como jamás lo habían hecho, los dos, padre e hijo se sentían como si el corazón se les saliera del pecho, conocían perfectamente la actitud de este cuando descubría algo.se encontraron en frente del cuarto de la lavandería,  vieron la puerta semi abierta, se maldecían interiormente ¿ahí estaría? Sasuke, estaba en ese momento dentro. Sintieron el corazón saliere y como si película de terror se tratara   dirigieron su mirada hacia la puerta que se abría lentamente y ahí estaba un, Sasuke, con una toalla en la cintura (completamente sexy) y un cachorrito mojado colgando entre sus dedos.

 

-me pueden explicar ¿qué es esto?- preguntó, Sasuke, mirando a los menores frente suyo con mirada intimidante. Ni a los prisioneros que tenía que interrogar los miraba así.

 

-bueno…eso es un perro- respondió, Naruto, poniéndose frente a Sasuke y rascándose su mejilla nervioso, mirando al perrito colgando entre los dedos de Sasuke, este con la mirada gacha.

 

-enserio, imaginé que era gato…-respondió con sarcasmo y algo furioso por la respuesta de  su idiota esposo.

 

-bueno no lo es…-respondió, Naruto, sin darse cuenta que el azabache se encojaba más y más.

 

-eres un idiota. Ayumu- miró al niño que dio un respingo- quieres decirme qué es esto-

 

-bueno creo que oto-chan ya te lo dijo verdad- se rasco la mejilla al igual que, Naruto, y más que nervioso que el rubio.

 

-en la sala ahora mismo-ordenó, se cansó de eso, haría que se lo dijeran, aunque ya lo sabía, haría que esos dos sufrieran por querer engañarlo, sabrían que con,  Uchiha Sasuke, nadie se metía, ni su familia, sonrió de medio lado, cerrando la puerta de golpe y llevando al perrito consigo. Se cambió de ropa frente al perrito el cual ladro. Sasuke, lo agarró entre sus dedos, lo alzo tomando la pies del lomo de este, hasta su rostro como si fuera la primera vez que viera a un perro y sintió la rasposa y húmeda lengua del animal rosar en su nariz.

 

Ahí  estaba reunida la familia, Uchiha Uzumaki, y un perrito encima de la mesa de centro. Sasuke, se encontraba sentado en un sillón con los brazos cruzados y con cara seria mientras que, Naruto, y, Ayumu, se encontraban  de frente al azabache en un sillón con la mirada gacha.

 

-Naruto- el rubio sintió un respingo en su cuerpo, le daba miedo esa seriedad en la voz de su esposo al llamarlo de esa manera- explica lo que está pasando- ordenó el azabache-

 

-bueno lo que pasa es que…-

 

-¡quiero conservar este perrito, Oto-san!- gritó, Ayumu, ante la sorpresa de los mayores.

 

-no- respondió secamente ante el grito de su hijo- este perro no puede quedarse en esta casa-

 

-…-Ayumu empezó a sentir que sus ojitos se aguaban ante aquella respuestas- ¡por que!-

 

- porque yo lo digo, Ayumu, este perro no puede quedarse en esta casa, en primera, me engañaron, me hicieron ver como un tonto-

 

- pero oto-san…-

 

-dije que no, y Naruto…- notó como el  rubio lo mataba con la mirada- me decepcionas, imaginé que me dirías lo que estaba pasando- no sabía como pero se sentía igual que su padre, Fugaku-

 

-yo lo hice, para que,  Yuu-chan, fuera feliz, él no tiene con quien jugar en el barrio Uchiha, imagine que  debería tener con quien divertirse-

 

-me engañaron y eso será suficiente castigo para Ayumu-

 

-¡no quero!- gritó Ayumu tomado a su perrito en brazos y corriendo hacia su habitación.

 

Ya era muy entrada las horas y un pequeño se encontraba en una habitación  con una gran mochila y un pequeño cachorrito.

-si oto-san, no permite que te quedes aquí, no tenemos por qué quedarnos, no te dejaré y si de eso depende abandonar a mi familia lo haré- sonrió a su pequeño perrito que estaba algo adormilado mientras que, Sasuke, sonreía de medio lado. Quiera probar que tan fuerte era su hijo y notaba que estaba decidido hacer cualquier cosa por el perrito. Saltó de ahí al notar que su hijo saldría por la ventana.

 

Ayumu, salió de la habitación por la ventana de su cuarto, ya estaba medio acostumbrándose a bajar por el árbol, ya no le daba tanto miedo como antes, con perrito en brazos, dio un salto y bajo por el árbol,  entró al bosque y lo vio, una sombra enrome frente suyo, tenía forma de arquero con una flecha, no supo como pero su perrito había terminado en brazos de un hombre extraño que se encontraba frente a ese enorme hombre.

 

-suéltalo- gritó con rabia-

 

-no lo haré, es un lindo perrito- acarició al cachorrito el hombre-

 

-¡que  lo sueltes!-

 

-uy que miedo, un pequeño niño que haría- no podía ver al hombre que tenía a su perrito por la oscuridad que invadió el lugar, por la culpa de esas nubes que ocultaban la luz de la luna.

 

Ayumu, tenía miedo, quería salir corriendo de ahí pero el siempre hecho de ver a su perrito en brazos de ese señor hacia que sus piernas no respondieran a sus pensamiento de huida, no lo podía abandonar.

 

-no soy un pequeño niño, soy un niño grande- corrió hacia el hombre, lo más rápido que podía,  salto sobre el hombre y lo mordió en uno de los brazos.

 

 Su perrito  cayó de lleno al suelo soltando un gemidito de dolor.

 

-si fueras un niño grande, no habrías huido de casa- se deshizo del menor con una sacudida algo brusca.

 

-huí por que no permitiré que nadie me separe de mi amigo, él es alguien muy importante y soy yo al único que tiene en el mundo, no pienso  abandonarlo por nada y por nadie- respondió seguro y con decisión.

 

-eso es lo que esperaba escuchar de ti, Ayumu- desapareció el Henge de su cuerpo y desapareció el Susano`o-

 

-Oto-san ¿Qué haces aquí?- preguntó sorprendido-

Flash back.

Ya era de noche, media noche más o menos y, Sasuke, no podía pegar un ojo, bueno ya se esperaba  que acabara durmiendo en el sofá de la sala. Su esposo no le había dirigido palabra alguna y, Ayumu, no había salido de su habitación, reconocía que fue muy duro con su hijo, era un buen escarmiento para su hijo y para Naruto. Ellos dos nunca se imaginaron que se tomaría una actitud así.

 

Escuchó algunos susurros provenientes del segundo piso y esa era su señal, salió de la casa Uchiha y subió al árbol que se encontraba frente al cuarto de su hijo. Miró como su pequeño retoño había arreglado una mochila, se había abrigado y fue cuando lo escuchó.

 

Fin del flash back.

 

-quería ver hasta donde llegaba tu voluntad, Ayumu. Se acercó a su niño que lo miraba desconcertado-eres un buen niño, Ayumu y tienes la misma voluntad que tu oto-chan-

 

-eso quiere decir…-

 

-si… puedes quedarte con esa, bola de pelos- sonrió Sasuke, esas sonrisas que sólo le mostraba a su hijo y a Naruto mientras revoloteaba los cabellos del pequeño niño que tenía un lindo puchero, por como su padre le había llamado a su amigo.

 

-gracias oto-san- recibió una gran abrazo de su niño y vio al perrito que lo miraba con felicidad como si entendiera todo lo que pasaba mientras tanto, Naruto, regresaba a su casa con una sonrisa algo melancólica.

 

-siempre serás el número uno para…Yuu-chan…teme- miró a las estrellas y a la luna que ya iluminaban la noche  y sus ojos se aguaron sin dejar caer alguna lágrima traviesa-siempre logras que, Yuu-chan, te amé más de lo que yo puedo hacerlo-sonrió con melancolía-como te odio Sasuke, nunca poder competir por esto,  desde el principio tuve la oportunidad de ganar pero al final fui por el camino equivocado y estoy perdiendo y eso duele en verdad- se arrodilló tomado su pecho con dolor-¿no lo crees, Kurama?-

 

-…-no respondió el zorro.

 

-eso es lo que creía- se levantó del suelo y regresó a casa con sus pensamientos nublados por la tristeza -eres mejor padre que yo…Sasuke-

 

El zorro sintió el dolor de su contenedor, no tenía palabras que decirle en ese momento, se mantuvo callado antes aquellas dolorosas palabras que lo lastimaban. El zorro, golpeó fuertemente el suelo de aquella habitación sin rejas y con una facción de dolor pensó: en que si hubiese sido más fuerte en ese tiempo su contenedor no estaría sufriendo así. También era su culpa. Ese bastardo lo hacía mejor de lo que maginaba y, Naruto,  estaba quedando a segundo plano en la vida de, Ayumu.

 

La mañana llegó y lo vio, ahí estaban Sasuke, Ayumu y el cachorrito durmiendo en el sofá de la sala, abrazados tan cálidamente, sonrió, acarició los cabellos de su esposo y de su hijo, ustedes son mi vida, pensó con algo de melancolía, sin hacer mucho ruido empezó a preparar el desayuno. Era domingo por la mañana, no era normal que se despertara tan temprano pero no podía dormir ya que los recuerdos atormentaban su mente.

 

-creo que debes dejar de culparte a ti mismo, Naruto-

 

-no me estoy culpado de nada, Kurama, es sólo que duele, duele todo lo que pasa a mi alrededor. Sasuke y Ayumu son tan brillantes que iluminan mi vida, son lo más importante que tengo en mi vida y es por eso mismo, es porque son lo más importante en mi vida que me duele. Cada vez que  doy un paso hacia Ayumu, este  da diez pasos más y Sasuke, da nueve. Tengo que sólo ver sus espaldas, ahora siento como se sintió, Sakura-chan-

 

-eso no es verdad. Ellos nunca te dejan atrás, eres tú el que no quiere caminar junto a ellos, maldito mocoso- estaba enojándose.

 

 

-Tal vez lo sea pero siempre  tendré la  desventaja, quiero que, Ayumu, me ame como ama a, Sasuke, no quiero un amor tan renuente, un amor  tan alejado, un amor que me lastima, quiero un amor que haga sentirme único, un amor que haga que me olvide completamente de todo lo que cause-

 

-es decir que piensas que tu hijo no te ama-

 

-no quiero decir eso, el me ama pero de una manera en al que nunca imaginé, es un amor que lastima, aunque nadie se dé cuenta de eso. Creo que ellos estarían mejor sin mí-

 

-Naruto, deja pensar en tonterías, eres Uzumaki Naruto, al que todos admiran, al que todos aman y respetan. Debes darte cuenta que ninguna clase de amor lastima verdaderamente, que ninguna clase de amor te hace sentir tan miserable. Debes darte cuenta que todos y cada una de las clases de amor hace que seas más fuerte. Sólo está en ti, no lo veas de esa manera, cometiste varios errores años atrás y eso es pasado. Donde esta ese, Naruto, que sonreía por todo, que hacía que todo brillara, ese, Naruto, al que todos aman. Entiéndelo, el bastardo del, Uchiha, te abrió su corazón, eso es un amor único,  recuerda que con el amor que sentías hacia él lo cambiaste, no permitas que se mismo amor te haga sentir tan triste y no tan  seas débil, ellos te necesitan, no cometas el mismo error-

 

-quien diría que tú me dirías estas palabras tan vergonzosas, Kurama- rio un poco ante las palabras de  su zorro amigo-

 

Amaneció un poco más y él se encargaba de hacer el desayuno. El rubio notó como su pequeño despertaba, sonrió, miró atentamente como su pequeño tomaba con cuidado a su cachorrito para dejarlo durmiendo a lado de su padre y  para acercarse a él.

 

-oto-chan- jaló de la ropa de su padre-

 

-¿qué pasa mi amor?- sonrió dulcemente a su pequeño niño.

 

-¿es verdad que mi amor… te lastima?- Naruto abrió los ojos grandes.

 

-que es lo que dices, tú eres mi niño, tú eres especial, tu amor no me lastima-mintió.

 

-mientes, tu dijiste que mi amor te lastimaba- notó como los ojitos de su pequeño se llenaban de lágrimas.

 

Naruto, no sabía que pensar antes esas palabras, que salían de la boca de su pequeño, si mal no lo recordaba, él lo dijo, sí, él lo dijo, pero en una conversación con su bijuu y en su mente, tampoco era tan idiota para haberlo dicho en voz alta o ¿sí?. No, eso era imposible pero debía haber alguna explicación.

 

-yo… yo…te amaré al igual que amo a oto-san. Si eso es lo que quieres, te amaré, te lo demostraré, pero no te vayas a ningún lado, no quiero que te alejes de mí lado, tú eres mi oto-chan, el único al que quiero. No nos dejes a Oto-san ni a mí, no quiero sentirme nuevamente solo, amo a oto-san pero si oto-chan, si él se va, estaré muy triste-empezó  a llorar cubriendo su rostro en el vientre del rubio el cual lo veía sorprendido y sonrió con tristeza.

 

- no voy a ir a ninguna parte. Y  tu amor no me lastima, Yuu-chan, tu amor me hace volar,( N/A:lo siento muy cursi) me hace sentir que sólo con ese amor pudiera vivir en millón de años- empezó a llorar mientras abrazaba a su hijo. Había sido tan estúpido, como diablos, pudo pensar en semejantes idioteces, no podía dejarse vencer, ahí estaba su familia.

 

Mientras tanto Sasuke sonreía  de medio lado:

 

-te debo una, estúpido zorro-pensó nuevamente cerrando sus ojos y abrazan do al pequeño animal.

 

Fin del flas back

 

-es una suerte que no esté aquí, tío Shikamaru- se alivió al pesar que si el estuviese ahí posiblemente ya estaría  de vuelta a Konoha con grilletes y con 10 anbus a su alrededor. No podía dejarse vencer -aunque es un verdadero problema luchar también contra, Kato- pensó mirando al joven Hatake  que no se había movido ni un milímetro de su lugar-es una trampa- pensó nuevamente al ver a todos los presentes tan quietos. Sin más y con el chacra que le quedaba saco el Susano´o, su ojo le dolió, el cual empezó a sangrar, no le importó, la calavera gigante lo había defendido de los ataque de todos los jóvenes.

 

Tenía problemas, no podía mantener por mucho tiempo a su Susano´o, el chacra se le estaba cavando, era un problema, no podía pelear tranquilamente con Kyubi/Kuromaru en sus brazos, era muy difícil, también tenía que defenderlo, no podía dejarlo en ningún lugar, ya que esa cosa de cabellos caféses (Eiji) lo mataría enseguida, había visto su verdadera esencia pero dolor punzante que había sentido hace una horas atrás en su pecho volvía, pero esta vez   con más intensidad, un dolor carcamente, que hasta se podía ver en su facciones. Y el Susano`o desapareció de apoco.

 

-maldición- sintió impotencia, su chacra había sido completamente absorbido por el dolor. Se arrodilló, apretando su pecho y recibiendo lamiditas del pequeño animal, sonrió con dolor ante atenta mirada de todos.

 

-¡chicos esta es nuestra oportunidad!- grito Eiji, con un punto fijo. Ahora si acabaría con ese estorbo y ese traidor.

 

El pequeño perrito empezó a ladrar al sentir las malas intenciones de los jóvenes  que estaban frente suyo trato de zafarse del abrazo con el que le aprisionaba, Ayumu.  Escuchó todos los nombres de sus técnicas más poderosas y cerró fuertemente sus ojos. Y así paso, Ayumu, recibió las técnicas de todos los jóvenes, lo dejaron agonizando en el suelo y sentía como poco a poco su alma se iba de su cuerpo, si, Ayumu, estaba muriendo y sólo era cuestión de segundos; mirando al cielo y con una lágrima en sus ojos, Ayumu, murió.

 

 

 

 

Fin… gracias por leer este fic.

 

Ya bueno, lo siento… esto es broma.

 

 

Lo que en realidad pasa.

 

 

El pequeño perrito empezó a ladrar al sentir las malas intenciones de los jóvenes  que estaban frente suyo trato de zafarse del abrazo con el que le aprisionaba, Ayumu. 

 

En cambio, Ayumu, escuchó todos los nombres de las técnicas, no se podía mover y sentía que ese era su fin, abrazo fuertemente a su perrito el cual se zafó. Empezó a ladrar fuertemente, cerró los ojos y esperó el ataque de las técnicas. Para su sorpresa ninguna de ellas llegó, sintió una  fuerte ráfaga de viento en su cuerpo, abrió los ojos y vio hacia adelante y ahí estaba, un enorme y majestuoso perro negro con  hermosas alas y con una pared de llamas frete suyo.

 

 

-lo había olvidado-pensó-te debo una Kyubi…-

 

 

Continuara…n.n

Notas finales:

no me mates.... solo era una broma, es mejor llegar con impacto ¿no?

bueno aqui a estado el cap espero que les haya facinado, aqui vemos a ya nuestro kyu-chan... y mas ayumu tierno...creo....

espero que les haya dejado un buen sabor de boca y espero opiniones e insultos por esa pequeña broma.

asi que vamos por los rw...n.n

Mikimiki :saludos mikimiki-chan, gracias por tu rw....n.n...  gracias pro amar este fic, que muchas veces me rompio la cabeza por su complejidad, no complejidad, bueno apra mi si,,,jejeje okno. pero gracias y bueno, ya se que estas desesperada por el presente, yo tambien pero aun falrta algunos cap para eso, en mis cap futuros esta presente y pasado, pero mas pasado, asi que la historia, como parece que esta avnzando lento  esta llenando cabo sueltos y toda esa chachara
y de los rw ya dejemos eso en el pasado, ya cambien mi contraseña y eso, imagine que seria mas dificil por eso no lo hacia, y cuando lo hice ya estaba hexcho en menso de 10 segundo, que tonta que soy...jejejej...espero que te haya gustado este cap, que lo hice con tanto amor....n.n. espero leerte...n.n

 gotentruncks55:

 gracias pro decirlo. y si es verdad esa fue la familia uchiha uzumaki y pasaron muchas cosas que no parecen la gran cosa, pero son demasiado egoistas, asiq ue espero te gusten los caps de infancia de yuu-cahn, amo a este niño...jejeje.... espere que hayas disfrutadon este cap como yo tanto lo hice...n.n

katita chan : yo tambine pero la vida es demasiada injusta...okno.... esta en mi imaginacion y para decirlo asi es identico l emo vengador con eso es mas que suficiente, pero mucho mas lindo y tierno jejejjeje.... y espero que te guste este cap...n.n  esperemos leerte...n.n

Sayuri99 Anónimo: jajaja, gracias por decirlo, y perdon por hacerte llorar (esque soy muy mala), pero en resubirlo, tomara aun tiempo, como tu dices odias  que las dejen o las abandonen y eso es exactamente lo que estaba haciendo y mejor la borre para poder acabarla con calma (la cual ya esta termminada) pero la subire mas adelante, espero que cuando la suba te guste, porq ue a mi tamben me encanto escribirl.a....n.n.... aunque es muy canonica,,, gracias opor el rw...n.hn

<Anónimo Anónimo: yo tambien lo amo.....y gracias por el rw..... yo te amo a ti en cambio por darme animos aunque con simples palabras, asi que espero leerte mas seguido...n.n

N/A: diablos como amo responderr rw...n.n

nana ogasawara Anónimo: si quein lo podria creer...u.u (llorando) es verdad los acontecimeinto que surgiran mas adelante cambiaran totalmente a ayumu y  hasta en un puto que  no quedara anda del pequeño niño que amamos....u.u... lo hice especuialemente cambiando el esterotipo del hijo sasunaru, ay qeu siempre era, como el mejor desde el comienzo, serio, desde el comienzo, siempre quize presentar un personaje no tan  responsable, ni valiente, si no como un niño con sus errores temores y sin ser perfecto para nadie y luchador....n.n.  6y gracias pro tu re.... me hacen tan feliz...as qi eu bay espero leerte en una nproxima ocasion...n.n

y asi acabamos con la seccion de responde rw mientras esquivas los zapatos de tu one-san (xD)

nuevamente gio que espero que les haya gustado el cap.... y nos vemos...n.n.....

preguntas

¿que les parecio el cap?

¿ me quieren matar por esa broma?

¿que les parecio la broma?

¿la transformacion de kuromaru les gusto?

¿que hubiese hecho si en realidad haya acabado el fic asi? (yo me mato)

¿ aman a ayumu?

¿me aman? okno

y asi acabamos con la seccion de preguntas

ya saben espero desde flores hatas golpes y bulling de su parte asi, que sean libres de hacerme bulling..

asi que nos vemos en el proximo cap, el proximo sabado.... asi que bye bye....

rw....tal vez....o.O....


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