Amnesia
Por
Konan- chan e Iyari
Capítulo 20
Cuenta regresiva
Mientras tanto en el hospital de Konoha un joven rubio despertaba ante la interrogante de otro joven mayor para él.
-sé que estas despierto, Yukio- sentenció el joven peli café con tono serio-
- no se te escapa nada, Sarutobi-sêmpai- abrió sus ojos ante las palabras del hijo de Asuma-sensei.
-eres muy bueno engañando a tus amigos- soltó una risilla- dime ¿Por qué no fuiste con ellos?-
- creo que es bastante complicado de explicarlo, pero sêmpai, respóndame ¿Por qué puso esa barrera en la puerta?- se sentó en el filo de la cama mirando a su sêmpai de anbu-
- sólo quería ver que tan hábiles eran tus amigos, nada mas.- respondió con desgano.
-¿seguro, sêmpai?- preguntó dudoso, frunciendo su ceño.
-tan analítico como siempre, Yu-ki-o-chan- bromeó al ponerle el honorifico de chica al joven rubio-
-por favor, deje de bromear sêmpai, es de muy mal gusto- se levantó de su camilla yendo por su ropa que se encontraba en una silla cerca de su cama-
-no es agradable verte tan serio, Yukio-chan- murmuró por lo bajo.
-aun es un niño, sêmpai- Yukio se estaba cambiándose de ropa frente a su mayor de rango-
- creo que no deberías confiar tanto en mi-advirtió acercándose peligrosamente la joven.
- deje de bromear, por favor-
-y si te dijera, que no es ninguna broma-
- pues yo lo tomaré como una-
-es tan extraño verte tan cortante- se alejó del menor y se recargo a la pared que estaba detrás suyo, sacando algo de su bolsillo para ponerlo en su boca-
-sêmpai, debería dejar eso de una buena vez- suspiró ya viéndolo a los ojos-
-deja de decirme, sêmpai, mi nombre es Sarutobi, al igual que mi abuelo-
-el tercero ¿verdad?-
-es correcto y por ultimo no lo voy a dejar, es el único dulce que me gusta-
-las paletas ¿hee?-
- cambiando de tema… ¿Qué vas hacer ahora?- tus amiguitos ya se fueron de la aldea-
-la pregunta sería para usted, sêmpai- el aludido suspiró pesadamente al saber que ese pequeño mocoso, para él, no cambiaría de opinión para llamarlo de otra manera-¿acaso no los va a detener?-
-no- respondió como si fuera lo más obvio del mundo, haciendo que el oji celeste lo mirara con sorpresa.-esa es la cara que me gusta ver, una realmente confundida-
Para Yukio era extraño que el líder anbu de su grupo, fuera tan condescendiente con aquellos que “rompían las reglas”.
-y eso por qué sêmpai- preguntó algo renuente.
-es que es demasiado extraño, puesto que yo también soy un líder anbu, no dejaron que vaya al rescate del Hokage. Sé que las reglas son absolutas, pero siempre y cuando estas necesiten romperse, deben serlo. Así que no te detendré, Yukio, si quieres reunirte con tus amigos, puedes irte, yo te ayudare a salir de la aldea, aunque siendo tú, no me necesitarías.- sonrió caminando hacia la puerta-¿sabes? sé que tú y tus demás amiguitos están revisando los túneles de Konoha- guiño un ojo y salio de ahí despidiéndose con una mano a su compañero de equipo.
Yukio sonrió ante las últimas palabras de su sêmpai, lo apreciaba mucho, pero ahora tenía la obligación de salir lo más rápido de la aldea, no sin antes hacer algunas cosas, tenía que ser rápido y veloz, por algo era un anbu, reconocido por su habilidad de rastreo en raíz. Salió de ahí, por la ventana del hospital hacia la entrada sur de la aldea, la menos resguardada hasta el momento. En su camino, tuvo suerte, ya no haría más paradas y no gastaría tiempo el cual no tenía. Sin hacer mucho revuelo y dejando algunos ninjas dormidos, salió de la aldea en dirección del valle del fin.
-esto será interesante…-susurró para tomar camino hacia el valle.
Estaba ahí, en el valle del fin, ya con su velocidad, no le había tomado mucho tiempo, pero a una así, se había tardado dos horas en llegar hasta allí. Sonrió al ver todo lo que había hecho, Ayumu, lo heridos, los ninjas médicos. Parado en una rama de árbol, escondiendo totalmente su chacra, pero agudizando sus sentidos, notó que ya todos los chacras que conocía ya no estaban ni remotamente cerca, tenía que darse prisa. Tenía que encontrar lo que había venido a buscar, pero antes de adentrarse de nuevo al bosque, dedicó unas cuantas palabras a su subconsciente.
-así que eres capaz de esto, Ayumu, sería divertido luchar contigo, no lo crees ¿Sambi? No ¿Isobu-san?-sonrió Yukio al igual que el bijju que tenía en su interior.
Flash back
Yukio no se lo había dicho a absolutamente nadie, ni su madre lo sabía, pero hace tres años, en una misión de recolección había sido secuestrado por un extraño grupo de ninjas. Sólo recordaba que había sido puesto en una mesa, o algo así, y había caído en un gran sueño, ni dolor, ni desesperación había sentido, cuando despertó, se sentía algo raro y con una enorme jaqueca, vio a su alrededor y notó los cuerpos de los mismos que lo había secuestrado en el suelo ya sin vida y con sus manos llenas de sangre. Se preguntaba qué había ocurrido a su alrededor y fue cuando lo escuchó, la voz de alguien dentro suyo, se asustó de sobremanera, creyó por un remoto momento que se estaba volviendo loco, pero ya más relajado y con gran concentración como un gran Yamanaka, entró a su subconsciente, lo cual no fue tan difícil para él, como controlador de mentes. Se sorprendió ver, algo así, como a una tortuga gigante, que lo miraba con odio, dentro de una celda. Casi llora de la impresión, qué le habían hecho esos shinobis, no lo sabía. No entendía que era eso que estaba dentro de su cabeza, hasta que lo vio, esas tres enormes colas, moviéndose de un lado al otro, una bestia con colas, pensó.
Yukio lo meditó por un momento y notaba esa mirada asesina sobre sí. Recordó así, su clase de la academia y de las bestias con colas. Eso era uno, no estaba loco, ni era un sueño, esos bastardos lo había convertido en un jinchuriki, quién diablos sabría para qué, pero ya no podía hacer nada, tenía una bestia y un nuevo poder en sus manos y eso le había reconfortado un poco.
El tiempo pasó y nadie se dio cuenta de su gran secreto, ya que con su gran concentración fue capaz de entrar más seguido a su subconsciente y tratar de hablar con la bestia con colas que tenía dentro. La primera vez que trato de comenzar una conversación con él, este lo quiso matar sin miramiento alguno, y así fue pasando el tiempo, el comenzó a contarle todo lo que le pasaba y todo lo que ocurría en su vida.
En el caso de Isobu, había sido realmente triste estar de nuevo dentro de alguien, hace tiempo que había sido liberado de las garras de un humano y ahora se encontraba encerrado dentro de otro, se sorprendió la primera vez que lo vio en su mente, un niño, era extraño ya que siempre sus contenedores eran simples bebes. Recordó al mizukage, su último contenedor, la rabia que tenía en ese momento era enorme, el pensar en vivir otros 10, 25 o 50 años encerrado dentro de alguien no fue nada agradable para él. Lo mataría y renacería de nuevo en su mundo y punto, pero lo había esquivado, desde ese momento ese niño no se había acercado a su jaula y mantenía su distancia. Empezó a escuchar sus molestas historias y eran bastantes aburridas, ya que, él podía verlas, pero no, ese niño seguían insistiendo en contárselas. Un día, frente suyo rompió en llanto, no lo había visto tan triste como ese día, fue desde ese momento que empezó a abrirle su corazón, era un niño tan puro, no mentía y ayudaba a las personas, también era demasiado justo. Era alguien tan diferente a su antiguo contenedor.
Empezó a agradarle y fue cuando sus conversaciones se hicieron tan amenas y más frecuentes, un día, en el cual tenía una misión muy lejos de la aldea y él se habían apartado a un lugar muy alejado y vacío. Sanbi le propuso sacar el sello, le propuso sus poderes y lo más importante le propuso ser su amigo.
Yukio ante aquellas palabras no supo que responder, tan alegre y feliz, rompió el sello, fue una pelea muy difícil, del tira y afloja, Isobu, no se la iba a dejar tan fácil, tenía que probar si era apto o no, no le ofrecería sus poderes a un debilucho, pero al final pudo controlar el chacra de su bestia y obtener el honor que pocas personas tenían, el saber su nombre: mi nombre es: Isobu. Recordó con gran melancolía y sonrió realmente contento nunca olvidaría ese nombre.
Desde ese momento se había convertido en su amigo y en su bestia con cola, aunque jamás demostró tener tanto potencial ni el poder de una bestia con cola, si alguien se enteraba sería realmente problemático, así que decidió no decirle a absolutamente a nadie de lo que tenía dentro suyo.
Fin del flash back.
Saltaba de rama en rama, alejándose del valle del fin, tratando de encontrar esos chacras, al principio, cuando despertó no supo cómo reaccionar, creyendo que todo era una broma de mal gusto, pero no lo sabía muy bien que pasaba en su mente, tan revuelta de ideas y de pensamientos. Tenía que buscarlos, encontrarlos y confirmar esa verdad que muy pronto se volvería mentira.
-los encontré pensó- mirando una laguna frente a el- sonrió.
Los líderes salieron de aquel valle dejando a los ninjas médicos a cargo de los heridos y de los muertos. Era tanta la impotencia que tenían en ese momento la cual no les dejaba pensar con claridad.
-¿ahora que hacemos, Shikamaru?- preguntó Kiba seguido de un ladrido de su perro.
--tenemos que separarnos y cubrir más terreno, estaremos en contacto con los ninjas de comunicación, así que si alguno encuentra a Naruto o a Ayumu enseguida repórtense y el equipo más cercano servirá como refuerzo, así que deben estar atentos, nadie trate de enfrentarse solos con ellos, Ayumu, es igual de peligroso que lo fue Sasuke hace ya 17 años atrás, cuando estuvo en la guerra. Recuerden que solamente el terminó con la mayor parte de la mitad de la alianza Shinobi y recuerden que el al llegar a la aldea, fue confinado a ser un Shinobi rango S y líder anbu, así que no se confíen, Ayumu, puede destruirnos sin siquiera dejarnos respirar, traten de no mirarlo a los ojos. Aunque no muestre su sharingan puede meterlos en ilusiones es tan talentoso como Uchiha Itachi. Y con Naruto, hagan todo lo posible para traerlo de vuelta, destruyan primeramente al águila y después van por los tres shinobis, los ex aliados de Sasuke, una vez que los derroten dejen inconscientes tanto a Sasuke, Kanon, Hito y Hao y tráiganlos a como dé lugar. Máxima prioridad, Uzumaki Naruto, y máximo peligro, Uchiha Ayumu. No permitan que estos dos grupos se reúnan por nada del mundo y al que interfiera… mátenlo- terminó Shikamaru.
-entendido- asintieron todos los presentes y los líderes de equipos, para separarse.
Llegó un momento en donde un olor conocido se hizo presente, esos niños lo escucharían, y una gran explosión al sur del lugar donde se encontraba Kiba se hizo lugar alertando a todos los equipos, sin pensarlo dos veces corrieron hasta ese lugar, sabrían que ocurriría. Y Ayumu seria capturado.
La mayoría de los equipos simplemente siguieron su camino sin dejar que la explosión que estaba a su espalda les llamara la atención, dos líderes de diferentes grupos había encontrados dos rastros diferentes pero realmente preocupantes, un equipo había encontrado el rastro de Naruto y los demás, y el otro rastro había sido de unos shinobis que conocían bastante bien.
Estaban ahí, esperando a ese grupo de ninjas que venían a su encuentro. Sonrieron cuando los vieron pero las expresiones de los otros no fueron nada gratas para el grupo que sonreía.
-veo que las noticias corren como pólvora, cuando se trata de Naruto, Kazekage-sama- saludó Neji, al ver al pelirrojo ahí parado con sus dos hermanos y un joven de 16 años cerca de ellos.
-nunca esperé verte aquí, Neji- habló esta vez Temari al ver al peli café con una mueca hecha sonrisa en su rostro-me dirías como esta mi linda niña-
-no es tiempo para hablar de eso. Neji, respóndeme. Es verdad ¿Qué Ayumu, aprecio?- vio al joven pelinegro que estaba cerca del Kazekage y dudo responder por un minutos-
-no estoy autorizado para responder- respondió serio.
-entonces es verdad- susurró Gaara al notar el nerviosismo y las palabras forzadas del mayor-
-entonces… no está muerto- susurró el joven cerca del Kazekage con una leve sonrisa-Ayumu, sigue vivo- sonrió nuevamente hablando para sí mismo.
-Yato-kun, por fin veras nuevamente a tu padre- sonrió Kankuro posando su mano en el hombro del joven un poco más bajo que el-
-hum- bufó con molestia.
Neji odiaba a ese niño, sabría que ahora en adelante el sería una piedra en el zapato para todos que seguían tratando de seguir reteniendo la manecilla del reloj que amenazaba seguir moviéndose.
Mientras tanto, Hinata, era la única que podía visualizar claramente ese chacra tan conocido, nadie más se había dado cuenta de lo que estaba frente a ellos. Hinata estaba confundida sobre todo lo que estaba haciendo, se sentía culpable, por todo lo que había hecho en su pasado, los recuerdos que la había hecho llorar tantas noches en el dojo de su casa. Tan débil, tan miserable, con una vida que era una mentira y terminaría desintegrada, le tenía miedo a eso, le tenía miedo a que la odiaran, pero quería tanto a Naruto que le dolía verlo así y recordó esa noche en la torre Hokage.
Mini flash back.
- ¡tú no eres Naruto!- empezó a gritar con dolor- ¡tú eres un monstruo! Un monstruo sin sentimientos! ¿Qué nada te une a la aldea?- sonó con burla y un bufido-hum ¡¿acaso no entiendes que nosotros somos tus amigos, tu familia, tu hogar?! Siempre fuiste un ejemplo para todos los que estamos aquí, siempre fuiste mi admiración, siempre fuiste un gran ami…- fue interrumpida al sentir como el cuerpo que tenía entre sus manos había desaparecido en una explosión, creando un telón de humo.
Fin del mini flash back.
Rió para sus adentros sintiéndose patética, hipócrita y sintiendo el dolor en su pecho, ella y junto a los demás fueron los causantes de haber convertido a su amigo en ese “monstruo”. Río, se detuvo de repente ante la atenta mirada de los shinobis de su equipo que la vieron con curiosidad.
-¿sabes Naruto? aceptare mi muerte honorablemente-susurró para sí misma y se desvió del camino donde llevaba a su amigo rubio. Sabía que lo que venía ahora en adelante era difícil, complicado, sabía que sufriría y que tal vez moriría, lo aceptaba y era el momento que todo empezara a moverse, que esa manecilla del reloj que tanto forcejeo para que no se moviera, dictara cada segundo, proclamando a gritos los recuerdos y las vidas que tenían que quedarse con ella.
Continuara…..n.n
aviso:lean la negrillas por favor...n.n en las notas finales...n.n