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Alcanza el triunfo por Mitzuuki

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Notas del capitulo:

Segundo capitulo C: espero que les guste :D

gracias por los reviews y las buenas vibras ^^

.-SILENCIO, Y OBED…CEME

 

 

 

Nos sentamos frente a nuestras sillas de siempre, en silencio, comenzamos nuevamente a mirar nuestras computadoras ordenando y observando archivos con precaución.

-¿Qué planeas hacer? – Le dije consciente de que sabía a qué iba apuntando mi pregunta

-Será en una semana, hemos abusado con los juicios, debemos dejar que Kira parezca pasivo por un tiempo

-No tiene sentido. – Le dije volteando mi silla hacia él. – Acabas de enjuiciar a otra docena de criminales, es imposible que piensen que Kira está en “pausa”, pensé que eras más inteligente Light-kun

-¿Puedes dejar de pensar en mí como un idiota?- Fruncí el ceño a sus palabras, admito que podía pasarme a veces. – Le puse fechas distintas a cada enjuiciado, morirán unos cuántos cada dos días, pero será la minoría, el resto morirá el mismo día en que nos deshagamos de Ray Penbar… Es ahí cuando tienes que hacerle creer al resto que ese detective es sólo una víctima más de Kira y que no había nada personal contra él ¿Estás de acuerdo con mis planes, Ryuzaki?

Dejé de mirarlo y me concentré en la computadora sin decirle nada, sacando cálculos mentales de como irían las cosas según lo que Light me acaba de decir. Estaba en lo cierto, si enjuiciábamos a la mayoría de los criminales el mismo día que aquel fastidioso estratega del FBI, nos sería mucho más sencillo convencer al resto del cuerpo policial de que todo había sido nada más una desafortunada coincidencia.

-Ya puedes felicitarme. – Me dijo con una burlona sonrisa en el rostro. Alcé una ceja al tiempo que metía mi pulgar entre mis labios, luego suspiré y dejé de mirarlo nuevamente.

-Aún queda para eso, Light-kun. – Dije apaciblemente. – Hablaremos dentro de una semana

Sólo escuché que resopló ya agotado de mi inquebrantable testarudez. Se volvió a sus archivos y comenzó a teclear cosas de las que yo no tenía idea.

Pasamos los minutos siguientes sumergidos en nuestros pensamientos, en silencio, sin dedicarnos ni la más mínima palabra. Muchas veces me preguntaba si éramos lo suficientemente maduros como para separar nuestra “relación” del trabajo, o simplemente éramos idiotas por haber dejado que algo como eso llegara a esas alturas, una altura de la que cuando quisiéramos bajar nos ganaríamos un importante porrazo.

El cuerpo policial entró a la habitación con un ánimo de agotamiento, Matsuda como siempre lo hacía se estiró en el sofá a descasar un poco, Yagami-san estaba revisando al parecer unas fotografías y el resto volvió a sus sitios de trabajo, en silencio.

-Debido al ánimo con el que han regresado, me temo que no les ha ido del todo bien. Dígame Yagami-san ¿Hay algo de importancia que Light-kun y yo deberíamos saber?

-En realidad no hay mucho más. – Nos dijo acercándose a nosotros. – Ninguna huella digital, aparentemente murieron de un ataque al corazón y el único reo que presentó pruebas físicas fue aquel que dibujó ese extraño símbolo en la pared, al parecer se amputó uno de sus dedos para hacerlo

Light dejó salir un estrepitoso suspiro. – Creo que no hay nada bueno, estamos sumergidos en la misma monotonía, deberíamos tomarnos un descanso

-Light ¿No debes estudiar para tus exámenes de ingreso? Te queda poco tiempo. – Escuchar al padre de Light logró traerme a tierra nuevamente. Muchas veces, con todo lo que estaba pasando, olvidaba que mi cómplice y compañero era un joven estudiante de vida corriente fuera de estas cuatro paredes, tenía amigos, clases, cuadernos que estudiar, una familia que lo esperaba a su regreso, y por qué no, quizás una que otra novia.

Novia. ¿Sería capaz Light de no contarme sobre la existencia de una posible novia? Creo que considerando nuestros arranques hormonales secretos, las dulces palabras que nos salían de la nada inconscientemente, y todo el tiempo que pasábamos juntos durante el día, sería totalmente necesario el saber de la existencia de una muchacha que ocupara su corazón.

Claro que sí, de seguro el universitario tenía una novia y me lo ha ocultado, después de todo es un joven estudiante guiado por sus hormonas, es inteligente, aplicado y muy atractivo físicamente, y teniendo en cuenta la personalidad que tomaba con su familia, la cual debería ser muy similar a la que tuviera con sus amigos, no dudo en que más de alguna ingenua compañera haya caído a los encantos de mi subordinado. Aunque la idea me revolvía las entrañas.

Me puse de pie de mi asiento y caminé con las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón hasta la cocina, dejando atrás a padre e hijo que me miraban como si se tratara de un zombie.

Puse galletas de chocolate en un recipiente hondo de vidrio, y con un antojo mucho más grande de lo habitual por lo dulce, derramé salsa de chocolate sobre las galletas, chupando mis dedos que habían quedado embarrados de la sustancia.

-¿No piensas que es demasiada azúcar? – Seguía sin entender por qué me sorprendía tanto que me siguiera a todos lados. – Deberías cuidar tu cuerpo

-¿Mi cuerpo? – Le pregunté. – Corrígeme si me equivoco Light-kun, pero tu comentario me ha sonado a que no estás satisfecho de mi apariencia física… Dime, ¿Te has aburrido ya de nuestros encuentros? Quizás ahora prefieras más un par de contorneadas piernas y una delantera más prominente, y estaría bien, después de todo eres un estudiante normal, común y corriente

-De verdad que no entiendo de dónde sacas tanta estupidez junta. – Resopló caminando hacia el cesto de las frutas, retirando de ahí una gran y roja manzana. - ¿Era en eso que pensabas allí dentro? – Preguntó dando el primer mordisco a la fruta

-No veo el por qué debería informarte de mis pensamientos, Kira

-Yo lo encuentro razonable, puesto que tu mente sólo divaga en mí persona, creo que estoy en el total derecho de saber qué piensas, L. – De verdad que no entendía cuando mi cerebro comenzaba a enviar otro tipo de mensajes que no eran comunes en mí. Las palpitaciones de mi corazón comenzaron a acelerarse a medida pasaban los segundos, tomé el recipiente de mis galletas con chocolate con una mano, y con la otra me agarré el pecho sintiendo el tamborileo de mi órgano más importante. - ¿Te sientes bien Ryuzaki?

-Creo que sí estoy comiendo demasiado chocolate. – Le dije a Light mientras me concentraba en mis latidos. – Mi corazón se ha acelerado ¿Es eso normal? – No supe si había dicho algún estilo de broma, pero mi compañero se había quedado serio unos segundos para después emitir una sutil sonrisa, de esas sinceras que no solía verle casi nunca

-Te afecta el azúcar, mira nada más tus mejillas, están totalmente sonrojadas. –Se acercó a mí y puso su mano delicadamente en la zona. Abrí mis ojos sorprendido y me quité de su lado rápidamente antes de que mi corazón se me escapara del pecho

-A trabajar. – Dije casi inaudiblemente. Pero vi como Light volvía a sonreír con suficiencia y me seguía por detrás hacia fuera de la cocina.

 

+++

 

Los días comenzaron a pasar rápidamente, el movimiento durante éstos era incesante, las muertes que Light-kun había programado días atrás comenzaron a ocurrir de a cuerdo a sus planes, un par de criminales por día, muertos por ataques al corazón pero sin dejar pruebas algunas, muertes limpias.

El equipo trabajaba arduamente en sus lugares como siempre, el tiempo libre era cada vez menos pues yo trataba de mantenerlos ocupados con supuestas pruebas que iba encontrando, sólo para distraerlos y que dejaran pasar lo obvio, como por ejemplo, el que Light-kun no estaba con nosotros por estar “estudiando” para sus exámenes de ingreso.

Se había marchado hace dos días para hacer la acción menos evidente, nos contactábamos por las noches vía teléfono, aunque en realidad jamás entendí del todo el sentido de nuestras llamadas, no nos decíamos nada diferente, eran llamadas rutinarias, como si sólo buscáramos acortar la distancia que había entre su casa y el edificio.

Me pregunto en que estará Light en estos momentos, su plan debería estar por comenzar, de seguro ya estaba en aquel metro subterráneo esperando por el agente. Pobre, pero esto no le estaría ocurriendo si no se involucrara en cosas que no le incumben.

Más le valía a Light hacer las cosas bien, a estas alturas del partido no era aceptable alguna clase de error, cualquier opción mal manejada podía llevarnos al descubrimiento y todos nuestros esfuerzos se irían por la borda.

Ya casi era hora, quedaba poco tiempo para que nos sacáramos un peso de encima. Las agujas del reloj seguían pasando y no teníamos noticias de Light ¿Habría salido algo mal? Comenzaba a arrepentirme de aceptar su petición de hacer este trabajo por su cuenta, después de todo era demasiado importante. Diablos.

-Ryuzaki… Creo que ocurre algo en la estación del metro. – Tomé toda mi atención a Yagami-san y me acerqué a los paneles de seguridad que teníamos instalados a un lado de la habitación.

Había mucha gente que seguía caminando, sin embargo, había otro pequeño grupo que estaba detenida mirando algo que ocurría.

-Cambie la focalización Yagami-san, por favor. – El cabecilla del grupo policial obedeció mi orden y apretó botones hasta lograr que diéramos con la imagen más clara de lo que estaba ocurriendo. Había un hombre tirado en el piso, tenía una mano en su pecho como tratando de suavizar un agonizante dolor

-¡Ryuzaki! ¡Es una víctima de Kira!

-Así parece Aizawa-san. – Dije tranquilamente. – Hay que buscar más información… ¿Quién es este hombre?

Los acercamientos al rostro comenzaron, una camuflada sonrisa se escapó de mis labios, Ray Penbar estaba fuera.

-¿Lo conoces Ryuzaki?

-Creo que no, Yagami-san… Por favor llame a Light-kun y dígale que es indispensable su presencia en este lugar. – El hombre asintió y comenzó a llamar al castaño vía teléfono celular.

Bien hecho Light, ahora no teníamos de qué más preocuparnos, salvo uno que otro agente más del FBI que de seguro habían enviado, pero por lo que sabíamos, éste sujeto era el único que había comenzado una seguidilla a los pasos de Light-kun.

-Ya viene para acá

-Gracias Yagami-san. – Me volví a mi computadora para tratar de averiguar cuántos agentes más eran los que andaban merodeando por Japón, pero fue imposible, cada archivo tenía una clave ultra secreta que ni yo mismo podía averiguar.

Encogí mis piernas aún más en mi posición, y comencé a juguetear con mi dedo entre mis labios, estaba comenzando a inquietarme al no encontrar una solución precisa, aunque el plan de Light-kun había resultado de maravillas aún habían muchas otras cosas de las que preocuparnos.

-¡Ryuzaki! Hay algo que no habíamos tomado en cuenta del video. – Con extraña rapidez me puse de pie nuevamente de mi asiento, y caminé con las manos en los bolsillos otra vez hacia las pantallas de seguridad. – Al parecer el sujeto parece estar apuntando hacia algo o alguien dentro del metro, mira, si retrocedemos la cinta hasta este punto… Puedes ver que en este parte… Apunta con una de sus manos hacia adentro, antes de que las puertas del metro sean cerradas

-¿Q-Qué…? – tomé yo el poder de las perillas esta vez, y comencé  moverlas por todos los ángulos posibles, era cierto que Ray Penbar había apuntado con una de sus manos hacia dentro del metro, pero también era cierto que desde ningún ángulo las cámaras eran capaces de enfocar hacia dentro del móvil, por lo que no se podía saber a quién veía con tanta agonía el agente.

-Buenas tardes. – Saludó Light entrando al edificio. No pudo haber elegido mejor momento para llegar, cuando deseaba gritarle por cometer un error tan estúpido como ese… ¿Cómo se le ocurría mostrarse frente a alguien que ha sido atacado por Kira? ¿Tenía idea acaso del problema en que podía meternos?

Respiré profundamente un par de veces antes de erguir un poco mi postura y meter mis manos a los bolsillos de mi pantalón con suma despreocupación.

-Ha habido una víctima de Kira en el metro. – Le informé dando directo al punto. – Y creo que Kira estuvo a punto de cometer un error fatal, al parecer el hombre pudo reconocerlo antes de morir. – Lo miré con mis cejas fruncidas, al oírme, Light-kun abrió un poco sus ojos y se dirigió a los monitores junto al resto del equipo

-¿Pudieron ver su rostro? – Le prestó toda su atención a su padre que parecía no entender el apuro de su hijo

-Lamentablemente no, las cámaras no han logrado enfocar el ángulo necesario. – Light dio un suspiro disimulado en alivio. Se volvió a mirarme con disimulo, mientras yo solo le quitaba la vista con unas ganas tremendas de gritarle y sacarle en cara su error, pero por el contrario sólo volví a sentarme  en mi silla de siempre. El castaño hizo lo mismo segundos después

-No todo va mal. – Me susurró sin dejar de mirar su monitor. – Ten fe

-¿Fe, Light-kun?

-Ryuzaki, tiene una llamada del jefe del FBI. – Miro a mi contraparte con una ceja alzada, y le digo a Watari que por favor me pase la llamada hasta al teléfono que está a mi lado. Lo tomo tan peculiarmente como a los otros objetos, y lo acerco a mi oído diciendo con un tono de voz leve un “Diga”.

Comienza a hablar con aquella persona que sin duda me estaba dando una de las noticias más buenas recibidas en el último tiempo. La policía ya se había situado a mi lado esperando a que terminara la importante llamada, mientras mi vista sólo estaba en Light-kun que no se despegaba de su computadora con una sonrisa en el rostro, finalmente había hecho las cosas bien, más de lo que me esperaba.

-¿Qué ha ocurrido?

-Al parecer Kira ha sido bastante más inteligente de lo que esperábamos. – Light se giró hacia mí, en su mirada me decía a gritos que estaba agradecido de mis palabras resignadas. – Todos los equipos especiales del FBI han sido asesinados, lamentablemente no contaremos con más ayuda de la brigada americana, han retirado todas sus tropas de Japón

No se tardaron mucho en comenzar a escuchar los reclamos e insultos hacia Kira por parte del equipo. Lo cierto era que no teníamos un plan, que no sabíamos como continuar con esto, pero ya tendríamos aquel momento a solas durante la noche para comenzar a planear todo, mientras tanto, no nos quedaba de otra que comenzar a investigar más sobre los antecedentes que tenía cada espía, haber si con eso conseguíamos obtener alguna “pista” del dichoso asesino en serie.

-Aah, estoy realmente cansado. – Aizawa era el tercero en decirlo, y la verdad es que sí era demasiado tarde

-Creo que si hemos tenido un día agitado. – Dijo Light-kun poniéndose de pie de su asiento y estirando sus extremidades con suma exageración. – Ryuzaki, yo creo que deberíamos ir todos a descansar, no sacamos nada si trabajamos con este cansancio encima, no estaremos al cien por ciento. – Sabía que lo decía sólo para tener ese momento que ambos estábamos esperando, habían muchas cosas que hablar

-Claro Light-kun, por favor, siéntanse en libertad de regresar a sus casas por esta noche, hace bastante tiempo que no lo hacen. – Todos parecían agradecidos con la idea

-Light ¿Regresas conmigo?

-En realidad prefiero quedarme aquí y seguir ayudando a Ryuzaki, para recompensar los días que estuve afuera papá

-Está bien, que descanses

-Por favor dile a mamá para que no esté preocupada. – Me sorprendía lo cínico que podía resultar el castaño cuando se lo proponía

-De tu parte hijo, hasta mañana Ryuzaki

-Buenas noches Yagami-san. – Poco a poco fueron todos retirándose del edificio, como por inercia nos dirigimos hacia mi habitación en silencio, al entrar me quedé de pie contra la ventana, mientras Light se quedaba erguido a un lado de la cama.

Eran tantas las palabras que se cruzaban por mi mente en ese momento que no sabía cómo empezar, había cometido un error casi irreversible, pero también admito que nos había sacado de un apuro mucho más grande al deshacerse hábilmente de todo los demás espías que se encontraban en Japón tratando de ayudar con el caso Kira.

Di un largo suspiro, sin despegar mi vista de la oscura noche que me ofrecía la ventana de la habitación.

-Estuviste a punto de delatarnos, Light-kun. – Mi compañero resopló en respuesta, y vi por el reflejo del cristal que se tendía de espaldas en la gran cama

-Pero también nos libré de una buena, y estás consciente de eso. – Manteniendo mi postura me giré levemente hasta poder mirarlo a la cara. Estaba con sus brazos cruzados detrás de su nuca, dándose la altura necesaria para que su mirada se cruzara con la mía.

-No puede volver a suceder, tienes que hacer las cosas más tranquilamente, sin exponerte… ¿En qué estabas pensando Light-kun?

-Sólo quería dejarlo morir con una duda menos. – Rió, como si lo que estuviera pasando ahora fuese una broma.

-Me extraña que te tomes esto tan a la ligera. – Le reclamé con un tono de voz más duro. – Aunque Ray Penbar haya estado en su momento final entonces siempre hay cámaras y testigos que pueden hablar

-Estás haciendo un gran escándalo de algo que nunca sucedió. – Se sentó en la cama y siguió mirándome debatiente. – Además ¿No soy yo Kira? Voy a comenzar a actuar bajo mis propias órdenes desde ahora en adelante

-¡No me digas! – Esto estaba yendo por mal camino. – Si tú haces esto, entonces me encargaré yo mismo de que tu perfecto cuerpo se pudra tras las rejas de una cárcel de alta seguridad, tú decides Light-kun, o estamos juntos, o separados

-Te recuerdo que siempre tendré la manera de mantener contacto con los de afuera, no faltaría la oportunidad para entrar una Death Note y matarte apenas se me presente el momento, creo que no estás en una situación de exigirme nada Ryuzaki, hace bastante tiempo que has perdido poder sobre mi persona. – Y vaya que lo sabía muy bien, era sólo que me costaba asimilarlo

-No juegues conmigo…

-No lo hago. – Me dijo sosteniendo la mirada. – Las cosas se harán a mi manera desde ahora, ateniendo las consecuencias

-Espero que sepas llevar con ellas muy bien, no te la dejaré fácil

-No lo esperaba de todas formas. – Nos quedamos en silencio, uno frente al otro, con mil ideas en nuestras cabezas, con mil cosas más por decirnos a las caras.

Sin embargo, como era costumbre entre nosotros, un primer puñetazo de su parte desencadenó la furia de la mía y le respondí con una patada en el rostro, comenzando con una guerrilla poco favorable y que nos costaría en demasía explicar al resto.

-Eres… Muy inmaduro, Ryuzaki. – Dijo agarrando mi pie que iba directo nuevamente a su rostro

-¡Ja! Seguro tú eres muy maduro… Light-kun. – En venganza, tomé su puño que también tenía como objetivo impactar con mi rostro. Y nos quedamos así, agarrando nuestras extremidades esperando a que alguno de los dos diera el primer paso.

Pero lo hicimos ambos. Nos soltamos y volvimos a nuestras posiciones normales, acomodando nuestras ropas que habían quedado desordenadas, y pasando nuestras manos por las zonas heridas, comprobando que ambos estábamos sangrando levemente.

-Perdóname Light-kun, pero me resulta un poco difícil el no hacerlo…

-¿Hacer el qué? – Preguntó confundido mientras yo daba dos grandes pasos y estampaba mis labios en los suyos, lo que buscaba no era nada distinto a que me respondiera el acto, pero no lo hizo. Al contrario, con sus manos me empujó levemente de su cuerpo y con el dorso de una de ellas limpió sus labios dejándome un poco anonadado. – No siempre las cosas van a terminar como pretendes, Ryuzaki

-No puedo creer que hables en serio, si ya estás más que acostumbrado a nuestras sesiones de sexo salvaje y deliberado. – Le dije con una ceja alzada, un poco ofendido por su acción

-Tal vez antes estaba acostumbrado a solo tener sexo. – Dicho esto me dio la espalda para salir de la habitación y dejarme solo, con miles de preguntas vagando en mi cabeza.

¿Solo sexo? ¿Qué había querido decir con eso? Tal vez el joven universitario abría madurado y se habría encontrado una linda novia con quien satisfacer sus necesidades carnales, tal vez ya se habría hartado del cuerpo sin gracia de un hombre, reemplazándolo por las curvas exageradas y prominentes de una bella adolescente.

¿Se cansó de tener solo sexo?

Agité mi cabeza de un lado a otro y bajé las escaleras hasta la cocina, para retirar de la nevera un buen trozo de pastel.

Al regresar a los monitores Light-kun no estaba por ningún lado ¿Sería una rabieta de la juventud? Digamos que yo había pasado hace poco esa etapa, pero aún así me resultaba difícil entender a los jóvenes de hoy en día.

Vaya. Me estoy poniendo viejo.

Terminé por idear pistas solo en mi computadora, con un termo repleto de café dulce que fue mi compañero durante toda la noche.

 

Notas finales:

Gracias por leer :D


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