Diez años: .-Familia-.
Naruto miraba directamente a la mano de su hermano. Desde hace mucho que no se tomaban de las manos para caminar. De todos modos se veían encantadores juntos aunque ya no estuviesen tomados de las manos como dos muñequitos. Siempre transmitieron un aura antagónico que los hacía irresistibles a nivel visual para los adultos a su alrededor: Un jovencito de piel pálida, cabellos y ojos carbón, con aire elegante y maduro; acompañado de un rubiecito piel canela de ojos color cielo, que sin duda transmitía una energía libre y traviesa. Ambos eran dos partes de un todo muy enriquecido por sus diferencias físicas. Si a eso le sumaban la disparidad de sus personalidades, era como tener el privilegio de ver al día y la noche al mismo tiempo en un mismo lugar.
Aunque ya no tuviesen el mismo contacto físico, y muchas otras cosas cambiaran, ambos se querían con la misma intensidad. Naruto seguía mirando a Sasuke como un modelo a seguir, un ejemplo de perfección… aunque… hace poco el pequeño azabache le hizo pensar otra cosa. Su nii-chan por primera vez se vio débil frente a él. ¿A qué se refería su hermano al decir que se sentía “diferente”? Para Naruto, hasta ese entonces, Sasuke era simplemente único… pero quizás tenía razón con eso de que era “diferente”, nunca se había sentado a meditar sobre el asunto. Ciertamente Sasuke era un niño muy especial… pero era también cierto que algo sentía en su presencia que no era capaz de sentir con ningún otro ser humano… mmm… ¿qué sería?
Naruto pensaba en todo eso mientras avanzaban por los pasillos para luego dirigirse a su lugar especial. Un lugar apartado de todo en la escuela, donde siempre solían almorzar.
Siempre almorzaban juntos, no importaba lo que pasara. Ahora que Naruto había cambiado su estatus escolar, las cosas cambiaron un poco con respecto al tiempo que compartían su hermano y él. Lo que ocurre es que como el travieso rubio se ganó fama de payaso en el tiempo que estuvo distanciado de Sasuke, sin quererlo, los chicos “problema” de su grado se acercaron a él y lo integraron lentamente a su grupo. Se trataban de niños inocentes pero pilluelos.
El primero en frecuentarle fue Kiba Inuzuka: un jovencito de cabellos castaños y marcas rojas en las mejillas, que siempre era castigado por infiltrar a su cachorro mascota en la escuela, lo cual iba en contra del reglamento interino del establecimiento. Ese chico solía meterse en problemas, pero no muy graves; y, al igual que Naruto, su intención no era causar un mal, sino simplemente divertirse.
Gracias a la cercanía con Kiba, logró hacerse de dos conocidos más: Shikamaru Nara y Choji Akimichi. El primero era muy inteligente, pero desinteresado. Se las pasaba de vago y a veces olvidaba entrar a clases y se quedaba mirando el cielo en el patio de recreos; dormía durante las lecciones y siempre tenía ganas de estar fuera. El segundo era más bien un gordito bonachón, pero Shikamaru era su mejor amigo y solía seguirlo y vagar con él. No era frecuente en él demostrar decisión propia, pero a esa edad poco importa. También disfrutaba a veces escapar de clases, para poder comer fuera. Siempre le regañaban por estar comiendo en las horas de enseñanza, lo cual varias veces le trajo problemas.
Esos tres niños se conformaron en los primeros amigos que hizo Naruto. Él estaba muy feliz al respecto, pero trataba de no demostrarlo. Para él, esos chicos, eran sus “camaradas” y estar cerca de gente así siempre fue su sueño.
Con ellos compartía los dos primeros recesos, los cuales eran cortos, y en ellos sólo planeaban travesuras o como escapar de clases. Fue casi un acuerdo tácito entre Sasuke y Naruto que el mayor no se inmiscuiría en esos asuntos, y es más, Sasuke ni siquiera se aparecía durante esos dos recreos. Esos recesos eran la oportunidad del pequeño azabache para pulir sus técnicas en el soccer o en el baseball con sus compañeros de clase, aunque lo menos que le importaba era cosechar amistad con gente que no era de su interés, al menos podía matar el tiempo jugando uno que otro deporte. Para él al principio toda esa situación fue una molestia, pero Itachi se enteró de que Naruto por fin tenía amigos en su grado y convenció con toda su arte y oratoria a Sasuke para que éste no se interpusiera entre el pequeño rubio y sus nuevos amigos.
Ahora era hora de almuerzo, por ende ambos debían estar juntos. Sasuke se sintió ganador cuando se acercó a la puerta del salón de Naruto para llevárselo a comer cuando escuchó como Sus amigos intentaban convencerlo de que los acompañara a cazar unas ranas que habían pillado en la antigua pileta del patio trasero de la escuela. Naruto se negó con una sonrisa “Debo ir a almorzar con Onii-chan, ¡será para otro día-ttebayo!”, se despidió de sus amigos y salió raudo a encontrarse con su hermano… Sólo haber presenciado esa escena, hizo que Sasuke recuperara la confianza en sí mismo. Sin embargo antes de partir junto a su hermanito, quien le sacó la ventaja, pudo escuchar cómo uno de los amigos de Naruto le preguntaba a otro “Shikamaru, ese chico Uchiha Sasuke, no es realmente el hermano de Naruto, ¿verdad?” “Claro que no, sólo sus padres viven juntos. Al menos eso le he escuchado a mamá, no es como si me importara. Además, sólo mira lo distintos que son y sus apellidos son distintos también. Piensa bien las cosas Kiba, es imposible que dos personas tan distintas estén realmente emparentadas; es como una especie de juego”… Juego… ¿juego? Para Sasuke su relación con su hermano no era un estúpido juego. Al pequeño azabache no le faltaron ganas de entrar en el salón y partirle la cara a ese niño, pero Naruto ya iba muy adelante, y no desaprovecharía su tiempo con él.
—Una brisa tibia… eso me recuerda, pronto será tu cumpleaños, dobe —Comentaba el pelinegro cuando ya se habían instalado para comenzar a comer.
—¡Es cierto-dattebayo! ¿Qué me vas a regalar este año? La pelota que me regalaste el año pasado fue casi tan buena como el reglo que te hice yo este año.
—¿Te refieres a la camiseta que dice “Amo a mi hermano menor”? Sí tienes razón, ese fue un buen regalo dobe… ya me hacía falta una pijama nueva.
—No entiendo por qué no la usas en público-dattebayo —Naruto achinaba sus ojos al punto de parecer un zorro mientras comía. Sasuke le observaba divertido—. Es una linda camiseta, pensaba en regalarte una que dijera “Amo a mi hermano mayor” en navidad para que Itachi-nii estuviese más contento por ahí-‘ttebayo.
—Entonces ya sé que regalarte para tu cumpleaños.
—¡¿Una camiseta que diga “Amo a mi hermano mayor”?! —El pequeño abrió los ojos azules de par en par apuntando con ellos a su nii-chan, con su sonriente carita rebosante de dispersos granos de arroz y los palillos de comer apretados en una de sus manos.
—Mejor.
—¡¿Dos camisetas que digan “Amo a mi hermano mayor”?!
—¿Serás idiota? He dicho que mejor.
—Oh, dios, ¡me regalarás tres camisetas-dattebayo!, dos que digan “Amo a mi hermano mayor” y una que diga “Amo a mi papi”.
—¿Te escuchas a ti mismo cuando dices tantas estupideces?… ¿además para qué querrías dos camisetas que digan lo mismo y sólo una que diga algo diferente?
—Una la usaré cuando esté contigo-‘ttebayo y otra cuando esté con Itachi-nii.
—Ambas dirán lo mismo de todos modos, podrías usar la misma y nadie lo sabrá.
—Yo lo sabré-dattebayo.
—Idiota… —Sasuke suspiró y empezó a juntar los granitos de arroz de la cara de su hermanito para dárselos uno a uno en la boca—. Pensaba en regalarte una camiseta, pero no que diga ese tipo de cosas… Es algo que hará feliz a mi mamá y a Itachi de paso.
—¿Mmm?... ¿una camiseta que diga “Amo a mi familia”?
—… Idiota…—Sasuke se llevó su palma a la cara en un intento de contener su decepción, pero luego reconsideró las palabras del pequeño rubio— La verdad no está tan alejado lo que has dicho de lo que quiero. Es una forma de decir “Amo a mi familia” pero no con palabras.
—No entiendo-‘ttebayo —Naruto ladeó su carita de zorro haciendo una mueca de incognita.
—No te preocupes, estoy acostumbrado a que no entiendas nada, dobe —Sasuke golpeó la frente de Naruto con dos de sus dedos ligeramente.
—¡Waa!, no me hagas eso-‘ttebayo —Naruto se quejó haciendo pucheros y llevando sus manitas hasta la zona afectada—. Tú e Itachi-nii siempre hacen lo mismo.
—Sí…
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El pequeño golpeó la puerta de su hermano mayor apenas volvió de su practica de Kendo.
—Nii-san, ¿puedo entrar?
—¿Qué pasa Sasuke? Ven —El joven de cabellos oscuros señalaba al menor su cama, donde podría sentarse—. ¿Todo en orden?
—Sí. Sólo quería preguntarte un par de cosas. Pero si estás muy ocupado…
— No, tranquilo, estaba estudiando pero ya casi termino.
—Vas a terminar temprano hoy.
—Sí, es que Kakashi me pidió que le acompañara esta tarde al refugio de perros de nuevo. Ya sabes cómo es él. Ahora dime, ¿qué te inquieta?
—… ¿Qué le regalarás a Naruto por su cumpleaños?
—Es cierto… creo que unos sneakers de básquetbol.
—Mmm… Yo estaba pensando… en…
— ¿Qué te pasa Sasuke? —Al ver que su hermanito se veía incómodo, Itachi se levantó del escritorio y se sentó a su lado—. ¿Estás… sonrojado?
—¡Cállate!... sólo… hace calor.
—Jeje. Niño tonto y orgulloso. ¿Qué pasa?
—Sólo pensaba… ya sabes, tú casi siempre usamos la ropa con el símbolo de la familia…
Itachi entendió rápidamente lo que Sasuke quería darle en su cumpleaños a Naruto.
—¿Sabes? Yo sé que lo quieres mucho, y eso está bien. He hablado de esto con Minato-san. Quizás sea bueno que lo sepas ahora. Yo sé que tú y Naru-chan se piensan como hermanos, y el que quieras darle un regalo como ese me confirma eso. Tú… ¿estarías dispuesto a ser su hermano de verdad?
—¿De verdad?, ya somos hermanos de verdad.
—Me refiero… a ser legalmente hermanos.
—Quieres decir…
—Minato-san quiere casarse con mamá, se lo propondrá el día del cumpleaños de Naru-chan. Quiere que tú y yo seamos legalmente sus hijos. Quiere adoptarnos.
—…
Sasuke no sabía qué decir. Realmente él veía a Minato como a un padre ahora, eso estaría bien, ¿verdad? Ser hermano de Naruto realmente… pero eso haría que él tuviese el apellido de Minato… Bueno realmente eso no era tan malo, mientras para Itachi estuviera bien con eso, ¿por qué él no?, además… si era hermano real de Naruto, ya nadie podría decir que su relación era un juego. Esto demostraría que es enserio, y hasta podría reclamar derechos de “hermano” frente a los demás; para Sasuke ese tipo de cosas son relevantes.
—Itachi-nii… Eso significaría… ¿Que sería el hermano del dobe para siempre, sin importar lo que pase?
—Sin importar lo que pase —Reafirmó el mayor mientras acariciaba la cabeza de su hermano menor. Él realmente temía que Sasuke reaccionara mal, pero se había equivocado. Esto sería un gran alivio para cuando se lo comente a Minato-san—. Aunque debes esperar. Es sólo una propuesta de matrimonio, primero deben resolver muchas cosas del divorcio de “hecho” entre mamá y Fugaku. Y los trámites de adopción son más que largos, especialmente por la demanda que hizo ese desgraciado hace un par de años atrás. Pero lo importante… es que si mamá acepta, será el primer paso para que seamos… una familia.
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—¡Ponte los pantalones!
—¡No quiero-dattebayo! —Naruto corría en círculos con Sasuke siguiéndole con pantalones en sus manos— ¡hoy es mi cumpleaños y si quiero estar en ropa interior, estaré en ropa interior toda la noche-‘ttebayo!
—¡Dobe, ponte el maldito pantalón!
—Sasuke, no maldigas —la cariñosa voz de Mikoto irrumpía en la habitación—. Quizás esos pantalones no son del gusto de Naru-chan. Ven cariño, ¿te gustan estos? — El mencionado se acercó a ella como hechizado por su voz y asintió con la cabeza a todo cuánto la mujer dijo—. ¿Te ayudo a ponértelos? —El rubiecito asintió nuevamente—. Eres un buen niño Naru-chan. ¿Ves Sasuke?, sólo debes ser amable. Ahora Naru-chan se ve lindo y está listo para celebrar su cumpleaños.
—Tía Mikoto, ¿dónde está papá?
—En la cocina, prefiero no molestarlo. Algo lo tiene muy nervioso —Sasuke rió disimuladamente, “Pobre papá, debe estar hecho un manojo de nervios” — ¿Qué es tan gracioso, Sasu-chan?
—Nada mamá. Gracias por ayudarme con este dobe-bebé que no es capaz de ponerse los pantalones sólo a sus diez años.
—¡Sí sé ponérmelos-dattebayo!
—¿Entonces por qué mamá tuvo que ponértelos?
—Porque… —Naruto calló unos segundos. Estaba sonrojado hasta las orejas. ¿Cómo decirlo?, sólo quería que Mikoto lo mimara un poco, eso era todo.
—Porque a Naru-chan le gustan esos pantalones. ¿Verdad, Naru-chan?
El pequeño asintió, mirando los oscuros ojos de su tía. Algo había en ellos, parecidos a los de Sasuke, que le gustaba mirarse en ellos. Le hacía sentir seguro.
Cuando la cena estuvo lista, todo se desarrolló con tranquilidad. Como era el cumpleaños de Naruto, la cena era ramen, pero uno muy especial que Minato preparó que a todos gustó, inclusive a Mikoto.
Rieron, comieron y bebieron. Invitaron a Kakashi, pero él tenía que ir a uno de sus trabajos de medio tiempo, asique sólo vino unos minutos por la tarde a dejarle un regalo a Naruto: un monedero con forma de rana que a Naruto simplemente le encantó.
Naruto estaba muy feliz. Luego, al final de la cena, todos empezaron a entregarle uno a uno los regalos que habían preparado para él. El primero fue el regalo de Itachi: unas zapatillas de Basquetbol color naranja con blanco que hicieron que Naruto se echara encima del mayor para abrazarlo y agradecerle con mucha emoción. Está demás mencionar que Minato y Sasuke no disfrutaron la escena en lo más mínimo, estaban ansiosos para que llegaran sus respectivos turnos para ser abrazados por Naruto.
El siguiente Regalo, fue el de Sasuke, quién estaba un poco nervioso al entregárselo pero era lo suficientemente autoconsciente de sí mismo y de su expresión corporal, que pudo simular a la perfección desinterés con respecto a la reacción de Naruto.
Cuando el pequeño despedazó, como era su costumbre, el papel que envolvía el regalo, pudo ver que se trataba de una camiseta, pero al desplegarla notó que no decía “Amo a mi familia” como pensó que diría. En su logar, había sólo un pequeño detalle: era azul completamente, pero en el centro tenía un detalle que lo desconcertó al punto de casi provocarle lágrimas… Era el símbolo que Itachi y Sasuke siempre tenían en su ropa, el símbolo de la familia Uchiha.
—Sasu-nii…
—Es mi forma de decírtelo, ¿ok? Cada vez que alguien diga que tu no eres mi verdadero hermano, sólo debes mostrarle esa camiseta, ¿ok?
—¡Así lo haré-‘ttebayo!
Ambos niños se sonrieron, pero cuando levantaron las miradas, vieron al resto de su familia al borde las lágrimas. Realmente se veían como idiotas mirando a ambos niños con tanta emoción en sus ojos. Los pequeños ignoraron el hecho de que los adultos que los rodeaban eran unos sentimentalistas, y pronto llegó el momento en que Mikoto debía darle un regalo a Naruto. Esta vez se trató de algo bastante sencillo y que todos se sintieron idiotas por no haberlo pensado: tickets para canjear en el puesto de ramen favorito del pequeño.
—Son cincuenta, pero debes prometerme que los usarás sabiamente y comerás vegetales de tanto en tanto, ¿está bien, Naru-chan?
—¡Sí tía! ¡Es usted la mejor-‘ttebayo!
El pequeño saltó a los brazos de Mikoto y la besó en la mejilla. Era la primera que conseguía esa muestra de cariño de parte del rubio esa noche; todos, incluyendo ligeramente a Itachi, sintieron celos. ¿Cómo no se les había ocurrido? ¡Ramen! Era casi obvio. Kakashi también tuvo una buena idea… “Ranas”… maldita sea, se lamentaron todos.
Ya era la hora de que su papá le diera un regalo a Naruto, quien aún estaba en los brazos de Mikoto y no contemplaba bajarse. El primer regalo, fue algo que a todos puso un poco sensibles: se trataba de un collar, uno que le había regalado su esposa Kushina el día de su matrimonio.
—¿Así que… esto era de mi mamá?
—Sí. Ella me lo dio a mí el día que nos casamos… yo estaba tan nervioso. Me dijo que esa piedra me cuidaría y tenía razón. Ahora quiero que cuide de ti —Las azules miradas de ambos se mesclaron. ¿Qué debía sentir Naruto respecto de esa joya? Sentía algo muy extraño, como si debiera recordar algo que ya no está dentro de él. Sintió ganas de llorar, pero no lo hizo, en su lugar abrazó más fuerte a Mikoto—. Debería yo aprovechar que estás ahí, pero debo pedirte que me dejes darte mi segunda mitad del regalo; aunque es un regalo un poco egoísta y quizás aún no lo entiendas, pero para dártelo necesito ayuda de Mikoto.
—¿Mi ayuda?
—Sí, Mikoto-chan… en realidad necesito tu mano.
—¿Mi mano?
—Sí… ¿Itachi, puedes pasarme eso?
—Claro —El aludido se acercó y le pasó algo fugazmente a Minato.
—Psst…—llamó Sasuke a su hermano mayor disimuladamente y prosiguió susurrando—. ¿Por qué tenías tú “eso”?
—Minato me pidió que lo guardara. Lo conoces: con lo nervioso que está hubiese sido capaz de perderlo si lo tenía bajo su poder.
—…Es cierto.
Minato, con la torpeza habitual, pero con una valentía que lo hacían objeto de respeto por parte de los dos jovencito que sabía bien lo que estaba pasando, se hincó sobre una de sus rodillas. Al hacer tal acción Mkoto se sonrojó al empezar entender de qué iba todo el asunto. Naruto seguía sin comprender absolutamente nada, como siempre.
—Mikoto-chan… tú… tú… me harías el honor… ¿de ser mi esposa?
Pronunció mientras dejaba relucir el anillo. Por fin Naruto empezaba a entender lo que pasaba. Un silencio embargó todo el ambiente, Mikoto estaba como en trance y hasta dio medio paso atrás como para no perder el equilibrio y caer con Naruto en sus brazos. Todos estaban expectantes. Estas situaciones no eran del personal agrado de Sasuke, pero por primera vez estaba un poco nervioso ya que su mamá parecía estarselo pensando mucho “Vamos, mamá di que sí” pensó un par de veces, pero era inútil, a Mikoto le había robado la lengua la sorpresa.
Cuando el silencio estaba rayando en lo incómodo y Minato empezaba a descorazonarse, su pequeño hijo y su imprudencia salieron al rescate.
—¡Vamos tía Mikoto!, ¡diga que sí, maldita sea-‘ttebayo! ¡Así usted podrá ser mi mami!, eso es hasta mejor que cualquier cochino anillo-‘ttebayo, ¡no sea tonta y no dude-dattebayo!
La situación pasó de ser tensa a un momento de extrema jocosidad, todos se miraron entre sí para confirmar que lo que había oído era real. El pequeño Naruto, muy serio, había despreciado la propuesta y el tonto anillo de Minato y le estaba proponiendo a Mikoto ser su mamá en su extraña forma de pedirlo. La mujer miró al pequeño en sus brazos y le sonrió, lo abrazó con más fuerza anidando la cabeza de este en su hombro y cuello. Luego dirigió su mirada sonriente hacia Minato.
—Sí, amor. Acepto.
Continuará…
OLII :)
BUENO, PRIMERO KE NADA LES DEBO UNA PAR DE EXPLIKACIONES: PUBLIKO LOS KAPS KADA UNA SEMANA, AUNKE YA TENGA ESKRITO VARIOS, PARA PODER REVISARLOS MÁS DE UNA VEZ Y MODIFIKAR LAS KONKORDANCIAS KON LA HISTORIA, Y ASÍ DAR UN BUEN "PRODUKTO" PARA TODOS USTEDES SIN APRESURARME :) ASÍ PUEDO VER LAS KOSAS DE UN PUNTO DE VISTA MÁS GLOBAL.
KOMO EJEMPLO PUEDO MENCIONAR ESTE MISMO KAP, EN KE HACE UN MES ATRÁS, KUANDO LO ESKRIBÍ, HABÍA PUESTO KE EL KOLLAR KE MINATO REGALA A NARUTO ERA UN REGALO DE SU ABUELA, LA KUAL SUPUESTAMENTE SERÍA "TSUNADE" POR KOSAS DE LÓGIKA... PERO HOY MISMO ME DI KUENTA KE EN EL KAP 4 YO HABÍA DECIDIDO HACER DE TSUNADE LA DIREKTORA DE LA ESKUELA A LA KE ASISTEN NARUTO Y SASUKE.... LO NOTAN? KON LO DESPISTADA KE SOY NO HUBIESE PODIDO DARME KUENTA SI LOS ESKRIBIERA Y LUEGO LOS PUBLIKARA ENSEGUIDA :) TODO ES KON EL FIN DE HACER LAS KOSAS BIEN :)
TAMBIEN ES PORKE ESKRIBO RÁPIDO Y NO SEPARO LOS KAPS APENAS LOS ESKRIBO. ME EXPLIKO: ESKRIBO ESKRIBO ESKRIBO, Y LUEGO LOS DIVIDO EN DIFERENTES KAPS PARA DARLES EL FORMATO DE 2000 A 3000 PALABRAS EN PROMEDIO, O SINO EL RESULTADO SERÍA ALGO MONSTRUOSAMENTE LARGO.
Y KREO KE MI ÚLTIMA RAZÓN ES: ME GUSTA PUBLIKAR SEMANALMENTE KOMO KISHIMOTO XD (TONTA RAZÓN, PERO ESO HACE KE USTEDES SAKEN MÁS KONKLUSIONES ENTRE KADA KAP... ADEMÁS ASÍ LES DOY SUFICIENTE TIEMPO PARA DEJARME SUS HERMOSOS REVIEWS :D )
BUENO ESO. LOS KIERO MUCHO Y REKUERDEN KE ATESORO SUS REVIEWS KON TODO MI KOKOROZON :) GRACIAS POR KONTAKTARSE KONMIGO POR FEISVUK A ALGUNOS Y POR HACER DE MI VIDA ALGO TAN DIVERSO. LES KOMUNIKO KE NO VOLVERÉ A DEJAR ESTAS NOTAS POR AKÍ, POR LO MENOS NO ES ALGO KE ESTÁ DENTRO DE MIS PLANES A NO SER DE MUCHA IMPORTANCIA. NO ME GUSTA USAR SU TIEMPO EN ALGO KE NO SEA EL FIK DERECHAMENTE :) BUENO ESO.... SI HAY MÁS DUDAS Y KEJAS Y ESAS KOSAS, A LOS REVIEWS Y A http://www.facebook.com/kolera.sapiens
BYE BEE