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..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

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Notas del capitulo:

GRACIAS POR SUS REVS!!!!!! POR FAVOR MÁNDENME SUGERENCIAS. eSPERO QUE ESTE CAP LES EMOCIONE TANTO KOMO A MÍ ME EMOCIONÓ EL ESKRIBIRLO!

PLEASE ENJOY IT!

Catorce años: .-Ocaso-.


Estaba despierto, pero con los ojos cerrados. Podía sentir la brisa suave jugar entre su nariz y cabellos. El sol no quemaba, a su morena piel nunca le importó demasiado el clima. Se nutría de la exquisita sensación que otorgaba tal tarde. Sólo quedaba un bloque de estudios y podía irse a casa: eso si realmente él estuviera en el salón. Para Naruto era muy normal saltarse las clases, tirado en algún lugar de la escuela, tomando un poco de “aire”. Sabía que después de eso, Sasuke lo buscaría furibundo y haría un escándalo al respecto a la hora de la cena frente a toda la familia. Pero de sólo pensar en su hermano regañándole se sonreía.


Escuchó la campana anunciar el término de la jornada escolar. Hizo el amague de levantarse, pero se detuvo a sí mismo con una sonrisa picarona: “Mejor me espero a que nii-chan venga a buscarme y me regañe”. Trató de detener su risa, dejando florecer su cara de zorro.

A no mucho de haber pasado el tiempo, Naruto pudo percibir unos pasos subiendo por la escalera hacia la azotea, dónde se encontraba él. Cada paso en los peldaños retumbaba con bastante ira, lo cual producía un verdadero goce y emoción en corazón del menor. Se abrió la puerta de golpe y él pretendió estar dormido, preparándose mentalmente para recibir la reprimenda de su vida. Pero nada de eso pasó. No fue la voz de su hermano la que escuchó, sino los agudos reproches de una jovencita de la cual se había ganado más que su amistad: su confianza.

—¡Naruto, idiota! ¡Te saltaste las clases de nuevo!

—Sakura-chan…—Naruto se levantó de súbito y miró a la pelirrosa acercarse furibunda, para sentarse a su lado—. ¿Me estabas buscando?

—¡Claro! Al finalizar el período fui a tu clase y Shikamaru me dijo que te habías escapado a la azotea. Vine corriendo a buscarte. ¡Eres un irresponsable! —La muchacha asestó un ligero golpe en la cabeza del rubio.

 

—Sakura-chan, no es para tanto. ¿Viste a mi hermano en el salón? ¿No me estaba buscando?

—¿Él es el único que te importa acaso? Sabes que no me gusta siquiera mirar en dirección de tu hermano. —Un dejo de tristeza se escapó de la garganta de la jovencita. Naruto lo entendió y se apresuró a posar su mano en la cabeza de Sakura.

—Eres muy valiente, después de todo. Aunque no quieres toparte con mi hermano, aún así me vas a buscar a clases cada vez que tienes tiempo.

—¡Claro! ¡Si yo no te fuera a robar del grupo de idiotas o de tu hermano no nos veríamos jamás!

—¡Pero si yo siempre te llamo durante los recesos y tú casi nunca me saludas-dattebayo!

—¡Porque gritas “Sakura-chaaaaaaaaaaaan” desde el otro extremo del patio! ¡Pareces un retrasado y así quieres que te salude!

—¡Qué cruel-dattebayo!

—Je, je. La verdad,  no te devuelvo el saludo porque me saludas siempre que estás con Sasuke-kun…

—… —Naruto podía entender que Sakura se pusiera muy sensible con respecto al tema de su hermano. Ella se había transformado en su primera gran amiga, una a la cual podía contarle todo… ¿todo? —. Sakura-chan… ¿odias a mi hermano?

—… Mi problema es… precisamente lo contrario…—Naruto miró el piso con dolor, preguntándose por qué Sasuke prefería estar con él que con niñas tan lindas como su amiga.


—¿Sabes? Realmente creo que eres una chica muy valiente. Eres muy sincera con lo que tienes dentro-dattebayo —Habló con lentitud el rubio, abrazando ligeramente a su amiga. Ambos estaban tan distraídos en su mundo que no se habían percatado que desde ese segundo alguien había estado escuchando su conversación desde la puerta que llevaba al cobertizo—. Me gusta la manera en que te comportas a pesar de lo que sientes. Además… has sido muy amable conmigo-dattebayo.

—Tú eres quien ha sido amable conmigo. Pensaba que mis sentimientos eran una molestia para ti. —La persona detrás de la puerta, al escuchar esto último sostuvo la respiración. “¿Sentimientos?... ¿Sentimientos hacia… él?” Pensó el oyente apretando los puños.

—¡¿Cómo serían una molestia para mí, tontita?! Yo te aprecio mucho, ¡eres la primera chica con quien puedo tener esta confianza-‘ttebayo! ¡Es como si fueras un chico!

—¡¿Qué dijiste?! —La joven se enfadaba y amenazaba con un puño a Naruto—, ¡¿Me tratas de decir que parezco un chico?!

—¡Ja, Ja! No, Sakura-chan. ¡Me refiero a que me siento cómodo a tu lado! ¡Tú no pareces un chico-dattebayo! De hecho, todo lo contrario: ¡Yo pienso que Sakura-chan es la chica más linda de toda la escuela-‘ttebayo!

¡Suficiente!, el oyente había espiado demasiado. ¡Ya no aguantaba esta tortuosa charla! Sin hacer su aparición, Sasuke corrió escaleras abajo. ¿Desde cuándo su hermano estaba enamorado de Haruno Sakura? ¡Y ella parecía corresponderle! ¿Cómo fue tan estúpido? Debió hacerle ilusiones a la muchacha y así mantenerla alejada de su hermano… ¿Qué debía hacer?, ¿seducirla de nuevo?, ¡quizás ya era demasiado tarde! Siempre se preguntó cuál sería su propia reacción al ver que Naruto crecía y terminaba por enamorar a una chica, pero veía ese día tan lejano ¡Todas las chicas veían en Naruto a un imbécil!, y eso, sin duda alguna, era muy cómodo para Sasuke. Ahora esa chica se entrometía de repente. Sabía que últimamente ellos estaban muy cercanos, pero no le tomó importancia porque sabía que Haruno gustaba de él, no de su querido hermanito… y ahora… ¿esto?

Bajó las escaleras abrumado y al borde de un colapso de rabia. Maldecía en todas las lenguas a su haber (que no eran pocas) a Haruno Sakura. Tanta era su ira que no se percató que iba casi en colisión directo a Shikamaru. Este le esquivó como pudo y Sasuke sólo se dio cuenta de su presencia cuando el hecho se concretó.

—¡Uchiha!, ¡ten cuidado!

—Sal de mi camino, Nara.

—¿Encontraste a Naruto? ¡Tú y Haruno son iguales! ¡Ambos me preguntaron por el paradero de Naruto y cuando se los digo, salen corriendo sin siquiera agradecer! Les iba a pedir que le dieran esto, es su mochila. Pero ahora ya voy en camino a dársela yo. ¿Pero por qué estás bajando sin él? ¿No estaba allá arriba, después de todo?

—…Está arriba, si es lo que quieres saber. Ahora desaparece de mi vista.

—¿Qué te pasa? —Shikamaru le cortó el paso. Sabía pro sobra que Sasuke le odiaba desde que pensaba que él tenía otras intensiones con Naruto, pero ahora lucía abrumando, no del todo enfadado—. ¿Acaso…?

Antes de que el joven pudiera terminar la frase, pudo escuchar unos pasos bajando de la escalera. Se trataban de Naruto y Sakura, riendo y conversando muy felices. En ese segundo Shikamaru entendió todo lo ocurrido. “¡Qué problemático!, veo que una nueva pieza se une a nuestro puzle” Pensó el joven erudito con una pequeña sonrisa en su mente.

—¡Shika-chan!, ¡nii-chan! ¿Reunión de escalera-dattebayo? —Naruto sonreía, inmune a la hostilidad que flotaba en el ambiente. De forma relajada y con sonrisa  zorruna, bajaba la escalera con la ligereza de quien ignora lo malo de la vida, sosteniendo su nuca con ambas manos. Tarde vino a captar las sutilezas de la situación, al percatarse que Sakura había quedado paralizada apenas hizo contacto visual con su hermano—. ¿Sakura-chan?

La mencionada se veía asustada, y no era para menos: Apenas la vio acercarse, Sasuke la mató con la mirada. Eran sus pupilas asesinas natas, y ahora Haruno Sakura era su desdichada víctima. Naruto apenas vio los ojos de su hermano retrocedió un poco… ¿Alguien más podía ver .lo rojos que estaban? Parecían inyectados por sangre. Un fuerte escalofrío recorrió su espalda, pero su inactividad duró poco. Ante la mirada incrédula de todos los presentes, Sasuke tomó del brazo a su hermano, y con la otra mano le arrebató violentamente la mochila del menor a Shikamaru. Lo arrastró con agresividad por el pasillo, mientras este aún seguía sin reaccionar. La muchacha los vio alejarse con rapidez, mientras aún estaba en estado de conmoción.

—Creo que esos dos ya no serán los mismos para mañana. —Asestó Shikamaru, volviendo a su estado de impavidez. La joven reaccionó al fin y se inquietó con la sentencia de su acompañante.

—¿De qué hablas? ¿Qué le hará Sasuke-kun a Naruto?

—¿Quién sabe? Lo que sí sé es que mañana ya nada será igual. Quizás sea mejor así. Buen trabajo, Sakura.

—¿Qué tengo que ver yo?

—¡En todo! Ayudaste un poco a que esos dos se acerquen más  a su desenlace. Espero que tenga final feliz. Realmente estimo al idiota de Naruto. —Shikamaru inició su retirada.

—¡Nara! —La joven le detuvo.

—¿Algo más que quieras saber?

—¿Qué… qué… qué es lo que acaba de pasar entre Naruto y Sasuke-kun?

—¿Acaso no lo viste con tus propios ojos?, ¿aún no te has dado cuenta? —La chica pensó unos segundos y volvió su mente a los recién ocurrido, empezando lentamente a entender—. Creo que ya hiciste lo tuyo en esta historia. Ahora te pido que no interfieras, por tu propio bien. No quiero que el querido hermano de mi amigo termine convirtiéndode en tu asesino.

—¿Por qué él reaccionó así?

—Porque estabas muy cerca de él…

—¿De…¡Naruto!?

—Para ti él es sólo “Naruto”, para Sasuke y otras personas… “La persona más importante del mundo”. —Shikamaru sonrió con un poco lástima entre sus dientes y retomó su camino.

“La persona más importante…” Analizó Sakura hasta llegar al final de la ecuación... Por fin entendía todo. Su corazón se aceleró ante la verdad. ¡Esa era la respuesta! Lo que explicaba que el popular y atractivo Uchiha Sasuke estuviese soltero. ¡Naruto!, ¡él era la razón! La verdad era estremecedora. Vio como Shikamaru desaparecía de su campo visual. Pensó en detenerle para salir de sus dudas, pero algo la detuvo. “Para Sasuke y otras personas”… “otras personas”… ¿Qué otras personas considerarían a Naruto lo más importante de… Acalló sus pensamientos ella misma. Y llevándose la mano hasta la boca de forma inconsciente terminó de entender las palabras del joven sabio.

—Shikamaru… tú…—Alcanzó a musitar… Un pequeño lamento que nadie pudo escuchar.


********************************

 

—Me vas a arrancar el brazo, nii-chan —No se atrevía siquiera a reclamarle demasiado. Ya habían llegado al patio de la escuela, al estacionamiento de bicicletas. Ya se había hecho tarde y ninguno de lso dos tenía práctica de nada, por eso ambos dejaron pasar el tiempo como si nada—. Nii-chan… ¿por qué estás enojado?

—¡No me preguntes estupideces! —Entrando al cobertizo de las bicicletas, Sasuke acorraló a su hermano en la pared  más cercana, ocultando su semblante rabioso debajo de su cabello—. ¡¿Desde hace cuánto sientes todas estas cosas por ella?!

—¿Ella? —Naruto no entendía nada de lo que hablaba su hermano. Ante su ingenuidad, Sasuke se impacientó y golpeó la pared a su lado, dejando claro que no estaba jugando—. Nii-chan… ¿qué te pasa?

—…¿Por qué no me lo dijiste?

 

—¡¿Decirte qué-dattebayo?! —Naruto tampoco tenía mucha paciencia, y ya no era el  pequeño niño que le aguantaba todas sus rabietas a su hermano—. ¡No tengo idea de lo que me hablas, teme!

Sasuke llegó al tope de sus emociones, y sin poder contenerse siquiera un poco, tomó con ambas manos la cara de su hermanito y lo besó descaradamente. Un beso intenso y violento que mató su tiempo. Sin importarle si la boca del menor estaba abierta o no, Sasuke forzó la lengua dentro de la cavidad de Naruto, siendo rosado por todos sus dientes, pero eso no importaba. ¡Ya nada importaba! Ese beso era tan desesperado como la situación misma. ¿cómo podía acabar un amor tan violento? ¿Un amor que juega con las almas de dos niños pequeños que sólo quieren estar el uno cerca del otro?… bueno, a veces el amor es muy cruel. O al menos así lo pensaba Naruto.

El pequeño rubio estaba tan confundido. ¿Él había provocado todo esto? Sabía que estaba jugando con fuego… y las llamas parecían gustarle. ¿Por qué sentía todo esto? Sus dientes dificultaban el acceso de la lengua de Sasuke, pero no porque no quisiera tal contacto, sino porque era su primer “beso de adultos” y no sabía cómo reaccionar ni cómo evitar que sus dientes mordieran a su hermano. Ya era suficiente con tener que hacerse la idea de que su hermano, ¡su nii-chan!, estaba besándole de esa forma. ¿Esta es la manera correcta de quererse? ¿Realmente esto está bien? Algo encerrado en su rubia cabecita le decía que no. Que todo aquello era parte de un error o algo así… ¿pero qué podía hacer? Él sólo quería que Sasuke fuera feliz, que lo notara, que lo quisiera… sin importar a qué costo.

Los ojos apretados de Naruto eran señal de la tensión adrenalínica que embargaba a sus sentidos. Tal adrenalina que fue coartada de forma abrupta por un ligero sentir: Una lágrima caía a su mejilla… pero no era suya. Abrió los ojos rápidamente y su azul humanidad pudo contemplar aquello que ocurría de forma irremediable: Sasuke estaba llorando. ¿Cuánto tormento sentiría su alma para entregarse al llanto frente a su hermano menor? Eso jamás había pasado antes… Naruto no sabía si sentir miedo, llorar con él, o explotar de felicidad. ¡Sasuke estaba siendo cien por ciento sincero con sus sentimientos! ¿Él provocó esto? ¿qué estaba sintiendo Sasuke en esos momentos? ¿dolor o…?

—Nii-chan —Naruto se separó ligeramente de los labios de su hermano, quien no era capaz de levantar la mirada. El menor tomó con ambas manos sus mejillas y reposó su frente en la Sasuke—. Llévame a casa. Estoy cansado, quiero que tú pedalees-dattebayo.

—Naruto… yo…—Sorpresivamente, el menor le interrumpió con un beso. Uno un poco más relajado y ligero que el anterior, pero no ausente de nerviosismo. Lentamente se separaron nuevamente.

—Nii-chan, te quiero mucho. Llévame a casa, por favor. Estoy cansado… ¡y quiero darme un baño junto a ti-dattebayo!

Sasuke entendió las intensiones de su hermanito. Lo abrazó. Le susurró de forma tenue “lo siento” en el oído, luego depositó un beso en su frente, lo tomó de la mano y caminaron hasta la bicicleta. Naruto no se puso los patines; se sentó en la parrilla trasera de la bici y descansó su cabeza en la espalda de Sasuke mientras este pedaleaba. Antes de entrar a su casa, al llegar, ambos guardaron silencio y como si lo hubiesen planeado, miraron los últimos rayos del sol derretirse tras el horizonte y sucumbir ante el velo nocturno. Algo de ellos mismos moría con el sol en esos segundos. Algo se ensombrecía en sus corazones como el cielo mismo… ¿tan oscuro como la noche era el dejar de ser niños? Ciertamente lo era… pero mientras ambos pensaban en eso… ¿qué era aquello que brillaba?.... estrellas.


Continuará…

 

Notas finales:

:)


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