Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

[Reviews - 708]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Enjoy it :)

Dieciséis años: .-Sueños-.

 

 

—No me quiero mover-dattebayo.

 

—Yo tampoco.

 

Ambos jovencitos se abrazaban temblando. No sabían qué hora era, pero ya habían pasado mucho tiempo abrazados y les había bajado la presión. Antes de que Naruto se atreviera a quebrar el silencio habían transcurrido mínimo un par de horas completamente mudos. Tampoco se movían, Naruto sólo quería esconder la cara en el pecho de Sasuke y no saber nada más afuera de es mundito que ellos mismos habían creado y ya no podían salir sin romperlo completamente.

 

—Nii-chan, tengo frío.

 

—Yo también, pero no quiero moverme.

 

—Nii-chan, no quiero ir a la escuela mañana-dattebayo.

—No seas idiota, tienes que ir.

—No quiero que tú vayas a la escuela mañana…

—¿Por qué?

—Porque si veo a Gaa-chan de nuevo a tu lado yo… no creo reaccionar tan bien como lo hice hoy-dattebayo.

—Je, je. ¿Eso fue para ti reaccionar bien? No me hagas reír. ¿O sea que si me acerco de nuevo a Sabaku-no mañana, le partirás la cara? ¡Eso quiero verlo!

—¡No te burles! Gaa-chan es una buena persona y…

—Pero hoy realmente te enfadó, ¿no es así?

—No lo sé-dattebayo. Tú eres quién se buscó un asunto con él, al parecer.

—Yo no le busqué nada. Su actitud me molesta. El resto fue… confuso.

—Entonces qué hacías con él lamiendo tu oreja en… quiero decir… No es como si me importara, ya te dije que no me importa lo que hagas con él y…

—Naruto, estás celoso.

—¡No!

—Ya te dije que con quien quiero estar es contigo.

—Ya lo sé…

—¿Entonces por qué sigues dudando?

—Porque… Sasu-nii… es mejor que estés con Gaa-chan.

—Sabía que ibas a decir eso —Sasuke pareció molesto, tomó de los hombros a Naruto y se salió del armario—. No sé cómo pude pensar que alguna vez entenderías realmente lo que siento por ti.

—Lo entiendo… desgraciadamente lo entiendo. Nii-chan, ya lo sé todo-dattebayo.

—Eso crees, pero no sabes nada. Crees que lo mío es sólo una estupidez, ¿verdad?

—¡No!

—¡Entonces en cuántos idiomas te tengo que decir que te am..! —Naruto se apresuró y lo calló con ambas manos.

—¡No lo digas-dattebayo!... no… no quiero escucharlo. Por favor nii-chan… eres… mi nii-chan, ¿no es así? Esto era… sólo un juego. Eres mi nii-chan y siempre serás mi nii-chan. Por favor… te lo ruego… cuando quite las manos de tu boca dime que serás mi hermano por siempre-dattebayo.

El menor soltaba lágrimas. Se veía cansado, como si hubiese estado batallando consigo mismo durante un gran tiempo, como si cada palabra que dijo le hubiese cortado las entrañas al trepar hasta su boca. De a poco, Naruto fue retirando las manos de los labios de su hermano. Este lo miraba desolado. Sin decir nada lo abrazó y dejó que el menor llorara en su hombro mientras él lloraba con sus pensamientos.

—Naruto —Habló finalmente—, ¿quieres ser mi hermano para siempre?

—Sí, siempre y por siempre-dattebayo.

—Entonces… así será.

Con el alma partida en dos, Sasuke afianzó el abrazo entre ellos. Luego de un frío beso en la frente, cada uno se fue a dormir a su propia cama. Quizás de alguna manera ambos se habían dado por vencidos. Mientras más pasaba la noche, ya que ambos durmieron poco y nada, sus sentimientos más cambiaban. Para Naruto, la melancólica tranquilidad que le había otorgado la decisión final del mayor, se había transformado en una inquietud y hasta se empezaba a sentir un poco arrepentido. ¿Qué había hecho? Había sellado el futuro de ambos. ¿Qué pasaba si sentía de nuevo deseos de colarse a su cama?, ¿de ser tocado por Sasuke?, ¿de tocarlo? Ahora debía retenerse, pero ¿cómo? Lo intentó por mucho tiempo, pero una noche finalmente sucumbió a la idea de sentir las manos de su hermano dándole placer a su cuerpo. Ahora para él eso era casi pan de cada día. Los deseos de besarlo, de explorarlo, mimarlo y reclamarlo para sí estaban presentes casi todo el tiempo en su mente. Debería luchar mucho contra sus propios instintos. ¿Por qué debía sentir todo este deseo carnal por Sasuke? Era muy injusto. La vida era muy injusta.

Por otro lado, Sasuke también fue presa del desvelo, pero sus sentimientos eran muy distintos. Hasta ese punto llegaba su compasión y su orgullo. Ya no aguantaba más. ¿Cuánto más iba a tener que ceder? ¿Cuántas veces más tendría que morderse los labios antes de querer comerse a besos a su hermanito? No, ya no. Ahora Naruto había dejado las cosas claras. Lo suficientemente claras como para que el orgullo de Sasuke ya no diera más tregua a sus estúpidos sentimientos. Debía suprimirlos. Debía quitarse esas tontas ideas de la cabeza… ¿Qué había estado pensando?, ¿estar con Naruto? ¡De qué modo!, Naruto y él… son hermanos, sólo eso… eso debía ser suficiente, ¿no?... A Naruto no le importa nada más… sólo ser hermanos. ¡De hecho!, a Naruto no le importa lo que él sienta ni nada… maldito… estúpido… dobe.


****************************


—¿Por qué estás así?

—¿Eh? ¿A qué te refieres, Gaa-chan?

—A que te he observado durante todo el día y puedo notar que estás muy pensativo. No te conozco lo suficiente como para emitir un juicio certero, pero estás muy distinto a como estuviste los últimos dos días. Dime, ¿pasa algo? ¿Acaso quizás sea por lo de ayer?

—No. ¿Ayer?, ¿qué pasó ayer? ¡Nada pasó ayer-dattebayo!

—Oh, claro que sí. Muchas cosas pasaron ayer. Pero si dices que no son nada e porque no te importaron, ¿no es así?

—¿A… que te refieres?

—a que si no te importa, hoy podría terminar lo que ayer inicié con tu hermano.

—Nii-cham dice que entre tú y él ayer no pasó nada.

—Es cierto. Ayer no pasó “nada” porque tú lo interrumpiste.

—Él dijo que tú no le gustas-dattebayo…

—¿Y es acaso eso relevante para hacerlo mío?

—¡Él es mío! —Gritó a todo pulmón Naruto poniéndose de pie y golpeando su pupitre, haciendo que el salón entero se girara hacia él, preguntándose a qué se refería con esas palabras tan comprometedoras.

—Sí, muy bien Naruto —Dijo de pronto Gaara en voz alta como para que todos le escucharan—, Eso es lo que significa hij is van mij: “Él es mío” Eres muy rápido aprendido holandés.

 

Todos cayeron de pronto en la mentira de Gaara, tanto así que unos pupitres más allá se encontraba el bromista de Kiba, quien dijo de pronto “¿Naruto aprendiendo Holandés? ¡Pero si apenas sabe hablar el japonés!” Todos los presentes se rieron con el comentario y volvieron a sus vidas. Naruto se volvió a sentar y miró a Gaara con desconfianza.

—Él es mi hermano, Gaa-chan.

—¿Y?, yo no quiero ser su hermano —Mientras decía esto último se puso de pie. La campana sonaba y eso significaba el término de las clases —. ¿Qué pasa… si me lo robo ahora?

—Él tiene práctica de Kendo hoy, Gaa-chan. Aunque, ¿sabes? Haz lo que quieras, sólo no te hagas ilusiones-dattebayo. Lo digo porque soy tu amigo y no quiero que te duela el ser rechazado luego-‘ttebayo.

Naruto pareció relajarse y con toda tranquilidad tomó sus cosas para dirigirse a su práctica de Basketball. Gaara miró un poco decepcionado como Naruto no tomaba acción frente a sus provocaciones y luego se marchaba sin más. Pensó que se dará cuenta de lo que dice la nota que echó discretamente en su bolsa de gimnasia como dentro de unos minutos. Espera que Naruto le haga caso a lo que está ahí escrito y le dé al menos una hora para jugar… De forma instantánea buscó la mirada de Sasuke al otro lado del salón y la encontró. Se acercó mientras este tomaba sus cosas para irse al club de Kendo.

—¿Qué pasó anoche? ¿Las cosas no salieron como esperabas, Uchiha?

—No sé de qué hablas. —Emprendió el camino haciéndose el desentendido, pasando a un lado del pelirrojo pero la voz de este lo detuvo.

—De tú y él reconciliándose por lo que te hice ayer.

—Ayer no pasó nada.

—Pero él creyó que sí, ¿no?

—Dijo que no le importaba.

—¿Y tú le crees? —Sasuke pareció sorprendido de toda la información que parecía manejar Gaara. ¿Qué podía hacer? Ya había perdido ante Naruto, ya daba igual lo que supiera Gaara porque todo eso ya sería parte del pasado.

—Sí. Me lo dejó muy claro anoche. Él quiere ser mi hermano, sólo eso.

—¿Y qué es lo que quieres tú?

—Yo… —Sasuke de pronto desvió la mirada, un poco ofuscado— quiero que

él sea feliz.

— … —Gaara pareció sorprendido de tal muestra de desinterés por parte del Uchiha. Hasta sintió algo de compasión. En dos días a él le había quedado más que claro lo que ambos sentían, ¿por qué a ellos no? De cierta forma… él podía entender lo que pasaba entre ellos. Había una razón por la cual estuviese allí en Japón y no en Holanda, junto a su familia. Él también fue víctima de un amor prohibido y por eso sentía tanta empatía pro esos dos… especialmente por Naruto —. ¿Y tú? ¿Cuándo serás feliz? ¿Qué pasa si Naruto no sabe lo que es mejor para él?, ¿qué pasa si está equivocando el camino y tú sólo le estás facilitando el perderse? Uchiha… ven conmigo.

Gaara empezó a caminar teniendo fe de que Sasuke le seguiría el paso. Para su fortuna, luego de un par de dudas por parte del pelinegro, le siguió finalmente. Llegaron al mismo lugar donde habían estado el día anterior, pero esta vez sólo se sentaron juntos uno al lado del otro.  Gaara se quedó en silencio, sabiendo que quien tenía que juntar coraje para hablar era Sasuke. Cerró los ojos y esperó, echando la cabeza hacia atrás y sintiendo el aire acariciarle el cuello.

—Se supone que aquí te cuente todos mis problemas con Naruto, ¿no? —Habló molesto el pelinegro, observándole mientras este seguía con los ojos cerrados. A su juicio, el pelirrojo tenía una apariencia inquietante y una personalidad muy confusa, que se conjugaba con la suya propia y la de su hermanito. Algo había en él, que era como un espejo… ya lo había pensado antes, pero cada vez se convencía más de ello. El pelirrojo era un espejo que reflejaba lo que los demás querían ver. Bueno… ¿qué tiene de malo mirarse en el espejo de tanto en tanto?

—Tú debes decir lo que gustes decir, Uchiha. No digo que pueda entenderte, pero me pareces interesante, de cierto modo.

—Odio hablar.

—Entonces, ¿qué planeas hacer? Si me seguiste aquí es porque planeas hacer algo. Dime, ¿qué quieres hacer?

Gaara le miró de pronto, muy serio y derramando el aguamarina de su mirada sobre él. ¿Por qué?, ¿por qué le recordaba tanto a Naruto?, ¿por qué sus ojos no comunicaban sentimientos propios, sino ajenos? Sasuke estaba intrigado, más que intrigado. Pero ya daba igual, ya había perdido toda posibilidad con Naruto y ahora su vida estaba sin rumbo más que “ser el hermano de él”. ¿Ahora cuánto perdería? ¿Por qué pensó que podía estar con Naruto, que además de un hombre, es su hermano? Un hombre… un hombre. Sasuke había estado enamorado todo este tiempo… ¿de un hombre? Eso no estaba bien, ¿o sí? Toda su vida le habían enseñado que aquello daba igual, y sabía que en su familia nadie lo juzgaría por estar enamorado de otro hombre... pero la cosa cambiaba bastante si ese hombre era su hermano.

En todo eso pensaba mirándose en el fondo de los espejos con que le miraba Gaara. Ahora había otro hombre frente a él. ¿Realmente le gustaban los hombres? ¿Realmente lo que le gustaba, quizás, era la experiencia de besar a otro hombre, indistinto si fuese Naruto o no?... Ya la sola idea de ser homosexual le resultaba chocante, pero ya había pensado en eso más de una vez cuando fantaseaba despierto con el cuerpo de su hermano. Pero siempre se asumió como “Narutófilo” o algo así. Pensaba que su atracción sólo podía ser provocada por un solo hombre en la faz de la tierra y ese era su hermano. Ahora se preguntaba si realmente lo que quizás le gustaba de Naruto era precisamente que era hombre. Quizás era sólo eso. A pesar de que la idea de ser homosexual no le agradaba del todo, prefería eso a seguir partiéndose el alma por las noches pensando en los prohibidos labios de su hermanito.

Luego de haberlo pensado un poco se acercó a Gaara más de lo que estaba permitido, como para indicarle lo que iba a pasar y que era libre de formar parte de su experimento o no. El pelirrojo no retrocedió y decidió sólo cerrar los ojos., esperando lo que pasara aquello que Sasuke creía que era necesario que pasara. A él no le importaba ser utilizado de esta forma y ya estaba acostumbrado. Él sólo quería ver qué tan lejos podían llegar estos hermanos. Quizás sus pasos llegarían hasta donde él nunca se atrevió a llegar.

Sasuke, tomó una de las mejillas de Gaara sin cariño, sólo para sentirlo bajo su control de cierta forma y direccionarle el rostro a su gusto. Cerró los ojos y le besó sin más. Al principio un beso pequeño, luego uno un poco más largo y menos tenso, luego se aventuró a ir más lejos y besarlo apasionadamente. Los labios del pelirrojo no estaban nada mal, pero estaban helados, más helados que los suyos propios. Sentía cierta más comodidad y relajo que al besar los de Naruto, pero al mismo tiempo más cotidianeidad y menos emoción. De cierta forma aquello estaba “prohibido” también, pero se le hizo mucho más natural que con su hermano, era casi como una actividad como cualquier otra.

Tomó a Gaara ahora por la nuca y afianzó el beso que sostenían. Se le hacía tan natural, casi como besarse a sí mismo. Saboreó los interiores de su boca y empezó a mover su mano con la intención de acariciar el cuello de Gaara. Se le hacía extraño que el cuerpo del pelirrojo fuese más frío que el suyo, pero no reparó mucho en eso. Tenía ganas de probar un poco, asique fue más lejos se empezó a imponer sobre el cuerpo de Gaara hasta dejarlo recostado en el piso con él encima. Detuvieron el beso unos segundos, Sasuke quería verlo debajo de sí, sólo para ver qué sentía. Gaara abrió los ojos y se contemplaron mutuamente unos segundos, ambos muy serios.

—¿De verdad esto es lo que quieres, Uchiha?

—¿Por qué no lo querría?

—Porque Naruto está detrás de la puerta, con miedo a abrirla y encontrarse con esto. Si sales en este instante de encima de mí, quizás él no se dé cuenta de lo que estábamos haciendo y aún tengas una oportunidad con él. Pero si te quedas… quizás lo pierdas para siempre.

—Ya lo perdí para siempre, Gaara —Una sonrisa amarga se dibujó en el pálido rostro del mayor—. Ahora me da todo igual, me da igual si es contigo o con quien sea… sólo… no quiero seguir sintiéndome así por Naruto.

—Entiendo. Espero que Naruto sea un poco más inteligente que tu y haga lo que un hombre debe hacer, aunque quizás eso resulte muy doloroso para mí.

 

—¿A qué te refier…?

 

Antes de que pudiese terminar de hablar, escuchó el sonido de la puerta abrirse. Miró hacia su costado y a un par de metros estaba Naruto, paralizado, con los ojos muy abiertos. El acanelado semblante del recién llegado pasó por varias etapas. Primero pareció sorprendido, luego decepcionado y dolido, retrocediendo un poco y para entonces soltar una pequeña sonrisa harta en dolor. Iba a volver a cerrar la puerta y a largarse. Sasuke quería ir corriendo tras él, pero no lo hizo. Recordó la rabia de la noche anterior y se quedó donde estaba, tratando de sólo mirar los ojos de Gaara y perderse en su propio reflejo.

“Qué decepcionante” pensó el pelirrojo al notar como Naruto se retiraba, pero no tuvo muchos segundos de sostener tal idea, ya que  de pronto, la puerta volvió abrirse golpe, como si la hubiese abierto con una patada, pero Gaara y Sasuke estaban muy confundidos como para saber qué pasó. Todo pasó tan rápido. De la nada Naruto entraba e invadía la distancia entre ellos de manera impresionante. Empujó a Sasuke hacia atrás con una fuerza descomunal y lo hizo casi volar de encima de Gaara al piso. Levantó al pelirrojo en vilo y le golpeó fuertemente en la cara hasta este caer al piso. Luego y sin más, Naruto tomó a Sasuke del brazo y lo arrastró fuera del lugar.

 

“Sí, a esto le llamo diversión” pensó Gaara  tocándose la mejilla donde había recibido el golpe. Se sentó nuevamente en el piso y se quedó unos segundos sonriendo.

—¿Cuánto llevas ahí de mirón? —Pareció preguntar a las nubes. Curiosamente, una nube le respondió.

—El suficiente como para notar tu juego. Aunque aún no sé las razones. —Con una sonrisa Gaara abrió uno de sus ojos y exhaló un poco del humo que emitía el cigarrillo que el aparecido recién encendiera.

—Nara, ¿no es así? —El mencionado se acercó asintiendo y se sentó a un lado del pelirrojo extendiéndole la cajetilla de cigarros.

—Sí. ¿Fumas?

—Por supuesto. —Gaara tomó uno.

—¿Fumarías si yo no estuviera fumando?

—Claro que no. —Gaara sonreía, por fin alguien que entendía a la perfección su juego.

—Ya veo. Y ahora dime, ¿Te hubieses metido con Uchiha si Naruto no estuviese interesado en él realmente?

—Claro que no —Se acercó al cigarrillo en la boca de Shikamaru y así encendió el propio—.  ¿Alguna otra pregunta?

—Sí. ¿Por qué haces todo esto?

—Porque alguien tenía que hacerlo para que alguno de ellos dos reaccionara. A simple vista se notaba que tenían muchos sentimientos retenidos —Shikamaru se notó un poco escéptico, asique obligó con la mirada a Gaara a explicarse mejormente—. La primera vez que conocí a Naruto él… me hizo sentir especial de cierta forma. Sólo quería agradecérselo. Quizás ustedes estén acostumbrados a tener a alguien como él cerca. Yo no. Y luego… bueno, me habló de su hermano y sus ojos, brillaban más que el cielo.

—Entiendo. Asique resulta que eres el “bueno” después de todo.

—Eso es relativo —Gaara se puso de pie y le miró con una sonrisa calma, extendiéndole la mano para que Shikamaru también se incorporara—. Puede ser egoísta y tú debes saber las razones, porque siempre cuidas de él desde lejos, ¿verdad?

—… —Shikamaru le miró sorprendido. Luego se resignó ante la aguda mente del chiquillo que tenía enfrente y se sonrió—. Sí. Siempre lo he cuidado y siempre lo haré. Su sonrisa me es más adictiva que la nicotina.

—Lo supuse. Muy a mi pesar… para mí también.

Ambos se miraron, sabiendo que tenían mucho en común. Para su desgracia.


Continuará…

Notas finales:

Bye bee!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).