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..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

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Notas del capitulo:

Lamento mucho el retraso, no tengo exkusa. 
GRACIAS POR TODOS LOS REVIEWS, LOS LEO Y LOS ATESORO EN EL FONDO DE MI KOKOROZÓN!! (debo atesorarlos porke no tengo tiempo de kontestarlo, lo siento mucho u.u)

Dieciocho años: .-Kakashi-.

—Nos tocó la obra Romeo y Julieta-dattebayo.

Toda la clase parecía emocionada. Cuando Naruto leyó el papel frente al salón, todos tuvieron una reacción bastante positiva, sin contar a Sasuke y Gaara, por supuesto, ya que ambos estaban en mundos diferentes, cada uno por su lado y muy lejos de aquellos minutos en que los estudiantes de cada grado organizaban la obra del festival escolar.

—¡Yo quiero ser Romeo! —Levantó la mano Kiba Inuzuka y continuó—. Siempre y cuando Julieta sea Ino. Je, je.

—¡Qué asco, Kiba! —Sentenció la aludida.

Toda la clase rió de buena gana ante esta escena, de alguna manera organizar aquella obra para ellos era sólo diversión.

—Orden, orden-dattebayo. Kiba, ¿quieres callarte?—Kiba no escuchaba a Naruto, ya que este había empezado a hacer melodrama por el rechazo de su compañera—. ¡Que te calles, maldita sea-dattebayo!

—¡No maldigas frente a toda la clase, Naruto! —Le repuso Sakura, segunda al mando del salón,  mientras lo golpeaba con el borrador del pizarrón en la cabeza—. ¡Recuerda que eres el encargado de la clase, tonto!

—Pero… Sakura-chan… —Se quejó Naruto con lágrimas de cocodrilo.

Toda la clase rió nuevamente, a pesar de que ya estaban acostumbrados a esa dinámica, ya que Sakura siempre estaba regañando a Naruto por alguna cosa y este siempre terminaba por hacer el tonto, sin embargo era agradable. Fuera de aquello, Naruto terminó por ser un excelente encargado de clase, a pesar de que nadie pudo haberlo adivinado. Era responsable y muy comprometido con cada proyecto y todas las actividades del salón.

—Vale, vale, orden de nuevo-dattebayo.  ¿Quién se ofrece para ser Romeo? —Varios segundos pasaron y nadie levantó la mano. Naruto suspiró con molestia y poniendo una mueca de fastidio prosiguió— ¡Vamos, tontos! ¿Qué acaso nadie tiene los cojones de ser Romeo? ¡Dense cuenta que al final de esa obra Romeo le da un beso a Julieta!, ¡con lo feos que están todos ustedes quizás esta sea la última oportunidad que tengan de besar a una chica-dattebayo!

—¿Te has visto en un espejo, tonto? —Sakura le golpeaba la cabeza con un papel enrollado.


—Sakura-chan, duele… duele… —Se quejaba Naruto al momento que se sobaba la zona afectada mientras todos se burlaban de él.

—¡Ustedes dos parecen una pareja de casados!, ¡Tú y Sakura deberían ser Romeo y Julieta! —Dijo de pronto una chica con su castaño cabello recogido en dos coletas de forma circular.

—Ten-ten tiene razón, son perfectos para el papel. Siempre imaginé a Romeo como un noble joven guapo de cabellos dorados y ojos claros como los de Naruto. —Resolvió Ino.

—Sí, lástima la cara de idiota. —Comentó Kiba provocando la risa de todo el salón.

—Orden, orden —Habló Sakura mientras Naruto le dedicaba señas de odio a Kiba—. La idea de que Naruto sea Romeo es muy buena, pero yo no puedo ser Julieta porque  no se me da actuar y soy la organizadora, además creo que Julieta tiene un perfil diferente al mío, siempre me he imaginado a Julieta como una valiente chica apasionada pero muy delicada, como las doncellas de largos cabellos de los dibujos que ponen en los libros. No creo que sea agradable vernos a Naruto y a mí peleando en el escenario cuando se trate de una escena romántica. Será mejor elegir a otra chica que interprete ese papel.

—Entonces quizás deba ser Ino-san. —Intervino educadamente Rock Lee, quien sentía ciertos sentimientos por Sakura Haruno así que no le hacía mucha gracia el que ella se besuqueara con Naruto arriba de un escenario. 

—Ni hablar, yo no puedo porque Sai y yo estamos encargados de la escenografía y vestuario. Ya tenemos demasiado trabajo, así que deberían pensar en otra persona para que sea la Julieta de Naruto.

—¡Hey!, ¡hey!, ¿por qué asumen que yo quiero actuar de Romeo-dattebayo? ¡Jamás dije que aceptaba!, ¡las nacionales de basketball se acercan y yo soy el capitán!

—Cállate Naruto, tú harás lo que yo te diga y se acabó. —Espetó Sakura con decisión.

—¡Pero Sakura-chan! —Se lamentó Naruto.

 Tendría que ser Romeo. Buscó con los ojos a Sasuke pensando que este estaría enfadado por la idea de que tendría que besar a una chica frente a toda la escuela, pero por extraño que pareciera, los ojos de Sasuke no reflejaban aquello, de hecho, todo lo contrario: Desde hace un rato había levantado la mirada muy divertido al respecto y compartía miradas de complicidad con Sakura. Era bastante simple su razonar, él quería ver a Naruto interpretar a Romeo. Sabía que para Naruto actuar iba a ser algo muy difícil sin poner su propia y fuerte personalidad dentro del personaje, así que tendría más oportunidades de verlo esforzarse por algo, además… podría ayudarle a ensayar. Esa no era mala idea. Quizás esta sería la última vez que tendría el placer de ver a Naruto hacer algo como eso.

Naruto descifró en los ojos de Sasuke sus intenciones y de cómo había convencido a Sakura de imponerse ante la idea de que él jugara ese papel sólo con la mirada. “Maldito teme”, pensó mientras escribía su nombre en el pizarrón junto a la asignación de Romeo. También escribió el nombre de Mercutio para Kiba, el de Tibaldo para Neji y varios personajes más en el pizarrón conforme fueron saliendo los candidatos para tales papeles. Finalmente se determinó para el papel de Julieta a Hyuuga Hinata, una jovencita de cabellos negros y piel blanca como sus propios sentimientos puros. Era su primer año en ese salón, así que aún no socializaba demasiado por lo que se le tenía por “tímida”. Aunque su primo, quien la sobreprotegía bastante, estuviese en el mismo salón, la chica no solía interactuar con nadie que no fueran sus amigas, Sakura, Ino y Ten-ten. Ella correspondía bastante al personaje, aunque le faltara algo de bravura a su personalidad como para actuar frente a toda la escuela, sin embargo ella prometió dar su mejor esfuerzo, aunque hayan sido sus amigas quienes la hayan postulado y no ella misma. Para darle ánimos en esta contienda, después de clases, Naruto se acercó a ella a decirle que tenía su completo apoyo y que estaba ansioso de ser su compañero de actuación, exhortándole con una de sus brillantes sonrisas, las cuales eran famosas por ser las más bellas y sinceras de la escuela entera.


**************************************


—Pobre chica, sus amigas la presionaron para que fuera Julieta. Hasta siento lástima por ella. —Comentó distraído Sasuke mientras caminaba junto a su hermano camino al gimnasio de su escuela.

—La verdad yo creo que es perfecta para el papel. Esa chica es muy… como decirlo… mmm… ¡femenina!, ¡esa es la palabra-dattebayo!

—No lo había notado, la verdad. ¿Será porque no me interesa una persona tan insignificante y poca cosa?

—Eres un imbécil, Nii-chan —A veces a Naruto le molestaba esa actitud que solía tener Sasuke de despreciar a todo el mundo—. Por lo menos me alegro de que sea una linda chica, además la he observado y es muy amable. Me agradan las personas como ella.

Sasuke calló y observó a su hermano mientras este caminaba distraídamente con las manos en la nuca y un paso tosco, con su ya insigne cara de zorro totalmente despreocupada, como si lo que acabara de decir no fuese a provocar algo en Sasuke. Caminaron en silencio. Naruto compartía sonrisas y saludos a quienes se topaba en el camino. ¿Cuándo se volvió tan popular? Fue tan gradual que Sasuke no se dio cuenta.

Cuando llegaron al gimnasio, ambos miraron discretamente a todos lados y se metieron en él. Aún estaba vacío ya que faltaba un tiempo largo antes de que empezara la práctica del club de basketball. Se acercaron al cuarto donde se guardan los balones y Naruto lo abrió con una de sus tantas llaves maestras de toda la escuela. Se encerraron juntos e hicieron aquello que hacían todas las tardes en aquél cuartucho lleno de polvo y colchonetas de gimnasia.

Esta vez a Naruto le tocaba jugar de pasivo así que tiró una colchoneta en el suelo, se arrodilló sobre ella y dándole la espalda a Sasuke empezó desnudarse el torso. El mayor le observó despojarse lentamente de la corbata que rodeaba su cuello, luego adivinó cómo desabotonaba lentamente la camisa de arriba hacia abajo, dejándola cada vez menos tensa. Cuando supo que el último botón había sido desabrochado, se acercó y posó sus manos sobre el cuello de Naruto, bajando ambas manos lentamente por sus hombros para ir deslizando con toda serenidad aquella camisa desnudando su fuerte espalda. Palpó los músculos que comprendían aquellos poderosos brazos que poseía su hermanito menor, aquellos que le daban la capacidad de driblear por horas con la pelota de basketball.

Cuando la camisa tocó el suelo, Sasuke alojó su frente en la nuca de Naruto y tomó entre ambas manos su cintura, acariciando sus filos con esa ya conocida mezcla de cariño y deseo con que solía tocar a su hermano. Contempló las anchas extensiones que componían la espalda del menor y se maravilló de lo mucho que había pasado el tiempo por ese cuerpo moreno. Cerró los ojos y con amabilidad soltó un beso tenue en la nuca de Naruto, para luego compartir más de tales ósculos al trepar su boca por el cuello de su amado. El camino de aquellos sencillos e inocentes mimos lo llevó hasta la oreja de Naruto y ahí su lengua estimuló su lóbulo con pasión, mientras sus manos empezaban a estrechar la firme piel de su adorado rubiecito. Pegó su abdomen a la espalda del menor y así lo hizo sentir el estado de su excitación adivinable por el contacto entre ellos.

—No tienes ni idea cuánto te deseo, Naruto. —Susurró el mayor mientras ejercía presión con sus genitales por sobre los pantalones de ambos.

—Creo que me puedo hacer una idea-dattebayo —Naruto echaba su cabeza hacia atrás y cerraba los ojos mientras una de sus manos acariciaba la mejilla del mayor  con amor. Con la mano libre buscó una de las de Sasuke y la llevó hasta su pantalón para que acariciara su contenido—. Pero sé que yo te deseo mucho más y esto lo demuestra.

—¿Quieres competir, dobe?

—Siempre quiero competir contigo, teme.

—Está bien, haz tu jugada.

—Eso hago-dattebayo.

El menor se volteó para hacerle frente a Sasuke, este lo recibió con un apasionado beso. Naruto derivó aquella unión en infinidad de besos que repartió en la piel del pelinegro hasta toparse con la exquisitez de su pecho, ahí mimó todo lo que tenía por mimar, succionando las rosadas y florecientes rosas que adornaban sus pectorales, como si de ellas saliese miel. Realmente le gustaba el pecho de su hermano, algo había en él que le daba seguridad y siempre, por más que las extremidades de Sasuke estuviesen heladas como el silencio, su pecho era un centro de calor envidiable. Sin duda su lugar favorito en el mundo para estar era el vasto pecho de su hermano. Mientras Naruto se derretía comiendo aquella piel perfecta, tan suave y tersa, Sasuke acariciaba los dorados hilos que adornaban la cabeza del menor, cerrando los ojos y pensando en lo mucho que le gustaba que Naruto le demostrase cuánto le deseaba. A ese gran joven, de resuelta complexión y prominente carácter, la inseguridad lo reducía a cero cada vez que veía a Naruto socializar en demasía o si no se veía reflejado en el cielo de sus ojos por  un largo periodo de tiempo. Sasuke realmente era una persona insegura, por eso que Naruto lo adorase con tal vehemencia y desesperación le devolvía el alma al cuerpo.

Las manos del menor abrazaban la espalda de Sasuke con ímpetu y su boca había ya enloquecido en busca de darle placer a su hermano. Este, ya satisfecho le tomó de ambos hombros para alejarlo.

—Me estás prendiendo mucho, mi dobe, me voy a quemar.

—Esa es la idea-dattebayo.

—Entonces te quemaré conmigo.

Sin dar cabida a objeción, Sasuke empujó a Naruto sobre la colchoneta y se abalanzó sobre sus pantalones para arrebatárselos limpiamente en un hábil movimiento amparado bajo la agilidad que te otorga la práctica. Restregó su rostro sobre la ropa interior del menor sólo para producirle ansiedad, cuando este mismo empezó a tratar de bajar la tela que lo separaba de la boca de Sasuke, este último tomó la determinación de complacer a su rubiecito adorado y despojándolo de su ropa interior introdujo la prominente masculinidad de Naruto en su boca para evocarse a una de sus actividades favoritas: Enloquecer de placer a Naruto.

Tan resuelto en su tarea, Sasuke compartía su actividad alternando su mano y su boca debidamente. Sólo daba alto su faena para contemplar el rostro de placer de su hermanito. Ensalivó bien toda la zona, sabiendo que esa humedad le serviría después para ayudarse en el acto principal. Con completa dedicación, el mayor veneró todo lo que pudo a Naruto hasta que este empezó a alcanzar sus límites. Introdujo dos de sus dedos dentro del menor para verificar su estado de dilatación y al notar de que todo estaba bien, decidió darle lugar al momento culmine con su amado.

—¿Estás listo, Naruto?

—Más que listo, nii-chan, date prisa-dattebayo. Estoy que exploto.

—Somos dos.

Así Sasuke dio inicio a aquello que ambos esperaban todas las tardes. Dándole tiempo para analizar el acto mismo y adecuarse a ellos, Sasuke se introdujo dentro de Naruto con lentitud, sin perder de vista cada reacción del menor y atesorando en sus cofres de carbón la imagen por la cual mataría y moriría mil veces: Naruto deseándole con cada fibra de su cuerpo, amándole con cada arista de su alma.

*************************

—Estás muy agitado. No deberías de estarlo, el trabajo lo hice yo y lo sabes, dobe.

—Cállate y ayúdame a ponerme el maldito uniforme-dattebayo.

—Siempre que terminamos te pones tan irritable. Me gustaría que todas esas perras que se te cuelgan del cuello por ser tan “amable y gracioso” te escucharan hablar después del sexo y se dieran cuenta que tienes esa horrible actitud.

—¿Y qué esperas? Estoy cansado y dentro de diez minutos empieza la práctica de basketball. Estoy harto de tener que hacerlo de esta manera, siempre contra el reloj y en este maldito lugar-dattebayo.

—Antes decías que la idea de tener que hacerlo a escondidas te excitaba.

—Eso está bien para los oficinistas que le ponen los cuernos a sus esposas con las secretarias, o para gente que lo hace un par de veces y ya, nosotros somos… somos…

—Más que eso. Lo sé. —Sasuke se acercaba al menor y lo abrazaba por detrás mientras este terminaba de ponerse la camiseta con el gran número nueve a sus espaldas que mostraba su ubicación en el equipo.

—… ¿Qué somos, Sasuke? —Hablaba Naruto mientras resoplaba presa del cansancio.

—Hermanos.

—¿Te parece que esto hacen los hermanos?

—Somos hermanos muy especiales, creo.

—Si tú lo dices…

Naruto daba un paso hacia delante para separarse de Sasuke, este último tomó la chaqueta del equipo de su hermano y se la puso con cuidado, para luego besarle la frente.

—Suerte, dobe.

—Me quedo un rato más contigo-dattebayo.

—Sólo ve al camarín y come algo. Yo me ocupo de limpiar aquí y dejar todo como estaba —Sasuke besó a su hermano en los labios mientras este le abrazaba, luego apoyaron sus frentes juntas para mirarse a los ojos —. No tienes ni idea cuánto te amo, Naruto.

—Claro que tengo una idea-dattebayo: me amas sólo un poquito menos de lo que yo te amo, nii-chan.

—¿Quieres competir?

—Siempre quiero competir contigo, mi amor —Naruto cerraba los ojos y daba un profundo beso de despedida a Sasuke.

“No sé lo que seamos juntos, pero sé que tú eres el hombre a quien más amo en esta tierra y que yo soy el hombre más afortunado de ella”, pensó mudamente Naruto mientras se veía reflejado en la oscura pasión de los ojos de Sasuke. Luego de eso tomó su bolso y se fue. Sasuke se quedó unos segundos mirando la puerta cerrada por donde se había ido su hermanito, como sabiendo que del otro lado estaba su hermano parado, apoyado en esa misma puerta mirando el piso y preguntándose qué iba a ser con esos sentimientos tan intensos que sentía. Luego de un rato emprendió el camino y Sasuke se quedó oficialmente solo. De su pantalón sacó un cigarrillo y lo encendió. Tomó su camisa que había quedado tirada en el piso y se la abrochó lentamente, daba igual cuánto demorase ya que había dejado el kendo desde hace un tiempo, ya que las prácticas se le habían hecho aburridas y prefería quedarse viendo a Naruto desde las gradas en su práctica mientras estudiaba algo o escuchaba música. Así lo esperaba para irse juntos a casa.

Cuando hubo terminado todo lo que había por hacer en ese cuartucho salió disimuladamente y vio que el equipo de basketball seguía dentro del camarín. Era probable que Naruto estuviera extendiendo las instrucciones previas a la práctica sólo por darle tiempo de salir del cuarto de los balones sin ser visto. Cuando iba camino a sentarse a las graderías sintió su celular vibrar. Era un mensaje de Gaara, se extrañó ya que él nunca le manda mensajes.

***************************

—Ya le mandé un mensaje diciéndole que está usted aquí, ahora, si me disculpa me retiro.

—Gracias, niño. Espero verte pronto nuevamente —Gaara miró al adulto frente a él con desconfianza. Un sentimiento de protección hacia Sasuke lo estaba incitando a quedarse al menos hasta ver que el tipo frente a él no era peligroso—. ¿Por qué me miras así?

—¿Puede por favor repetirme su relación con Sasuke?

—Soy amigo de su hermano mayor. Si te preocupa que lo viole o algo así, pierde cuidado: No me interesan los niños.

—No es como si me importara lo que le suceda a Sasuke.

—Sin embargo aún estás aquí. Veo que eres un buen amigo a pesar de tener esa mirada tan fría y siniestra. —Gaara se sonrojó.

—No soy su amigo. Somos conocidos, eso es todo.

—¿Eres amigo de Naruto entonces? —Kakashi observó el ligero respingo que tuvo Gaara ante el nombre del rubio.

—Ni siquiera hablo con Naruto.

—Ya veo. —Kakashi pareció meditar unos minutos.

—De todos me da igual lo que pase, así que con su permiso, me retiro.

—Gracias de nuevo, niño. ¿Puedes decirme tu nombre?

—Gaara Sabuko-no.

—Extranjero. Bien, Gaara Sabaku-no, como el amigo del hermano mayor de Sasuke te doy las gracias por cuidar de él. Y como el amigo de Naruto te digo que… vale la pena con tal de verlo sonreír, ¿verdad?

—¿A qué te refie…?

Gaara no pudo terminar la frase cuando vio que se acercaba Sasuke, decidió restarle importancia a las palabras de Kakashi y emprender la huída. Cuando pasó a un lado de Sasuke bajó la mirada para que este no pudiera dirigirle la palabra. Sasuke se extrañó un poco de haberle visto conversando con Kakashi, pero no dijo nada al respecto ya que lo más importante en ese segundo  era que ahí, frente a él estaba parado Kakashi, el hombre a quien no había visto en casi dos años y que ahora parecía tan sereno de verle.

—¡Vaya como has crecido, Sasuke-kun! —El menor se acercó cada vez más con la cabeza gacha, y en un movimiento rápido tiró su bolso al piso y de un segundo a otro le lanzó un golpe directo en el estómago a Kakashi que le hizo perder el aire—. ¡¿Qué pasa contigo?! ¿Así me recibes después de tant…?

—¡¿Dónde estuviste todo este tiempo?! —Le interrumpió Sasuke con furia, aún con la cabeza gacha—. ¡Te vienes a aparecer como si nada después de casi dos años!

—También me da gusto verte, Sasuke. ¿Cómo está Naruto?

—¿Qué vienes a hacer aquí? —Inquirió con rabia el menor.

—Vine a verles a ti y a Naruto, pero antes quiero habl…

—¡¿Y por qué no viniste a vernos antes?! —Le interrumpió nuevamente Sasuke—. ¡¿Acaso crees que nosotros no hemos querido verte en todo este tiempo?!, ¡¿Acaso crees que no te hemos… necesitado?

—Lo sé —Declaró el mayor poniendo su mano sobre la cabeza de Sasuke con cariño—. Yo también los necesité mucho a ambos. Realmente extrañaba a mis dos niños. ¿Naruto está en práctica de Basketball?

—Sí. Su equipo va a competir en las nacionales. —Sasuke se daba por vencido pero seguía sin levantar la mirada.

—Me parece muy bien, veo que se ha esforzado bastante. Veo que tú no estás vestido con tu equipo de kendo.

—Lo dejé hace un tiempo, pero no le digas a Itachi.

—Sólo si tu prometes no decirle a Itachi que yo estuve aquí.

—¿Él no lo sabe? —Sasuke al fin levantaba la mirada asombrado. Empezó a entender que el obstáculo entre ellos y Kakashi siempre fue Itachi. De alguna manera lo sabía desde hace mucho pero esto lo confirmaba.

—No, y te agradecería que no le dijeses. Dejemos que esta visita sea un secreto junto con todo lo que hablaremos. ¿Quieres ir a tomar un café conmigo en la cafetería de la esquina?

—… ¿Hablar, sobre qué?

—Tranquilo, no será muy extenso, así que estarás aquí antes de que Naruto termine su práctica.
 
El menor siguió a Kakashi con algo de desconfianza. Algo le decía que todo lo que hablarían a partir de ese momento iba a ser muy doloroso e incómodo de contar pero… siempre imaginó que si a alguien debía contarle todo lo que estaba pasando, ese sería Kakashi. Quizás por eso también le dolió tanto el que él simplemente desapareciera justo cuando más deseaba abrirle su corazón. Cuando se sentaron uno frente al otro en la cafetería, callaron hasta que les trajeron a ambos sus respectivos cafés. Sasuke tomó un sobro que le costó mucho el deslizarlo garganta abajo producto de su nerviosismo.

—Cuéntame. ¿Qué ha pasado entre ustedes e Itachi para que él me haya prohibido verles?

—No actúes como si no lo supieras. ¿Acaso Itachi no te lo contó?

—No, él no me ha contado nada, pero tienes razón, estoy actuando como si no supiera nada y la verdad es que sí sé muchas cosas. Itachi se rehúsa a hablarme del tema, y sé que lo tiene profundamente afectado, y si es por lo que pienso que es, definitivamente tiene razones para estar así.

—¡¿Es acaso algo tan malo lo que hay entre Naruto y yo como para habernos separado de ti?! —Sasuke no meditó lo que dijo, y sólo una vez que ya había salido de su boca de forma descontrolada, él pudo notar lo mucho que había dicho en una frase tan corta. Se asustó pero pudo notar que Kakashi no se sorprendía. Apartó la mirada y decidió callar. Entonces, Kakashi tomó la palabra.

—Sasuke, veo que todo esto te tiene muy afectado. De alguna manera eso me alivia, tenía miedo de llegar y encontrarme con un Sasuke indolente y frío que no le importase lo que pasase con su hermano. Realmente tu reacción me devolvió el aire. ¿Sabes? Siempre he querido contarte algo —Sasuke levantaba la mirada lentamente—. Quizás esto tú ya lo intuyas, pero siempre pensé en esperar a que tuvieras cierta edad y cierta experiencia antes de comentar esto contigo.

—¿De qué trata? —Musitó Sasuke con una voz apenas audible.


—Es algo muy simple, pero quiero que tú seas el primero en saberlo. ¿Puedo confiar en ti?

—Por supuesto —La voz de Sasuke ahora era firme y dirigió la oscuridad penetrante de su mirar hacia Kakashi, haciendo que este último notara al adulto en que se había convertido aquél niño que lloraba en el parque porque había peleado con su hermanito menor en navidad. Definitivamente no se arrepentiría de contarle esto a este nuevo Sasuke, tan resuelto por fuera y sensible por dentro.

—Me agrada escucharlo. La verdad es bastante simple. ¿Recuerdas el día en que tú y Naruto se perdieron hace unos años en el festival de Shizuoka?

—Francamente no, pero sé a qué día te refieres.

—Bien… Ese día fue el día en que mi vida cambió para siempre. He luchado contra ese cambio, pero creo que tanto tú como yo sabemos que es imposible luchar contra algo como esto. Ese día, Sasuke, me enamoré irremediablemente de tu hermano Itachi.

Sasuke no podía creer lo que Kakashi le estaba confesando. Su cuerpo se heló completamente. Era cierto que de alguna manera, un instinto muy bajo y oculto siempre se lo dijo y Naruto le había dicho que él mismo le había comentado sobre sus sospechas sobre una relación entre Itachi y Kakashi, pero no recordaba aquello aunque hubiese salido de su propia boca. Ahora todo aquello tomaba una forma evidente e innegable. Percibió el dolor en los ojos de Kakashi y tuvo que luchar contra el instinto primario de contenerlo y correr a abrazarle, pero eso no era muy propio de él, así que simplemente se conformó con hablarle con compresión, mientras trataba de recuperar la compostura.

—De alguna manera siempre lo supe.

—Lo sé. Por eso también sé que intuyes mi problema.

—Itachi-nii no… —No podía decirlo en voz alta, ya que sabía que era doloroso para Kakashi, pero este último se ocupó de ponerlo en evidencia.

—No es homosexual. Él me ve sólo como un amigo.

—…Veo que has cargado con eso por muchos años.

—Sí, por eso sé que tú puedes entenderme. Por un tiempo pensé en alejarme de Itachi para no sufrir más el no ser amado de vuelta, ¿pero sabes? Verlo sonreír me es suficiente. Todos estos años él me ha pagado mi silencioso amor con su sonrisa. Puedo soportar eso y más, podría soportar hasta que me odie con tal de verlo sonreír. Dime, Sasuke… ¿Qué harías tú por la sonrisa de Naruto?

—… —Sasuke pensó unos segundos antes de responder, sabiendo que todo estaba más que claro para Kakashi en esos segundos y que era hora de que él también lo tuviese claro—. Renunciaría al amor de mi hermano y al de toda mi familia si fuera necesario… con tal de ver a mi amado Naruto sonreír.

—Lo supuse.


Continuará…

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR TODOS LOS REVIEWS! ME HACEN MUY FELIZ!


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