Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

[Reviews - 708]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

LAMENTO MUCHO EL RETRASO U.U NO TENGO PERDÓN.


Ocho años: -Tonto-

“Debe ser una broma”, era la única explicación que había en la mente de Sasuke para que esa tarde del martes estuviese ahí estacionado el automóvil de Minato frente a la escuela. “Se supone que mamá viene a buscarme en su auto… ¿qué demonios pasa aquí?”.

—¡Heeeeeeeeeeeeey!, ¡Saaaasukeeeeeeeeeee-kun!, ¿Vamos por helados? —¡¿Qué?!, ¡¿Cómo tenía ese hombre las agallas de plantarse ahí a gritar desde la ventanilla del auto su nombre?!

—¿Es tu papá Uchiha-kun? No se parecen demasiado—Los compañeros de práctica de Sasuke pasaban justamente por fuera de la escuela para dirigirse a sus hogares, por ende no pudieron ignorar el… “espectáculo” que Minato ofrecía. Era natural asombrarse: Sasuke era un niño tan serio y con fama de arisco.

—De ninguna manera es mi papá. Es mi padrastro. Y aún estoy a tiempo de librarme de él, mi madre no se ha casado.

—¡¡Saaaaaaaaasukeeeeeeeeee-kun!!, ¡¿Vamos a jugar a la plazaaaaaaaaaaa?!, ¡¡¡¡¡¡pusieron columpios nuevos!!!!!!!!, ¡apresúrate! —Sí, aún estaba a tiempo de matarle sin dejar a su madre legalmente “viuda”.


—Será mejor que vayas “Saaaaaasukeeeeeee-kun” o los columpios nuevos ya estarán ocupados para cuando lleguen a la plaza, Jaja. — Listo: los titulares de mañana en los periódicos hablarán sobre un hombre muerto en su propio auto empalado con una espada de bambú.

Luego de burlarse de él, los demás chicos se fueron. Sasuke caminó lentamente hacia el automóvil mientras Minato hablaba en una onda inentendible para sus oídos, sobre columpios, helados, cielo azul, pasto verde y otros colores del arcoíris saliendo de su boca.

Al entrar al automóvil se llevó una buena sorpresa.

—¡Sasu-niichan!

—Hola, Sasuke.

—Itachi-nii, Naru-chan ¿qué hacen aquí? — Naruto se despojó de su cinturón de seguridad para poder abalanzarse sobre su querido Sasuke.

—¡Sasu-nii, papá nos va a llevar al parque!

—Pero…

—Itachi-kun aprobó sus evaluaciones de este mes, por eso pedí el día libre para poder llevarlos a comer helado para celebrar, luego vamos a la plaza y más tarde vamos a preparar algo delicioso para cuando vuelva Mikoto a casa.

—¿Dónde está mamá?

—Nuevamente en su voluntariado en el hogar de ancianos. Yo le dije que hoy me haría cargo de ustedes asique se fue.

—Sasuke, sube ya al auto, Naru-chan está muy impaciente por los helados —Itachi sonreía desde el asiento del copiloto.

—¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiiii!!!!, ¡helados!, ¡helados!, ¡helados!

Sasuke hizo caso sin chistar, aquello le parecía extraño, pero Naruto se veía tan feliz... No había cuestionamiento que cupiera en tan encantadora imagen. Los cuatro juntos fueron hasta la heladería. El pequeño rubio estaba tan radiante que era como si hubiese olvidado que sus malas calificaciones estaban a punto de separarlo de su adorado Oniichan.

Cuando bajaron del auto Itachi tomó por instinto la mano de Sasuke, y obviamente Minato tomó la de su dulce e inquieto hijo, quien era incapaz de caminar sin dar pequeños saltos entre cada paso en una muestra primitiva de emoción. Eso fue normal para todos hasta que Sasuke cayó en la cuenta: “Yo debería tomar la mano de mi dobe…” Miró frente a él y contempló unos segundos al par de rubios… qué envidia… ¿envidia?... sí… él ahora sentía envidia por Minato… Naruto era su hijo, indistinto del esfuerzo y empeño que pudiese poner él mismo, seguía siendo sólo un niño, incapaz de ayudar en todos los aspectos necesarios a su hermanito. Su querido dobe, por más que él estuviese ahí para él… siempre iba a necesitar a su papá… ¿papá?... ¿Cómo era posible?... llevaba mucho tiempo sin acordarse siquiera de su propio padre y ahora cae en la cuenta que es… ¿feliz?... ¡¿Cómo puede estar feliz sin su padre a su lado?!... bueno es que… ahora es su deber ser feliz… siempre estar bien… para que así su dobe también esté bien, ¿no?

—¿Muy duros pensamientos hermanito? —Itachi le sacaba de sus cavilaciones. Sasuke iba a responderle cuando cayó en la cuenta de que su nii-san siempre estaba feliz… ¿él también lo hacía por alguien más?... ¿Itachi-nii sonreía para que él no necesitara a su padre? —. Tierra a Sasuke. ¿Qué te sucede hoy?

—Nada es sólo que…

—¿Qué?

—Nii-san… ¿Eres feliz?

A su corta edad, Itachi sabía muchas cosas, menos la respuesta a esa pregunta. Qué suerte para él que existiesen cuestionamientos que sólo se pueden satisfacer con una sonrisa.

********************************************************

—Creo que mi pequeño se cansó demasiado.

—Es que jugó bastante, Minato-san.

—Es cierto, Itachi-kun. ¿Tú no estás cansado, Sasuke-kun?

—No.

—Si quieres puedo cargarte en mi espalda hasta el auto, como cuando eras un bebé, hermanito.

—No.

—Eres un amargado. Hey, Minato-san, ¿puedo cargar a Naruto en el auto?

—Claro Itachi-kun, gracias. Mi pequeño parece noqueado ¿no? Creo que fueron muchas emociones por hoy y será incapaz de acompañarnos con la cena.

—Si cocináramos ramen de seguro el dobe despierta para comer.

—Es probable, pero a Mikoto no le gusta el ramen. Tu madre tiene un paladar más exigente que el de mi Naru. —“No es tuyo”. Los comentarios quedaban reservados en la punta de la lengua de Sasuke. Ya era suficiente para él ver a Minato cargando cariñosamente a su querido dobe. En esos momentos maldecía su edad, deseaba ser mayor para poder cargar él mismo a Naruto.

—Es bueno que Minato-san cocine. Mamá es un fracaso en la cocina.

—Me gusta la comida de mamá…

—A mí también me gusta la comida de Mikoto, Sasuke.

“Nadie te lo preguntó”. ¡Uf! Como dolía morderse la lengua cada vez que Minato decía algo estúpido o fuera de lugar.

Al llegar al auto, Sasuke subió primero, luego Minato le pasó su preciada carga a Itachi. “¡Perfecto! ¡Ahora a sentir celos de mi nii-san!”. ¿Por qué todos podían cargar a su Naruto menos él? No tenía importancia, esta noche se desquitaría durmiendo a su lado.

—¡Rayos! Tengo un calambre en la pierna. Sasuke, quítame a Naruto de encima ¿puedes?, es más ligero de lo que parece.

Tanto Minato como Itachi sabían que eso era mentira, pero ya había sido suficiente para ambos el hacer sufrir a Sasuke quitándole a Naruto frente a sus narices. Durante todo el día estuvieron entrometiéndose entre ambos. Itachi ocupaba la atención de Sasuke y Minato la de Naruto. La operación “causar celos a Sasuke” dio resultado. Itachi le había pedido al rubio mayor que cooperase con una lección que deseaba enseñarle a su hermanito, la cual consistía en darse cuenta que es más dependiente de Naruto de lo que piensa y que le necesita mucho más de lo que “su dobe”  a él. Un poco de humildad no le haría daño.

Sasuke, sin sospechar nada, tomó a Naruto con dificultad. Este entre sueños facilitó el agarre poniendo sus brazos entrelazados alrededor del cuello de Sasuke. Su dobe era ligero, y no fue difícil para él poner sus piernas encima de las suyas y apoyar su cabecita rubia en su pequeño pecho.

—¿Todo bien Sasuke?

—Sí… huele a helado de naranja.

Por fin Sasuke bajaba la guardia. Una sonrisa de alivio se dibujó en su pálido rostro de porcelana. Tanta fue su calma al por fin tener a su dobe cerca de sí que para cuando llegaron a su residencia él ya estaba completamente dormido.

Minato e Itachi subieron a los niños a su alcoba. Le pusieron a cada uno sus pijamas, les depositaron en sus respectivas camas y se fueron. A mitad de noche Naruto se pasó a la cama de Sasuke. “huele a helado de pistacho”.

***********************************************************************

—Una metáfora… una metáfora… una metáfora… ¡No sé qué es una metáfora! ¡es igual a todo-dattebayo! ¡Estúpidas metáforas-‘ttebayo!, ¡Estúpidas comparaciones-‘ttebayo!, ¡Estúpidas imágenes-‘ttebayo!... ¡Estúpido todo! ¿Por qué la gente tiene que escribir así tan enredado? ¿Por qué en vez de hacerle odas y poesía a las rosas y a esas estúpidas flores, simplemente… las huelen y ya?

—Toc toc—Itachi estaba en la puerta de la alcoba de Naruto, sonriendo y entrando lentamente cuando fue divisado por el menor, quién correspondió la sonrisa. El pequeño rubio había estado hablando solo nuevamente, se quejaba de sus estudios cuando Itachi apareció—.Veo que estudias mientras Sasuke acompaña a Mamá de compras. ¿Por qué ya nunca estudias cuando Sasuke está cerca, Naru-chan?

—Mmm…—Naruto meditó unos segundos antes de responder —. ¿Sabes guardar un secreto Itachi-nii?

—Claro —El pequeño se acercó al oído de Itachi mientras este se inclinaba infantilmente para seguir con la corriente de la escena.

—Sasu-nii… se esfuerza mucho-dattebayo. Yo… soy muy tonto ¿sabes?

—Naru-chan…—Itachi miró con sorpresa al pequeño unos segundos para luego proseguir—. Tú no eres para nada tonto, ¿quién te ha dicho semejante cosa?

—Yo… eeh…—El pequeño parecía dudar de su respuesta. “se está preparando para mentir”, pensó Itachi. No se equivocaba—. Nadie me ha dicho nada… es sólo que… ¡soy tonto y ya-dattebayo!

 —Naru-chan eso no es ciert…

Antes que Itachi pudiese terminar la oración se pudo percibir el ruido que anunciaba el arribo de Mikoto y Sasuke.

—¡Onii-chan ha llegado!

El pequeño rubio escondió el cuaderno de donde había estado estudiando y luego salió a toda prisa a recibir a su hermano. Itachi aún meditaba sobre las palabras de Naruto; sabía que un niño de esa edad no decía las cosas sólo por decirlas. Siempre habían muchos otros factores que incidían, no suelen inventar cosas de la nada, siempre hay algo, aunque sea muy pequeño, influenciando su lengua y sus pasos. 

—Minato-san.

—Itachi-kun, es raro verte aquí en el jardín. ¿Decidiste hacer una pausa al aire libre de tus estudios?

—No precisamente. Algo me preocupa mucho, Minato-san.

—¿Eh?, ¿algo?

—Sí… ¿De casualidad sabes por qué Naruto se siente “tonto”?

—Eeeh… Itachi-kun… no sé si no te has dado cuenta, pero mi Naru-chan no es precisamente el niño más listo que hay y…

—No me refiero a eso. Naruto ha cambiado en el último mes. Se rehúsa a estudiar con Sasuke, y se la pasa distrayéndolo tontamente, como forzado a divertirle. Él mismo hace un rato me dijo que no quería estudiar con Sasuke porque él se consideraba a sí mismo demasiado “tonto”. Discúlpeme, Minato-san, no quiero entrometerme… pero siento que alguien le está metiendo cosas en la cabeza a Naru-chan.

—Mmm… ahora que lo mencionas… tengo la sensación que Naruto ha dejado una actitud atrás: Antes pretendía necesitar más a Sasuke, comportándose más infantilmente frente a él… pero últimamente ha estado intentando ponerse a su nivel. ¿Eso es bueno?

—¿Quién sabe si será bueno eso?, lo que me preocupa es la apreciación tan errónea que tiene de sí mismo. Es extraño, que se tenga tan poca confianza. Creo que algo no calza dentro de Naru-chan.

—Mmm… ojalá el tiempo nos dé la respuesta.

—Se toma las cosas con mucha calma, Minato-san.

—Cuando se tiene un hijo, se sabe que hay que dejarlos vivir a su ritmo. No hay que empujarlos a crecer.

—Lo siento… creo que fui criado de otro modo —Itachi desviaba la mirada con un poco de melancolía que no pasó desapercibida por Minato. El joven pelinegro era un jovencito muy racional, y a pesar de que se llevaba bien con Minato, le costaba trabajo entenderle—. Minato-san,  Yo… quiero mucho a Naru-chan. Sasuke ha cambiado mucho desde que le conoció… sólo quiero que ambos estén bien.


*************************************************************

—¡Uchiha-kun!, ¡espera un segundo por favor! —Un grupo de niños corría tras los pasos de Sasuke y Naruto un poco lejos de donde ellos se encontraban para dirigirse a su lugar acostumbrado de almuerzo. Sasuke les ignoró.

—Sasu-nii, esos chicos te están hablando.

—¿Y a mí qué? Vamos dobe, tengo hambre y el bentö* está aún caliente.

—¡Uchiha-kun!

—Ya nos alcanzaron-‘ttebayo.

—Uf… ¿Qué quieren? —Sasuke habló con pereza mientras se volteaba para mirar de frente a los recién llegados. Los niños tomaron aire, habían estado mucho tiempo corriendo en busca de Sasuke.

—Uchiha-kun, hola. Queríamos pedirte que jugaras con nuestro equipo el día del deporte.

—¿Día del deporte-‘ttebayo?

—¿Acaso no lo recuerdas dobe?, todos los años lo celebramos, sólo que ahora podemos elegir equipos nosotros mismos y ese tipo de bobadas —Naruto miró con atención a Sasuke cuando este le explicaba, mientras que los otros niños estaban siendo olímpicamente ignorados—. No se te hace familiar porque todos los años nos inscribo en el grupo de asistentes para quedarnos ordenando los balones en vez de participar en los eventos.

—Mmm… ¿Y es divertido participar de los eventos-dattebayo?

—La verdad  no.

—Uchiha-kun, por favor.

—He dicho que no es divertido, asique no tengo razón para unirme a su equipo. Vamos, dobe —Sasuke tomó de la mano a Naruto para tironearlo para que se moviera.

—Sasu-nii, te lo han pedido por favor-‘ttebayo.

—Esa no es razón suficiente como para molestarme en jugar.

—Uchiha-kun, es obligación participar en las competencias del día del deporte. ¡Todos nuestros padres y familiares estarán ahí!, ¡queremos ganar!, ¡elígenos! De todos modos tendrás que elegir un equipo más tarde ¿no?, ¿por qué no nosotros?

—Soy del club de kendo de los mayores, no estoy obligado a participar de ese día porque tengo práctica más tarde y puedo excusarme con que no quiero estar agotado para mi entrenamiento ese día. Vamos, dobe.

—Sasuke, tú no te cansas así de fácil, ¿por qué no les ayudas-dattebayo?

—¡Sí, hazle caso a tu hermano menor! —Uno de los niños se puso a un lado de Naruto y le tomó de los hombros —. Vamos, Namikaze, ¡convéncelo!

Desde hace tiempo que nadie que no fuera Sasuke le había dirigido la palabra en la escuela. Naruto se puso algo nervioso pero trató de tomárselo con naturalidad.

—Nii-chan, yo soy muy malo en deportes, y en todo la verdad jeje; pero no por eso tú tienes que dejar el día de deportes de lado-dattebayo, y mucho menos si alguien te lo pidió por favor.

—He dicho que no —Sasuke tomó de la mano a Naruto para alejarlo de las manos del otro niño.  Al pequeño Uchiha parecía desagradarle que otra gente tuviera tanta familiaridad con su querido hermanito menor—. Naruto, nos vamos.

—Pero…

—He dicho vamos.

A tirones Sasuke se llevó a Naruto lejos de los demás niños, quienes veían con tristeza como Sasuke se alejaba. El pequeño rubio sentía una tremenda empatía por los demás, aunque la gente a su alrededor fuese incapaz de sentir compasión por él. Una vez ambos niños instalados en el lugar lejano del patio donde solían comer durante la hora de almuerzo, ocultos por los arbustos, lejos del “molesto” ruido de los juegos sin sentido de los otros infantes, Naruto intentó persuadir a su onii-chan.

—Sasu-nii, no tenías que ser tan grosero-‘ttebayo.

—Ha hablado el rey de la etiqueta y el buen lenguaje.

—¡No me refería a eso teme! Ya sabes, no me gusta que seas así con los demás porque siento que lo haces… por mí-dattebayo.

—Eso no es verdad y lo sabes. Siempre he sido un antipático desde antes de que me cayeras bien. Simplemente no me gustan los chicos de nuestra clase, son tontos. Tú al menos eres tan dobe que me diviertes.

—¡¡¡Teme!!!! —Naruto perdía la paciencia tan fácil como Sasuke, asique sin dudarlo lanzó un golpe hacia su hermano, quien lo esquivó fácilmente con los ojos cerrados y con una sonrisa en la boca. El mayor tomó el puño del menor y sonriendo con superioridad y arrogancia, posó un par de palillos en ellos.

—Usa esa boca tan atrevida para comer, tu bentö se va a enfriar, y mamá puso corazones en el arroz asique será mejor que le digas que te encantó —Mikoto no cocinaba muy bien, pero sus bentö lucían significativamente adorables. Naruto desistió y se dedicó a comer con la cabeza gacha—. Hey dobe, no pongas esa cara. ¿Por qué es tan importante para ti que yo entre a jugar con esos tontos?

—Yo… yo… yo…—El rubio escondía su mirar entre los revoltosos mechones de su cabello, sin levantar la vista ni por un segundo—. Yo no…. Yo no… ¡yo no quiero seguir siendo una molestia para ti Sasuke!

Sorpresivamente, el mayor lanzó un golpe directo que superaba por mucho las habilidades de Naruto. El pequeño volcó su almuerzo sobre sí, quedando con una mejilla roja y con arroz y corazones sobre todo su uniforme.

— ¡No vuelvas a decir algo así!... tú… jamás serás una molestia para mí. Eres mi hermano menor, es mi deber estar a tu lado. ¿Acaso crees que yo soy una molestia para Itachi-nii?

—No lo eres porque eres un buen hermano menor.

—¿Y qué te hace pensar que tú no lo eres?

—…— Naruto callaba. Algo tenía dentro de su pecho que no podía sacar. Algo estaba quemándole por dentro pero no podía extinguirlo sin quemar su garganta entera. Sus palabras encaminaron otros rumbos—. Sé que soy molesto-‘ttebayo, y de nada sirve que lo niegues.

—No lo negaré —Naruto levantó la mirada con sorpresa—. Es cierto, eres muy molesto… ¿pero acaso importa? Yo soy un arrogante, lo sé, pero no por eso me quieres menos, ¿No? Lo mismo pasa contigo. Tienes defectos. ¡Todos los tenemos! Mamá no sabe cocinar, Itachi-nii es un entrometido, yo soy arrogante, tu eres molesto y Minato es…. un idiota.

—¡Hey!

—El punto es que amo a mamá a pesar de que sus comidas me puedan producir cáncer gástrico a temprana edad, al igual que siempre amaré a Itachi-nii, y que siempre, sin importar qué, te amaré a ti… y al igual como “tolero” a Minato —Sasuke se acercó hacia su hermanito y empezó a sacudir cariñosamente su uniforme para quitar los restos de comida—. No quiero que vuelvas a decir cosas como las que has estado diciendo. Últimamente has estado muy ensimismado.

—¿Ensimismado?

—Significa estar introspectivo.

—¿Introspectivo?

—Significa que pasas mucho tiempo pensando en estupideces acerca de ti mismo y no las compartes con los demás, constantemente juzgándote. Y también significa que debes ampliar tu vocabulario. Tendremos que estudiar más…—Naruto agachó la mirada nuevamente ¿Por qué su nii-chan siempre tenía que ayudarle? Recordó que aún no subía sus notas y que estaba quedando en evidencia que no podría salir adelante sin la ayuda de Sasuke, como siempre. El oscuro y sagaz mirar del mayor entrevió un poco del pesar de su pequeño hermano, decidió darle en el gusto—. Estamos obligados a repasar las lecciones de gramática y comunicación antes de este lunes… porque al parecer jugaré soccer en el equipo de unos perdedores ese día.

—¿Eso significa que tú…? —Naruto abrió sus ojos azules de par en par y al instante dejó volar una sonrisa directo al corazón de Sasuke—. ¡Gracias-‘ttebayo!

—¿Me lo agradeces por los demás?, si que eres dobe. De hecho, eres tan dobe que tendrás que comer mi horrible porción de bentö por mí.

—¡Hey teme, no seas aprovechador!

Los pequeños se quedaron discutiendo, con una sonrisa, como siempre lo hacían en su pequeño mundo de cristal; tan alejados de los demás… tan frágiles. Ilusamente creyendo que jamás nadie podría entrar, contaminando su perfecta armonía de insultos, cariño y hermandad.


Continuará…

*Bentö/ Bentou: Almuerzo que se lleva en un cofre normalmente plástico, muy típico de estudiantes y trabajadores japoneses. La dedicación que estos puedan tener con respecto a su estética es muy valorada por sus consumidores.

Notas finales:

:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).