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Y todo comenzó con su número por rockmonster

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Notas del capitulo:

Gracias por sus comentarios !!! :D

Bueno ya, les dejo capítulo...

Me puse roja hasta la punta de las orejas. Traté de pensar en otra cosa pero mi cabeza no me respondía, además mi expresión facial no me ayudaba mucho, porque creo que asusté a Cristina.

Me preguntó qué ocurría. Yo simplemente evité la conversación, diciendo que debíamos poner atención a la clase. Al parecer ella estuvo de acuerdo ya que no me habló en toda la hora que quedaba.

Sonó la campana.

Cristina se levantó y un grupo de chicos se acercó a ella, llevándosela fuera de la sala.

-          Ahora sí, cuéntame qué pasa -, me dijo Leo casi susurrando.

Acerqué mi silla, haciendo mucho ruido, y comencé con mi historia. Llegando al punto donde la chica decía que le gustaba mi hermano, comencé a notar que Leo se reía.

-          ¿Te ríes de mi desgracia? -, le pregunté interrumpiendo mi relato.

-          ¡No, no! Solo pensaba en lo pequeño que es el mundo

-          ¡Leo, ese no es el punto! ¡El punto es que…! Cristina…

Me miró poniéndose serio. Quizás mi cara de aflicción le afectó.

-          A Cristina… Creo que le g-gusto -, dije en una voz casi inaudible.

Leo me miró sin expresión alguna por unos segundos, después se largó a reír de nuevo.

-          ¡¿Y tú le llamas a eso una desgracia?! -, dijo.

Me levanté de la silla, muy enojada. Me fastidiaba que Leo no se lo tomara en serio, porque yo realmente no sabía qué hacer y necesitaba que alguien me comprendiera y me ayudara.

Antes de que me fuera me tomó del brazo.

-          Ale, no le tomes tanto peso al asunto. Solo dile la verdad -, me dijo sonriendo.

-          ¿Cómo? Después no va a querer hablar conmigo jamás…

-          Bueno, tal vez tengas razón. Pero si no se lo dices pronto la cosa empeorará

-          Lo sé…

Me quedé pensando un momento. Si se lo decía lo antes posible sería menos grave que si se lo decía después. Pero el hecho de que ella me había confesado que le gustaba “mi hermano” me hacía retroceder. No quería decirle la verdad, no era capaz de hacerlo.

-          ¿Y tú?...

Leo me sacó de mis pensamientos.

-          ¿Qué?

-          ¿Te gusta Cristina? -, me dijo alzando las cejas cómicamente.

Volví a ponerme roja.

-          No me gusta -, le dije.

-          ¿Segura?...

Di media vuelta y me marché de la sala, aún roja como un tomate.

Abrí la puerta, encontrándome de frente con Cristina. La esquivé como pude y caminé lo más rápido posible hacia el patio. Respiré hondo, me calmé y medité bien las cosas. Decidí no enviarle más mensajes de texto ni nada por el estilo, iba a romper el supuesto lazo que tenía con Martín y así ella se olvidaría de él. Era el plan perfecto, ya que no tenía que decirle la verdad.

Volví a la sala justo en el momento en que sonó la campana de nuevo.

Tocaba matemáticas, una clase que me encantaba. Hubiera podido disfrutarla si Leo no su hubiera pasado toda la hora mandándome papelitos con las letras “A y C” escritas en ellos, seguidos de muchos corazones. Me encontraba un poco más tranquila, pero mi paciencia no aguantaba más.

Por suerte sonó la campana, lo que me dio tiempo para darle una dura mirada de odio a Leo, quien seguía riéndose en su asiento.

Esa tarde me fui a casa un poco triste, me gustaba conversar con Cristina aunque me costara aceptarlo. Iba a extrañar esas noches en vela enviando mensajes de texto, pero tenía que dejar de hacerlo.

Pasaron las semanas y Leo seguía molestándome de vez en cuando. No lo tomaba en cuenta, pero si me fijaba en lo extraña que se había puesto Cristina de pronto. Se veía con menos ánimo, un poco decaída. Quería preguntarle qué era lo que ocurría pero cuando la veía recordaba que le había mentido y además me costaba mucho entablar una conversación decente con ella, era más confiada cuando estaba tras el celular. Sin embargo ya no podía aguantar verla así, por lo que me decidí a hablarle.

La encontré sola durante el recreo, sentada en una banca del patio.

-          Hola -, le dije sentándome a su lado.

-          Hola Alejandra

Su voz medio apagada me entristeció.

-          Cristina… quería p-preguntarte cómo estás… porque me he dado cuenta últimamente de que, bueno, no es que te esté espiando ni n-nada… yo solamente…

Me estaba poniendo cada vez más nerviosa, lo que dificultaba poder expresar lo que quería decir.

Ella me miró extrañada, pero a punto de echarse a reír.

-          Lo que quiero decir es… que te he notado un poco diferente, triste… ¿Q-qué sucede? -, le dije finalmente.

Miró al piso un segundo. Yo pensé que no iba a contestarme, pero lo hiso, y de paso la culpa rompió mi corazón en mil pedazos.

-          Extraño a Martín… No me ha enviado mensajes en mucho tiempo -, dijo.

Suspiré.

-          ¿Sabes algo?... -, le dije captando su atención.

-          ¿Qué?

-          A Martín lo castigan muy seguido, quizás le quitaron el teléfono y por eso no se ha podido comunicar contigo, eso es todo

A Cristina de repente le brillaron los ojos y me sonrió, como la primera clase que nos sentamos juntas. Yo me sentí contenta, pero al mismo tiempo la mentira se iba agrandando y eso no me hacía feliz.

-          Cuando pueda hablar con él le diré que lo extrañas -, le dije casi sin pensar.

-          ¡Gracias Alejandra!

Cristina dio un saltito, abrazándome de pronto. Sentí como mis mejillas se cubrían de rojo rápidamente.

“Limón…”, pensé luego de reconocer el perfume que salía del cabello de la chica.

Sonó la campana indicando que el recreo se acababa, así que regresamos a clases. Ella estaba feliz y yo, con el alma colgando de un hilo.

-          Oye Cristina…

-          ¿Qué pasa?

-          No me digas Alejandra, s-solo llámame Ale

Me sonrió.

-          Está bien, Ale

Notas finales:

Capítulo corto yeah !! xD

Gracias por leer :3


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