Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Actualizado Cap 5 Recuperándote (UsagixMisaki) por Yeru-chan

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos los lectores que se tomaron la molestia de leer mi fic, dejar un comentario y torturarse esperando, no hay palabras que pueda expresarles para agradecerles, me han motivado después de todo lo que he pasado. En serio, mil gracias!!! Estoy muy emocionada, y  espero de todo corazón que puedan disculparme, he perdido a un ser querido y me ha dejado muy mal, y está eso de que no tenía internet.. de pronto crecí y empecé a trabajar apenas terminé mi colegio y empecé la uni, y no me ha quedado tiempo para nada, ahora son las 02:09 a.m cuando acabo de terminar lo que alguna vez empecé, 3 páginas de este cap. Hace poco más de una hora se me ocurrió buscar el foro y lo que algún día escribí y me encontré con lectores enrabiados y poseídos xD

Y he decido que después de todo este tiempo voy a ponerme las pilas para continuar lo que deje estancado. Lo siento de verdad!! Si les sirve de consuelo, mi vida esta un poco más estable esta vez, y sé que puedo con esto.. gracias por el apoyo.. 

Capítulo 2: Lejos de casa.

 

Me duele mucho la cabeza. Es la sensación más desagradable que he sentido, es como si mi cráneo se hubiese hecho más pequeño y mi cerebro demasiado grande. Instintivamente llevo mis manos a mi cabeza, como si aliviara mi dolor. Siento unas suaves mantas rozar mis brazos. Me extiendo por completo y me doy cuenta de que estoy acostado en una cama. Abro los ojos y me siento de golpe. Ow, mi cabeza.

 

Echo un rápido vistazo a todos lados. ¿Dónde estoy? La última vez que estuve despierto era en el avión…

 

-¡El avión! –grito y me apresuro hasta la puerta. La abro y salgo disparado hacia fuera en un… ¿Un hotel?- Este lugar ya no es el avión –murmuro para mí. Entonces me golpea la razón y me acuerdo de todo. Mi cabeza va a matarme. Maldito Usagi. ¿Por qué carajos hizo lo que hizo?

 

Entro de nuevo en la habitación, para ver si no estaba dormido a mi lado o sentado en algún lugar aquí adentro, pero nada. Sé que estuvo aquí hace poco ya que en la mesita de noche hay un vaso de jugo fresco y unos analgésicos.

 

No puedo pensar con este estúpido dolor, así que me decido por tomar el analgésico y salir a buscar a ese maldito. ¡Oh, Mierda! ¿Qué es lo que pasa? Me siento herido, me siento enojado, furioso, lo quiero golpear. Es la cosa más idiota que ha hecho en su vida. ¡Y a mí! ¡Justamente a mí! ¿Se ha vuelto loco?

 

Me siento en el borde de la cama, masajeando mis sienes en un intento por alivianar mi malestar mientras espero a que el medicamento haga efecto. Parece algo imposible, tengo tantas cosas en la cabeza. Estoy tan confundido. ¿Dónde estoy? ¿En que lugar? ¿En que ciudad o país? ¿Me habrá abandonado aquí? No, no, eso no es posible. Él nunca haría algo como eso ¿O sí? Pero me ha drogado, ¿para qué me habrá drogado si no es para abandonarme? Es un plan perfecto. No podré argumentar contra el millonario y más aclamado escritor de Japón. La gente estaría a su favor y yo sólo quedaría como un pobre chico que supuestamente ha tenido una noche muy cargada como para acordarse de lo que le pasó en realidad. No, definitivamente no puedo creer que me haya abandonado. De seguro lo que me dio es un afrodisíaco demasiado potente que tuvo un efecto contrario al que esperaba. La esperanza, por muy pequeña y ridícula que sea, levanta mi estado de ánimo un poco más. Pero todavía no estoy tan tranquilo como quisiera. ¿Un afrodisíaco? ¡Bah! Patrañas. Esa cosa no me haría perder el conocimiento.

 

Sentado aquí como estoy ahora no voy a averiguar nada. Siento que el dolor está menguando y mi mente descarta la absurda idea de que en realidad me haya abandonado. ¿Qué habrá pasado para que su reacción sea ésta? De seguro no es nada bueno. Honestamente, ese hombre nunca está en nada bueno. Suspiro y me levanto para dirigirme a la puerta. Voy a investigar el cuarto. Necesito averiguar donde estoy.

 

Me paseo descalzo por la habitación. Mi mirada escanea todo el lugar. La cama es enorme, la cabecera de madera oscura y tallada, las sábanas de un blanco casi inmaculado. Muy suaves por cierto. Los muebles al alrededor son de color verde mate y tabaco, muy masculino. Me dirigido hacia el baño. Hay una tina enorme. ¡Genial! Me muero por un baño. Hay varios jabones líquidos en un estante, las toallas están dobladas sobre un pequeño banquito blanco en la esquina, todo es muy limpio y ordenado. Salgo del baño y me dirijo fuera de la habitación. Ya habrá tiempo para un baño. Primero lo primero. Afuera, me encuentro en un pequeño corredor que supongo, da hacia la sala de estar. Las paredes están pintadas de color crema amarillento desde la mitad hasta el techo, que es blanco. La otra mitad está recubierta de madera. En las paredes cuelgan diminutos cuadros de paisajes austeros. Nada que llame mi atención. La sala es bastante acogedora, parece sacada de una escena de los años 1800 a 1900, muy aristocrático. Nada oriental. Hay sillones forrados de terciopelo verduzco y la pequeña mesa de madera oscura, tallada en los bordes y las patas. Lo único fuera de lugar es la portátil de Akihiko que se encuentra encima. Oh, también el teléfono.

 

Un sentimiento de genuino alivio recorre mi interior. No me abandonó. Está aquí y volverá en cualquier momento. Me siento en un o de los sillones más grandes. Con nerviosismo retuerzo mis dedos sobre mi regazo mirando a todas partes. De repente, me encuentro observando la computadora de Usagi-san. ¿Qué pasaría si…? No, no y no. Sacudo frenéticamente mi cabeza. Eso no es muy educado. Pero, vamos… él no ha sido muy educado que digamos, es lo mínimo que se  merece.  Me alienta una vocecita fastidiosa en algún lugar de mi cabeza. Y creo que hasta tiene razón, no es para nada educado drogar a la persona que te importa y prácticamente tener que secuestrarla ¿no? Y por si fuera poco…

 

-Vamos a comprobar algo.

 

Me levanto del sofá y casi voy corriendo hasta la puerta, para encontrarla cerrada con llave. ¡Fantástico! Como todo un verdadero preso en cautiverio. Justo lo que sospechaba.

 

Me dejo caer de nuevo sobre el sofá. Muerdo mi labio inferior en un gesto de pura ansiedad y debate interior. La reviso, o no la reviso. La reviso, o no la reviso.

 

Al diablo con la educación. Voy a revisar su maldita portátil y ya. Cuidadosamente, como si algo estuviera apunto de saltar sobre mí desde el interior de la máquina, levanto la tapa y oprimo el botón de encendido. Dejó la sesión suspendida.

 

Su correo electrónico está abierto y en la pantalla salta la notificación de que tiene uno nuevo. Mi corazón palpita como loco ante el sentimiento de estar haciendo algo que no debería, pero siento una enorme necesidad de saber con quien o quienes, se relaciona Usagi-san. Sé que no tiene tantos amigos, pero siento tanta curiosidad. ¿Qué podría pasar? Será solo una ojeadita y ya no insistiré más.

 

Ignoro por un momento el nuevo correo y doy un rápido vistazo a su bandeja de entrada, hay varios de Aikawa, de Isaka-san y… la mayoría son de un usuario desconocido, no está en su lista de contactos…

 

Abro uno de ellos y comienzo a leer el primero de todos ellos.

 

 

 

 

**

Hola Akihiko. Ha pasado tanto tiempo. Sé que casi nunca te pido nada, pero ésta será la única vez. Tuve un terrible altercado en casa. Y ahora no tengo dónde ir. ¿Podría quedarme en la tuya por unos días?

 

**

 

 

 

 

 

Mis sensores de alarma se encienden al instante. Tal vez sea por esto que Usagi-san ha estado actuando muy raro en estos días. Es una pena que esta persona no tenga ni un nombre.

 

Retrocedo una página y abro otro correo. Por si acaso abro en otra pestaña su bandeja de salida, para entender mejor de qué estaban tratando, de esta forma podré leer más adelante las respuestas de Usagi-san. Sin darme cuenta estoy más sumergido en esto de lo que yo esperaba

 

 

 

 

 

**

 

Akihiko. De verdad necesito tu ayuda. Es un único favor. Prometo que no pasará nada.

 

**

 

 

 

 

Vaya que es insistente. ¿Quién será? Sigo leyendo.

 

 

 

 

 

**

 

No será nada. Es sólo hasta que todo esté solucionado. Eres el único amigo que tengo. No puedo confiar en nadie más.

 

**

 

Piénsalo por favor. No pido nada más a cambio. Deja que el pasado descanse en paz. Lo que ocurrió entre nosotros fue un error. Te garantizo que no volverá a ocurrir de nuevo. He cambiado y sé que tú también.

 

**

 

Oh, por el amor de Dios. ¿Soy tan malo acaso? ¿Por qué razón no quieres que vaya a tu casa? ¿Escondes algo… o a alguien? Si no puedo convencerte por este medio, tendrá que ser en persona. Iré a tu casa en una semana. Siempre te quedas los domingos ¿no?

 

**

 

 

 

 

Campanadas de alarman suenan ahora en mi cabeza. ¿Qué rayos ocurrió entre esta persona y Akihiko? ¿Qué pasado tuvieron? ¿Por qué él me oculta tantas cosas? Y… ¿y si le dijo que si? ¿Que le habrá respondido?

 

Con las manos temblando cierro todas las ventanas y comienzo a leer las respuestas de Usagi-san. No tengo un buen presentimiento acerca de esto.

 

 

 

 

 

**

 

Hola. Lo siento. Pero esta vez no puedo ayudarte. Busca a alguien más. No quiero que ocurra nada indeseable en mi casa.

 

**

 

Imposible. Ya te dije que no puedo. No insistas más.

 

**

 

Lamento mucho lo que sea que te esté pasando, pero no voy a cambiar de opinión. No es bueno que te quedes conmigo. No después de todo lo que pasé contigo.

 

**

 

Ya te lo he dicho, no puedo. Y no quiero. Como acabas de mencionar he cambiado. Ve a un hotel.

 

**

 

Estoy viviendo con alguien ahora. Si vienes a mi casa, sólo me causarás problemas. La próxima semana no voy a estar. Haré un pequeño viaje. Es todo lo que voy a decir, ahora ¡Déjame en paz!

 

**

 

 

 

 

 

¡Bingo! Sabía que algo raro giraba en torno a este viaje tan inesperado. Así que después de todo estaba huyendo de alguien. Es por esa razón que andaba tenso, preocupado, nervioso. Nunca lo había visto así. Ya habrá tiempo de pensar en todo esto. Me apresuro a cerrar todas las ventanas y dejar sólo la de bandeja de entrada… aún está el correo nuevo de esta persona desconocida. Quiero leerlo. La flechita queda justo encima del icono pero en ese instante escucho el tintineo de unas llaves al otro lado de la puerta. Rápidamente descarto la idea de leer ese correo y aunque moría de ganas por hacerlo cierro la tapa de la portátil y me siento al otro lado del sofá tratando de aparentar que NO estoy demasiado inquieto. O demasiado nervioso. Pero no disimulo para nada lo molesto que sigo con él. Aunque admito, que muy en el fondo me siento algo aliviado por las respuestas que le envió a esta persona X.

 

La puerta se abre, casi en cámara lenta, para mi desesperación, veo que hasta él parece moverse de esa manera. Recuerdo que había leído por ahí en un artículo que decía que, a las personas a quienes no soportamos, la observamos moverse en cámara lenta, ya que no aguantamos a esta persona, la intensidad en que nos fijamos en ella, hace que prestemos más atención a cada uno de sus movimientos, otorgándonos la sensación de que se mueve más lento que el resto. Y en este mismo instante, no soporto a Usagi-san. Dios Santo, sigo muy enojado. No sé si todavía quiero hablarle, aunque necesito algunas explicaciones.

 

Decido que mi orgullo es más importante.

 

-Misaki, pensé que ibas a despertar más temprano, así que salí a comprar cigarrillos –menciona mientras  vuelve a cerrar con llave la puerta y se acomoda en el sofá frente a su endemoniada máquina.

 

Ignoro lo que me dice porque estoy empeñado en continuar con mi obstinado y caprichoso silencio. ¿Quién rayos se cree? ¿Y como puede estar tan tranquilo? Me enoja. Más de lo que estoy. Pero lo que más me enoja es el hecho de que me sienta dolido por lo que me hizo. Tal vez si me hubiera dicho las cosas de buenas a primera, si hubiera sido mas sincero conmigo, estoy seguro de que tal vez yo podría haber accedido a lo que me hubiera pedido. Pero no, tuvo que hacer una idotes como ponerme un somnífero y secuestrarme a algún lugar de quien sabe donde y para colmo no me dice nada al respecto, y por si fuera poco actúa como si nada. Nada me haría más feliz que golpearlo hasta la muerte.

 

Veo como hace un clic aquí, otro clic allá y una rápida cortina de emociones se abanica por su rostro. Me pregunto que habrá leído en el maldito correo. La ansiedad y la furia avanzan por mi pecho, ambos sentimientos en una desagradable sensación de quemazón a flor de piel, elevándose a través de mí, atorándose en mi garganta y dejando un sabor amargo.

 

Aparto la mirada con rapidez. Estoy actuando como un idiota. Esta estupidez sobre los correos, el viaje repentino, todo este silencio, son cosas que me están llevando al borde de la locura. Trato de relajar mis hombros, inhalo una bocanada lenta y profunda de aire, para exhalarla lentamente de nuevo. Cuento hasta diez. Al instante me siento un poco mejor.

 

Me remuevo inquieto en mi lugar, debatiéndome si preguntar algo o no.

 

Bien… después de todo lo que he vivido con este hombre mi orgullo es algo que solo tiene valor en unas cuantas ocasiones.

 

-Usagi-san… -Tanteo. Voltea su rostro hacia mí- ¿Dónde estamos?

 

Me mira por lo que parece una eternidad. Creo que está midiendo mi reacción.

 

-En Inglaterra –suelta como si estuviera dándome el resumen del clima.

 

Siento como el aire abandona mis pulmones y tengo que sostenerme con fuerza del borde del sofá para no caerme. ¡El madito de Usagi me trajo a Inglaterra y no me dijo nada!

 

Estoy tan enojado. Me levanto y me dirijo en silencio hasta la habitación. No puede tratarme como a cualquier cosa y arrastrarme a donde se le plazca sin avisarme de nada.

 

Entro al cuarto. Miro a mí alrededor. Veo sobre un baúl la maleta que él preparo para mi. Abro el cierre y veo lo que hay.

 

Pero por supuesto que ha preparado todo lo esencial… para… para nada de lo esencial… ¡aquí hay ropa como para un pelotón!

 

Vuelvo casi a la velocidad de un rayo hasta la sala y lo agarro del cuello de su jersey, tal vez con más brusquedad de la que planeaba.

 

-¡NO PUDISTE HACERLO! –grito más para mí que para él. Su mirada atónita me sorprende un poco, parece que no esperaba una reacción así de mi parte. Bueno, quizás tener la cara roja de la ira y respirar como un maldito toro delata lo furioso que estoy, y muy pocas veces he estallado de esta manera, puedo entender su sorpresa.

 

-Siéntate para que te explique –me dice lentamente, como si le hablara a un animal. Mi cerebro le manda las señales a mis manos para que lo suelten y que me aparte de él, pero extrañamente no puedo obedecer, la ira es algo malo.

 

Usagi acaricia mis brazos y su expresión se suaviza un poco para tratar de calmarme.

 

-Escucha, lamento mucho haberte hecho dormir pero era necesario, te veía muy nervioso, y te prefería más relajado –suelta las palabras al mismo tiempo que me obliga despacio a sentarme. Se coloca delante de mí en cuclillas mientras continúa explicando- No creí que eso iba a molestarte tanto.

 

Otra vez la ira ruge en mis venas y se esparce por todo mi cuerpo. Eso es lo que me molesta tanto de él, que siempre cree que todo lo que hace para mi está bien. ¡No es así!

 

-Explícame porqué estamos en Inglaterra –solicito con una voz mortalmente calmada tratando de contener mi nuevo ataque de furia. Me mira por un rato escogiendo sus palabras y antes de que me mienta añado- He leído tu correo, así que ni pienses mentirme.

 

Ahora si es él quien parece molesto.

 

-¿Revisaste mi correo sin mi permiso? –pregunta enojado elevando su tono de voz.

 

-¿Me trajiste al extranjero sin mi permiso y sin avisarme nada? –le pregunto a la vez en un tono especial para que se dé cuenta de que lo que yo hice es nada en comparación a cómo fue su comportamiento. Su boca se vuelve ahora una delgada línea. Mucho mejor así. Abro los ojos instándole a que se atreva a contestar mi pregunta. Que irónico.

El gran escritor se ha quedado sin palabras.

 

-¿Quién es esa persona? –quiero saber. Todavía me mira furioso- Si no me lo dices me voy de aquí, te juro que llamaré a Takahiro y le contaré lo que paso. Haré que me ayude a volver a casa. Su casa. No la tuya. –amenazo y puede que lo cumpla. Aunque no sabría cómo explicarle esto a mi hermano.

 

De repente de levanta y empieza a caminar. Enciende un cigarrillo y se pone a fumar como una locomotora. Si sigue así borrara los diseños de la alfombra. Además de que le saldrá un cáncer por fumar tanto.

 

-Mira –empieza finalmente- No puedo decírtelo ahora mismo Misaki, pero te prometo que te lo contaré cuando el momento llegue, por ahora no quería que te encontraras con esa persona –me mira y veo tormento en sus ojos- También necesitaba pasar tiempo contigo, a solas, sin mi trabajo o el tuyo y sin nadie que nos moleste –esto último lo suelta casi en un respiro, y parece muy arrepentido y sincero. Aún así me duele que no confíe en mí para hablarme de esa misteriosa persona.

 

-Quiero ir casa –digo totalmente derrotado, por el estrés repentino que me embarga después de la carga de emociones. Usagi-san inhala sonoramente y me estrecha entre sus brazos, trato de rechazarlo pero muy vagamente, no tengo fuerzas ni para luchar.

 

-Lo lamento tanto –susurra contra mi pelo. Y entonces rompo en llanto. Todo  es tan confuso. Este hombre me confunde. Noto que susurra un montón de disculpas que se pierden con sus besos y su boca pegada a mi cabeza, pero no me importa, no quiero escucharlo. Me siento tan mal por todo, no sé qué hacer. No sé si creerle. A veces cuando es así lo odio y también sé que lo quiero, pero siento que algo dentro de mí se ha partido justo en este momento. Todo se ha arruinado.

 

-Quisiera ser el mismo de antes –menciono y Usagi para y se paraliza abruptamente, inspira herido y sé que lo lastimé con mi comentario, después de todo lo que hemos pasado juntos es como si me arrepintiera. Siento una punzada de culpa en mi pecho al darme cuenta de su reacción, pero tampoco me suelta, me abraza con más fuerza y finalmente yo me duermo en su abrazo. Ojala al despertar todo sea diferente y pueda decir que solo tuve un mal sueño.

 

 

 

Parpadeo. Una vez. Dos. Tres veces hasta que me doy vuelta y veo a Usagi sentado frente a mí. Se ha levantado antes que yo y me ha estado observando mientras duermo. Me aparto sonrojado por la intensidad de su mirada y me gustaría saber que piensa cuando pone esa cara. Me acomodo una vez más dándole la espalda y pienso en todo lo que pasó en 24 horas. Me siento más relajado luego de dormir, no sé si él se ha dormido también o solo fui yo. Ni siquiera sentí cuando me trajo a la cama. Lo cierto es que está ahí, sentado, mirándome y sin embargo siento que no está conmigo, estamos a leguas distanciados, y no hay nada que pueda hacer para romper esa brecha y acercarnos de nuevo. Y todo fue culpa suya. Estúpido Usagi-san, lo único que sabe hacer es crear momentos incómodos.

 

Y yo que pensaba…

 

Su boca presiona la mía en un beso urgente, desesperado y sorpresivo, cortando todo pensamiento en mi cabeza. Me toma un rato despabilarme y responder tímidamente, y entonces se aparta, ahí está de nuevo, esa mirada llena de intensidad, como si tratara de decirme algo telepáticamente, sus ojos se mueven de un lado a otro mirando directamente a mis ojos. Así de rápido como fue su asalto, así mismo se levantó y fue hacia la puerta.

 

Parecía atormentado. Frotó sus labios como si se reprendiera por lo que hizo.

 

-Hola. Ehh –parecía inseguro. Su tono es frío- puedes tomar un baño, todo está en la maleta, ni te molestes en desempacar –hace un gesto con la mano señalando el lugar- Dejaremos Inglaterra luego de desayunar. Yo.. te dejo para que hagas lo que debas hacer tranquilo. –voltea su rostro y parece que va a decir algo luego parece que desiste y se marcha murmurando algo. Creo que ha sido otro lo siento.

 

La verdad es que yo también lo siento muchísimo.

 

Siento todo esto. Siento que ahora seamos como extraños cuando apenas ayer en la mañana compartíamos una cálida intimidad en mi cuarto.

 

Ahora no sé qué pasará. Volveremos y no sé cómo quedaremos luego de esto.

Notas finales:

 y bien? Que les pareció? Estoy algo oxidada.. hace tiempo que no escribía nada… tuve un serio bloqueo… en serio que si u....u y espero que sea igual de dramático como me gusta jaja los quiero!, una vez más discúlpenme y les agradezco por todo.

T__T

g00gle240801 gracias por todos tus rw.. me han conmovido *-*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).