Ya era lunes, el clima era fresco, algunas esponjosas nubes flotaban relajadas en el cielo celeste, el sol iluminaba todo haciendo más bello la vista del jardín, un día tranquilo después de todo…. Los alumnos ingresaban felices a sus aulas, ya habían descansado y disfrutado lo suficiente el fin de semana como para comenzar otra semana de clases aburridas… menos para dos personas.
Eran las 10:35 de la mañana, ahora tocaba la segunda clase, la más divertida a comparación de otras. Todos prestaban atención a la clase de Gin-sensei. Reinaba el silencio molestando a Gin, no era muy buena señal ya que generalmente siempre había murmullos cuando daba la espalda a su clase. Se volteó y notó que todos sus alumnos realmente estaban callados y le estaban poniendo atención. << Mmmm… que raro… >>.
- Y qué tal su fin de semanas alumnos? – quiso entablar una conversación con ellos para ver si decían algo que lo divirtiese pero resultó ser lo contrario todos respondieron con un aura pesada y oscura desanimándolo - … Veo que no muy bien… - volteó resignado a dar sus clases nuevamente. << Qué estarás haciendo Aizen… >> se le pasó por la cabeza aquel hombre de ojos marrones por un momento, << Mmmm más tarde iré a verlo… >> seguía escribiendo en la pizarra, ahora más animado.
- El viernes fue un día de sorpresas… - susurró Aporro para sí mismo, le resultó muy grato lo sucedido y todo gracias a él.
- Ni que lo digas – le dijo Orihime soltando un suspiro, quedó muy sorprendida con lo que vio y por alguna extraña razón quedó decepcionada quizás porque fue rechazada porque esa persona ( Ulquiorra X3 ) amaba a otra persona ( Grimmjow X3 ) y esa otra persona resultara ser su amigo ( Grimmjow X3 ) ( Jajajaja sufre mujer sufre >X3 ).
- Uru recuerdas lo que hiciste? – quería hablar de ello otra vez, que su amigo Ulquiorra estuviera interesado en alguien era muy extraño, en verdad muy extraño ya que el pelinegro es una persona muy antisocial y solamente se dejaba rodear por pocas personas… en realidad sólo por su hermano. Tuvo que hacer un gran esfuerzo la primera vez que se conocieron para entablar una conversación que durara más de 30 segundos.
Recuerda que la primera vez que hablaron fue en la secundaria, era nuevo en la ciudad y solamente quería a una persona con quien hablar, un amigo. Era primer año de secundaria y al fondo en la esquina del salón se encontraba un muchacho con la piel muy pálida << Acaso está enfermo?? >> pensó, por una extraña razón escogió sentarse a su lado, en esa escuela se acostumbraba a sentar a los alumnos en pareja. Notó el primer día que mientras los profesores explicaban sus clases su compañero de carpeta leía un libro, << Lo que pensé… es un completo distraído >> le desagradó, se arrepintió de haberse sentado con un vago; a él solamente le agradaban las personas inteligentes y listas como él. Lo veía muy concentrado en ese libro, tan concentrado que le dio curiosidad saber que leía. Sin que Ulquiorra se diera cuenta se agachó un poco para poder ver la portada, se llevó una gran sorpresa al leer el nombre del autor << Este chico también lee los libros de este autor?? >> quiso preguntarle pero en ese momento la profesora le llamó la atención por su extraña forma de sentarse, perdió la oportunidad ese día. Tuvo que pasar mes y medio para que pudiera hablar con el chico que tenía pinta de enfermo ( Así lo veía Aporro X3) lo máximo que duró fue 5 minutos, demasiado tiempo en el record de conversaciones de Ulquiorra, Aporro estuvo feliz ese día, descubrió que no era un orangután sin cerero sino una persona muy inteligente, callada y reservada… justo como los de su tipo… y descubrió todo eso en tan corto tiempo, quiso ser su amigo. Con el paso del tiempo y de las clases Ulquiorra empezó a tomarle más confianza, después de sufrir cierto “TRAUMA” nunca jamás quiso tener a alguien cerca, exceptuando a su hermano obviamente, pero este muchacho de lente era diferente…. << Debería darle una oportunidad…>> pensó durante un largo periodo, al final aceptó abrir su mundo a una nueva persona, a la única persona que decidió darle como título “Amigo”. Con el pasar de los días entablaron más su amistad hasta tal punto de contarse cualquier cosa, cualquier cosa.
Lo más extraño aun era de que estuviera enamorado de Grimmjow!!! Cuando Ulquiorra le habló de él por primera vez fue cuando le contó de la fiesta, claro, todavía no sabían que esa persona vestida de gatito era Grimmjow, su amigo ojiverde se paraba quejando y renegando de ese tipo, pero también le confesó que lo recordaba de algún lugar pero no sabía donde… por alguna extraña razón lo atraía, no sexualmente ni amorosamente, sencillamente le atrajo esos ojos azules… << Amor a primera vista?? >> se le pasó por la cabeza a Aporro ya que a él también le había sucedido lo mismo. Prefirió no decirle eso, su amigo no era como él, no podía enamorarse de otro hombre.
Pero cuando se descubrió que esa persona que hacía renegar a Ulquiorra estaba en su clase, no dejó de pensar en el destino, aunque es un hombre de ciencias también creía en esas cosas. << El mundo es como un pañuelo… >>. No entendía nada por completo, Ulquiorra nuca jamás le volvió a hablar de Grimmjow después de aquel día en que salió junto con Orihime y Grimmjow al cine, no entendía nada… hasta ahora.
- Aporro no sigas – lo cayó Muramasa cerrando los ojos recordando todas las cosas que le tuvo que decir a su hermano. Cosas al estilo como “Ulquiorra no confundas una buena amistad con amor”, “Esto es algo serio, no puedes jugar con los sentimientos de otros”, “Todo es por culpa de Aporro!!”, “Maldición… le vas a causar un trauma a Grimmjow” , “Suerte que Grimmjow no te denunció por acoso sexual!!” y “Cómo se lo explicaré a nuestra madre…”. Todo el fin de semana se dedicó a eso, no quería perder a su hermanito y mucho menos con alguien tosco como Grimmjow ( Complejo de hermano mayor >w< ).
- … Si, lo recuerdo un poco… -en realidad sólo tenía recuerdos pasajeros, pero con lo que le contó su hermano pudo completar toda su memoria de lo que hizo aquel viernes << Cómo pude hacer cosas tan vergonzosas como esas?? >> se lamentaba, sus mejillas se sonrojaron un poco cuando miró al peliceleste, éste también se sonrojó pero mucho más.
- Pero eras conciente de lo que hacías? – la chica se acercó, quería saberlo a toda costa.
- …Si… - respondió apenado, aunque su respuesta no fue del todo sincera, si era conciente de ello pero sólo hasta el punto de poder recordarlo después. Pero si de querer hacerlo quería para su sorpresa su conciencia le respondió que sí.
- Eras conciente?!!! – se sorprendieron.
- Entonces por qué rayos lo hiciste??!! – le susurró más fuerte Grimmjow. Se lo quería preguntar desde hace mucho pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo… no mejor dicho nunca tuvo el valor de preguntarle, tenía roche de volver al tema de cuando lo hicieron.
Sintió como una mirada asesina lo rodeaba << Rayos… debe ser Muramasa…>>. Aquel día, después de la repentina confesión de Ulquiorra y del inesperado beso que se dieron, Muramasa se paró de la mesa de golpe, a Grimmjow le recorrió un hilo de escalofrío por la espalda, decidió que lo mejor era salir de allí… si es que no quería morir. Muramasa también salió de la mesa, << Mierda, mejor corro >>, salió corriendo de la mesa siendo perseguido por un furioso y celoso hermano mayor. Y no podía parar a detenerlo, si quería podía darle una par de golpes y dejarlo noqueado para que lo dejara en paz pero Muramasa tenía en la mano una bandeja grande de metal que sabrá dios de dónde lo habrá sacado para pegarle. Lo correteó toda la noche, salió del lugar y se fue a un parque cercano y gracias a que era de noche se ocultó en unos arbustos y lo perdió de vista. << Un poco más y estaría muerto… >> suspiró. Esa noche no pudo dormir bien porque le picaba todo el cuerpo, cuando se tiró al suelo para esconderse no se había dado cuenta de que se había echado encima de un nido de hormigas. Tuvo una mala noche.
- Y como lo voy a saber?... –lo miró cerca, cara a cara, a cuatro centímetros de distancia, estaban soltando chispas con la mirada. Se tranquilizó y dijo - … Sólo lo hice sin pensarlo. Hice lo primero que se me vino a la cabeza – hasta esa respuesta lo sorprendió a él mismo << Lo primero que se me vino a la cabeza??? Qué rayos estoy diciendo??... >>.
- Sólo conmigo?! – se exaltó más, esa respuesta no era suficiente, no lo dejaba tranquilo. Quería saber la verdad, quería saber el por qué del comportamiento extraño de Ulquiorra.
- Eso es lo que quería! –se detuvo unos segundos a razonar lo que acababa de decir << Lo que quería?...>>, desde cuando quería hacer algo así??? se ruborizó aun más – Qui-quiero decir… es por culpa del azúcar! – se retractó… haber si le creían, pero para comenzar… él también se lo tenía que creer, pero no fue así.
- Qué es por culpa del azúcar? – Gin estaba al frente de ellos para su sorpresa, a veces podía ser un profesor muy sigiloso y aparecer en el lugar y el momento menos pensado. Gin había escuchado toda la conversación, y por su tono de voz parecía muy interesado al tema. Por fin encontró ese “algo” interesante y divertido en que meterse.
- Nada – respondieron al mismo tiempo. Ya los habían atrapado.
- Mmmm…. Bueno, las peleas de parejas son muy comunes hoy en día – sonrió, los quería sacar del quicio. Y más que nada ya estaba llamando la atención de toda la clase, justo lo que quería.
- No somos pareja!! – gritaron fuerte golpeando la carpeta, todo la clase se rieron por su reacción.
- Ya ya, paren. Recuerden muchachos, cuanto más lo nieguen la gente sabrá más acerca de su relación amorosa - << Jejeje creo que estos dos no me aburrirán tanto… >> cruzó los brazos y meneó la cabeza con resignación, todo iba tal cual su plan.
- Que no tenemos ninguna relación amorosa!!!! – otra vez se quejaron al mismo tiempo. Esto era demasiado, apenas podían razonarlo por ellos mismos y ahora todo la clase se tenía que enterar de sus problemas.
- Tranquilos… - les trataba de parar la muchacha.
Los dos más calmado se sentaron. No querían hacer una escena ( si ya la habían hecho!!! X3 ), y mucho menos darle pie a Gin para que los siga fastidiando. Aunque ya era tarde para eso, los dos ya habían sido marcados por la marca del Zorro ( Me refiero a Gin X3 ).
- Muy bien, continuemos con la clase… - regresó a la pizarra.
Grimmjow se tapó el rostro con el libro que tenía a la mano y Ulquiorra agachó la cabeza cubriéndose la cara con las manos, pasó una hora y los demás seguían murmurando de ellos. Ambos maldecían mentalmente al tipo con la sonrisa de zorro.
Sonó el timbre. Acabó su clase.
- Oh! Que rápido se pasó la hora… bueno chicos no se olviden de la tarea del próximo lunes. Bye!!! – se quedó parado viendo como se retiraban todos sus alumnos, su mirada se dirigió hacia sus alumnos “marcados”, ellos se iban corriendo acompañados por un tipo con lentes, otro más alto de cabello oscuro y una mujer de pechos grandes.
El salón quedó vacío. Tenía 1 hora libre hasta que venga su otra clase, ¿Qué hacer para matar el tiempo?, guardó todos sus papeles dentro de su escritorio, borró todo lo que había apuntado en su pizarra y salió del salón, no sin antes cerrarlo con llave. Fue caminando mientras tarareaba una música muy pegajosa que había escuchado por la radio el otro día, cuando llegó al lugar deseado notó que todavía esa persona seguía en su clase. << Supongo que tendré que esperar… >> se quedó la lado de la puerta, pero no esperó mucho, solamente había pasado 6 minutos y todos los alumnos ya estaban saliendo de allí. Entró muy confiado.
- Ya estás libre Aizen-sensei? – le sonrió metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón.
- Gin a qué se debe tu grata presencia?? – se quitó las gafas acomodándose el cabello para atrás.
- Nada. Solamente estaba aburrido y decidí visitarte – su sonrisa se alargó más.
- Aburrido? – le devolvió la sonrisa como si de un reto se tratase – acaso quieres hacer algo divertido? – dejó sus lentes en el escritorio, estiró su corbata de la forma más sexy que pueda existir y se desabotonó los primeros botones de su camisa.
- Mmmm Qué propones?... – sabía muy bien a lo que se refería pero quería oír lo que tenía planeado.
Aizen solamente soltó una risita y tomó a Gin de la cintura y lo besó, su mechón de cabello caía encima de la frente del peliplateado provocándole cierto cosquilleo. Entre toda esa muestra de cariño sonó la puerta << Maldición, olvide cerrar la puerta con seguro >> se lamentó Gin aun jugando con la lengua del castaño. La puerta se abrió entrando la persona menos indicada.
- Aizen te encuentras aquí? -era Kaname quien asomaba la cabeza, cerró la puerta – Estoy entrando, estás presente? – no respondieron, lentamente se dirigieron al escritorio. Gin se sentó encima del escritorio y Aizen se acomodó cerca de él para seguir besándolo. – Mmmmm parece que salió… - se dijo a sí mismo oyendo que no había respuesta alguna - … tendré que esperarlo aquí… - con el tacto cogió una silla y se sentó, justo a unas tres carpetas del escritorio del profesor.
- Y ahora?? – le susurró muy suave y despacio a la oreja de Aizen. Estaban en problemas, ahora había una tercera persona en el salón.
- Qué tal este juego?... – susurró muy cerca al oído de Gin, podía sentir su respiración excitándolo. - … el primero que haga ruido pierde – diciendo esto mordió la oreja del peliplateado haciendo que este reprimiera el quejido.
- Me parece muy interesante tu juego… - con la rodilla comenzó a frotar la entrepierna del otro.
Y así comenzó aquel juego pícaro y sensual de tener relaciones sin ser descubiertos por el ciego, el primero que hacía algún ruido, quejido o gemido perdía. Y tener la adrenalina y el casi temor de ser descubiertos los excitaba aun más, en verdad era un juego sádico y masoquista sumando las infinitas trampas que se hacían uno al otro como morderse, apretarse más y a las constantes masturbaciones que se hacían, pero al final ninguno cedía a soltar algún ruido… se mordían los labios para no gritar haciendo q se provocaran una herida pero que rápidamente el otro lamía ese hilo de sangre seguido por otro beso.
<< Mmmm… hace un rato siento que estoy siendo observado… >> Tousen Kaname era inconciente de lo que estaba ocurriendo al frente de él. Sólo tenía esa sensación….
De ahí en adelante los días fueron más tranquilos ( Aburridooo… -,-u ), las cosas entre Grimmjow y Ulquiorra se calmaron un poco aun que seguían peleando por diferencia de opiniones, ideas y sus constantes competencias entre ellos. Muy pocas veces Ulquiorra comía cosas dulces y acosaba al pobre de Grimmjow, también que el nivel de sus acosos iban aumentando. El peliceleste seguía al tanto y a la defensiva de los constantes acercamientos del profesor Aizen con Ulquiorra. Muramasa siempre estaba alerta para que el pelirrosa no le diera caramelos a su hermano y de que a Ulquiorra no se le pasara la mano; Aporro trataba de mantenerse más cerca de él y Orihime permanecía feliz al lado de ellos cuatro.