Viernes. Ya había acabado las clases por esta semana y un gran número de alumnos se retiraban camino hacia sus casas. Entre todo el alumnado destacaban cuatro alumnos por sus característicos colores de cabello. Salían tranquilos, se podría decir felices, ya este era su último año de clases. Vivir tanto tiempo juntos y compartir varios días de clases fortaleció bastante su amistad. Ya eran casi como hermanos.
- Ya sólo falta una semana para terminar nuestras carreras – dijo un Aporro con el cabello más largo que antes. Seguía usando las mismas monturas de lentes. Y su actitud no había cambiado mucho. Seguía con sus gustos por la perfección y la moda… y aun seguía detrás de Muramasa. ( Jajajaja todavía no se rinde XD ).
- Si… quien diría que 4 años pasarían tan rápidos – Muramasa salía del salón, tenía el mismo corte de cabello, era unos centímetros más alto que Aporro. Tampoco cambió mucho. Solamente se volvió mas serio, ya le faltaba poco para graduarse y estar a la cabeza de la empresa de la familia junto con su hermano y eso lo tenía muy en claro.
- Voy a extrañar mucho a los profesores y a este lugar… - dijo Orihime mirando el pasadizo. Ahora ella era mucho más madura que antes, su mente cambió tanto como su figura teniendo las curvas más marcadas que antes, había crecido un poco más y su cabello era mucho más largo con un poco de ondeados.
- No vas a extrañar a Aizen-sensei también? – preguntó el pelirrosa.
- Si, un poco. Pero hace un tiempo que me di cuenta que no era amor lo que realmente sentía por él… - ( Já! Ulquiorra tenía razón) - …. Gracias Ulquiorra-kun – volteó para dirigirse a él.
- No hay problema – le respondió. Con los cuatro años que había pasado su físico cambió, su cabello se hizo un poco más largo, había crecido unos centímetros más siendo un poquito más alto que Orihime. Su rostro se volvió más fina que antes, lo único que no cambió fue su mirada fría, su semblante agraciado y sus enormes y llamativos ( Hermosos mejor dicho *q* ) ojos color esmeralda que a muchos y a muchas llamaba la atención.
- El pasado es pasado…. Ahora sólo importa nuestro futuro – hablaba Grimmjow orgulloso porque había pasado todos los exámenes con las notas más altas. Él seguía siendo el más alto de todos, su cabello permanecía mucho más alborotado desde que comenzó la universidad. Tenía más músculos haciéndolo el hombre más deseado de toda la universidad ( Naaa tiene el mismo cuerpo que en el anime sólo que ahora lo luce más X3 ). Todas las características con la que se describe concuerdan con su forma de ser: “Fuerte y Salvaje”.
- Wooow! Grimmjow se comporta como todo un adulto maduro – lo fastidió Aporro.
- No te burles! Siempre he sido maduro … - gruñó.
- Siempre?? Y aquella vez que casi te ahogas cuando querías ganarme en natación? – volteó a mirarlo mientras caminaba, todos se dirigían a la fuente de soda – Te molestó bastante que te haya ganado que intentaste ahogarme -
- Los dos empezaron a pelear en medio de la piscina… - intervino Muramasa.
- Si *risas* tanto fue su pelea que Grimmjow por “error” le quitó el traje de baño a Uru – por mas que pudo intentó aguantar su risa pero al final no pudo y estalló en carcajadas.
- No lo hice a propósito!!! – se defendió – El que sí lo hizo a propósito fue el enano este!! – señaló a Ulquiorra quien permanecía calmado.
- Lo hice solamente porque también me lo habías hecho. Tú también tenías que sufrir esa vergüenza – dijo con un aura tenebrosa.
- Si, la gente no paraba de murmurar a cerca de ustedes dos -
- En especial de la relación que tenían ustedes – agregó apenada la joven.
- Durante un tiempo se corrió la voz de que ambos estaban saliendo… - Aporro se acomodó los lentes.
- Y más aun cuando este tonto – señaló a su hermano - …se comió un caramelo -
- No le veo nada de malo – le respondió serio.
- Si pero Ulquiorra-kun ese día acorralaste a Grimmjow-kun contra la pared y lo besaste, en el pasadizo, justo cuando todos los demás caminaban por allí -
- Estaba tratando de olvidar eso… - los dos protagonistas de esa escena se sintieron mal.
- Como sea… - Muramasa quería cambiar ya de tema – Ulquiorra ya tenemos que irnos - Mamá llegará más temprano hoy día. Tenemos que acomodar la casa -
- De acuerdo – respondió desanimado.
Los dos hermanos se despidieron y fueron a su casa lo más rápido que pudieron.
Apenas llegaron Ulquiorra empezó a cocinar mientras tanto Muramasa limpiaba, ordenaba la casa, acomodaba y colocaba la mesa.
- Waaa esto es agotador… - el mayor de los Cifer estiró los brazos.
- Qué hora es? –
- Son las 5:30 -
- Demonios, esto va a tardar más… - dijo mirando el horno.
- Pero es su plato favorito -
La conversación de ambos es interrumpida cuando alguien entra a la casa.
- Ya llegué!! – era su madre quien estaba un poquito despeinada – Listos para salir a cenar?? -
- Salir… -
- ….A cenar??? – Ulquiorra estaba decepcionado, se había esforzado un montón con la lasaña para al final no comerlo.
- Claro! Yo invito! -
- Pe-pero yo… - tartamudeaba señalando el horno.
- Vamos no sean tímido. Ya van a acabar sus estudios y cuando tengan sus empleos ustedes dos serán quienes me lleven a cenar a restaurantes muy caros, así que dejen a su vieja… quiero decir, a su joven madre invitarles a un restaurante por última vez -
- Pero lo que habíamos preparado? – Muramasa quería comer en casa.
- Lo pueden guardar en el horno, de regreso me lo comeré – empujaba a sus hijos a sus habitaciones – cámbiense rápido que ya hice las reservaciones. Y por favor no se maquillen que quiero que coman con sus rostros originales – se burló.
- Jaja – se rió sarcásticamente Muramasa.
Ya cambiados se dirigieron “Vizard”, un restaurante francés que había abierto en la ciudad hace un año pero que rápidamente consiguió fama por sus deliciosos platos acompañados por una delicada pero bella música. Los tres se vistieron formalmente, los hermanos con un terno, la única diferencia entre ellos era que Ulquiorra usaba una corbata verde con una camisa negra y Muramasa llevaba puesto una camisa color orquídea con corbata negra. Su madre llevaba un vestido no tan largo color azul con toques floreados negros que combinaban perfectamente con su cabello negro y ojos celestes.
Entraron, el recepcionista los guió gentilmente a su mesa.
- En un momento les atenderá un mesero – se retiró.
- Un maravilloso lugar no les parece? – les comentó su madre, ambos asintieron.
- Mi nombre es Kurosaki Ichigo y esta noche seré su mesero – se les acercó un joven alto de cabellos naranjas y hermosos ojos marrones. Vestía el clásico traje de mesero pero que más parecía de mayordomo ( Waaaa imagínense a Ichigo como shitsuji!!! >w< y que diga *Yes my lord* jajaaja me invadió la ola kuroshitsuji XD ) el pelinegro quedó anonadado ante su presencia.
- Disculpa… pero te conozco Kurosaki?? -
- Qué? Ulquiorra conoces a este joven? – preguntó su madre sorprendida.
- Si… creo también haberlo visto en alguna parte – recordó Muramasa.
- Te llamas Ulquiorra??!! – Se sorprendió – Puede ser… - empezó a sospechar - …no, no creo – notó que sus clientes de mesa lo miraban extrañados así que decidió explicarles - Es que tengo un amigo que nunca me deja de hablar de una persona llamada así. Pero no eres la única persona con ese nombre jejeje… puede que ser cualquiera… -
- Kurosaki-kun en que Universidad estás? – preguntó la madre.
- En la “Soul´ s Society” – respondió.
- Entonces no te hemos visto en la nuestra… -
- Ustedes en cuál están? -
- En la Universidad “Arrancar” – respondió Ulquiorra.
- “Arrancar”? que coincidencia, es la misma universidad donde estudia mi amigo -
<< Mmm. La misma universidad que su amigo….? >> empezó a dudar Muramasa << Demasiadas coincidencias… >> miró al chico de cabellos naranjas tratando de hacer memoria << Un momento, su amigo no será… >> sus pensamientos fueron interrumpidos por el grito estruendoso de otra persona.
- Kurosaki! Shinji se está quejando, está diciendo que te estás demorando mucho en esa mesa idiota! – se acercó a Ichigo.
- Ya cállate Grimmjow que molestas a los clientes! -
- Tú trabajas aquí? – Ulquiorra quedó impresionado, no esperaba encontrarlo allí. Además vestido así no pudo evitar verlo de pies a cabeza << Ese traje de mesero le queda perfecto… >>.
- Qué tanto me ves? – le dijo fastidiado dándole un toquecito con el dedo en la cabeza. Tampoco pudo evitar verlo de pies a cabeza, pensó que se veía muy guapo con ese terno, además esa corbata quedaba muy bien con las líneas verdes que caía desde sus ojos esmeraldas, ojos que no dejaban de verlo.
- Nada – desvió su mirada un poco sonrojado << Qué estoy pensando?!... >>.
- Buenas noches Grimmy – le saludó la mamá de los hermanos.
- Buenas noches señora Cifer – saludó nervioso. Por andar viendo a su hijo no notó la presencia de los demás.
- Yo también estoy aquí – dijo Muramasa alzando la mano con un aire de cansado.
- Ah si, hola – lo ignoró.
- Cómo es que Ulquiorra no me dijo que trabajabas aquí?… -
- Yo tampoco estaba enterado madre -
- Ni yo – Muramasa respondió para hacerles recordar de su presencia.
<< Cuándo van a pedir su orden?? >> el pobre de Ichigo se quería ir, se sentía incómodo, se sentía como si no perteneciera en ese grupo.
- Así señora – asintió – Hace tres meses que voy trabajando aquí. Mi amigo kurosaki – señaló a quien estaba en su lado derecho – me recomendó para trabajar aquí -
- Tú amigo eh ? – dijo la señora Cifer cruzando sus brazos sobre la mesa.
- Ya me acordé de ti! – exclamó Muramasa.
- Así? -
- Si. Tú eres el chico que siempre andaba al lado de Grimmjow en la fiesta en la casa de Aporro – el peliceleste soltó una risita al escuchar “eres el chico que siempre andaba al lado de Grimmjow” mientras que Ichigo molesto le dio un codazo - … Y quien besó a una chica en medio de la fiesta -
- Entonces ya tienes novia… - dijo la mamá haciendo que la cara del pelinaranja se tornara completamente roja.
- S-si. Algo así… – respondió nervioso rascándose la cabeza.
- Y cuándo será la hora en que ustedes tres tengan una novia?? -
- Madre!! – se molestaron.
- Etto… disculpen su orden? – Ichigo mostraba su lapicero y su libreta.
- Cierto. Discúlpanos… - sonrió.
Después de escoger que platos iban a pedir, los meseros se fueron. Grimmjow a la vez que atendía otra mesa no dejaba de ver la mesa que atendía su amigo pelinaranja, una gran coincidencia encontrarse en ese lugar, bueno no tanta, él trabajaba ahí y la familia Cifer tendría que venir cualquiera de estos días. << tchs si me hubiera tocado esa mesa… >> pensó fastidiado sin notar que en el suelo había una cartera de una clienta. Tropezó y cayó al suelo, la bandeja salió volando por los aires y los platos y copas que llevaba en el cayeron y se rompieron.
- Mierda eso dolió… - se sobaba la cabeza. Notó cual era la causa de su accidente y furioso se levantó – Oye idio…!! – miró a Ichigo quien movía negativamente la cabeza. Volvió a mirar a la joven quien temblaba un poco por el miedo. Recordó lo que le había dicho aquella vez “A los clientes hay que tratarles con respeto y a las damas aun más”. Se tomó un segundo para respirar hondo y retractarse de lo que le había dicho - … Di-disculpe señorita por mi torpeza… - << Esto es humillante… >> cogió la mano de la joven - … no se cortó o hizo daño verdad? – fingió una sonrisa.
-N-no – respondió ruborizada. Que un chico apuesto te tome de la mano y se disculpe contigo no sucedía todos los días y más aun que ese tipo apuesto con aire salvaje llevara puesto un traje de mayordomo ( O mesero no me decido!! X3 ) – Gracias… -
- Oh! Que bien – fingió alegría – entonces me retiro a recoger los platos rotos…. Que disfrute su estancia - << Maldita sea… lo que tengo que hacer para trabajar aquí… >>.
- Y qué fue eso? – Muramasa al igual que su hermano vieron todo lo sucedido.
- Aaaahh verdad no les dije. Escuché de este restaurante por unas amigas que me dijeron que aquí atendían un grupo de hermosos meseros…. Y claro que había buena comida ajajaja -
- Interesante…. – Ulquiorra seguía con la vista al peliceleste. Veía como caminaba llevando los platos, la manera en que sonreía a las clientas << Esa sonrisa es falsa… >> él ya lo sabía, conocía muy bien a Grimmjow aunque él no fuera conciente de ello.
- Con razón la mayoría de los clientes son mujeres… -
- jeje pues sí… -
Luego de cenar, estaban de regreso a casa muy cansados, en el auto reinaba el silencio.
- Hijo, se podría saber por qué escogiste un plato dulce? – no alejaba la vista del volante.
- Vamos má… no te molestes por un poquito de azúcar -
- Uno no puede cerrar los ojos pero ni un segundo contigo – suspiró su hermano mientras se agarraba la frente.
- Da gracias a dios de que tengas a un amigo tan comprensivo como Grimmy! -
- Si, Grimmjow es un gran amigo -
- … Y que hasta ahora no te haya denunciado por acoso sexual! No hace falta que me digas qué has hecho como para tardarte 20 minutos en el baño junto con Grimmy! -
- Pero no pasó nada… -miró la ventana un poco triste - … creo que ya no me quiere -
- Hay hijito mío no me digas que te has enamorado? – ya habían llegado a la puerta de su casa. Se estacionó y cuando volteó a ver a su hijito enamorado, lo vio dormido – Ya se nos fue el Ulquiorra alocado. Muramasa, cariño, cárgalo hasta su cuarto por favor -
- OK – apoyó a su hermano sobre su hombro.
- Cierto… se volteó para dirigirse a su hijo - … Muramasa ya aceptaste a Aporro? -
- Madre de qué estás hablando??!! – casi deja caer a Ulquiorra del susto.
- Nada, nada – dijo con una sonrisita y se metió a la casa.
- Cada día nuestra madre está más loca… - suspiró y entró a la casa también.
Lunes. Ya era el último día de clases; como no había nada más que enseñar en su clase Aizen lo dejó como “Hora Libre” y comenzó a interactuar con los alumnos.
- Y mi querido alumno que piensas hacer cuando te gradúes? –jugó un poco con el mechón de cabello de Ulquiorra enroscándola en su dedo.
- Tengo que trabajar en la empresa de mi familia junto con mi hermano – tenía la mirada fija en su sensei.
- Ya tienes tu futuro bien definido – le acariciaba la mejilla. Su alumno no reaccionaba ante la muestra de cariño pero aun así no alejaba la vista de él. Lo miraba directo a los ojos y eso le agradaba bastante a Aizen.
- Si… - cerró sus ojos asintiendo.
Grimmjow trataba de desviar su atención aunque ya estaba acostumbrado a ver los toqueteos que le daba Aizen-sensei a su alumno preferido. Siempre se sentó a su lado para tener vigilado al sensei para que no se le pasara la mano… pero como siempre era ignorado y hacía lo que quería.
- Profesor Gin-sensei está en la puerta preguntando por usted - le avisó un alumno.
Aizen volteó la vista. Gin estaba apoyado en la pared de la puerta y cuando notó que lo veía le saludó moviendo la mano, otra vez esa sonrisa de zorro travieso… tenía un muy divertido plan en mente.
- Gin – con una sonrisa se fue a la puerta cuando llegó el peliplateado éste le susurró algo al oído este rió y se fueron. Ulquiorra los vio sereno.
- Tranquilo, no van a hacer nada malo – le dijo cogiéndolo de la cabeza, pensó que el pelinegro se había puesto triste porque el sensei se estaba yendo con el otro sensei, el de la cara de zorro.
- De qué estás hablando? – ahora ponía su atención en él.
- Oye no te hagas, te atrae Aizen – el pelinegro quedó en silencio. Lo negó - si como no -
Un joven se les acercó acompañados de una chica.
- Cifer, Jaerquejaques para celebrar que ya acabamos queremos ir de campamento a un bosque- dijo la joven muy animada.
- Se quieren apuntar? – agregó el chico un poco tímido.
- Claro que nos apuntamos – Aporro respondió por los tres. Los sorprendió bastante, de dónde rayos apareció?!.
- Bien! Les dejaremos la dirección y la hora de reunión por mail – apuntaron sus apellidos y se fueron.
- Por qué demonios dijiste que si?!! -
- No te molestes Grimm, puede que este sea nuestra última salida con todos los de la clase, por el trabajo y los rumbos que tomemos puede que ya no nos volvamos a ver… - era verdad y eso los deprimió un poco…
- … - a Ulquiorra le importaba poco los demás pero dejar de ver a Grimmjow y a Aporro durante un largo tiempo era muy diferente.
- De acuerdo iremos – lo meditó y dio esa respuesta, Ulquiorra lo miró molesto con una expresión como diciendo “Y por qué me metes a mi?”.
- Irá Muramasa? – preguntó resignado. No había vuelta atrás, ya lo habían tomado en cuenta para esa actividad.
- Si. Tu hermano también irá, mejor dicho ya te apuntó – sonrió y se acomodó los lentes.
- Genial… - dijo sarcásticamente serio mirando el piso como es su estilo, no tenía ganas de ir.
Aporro se retiró.
- Vamos, será divertido – se apoyó en su hombro.
- Pesas… - trataba de quitárselo de encima. El otro hizo peso muerto a propósito molestando aun más a Ulquiorra. El pelinegro se quitó debajo, como consecuencia el grande cayó en sus brazos pero su peso era tanto que ambos rodaron escaleras abajo
y se cayeron al suelo.
- Están bien?!! – Orihime se acercó a ellos preocupada. En cuanto los vio se sonrojó.
Ulquiorra estaba en el suelo despeinado, su brazo izquierdo estaba estirado encima de su cabeza como si estuviera tapando su ojos, su brazo derecho abrazaba a Grimmjow por el cuello, sus piernas estaban estiradas. En cambio el otro se encontraba encima del pelinegro, se apoyaba en el suelo con su mano izquierda y su mano derecha había caído encima del estómago de su amigo, que por puras coincidencias su mano se metió dentro de su ropa. Sus piernas se habían cruzado y estaban a cinco centímetro de sus rostros.
- Ulquiorra-kun de nuevo comiste dulces? -
- No!! -
- Pero esa posición es… - dijo señalándolos. Aun seguían en el suelo.
- Qué? Qué tiene? – preguntó Grimmjow , luego se dio cuenta de quien estaba debajo suyo – P-por qué me abrazas??! – dijo muy nervioso.
- yo no… - cuando notó que sí lo estaba haciendo incomodo lo soltó.
- Ustedes dos nunca cambiarán -
Ambos se pararon y se acomodaron como si nada hubiera pasado. Pero todos habían visto. Se escuchó un montón de murmullos, los chicos se burlaban un poco, y las chicas reían traviesamente mientras algunas tomaban foto.
Sonó el timbre dando a saber que la clase de Aizen ya había acabado. Todos se retiraron ecepto tres alumnos.
- Qué es eso? – preguntó Grimmjow señalando la caja que traía consigo la joven.
- Es un presente que le quiero dar a Aizen-sensei por todos estos años… - respondió.
- Se está tardando… - Ulquiorra miró su reloj de pulsera.
- Ya vendrá – le dijo para que se tranquilizara.
- Grimmjow. Ya te dije que no me interesa -
- Quién no te interesa? – preguntó Aizen quien estaba detrás de ellos tres.
- N-nadie Aizen-sama – se puso nervioso. Al ojiazul le molestó esa reacción.
- Aizen-sensei tenga! – le entregó el paquete muy nerviosa.
- Gracias Orihime – le sonrió – Cierto Ulquiorra, quiero hablar contigo – lo coge por la cintura para guiarlo hacia fuera provocando mucha envidia a cierta personita…
- De qué crees que estén hablando? – dijo la joven mientras los veía.
- No tengo idea… - también los veía molesto.
Cuando acabaron de hablar, profesor y alumno regresaron. Ulquiorra estaba feliz, no podía ocultar su sonrisa.
<< Y por qué demonios se encuentra tan feliz??… >> pensó muy celoso.