-No voy a hacer eso.
-¿Por qué?
-Porque, él es mi amigo y nunca le haría eso.
-entonces ¿prefieres mentirle?
-Yo no soy el que le miente, es Ray.
-tienes razón, pero-se acercó a Bryan peligrosamente-es un favor.-le robo un pequeño beso en los labios.
-mira Tala, yo te quiero demasiado y haría todo por ti, pero no voy a ser yo quien le de esa noticia a Kai.-Dijo un poco enojado.
-Bryan-dijo tranquilamente-Ray nunca se la va a decir y de seguro se dará cuenta, míralo jugando con su hijo Gou-le señalo a la ventana y vio a Kai jugando con Gou futbol-y su hija Rin, con su esposa Mariah viven aquí, le va a romper el corazón.
-es culpa de Ray, desde un principio debió decirle, lo ha ilusionado demasiado.
-Tienes razón. Una pregunta yo te e ilusionado.
-pues, al principio sí, pero hasta ahora has demostrado que me quieres.
-Yo no te quiero, yo te amo-Se mostró bastante tierno, era una parte de él que solo Bryan conocía.
Bryan le robo un tierno beso en los labios, para así despedirse de él.
-Hasta luego, mi General.
-piénsalo, por favor- Bryan se fue
***
-Vamos Gou.-Lo alentaba Kai-no me digas que te vas a dejar ganar de mí.
El chico saco fuerzas de donde no tenia y patio el balón con todas sus fuerzas haciendo que Kai no pudiera verlo cuando entro en la portería.
-¡sí! ¡Lo hice! ¡Yahuu!-saltaba alegremente Gou
-Genial Gou, sabía que podías-Era un chico pelinegro, como su hermana Rin, y eran bastante parecidos. Gou le dio un abrazo a Kai o a las piernas mejor dicho porque solo le llegaba hasta la cintura.
-gracias por enseñarme a jugar Kai.
-claro, cuando quieras.
Una señora muy enojada se acercaba al chico, era un poco bajita, con cabello rosado (que raro), y tenía mal gusto para vestirse.
-Gou, que haces aquí-dijo muy enojada-Y estas todo sucio, hoy nos vamos con tu abuela, muévete súbete a cambiar.
-Si mama.-dijo un poco triste-y papa ¿no va a ir?
-no hijo, él tiene trabajo.
-OK, hasta luego Kai, nos vemos luego.
-Adiós Gou-se despidió Kai.
-y usted ¿Quién es?-pregunto algo grosero la señora.
-Hiwatari, para servirle-como no
-Mariah, usted ¿Qué hacía con mi hijo?-esta que cree
-Solo jugaba con él.
-Eso espero- se fue dando media vuelta.
¿Qué le pasa?
-¡Kai!-Ray
-Mi Capitán, buenas tardes.-Ray le dedico una gran sonrisa y Kai la respondió con otra más grande al verlo y recordar su beso.
-Buenas tardes, Kai, puedes venir a mi casa.-¿su casa?
-Oh, y ¿Por qué? Bueno es que se me hace raro que usted me invite a su casa.
-jaja, tranquilo solo es que necesito hablar contigo seriamente y en la oficina no es el mejor lugar.
-Claro, no hay problema.
-sígueme.-le indico el camino y cuando llegaron Kai nunca pensó que la casa de su superior fuera a ser tan grande.
Entraron y estaba completamente organizada, sin un solo desorden, parecía acabada de comprar.
-cierra la boca-Le dijo Ray haciéndolo cerrar la boca y a la vez robándole un tierno beso.
Kai no pudo evitar sonreír y sonrojarse un poco.
-No sé qué decir.-dijo Kai
-Pues te diré la verdad tú me gusta y mucho.-Dijo con una sonrisa y mirándolo de esa manera que a Kai lo vuelve loco. ¿Por qué lo haces tan difícil?-Por eso te traje a mi casa, en la oficina no puedo hablar contigo y saber que nadie nos va a escuchar.
-Vaya.
-¿entonces qué dices?-Mierda, esa pregunta no es fácil de responder.
Kai no lo pensó dos veces y decidió demostrárselo.
Le dio un apasionante beso a Ray, uno que ninguno de los dos olvidaría nunca, Ray empezó a quitarle la guerrera Kai y claro el respondió quitándosela a Ray un poco más rápido, la única prende que tenían eran sus pantalones, ya que las camisetas estaban en el suelo como ellos.
-Kai, te amo.
-Yo también te amo Ray.-siguió besándolo apasionadamente como si no hubiera una mañana.
Tocaron la puerta.
-mierda-susurro Ray-es que ni en mi casa me dejan en paz.
-¿Quién es?
-iré a ver, metete al baño.-le entrego la ropa y este se fue corriendo al baño.
Ray abrió la puerta.
-Guau, ¿Por qué estas sin camiseta?-Era Tala.
-mierda, me asustaste, ¿Qué necesitas?
-Esta Kai aquí.
-No.-dijo un poco preocupado.
-Mmm, ya le dijiste-dijo en tono bajo.
-No.
-hazlo o lo lastimaras.
-¿con que fin viniste?
-vine con el fin de que le dijeras a Kai que hay ceremonia y a ti que tienes que ir a presentarla. ¿Se te olvido? ¿Verdad?- Ray no se acordaba de ninguna ceremonia.
-Ya salgo, te veré allá.-cerró la puerta en ese instante.
Kai salió del baño.
-¿Qué paso?
-tienes que vestirte, hay ceremonia.-otro que no se acordaba era Kai.
Se vistieron en un segundo (literalmente)
-Mira las llaves, por si salen primero que yo.-le entrego unas pequeñas llaves.
-¿Qué?
-sí, quiero que te quedes hoy conmigo, tranquilo yo hablare con Spencer para que no te diga nada, si se da cuenta.-salieron sin decir una palabra más.
Llegaron a la ceremonia y se pusieron a aguantar calor mientras Ray hablaba de esas cosas que de verdad no le importaban y por primera vez quería que esto terminara.
Pasaron 2 horas y todos se fueron, Kai fue a ver los caballos y luego fue a la cancha a jugar un rato baloncesto. Deseaba que Gou no se hubiera ido así estaría jugando un rato con él.
-y que ¿vas a jugar solo?-Bryan, aparece cuando más lo necesitas y cuando menos lo necesitas también.
-Te ganaría muy fácil.
-No lo creo. Pásalo-lo recibo y lo encesto limpiamente.-el primero en anotar 5 gana.
-ok.
Primero metió Kai y luego Bryan, así hasta que quedaron empatados y claros gano Kai.
-te lo dije.
-jaja, eres bueno, mejor me voy a dormir.
-Nos vemos mañana.
-¿Qué? ¿No vas a dormir en la habitación?
-No.
-¿Por qué?
-Ray me invito a dormir en su casa.
-oh, vaya, no le des muy duro.
-Mal pensado. No hare nada de eso con él.
-si claro como digas.-se fue
Eran las 10 de la noche y se fue a casa de Ray.
Cuando estaba frente a la puerta dudo un poco si entrar o no, pero se decidió y entro.
Todo estaba callado excepto que oía un televisor prendido y siguió el sonido.
Abrió la puerta y vio a Ray acostado en una cama doble, aburrido y pasando canales.
-¿puedo pasar?-se sorprendió al ver a Kai y cambio su cara triste por una muy alegre.
-pensé que no vendrías, pasa.
-que grande tu habitación.
-lo sé, ven acuéstate, imagino que tienes sueño.
Kai se desvistió y solo quedo en calzoncillos. Se acurruco junto a Ray con algo de pena.
Que cama tan caliente, comparada con la de mi habitación.
-¿quieres ver algo en especial?
-No, gracias.-Kai abrazo a Ray ya que aunque la cama estaba muy caliente seguía sintiendo frio.
-es hora de dormir-dijo Ray y que dormido profundamente.
Kai acaricio el cabello de Ray sin poder quitar su mirada de él, no sabía si se veía más hermoso dormido o despierto, pero en ambas lo volvía loco.
Lo envolvió un poco más en su abrazo y se durmió.