-¿Dónde está Kai?-le pregunto Ray a Bryan.
-A dentro, hablando con el general.
-Sabes que está pasando.
-No.
Ray entro a la oficina sin permiso aluno.
-Ya tome una decisión…-dio un gran suspiro-Kai tu… te vas para el monte.-dijo sin compasión alguna, aunque muy adentro le dolía.
Kai estaba en estado de shock, se iría al monte, a la guerra y lo más seguro era que muriera si no se cuidaba y lo peor no volvería a ver a Bryan, a su padre ni a… Ray.
-No-susurro Ray.-¡tú no puedes hacer eso Tala!
-Ray, cálmate.
-¡él no se va!, el que se va soy yo.-Dijo muy decidido. Kai no se lo podía creer, pero igual si él se iba quedaba en las mismas.
Tala suspiro.
-Ray piénsalo bien, tienes dos hijos y los dejaras solos.
-Ya te dije, que yo soy el que me voy a ir.-Tala se paró de su puesto.
-Kai sal por favor y quédate donde esta Bryan. Ray quédate acá.
-pero si Bryan está en la puerta, ¿me quedo hay?-A Bryan casi se le escapa un risa.
-¡Bryan!-le grito Tala.
-Si mi general.
-sal con Hiwatari por favor.-ambos salieron y se sentaron en donde estaba Bryan.
Hubo un pequeño silencio que Bryan rompió.
-entonces te vas, verdad-dijo en tono deprimente.
-es lo mejor, para mí y para Ray.
-te equivocas.
-¿Qué?
-Kai… tienes que arreglar las cosas con él, no te rindas tan fácilmente, él te quiere de verdad, por favor inténtalo.
-No Bryan, ya no más, estoy harto de esto y ojala en el monte me maten.
-Kai… no digas eso por favor.
-es la verdad, así tal vez Ray vuelva a tener la misma vida de antes y será feliz.
***
-Está bien.-por fin lo convenció.-pero no estoy de acuerdo con que te vayas, si quieres volver solo dímelo.
-Gracias mi General.
Hizo que Ray se fuera para organizar los papeles, hizo pasar a Kai y le dijo que al mínimo error lo manda para el monte y luego hizo pasar a Bryan.
-Mi general yo…-Tala no lo dejo terminar.
-Cállate. ¿Por qué caes tan fácil?
-no sabía que esto pasaría.
-mira no es malo que ustedes se vayan de fiesta, pero que me lleguen acá borrachos y aparte de eso no me pidan permiso y se vayan con un par de adolescentes que ni conocen, eso no lo acepto.
-Tala yo… lo siento, no quería hacer nada malo-dijo muy arrepentido y Tala lo puso contra la pared sin dejarlo escapar.
-Que necio eres. ¿Lo sabias?-Bryan le sonrió maliciosamente al igual que tala.
Bryan le robo un apasionante beso a Tala.
-Te amo, pero…-malditos peros-si no te doy un castigo, te lo dará Spencer y créeme que te a doler.
-Claro.
-pero yo, te daré dos castigos.-le digo maliciosamente.
-oh, ya sé a dónde va esto.
Tala empezó a besar apasionadamente a Bryan mientras metía su mano por su camiseta y le causaba un escalofrió, luego metió su mano en el pantalón de Bryan haciendo que este gimiera. Le beso el cuello, pero en ese momento olio algo que no debía y paro.
-Hueles a…-volvió a oler-¡cigarrillo! ¿Qué estabas haciendo?- (no lo puse en el capítulo anterior, porque se me olvido pero el que se llevó a Bryan a rastras estaba fumando)Bryan se puso algo nervioso, sabía que a Tala no le gustaba el olor a cigarrillo y el no fumaba-estabas fumando ¿verdad?
-n-n-no, como crees.
-¿entonces?
-si te digo te enojaras.-Tala lo miro con cara asesina para ver si así le decía.
-está bien-se resignó con miedo a que Tala se enojara con él. Le contó como se lo habían llevado a la fuera y como Kai no lo ayudo le comento que el chico que se lo llevo fumaba y que de milagro no lo violaron allá atrás.
-¿es todo?-dijo fríamente.
-s-s-si-dijo nervioso-estás enojado conmigo.
-No-dijo fríamente y luego le sonrió.-ve a darte un baño, no te daré el primer castigo oliendo a esa asquerosidad, le diré a Spencer el castigo que te daré y él se encargara de que lo cumplas.
-Si mi general.-le dio un beso en la frente y después se fue.
***
Ray llego a casa y le dijo a sus hijos que se quedarían con la abuela un tiempo y ellos no tuvieron problema, alisto sus cosas y dejo la casa limpia.
Días después…
Dejo a sus hijos en casa de su abuela y fue directamente a la oficina de Tala.
Cuando estuvo a punto de tocar la puerta quiso no haber escuchado eso nunca, no eran sonidos bonitos y era obvio que Tala estaba con Bryan.
Claro que él me debe una de la vez que me interrumpió con Kai.
Pero como abriría su puerta, si no tenía llaves y no era un ladrón profesional.
Usare el truco de la tarjeta.
Saco la tarjeta que Mariah había vaciado completamente y como ya no tenía uso decidió arriesgarla.
La presiono un poco y abrió la puerta.
-Mi general, ya estoy listo…-entro con los ojos cerrados no deseaba ver nada.
-¡mierda Ray! ¡Sal de mi oficina! ¡Ahora!
-Como ordene mi general-salió con una sonrisa en su rostro.
Bryan salió como acabado de salir de la lavadora.
-Buenos días mi capitán.
-buenos días Bryan-dijo con una sonrisa divertida.
-pase mi capitán-le ordeno Tala.
-¿estabas ocupado?
-¡no! ¡Quien dijo!-dijo sarcásticamente.-arruinaste el momento.
-me la debías.
-Calla. Bien parece que ya estás listo-dijo un poco triste-te vamos a extrañar mucho, sobretodo Kai
-Sí, eso creo.
***
-¿Por qué quieres que te acompañe?-pregunto Bryan.
-porque, tu eres el único que sabe dónde queda la gasolinera y tengo que llevar esto allá-mostro un tarro grande llego de gasolina.
-Luego nos vemos Bryan-dijo Kai yéndose.
-a dónde vas.
-A hablar con el general-se fue sin decir nada más.
-entonces ¿sí?
-qué más da.
Lo guio hasta la gasolinera y casualmente el camino más corto era por detrás de las oficinas.
-oye eso se te está regando.-el bote empezaba a gotear.
-no pasa nada, no es gran cosa.
-¡como que no es mayor cosa! ¡Es gasolina!
-Cálmate sí.
-no, no me calmo-empezaba a alterarse y empezó a sacudir a Ian, haciendo que el tarro se le cayera-¡mierda!-todo el tarro cayo en los cables de electricidad-¡esto es tu culpa!-lo tiro al suelo.
-mi culpa. Tú fuiste el que me lo hizo tirar. ¡Así que es tu culpa!
-vamos vete, rápido.-dejo que Ian se parara y se fue corriendo.
-¡mierda! Y Kai esta allá y Ray y… ¡Tala!-se fue corriendo a avisarle a los demás. (Se supone que debería ir a las oficinas a avisar allá antes de que se esparza el fuego, idiota)
***
Entro a la oficina del general.
-General buenos días.
-buenos días Hiwatari-allí estaba Ray.
-Yo vengo a decirle que el Capitán no se va a ir, el que se va soy yo, no me importa nada más, él no se va.
-Pero soldado Hiwatari, ya los papeles están listos y se va hoy mismo.
Se quedaron por media hora discutiendo y ay empezaba a hacer calor allí.
-que calor ¿no creen?-dijo Tala.
-uff, demasiado.
-¡FUEGO!-grito alguien.
-¿fuego?-dijeron todos a la misma vez.
-iré a ver.-dijo Ray y salió.
Pasó media hora y no pasaba nada. La puerta de la oficina de Tala se derrumbó y el fuego empezó a consumir rápidamente todo a su paso.
-¡la ventana!-fueron a abrirla pero ya era tarde, estaban encerrados.-¿Qué vamos a hacer?
Kai estaba en shock, no quería morir así, prefería morir por un balazo que consumido por el fuego.
-las paredes están débiles verdad-Tala asintió y Kai corrió hacia una pared y le pego una patada, salió por ella pero todo el material le cayó encima.-¡mierda!.
-¡Kai estás loco!-Tala intento ayudarlo, pero el calor que tenía no le ayudaban en nada.
-¡Tala! ¡Kai!-esa voz era la de Bryan llamándolos, cuando los vio ambos corrieron hacia ellos.-Tala ven vámonos-Bryan ayudo a Tala a salir y Ray quedo con Kai.
-Kai, te voy a ayudar.-empezó a levantar la estructura con mucho esfuerzo, pesaba demasiado. Pronto estuvo libre y Ray lo ayudo a parase poniendo un brazo de el alrededor de su cuello y salieron de la oficina.
Kai despertó en el hospital, se sentía cansado y aparta estaba lleno de cables y una cosa que le tapaba la boca(no sé cómo se llama, porque tapabocas no es). Se lo quitó de encima y respiro el aire frio de la habitación.
-vaya ya despertaste. Me empezaste a preocupar.-era un medico desconocido para el-¿Cómo te encuentras?
-bien, creo… ¿Cómo llegue aquí?
-Tu amigo te trajo.
-Bryan-dijo susurrado.
-no Ray Kon.- ¿Ray? Como era eso posible.
-puedo verlo.-Claro si aún no se había ido, era la última vez que lo vería.
-claro, ya lo hago pasar.-el doctor se fue.
Pasaron cinco minutos y Ray entro y se acercó a él.
-¿Cómo estás?-él se quedó callado-me tenías preocupado-se acercó a él para darle un beso y Kai se lo quitó de encima.
-gracias por traerme.-dijo fríamente.
-ya no sientes nada por mi ¿verdad?-a Kai se le empezaron a aguar los ojos.
-Claro que sí. Yo te amo, pero no puedo estar contigo.
-¿Por qué?
-tú me mentiste Ray, me ocultaste hasta el más mínimo detalle de tu vida y eso yo nunca te lo voy a perdonar.
-Kai yo…-Ray empezó a llorar.
-vete, por favor-dijo con lágrimas en los ojos y Ray se fue.