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Under Your Wings por Gaara_Uchiha

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Notas del capitulo:

Este es el capítulo final, me gustó mucho como quedo y amé escribir este three-shot, espero que les guste el final.

 

— ¿Qué es lo que tú crees? —Preguntó el castaño sonriendo ampliamente, el pelinegro no dijo nada, es decir, aquello que estaba pasando por su mente no podía ser real ¿O sí? ¡Claro que no! ¡Esas cosas no existían!

 

Después de ese día, Jong In no volvió a hacer esa pregunta, fingió olvidarla y actuaba como si nunca se hubiese cuestionado aquello.

 

Habían pasado alrededor de dos semanas, 14 días en los que a Kai no se le había pasado por la cabeza ni por un segundo, alejarse de ese lugar ¿Por qué? No lo sabía, lo único que tenía en cuenta era que por alguna razón, no quería irse de ahí; de cierta forma se sentía tan querido junto a esos dos chicos, ya hasta había entablado un extraña amistad con Baek Hyun, quien casi nunca estaba en casa.

 

Parecería extraño que después de intentar suicidarte, tu salvavidas te diera asilo en su casa y tú, como si fuese lo más normal del mundo, aceptaras quedarte con él; pero a Kim Jong In ya nada le importaba, solo quería olvidarlo todo, ya ni siquiera tenía ganas de acabar con su vida, solo quería comenzar de nuevo, y si ese extraño chico,  de sonrisa odiosamente hermosa, le ayudaba, no rechazaría esa oportunidad de ser feliz por primera vez en mucho tiempo.

 

—Hyung ¿Quieres salir un rato? —Se Hun entró a la habitación que desde hace algunos días era ocupada por Kai.

 

— ¿Salir...? — ¿Hace cuánto tiempo que no salía? Tenía exactamente 14 días sin ver la luz del sol, luego de la noche en la que conoció al castaño, no tuvo intenciones algunas de ir al exterior—Está bien— ¿Cómo podría negarse si el más bajo le sonreía de esa forma? —Estaré listo en media hora...—Musitó, a lo que Se Hun asintió levemente y se retiró de ahí.

 

Toda la tarde la habían pasado recorriendo distintos lugares, realmente no sabían a donde ir, es por eso que decidieron visitar cada uno de los locales de aquel centro comercial. Fueron desde tiendas de ropa hasta dulcerías, incluso pasaron por uno que otro negocio en donde vendían peluches, pero no compraron nada, solo los vieron, a Se Hun le gustaban mucho esos muñequitos de felpa.

 

—Estoy cansado—Musitó Jong In para luego soltar un sonoro suspiro, habían caminado por largas horas y apenas se habían detenido cuando entraban a las tiendas.

 

— ¿Quieres ir para allá? —Preguntó el menor señalando una pintoresca cafetería no muy lejos de ellos, el pelinegro asintió y así ambos se dirigieron a ese lugar.

 

Al llegar, tomaron asiento y al cabo de unos segundo, una de las chicas que trabajaba allí, se les acercó para tomar su pedido: Dos cafés y un par de panecillos de chocolate. Luego de eso, la muchacha no tardó mucho en regresar nuevamente para entregarles lo que habían encargado, dejándolos otra vez para así seguir con su trabajo.

 

Pudieron haber tenido una agradable conversación, no obstante, aquello no pudo ser debido a que la oscura mirada del moreno se quedó clavada en un lugar en específico, detrás de Se Hun, quien estaba frente al mayor.

 

— ¿Qué? ¿Qué pasa, hyung? —Interrogó el castaño puesto que el más alto parecía haber visto un fantasma o algo peor— ¿Hyung...? ¿Jong In? —La expresión del aludido se le hacía confusa: Sus labios entreabiertos, al igual que sus ojos, y por último, ese deje de melancolía que éstos reflejaban. Sin pensárselo dos veces, el de cabellos más claros se giró, para poder apreciar que era lo que había cambiado tan rápido la expresión del pelinegro— ¿Es él? —Preguntó mirando al moreno, ya entendía por qué el mayor se había puesto de esa manera, detrás de ellos estaban un par de chicos, uno rubio y uno de cabellos más oscuros, quienes se besaban intensamente, importándoles muy poco lo que dijera la gente a su alrededor.

 

— ¿Qué...? —Se hizo el desentendido y dio un sorbo a su café.

 

— ¿Es tú ex novio? —Cuestionó, Jong In asintió y sonrió con amargura ¿Era esa la razón por la que Yi Fan había terminado con él? ¿Por ese chico? Esas eran las preguntas que rondaban por la mente del pelinegro, y sin poder evitarlo, un par de lágrimas se deslizaron por sus ojos, haciéndolo sentir  débil, vulnerable, roto.

 

Kai quiso levantarse e irse de ahí, pero no pudo hacerlo, Se Hun había tomado una de sus muñecas, las cuales ya estaban completamente sanadas, impidiéndole movimiento alguno.

 

— ¿Qué haces...? Q-quiero irme—Dijo el moreno entrecortadamente, ya no quería seguir ahí, no si tenía que presenciar esa dolorosa escena—Se Hun...—Susurró bajito ¿Iba a llorar? ¿En serio iba a llorar por Kris? Por supuesto que no, no derramaría ni una sola lágrima por él, no de nuevo, pero le dolía, le dolía inmensamente.

 

—Está bien—Dijo el castaño soltando al mayor, quien suspiró con pesadez— ¿Nos vamos? —Preguntó, Jong In asintió levantándose de la silla en la que estaba, pero al pasar al lado del más bajo, pasó lo que menos se esperaba, pero que muy en el fondo de su ser, estaba deseando: Se Hun lo había besado, tierna y delicadamente, como si se tratara de lo más frágil del mundo, como si de un solo toque, pudiera romperse.

 

— ¿Qué...Qué es lo que eres? —Preguntó de la nada después de que sus labios se separaran, sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración un poco agitada, Se Hun le dedicó una pequeña sonrisa y le ofreció su mano, Kai la tomó y así se fueron de ese lugar, no sin antes pagar lo que habían ordenado minutos antes.

 

El castaño había guiado al moreno hasta la azotea de un enorme edificio abandonado, Kai no entendía de qué se trataba aquello, pero sin contrariarlo ni una sola vez, le siguió. Había oscurecido totalmente, por lo que la ciudad estaba iluminada por las luces de los faros, algunos locales, las estrellas y la luna, que brillaba vigorosamente esa noche.

 

—Hyung ¿Confías en mí? —Cuestionó el menor parándose detrás del aludido, estaban en el borde de aquella edificación, donde se acababa la superficie, si daban un paso en falso, caían al vacío.

 

—Te seguí hasta aquí ¿No es cierto? —Contestó con otra pregunta, Se Hun sonrió y rodeó con sus brazos la cintura del mayor.

 

—Entonces... Agárrate fuerte—Susurró muy cerca de su oído, logrando así que los vellos del pelinegro se erizaran.

 

— ¿Por qué...? —Preguntó algo temeroso de la respuesta que podría recibir de parte del castaño, mas aquello no hizo falta, lo supo cuándo, sin previo aviso, Se Hun se había lanzado junto con él del edificio— ¿Estás loco? —Preguntó gritando aterrorizado, tenía miedo, mucho miedo ¡Se iban a matar!

 

—Tú querías morir...—Dijo el más bajo calmadamente.

 

—Pero... ¡No! ¡Se Hun! —Jong In creía que antes de que cayeran al luego, él ya estaría muerto, a causa de un ataque al corazón.

 

—Tranquilízate, por favor. Dime ¿Quieres morir o no? —Kai, que estaba aferrado fuertemente a los brazos de Se Hun, que lo sostenía de igual manera, apretó más el agarre, como si eso fuese a impedir que siguieran cayendo.

 

—No... ¡No! —Gritó desesperado.

 

—Bien—Musitó, el pelinegro cerró los ojos con fuerza, quería que aquello terminara de una vez—Oye, no los cierres...—Dijo en un tono de voz suave tomando con una mano el mentón del mayor, éste abrió sus ojos lentamente—No te dejaría morir...—Susurró.

 

— ¿Pero qué...? —Kai estaba realmente desconcertado, ¿Acaso estaban subiendo? ¿Pero cómo? Se Hun giró lentamente el rostro del moreno, y entonces, todo tuvo sentido para él—L-lo sabía...—Susurró suspirando aliviado—Eres un ángel...—Afirmó segundos después de ver las blancas alas que salían de la espalda del de cabellos más claros.

 

Ahora estaban otra vez en el edificio, sentados al borde de este, admirando la hermosa noche que se presentaba ante ellos, se encontraban uno al lado del otro, en total y absoluto silencio.

 

— ¿Por qué estás aquí? —Interrogó Kai luego de unos cuantos minutos en los que ninguno de los dos había dicho nada, Se Hun lo miró con una expresión de confusión en su rostro—Quiero decir... Eres un ángel ¿No deberías estar en el cielo? —Explicó.

 

—Oh... Bueno—Comenzó a decir—Allá arriba hay ciertas reglas que uno debe cumplir—El mayor asintió dándole a entender al otro que prosiguiera—Una de esas reglas es que no nos podemos enamorar de los mortales... Al hacerlo, se nos destierra permanente. Es por eso que estoy aquí—Terminó de decir dirigiendo su mirada al horizonte, para luego sonreír hermosamente, como solo él sabía hacerlo.

 

— ¿De quién est...? —Preguntar aquello sería algo realmente estúpido, así que opto por quedarse callado y sentir como su cara comenzaba a arder debido a lo sonrojada que estaba.

 

—Deberías saberlo, pero igual lo diré—Susurró aproximándose más al cuerpo contrario—Estoy enamorado de ti...—Alegó, los ojos del moreno se cristalizaron ante aquellas palabras—Por ti fui exiliado del llamado "paraíso" —Murmuró acercando su rostro al del mayor—Y eso es lo mejor que me ha pasado—Concluyó para después unir sus labios con los abultados y rosados del pelinegro en un casto beso—Tal vez no me ames como yo te amo a ti, tal vez no nos conozcamos demasiado, fui yo el que paso día y noche observándote desde allá arriba, pero una cosa es segura, Jong In—Hizo una pausa, tomó una de las manos del moreno y la acercó a su pecho, donde estaba situado el corazón—Esto que siento por ti es real...—Musitó, al escuchar eso, Kai no pudo hacer más que llorar, pero esta vez de felicidad. Tal vez no lo amaba, tenía razón, la herida de su corazón, en comparación con la de sus muñecas, no había cicatrizado, pero eso no significaba que no sintiera algo más que amistad por el castaño— ¿Qué dices...? —Cuestionó, el pelinegro lo miró un poco desorientado— ¿Dejarás que te ayude a sanar tu corazón...? — ¿Acaso Se Hun tenía poderes? Parecía como si le hubiese leído la mente.

 

—Se Hun...—Susurró bajito, sus mejillas estaban rojas y sus ojos húmedos y cristalinos—Yo...—Las palabras no le salían, por lo que optó por lanzarse a los brazos del menor como si fuese un niño pequeño, éste lo recibió gustoso, abrazándolo fuerte y protectoramente.

 

— ¿Eso es un "sí"? —Cuestionó recibiendo un asentimiento por parte del más alto. Segundos después, juntaron sus labios otra vez, como si se tratase de alguna fuerza magnética.

 

Aunque Kai no amaba a Se Hun de la misma manera que él lo amaba, no podía negar que le gustaba, tal vez había empezado a quererlo, se sentía demasiado bien estando a su lado, es por eso que haría todo lo posible por jamás separarse de él. Sonrió ante ese pensamiento ¿Eso significaba que se estaba enamorando? No lo sabía, estaba confundido todavía, no quería que ese chico, aquel que lo había salvado de la muerte, dejara de amarlo, puede que sonara algo egoísta, pero eso era lo que sentía. Entonces una sonrisa se formó en sus labios, existía la posibilidad de que realmente lo amara, pero su corazón estaba tan lastimado que se negaba a aceptar que otra persona se había adueñado de él nuevamente.

 

El día en que Kim Jong In le dijera esas tan añoradas palabras, Oh Se Hun se convertiría en el ser más feliz de toda la tierra, y puede que ese día, estuviese muy cerca.

 

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer :3 dejenme muchos reviews, se los agradeceré mucho.

 

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@ChocoGaaDeLimon


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