“Ya no soy un niño, deje de serlo hace mucho…”
9 de diciembre de 2012
Era esa fecha que durante los últimos años siempre había sido especial. El día que nunca podría borrar de su mismo. El cumpleaños de su hyung favorito, su mejor amigo… él mismo que la noche pasada lo había golpeado.
.- Taemin, tus compañeros están esperando en la van. Salimos en 15 minutos – le sacó de sus pensamientos la voz de su manager a través de la puerta mientras él mantenía los ojos clavados en el espejo, observando como su ojo comenzaba a hincharse y tenía ya una tonalidad morada.
Ahogo un suspiro mientras se observaba por última vez y acomodaba su cabello con una gorra negra y colgaba en su hombro su bolso. De regreso a casa y a pesar de que debía sentirse feliz, seguía teniendo en su interior aquel vacío que había terminado por incrementarse desde la noche anterior.
Abandono el cuarto de hotel con el cansancio sobre sus hombros y mientras caminaba por los pasillos en dirección a la salida trato de calmar a su agitado corazón, porque ese día siempre había sido especial… Y ahora, ni él mismo se sentía capaz de hacer memorable cada cosa de ese día.
No después de su arrebato de horas antes, no después de sentir el pasado puño de Minho en su rostro y la mirada decepcionada de quienes eran como su familia.
Para cuando llego a la puerta del hotel y los flashes de las cámaras de las fans y los periodistas lo cegaron desde afuera, se sintió aún peor. Cubrió sus ojos con las gafas de sol y salió con la cabeza gacha, incapaz de mirar a alguien desde hace unos meses. No merecía ese amor, esa atención… No merecía nada y la noche pasada había terminado por comprobarlo.
Abordo el vehículo aún con la mirada en el suelo y sin fijarse en ninguno de sus compañeros se dirigió al último puesto, junto a las maletas de los demás y la ventana. Se sacó las gafas y cerro los ojos, dejando reposar su cabeza en el vidrio.
.- Taemin – la voz dulce de Jonghyun lo obligo a abrir los ojos, notando las cuatro miradas clavadas en él, anhelantes.
.- ¿Qué? – pregunto con voz cansada y con el acento más formal que pudo, deseando que no lo molestasen por ese momento; por ese día y por el resto de su maldita y aburrida vida.
.- Lo lamento, Taemin – ah – susurro Minho mirándolo directamente a los ojos, con el arrepentimiento brillando en sus ojos mientras se mordía el labio, esperando que él menor aceptase las disculpas – No debía golpearte, no debí…
.- ¡Cállate, Minho! – Gruño Kibum cortándolo de pronto mientras lo sacudía por el hombro – Es Taemin quien debe disculparse aquí, ha sido él el causante de todo y además… - regaño al rapero que bajo la cabeza avergonzado para luego clavar sus ojos felinos en el maknae – Taemin, ¿Qué no piensas felicitar a tu hyung?
Taemin bajo los ojos con una tormenta en su interior, por un lado estaba ese cariño especial pero por el otro su orgullo y su alma herida le decían que no debía hacerlo, que estaba a pocos días por lo que era momento de despegarse, de alejarse definitivamente.
Su mano apretó el sobre que tenía aquel pasaje en su interior y una sonrisa ladina apareció en su rostro.
.- Debería hacerlo, ¿no? – su voz broto filosa, como pocas veces – Lastima, no tengo ánimos – y sin agregar nada, se coloco los audífonos con el volumen al máximo y cerro de nuevo los ojos.
Ignoro la mirada sorprendida de Onew, Jong y Key, ignoro incluso la mirada inundada en lágrimas de su hyung favorito, de su mejor amigo.
Un día memorable durante años… Hasta ese momento.
Avión privado, SM.
Taemin se acomodó una vez más en su asiento mientras la música retumbaba en sus oídos. Escucho la risa apagada del líder y de la diva unos asientos más adelante mientras a su lado Jonghyun cantaba en voz baja. Gruño molesto mientras trataba de concentrar sus pensamientos en algo que no fuese la estupidez que había hecho en la van del grupo, cuando había rechazado todo contacto con Minho.
Era el cumpleaños de quien lo había cuidado y apoyado durante años y no había sido capaz de dejar por un momento su propio dolor. Trago grueso mientras alzaba la cabeza y fijaba su mirada en Minho que dormía sentado junto a su manager. Era un ser humano horrible, definitivamente lo era.
Y entonces las palabras del CEO regresaron a él, casi como un golpe: “Queremos darte tres semanas para que te despidas como se debe, terminaran las actuaciones como grupo y abandonaras SHINee a mitad de mes, una vez cambies, se les informara a tus compañeros y te sustituiremos… Así que hazte a la idea”
Aquellas palabras… Había sido demasiado duro con alguien quien siempre había estado ahí pero sabía que debía hacerlo; iban a reubicarlo… Tenía que despegarse de una buena vez de ellos. No quería tener que aferrarse a ello.
“Mejor que te vayas cuando te odien a que traten de detenerte por cariño”, pensó con tristeza mientras bajaba de nuevo su cabeza.
.- No te tortures más – Jonghyun jalo uno de sus audífonos y hablo con suavidad, tratando de sonar serio mientras seguía con los ojos clavados en su propio reproductor de música – Solo discúlpate como se debe y felicítalo, él no se molestará. Te quiere demasiado.
Taemin volvió a tragar con dificultad mientras sus ojos se clavaban en la ventana donde el azul cielo cubría todo lo que sus ojos veían: .- No sé a qué se refiere, hyung – fue su cortante respuesta.
Jonghyun ahogo una risa mientras le miraba ahora a los ojos y alzaba las cejas en un gesto de burla: .- Me refiero a que tu propio orgullo te come vivo, Taemin – ah – fue lo que dijo mientras se levantaba del asiento – Iré a ver que hacen Key y Onew, tú solo piensa en las palabras adecuadas y deja de actuar como un niño.
Entonces, la mano pesada del vocalista principal de SHINee se posó en su cabeza y revolvió su cabello con cariño, un gesto que durante esos años había sido lleno de ternura y le hacía sentir avergonzado. Pero ahora era diferente, él ya no era un niño y…
Taemin entrecerró los ojos y para sorpresa de Jong sacudió su cabeza con fuerza: .- No soy ni actuó como un niño – murmuro con los dientes rechinando – Así que deja de tratarme como uno… Estoy harto de eso.
Jonghyun sonrió contrario a lo que esperaba el menor: .- Si, sigues siendo un niño.
Apartamento SHINee.
Taemin cubrió sus ojos con su brazo mientras sentía las lágrimas bajar por sus mejillas con fuerza, sintiendo su corazón galopar en su lugar y como parecía todo dar demasiadas vueltas dentro de su cabeza. Dolía demasiado todo, era como si le arrebatasen de un momento a otro toda su vida, todo por lo que había luchado.
Ahogo un sollozo mientras secaba con fuerza las lágrimas.
No quería, no podía llorar más. Y era un hombre y debía dejar atrás esa imagen inservible de niño que tantos problemas le había traído. No debía aferrarse a eso… Ya no era un niño y debía comportarse de esa forma.
Debía dar una imagen madura, de alguien seguro y que no fallaba pero entonces… ¿Por qué aquello era tan difícil? ¿Por qué no podía dejar de ser el pequeño asustadizo y tímido Lee Taemin? Quería cambiar, quería dejar de ser dependiente de los demás. Era hora, sobretodo porque ya no los tendría, porque ellos ya no podrían darle su mano y ayudarlo a levantarse. Estaría como en el principio, como cuando era un niño que estaba entrenando. Asustado y solo.
No quería eso… No lo quería.
.- No eres un niño, Taemin – murmuro con la voz rota mientras clavaba sus ojos en el techo y tomaba aire, tratando de controlarse – Dejaste de ser un niño hace mucho…
.- Entonces comienza a comportarte como un hombre, Taemin – la voz del líder le asusto mientras automáticamente se sentaba en la cama, cubriendo su rostro y sus lágrimas – Si ya no eres un niño, entonces simplemente enfrenta las cosas como un hombre.
.- H-hyung – murmuro con la voz pesada por el llanto retenido – Y-yo… - trato de respirar con normalidad mientras calmaba la agitación de su interior - ¿A qué has venido?
.- Key quiere que nos ayudes a decorar la sala para la fiesta de Minho –ssi, él y Jong salieron con los hyungs de Super Junior pero llegarán pronto – fue todo lo que dijo Onew, que aún de pie en la puerta, le miraba con los brazos cruzados – Queremos estar los cinco en ese momento, para Minho es muy importante que TÚ estés ahí – le remarco.
.- Estoy cansado – fue todo lo que dijo mientras volvía acostarse y cerraba los ojos, no queriendo ver ni escuchar a su líder.
.- No sé qué es lo que te está pasando, Taemin – comenzó a hablar Onew y pudo escuchar sus pasos suaves a través del cuarta hasta que se sentó junto él – Y sé que no vas a decírmelo pero quiero que tengas claro que cada uno de nosotros, todos tus hyung y amigos, queremos ayudarte en lo que necesites…
.- No necesito ayuda – murmuró volviendo a agitarse – Así que no insistas, hyung.
.- Esta bien, entiendo eso – Jinki se levantó con pesadez – Solo quería decírtelo, no pareces un niño ya, Taemin. Eso es cierto pero en tu interior sigue estando el pequeño Tae que nosotros amamos proteger. Somos tus hermanos mayores y entendemos que en este momento enfrentas un cambio muy grande… Pero a pesar de que eres un hombre o estás trabajando para serlo. No quiero que pierdas; ninguno quiere que pierdas; en el proceso… A quien es verdaderamente Lee Taemin.
Luego de eso, la mano de Onew revolvió su cabello, en el mismo gesto de Jong horas antes. Taemin ahogo un sollozo y cuando la puerta se cerró, soltó de nuevo las lágrimas.
Fijo sus ojos en el paquete perfectamente envuelto que tenía a su lado. El regalo que por meses había buscado para Minho, el regalo perfecto que iba a ser entregado con todos los sentimientos que tenía por el rapero… Sintió que todo volvía a dar vueltas cundo vio el sobre que contenía los pasajes...
¿Los demás sabrían perdonarlo? ¿Minho seguiría queriéndolo? ¿Cómo tomarían el hecho de que los había traicionado?
“… Pero a veces me gustaría regresar a ser uno.”