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Será tuyo por Yoake1911

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Notas del capitulo:

aquí teneis el segundo capítulo! espero pronto poder subir el tercero, pero ya casi es navidad y viene la familia a casa...

Los personajes NO son mios. Son creación de Inoue Takehiko a quien pertenecen todos los derechos de autor.

 

CAPÍTULO SEGUNDO: Novedades.

 

Hanamichi oyó ruidos en el piso. Cuando abrió los ojos, vio que solo eran las tres de la madrugada. Se levantó para ver que pasaba y al acercarse al salón oyó voces: una era la de Sendoh, la otra no sabía decirlo.

 

-Vamos, dame una oportunidad. Seré tu apoyo.-le decía suplicante Sendoh.

 

-No lo necesito. Estoy harto de esta farsa, nunca sentí amor por ti, Akira. Simplemente era la necesidad de no estar solo. Que me hayas engañado me ha servido de excusa.

 

-No puedes dejarme así...

 

-Si que puedo, Akira. Y te daré otro motivo.

 

Se hizo el silencio en la sala. Hanamichi se preguntaba que había pasado ahí dentro. Pasaron unos minutos, se oyó un murmuro.

 

-No puede ser...-dijo Sendoh- ¡Todo este tiempo...!

 

-Si, todo este tiempo.-respondió cortante.

 

Se oyó el ruido de una silla arrastrarse y pasos dirección la puerta, así que Hanamichi se retiró un poco para que no le viesen.

 

-No te vayas...-dijo Sendoh- ¡Kaede!

 

Hanamichi se quedó pasmado, atónito. ¡Kaede! ¡El que está ahí es Rukawa!. Hanamichi corrió a su habitación y se encerró, se metió en la cama e hizo como que dormía. Oyó la puerta que se abría.

 

-Lo tienes aquí...-dijo Rukawa.

 

Ninguno de los dos dijo nada más. Cerraron su puerta y se oyó la puerta de la calle abrirse y luego cerrarse. Sendoh le dio un puñetazo a la puerta, tan fuerte que se hizo sangre. Rukawa y él habían estado “saliendo” durante tres años. Bueno, no se puede decir que fuera una relación estable. Rukawa tenia necesidades, igual que Sendoh, y simplemente tenían sexo cuando les apetecía. Eran algo así como amigos con derecho, aunque no eran bien bien amigos, aunque se llamasen por sus respectivos nombres. Hanamichi no durmió más. Aquella conversación lo había dejado tan sorprendido que estuvo pensando en ella todo el rato. Rukawa y Sendoh, ¡juntos! No se lo creía.

 

 -¡Sakuragi, tienes el desayuno en la mesa! -chilló Sendoh- Me voy a el entreno matutino.

 

Apenas eran las 7 cuando Sendoh se fue. Hanamichi se levantó, sin haber pegado ojo desde las tres, y fue a desayunar. Cuando hubo acabado se fue a dar una ducha y se visitó. Abrió el portátil, vio que tenia un correo de Haruko.

 

 De: harukoakagi@yahoo.jp

 

A: tensaihanamichi@yahoo.jp

 

Asunto: Anímate

 

Eh, vamos Hanamichi. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero no por eso tienes que venirte abajo. Con que estás en casa de Sendoh...Me alegra que hayas encontrado rápido un sitio donde quedarte. ¿Cuánto tiempo te quedaras allí? ¿Buscarás trabajo? Ya me contarás. Besos.

 

Hanamichi sonrió al ver lo atenta que era su amiga. Siempre conseguía levantarle el ánimo cuando estaba triste. Tendría que contarle lo ocurrido esa noche. Pero se decidió a hacerlo más tarde, porque ahora debía hacer algo más importante: buscar trabajo. Cogió sus cosas y vio que Sendoh le había dejado una llave para casa. La cogió y se marchó, pero enseguida los edificios de la ciudad se lo comieron. No sabía por dónde empezar a buscar. Deambuló por las calles, aprendiéndose de paso las trayectorias de los trenes y autobuses para llegar a los sitios. Al fin vio algo interesante: buscaban un entrenador de baloncesto en un colegio llamado St. Claire. Decidido entró en el colegió y preguntó dónde debía ir para presentar su solicitud. Le llevaron con un tal señor Nicholson que le hizo varias preguntas. Hanamichi tubo una buena sensación con el señor Nicholson, a quien le dio su numero de teléfono y dirección. En acabado, Hanamichi se fue de nuevo a casa. De camino a casa, pasó por la estación de tren y de autobús para coger los panfletos con los horarios y trayectos. Mientras caminaba, iba pensando qué le contestaría en el correo a Haruko. Debía contarle el incidente nocturno en casa de Sendoh y que creía haber conseguido trabajo, ah, y también que aún no sabía bien cuánto tiempo iba a quedarse allí. Si bien dijo a Yohei que se iba a ir por dos meses, la realidad era que no sabía cuánto tiempo se demoraría en volver a Japón. A parte de encontrar a Rukawa, quería vivir en un lugar nuevo, vivir experiencias nuevas, estar con gente nueva. A decir verdad, el inglés de Hanamichi era muy bueno, en solo 2 años aprendió todo lo necesario y después profundizó en la lengua. Todo ello mientras estudiaba su carrera en la universidad.

 

Cuando Hanamichi regresó a casa, vio como Rukawa, sin saludarle, entraba en su casa y cerraba la puerta dejando a Hanamichi sin tiempo a decirle nada. Eso bajo un poco el ánimo del pelirrojo, pero que enseguida repuso al pensar que posiblemente tendría trabajo y que tendría una buena experiencia en Estados Unidos. Solo entrar en casa, abrió el portátil y le mando un correo a Haruko.

 

 

 

De: tensaihanamichi@yahoo.jp

 

A: harukoakagi@yahoo.jp

 

Asunto: Nueva vida

 

Solo ha pasado un día desde mi marcha y ya me han sucedido muchas cosas. Primero debo contarte acerca de cierto incidente....para no alargarme mucho, te diré que Sendoh y Rukawa han estado teniendo una relación y que la rompieron ayer. Me quedé muy sorprendido, no pude dormir más. Ah si, creo que tendré trabajo aquí Haruko, de entrenador de baloncesto. Además de eso, ¿podrías decirle a Yohei que no se cuándo volveré? Te lo agradecería mucho. Ya me dirás algo, ¡besos a todos!

 

 

 

Cerró el ordenador y se fue al salón. Era enorme. Tenia un gran sofá blanco en el centro del cuarto, justo delante de una gran enorme televisión de pantalla plana. Un poco más alejada estaba una mesa para dos, muy bonita, también de color blanco, para que combinase. Se sentó en el sofá y encendió la televisión. En un canal vio que daban El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo y dejó ese canal puesto. Aunque era una de sus películas favoritas, se quedó dormido a la mitad. Durmió, y soñó que al fin podía hablar con Rukawa.

 

-Sakuragi...

 

-Mmmm...cinco minutos más porfa...-dijo Hanamichi entre sueños.

 

-Sakuragi....despierta...-dijo Sendoh sacudiéndolo.

 

Hanamichi abrió lentamente los ojos y dio un salto a la otra punta del sofá al darse cuenta de la proximidad de la cara de Sendoh y la suya. Sendoh lo miró curioso, y luego dijo:

 

-Eh, que no te voy a comer.

 

Sendoh se rió. Hanamichi no iba a decirle a Sendoh que sabía de su relación con Rukawa y que se mostraba nervioso por ello. Se sacó de su mente la conversa de antes y sonrió a Sendoh.

 

-Lo sé, solo que me has impresionado.

 

-Es mi belleza...-respondió Sendoh burlesco.

 

-Si seguro, no te creas tanto.-dijo riendo Hana.

 

-Bueno, Sakuragi, ¿Tienes hambre?-preguntó Sendoh

 

-Mmmm...ahora que lo dices...

 

-Conozco un buen lugar-propuso Sendoh- Un muy buen lugar....

 

Hanamichi aceptó ir. Sus tripas le pedían comida e iba a fiarse del sentido del gusto de Sendoh. Fueron a un restaurante japonés que había cerca de casa de Sendoh. Cuando entraron, Hanamichi se llevó una buena sorpresa: uno de los camareros era el mismísimo Rukawa. Los ojos del pelirrojo se abrieron como platos, que no asimilaban ver a ese kitsune trabajando de camarero en un restaurante. ¿Y el baloncesto?

 

-¡Eh, Kaede!-exclamó Sendoh. La confianza entre esos dos hacía presa de los celos a Hanamichi.- Dame la mesa de siempre.

 

-Akira...-dijo en tono calmado Rukawa- Ven.

 

Rukawa les llevó a una mesa más bien alejada del resto, muy cerca de la ventana. Desde allí se podía ver a la gente pasar, a la gente hablar, a la gente reír. Hanamichi y Sendoh se sentaron uno en frente del otro. Rukawa enseguida estuvo allí para tomarles nota.

 

-No te lo esperabas, ¿eh?-dijo Sendoh- Pon una de... Curry.

 

-¿El qué?-respondió Hanamichi- Y pollo rebozado.

 

-Rukawa.

 

La verdad es que no, no se lo esperaba para nada. Hanamichi se imaginaba a Rukawa en la cancha de baloncesto, no ahí, en ese restaurante . No pudo evitar preguntarle directamente a Rukawa:

 

-¿Y el baloncesto?

 

La gélida inexpresiva mirada de Rukawa dejó fuera de combate a Hanamichi que enseguida bajo la mirada, incapaz de sostenerla mirando a Rukawa. No debería haber dicho nada. Siguió tomando nota y se fue. No tardaron mucho en servirle la cena, la cual disfrutaron mucho. En un momento dado vio como Rukawa preparaba todo para acabar su turno.

 

-¿Qué miras tan atento?-preguntó Sendoh

 

-¿Eh?-dijo Hanamichi sorprendido-¿Yo? Nada, nada. ¿Qué decías?

 

-Decía que...

 

Otra vez Hanamichi quedó sumergido en sus pensamientos, lejos de la voz de Sendoh y más cerca de los movimientos de Rukawa. Seguía cada paso que daba con la mirada, se imaginaba que vendría y le hablaría. Se imaginaba que era capaz de tocarle, se imaginaba...

 

-...y así fue como se lesionó Rukawa.-dijo Sendoh

 

Hanamichi volvió al mundo real, al escuchar las palabras Rukawa y lesión juntas. Rukawa se acercaba a la puerta dispuesto a irse a casa.

 

-¿Lesión?-dijo un Hanamichi un tanto alterado-¿Has dicho lesión?

 

Rukawa salía por la puerta.

 

-¿Ves? No me escuchas.-dijo medio enfadado Sendoh

 

-Si, si, perdona-dijo Hana cortante-¿Rukawa está lesionado?

 

-Sí...

 

-¡Pero si hace vida normal!-exclamó Hanamichi.

 

Rukawa ya había marchado hacía 3 minutos.

 

-Lo sé pero....

 

-¿Pero qué?-dijo nervioso Hanamichi. ¿A qué viene tanto incógnito?

 

Cuatro minutos.

 

-Rukawa...-empezó Sendoh- Nunca más....nunca más jugará al baloncesto.

 

Hanamichi abrió los ojos como dos naranjas. No cabía en su mente un Rukawa sin baloncesto, era imposible que ocurriese eso, pero la realidad no era así. Lo que parecía imposible se volvió posible.

 

-No se lo tomo muy bien...-dijo Sendoh

 

¿Cómo iba a tomárselo a bien?¿Cómo? ¡Le habían quitado lo más preciado para él! Hanamichi se paró en seco. Pidió disculpas a Sendoh por lo que iba a hacer y seguido de ello se fue corriendo hacia la puerta. Debía alcanzar a Rukawa como fuera.

 

 

Notas finales:

espero que os haya gustado!


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