POV SEUNG
Para sorpresa de todos y me incluyo, ayudé a JiYong. Había aceptado auxiliarlo, no sé… tal vez como una disculpa después de todo lo que le dije, el cargo de conciencia que tengo es alto.
Es muy ligero, no me cuesta nada cargarlo es como si llevara a una chica en mis brazos.
-ya llegamos, entra- me dijo la profesora abriendo la puerta
-¿Qué pasó?- preguntó la señorita que atendía en la enfermería -¡otra vez este chico!- suspiro- recuéstalo aquí- señaló la camilla-¡está caliente!- exclamó cuando lo toco
-encárgate de él – le dijo la profesora - Seung quédate hasta que mejore
-¡pero yo debo volver!
-no vamos a hacer nada complicado, aparte ustedes no debían entregar nada, solo sus compañeros. Así que quédate –se retiró, dejándome ahí.
-qué bueno que su doctor me envió medicinas para él- dijo la enfermera sacando una jeringa que la inyectó al brazo de JiYong. – con esto le bajara la fiebre
-¿está enfermo?
-no lo creo. Más bien creo que ha tenido una descompensación, parece haber estado madrugándose, solo es necesario fijarse en sus ojeras para saber que esa es la razón.
-¿ya me puedo ir?- pregunté
-ah… quédate un momento con él, debo entregar unos papeles y no puedo dejarlo solo- se retiró
Me acomodé en una silla giratoria y cerré los ojos. No había ruido alguno, la paz se respiraba en este lugar. Recordé que no estaba solo. Me paré a su lado, y dormía. Noté que debajo del cuello de su playera sobresalía un pequeño bulto, con mucho cuidado removí esa parte y descubrí que era su collar.
-debiste sobrellevar muchas cosas sin tus padres… por eso has cambiado ¿verdad? –pregunté, claro que no obtuve respuesta, pero necesitaba hacerlo. Toqué su frente, ya no tenía fiebre. Me sentía incómodo estando con él. Ya se había mejorado ¿no? Eso significa que ya podía irme.
FIN POV SEUNG
El personal de enfermería llamó al tutor del menor para que lo llevara a su residencia y descansara. Tuvieron que cargarlo porque se encontraba sedado por los medicamentos.
Durante el fin de semana solo despertó para comer, el resto del tiempo durmió.
***************
MIERCOLES
-hola ¿Cómo han estado?- preguntó con calma- ... yo he estado bien, ya me siento mejor- soltó un suspiro-les dije que vendría pronto, por eso estoy aquí....en dos semanas tendremos unos días adicionales de descanso porque los profesores van a asistir a una conferencia de actualización. Igual vendré- sacó varias revistas de su mochila- hace unos días se lanzaron los últimos diseños en motocicletas, en particular hay dos que me gustan… la Harley Sporster XL883R y la SportsterIron 883 XL883N, pero…- pasó rápidamente varias páginas- ¡aquí esta! Es una Vilner Aprilia Stingray… es de una marca italiana, me gusta mucho… el diseño es de lujo.
-creo que ya los aburrí ¿cierto?- guardó las revistas que con tanta fervor coleccionaba – me gusta estar aquí. Se siente bien cuando estas acompañado- se paró- debo irme, hoy iré con el Sr. JinYoung a ver los papeles de las empresas. Vendré el viernes. Nos vemos… los quiero, adiós- se fue
VIERNES
-buenas tardes- hizo una reverencia y se sentó- Ahm… quería decirles algo- hablo en voz baja-se que prometí ser el mejor, pero… no lo cumplí- descendió su mirada avergonzado- sí me esforcé mucho, aunque… no fue suficiente
Removió un papel que había en su maleta – hoy… nos entregaron las notas del primer modulo del ciclo - colocó el documento delante de sí – mis promedios no fueron… los que esperaba. Son altas, pero no como yo las quería. En el próximo ciclo no fallaré… lo haré bien. Estudiaré más horas, no saldré de casa si es necesario, pero confíen en mí, por favor- imploró- no los defraudaré de verdad.
JUEVES
5:27 PM
-disculpen por llegar tarde, pero tenía unos trabajos que entregar.
-traje algo especial para hoy- dijo feliz - ¡TARAM!- mostró una caja que estaba oculta en su espalda- es un juego, me gusta mucho. Papá a ti también te gusta, aunque a mamá solo le gusta vernos - sonrió débilmente
Abrió la caja y sacó las piezas, era un juego de ajedrez.
-yo empezaré, luego lo harás tú ¿estás de acuerdo?- sin su voz sonando solo se sintió la invasión del mutismo – ya que no contestan supongo que están de acuerdo
-moveré el peón. Es tu turno- espero pero ninguna pieza se movió- puedo hacerlo por ti, si quieres… lo haré- murmuró y movió un peón
-ahora un alfil, te toca- los minutos pasaban- ¡mamá, dile a mi papá que juegue!- frunció el ceño. La inquietud de sus manos expresaba la desesperación que sentía.
-¿no quieren jugar conmigo?... hace mucho tiempo no lo hacen, quise… intentarlo- la mueca de una sonrisa triste apareció en su rostro- ¿están hartos de verme?... si es así- cogió la tabla de ajedrez – no les importará que haga con ¡esto! - tiró con fuerza esparciendo cada pieza fuera de su lugar. Se mordió el labio inferior y tragó con rabia- so..olo quiero jugar, quiero jugar… con ustedes ¿¡Por qué no pueden hacer algo tan simple!? – gritó.
Poco a poco fue calmando su respiración, la cual se había agitado y absorbió como pudo aquellas lágrimas que querían salir.
Se puso en pie y recogió las piezas caídas.
-perdón, sé que no debí hacer eso. Solo que a veces no puedo controlarlo… - guardo el juego en su mochila – vendré la próxima semana traeré algo más divertido- cerró los ojos – espero que… si jueguen. Los amo- se quedó unos minutos parado frente a la tumba de sus padres.
“Dejaste… al… Rey”
Su cuerpo se congeló y abrió los ojos del susto, creyó que estaba solo, no vio a nadie cuando llego, tampoco escucho a nadie acercándose.
Movió los dedos de las manos para des-tensarse, fue girando su cuerpo intentando regular el bombardeo acelerado de su corazón. Hasta que quedó frente a él.
-¿¡TÚ!?- preguntó incrédulo
-olvidaste recogerlo-contesto sonriente
-¿me estas siguiendo? –le increpó
Seung inhalo y miró hacia los lados… Vacío, volvió su mirada…
-SÍ-
-¿qu..ué?-la desfachatez que usó al aceptar aquella acción lo dejo estupefacto
-¿no me dirás… la verdad?
-no tengo nada que hablar contigo- contesto molesto y asustado porque supiera su gran secreto, aquel que había ocultado de todos durante varios años- no deberías espiar a las personas. Es un consejo.
-no soy yo quien necesita un consejo- respondió de inmediato
-¡lárgate!
-¿Por qué?... si yo quiero me quedo
-entonces quédate, yo me voy- avanzo unos pasos
-¿Por qué nos mientes?- preguntó, logrando detener el andar del otro-¿Qué ganas?
JiYong trago con dificultad - N..no entiendo
-tus padres… no están de viaje- de nuevo el silencio tenso se formo- están… aquí
-¡que te importa!-murmuró entre dientes
-JiYong…
-¡no te importa!- gritó. Se acerco a él y de un manotazo le arrebató la pieza que no recogió- ¡lo que yo diga o no, no es de tu incumbencia! ¡No te metas en mi vida!- estaba muy molesto
-no está bien lo que haces- dijo serio
-buf…tú me vas a enseñar que está bien… no lo creo
-¡tus padres no están vivos!… ¿Por qué no lo aceptas?- preguntó con la misma seriedad, dejando sorprendido al menor, quien solo puso una expresión de horror en el rostro al escuchar lo que dijo.
-olvídalo… - susurró dándose la vuelta dispuesto a irse, pero el pelinegro lo paró
-esto que haces… solo te va a lastimar
Oírlo, formo un nudo en su garganta –no lo ent..iend..es- su voz tembló y se crispó por eso.
-eres tú quien no quiere entenderlo
- lo que pienses me da lo mismo. No necesito oírte, es absurdo
-quizás la situación lo sea, pero es la verdad
-¿¡porque me dices esto!?- exclamo. Volvió para estar cara a cara con Seung hyun- ¿¡quieres restregarme otra vez lo feliz que eres cuando tus padres están contigo!? ¿¡Quieres burlarte de mí!?¿¡Eres feliz sabiendo que ahora soy yo quien está solo y no tú!? Si es lo que deseas ¡HAZLO!
POV SEUNG
Lo había seguido unas cuantas veces… sé que dije que no volvería a este lugar, pero necesitaba comprobarlo. Con el paso de los días pude ver a alguien totalmente diferente, un cambio el cual me había negado aceptar anteriormente.
Todos sus gritos me hacían sentir culpable. Sus ojos contenían esa gran marea de agua que yo alcanzaba a ver claramente, pero que él se negaba a soltar.
-no sé cómo te sientes… pero no puedes retener tu dolor, debes desahogarte…
-¡no necesito desahogarme ni nada!
-¡si lo necesitas!- alcé la voz ante su terquedad
-¡deja de decirme que hacer!- se tapó las orejas
Cogí sus manos para quitarlas y lo hice a pesar de su constante forcejeo -por una vez en tu vida ¡escúchame!- grité- ¡no puedes aferrarte a algo que no existe, ellos no responderán ninguna de tus preguntas, aunque es lo que más quieras no volverán a tu lado, no pueden hacerlo! ¡Intentar hablarles, querer que jueguen contigo no los traerá de vuelta a la vida, si bien eres su hijo… eso no es posible porque tus padres están muertos y tienes de entenderlo!- terminé. Solté todo lo que quería decirle. Era necesario que alguien le mostrara su realidad.
Bajó la cabeza, estaba quieto, la fuerza que habían ejercido sus manos al querer separarlas de las mías… desapareció, y por eso liberé mi agarre. No hacía más que observar cómo se mordía los labios con fuerza y como sus manos se aferraban a su pantalón. Afrontar cosas que no deseas es difícil, así como lo tuve que pasar yo al enterarme de esto aunque no sé muy bien cuán difícil es para él esto. Mi madre dijo que era mejor aceptarlo antes de que sea demasiado tarde.
FLASHBACK
-mamá quiero preguntarte algo
-dime cariño
-bueno… si una persona… ¿Cómo te lo digo?
-solo dime que te preocupa- dejo de hacer su trabajo para prestarme atención
-OK. Si alguien pierde a sus padres… y lo oculta, ¿a qué se debe?
-te refieres a que fallecen- asentí- y lo oculta ¿conoces a alguien así?
-sí
-¿quieres ayudar a esa persona?
-ahm… algo así
-bueno, tal vez no quiere que los demás lo sepan y… prefiere reservarlo para sí
-entiendo eso. Pero si además… osea, lo he visto un par de veces frente a la tumba de sus padres y… los trata como… si estuvieran vivos. Les habla.
-en ese caso creo que esta persona está tratando de mantener el vínculo familiar que siempre ha tenido, o tal vez el que le faltó. ¿Sabes cuánto tiempo llevan fallecidos?
-seis años
- ¡wow! es un periodo muy amplio. Deberías recomendarle asistir a algún psicólogo o que hable con alguien de confianza sobre esto. No es bueno que quiera creer que sus padres aun están ahí o que piense que en algún momento volverán a su lado. Eso es perjudicial, puede llevar a que mezcle sus fantasías con la realidad y cuando no obtenga lo que guste… tenga un ataque de crisis nerviosa, que podría llevarlo hasta un derrame.
-¿¡en serio!?
-hijo, acaso te olvidas de la profesión que ejerce tu madre
-no, pero…
-pero nada, cuanto más pronto pueda asimilarlo será mejor
FIN DE FLASHBACK
-¿estás bien?- pregunté, sin embargo no necesite respuesta al ver sus mejillas mojarse con su llanto. Se me removió todo… era… tan… frágil… como… el cristal más fino que en una ocasión vi.
Mi cerebro y todo lo racional que tenía se marchó y dio pase libre a la cordialidad de mi corazón. Ahora estaba ahí, pegado a él, dándole mi soporte, mi apoyo, mi fuerza. Nunca pensé estar así, pero como dice un dicho “nunca digas nunca”.
Su cuerpo estaba tan tenso y tieso que fui yo quien se acerco más para poder abrazarlo confortablemente. Escuchando sus sollozos ahogados en el vano intento de callarlos.
-debes superar lo que paso… cargar con esto te impedirá seguir viviendo- dije en voz baja y calmada- tus padres han de sentirse orgullosos, felices de todas las proezas que logras sin ayuda de nadie.
- Pero deben estar disconformes porque su hijo… no es capaz de dejarlos descansar y sigue esperando el día que ellos vuelvan, cuando eso… sabes que es inverosímil
-l..los nec..esit..to… - trató de hablar, pero solo consiguió llorar con más penuria
-saca lo que has guardado todo este tiempo. Yo… me quedaré aquí - le hablé al oído.
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El tiempo pasó muy pronto. Ya había anochecido cuando JiYong se tranquilizó. El viento corría con destreza entre nosotros descendiendo nuestra temperatura corporal, pero más aún la de él que únicamente llevaba una remera muy delgada. Yo vestía una chompa de lana fina y una chaqueta que me salvaguardaba. Sabía que su condición física no era para nada buena por eso cubrí su cuerpo con mi prenda.
Ahora estábamos en mi carro, tampoco podía dejarlo y olvidarme de su estado. No se opuso cuando dije que lo llevaría… me dio la dirección de su casa y hacia allá nos dirigíamos.
Prendí la calefacción a un nivel moderado para regular el enfriamiento de nuestros cuerpos. Lo miraba de reojo verificando que no se quebrara otra vez… pero no, él tenía la mirada perdida en alguna parte fuera del vidrio de la ventana.
Una dócil melodía armonizo el ambiente… desconocía su procedencia, sin embargo aquello espabiló a JiYong. Se removió en el asiento del copiloto donde estaba sentado, y nuestras miradas se cruzaron… desvié mi vista mirando la ruta por la cual manejaba. Él giro despacio hacia los asientos traseros y cogió su mochila que estaba al lado de la mía. De esta saco un Smartphone y contesto.
-aló
-joven JiYong
-sí
-¿Dónde está? ¿Necesita que lo recoja?
-ya voy a llegar… espéreme afuera
-¿se siente bien… ha estado llorando?
-solo… espéreme. Adiós - colgó
Preferí no preguntar y mantenerme callado durante lo que quedaba de travesía. Cuando llegamos a la dirección que me dio, baje del auto y lo primero que vi fue a su mayordomo acercándose con apuro, detrás observé la gran casa que tenía, me equivoco eso no era una casa era una mansión. Sumamente grande, muchísimo más que la de Dong Wook y estaba rodeada por hombres de seguridad que cuidaban las rejas de la entrada y todo el contorno que ocupaba, a través de estas barras de metal se distinguía un gran campo de césped y un camino que te llevaba seguramente al ingreso de su hogar.
-gracias por traerlo – aquella voz me hizo despertar y regresar a lo que estaba sucediendo ahora. JiYong estaba parado al lado de su empleado con la mirada perdida en el asfalto- ¿esta casaca es suya? – me preguntó
-sí, es mía
- espéreme un momento hasta que ingrese con el joven y le traiga su ropa
-no es necesario. Mañana me lo puede entregar
-gracias- dijo serio. Por la mirada que me mandaba creo que no era de su agrado, comprensible.
-me retiro. Adiós
-adiós- se despidió, menos JiYong que no había dicho ni una palabra desde que llegamos.
Subí a mi auto y me embarque a mi domicilio.
FIN POV SEUNG
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El señor JinYoung intento hablar con su joven amo, pero este solo dijo que quería dormir, lo veía sumamente decaído y eso le inquietaba. No comió y tampoco se cambio de ropa acto que era para él casi un ritual, pero no tenía los ánimos de hacer nada, es más cuando llegó a su habitación lo primero que hizo fue quitarse las zapatillas y echarse en la cama con la chaqueta puesta de su compañero y de ese modo se durmió.
POV JIYONG
Mis ojos ardían y me sentía cansado, no sé si de verdad era así o solo era una reacción de mi cuerpo. La cuestión es que no quería ir a clases, no quería verlo porque… él ya lo sabe y no soy capaz de afrontarlo.
-joven despierte
-ya desperté…- murmuré
-el desayuno está preparado ¿Se siente bien?
-sí
-lo espero abajo- asentí. A pesar de las adversidades no podía dejar de estudiar, solo rogaba que no se lo dijera a los demás. Aplique algunas pomadas y un poco de maquillaje a mi rostro para desaparecer las ojeras que me salieron. Desayune y fui a mi centro de estudios.
Cuando llegué… él no estaba, pero si el resto y el trato que tenían conmigo seguía siendo el mismo desde que comenzamos el año. Antes de estudiar en la universidad creía ilusamente que los alumnos pertenecientes a esta prestigiosa escuela serían responsables, educados y sobre todo que en verdad les importara su carrera, no obstante erré y la decepción que me lleve fue enorme ya que tenía planeado aprender de los mayores, instruirme más a su lado tal vez no como amigos, pero si como compañeros.
-hola niño- me saludo Bom
-hola- respondí, porque si no lo hacia ellos empezarían a criticarme la falta de principios, y lo mal que me han educado, y eso no es cierto.
Fui a mi lugar y espere a se empiecen las clases. Pero antes de eso… llegó.
-hola Seung, hola Dong Wook- los saludaron Bom y Sandara
-buenos días chicas- ellos respondieron y fueron a una mesa para hablar, él ni siquiera me miró como lo hacía cada vez que ingresaba al aula, todos los días.
Aunque la mayoría de las veces los ignoraba, en algunas ocasiones quería saber qué cosas hablaban, verlos reírse… a pesar del maltrato que recibía de ellos… era agradable. Recuerdo que cuando iba al colegio en primaria tenía muchos amigos, algunos por conveniencia otros no, pero me sentía muy bien por estar integrado en un grupo, salir a jugar, hablar de las comidas en nuestras casas, de los últimos juegos que salían al mercado y varias cosas, pero… el único tema que no me gustaba tratar era sobre nuestros padres.
Ellos se quejaban porque no les permitían salir hasta más tarde, también porque en ocasiones los obligaban a comer comidas que no querían, pero les decían que era por su bien, otros porque irían a ver a sus abuelos juntos, ir de compras al super, por los “lindos” peinados que les hacían sus madres, dejarse abrazar forzosamente en fechas importantes o salir con ellos de paseo el fin de semana… en un viaje familiar, algo que yo hubiese querido en aquel entonces, pero no podía porque a diferencia de ellos, mis padres no estaban en casa.
Cuando me cambiaron de colegio, las cosas fueron difíciles. Todos los chicos eran muy distintos a mí, y tuve que aprender muchísimas cosas, sobre todo a tener clase y ser el mejor. La etapa que vivía en ese entonces me impidió acercarme a los demás, y ya me acostumbre. Estoy mejor solo, siempre lo estaré.
Las clases de hoy transcurrieron rápido, y también nos informaron cuantos días no vendríamos a estudiar.
-y un dato adicional- dijo el supervisor, todos lo conocían como Tablo. Él era muy agradable.- para aquellos que no tengan planes para su fin de semana, el director va a brindarles un viaje durante los días que no estén sus profesores. Esa gracia es concedida como un premio gracias al desempeño que tuvieron sus compañeros en la exposición pasada. Y por eso ellos sí están obligados a ir- sonrió
¿¡Qué!? Ahora lo que me faltaba
-el resto puede escoger en ir o no, dependerá de ustedes. Si van confírmenmelo llamándome, todos tiene mi numero.- se retiro. Y se inicio el griterío, iban de un lado a otro con sus celulares en la mano viendo si podían cambiar sus agendas. Pero la decisión final se daría hasta la última hora de hoy, y como él dijo tendríamos que asistir los dos, porque es un regalo de parte del director. Irrechazable.
FIN POV JIYONG
******************
Los alumnos ya estaban en el estacionamiento retirándose de su “segundo hogar”.
-joven JiYong entre por favor - dijo el Sr. JinYoung abriendo la puerta del carro que estrenaba. Más lujoso, más brillante, más caro. Tal como lo pidió el heredero.
El menor puso un pie dentro y se ubico en el asiento trasero. Su empleado subió al asiento de piloto y encendió el motor.
“toc,toc,toc”
El chico giro hacia la ventana polarizada y gracias a la claridad de la tarde descubrió a quien pertenecía la silueta que estaba al otro lado.
“toc,toc,toc”
-joven ¿no va abrir? – le consultó y él casi por obligación bajo la ventana hasta la mitad.
-¿q..que necesitas?- preguntó temeroso, pero con su mayordomo al lado no le haría nada ¿cierto?
-ayer…- dijo mirándolo con determinación provocándole nerviosismo - te empresté mi chaqueta- eso calmó sus nervios - ¿me la devuelves?
Ahí se acordó a quien pertenecía la prenda que llevaba puesta cuando despertó, y no estaba en un estado muy bueno según su punto crítico, y menos aún la había traído.
-ahm… no la te..engo aquí- contestó – está en mi casa - Ambos se miraron por segundos con cierta duda.
-puedo ir a tu casa… para… recogerla- sonó dubitativo y el otro se sorprendió por la propuesta.
-uhum- emitió aquel sonido de afirmación.
-yo los seguiré en mi auto- desapareció de su campo de visión dejándolo muy confundido.
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Dos autos muy lujosos, uno un deportivo y el otro más formal aunque lleno de detalles… provocaban las miradas de los transeúntes. Después de un periodo moderado de tiempo llegaron a la residencia del menor. Las rejas se abrieron permitiendo la entrada de ambos vehículos.
El mayor veía impresionado la gran residencia en la cual su compañero vivía, la suya también era grande, pero no tanto ya que a su madre era tradicionalista y prefirió tener un hogar más pequeño y acogedor, para así no perder el sentimiento de tener a tu familia cerca y él lo aprobaba.
Los dos conductores aparcaron los autos en una de las áreas reservadas, Seung hyun bajo de su auto y el mayordomo abrió la puerta del auto a JiYong para que bajara. Caminaron hasta la puerta principal la cual se abrió y ellos ingresaron.
-¡Buenas tardes Joven JiYong!- saludaron los ocho empleados y ocho empleadas del menor que estaban parados a cada lado de ellos vestidos uniformemente.
-Buenas tardes- respondió con amabilidad.
-él es el joven Choi Seung hyun- manifestó el mayordomo
-¡Buenas tardes Joven Choi!- mostraron sus reverencias al invitado
-Bu..uenas tardes- contesto cohibido ante tal saludo hacia su persona, ni siquiera los empleados de Se7en tenían ese comportamiento tan disciplinado.
-síganme por favor- El mayordomo los llevo hasta de una de las salas secundarias donde podrían estar más tranquilos- voy a traer su prenda…
-¡no!- exclamó el menor y ambos lo miraron – yo…yo iré por ella- dicho esto salió de ahí.
-puede tomar asiento- dijo aquel hombre
-gracias
-tengo que hacer algunas cosas, en unos minutos regreso
-está bien
Ahora estaba solo. Admirando el interior de la vivienda, los colores y la decoración contrastaban muy bien, dando por hecho que el costo debía ser muy elevado. Los muebles también eran muy cómodos.
-Disculpe- dijo una empleada haciendo acto de presencia.
-si
-¿desea que le traiga algo de beber?
-ahm… whisky no estaría mal- respondió cómodamente
-¿whisky?
-sí, si no tienen pues tráeme Ron o algo fuerte
-eh… puedo hacerle una pregunta- dijo ella un poco nerviosa
-¿Cuál?
-¿Cuántos años tiene?- Seung sonrió creyendo que aquella joven se sentía atraída por él.
-es necesario saberlo- se puso de pie quedando frente a ella
-bueno… - desvió su mirada – es una política de esta residencia… nosotros no podemos dar bebidas a menores de edad. Y… como usted llegó con el Joven, supongo que ha de tener su edad ¿cierto?- explico
-en ese caso solo… solo tráigame agua- respondió apenado. En su hogar él tomaba alcohol si lo deseaba sus empleados no le cuestionaban eso. Pero no estaba en su casa y debía acatar “la política” que se ejercía ahí, le pareció extraño y hasta cómico algo así, sospechó que esto no podía ser orden del mayordomo si no un mandato del joven dueño de todo este palacete.
-iré por su pedido – sonrió la joven y se retiró. Él soltó un gran hálito y tomó su lugar en el sillón.
********************
-¿Dónde está? ¿Dónde…?
-joven ¿Qué busca?
-la chaqueta de Seung hyun no sé donde la puse – decía JiYong removiendo todo en su habitación. Las sábanas, las almohadas, los libros, cuadernos, revistas, peluches, papeles y demás estaban revueltos- ¡aish! Debe de estar sucia y arrugada. ¿Por qué no me la quite para dormir?
-tranquilícese
-pero…
-tranquilo- obedeció. El mayordomo salió unos minutos y regreso con una bolsa-aquí está lo que buscaba- se lo dio - después de llevarlo a la universidad lo envié a la tintorería
-quedó muy bien, muchas gracias
-lo acompaño abajo
********************
-aquí está- el de cabello blanco extendió la bolsa al mayor. El otro dejo de tomar su vaso de agua y recibió el paquete – gracias- susurró
-¿por?
-lo… de… ayer…
-no te preocupes por eso- JiYong elevó su vista hacia el mayor- no diré nada
-hum…
-disculpe Joven… - otra empleada
-sí
-¿su amigo va almorzar con usted?
-a..ah – quitó sus ojos de la empleada y observó a su mayordomo, el cuál asintió- ¡sí!- afirmó, sorprendiendo al pelinegro.
-estará listo en unos minutos – se retiró
-JiYong yo… - Seung fue interrumpido
-el joven JiYong quiere mostrar su gratitud con usted. Acepte este almuerzo, por favor- dijo el mayordomo
-bueno…
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POV SEUNG
Cuando acepté el almuerzo no me imagine que sería así. El tamaño de la mesa era para 18 personas a mi parecer, eso lo podía pasar… las visitas de vez en cuando debían ser la razón. Lo que me fastidiaba de almorzar con él era que solo lo hacíamos nosotros. Él estaba en el cabecero principal y yo en la otra punta, y alrededor nuestro seis empleados entre cocineros y mayordomos. Todos observándonos, no directamente pero su presencia no era grata.
-¿no gusta de este platillo?
-¿ah?- vi a mi izquierda y estaba el mayordomo de confianza de JiYong me observaba, al igual que el resto de gente
-¿quieres que te preparen otra cosa?- esta vez me preguntó JiYong
-no, está bien- cogí lo utensilios y comí.
No me imaginó viviendo en esta casa. Podrá ser muy bonita y con lujos pero pasar por esto todos los días debe ser una tortura. Aunque a él no parece incomodarle, debe ser la rutina. Ahora es más fácil entender porque se comporta como si fuera de la realeza. En cierto modo ha crecido como tal y es parte de su vida.
Cuando terminé, nos despedimos por formalidad y regresé a mi morada.
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-somos diecisiete personas incluyéndome. Las habitaciones de cada casa son muy amplias por eso habrán dos personas en cada una. Acérquense conforme los llame y les entregaré sus llaves- dijo Tablo
-por favor sea rápido, me estoy congelando- decía Dara tiritando de frío a pesar de estar muy abrigada.
Sábado. Dieciseis chicos y chicas habían confirmado ir de viaje. Ahora se encontraban en Jeollabuk-do. El paisaje era magnífico, la vista sobrecogedora que permite a los esquiadores admirar la belleza de las laderas nevadas, todo cubierto por hermosas capas de nieve blanca. Había muchos turistas y también coreanos que llegaban a ese lugar para limpiar su cuerpo y su alma de toda la carga que era trabajar en la ciudad.
Cada uno de los jóvenes o los que estaban presentes llegaron a sus casas y acomodaron sus pertenecías que ya habían sido enviadas desde el aeropuerto. Salieron a caminar dividiéndose en varios grupos, unos iban a las tiendas a comprar comida, otros a ver a las personas esquiar y otros solo admirar el paisaje, tal y como lo hacía JiYong.
POV JIYONG
Hace muchísimos años que no veía la nieve… es tan blanca y suave que no puedo dejar de tocarla, aunque este muy fría a mí también me gusta el frío y no tengo problemas con eso. Averigüe un poco antes de llegar y está en los días cálidos por eso solo llevo un polo debajo de este gran abrigo térmico, bragas de cuello y también medias térmicas que me mantienen caliente.
Quiero esquiar, me gustaría hacerlo alguna vez, pero no conozco a nadie que me enseñe aquí. Solo tendré que ver como los demás se divierten.
Miré mi reloj y ya eran las tres de la tarde, cuando salimos de Seúl eran las 10 de la mañana. Había pasado muchas horas en las pistas de nieve. Sería mejor que regresé a las casas que alquilaron para nosotros y le pida la llave al supervisor.
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-buenas tardes supervisor- lo saludé cuando llegué
-¡JiYong!, empezaba a preocuparme cuando no te vi con tus compañeros- me sonrió
-estuve admirando el paisaje
-es muy hermoso
-sí. Disculpe… podría darme la llave de mi habitación
-claro, toma
-gracias. Adiós – iba a irme pero me detuvo
-en la casa estarás con uno de tus compañeros, tendrán sus habitaciones separadas, pero vivirán juntos estos días
-ok- dije aparentemente tranquilo, sin embargo no lo estaba. Pensé que estaríamos en casas individuales, como podre resistir estos días con alguno de ellos si todos me detestan.
Suspire resignado.
Igual tengo que ir, no puedo quedarme afuera o moriré congelado.
Cuando estuve frente a la cabaña, inhale y exhale para tomar fuerzas y entrar. Metí la llave con cuidado de no hacer ruido, la giré y se abrió. Asomé mi cabeza para verificar el terreno y en la sala no había nadie. Entré. Estaba silencioso, supuse que no había nadie. Caminé lentamente viendo el decorado, era como si viviera en una casa antigua, tenía chimenea creo que era la primera vez que veía una no recordaba haber visto alguna antes.
Anduve por el pasadizo y hallé dos puertas, tenía la llave, pero no sabía a cuál de las dos pertenecía. Una idea se vino a mi mente. Fui a la puerta que estaba a mi derecha y acerque mi oído. Nada. Me acerque a la otra y… ¿nada? Tal vez salió y…
-¿tú serás mi compañero?
-¡AHHHH! - grité y di un salto del susto, juraba que no escuche nada.
-¿Por qué gritas?
-ah..ah… pe… pen..sé que no hab..bía nadie- tartamudeé a la vez que regulaba mi respiración.
-estaba durmiendo, pero escuché abrir la puerta por eso me desperté- me explicó sonriendo
-mmh… ent..ntonces a mi me toco la derecha ¿no?
-es obvio- volteé hacia la puerta derecha para abrirla, cuando…
-¡oye!-me llamó y temí
-¿qu..ué?- respondí dándole la espalda
-¿has comido?-giré para verlo y negué. Sonrió – estaba esperando que llegara mi compañero para almorzar juntos, pensé que moriría de hambre hasta esperarlo. – estaba confundido, esto era tan… “extraño”. No sabía si se estaba burlando de mí oh… oh… no lo sé.- que dices ¿comemos juntos?
-ahm... yo...
…gggrrggrrr…
Vergüenza, eso es lo que sentía.
-tienes hambre- rió- hasta tu estómago lo pide ¡vamos!- me jaló de la mano- ¿siempre estás tan frio?- no conteste, solo seguí caminando hacia la cocina junto a él.- que comeremos… hum…- revisó la alacena y el refrigerador. Saco varias cosas de ellas. – ¡Ayúdame!, no te quedes parado- me volvió a jalar a su lado. Intranquilo. Así estaba. Cogí una cebolla y la miré durante unos minutos.- ¿Qué pasa?
-yo… no sé cocinar- dije avergonzado. Para eso tenía empleados en casa. Solo debía concentrarme en mis estudios, en nada más.
-¿Qué pasa si un día te pierdes en un lugar desconocido? y no tienes dinero - bajé la cabeza, no quería que me reclamase esas cosas- olvídalo, para tu suerte yo sé hacer algunas cosas básicas para sobrevivir- ¿sobrevivir? Lo miré
-¿Por qué no comemos afuera? O mejor… pedimos comida y…
-¡no!- me interrumpió – no estamos en casa o en un lugar común. Esto es como estar de vacaciones. No puedes hacer un pedido o ir a un restaurante a comer
-¿Por qué no? Tenemos dinero
-porque se pierde la esencia.- dijo mientras lavaba otros productos- tú pela las cebollas eso no es difícil.
-está bien… ahhh
-¿Qué?
-tengo que cambiarme de ropa. Con esto no puedo
-tienes razón- seguía mirándome- ve a cambiarte- asentí y fui rápidamente a mi habitación.
Caminaba de un lado a otro. Algo iba mal. Porque me trata de esa forma tan… ¿amable? Se habrá golpeado. No lo creo. ¿Qué paso? Es mejor que tenga cuidado con él, no puedo confiar así nada más. Él me odia debo tenerlo presente en todo momento. No puedo olvidar eso.
Desempaque mi ropa y la ordene en el closet, me puse unos jeans y una polera amarilla con capucha. Había calefacción en la casa así que no se sentía tanto frío.
Regresé a la cocina en silencio. Tomé las cebollas y las puse en un bol, las lave y con un cuchillo corte las raíces. Hice un pequeño corte a la primera capa y le quité la cáscara, seguí haciendo lo mismo. Pero los ojos me picaban, me ardían, los sobe con mis manos. Intentaba pelarlas, pero casi no veía. Sentía lágrimas formarse, estaba a punto de hacer un berrinche, sin embargo opte por dejar las cebollas e ir al lavadero. Abrí el caño y me lavé el rostro.
-JiYong… ¿te sientes mal?
-nn..no - mi voz sonó sollozante
-¿estás llorando?- sentí que se acerco. No sé que me estaba pasando, pero no quería que me viera así. Cerré el caño y cubrí mis ojos con los brazos
-oye- me habló con calma- ¿recordaste algo?- Negué. Me giró para quedar frente a él- no llores
-no est..oy llor..rando – error. Ignoro en qué momento comencé hacerlo.
-tranquilo- me abrazó- te dije que podías desahogarte, puedes llorar delante mío si necesitas hacerlo
-¡no quiero llorar!- exclamé- ¡me arden los ojos y me pican mucho! No sé que pa..sa …if… - sollocé de impotencia.
Se alejó de mí
-¿te arden?
-s..sí
-déjame ver- quiso quitar mis brazos, pero se lo impedí
-¡no quiero!- intente irme, pero me olvidé que ahora no veía nada
-si no me dejas ver. No podré ayudarte- necesitaba su ayuda. Deje de moverme y traté de serenarme. Retiró mis brazos- intenta abrirlos
-no puedo- no lo intente. Colocó sus manos en mi rostro.
-inténtalo – inhalé y pestañeé un poco, pero rápidamente los volví a cerrar- solo era eso- rió
-¿Qué cosa?
-el ácido de la cebolla- volvió a reír. Sentí aire frío en mis ojos que me quitaban un poco el escozor - pestañea de nuevo.
-¿para qué?
-¡solo hazlo!- acaté y lo hice. Logré ver lo que hacía. Estaba soplando a mis ojos- no los cierres. Esto lo calmara rápido- poco a poco el ardor desapareció – ahora ya estás bien. Lo ves
-gr..acias- quise secar mi rostro mojado con mis manos…
-¿¡estás loco!? - me gritó y sujeto mis brazos – tus manos también tiene ácido, si te tocas volverás a sentir lo mismo que hace rato.- ahh…
-¿Qué hago?
-ve a tu cuarto y con una toalla sécate, luego lávate las manos con jabón. Yo me encargaré de la comida. Tú descansa.- asentí y me retiré de ahí.
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-¡ya está la comida!- escuché que gritó. Salí de mi habitación y fui a la sala
-la mesa está servida- me mostró una sonrisa. Aun me parecía raro ver ese gesto en su rostro dirigido a mí.- siéntate- lo hice. Era una mesa redonda. Estábamos uno frente al otro – prueba quiero saber qué opinas
Vi el plato vacilante ¿si le había echado algo?
-prueba- insistió. Mordí mi mejilla interna y probé un pequeño bocado. Lo retuve en mi boca, pero luego lo comí. - ¿Qué tal?
-sabe…- me observaba expectante algo que me ponía nervioso- b.ie..n
-¿bien?... umm… por lo menos es comida, come - el comió y lo disfrutaba. Yo también tenía hambre así que lo comí. Lo único que no me gusto fueron sus modales en la mesa, no respetaba los principios básicos de la etiqueta. Yo los aprendí, porque mis padres me lo enseñaron, y los profesores de la escuela secundaria lo reforzaron.
-gracias
-es la segunda vez que almorzamos juntos- dijo
-sí
-pero ahora es mucho más agradable
-¿a qué te refieres?
-nada. Olvídalo- se levanto- lavaré los platos. Haz lo que tengas que hacer.
Ayudé a juntar los platos y botar las sobras, luego me fui a descansar.
FIN POV JIYONG
La relación entre ambos jóvenes pareció mejorar en esos días. No hablaban mucho, pero tampoco discutían. JiYong lo ayudaba a cocinar como ahora.
-corta esos tomates en rodajas para la ensalada
-está bien - tomó el cuchillo y en una tabla cortaba despacio
-voy por algo a mi cuarto, miras que el guiso ya este hecho - se retiró
El menor continúo con su labor. Hasta que el ruido de una olla lo desconcentro. Salía vapor. Dejo el cuchillo y se acerco a la cocina, la tapa se movía ligeramente, pero no lograba ver si ya estaba cocinado o no. Tomo la tapa con la mano y…
-¡AAAHHHHHHHHH!- gritó
-¿¡JiYong estas bien!?- llegó el mayor corriendo. Vio la tapa en el suelo y al chico soplando su mano derecha con rapidez- ¿Qué pasó?
-me quemé
-¡aish!- jadeo con calma y tiró del joven al lavadero. Donde metió la mano accidentada bajo el chorro de agua fría.- cuando destapes una olla, debes de usar una manopla de cocina, así evitaras quemarte.
-ven conmigo- después de haber levantado la tapa y apagado la cocina, lo llevó a la sala - quédate ahí, yo traeré una pomada para las quemaduras- se fue y volvió- extiende la palma.
Con una mano sostuvo la mano del de cabellera blanca y con la otra aplico la crema - En unas horas desaparecerá el dolor. Mejor alejamos la cocina de ti, solo pon los platos en la mesa. Yo serviré.
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POV SEUNG
En estos días que teníamos de descanso quería reposar, pero al descubrir quién sería mi compañero cambie de planes. Había cierta necesidad en mí por saber cuánto ha cambiado. Hice que compartiéramos más cosas. Notaba que él estaba incomodo y yo igual, claro… después ignorarlo y tratarlo como lo trate quien no. Recuerdo que Yunho se llevaba muy bien con él, dudo que si hubiera sido una mala persona lo hubiese cuidado tanto.
Antes de que saliera por la tarde, le pregunté si quería ver una película en la noche, acepto.
Ya eran las nueve de noche y no había rastro de él, el clima había cambiado, estaba nevando con fuerza. Salí de la casa muy abrigado para ir al supervisor a preguntarle, pero antes me crucé con mis amigos.
-hola chicos
-¡Seung!- sonrieron- ya casi ni te vemos salir es como si hubieses desaparecido
-solo estaba descansando – tenía que mentir, si decía lo otro… mejor ni me lo imagino. -ahm… ¿han visto a… JiYong?- pregunté y sentí que cavaba mi propia tumba
-¿JiYong?- se miraron entre ellos y rieron
-sí, ya saben… alguien tiene que ordenar mi cuarto – aclaré
-creo no volverá esta noche- dijo se7en
-¿por?
-porque está allá- señalo en una dirección contraria a mí. Volteé y solo había una gran montaña cubierta de nieve
-¿Dónde?
-en la montaña. – Giré y lo miré confundido- Seung por dios, creo que la nieve te congelo el cerebro- bromeó – a lo que me refiero es… a que encerramos al niñato ese en una cabaña de la montaña- sonrió- hicimos un gran trabajo chicos- les dijo a los demás y chocaron sus manos.
Montaña. Cabaña. Nieve. Solo. Frío. Hipotermia. JiYong.
-¿¡QUÉÉÉ´!?-grité y me miraron con sorpresa- ¡como hicieron eso puede morirse en ese sitio!
-no seas exagerado- dijo Changmin – mejor celebra con nosotros, no le pasará nada
-adiós - dije molesto y fui a mi casa por mi equipo de esquí.
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Mi linterna era la única que me iluminaba en mi trayecto, sentía la nieve caer pesadamente sobre mí. Hace unas horas habían informado el cambio de clima que iba a ver, pero él no lo sabía.
Tenía pocas fuerzas y la presión de la altura me mareaba. Anduve con dirección a la cabaña, pero me dificulto que hubiera más de una. Con ayuda del mapa que nos dieron al llegar… fui descartando varias. Mi bastón se atoró con algo, lo removí y era un abrigo como él que yo llevaba, pero era blanco. Hurgue en los bolsillos y encontré un Smartphone, ya lo había visto antes. Era de él, debía estar cerca. Más allá vi un equipo de esquí tirado, casi sepultado por la nieve.
Subí más rápido y la encontré, frente a mí estaba la cabaña, era pequeña y no tenía ventanas, solo una puerta. Estaba silenciosa, pero no dudé que estuviera adentro… ya que la puerta estaba bloqueada por varias piedras, palos y ahora nieve. Quité todo ágilmente. Y la abrí. Alumbré el interior y ahí se encontraba.
Estaba en una esquina, acurrucado en su propio cuerpo, su cabellera blanca era lo único que notaba de su cabeza puesto que la tenía oculta entre sus piernas, las cuales abrazaba con las otras extremidades. Cerré la puerta.
-JiYong… - lo zarandeaba, pero parecía congelado. Solo tenía puesto un polo ni siquiera una chompa o guantes para que lo abriguen, no entiendo cómo podía llevar una prenda tan ligera en un lugar como este. Nadie usa polos aquí.
Eran más de las once de la noche, no podíamos regresar. La nieve creo que no pararía de caer hasta mañana. Su pulsación estaba baja. Tenía que darle calor. Me quite el abrigo y lo coloque sobre su cuerpo. Sin embargo el frío que inundaba este lugar ingreso al mío.
Debía idear otro plan.
Con mucho cuidado me coloque y senté detrás de JiYong separando mis piernas a cada lado suyo… casi chocando mi espalda con la pared fría al igual que el piso de madera. Reacomodé mi abrigo para arroparnos a ambos, pero no me abrigaba. Me quité los guantes y se los puse. Lo que iba hacer me hubiese gustado que fuera con alguna chica, pero solo estábamos nosotros. Tomé sus brazos y lo fundí en un abrazo alrededor de su cuerpo apegándolo a mí. Ahora que no llevaba guantes podía sentir cuan helada estaba su piel.
Cuando estaba en la adolescencia, con mis compañeros de mi nuevo colegio fuimos muchas veces a esquiar y los profesores siempre nos recordaban que si en caso nos perdíamos con algún compañero o compañera, el calor corporal era el mejor combatiente para sobrellevar el frío.
Eso estaba haciendo, era la primera vez que pasaba por algo así y no era nada placentero. Mi cabeza iba a explotar por el congelamiento. Escondí mi rostro en su cuello… necesitaba más de su calor.
-res…siste has..sta el ama..ne..cer
FIN POV SEUNG
CONTINÚA…