-¿Qué se les ofrece?
-nos llamaron de esta residencia por una emergencia
-¿de aquí?
-sí, no me diga que era una broma –dijo con disgusto
-no sé, yo no…
-¡¡¡AAAHHH!!!- un grito proveniente del segundo piso llamó la atención de los recién llegados.
-¿Qué fue eso?- se preguntó la señora Heo.
-¡vamos arriba!- los hombres subieron con sus implementos.
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-es grandioso que los padres hayan cambiado de opinión – dijo Yang, el director
-si los chicos no hubiesen intervenido dudo que notaran el error que iban a cometer – siguió la señora Choi
-lo que falta ahora es determinar la sanción que le daremos a la señorita Yoon
-estoy segura que alguien más debió ayudarla, alguien tuvo que decirle, espero que logren averiguarlo.
-puede estar más tranquila, lo más difícil ya paso.
-director, muchas gracias por apoyar a JiYong en estos momentos.
-es un excelente alumno se merece el apoyo de su casa de estudios
-estoy agradecida por eso. Ya es hora de retirarme – se puso de pie, seguida del director
-que tenga un buen día – le sonrió
-usted igual – hizo una ligera venia y se retiró.
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La madre de Seung hyun caminaba, notablemente más tranquila, por el pasadizo principal de la universidad. Ella posó su mirada en el grupo humano que la esperaba sonriendo al final del camino. Tenía conocimiento de las acciones cometidas por los jóvenes hacia el peliblanco, pero lo hecho en la reunión fue un acto grande de valentía y arrepentimiento.
El ringtone de su celular sonó, deteniéndola. Buscó en su bolso y vio el nombre de Dong Wook, sonrió. La hacía muy feliz que él y su hijo retomaran su amistad.
-hola Dong Wook – contestó y siguió andando
- tía necesito que vengas
-aun no me he ido de la universidad ¿Dónde estás?
-no estoy ahí
-¿Cómo que no? –mas valía que le diera una buena excusa sino hablaría con sus padres.
-estoy en la clínica
-¿Qué? –al escuchar la respuesta se detuvo
-por favor apúrate. Seung esta descontrolado y yo… yo no sé qué debo hacer – angustia y miedo era lo que transmitían sus palabras
-¿Qué le pasó a mi hijo? - preguntó temerosa
-no es Seung, ven por favor
-Dong Wook, se claro y dime que ocurre
-ah… es JiYong
-¿Qué hay con él? – se serenó un poco al saber que su hijo estaba bien
-el… intentó… suicidarse
-…
-¿tía?… ¡tía por favor! – se desesperó ante el silencio
-¿co…como? – aquello no se lo esperaba
-ya están atendiéndolo, pero Seung está haciendo mucho alboroto
-está bien, está bien ya voy para allá
-ok
-adiós- colgó
En su mente intentó ordenar las cosas que le fueron dichas, pero le parecían increíbles de creer si quiera pensar. Aceleró sus pasos a la vez que buscaba las llaves de su auto.
-señora Choi – la llamó hyung Joong cuando la tuvo cerca
-chicos, discúlpenme, pero ahora no – se hizo espacio entre ellos, y fue al estacionamiento. Los jóvenes al notarla nerviosa la siguieron e iniciaron una ronda de preguntas que solo aumentaban su desesperación.
– solo díganos si está bien
Cerró la puerta del carro y bajó la ventana para darles una respuesta.
-su compañero Dong Wook me llamó diciendo que JiYong está en la clínica y tengo que irme
-¿está mal? – preguntó Bom
-sí. Adiós chicos – encendió el motor y arrancó.
-¿Qué le habrá pasado? – se preguntó Sandara
-no lo sé, pero yo iré – dijo Young Bae
-yo también
-yo también
Es escasos minutos una sector considerable del parque automotor se esfumó.
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-¿la dirección te ha llamado?
-no
-¿y si te llaman?
-¡Changmin, ya deja de preguntarme!
-que histérica – bufó y rodó los ojos
-¿histérica?… yo diría que el único histérico aquí eres tú – lo miró con fastidio
-estoy preocupado por ti
-ja…ja…ja – rió con sarcasmo –preocúpate por ti
-¿Por qué debería hacerlo?
-porque si caigo yo… caes tú
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Como si de una barra brava de futbol se tratase, los alumnos ingresaron a la clínica guiados por la madre de Seung.
-jóvenes, no pueden entrar todos. –entre enfermeros y personal de seguridad detuvieron casia al mitad
-queremos ver a un compañero
-tendrán que agruparse porque no puede haber tanta gente en los pasillos, esperen por favor
-está bien – todos fueron encaminados a la sala de espera.
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En los pasillos internos el grupo que logró ingresar veía tristemente como su compañero era incapaz de controlar lo que sentía debido a la noticia recibida hace segundos.
-¡¡NOO!! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! – gritaba y golpeaba las paredes con toda la furia y dolor presente. Sus incontrolables sollozos provocaron que perdiera la fuerza gradualmente y se deslizara por la pared hasta quedar en el piso.
-Seung… - su mejor amigo intentaba hablarle, pero sabía que no lo iba a escuchar.
-hijo…- su madre se acuclilló-… corazón – su voz estaba a punto de quebrarse, y como no, si ve a su hijo destrozado.
-lo lamento hicimos todo lo que pudimos – dijo el doctor Park
-papá – el murmullo de su hijo captó su atención. Solo pudo negarle gestualmente.
Varios tenían los ojos rojos, miraban hacia los lados para intentar contener ese torrente de lágrimas que se quería salir. Ahí mismo, en ese instante, las mentes de todos parecieron coordinar y acordar recordarles cada una de las bajezas que le hicieron al joven dongsaeng que debían cuidar. A quien con solo llegar, y sin motivo razonable mas que su propia diversión, atormentaron día tras día.
Sandara, quien no soportó se retiró de aquel ambiente
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-¿Por qué lloras? – preguntaron sus amigos que quedaron en la sala de espera al verla acercarse a ellos
-mmm iif… ifff – lloró abrazándose a su compañero –no… pude… iff… siquiera… iff… disculparme
-oh…Dios – los alumnos se miraron desconcertados
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-no debí… iff… dejarlo solo – lloró con el corazón roto
-Seung… él se va a recuperar – dijo Dong Wook
-escúchalo, él tiene razón… JiYong va a despertar – habló su madre
-desde este punto, las cosas dependerán de él – dijo el doctor
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-chicos es mejor que regresen a sus casas, yo me quedaré con Seung – dijo Dong Wook
-hyung, nosotros queríamos verlo – Young Bae se sintió triste
Él y el resto del grupo habían esperado horas para poder verlo, lastimosamente el número de visitas estaba restringido y obviamente no podían ni eran capaces de pedirle a Seung que saliera para que ellos entren porque quien merecía esta con JiYong era el pelinegro, eso lo sabían todos.
-hoy no – exhaló- compréndanlo
-está bien
-mañana ya podrá recibir visitas, hoy solo dieron autorización a Seung
-entonces mañana estaremos aquí – dijo Bom
-nos vemos, descansen
-adiós
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POV SEUNG
-¿Por qué lo hiciste? –La noche había llegado y aun me costaba asimilar la decisión que él había tomado.
Cuando llamó y oí su voz sonaba tan extraño… en ningún momento pensé en esto, pero lo hizo. Al abrir las cortinas de la bañera, lo vi sumergido y entré en shock. Por un momento creí que todo estaba perdido, mas el grito de su empleada me despabiló y conseguí acercarme un poco mas sin embargo aun parecía tan irreal.
Cuando me di cuenta los paramédicos ya habían entrado y lo estaban sacando. Su cuerpo parecía sin vida, un inmenso miedo me embargó. No quería sacar conclusiones anticipadas, y me obligué a reaccionar e ir con ellos.
Ahora estamos aquí. Tú y yo. Sin poder hablarnos como siempre, desde hace un tiempo. No sé si más tarde o mañana querrás dejar de dormir y abrirás los ojos para ver de nuevo el mundo al que pertenecemos que con sus bondades y derroches es el lugar donde nos conocimos.
A pesar de esto mi madre tiene razón. Sé que despertarás y aunque quizá no sea el momento ideal… déjame decirte que siento un poquito de felicidad dentro de mí.
¿Quieres saber porque?
Una sonrisa ligera se dibuja en mi rostro porque esa increíble y hermosa razón… eres tú.
Cuando hablamos dijiste… dijiste esas palabras que provocaron una inmensa sacudida en mi corazón.
“te quiero”
Eso escuché.
No aseguro nada, pero quisiera creer que dentro de ti, tal vez en lo más profundo, donde tú desconoces… exista ese sentimiento que corresponde los míos sin miedo, ni prejuicios.
Me arriesgaré. Cuando despiertes lo haré.
FIN POV SEUNG
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MIERCOLES, por la mañana
-señorita Yoon ¿está admitiendo que uso está información para su beneficio? – preguntó el supervisor Tablo.
-sí, no tengo porque negarlo
-¿no se da cuenta del daño que ha provocado?
-ah…- resopló harta de tantas preguntas –usted me llamó para saber si quien había hecho ese reporte era yo ¿no?… y estoy admitiendo que lo soy… que más quiere que le diga.
-señorita refiérase con más respeto al supervisor – dijo el director
-si van a darme una sanción o a suspenderme primero hablen con mis padres, dudo que ellos acepten que me castiguen por hacer lo que me piden en mi carrera.
-hablaremos con sus padres, pero antes díganos quien le dio esa información sobre el alumno de segundo.
-¿es necesario?
-sí
-bueno, fue el alumno Shim Changmin – sonrió maliciosamente
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POV CHANGMIN
Definitivamente hoy ha sido un día horrible. Desde que llegué nadie me habla. Me ignoran y eso es lo que más detesto.
-profesor – interrumpió un supervisor -el alumno Shim Changmin debe acompañarme
¿Yo?
-Changmin ve con él – me dijo el profe
Me paré y salí del salón.
-¿A dónde vamos? – pregunté
-a la dirección
Oh…oh
FIN POV CHANGMIN
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-ya volví Seung – Dong Wook había regresado a la mesa que estaban ocupando en la cafetería. En sus manos traía dos vasos de café.
-ya te vi se7en – respondió alzando la vista viéndolo con gracia por la obviedad.
-¿no vas a ir a estudiar? – se sentó a su lado en una de las sillas y le dio una de las bebidas
-mañana iré. Gracias
-yo igual – le dio un sorbo
-¿Cómo están los chicos?- preguntó Seung
-¿los chicos? –se asombró
-supe por mi madre que ayer vinieron- pausó – esperaron hasta que estuvo estable
Dong Wook lo miraba. El corazón de su amigo era bondadoso verdaderamente.
-eres una gran persona Seung – el nombrado frunció el entrecejo, sin entender –el rencor u odio son difíciles de caber en ti – sonrió
-aun sigo molesto con ellos – tomó su café
-sabes… cuando llegué a mi casa recibí una llamada de Bom – el pelinegro asintió para que continuase –me contó que ayer hubo una reunión de padres.
-lo sé, mi madre era una de las que hablaría
-los adultos quisieron que… - dudó en seguir, pero lo hizo – quisieron expulsar a JiYong
-¿Qué? - lo miró preocupado
-querían sacarlo porque si la “noticia” se expandía podría afectar la imagen de la institución, pero nada de eso sucedió
-¿a qué te refieres? – su interés aumentó
-los chicos interrumpieron la reunión y se enfrentaron a sus padres. Hablaron por JiYong, gracias a eso él se quedará – suspiró tranquilo. Si las cosas no se daban así, todos se hubiesen sentido muy culpables.
El pelinegro seguía perplejo. Su madre no le había comentado nada al respecto. Él también lo había olvidado debido a lo acontecido.
-¿es… enserio? – podía creer que se arrepintieran de sus acciones, pero de ahí a interceder por el menor, era diferente.
-¡claro!…verdaderamente están muy tristes por lo ocurrido. Tú los conoces sabes que no son malas personas
-ah – sopló estresado – ya lo sé – dio el último trago – pero se esmeran en parecerlo – rió y el mayor se contagió.
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-yo no… no lo sabía – tartamudeó ante lo dicho por el supervisor
-es lamentable que usted haya participado en esto. Sus padres son personas muy correctas, no entiendo porque se comporta de esta manera…. Usted va a ser suspendido por dos semanas a partir del viernes. Ahora regrese a su salón y espero – exhaló- … espero que reflexione sobre sus acciones.
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“TOC, TOC”
-adelante – estaba de espalda a la puerta admirando el paisaje brindado gracias a la ventana que había en el ambiente por eso al girar se sorprendió.
-buenas tardes – saludaron educadamente
-¿Qué hacen aquí? – preguntó a sus compañeros luego de revisar la hora en su reloj.
Los recién llegados eran Bom, Sandara, hyun Joong y Jung Min. Ellos habían ido a la clínica escapándose de su última clase ayudados por sus compañeros que los encubrieron de los instructores que los tenían a todos en la mira por haberse ido el día anterior sin autorización de nadie y sin informar.
Antes de llegar a la clínica se detuvieron para acordar si debían de llevar algo o no. Después de deliberar por un tiempo acordaron comprar flores. Se dice que éstas ayudan en la recuperación de personas enfermas u hospitalizadas. El taxi que los estaba trasladando hizo una parada en una pequeña florería que vieron de paso, la persona que los atendió les dio cuatro ramos de flores de colores alegres, muy bonitas y delicadas.
Con sus obsequios listos retomaron el rumbo y pronto llegaron al gran establecimiento de salud. En informes pidieron ver a su compañero, por gracia divina habían llegado en horario de visita. El encargado les dio el número de la habitación y les informó de la presencia de dos jóvenes pelinegros en ella aparte del paciente. Saber eso los puso nerviosos. Primero porque no se detuvieron a pensar si alguien más iría a verlo y segundo porque ahora no sabían si de verdad podrían ver al menor o Seung los sacaría de ahí a patadas si se resistían.
Cuando estuvieron frente a la puerta ninguno se atrevía a entrar por lo que lo dejaron a la suerte ¡Yan Ken Po! Bom perdió. Con temor y nostalgia tocó la puerta y un “Adelante” los estremeció. Exhalaron para calmarse y entraron.
Y ahí se encontraban aunque al inicio no lo notaron segundos después sí y fue muy, muy sorpresivo. Aquella imagen les recordaba escenas de la películas que vieron durante el año a pesar que uno de ellos era hijo de un medico digamos que no le había interesado involucrarse en ello, por no decir que no le importaba lo que le pasara al resto mientras su familia y él estuviesen bien. Nunca habían tenido la “oportunidad” de ver un caso real por eso ni oyeron la pregunta de Seung hyun, toda su atención se centró en el paciente yacido.
Una aguja estaba insertada en el escuálido brazo izquierdo unida a través de un conducto hasta el suero que mantenía su goteo a un ritmo ni tan lento ni tan rápido sino moderado, el cual se encontraba casi lleno debido al reciente cambio. De igual forma una máscara cubría parte de la nariz y toda la boca ayudándolo a respirar empañándose ligeramente cada vez que el vaho chocaba contra el material. En los dedos de la mano derecha un pulsioxiómetro y oxiómetro monitoreaban que los pulsos y el oxígeno de la sangre se mantuvieran estable y a pesar que no se veían con claridad unos parches estaban pegados en el pecho del menor cubiertos por la bata blanca y un par más en cada sien de la cabeza y éstos a su vez conectados por cables hasta una máquina de tamaño regular para poder controlarlo hasta que estuviera fuera de riesgo y saliera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde estaba actualmente.
-ah – suspiró Seung al verlos paralizados. En realidad él hizo la misma acción la primera vez que lo vio. – si van a entrar entren no se queden ahí con la puerta abierta, el aire acondicionado de los pasillos puede afectarle - dijo mientras avanzaba hasta la camilla y acomodaba las sabanas para abrigar a JiYong.
-s…sí – respondió Jung Min e hizo entrar a sus amigos y cerró la puerta.
-eh… chicos, eso es para él ¿no? – Dong Wook que no había hablado pronunció esas palabras e hizo referencia a las flores.
-sí, son para él – afirmó Sandara
-dénmelas – los cuatro le dieron los ramos y él los colocó en unos recipientes.
-colóquense las mascarillas que están ahí – les señaló una mesita con un paquete de éstas. Seung y él también llevaban una cada uno. Ellos obedecieron sin discutir, sabían que esa área era de mucho cuidado.
-¿Cómo sigue? – el primero en hablar fue hyun Joong
-no ha habido mejoras desde que cayó en coma – respondió Dong Wook mientras lo veían
-¿Por qué tantos cables?
-no entiendo para que sean todos pero así vigilan que esté bien – Joong asintió.
Sorprendiendo a sus compañeros Bom caminó hasta donde estaba Seung, sentado en una silla al lado de la camilla, y se paró delante de él. Al notar su presencia alzó la mirada observando cómo se mordía ligeramente el labio y jugaba con sus manos, nerviosa. Ambos se miraron sin decirse nada. Entre ellos existía ese tipo de lazo en el cual no necesitaban hablar para entenderse y Seung entendió… entendió lo arrepentida que estaba por eso se paró y la abrazó. Rápidamente ella correspondió, lo extrañó tanto. No dudaron en soltar unas cuantas lágrimas, se necesitaron mucho en ese tiempo. Su amistad desde un inicio fue especial y ellos lo sabían muy bien.
-lamento todo lo que pasó, perdón… perdóname – murmuró con su rostro enterrado en el pecho del pelinegro.
-te extrañé Bomie – Seung tomó entre sus manos el rostro de la chica y secó sus mejillas – no puedo molestarme contigo – suspiró y sonrió un poco.
-también te extrañé - le sonrió y lo volvió a abrazar.
-¿Por qué a ella si la perdonas y a nosotros no? – la voz resentida de Sandara tomó presencia haciendo que ambos deshicieran su abrazo y la miraran.
-porque soy su mejor amiga ¿verdad? – Bom miró a Seung esperando su respuesta
-sí Bomie – sonrió
-eso no es justo – Sandara bajó la mirada, desalentada
-¿Qué haré con ustedes? – movió su cabeza observándolos
-Seung ya no seas así – Dong Wook intercedió por los otros tres – mira, hasta trajeron flores – apuntó a los floreros y logró que Seung riera despacio.
-¿entonces? – preguntó Jung Min
-está bien. Ya no estoy molesto con ustedes tampoco – dijo sin mas
-¡¡¡YEAHHH!!! – exclamaron emocionados
-chicos guarden silencio – se apresuró a decir
-oh… lo sentimos
Los cuatro que estaban alejados se acercaron a los otros dos rodeando la camilla. Sus ojos recorrieron el largo de ésta pudiendo detallar con más ahínco el estado de su compañero. Tantos cables y el sonido emitido por las máquinas ponían nervioso a cada uno sin excepción. El sube y baja de su pecho era totalmente apaciguado y lento. Era la primera vez que notaban lo diferente que se veía de esa manera… tan “dañado”. Contemplaron algunos rastros de arañazos aun rosáceos sobre la blanca piel exactamente en el cuello y en lo que se exponía de los brazos, pero ninguno preguntó.
Las gasas envueltas en las muñecas captaron la atención de Bom, quien tentada acercó su mano con intención de palparlas, pero una mano más bronceada que la suya la detuvo.
-la herida fue profunda… no lo toques por favor – dijo Seung. Bom entendió y retiró su mano.
-¿Qué tanto? – preguntó Jung Min
-no saben si dañó algún nervio motor – contestó Wook - no saben si tiene movilidad en las manos o…- tragó – ya no – casi ni se escuchó, pero lo dedujeron.
******************
-¡nana! –extendió sus brazos
-¡joven! – exclamó emocionada al verlo y apresurada se acercó a abrazarlo.
-¿Cómo has estado?
-¡muy bien! – Lo soltó – pero entre por favor, está en su casa
-jajaja gracias – la siguió hasta la sala
-hacía falta su presencia en esta casa
-ha sido un largo tiempo fuera de casa – dijo nostálgico viendo con detalle su hogar.
-¿no ha traído maletas?
-no. Vine así como me ves, sin nada – se giró. Solo tenía puestos unos pantalones azules, una playera blanca y una chaqueta negra. – estaré hasta el fin de semana después me iré nuevamente.
-oww… yo creí que ya estaba de regreso
-nana no entristezcas. Yo también ansío quedarme aquí, pero… - llevó una mano a su cuello – mi madre sospechará sino regreso del “viaje universitario a Seattle” en el que estoy con mis amigos. – sonrió con nerviosismo.
-vino… ¿sin autorización? - lo ultimo lo dijo bastante bajo
-sí
-¡joven!
-no te molestes nana. Dije que te eché de menos ¿cierto? – la abrazó nuevamente
-ay qué le diré a sus padres
-no le digas nada ¿sí?
-uhm…- torció los labios y exhaló – no diré nada
-te lo agradezco mucho – se separó – estoy cansado, el viaje fue muy largo
-¿quiere que le preparen algo?
-no, ya comí en el avión. Más bien iré a darme una ducha y luego a dormir.
-vaya joven sé que de allá hasta aquí son muchas horas sentado
-sí. Nos vemos mañana nana – depositó un beso en la mejilla de la mujer y fue a su habitación.
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JUEVES
-¿va a salir?
-iré a Hanyang
-¡qué bien!
-regreso más tarde. Adiós
-adiós
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-ya no sé ni para que vengo si igual voy a ausentarme dos semanas – se hablaba así mismo mientras ingresaba a los pasadizos. – además de todo la charla que tuve con mis padres que… isshh… no comprenden que estoy arrepentido. Yo no quise que eso sucediera. – Suspiró y continuó con la mirada gacha – aunque sí que tuvieron consideración conmigo… gracias a mis padres, sino estaría expulsado igual que In Na… y eso no es nad… ¡¡AUCH!! – cayó al piso bruscamente sintiendo como lo tomaban del cuello de la casaca.
-¡ERES UNA COMPLETA MIERDA CHANGMIN! - gritó energúmeno y le tiró un certero golpe en la cara provocando que le sangrará el labio. El nombrado estaba que no se lo podía creer.
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Por qué?
-¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE NADA?! –podía notar la furia saliendo de sus ojos. Su voz había escapado aterrorizada por tal muestra de odio, nunca antes visto de su parte. -¡¡HABLA IMBECIL!!
-Yu…Yunho…
CONTINÚA…