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El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Perdón por tardar, aquí el cap.

-¡¡SEUNG!!… Te encontré – JiYong llegó a ellos con una sonrisa enorme en el rostro. Sus compañeros quedaron estupefactos, nadie avisó que él volvería.  - ¿no te alegra verme?

-¿Qué haces aquí? –preguntó Seung  ignorando su pregunta

-estar solo en mi casa es muy aburrido…  quise venir para que estés conmigo – contestó con simpleza. Desvió sus ojos al resto de amigos del mayor y les sonrió – hola – hizo una reverencia

 

-Ji –lo nombraron los demás

 

-¿te pregunté algo JiYong? – interrumpió el pelinegro, el castaño  frunció el ceño.

-ya te lo dije, me aburrí

-y yo te dije que me llamaras si necesitabas algo – le recriminó

-pero… - entristeció. Pensó que Seung lo recibiría con una sonrisa igual que la suya.

-¡ahora mismo regresas a tu casa! – con su mano apuntó la puerta. Ji mordió su labio y sus ojos se llenaron de lágrimas  bajo la mirada de todos los presentes.

 

-Seung no lo trates así  - habló Dong Wook poniéndose de pie. No entendía la actitud de su amigo, pero era claro que estaba hiriendo la poca confianza que JiYong colocó en él. – Ya dijo que estaba aburrido, que se quede – posó una mano en el cabello del menor queriendo reconfortarlo, pero éste se sacudió.

-si no quieres que esté aquí… entonces me voy – habló con voz quejumbrosa y salió corriendo.

 

******************

 

POV JIYONG

  

Soy el más grande tonto que existe al creer que se preocupaba por mí.  No lo hace. No sé que busca juntándose conmigo, pero ya no volveré con él. Yo intentado ser su amigo, y él de seguro burlándose, encima con mi estúpida promesa. Burro, burro, burro.

 

-o…oye – alguien mueve mi hombro. –JiYong – murmura

-déj…jeme – sollozo. Como puedo estar llorando por él, no lo merece.

-ten… - delante de mis ojos aparece un pañuelo azul, lo recibo.

-gracias – seco mi rostro y oprimo mi nariz.  Noto como se sienta a mi lado en total silencio. -¿Cómo… sabes mi… nombre? – preguntó después de varios minutos.

-estoy en tu  mismo salón – lo miro. Es el chico con quien me encontré en el pasadizo.

-uhm… entonces… conoces a Seung hyun

-sí

-¿estás de su lado? – no quiero juntarme con sus amigos, con ninguno. Ni con Dara nonna.

-pues… antes, ahora… ya no – suspiró

-no te entiendo

-yo… hice cosas malas – sus ojos me miraron – muy malas. Lastimé a… - dudó de continuar y retiró su  mirada -… alguien, y él… ni ninguno de mis compañeros me lo perdona. – pasó una mano por su cabello y agachó la cabeza.

 

Me sentí identificado. Él era como yo. Ambos no encajábamos con nuestros compañeros. 

 

-yo no estoy molesto contigo – le dije sonriendo.

-¿tú? -  jadeó viéndome – tus recuerdos en este lugar son nulos, no sabes lo que dices.

 

FIN POV JIYONG

 

POV CHANGMIN

 

-Ya sé que lo olvidé, pero puedo crear nuevos ¿no?  -buscó respuestas en mí, asentí –lo ves, ¡tengo razón!

-aja – dejé de verlo

 

No  sé porque estoy sentado aquí con él, no debería ser yo, cualquiera menos yo.  Pero cuando lo vi corriendo por el campo con un brazo cubriendo sus ojos supuse que no estaba bien y me preocupó. Ojala me creyera alguien. Lo seguí de lejos y  se detuvo metiéndose bajo las graderías  de la cancha de futbol. Titubeé mucho en ir o no, finalmente fui y por eso terminé en éste sitio.

 

-¿Por qué estás aquí? – le pregunté

-Seung me gritó – murmuró

-¿así?

-es un odioso, no quiero estar cerca de él nunca más – dijo firme

-tal vez… estaba de mal humor

-no, porque cuando tú abriste la puerta y yo entré, él estaba sonriendo y cuando me vio se molestó

-ah…  

-¿y… cómo te llamas?

-soy Changmin

-Changmin – me nombró - ¿puedes llevarme a un lugar?

-¿A dónde? – sonrió

 

--------------------------------

 

-¿Por qué mejor… te llevo a tu casa? –insistí

-por favor, siii… - me vio suplicante – sólo  será un rato y despu…

 

-¡¡JiYong!! –ambos giramos ante el grito que oímos.  A unos metros un enfurecido Seung hyun  se aproximaba acompañado de los otros chicos.  No se detuvo hasta llegar a mí y tirarme un derechazo, tumbándome.

 

-¡¿Qué haces?! – escuché el grito asustado de JiYong

-aléjenlo – ordenó mirándome con odio. Sólo moví mi mandíbula para aminorar el dolor.

-¡déjenme! – se quejó cuando Jung min y Dong Wook lo tomaron de los brazos. 

-te advertí que no te acercaras a él. ¡TE LO ADVERTÍ MALDITA SEA! – exclamó iracundo

-no le hice nada -  dije entre dientes aún tirado sobre el pasto.

-¡¿y piensas que te creo?! – me tomó del cuello de mi chaqueta – No… Te… Creo… Nada – sus ojos parecían desorbitarse por la ira.

-únicamente lo ayudé

-¡JA! – se burló ajustando más mi prenda

-¡dice la verdad! – de un momento a otro el fruto de la discordia se logró deshacer de los otros y llegó a mi lado  colocando sus manos sobre las de Seung quien lo miró… impresionado. – Él no me hizo nada – me defendió.

-Ji… tú no comprendes… - movió su cabeza negándose a aceptar esas palabras y… yo entendía. – él es…

-¡es mi nuevo amigo! – soltó asombrándonos, obviamente que me incluyo.

 

FIN POV CHANGMIN

 

-JiYong estás equivocado sobre él – se oyó a Dong Wook –de seguro te ha llenado de mentiras para que te junt…

-¡los únicos que mienten son ustedes! – Miró a todos – sobre todo ¡tú! – Empujó a Seung – Changmin será mi nuevo amigo, así que no te metas con él

-JiYong escúchame – Seung se acercó, pero JiYong lo interrumpió

-no voy a escucharte más. Yo te odio, entiendes, te odio.  ¡Antes, ahora y siempre te odiaré! – gritó molesto 

-Ji… -  jadeó perplejo

-vámonos – Auxilió a Changmin, levantándolo. – no te me acerques entiendes. – lo  observó por última vez y se fue con el otro.

 

El pelinegro quedó sentado sobre el pasto,  la impresión de aquel acto del castaño no se iba, y aun peor las palabras que le fueron dichas con odio, verdadero odio.

 

******************

 

Conduciendo su auto en un silencio incomodo se hallaba Changmin. En su interior agradecía que JiYong lo hubiese “defendido”, pero tampoco esperó que dijera tremendas palabras  al pelinegro.

 

Conocía algo de la historia del par, pero no había hondado en ello, sin embargo ahí parecía radicar dicho rencor del menor. Debía abordar el tema mas no hallaba la manera de hacerlo. Lo último que quería era que sus compañeros creyeran que trataba de poner al castaño en su contra.

 

******************

 

POV SEUNG

 

¡Detesto absolutamente todo!

 

No entiendo a JiYong, lo único que hice fue preocuparme por él. Quizá no lo comprenda, pero sentí mucho miedo de verlo en la universidad. Si algún malintencionado le decía la verdad, eso… eso podría….

 

¡Agh!

 

De sólo pensarlo se me escarapela el cuerpo.  Es tan… ¡inmaduro! Ya ni sé cuanto más  podré soportar su desprecio.  Hasta dudo que me haya ofrecido su amistad realmente,… lo que dijo sonó tan “sincero”.

 

El susto que pasamos todos cuando salió disparado del salón y no lo encontrábamos por ningún lugar donde buscamos fue agobiante.  Encima lo encuentro con Changmin, ese idiota.  Se7en debe estar en lo cierto al decir que Changmin le quiere llenar la cabeza de falsedades contra nosotros. Y peor que eso, desconozco de donde nació esa “amistad” que dicen tener ahora.

 

Si mi JiYong estuviese aquí, él me escucharía en todo y no dudaría de mi palabra, pero éste sólo me provoca rabia y dolor, porque a pesar de actuar diferente sé que lo que piensa y siente viene del mismo corazón.

 

-espero que estés bien

 

Realmente lo deseo. Soy capaz de linchar a Changmin si se atreve a tocarle un solo cabello, uno solo.

 

FIN POV SEUNG

 

******************

 

-detente aquí

-pero aun falta

-detente, por favor

-está bien – buscó donde cuadrarse y estacionó su auto. -¿para qué quieres detenerte aquí?

-¿me puedes prestar dinero? – estiró su mano esperando recibir  algo.

-Ahm… claro… ¿Cuánto necesitas? – sacó su cartera

-200 wons

-¿tan poco? – el menor asintió y obedeciéndolo le dio esa cantidad.

-espérame aquí, ya vuelvo. – sin dejar hablar al mayor salió del auto.

 

POV JIYONG

 

Estoy seguro que vi una tienda hace unos momentos. ¿Dónde está?

 

¡Oh! ¡Ya al encontré!

 

Caminé hasta la esquina y entré a la tienda. Había una chica de mi “edad”.

 

-buenas tardes – me saludó -¿Qué desea?

-disculpa… ¿vendes cubitos de hielo?

-sí. ¿Cuánto quieres?

-ahm… ¿Cuánto me puedes dar por 200wons?

-pues… como 10

-creo que estaría  bien – tal vez es mucho - ¿vendes paños?

-sí. Son  de tela y cuestan 100 wons cada uno.

-entonces me das cinco cubitos y un pañuelo – ¡las clases de matemática  sí que me sirven!

-ok – fue a la refrigeradora y sacó cinco cubitos metiéndolos dentro de una bolsa transparente. – Ten – me entregó el hielo y de una vitrina pequeña sacó un pañuelo verde - ¿es todo?

-sí, cóbrate – le di el dinero

-gracias por su compra joven -¿joven?

-¿Cuántos  años tienes? – ella se sonrojó

-once

-yo también tengo once – me miró incrédula y rió

-¿sí?

-es enserio – aseguré, pero no pareció creerme, bueno si no me creía era su problema. Tonta.

 

Salí de la tienda y caminé hasta el carro de Changmin. Abrí la portezuela  y me ubiqué en el asiento copiloto.

 

-ya compré – le informé. Sobre mis piernas saqué de la bolsa el paño y coloqué dentro dos cubitos. -toma  

-¿para qué? – parecía confundido, de seguro quedó así por el golpe que le dio Seung.

-es para que baje la hinchazón de tu mejilla, ese bruto te golpeó muy fuerte

-no debes preocuparte por eso, no me duele – negó sin aceptar lo que compré

-¿no quieres que te ayude? - ¿Acaso nadie me quiere a su lado?

-no es eso… -  contestó apresurado –lo aceptaré, gracias – sonreí. Cogió el paño y lo acercó a su mejilla, jadeó al rozarlo y reí.

-¡dijiste que no dolía! – lo acusé y sonrió

-es por hielo

-si como no – murmuré  con sarcasmo.

 

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Seguimos el camino que marcaba el GPS  y ya estábamos cerca de llegar. Sentía cosquillas en mi estómago por la emoción.

 

-a partir de aquí debemos caminar – me avisó

-está bien

 

Hallamos un estacionamiento a unas cuadras y salimos para continuar.  De pasó vimos una heladería, aunque ya estábamos en otoño nunca cae mal.

 

-¿quieres helado? – me preguntó

-sí… me gusta mucho, sobre todo el de vainilla

-Te lo compraré

 

Entramos al lugar y del frigorífico sacó dos potes de helado uno de vainilla, para mí, y otro de chocolate para él. Le pagó al vendedor y salimos comiendo aquel sabroso manjar.

 

-come despacio –escuché que me dijo, pero no podía. Mis papilas sentían que hace mucho no lo comía y lo necesitaba.

-está muy rico – hice una pausa en mi devorar

-jajaja…  igual no te metas todo eso tan rápido puedes atorarte

-comeré despacio

 

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-¿aquí vivías? – preguntó

-sí. Quisiera entrar nuevamente, pero… ya no es mi casa – contesté triste.

 

Frente a nosotros estaba mi casa, o bueno mi antigua casa aunque yo la sentía como mía. Había sufrido algunos cambios como el color de la fachada, el diseño de la puerta y las ventanas también eran otras, sin embargo aun mantenía su esencia.  Esa que a pesar de la lejanía de mis padres me hacía sentir “bien.”

 

Cuando veníamos  en camino reconocí a algunos de mis vecinos y los saludé, pero ellos me miraron raro y  Changmin me dijo que probablemente no me reconocían. Tengo presente que ya no tengo once, pero… es tan… extraño.

 

¿Cómo han pasado tantos años y no tengo recuerdos?

 

-¿JiYong tienes hambre?

 

 No valía repensar en algo que yo no podía cambiar, sólo me queda aceptar esto que no sé cómo llegó a mí. Cuando el señor JinYoung vuelva me encargaré de preguntarle  todo lo que he hecho en estos años.

 

-ya tengo hambre

-busquemos un restaurante

-sí

 

Después de dar varias vueltas hallamos una pequeña casa de comidas. Nos sentamos en unas sillas simples y una señora nos ofreció lo que había en el menú, hicimos el pedido y un rato más tarde nos lo trajeron. No me había percatado, pero Changmin se veía incomodo.

 

-¿Qué tienes? – le pregunté al ver su plato sin tocar.

-nada – paseó sus ojos por la modesta fonda como si la inspeccionara.

-¿y porque no comes?

-pues… yo nunca he comido en un lugar como éste

-¿a qué te refieres? … es un restaurante como todos

-olvídalo. No tengo hambre-  dejó el plato de lado -  termina de comer y nos regresamos – dio un sorbo a la bebida que pidió, anís.

-¿antes de irnos  podemos visitar otro lugar? 

-se nos va hacer tarde

-sólo un ratito –dije para  convencerlo

-está bien ¿A dónde quieres ir?

-a mi colegio

 

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-está igual que antes no ha cambiado

 

Ahora estábamos en mi colegio.  Que buenos recuerdos tengo de aquí junto a mis amigos. A pesar que las rejas estaban cerradas se podía ver desde afuera. Alumnos dentro de los salones, también los profesores. Avancé rebuscando donde estaba  mi salón sé que era casi al final.

 

-¿Qué buscas?

-mi salón

-¿no recuerdas cual es?

-sí, pero… -me cogí el estómago. Sentí un revolcón adentro.

-¿Qué pasa? –se acercó

-me duele la barriga –  lo sobé tratando de aminorar el dolor, pero aumentó - ¡augh! – me hinqué en el piso.

-¿te duele mucho?

-sí… iff…  - estaba sollozando adolorido.

-voy a llevarte a un hospital quizá la comida te cayó mal. Súbete a mi espalda – se agachó delante de mí y subí. Pasé mis brazos por su cuello y se echó a correr hacia su auto.

 

FIN POV JIYONG

 

******************

 

POV SEUNG

 

Llevo más de de cinco horas esperando que JiYong regrese a su casa  y nada, ni rastro de él. Marqué su número, pero me di con la ingrata sorpresa que éste se encontraba muy bien guardado en su mesa de noche. ¿Genial, no?

  

-¿Cuánto más va a estar resentido?  

 

Se comporta como un niño engreído en su totalidad, definitivamente jamás hubiésemos podido entablar una amistad con esa actitud tan impulsiva suya. No puedo esperar más tiempo.

 

-espero que aun guardes su número – dije  mientras marcaba al celular de se7en.  Al instante contestó.

-¡Aló! – dijo con esa jovialidad común en él. Cualquiera creería que no tiene problemas, pero… hasta en las mejores familias las hay, y la de él no es la excepción.

-hola Wook

-¡Seung! ¿Qué necesitas?

-quería saber si tienes el número de Changmin

-¿para qué lo quieres?

-ah… - exhalé –JiYong aun no vuelve y él último que estuvo con él fue Changmin, así que deben estar juntos.

-pero si no lo están -  esa opción no pasó por mi mente.

-¡no seas pesimista! – ahora si me asusté. -  ¿lo tienes o no?

-ya… ya… no te molestes. Busca un papel y te dicto su número para que rescates a tu “damisela” en peligro. – ignoré lo que dijo.

-dame el numero

-974…

-espera

-¿Qué?

-Me está entrando otra llamada – deslicé el dedo sobre la pantalla y atendí el número desconocido. -¿Aló, quién habla?

-ahm… soy yo… Changmin – al oír su voz me sentí encender de amargura. -¿Se…ung?

-¡pedazo de imbécil! ¡¿DÓNDE DEMONIOS TE LLEVASTE A JIYONG Y PORQUÉ NO ESTÁ EN SU CASA A ESTAS HORAS?! – exploté.

-esto… ehm… -ahora duda vaya tipo.

-¿estás con JiYong o no?

-sí

-pues qué esperas… tráelo de una vez

-no puedo

-¿Por qué? – fruncí el seño

-no… no fue mi culpa, de verdad – sonaba temeroso. Tragué saliva.

-¿Qué… ocurre? – empuñé mi mano libre

-estamos… en un… hospital

 

¡crock!

 

Una parte de mi pareció romperse al escucharlo. Me congelé. No supe que responder, es como si  vieras un fantasma pasar delante de ti y no sabes que hacer.

 

-no es algo muy grave, el doctor dijo que tiene indigestión. –Continuó – necesita saber información sobre su alimentación o si tiene alguna dieta, por eso te estoy llamando, yo no sé.

-¿Qué hospital? – me sobé la cara para poder calmarme del susto.

-el hospital de atención gratuita, queda cerca del antiguo colegio de JiYong.

-ok, ya voy – colgué y volví con Wook

-hasta que por fin – soltó 

-ya sé donde esta JiYong

-¿Dónde?

-en un hospital

-¿Qué pasó? – se oyó realmente interesado

-no sé con exactitud, pero voy a ir para allá.

-¿quieres que te acompañe?

-descuida, iré solo

-llámame cualquier cosa

-está bien, adiós

 

FIN POV SEUNG

 

******************

 

En la sala de espera del hospital.

 

Changmin meneaba los pies con nerviosismo. Estaba sentado cerca de veinte minutos y la enfermera acaba de retirarse, nuevamente.  La preocupación no lo dejaba ni un minuto desde que entró con el castaño al lugar. Tuvieron suerte que no había tantos pacientes y lo atendieron rápido, le pusieron una inyección para disminuir el dolor que tenía y sedarlo.

 

Recordaba cada pregunta que la enfermera le hizo, por orden del doctor, ya que era la única persona que venía con él.  Sólo pudo contestar algunas, muy pocas, no eran de ayuda en general.

 

“¿Ha tenido indigestión antes? ¿Empieza o empeora después de comer ciertos alimentos? ¿Toma bebidas alcohólicas o bebidas carbonatadas? ¿Come rápido? ¿Ha estado comiendo en exceso? ¿Tiene alguna dieta o la ha cambiado? ¿Ha consumido alimentos condimentados o picantes, ricos en fibra o grasosos? ¿Toma muchas bebidas con cafeína (té, gaseosa, café)? ¿Toma medicamentos? Etcétera”

 

La cabeza empezaba a dolerle y aun faltaba enfrentarse a Seung. Tenía todas las de perder, ya visualizaba su fin. Para nada agradable. Por cosas del destino o mas bien por la llamada que realizó vio como ingresaba un pelinegro bastante conocido. Sus ojos se encontraron y fue imposible no percibir esa llama que había en ellos. Se enderezó de su asiento quedando frente a frente con Seung hyun.

 

-familiares de kwon  JiYong – una voz varonil invadió los oídos de los muchachos que giraron velozmente. Era un doctor, al parecer. 

-¡yo! – exclamó el pelinegro acercándose apresurado y tras él, Changmin. – acabo de llegar ¿Cómo está JiYong?

-lo he estabilizado, pero necesito saber qué es lo que comió para poder medicarlo –explicó. El mayor volteó mirando amargo al más alto.

-él lo sabe ¿no es así? – Changmin asintió

-también si tiene algunas restricciones alimenticias

-yo sé sobre eso – continuó Seung

 

Los tres fueron a la oficina del doctor donde éste les realizo preguntas y cada uno respondió lo que le competía.  Seung le informó sobre el reciente suceso en la vida del menor y  también la estricta dieta que seguía debido a su delicada salud.  Estuvieron  un tiempo considerable ahí, luego el médico les dio la autorización para que se llevaran a JiYong.

 

Ji sólo necesitaría de unas pastillas simples para  curarse, pero por el momento le habían administrado un calmante con el cual se quedó dormido.  Seung a pesar de la molestia que tenía  no dijo nada únicamente llevó al castaño hasta su auto y lo recostó en los asientos traseros, subió y se marchó.  A través del espejo retrovisor vio  a su otro compañero seguirlo, bufó y continuó manejando.  

 

En la residencia, el menor fue acomodado en uno de los muebles de la sala. La ama de llaves preocupada no dejaba de observarlo y preguntar qué había ocurrido, pero un simple “podría retirarse, por favor”  la  esfumó del lugar rápidamente. 

 

-quisiera… comprender por qué JiYong estaba en ese lugar – Seung preguntó al único que sabía  la razón - porque es obvio que tú lo llevaste

-él… él quería ir – respondió Changmin

-y tú muy amable accediste ¿verdad? – apretó los dientes

-insistió – murmuró agachando la mirada

-¿acaso no  piensas o no tienes cerebro? – Caminó hacia él - estar ahí pudo hacerle recordar todo, comprendes TODO…. ¿Si tenía un colapso nervioso?… ¡Por tu torpeza pudo morir! – exclamó frustrado por no haberlo impedido.

-no fue mi intención

-no sé porque crees  que puedes estar cerca de él, pero ten en cuenta que lastimosamente él no nos recuerda y no sabe que por culpa tuya hizo lo que hizo. Si tienes un de conciencia hazme caso aléjate  – advirtió con una mirada muy seria.

-sólo fui hasta él porque lo encontré llorando, y fue por tu culpa. Si tanto te preocupa no deberías tratarlo mal, ni hacerlo llorar. Intenté traerlo antes, pero insistía en pasearse por esos lares que considera su hogar. Sé que fue muy despreocupado de mi parte, lo acepto, pero aunque sea por un segundo lo vi realmente adaptado ahí, no aquí. Quizá… lo mejor sea que recordara.  – diciendo sus últimas palabras salió de la mansión.

 

Sacudió su cabeza haciendo caso omiso a lo dicho por su compañero.  Tomó a JiYong entre sus brazos y lo llevó a la habitación  para que descanse.  Cuando el sedante  terminara su efecto tendría que tomar los medicamentos ordenados.   Lo envolvió en las sabanas  y se retiró.

 

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-¡mamá!… - la llamaba y corría tras ella, pero no lograba alcanzarla - ¡papá! – él igual. Su espalda era todo lo que lograba ver -¿Dónde están? -  miró a sus lados, dio vueltas en el mismo sitio, pero no estaban. – Regresen… - cayó de rodillas  - los ne…cesi…ito – gotas de lagrimas salían de sus ojos por el inmenso dolor que reinaba en su corazón.  – Vuelvan – susurró sin voz y una inmensa oscuridad lo cubrió.

 

-¡no!

 

Gritó espantado. Su respiración era agitada sentía la falta de aire en sus pulmones y jadeaba temblando. Llevó sus manos a su rostro secándolo. Había sido una pesadilla, pero las ganas de llorar no se iban, el dolor  y el miedo seguían presentes. Mordió su labio y cerró los ojos con fuerza  para reprimirse sin embargo  unas escenas distorsionadas aparecieron en su cabeza.     

 

 

En su casa. Su  tío y él. ¿Discutían?

 

Su colegio. Sus amigos reían a su alrededor celebrando una anotación en el arco rival.

 

“papá” escuchó que dijo, pero lloraba. “Tu mad..dre   y   yo   te   ama..mos

 

 

Abrió los ojos de golpe, un profundo hueco apareció en su ser. Miró, estaba en su habitación.  No recordaba haber vivido aquello, pero lo sintió muy real.  Y al igual que en esos momentos el sentimiento que lo embargaba era de una titánica soledad y tristeza.

 

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-¿joven va a cenar? –preguntó la señora Heo

-sí

-¿y el joven JiYong?

-descuide. Ustedes alisten la cena yo lo despertaré

-entonces me retiro – se inclinó y fue a la cocina.

 

Seung apagó su laptop y la dejó sobre el escritorio. Realizó unos cuantos estiramientos para destensarse y salió de la biblioteca.  El enojo había disminuido grandemente por eso a paso ligero subía las escaleras. Al estar frente a la habitación del castaño exhaló e ingresó.  Estaba a oscuras, prendió el interruptor, pero lo único que halló fue las sabanas revueltas sin el menor. Se desplazó hasta el lecho observando desde ahí todo, agudizó sus oídos  y logró oír pequeños sollozos. Su pulso se aceleró, más intrigado lo buscó desde el baño hasta debajo de la cama.

 

-JiYong – lo llamó esperando una respuesta. Permitió a sus sentidos guiarse por ese sentimiento que los unía – Ji –despacio abrió una de las puertas del inmenso armario encontrándolo  encogido de piernas y brazos en un rincón, sollozando.  Tragó y decidido se sentó a su lado. -¿Por qué lloras? – preguntó sin embargo Ji se volteo dándole la espalda. – sino me dices nada no puedo ayudarte

-quie…ero  ver…if…  a  mis  pa…adres – sollozó

-ellos están lejos

-me sie…ento …if… solo – echó a llorar. Algo dentro de sí le decía que sus padres no estaban de viaje, ni tampoco con él, pero se negaba a admitir aquello.  

-volverán –murmuró envolviéndolo en un afectuoso abrazo.

-¿lo pro…metes?

-sí… lo prometo – en silencio pidió perdón por ilusionar a su amigo con algo tan cruel como el retorno de sus padres muertos. -, pero ahora debemos cenar  y luego tú debes tomar las pastillas que el doctor te medicó ¿ok? – preguntó girándolo

-okey –afirmó aun con pena. El mayor lo tomó de la mano y juntos salieron del lugar.

 

******************

 

5:47 AM

 

-¿Aló? –preguntó somnoliento. El timbre de su celular acababa de sonar y si no fuera  por la insistencia en el llamado lo hubiese apagado.

-Seung soy Yunho – dijo la otra voz en línea

-¿sabes qué hora es? – le cuestionó molesto. En su vida se despertaba antes de la seis de la mañana.

-disculpa, pero quería comunicarme con JiYong y como él no me ha llamado pues lo hice yo.

-ahora está durmiendo

-despiértalo ¿sí?

-¿estás loco? No pienso despejarme de las sabanas para ir a su habitación y hacer que hable contigo – rodó su cuerpo cambiando de posición

-no seas así –rogó

-¡aish! – Refunfuñó – si me tira el teléfono tú me lo pagarás – salió del lecho

-si, si… solo ve

 

Ya estaban en otoño y por ende el día tardaba en llegar por eso apenas un poco de luz mañanera iluminaba su visión, con el teléfono en la mano salió de su habitación y fue a la del costado. Recordó que la noche anterior había preguntado al castaño si dormiría con él, pero éste se negó diciendo que ya estaba grande y no necesitaba ser tratado como un niño, además que se despertaba muy temprano y no lo dejaba dormir. Quien lo entendía. Bueno, ahora nuevamente tendría que despertarse temprano.   

 

Caminó hasta la cama observándolo dormir plácido, sonrió al recordar el puchero que le mostró al contarle que no podía comer cualquier comida debido a su actual estado por suerte aceptó ya que el dolor en su barriga había sido muy horrible y no quería repetirlo.  Bajó las sabanas y lo zarandeó llamándolo.

 

-despierta

-mmh… -jadeó  abrazándose al marrano usurpador de lugares.  Lo movió nuevamente y gracias a sus rápidos  reflejos  se salvó de ser pateado. Fastidiado frunció los labios y lo sacudió con más fuerza, despertándolo al fin -¿Qué? – preguntó sin mirarlo

-tienes una llamada

-tengo sueño

-yo también, así que mejor contéstale antes que le cuelgue

-¿de quién es? -Se sentó  restregándose los ojos.

-Yunho  - pronunció aquel nombre y notó la sonrisa que se formaba en el otro. Rodó lo ojos y le dio el aparato. – cuando termines me lo devuelves – dicho esto salió de la habitación.

 

-¿hyung? – preguntó animado

-Ji ¿Cómo has estado?  - la voz alegre del mayor le transmitió mucha armonía y entusiasmo.

-muy bien – rió -¿y tú?

-yo igual, pasándola con unos amigos y alistándonos para la fiesta de año nuevo

-ah… ojala te diviertas – dijo un poco desanimado.

-sí, bueno, trataré – bromeó

-¿hyung… vas a volver?

-quería que fuera sorpresa, pero insistes mucho. – Suspiró – volveré en enero

-¡¿de verdad?! – se paró en su cama

-sí

-¡¡¡¡¡YEAH!!!!! – brincó sobre el colchón y después se tiró de espaldas descansando

-¿tanto me extrañas?

-¡mucho!

-yo igual.  Te enseñaré fotos y videos de los lugares que he visitado por aquí.

-¡sí! Ya quiero ver dónde has estado y a tus amigos.

-jaja… ¿tienes  papel y lapicero cerca?

-ahm…si

-te voy a dar mi numero para comunicarnos sin tener que hablar con Seung

-jajajaja está bien -  con una sonrisa impregnada en la cara escribió en una libreta de la mesa de noche. -¡ya!

-cuando quieras hablar llámame y después yo registraré tu número.

-sí hyung

-te llamó otro día

-ok

-adiós

-adiós

 

Alejó el equipo de su oreja y sonrió. Aunque apenas habían iniciado diciembre ya esperaba con ansias enero para conocer a su hyung. Sin notar que el cielo había aclarecido salió de su habitación hacia la del mayor.   Empujó la puerta con suavidad y entró de puntillas.  Vio que estaba descansando y una idea “macabra” asomó en su mente. Retrocedió alrededor de dos metros y emprendiendo una carrera  se lanzó como un saco de arroz sobre el pelinegro.

 

-¡auughh! – pegó un grito al sentir un peso extraño cubriéndolo.  -¿Qué…? - abrió los ojos al oír las risas provenientes de su compañero que se retorcía  cogiéndose el abdomen, a su lado. –Muy gracioso – murmuró

-hubieses visto tu cara jajaja – con su puño golpeó las sabanas

-al parecer estas de buen humor –se recostó

-Yunho hyung me alegró el día – contestó más calmado

-¿Cómo puedes alegrarte de hablar con él sino lo recuerdas? – lo miró molesto y… celoso

-jum… - hizo un gesto de disgusto  - me alegro porque hyung es divertido  y siempre está feliz, no como tú que paras amargado

-¿yo… amargado? – preguntó señalándose

-¡sí! – Contestó  resentido – ahí está tu teléfono. Adiós – iba a salir de la cama, pero la mano de Seung tomando la suya lo detuvo -¿Qué?

-¿quieres… acompañarme a la universidad? – miró la reacción ajena y acertó en sus suposiciones.  La curvatura en “U” en los labios del menor le dio la afirmación a su pregunta – ve a bañarte y alístate para desayunar

-¡está bien! – se soltó de Seung y saltó de la cama, dio unos cuantos pasos, pero se detuvo nuevamente. Soltó un suspiro y se giró con la mirada gacha. – Ayer… - habló nervioso – lamento lo que te dije, yo no te odio. – aseguró

-lo sé –Ji alzó la mirada observando la sonrisa de Seung y correspondió.

-iré a bañarme – apresurado fue a su cuarto.

 

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-miren ahí viene Seung – dijo Dong Wook, sus amigos voltearon y lo vieron.

-también está  JiYong – comentó Young Bae 

 

Ambos jóvenes caminaban desde el auto del mayor, con sus mochilas en la espalda. Seung con su perfecto cabello  con gel, unos jeans negros, y una chompa roja con rayas negras. JiYong tenía el cabello reluciente sin ningún tipo de crema en él, completamente al natural, llevaba puesta la casaca roja que Jung min le regaló debajo una playera blanca combinado con unos pitillos   azulados.  

 

El menor al mirar al frente vio a sus hyungs y a Sandara, también a la pelirroja que desconocía su nombre.  Les sonrió y apresuró su paso dejando atrás  a Seung  que al darse cuenta lo siguió.

 

-¡chicos! – exclamó Ji al estar junto a ellos.  Los abrazó a cada uno y al llegar a Sandara la envolvió cariñosamente por un largo rato - ¡noona te extrañé! -  la soltó. 

-¿Qué tal chicos? – preguntó Seung

-normal – contestó Bae

-te animaste a traer a JiYong – comentó Joong

-quiere estar aquí, no se lo puedo impedir - alzó los hombros.

-¡Seungie! –la voz de Bom se elevó ante la del resto captando la atención de todos. – Vayamos al salón – colgándose de su brazo derecho  lo jaló y empezaron a andar.

-vamos chicos -   habló Jung min y en grupo fueron.

 

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-su nombre es Bom – Seung  la presentó

-hola – le sonrió  cortésmente

 

POV JIYONG

 

 -hola – respondí.

-no pude ir a la fiesta que organizaron los chicos en tu casa, pero me alegra  que ya estés bien.

-ah sí, gracias – sus ojos grandes y saltones no me agradaron, sin mucha educación me levanté  del asiento. – Iré con Dara noona –le dije a Seung, desconcertándolo.

 

FIN POV JIYONG

 

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-jóvenes guarden sus cosas- pidió el profesor – ya saben solo lapiceros el resto pónganlo en su mochila.

 

Los alumnos  obedecieron a lo dicho por el catedrático dejando en la carpeta únicamente sus lapiceros.

 

-Ji no tienes que darlo – le dijo Seung

-si no lo hago me aburriré de verlos – comentó.

-ni siquiera has estudiado

-sshh

 

El profesor  comenzó a repartir los exámenes, ya sabía de la presencia del alumno kwon por eso al llegar a su lugar, le preguntó.

 

-¿quiere dar el examen?

-sí – contestó sonriente

-bien –Le  entregó el examen y siguió su camino. –volteen las pruebas y empiecen.

 

Cada alumno y alumna giró los papeles, en una hoja estaban las preguntas y en la que estaba en blanco debían desarrollar cada una. Matemáticas.  Suerte o no para ellos, solo debían dar la tercera hoja que era de respuestas.

 

JiYong veía el examen y no entendía pero ni la primera pregunta. Recordaba  que en el colegio se quedaron en el tema de ecuaciones de segundo grado y un poquito más, quizá.  No lo tenía muy claro porque se dedicó a salir con sus amigos.  Exhaló. No se consideraba un alumno malo, pero esto era otra cosa. No comprendía cómo resolver esos problemas, de reojo miró a Seung y éste, sorprendentemente, estaba resolviendo muy concentrado.  Frunció los labios. Agarró su lapicero  y tomando cada número y figura realizó trazos.

 

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-todos dejen sus exámenes sobre la mesa. Ya no escriban. -Pasando entre las carpetas fue recogiendo. JiYong tomó el examen de Seung y lo puso encima del suyo y amablemente se lo entregó al ingeniero. – cuando termine de revisar sus exámenes se los entregaré  y lo firmarán para  devolvérmelo, en la próxima clase. – sus estudiantes asintieron.

 

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MIERCOLES

 

-¡hyung gané! – exclamó parándose  y saltando alrededor de sus compañeros.

-te dije que era fácil – comentó Joong

-gracias por enseñarme – retomó su lugar en su asiento y se concentró en su PSP.

 

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VIERNES

 

-toma – le extendió el vestuario

-¿para qué?

-hoy nos toca dar examen de deportes, y necesitamos el uniforme adecuado

-okey. Donde me cambio.

-sígueme

 

Juntos fueron hasta los vestidores y metiéndose en distintos cubículos se cambiaron.  Al salir JiYong miró su reflejo. Le gustaba como le quedaba. El color claro del polo y el tono oscuro del pantalón hacía contraste correctamente con su piel nívea.   

 

-¿Qué tanto te miras? – preguntó Seung con una ceja alzada

-lo bonito que soy – respondió mirándolo provocando un risa contenida en el otro. Se acercó unos pasos y viéndolo esperanzado, con sus ojitos de cachorrito abandonado, le preguntó tímido  - ¿no te parezco bonito? –  encogió los hombros  e hizo un tierno mohín.

-¿eh? – la manzana en su cuello bajó y subió. Tenía los ojos ligeramente más abiertos de lo normal, y su respiración se complicó.

-¿uhmm? – gimoteó aproximándose más a su rostro

-tú… tú… - quería decirle lo hermoso y bello que era, que lo traía loco desde hace unos meses, pero las palabras y la razón se lo impedían.  Ante la aproximación ajena su rostro enrojeció. Infló el pecho, a punto de explotar. Inmovilizado totalmente.

-te estás poniendo rojo – comentó el castaño. Podía notar unas pequeñísimas gotas de sudor en la frente del más alto. La temporada era de frio y que esté sudando sin ni siquiera haber hecho ejercicio antes no tenía sentido.  –Seung…

 

-chicos ya salgan – la puerta de la estancia se abrió  dejando distinguir a Dong Wook quien al verlos tan cerca uno del otro se sonrojó.  Tal vez había interrumpido algún avance de Seung.  –ahm… creo… - miró a su amigo, que parecía… ¿intimidado?. –creo que…

 

-hyung,  creo que Seung tiene fiebre… - Ji  se le acercó y lo llevó hasta el pelinegro – míralo esta todo rojo y también suda – decía muy preocupado – ¿deberíamos llevarlo a un hospital?

-Seung… - llamó  a su mejor amigo, pero éste seguía con esa mirada “inquieta”. - ¿hace rato está así?

-pues… - se puso a pensar – después de preguntarle si le parecía bonito él se puso así  - contó ganándose una mirada extrañada del mayor – él empezó burlándose de mí  - con su dedo índice lo apuntó. - no estoy mintiendo ¿verdad? – preguntó dirigiéndose a Seung,  mirándolo como si fuera una mansa paloma, y reduciendo al mínimo el espacio que había entre sus rostros, casi rozándose.

 

¡Fue en ese instante!

 

Dong Wook lo comprendió. Esa mirada temerosa,  la sudoración, su estatismo, el enrojecimiento. Necesitaba apartar a JiYong de Seung porque si no su amigo iba a cometer una verdadera locura que estaba intentando contener, pero las acciones despreocupadas de Ji lo ponían al límite, al borde del acantilado donde sería capaz de todo para sobrevivir. 

 

-yo… yo lo ayudaré – tomando del brazo al castaño lo alejó de Seung – ve con los demás chicos,  nosotros iremos luego – lo guió hasta la puerta sin soltarlo – diles que no tardamos

-pero… ¿Seung no está mal?… ¿parece enfermo?… ¿quizá enfermó?… ¿si tiene gripe? – soltaba una pregunta tras otra intentado ver  a través  de los diminutos espacios que el mayor dejaba libre, pero la interferencia del cuerpo más alto y corpulento se lo impedía en gran medida.  –Wook hyung quiero saber – se quejó al verse fuera de los vestidores.

-después te cuento – respondió y sin importar que estuviera de acuerdo o no cerró la puerta en su nariz. 

-¡hyung!  - dio un golpe con el pie a la puerta

-¡ve con el grupo sino los perderás!

-aish… - refunfuñando y diciendo una que otra mala palabra fue partiendo hasta su salón.

 

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Dentro de la estancia el más joven apoyó la espalda en la pared y colocando una mano en su corazón, totalmente descontrolado,  se dejó deslizar y sopló profundamente.

 

-¡hey Seung! – Wook corrió hasta él -¿te sientes mal de verdad?

-¿mal?… jajaja – rió con los ojos lleno de lagrimas, mordió su labio inferior conteniendo los sollozos que querían salir – estuve… tan… cerca… - respiró – te agradezco que lo sacaras – cerró los ojos.

-¿Qué hubiese hecho sino llegaba? – Seung lo miró

-creo que lo sabes… - sonrió de lado

 

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-¿Por qué noona se junta tanto con ella? – preguntó observando con desagrado como la pelirroja  y Sandara reían placenteramente  al otro lado de las tribunas, junto a las demás chicas.

-Bom es la mejor amiga de Sandara y viceversa – respondió Young Bae

-¿su mejor amiga?

-sí, se conocen desde hace mucho

-¿y yo? – miró triste como la rubia reía

-¿tú… qué? -  cuestionó confundido

-¿no soy el mejor amigo de noona?

-ah… bueno – las posibles respuesta que llegaban a su mente no le parecían ideales  para decírselas al castaño, pero éste lo miraba con ansias por alguna – debes entenderla… es una chica y… entre chicas se entienden – explicó.

-oww… claro – asintió – los niños no podemos ser mejores amigos de la niñas – sonrió – lo había olvidado. Gracias Bae hyung

-de nada – sonrió forzado ante tal conclusión.

 

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El examen de futbol había dado inicio desde hace diez minutos, cada equipo estaba conformado por siete jugadores, había uno en la banca de suplentes y uno más en las tribunas. Las chicas como buenas animadoras alentaban a sus amigos, pero una sobresalía.     

 

-¡corre Seung!… ¡Eres el mejor!… – La femenina y chillona voz de Bom era la que mas resonaba entre la de todas las jóvenes.  Sus amigas reían al oírla.

 

-que bullanguera – dijo entre dientes el castaño sentado en la tribuna opuesta a la de la pelirroja. No soportaba a esa chica. Desde que la conoció la vio muy pegada a Seung y para nada le agradó. Cruzó los brazos y exhaló - ¿acaso cree que actuando de esa forma tan tonta Seung le va a hacer caso?

 

-¡Tienes que ganar!…  ¡¡GOLLL!!

 

Aquella palabra  provocó que su mirada se dirigiera a la cancha verde. Se levantó y sonrió al ver al equipo de Seung anotar el primer punto del partido. Aplaudió emocionado, sus pies también  querían tocar el balón, pero el profesor y Seung se lo habían negado desde un inicio.

 

-continúen – habló el profesor pitando para retomar el juego.

 

Los muchachos corrían tras la pelota, cada uno con ganas de ganar, obviamente.  Un tiro de esquina del equipo de Dong Wook desenvolvió una nueva jugada.  Joong recibió el balón  y emprendió la carrera hacia el medio campo, ahí lo esperaban dos de sus compañeros  del equipo contrario para detenerlo, usando su velocidad los esquivó y pateó, uno de los delanteros lo recibió con el pecho.  Con el balón siendo tocado por sus pies  avanzó, dos defensas  venían hacia él, quería llegar hasta una distancia de donde  podría anotar, pero sus planes se vieron interrumpidos por la inesperada barrida que hizo uno de los defensas, su reacción fue tratar de saltar con el balón sin embargo al descender cayó sobre la  pantorrilla  de éste.

 

-¡¡¡aaahhh!!! – el defensa gritó adolorido. Pudo sentir claramente  los cocos de las zapatillas en su piel. 

-¡paren! – El profesor corrió hasta el joven – déjame ver – bajó el calcetín que cubría aquella parte y la suela de la zapatilla del otro chico había quedado  marcada. De su bolsillo sacó  un spray y lo pasó por la piel lastimada. – Vamos a la banca – lo ayudó a levantarse y cojeando salió del campo – ingresa por tu compañero – le dijo al joven que estaba en la banca, éste asintió y corrió hasta la posición que le tocó. -si te sigue doliendo avísame para llevarte a la enfermería.

 

-yo lo ayudaré –Ambos  levantaron la mirada ante la voz que oyeron.

-está bien – el profesor aceptó y se retiró para continuar arbitrando.

 

-¿te duele?

-ya pasará – contestó mirando como quedó su piel.

-¿estás molesto conmigo? – con temor se sentó en la misma banca

-no

-¿y porque no me has hablado?

-¿Por qué tendría que hacerlo? 

-somos amigos – murmuró. Changmin rodó los ojos.

-JiYong… -el nombrado lo observó de reojo – tú no me consideras tu amigo

-pero…

-nosotros no somos amigos. No nos llevamos bien desde que nos conocemos – explicó usando un tono serio.

-la otra vez no te negaste a ser mi amigo – encogió los hombros – no sé cuando recordaré, pero lo que importa es que ahora tú me caes bien, fuiste muy amable al llevarme a mi antigua vida. ¿No podemos ser amigos? – la exhalación del más alto le causó ganas de llorar. Significaba que no quería juntarse con él.

-si eso quieres… no me culpes cuando te arrepientas  - ante tales palabras  sonrió ampliamente.

-no me arrepentiré

 

 

A unos metros de ellos Seung  los veía  con impotencia, desde ahí no podía separarlos tampoco tenía la atención de Ji y la suya estaba distraída en las sonrisas que compartieron.  Se sorprendió  al  verlos pararse de la banca y aun más cuando Changmin  pasó un brazo por los hombros del menor y  juntos  emprendieron una marcha, claro que antes avisaron al profesor con un simple “ya volvemos” que salió de la boca del castaño.

 

******************

 

-¿Por qué no regresas al campo?

-te vas a quedar solo

-ya has pasado un largo tiempo haciéndome compañía

-¿te estás quejando? – levantó una ceja. Changmin rió.

-desde luego que no, pero es lo mejor.

-¿Por qué? – preguntó curioso

-si no  estás allá, Seung vendrá muy molesto y me dará otro golpe por retenerte. – contestó bromeando.

-no dejaré que te pegue, se lo explicaré

-para evitarlo deberías ir. Seguro ya acabaron con las pruebas y te está esperando. Yo me siento mejor, así que también me marcharé.

-bueno, está bien – se enderezó de su asiento. Estiró las piernas y los brazos sacando algunos conejos de ellos – nos vemos el lunes

-nos vemos

 

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¿Por qué  no sería amigo de Changmin si es tan amable conmigo?

 

Esa pregunta rondaba su mente conforme caminaba. Era molesto no recordar si quiera alguna razón que lo explicase. Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos. A lo lejos distinguió la figura de Dong Wook. Sonrió. Seguramente iba por él. Cuando estuvieron cerca éste le habló.

 

-¿Dónde estuviste este tiempo?

-estaba con Changmin en la enfermería

-Seung me mandó a buscarte – arrugó la frente

-lo lamento

-olvídalo. Ahora vamos que te está esperando.

 

Ji asintió y en compañía de Wook  caminaron de regreso al campo.  Para ganar tiempo cortaron camino metiéndose  por lugares que el mayor conocía y que para Ji eran una experiencia  muy emocionante.

 

-¿ese no es Seung? – preguntó el menor  agudizando su vista  para aclarar la imagen que veía.

-uhm… parece

-¡asustémoslo! – exclamó con su energía  a full. Corrió escondiéndose de árbol tras árbol, tras arbusto, rocas, muros o lo que se pusiera adelante. Se detuvo tras una estatua. No cabía duda era Seung aunque estaba de espalda.

 

“cuando voltee saldré”

 

Se dijo.

 

El pelinegro hablaba con alguien, pasó una mano por su cabello, y exhaló. Movió su cabeza en negación, paró, y después asintió. Lo que vendría segundos más tarde dejó pasmado al castaño. Sintió algo dentro de él fragmentarse.

 

“¿Por qué la besas?”

 

Sin advertirlo una traicionera lágrima se deslizó  por su mejilla.

 

CONTINÚA…

Notas finales:

para quienes adivinaron, felicitaciones  :) , nos leemos byebye


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