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El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

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Notas del capitulo:

Perdón por tardar.

 

Ustedes lo pidieron... lean

 

LUNES

 

-¿joven ya está listo para bajar? – preguntó la señora Heo  al entrar a la habitación de JiYong.

-¿Yunho hyung ya llegó? – cuestionó dándole la espalda, prestando más atención al brazalete en su muñeca. Había intentado quitársela, pero no era capaz, sin aquello… se sentía muy solo.

-sí

-ok, ya voy - La ama de llaves se retiró. – quisiera… que seas tú… quien vaya conmigo, pero no puede ser así ¿verdad?… lo arruiné todo. – suspiró  con los ojos cristalizados. -    perdóname Seung. – tragó saliva y sacudió su cabeza alejando las lagrimas de sus ojos. – te demostraré que  puedo hacerlo solo, lo haré. Seré fuerte… igual que tú. – sonrió ligeramente.  Cogió la mochila que reposaba a un costado de su cama y la colgó en un hombro. Salió de la habitación y llegó a la sala en donde  su hyung lo esperaba. – lamento haber tardado. – realizó una pequeña reverencia disculpándose.

-no te preocupes, pero ya vayamos antes que se haga más tarde. – dijo mientras se acercaba. JiYong  asintió.

 

----------------------------

 

-¿quieres que te acompañe hasta el salón? – le preguntó al menor que miraba cohibido  a los estudiantes dentro de la universidad. –Ji…

-estaré bien – volteó a verlo con  una pequeña sonrisa. – gracias por traerme.

-aun así,  si necesitas algo llámame, vendré.

-uhum… - abrió la puerta del carro. - nos vemos – se despidió.

-cuídate

-adiós.

 

Continuó sonriendo y meneando la mano derecha hasta que el auto de Yunho desapareció de su campo de visión; cuando sucedió dejó caer su brazo y la mueca en su rostro se desvaneció. Sus párpados descendieron y sus labios rosados expulsaron un vaho blanco. Abrió los ojos para dar una última mirada a la pista y girarse.

 

Frente a él la monumental edificación lo amedrentó. Tenía muchos recuerdos del lugar alojados en su mente, en su mayoría desagradables.  Sin embargo, él se bastaba con las pequeñas buenas cosas que le sucedían y aunque tuvo que rebuscar muy a fondo en su memoria logró hallar algunos,  sólo que en estos siempre estaba acompañado de Seung hyun. 

 

Sabía que iba ser difícil. Se volvió dependiente muy rápido del pelinegro.  Y aunque se sintiera como un niño perdido, muy asustado, ya  no lo era y debía asumirlo.

 

-lo haré por los dos. Verás que sin ti… sí puedo seguir.

 

Quería creer en sus propias palabras, buscaría  la forma de hacerlas realidad, demostraría que también era fuerte como sus compañeros o por lo menos lo intentaría. Dejó escapar un suspiro y se armó de valor para empezar a caminar.

 

**********************

 

-Seung despierta… Seung hyun… ¡levántate vago! – gritó

-¿Por qué gritas?… sabes que estoy despierto – habló con voz gangosa.

-son las nueve de la mañana ¿Cuánto tiempo más piensas dormir?

-aun es temprano – se tapó con los edredones.

-¡ya! – echó las sabanas a un lado. – tu madre está llamándome desde hace rato y quiere que vayas  a tu casa. Entiende que quiere verte. – Seung exhaló. – ni siquiera la has llamado el fin de semana, está preocupada.

-más tarde voy ¿sí?… déjame dormir porque me duele muchísimo la cabeza. – cogió una almohada y la colocó encima de su rostro.

-como no te va a doler si has pasado dos días bebiendo como loco sin parar. Si no te traigo a tu departamento estoy seguro que continuarías en ese club.

-Dong Wook puedes irte quiero descansar – empezaba a molestarse.

-ok. Me voy, pero a mediodía vengo para llevarte a tu casa.

-sí, sí… como digas… cierras las cortinas cuando salgas. -  se giró sobre su cuerpo quedando de cara contra la almohada.

-te habló en serio Seung, estás comenzando a desmedirte. No quiero que después salgas destrozado por tus acciones.

-adiós~

-ish… - tomó sus llaves, cerró las cortinas  y salió de la habitación del pelinegro.

-sólo quiero olvidar lo que siento. – de sus ojos resbalaron gruesas lágrimas que pararon en la fina tela del cojín.

 

**********************

 

-buenos días para todos ustedes jóvenes, soy el profesor Kang y los voy a acompañar en estas semanas. Como han de saberlo hoy empiezan las clases de nivelación y por alguna razón personal ustedes han salido reprobados en algunos cursos. Aquí no vamos a juzgar porque razón lo hicieron, sino que aprenderán los temas que no asimilaron en su debido tiempo.  Todos tienen los horarios de los respectivos cursos que se les va a enseñar, unos más que otros claro.  Estas clases durarán un mes para la mayoría y luego darán sus respectivos exámenes. Sin más que decir empezaré pasando lista. – el profesor fue a su pupitre y cogió entre sus manos una hoja con los nombres de cada alumno en aquel salón.

 

POV JIYONG

 

Un nombre tras otra iba saliendo a través de la voz del profesor nuevo. No conocía personalmente a ninguno de los jóvenes aquí, pero todos llevábamos esta materia.  

 

-¿kwon JiYong? – me llamó

 

De un momento a otro los cuchicheos y murmuraciones aparecieron desestabilizando la poca calma que había logrado conseguir desde que ingresé al aula.  Podía oírlos moverse, hurgando con la mirada dónde me hallaba, pero que gracias a mi gorra y cabeza gacha no me encontraban.

 

-¿kwon JiYong está presente?

-presente, profesor – hablé.

-alumno, quítese esa gorra.

-pero…

-¿No sabe que es de mala educación  llevar puesto ese accesorio dentro de un salón? –sonó molesto y fastidiado, tal vez creía que estaba siendo atrevido.

-pe…erdón. – con mi mano temblorosa retiré la gorra dejándome al descubierto de todos. Tuve que tomar un gran respiro para no sentirme ahogado entre tantos ojos.

-está bien, pasemos al siguiente.

 

No sé cuantos nombres fueron dichos, pero lo que no me cavia duda es que cada uno hablaba a mis espaldas o en mi delante, eso es verdaderamente incomodo y aun así ni siquiera  puedo hacerles frente y pedirles que dejen de mirarme.

 

-alumnos presten atención que comenzaremos con las clases

 

Abrimos nuestros cuadernos y el profesor inició la  clase.

 

Ojala este mes pase muy rápido.

 

FIN POV JIYONG

 

**********************

 

-¡hijo mío! ¿Dónde has estado? – exclamó la señora Choi al ver ingresar a su único hijo por la puerta de entrada. Ella lo abrazó con fervor. - ¿Por qué no nos has llamado? ¿Sabes lo preocupado que hemos estado tu padre y yo?

-ustedes saben que los fines de semana voy a fiestas, no entiendo porque tanta preocupación. –alejó a su madre y tomó asiento en uno de los muebles del despacho de ella.

-hijo – se mantuvo de pie observando la actitud distante de Seung. - ¿ha ocurrido algo?

-no – negó gestualmente. -¿Qué podría ocurrir? – dijo con sorna. – yo estoy perfecto. – sonrió.

-no tienes que mentirme. – se aproximó. – sabes que no te juzgaré por lo que hagas, pero quiero que tengas confianza en mí.

-mamá no soy un paciente, no me trates como tal.

-no te estoy tratando como un paciente, sino como a mi hijo. Tu carita me dice que algo te está afectando. – colocó su mano en la mejilla del pelinegro.

-estoy bien. – contestó cortante. – ya me viste y le puedes decir a mi padre que estoy bien, si algo sucede yo te lo diré. Te quiero. – le regaló un pequeño abrazo y salió. 

 

----------------------------

 

-Se7en acabo de ver a mi madre en la casa y le dije que estoy bien. No vayas a mi depa porque no voy a estar. Adiós. – dejó el mensaje en la casilla de voz y continuó manejando su deportivo.

 

**********************

 

-nos vemos el miércoles alumnos. – se despidió el profesor y se retiró del aula. En el pasadizo, en dirección contraria, venía el supervisor principal,  Lee Sun Woong. – buenos días supervisor.

-buenos días profesor Kang, justo lo buscaba.

-oh… entonces vayamos a la cafetería a hablar.

-ok

 

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-esa es la información que olvidamos comunicarle.

-ehm… - estaba sin palabras. – la verdad, creí que era algo referente a mi curso.

-lo entiendo, pero sólo le pido que sea más condescendiente con este alumno. Todos los profesores saben que es un excelente estudiante, si lo duda puede consultarlo.

-no, no, yo confío en usted y si me pide esto… ya sabiendo lo que ha sucedido, yo no tengo problemas. Haré lo que esté en mis manos para que el alumno kwon esté cómodo mientras imparto mis clases.  No se preocupe. Además los chicos no son malos, dudo que quieran lastimarlo.

-sí, lo sé, pero igual se lo hago presente.

-lo tendré en cuenta, gracias por comunicármelo personalmente.

-de nada, es nuestra labor como adultos formar en valores a los jóvenes.

 

**********************

 

-quienes hayan acabado de desarrollar la pequeña tarea que dejé pueden retirarse. -  comentó la profesora Oh Jae Jin. De uno en uno los alumnos se acercaron a ella entregando un juego de hojas desarrolladas.  El salón se fue vaciando  conforme pasaba el tiempo. Ella observó el lugar y notó la presencia de un solo alumno. Suspiró y caminó hasta él. - ¿Necesitas ayuda? – su pregunta no obtuvo respuesta. – Pequeño – lo llamó.

-¿eh? – éste la miró confundido. Su mente y su cuerpo se habían desconectado por bastante tiempo y recién notaba su situación.

-¿No comprendes el tema?

-lo lamento, me distraje un poco. – bajó la mirada avergonzado.

-¿Te parece si lo desarrollamos juntos? – propuso con amabilidad.

-no es necesario, usted debe tener otras cosas que hacer.

-JiYong, eres un excelente alumno y persona. Tú has ayudado a tus compañeros cuando te lo he pedido. Has dado mucho  y es momento de que tu apoyo sea retribuido. Así que no es  ninguna molestia.

-muchas gracias. 

-empecemos.

 

POV JIYONG

 

La profesora Oh estaba siendo muy amable conmigo al ayudarme. No es que no haya comprendido el tema… en realidad no lo comprendí, pero no porque fuera difícil sino que  no le presté atención.  Nunca antes me había pasado, pero por mi cabeza sólo pasaba Seung hyun. Él, sus acciones y sus palabras.

 

¡¿Por qué tenía que invadir mis pensamientos?!

 

Recordarlo me hace sentir culpable. ¿Cómo estará? ¿Me extrañará? Yo si lo extraño mucho. No me ha llamado, tampoco ha ido a mi casa. Quizá está molesto. ¿Lo debería llamar?… ¡No! … dije que haría esto por los dos, debo resistir.

 

-JiYong – oí a la profesora.

-¿sí? – la miré. Tenía el ceño fruncido.

-¿quieres que vayamos a la enfermería? Pareces  decaído.

-creo que no puedo concentrarme muy bien en estos momentos, le agradezco su ayuda, pero mejor lo haré en mi casa.

-está bien, pero antes debes descansar. –asentí. – enviaré a tu correo algunos archivos que pueden ayudarte a  comprender el tema de hoy. Cuídate y no te sobre exijas.

-sí

 

Guardé mi cuaderno en mi mochila y me retiré del salón.  Acomodé mejor la gorra sobre mi cabello bajando la visera  para tratar de cubrirme el rostro lo más que se pudiera. Di unos cuantos pasos cuando delante de mí  aparece el profesor nuevo.

 

-¿kwon JiYong? – me preguntó

-sí – recordé el “problema” que tuve en su clase y por respeto llevé mi mano hacia la gorra para quitármela, pero su mano me interrumpió.  -¿Qué sucede?

-quería disculparme… por haberte levantado la voz y exigir que te quites esa gorra. – lucía apenado y yo sorprendido. – el supervisor Lee ya me puso al tanto de tu situación.

-¿m…mi situación?  -  tragué. ¿Por qué tenían que decirle? No quiero que más gente de la que ya lo sabe, lo sepan.

-no diré nada no debes preocuparte. – en su mirada hallaba lastima hacia mi persona.

-no es necesario que diga algo… todos ya lo saben – murmuré agachando la mirada. 

-no tienes que esconderte. – dijo después de unos minutos.

-tengo que hacerlo…. Usted no sabe lo que es tener la mirada de toda una universidad  sobre mí.

-tienes razón no lo sé, pero no eres tú quien debe esconderse. Tú no has hecho nada malo así que no debes de avergonzarte.

-es muy fácil decirlo, pero cuesta… cuesta enfrentarse a todas esas miradas.

-si pones de tu parte, todo esto pasará.

-estoy poniendo de mí, por eso estoy aquí, y aunque uso una gorra para cubrirme de los demás no he dejado de estudiar, quiero recuperar el tiempo que perdí.  

-entonces sigue así.  – levantó los pulgares y sonrió. – ya no te distraigo más, nos vemos. – se despidió.

-adiós

 

Al llegar al estacionamiento, el chofer me esperaba. Caminé la poca distancia que nos separaba  y él abrió la puerta para que entrase.  De camino recibí la llamada de Yunho  disculpándose por no poder recogerme, en realidad no tenía que hacerlo pero  se preocupaba mucho por mí.

 

Ya en mi casa la “tranquilidad” se adueñó de mí.  Almorcé y fui a descansar a mi habitación. Espero que dormir me ayude a despejarme. 

 

FIN POV JIYONG

 

**********************

 

-¡¿Seung donde estás?!

-¡¡VIVIENDO LA VIDA~!! – gritó a viva voz y dio fin a la llamada.

 

Como la mayoría de personas  la manera como ahogaba sus penas era hundirse en alcohol. Acompañando a esto  venían las fiestas y mujeres por doquier.  La desilusión lo estaba llevando por rumbos adictivos lejos de sus propios límites.

 

La conciencia hace mucho que lo había abandonado y solo predominaban sus instintos. El alcohol que recorría sus venas  lo hacía sentir cada vez mejor.  Era una sensación muy placentera.  Gritaba y bailaba en  la pista rodeado de personas que acababa de conocer y que como él necesitaban diversión.  

 

-bombón ¿quieres venir conmigo? -  le preguntó una morena espectacular, con curvas perfectas y un vestido que dejaba poco a la imaginación.  No recordaba el nombre, pero a quien le importaba como se llamaba. Sonrió. Ese tipo de propuestas solo tenían un final y él lo conocía bastante.  -¿Qué dices? –  restregó su cuerpo contra el suyo. Obviamente con tanto alcohol encima una parte de su anatomía despertó.

-voy donde quieras nena~ - le susurró en el oído. Ella rió y se volteó.

-uhm…  que bien que estés disponible. – enrolló sus brazos en el cuello del pelinegro y  lo besó con fogosidad. – Sígueme – se separó y  lo cogió de la mano. Ambos salieron de la disco y tomaron un taxi.

 

POV SEUNG

 

¡MALDITA RESACA!

 

La cabeza me estaba taladrando sin parar y mi cuerpo estaba molido aunque más ligero. Cuanta energía había soltado en la madrugada. En definitiva no hay nada como una noche de sexo duro. Ahora…  ¿Dónde  estaré?

 

Con pesadez abrí los ojos y me  encontré con la chica de ayer, durmiendo como roca.  Con la mirada recorrí todo su cuerpo desnudo, vaya, sí que estaba para repetir.    Me senté en la cama.  Por la decoración  deduje que estábamos en la habitación de un hotel.  Fregué mis ojos y exhalé.  Me puse de pie, recogí mi ropa y entré al baño.   ¡Bendita  agua fría! Justo lo que necesitaba.  Me vestí  y tomé mis pertenencias.  Cubrí el cuerpo desnudo en la cama  y me fui.  

 

 

Llegué a mi casa al mediodía  y por suerte no estaba mi madre, sino tendría que aguantar  todo su sermón. Ingresé a mi habitación y me eché a dormir. Por lo menos habré dormido cinco horas hasta que la voz de mi padre me  levantó.  

 

-¿Qué pasa? – aun me dolía la cabeza.

-tomate esa pastilla para la resaca. – dijo serio.  Me apoyé en la cabecera y tragué la pastilla con un vaso de agua.

-gracias. – cerré los ojos. Me sentía como un muerto.

-quiero que me digas porque estas así  - abrí los ojos.  Por su expresión parecía molesto, y mucho.  – Seung soy tu padre, si tienes problemas dímelo. – desvié mis ojos de los suyos.  ¿Por qué no podían conformarse con saber que estaba sano? No comprendo a mis padres.

-¿de verdad quieres saberlo? – dudo que así sea.

-¡claro! Dímelo y veré como puedo ayudarte. – sonreí con burla.

-es esto papá -  llevé mi mano a mi pecho. – está mierda que late dentro me lastima más que cualquier golpe físico.  – su rostro se descuadró. – no puedes hacer nada, no puedes ayudarme. Ni tú, ni mi madre. Nadie.  – un nudo se formó en mi garganta. - ¿O irás con él y le dirás que me acepté? Jajaja no ¿verdad? No puedes – inhalé y cubrí mi rostro con mis manos. – tú no estabas de acuerdo, pues para tu felicidad no estaré con él. Voy a olvidarlo, no me importa cómo pero lo haré.  – sentí rabia al decirlo. – voy a bañarme.  – no esperé su respuesta e ingresé al baño.

 

Después de una hora salí de la bañera con una toalla envuelta en mi cuerpo. Mi padre no estaba. Busqué un vestuario en mi guardarropa, hoy también tenía que asistir a una fiesta.  Me vestí, me  peiné y me perfumé.  Vi mi imagen en el espejo y todo estaba en su lugar.  Revisé mi billetera y me faltaban condones. En mi buró siempre tenía así que hurgué.  Los ánimos que tenía se esfumaron al ver la foto de esa noche.

 

-prometo que no me acercaré a ti si así lo quieres.  Me conformó con haber probado tus labios… aunque sea una sola vez.

 

Un agridulce recuerdo. Pero ya no quiero pensarlo más.  Voy a olvidarte para no ser un fastidio en tu vida.   Quizá nos hagamos desconocidos cuando el tiempo pase, no lo sé.  Pero en mí quedará el recuerdo de haberte amado profundamente sin medida, el amor más grande que he tenido, un amor real.

 

-siempre te llevaré en mis recuerdos. -  solté un suspiro. Guardé la foto en lo profundo del cajón y lo cambié por un paquete de preservativos.  Está noche  iba a ser bastante larga.

 

FIN POV SEUNG

 

**********************

 

-¿Cómo estuvieron  tus clases?  - le preguntó animado.

-bien – respondió con simpleza.

-no pareces alegre – arrancó su auto. - ¿tienes problemas con los temas?

-un poco -  recostó su cabeza en la ventana.

-lo hubieses dicho, yo puedo ayudarte.

-no quiero – murmuró.

-¿Por qué no?

-nada

-si no entiendes vas a desaprobar los exámenes ¿Quieres eso? – el menor se quedó callado. - ¿Dónde está el JiYong llenó de vida que me hablaba por teléfono? ¿Acaso no eres tú?

-ese JiYong no tenía recuerdos, lo sabes.

-lo sé, pero sigues siendo tú. Es tu mismo cuerpo, tu mente, tu corazón. Es verdad que no recordabas, pero lo que mostrabas… ese eras tú. El de antes o el de ahora, igual sigues siendo tú. Lo que los diferencia es que ese JiYong no tenía miedo a expresarse y decía lo que pensaba o quería, en cambio tú sólo quieres ocultarte, no  me dices que te fastidia o lo que necesitas. Yo te quiero muchísimo, pero no soy adivino. Sin embargo quiero ayudarte, pero no me dejas.

-ya se me pasará. Lo prometo.

-no es cuestión de promesas JiYong. Tienes que ser valiente…. O… ¿Cuándo vas a dejar de actuar como un “pobrecito”?

-¡¡lo estoy  intentando!! – gritó a todo pulmón. Su grito causó que Yunho frenara de golpe y lo mirase. – de… de verdad lo int…tento  if – sollozó. Cubrió su rostro con sus manos tratando de detener su llanto, pero era en vano.  Muchísimos sentimientos se habían acumulado en su interior y lo estaba expresando después de tantos días.  Necesitaba quitarse esa carga porque si no, no podría continuar.

-no llores, por favor… - miró con pena como el pelirosa lloraba  y se le estrujó el corazón.  – sé que lo estás intentando, discúlpame. Soy un tonto.  – con sus brazos rodeó a JiYong y lo acurrucó en su pecho.

-¿Por qué es… es tan difícil?

-no puedo decirte que hacer, pero  confía en lo que dicte tu corazón.  A veces… es mejor actuar a quedarse sin hacer nada, y sé que tú no estás dispuesto a estancarte. Ánimos. – sonrió.

 

**********************

 

La primera semana de clases habían transcurrido a paso ligero para JiYong o esa era su percepción.  Tuvo que amoldarse nuevamente a un horario, compañeros, materias. Al inicio fue complicado, pero como siempre logró “integrarse”.  Pero dejando de lado esa parte de su vida, ahora se encontraba descansando en su habitación, en realidad meditando.  

 

POV JIYONG

 

Que aburrido estoy. Ya he hecho todos mis deberes, he cenado, me he bañado, he leído, visto mi pijama. Es un sábado muy tétrico.

 

-ah~

 

Solté un profundo suspiro y cerré los ojos. No sé que puedo hacer para distraerme. No soy bueno creando distracciones. No soy ingenioso. No soy divertido. No soy alegre. No soy… no soy… no soy…. No soy como él. Tampoco soy una chica. Tal vez si lo hubiese sido todo sería distinto.

 

-ahhh…  ¡¿Por qué pienso tonterías?!

 

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos. Me acomodé en mi cama nuevamente y me cubrí con las sabanas. Lo mejor es que duerma y mañana será un nuevo día. ¡Sí! Eso es grandioso.  Volví a cerrar los ojos y  me relajé.

 

 

 

No tiene caso continuar con esto.

 

 

¡No puedo dormir!    

 

 

Me senté en la cama y encendí la lámpara  del  velador. Abrí la primera caja de éste y cogí mi celular.  Apagué la luz y me cubrí con las sabanas.  Desbloqueé la pantalla e ingresé un nombre en mi lista de contactos. Ahí estaba su número, al lado de una foto que él mismo se tomó. Explayé la imagen para verlo mejor.

 

Una sonrisa hermosa forma parte de su rostro, su cabello azabache siempre bien peinado sin ningún pelo fuera de su sitio, sus ojos tan intimidantes y a la vez protectores tan… únicos. He pasado tantos días sin verlo  y me siento tan vulnerable.  La seguridad que me daba cuando estaba alrededor de mí nadie lo había logrado, pero ahora ya no está y me da miedo que no regrese, no volver a sentir que me cuida es el peor de los escenarios.

 

-te extr…año

 

Es inevitable el quebrantarme porque el prometió que me cuidaría, que no me dejaría solo sin embargo no está aquí para cumplirlo, prometió ayudarme a estudiar, pero tampoco lo ha cumplido. Ni una llamada, ni un mensaje, ni un pensamiento. Sé que  mi respuesta lo lastimó, pero no sabía cómo  o qué responder. Quiero que todo sea como antes, quiero que esté junto a mí. Necesito sus abrazos, sus palabras, sus consejos, su alegría, su calor, su amor. Lo necesito demasiado. Desearía llamarlo, pero temo que me rechacé que ahora sea él quien no quiera oírme ni verme. No lo soportaría, de él no. 

 

-¿no pu…edes if… sentir if… mi do…olor?

 

Abracé mi pequeño equipo intentando aferrarme a él, tan sólo por un instante  me gustaría sentirlo aquí conmigo. Daría lo que fuera por volverlo a ver, es todo lo que quisiera hacer, si lo hago me repondría, lo sé.  Es todo lo que tengo. Sin él no puedo ser feliz, no puedo sonreír, no puedo hacer nada.

 

Si estuviera… como ese día, no importaría. Ahora sé que no importaría porque no soporto su lejanía. Con cada caricia alimentó este sentimiento en mi corazón.  Su forma de mirarme y hablarme  sólo acrecentó  este… este… ¡este amor! que por él tengo.  

 

Estoy harto de no verlo, sentirlo, hablarle,  abrazarlo.  Si continuo esperando lo voy a perder, de verdad lo perderé.

 

-No voy a perderte.

 

Aventé las sábanas que me cubrían y salí de mi cama.  Lo que pensaba hacer era una locura, hace tanto las había dejado de hacer por miedo a ser castigado, pero siento que si no lo hago sufriré mucho más.   Encendí las luces de la habitación y fui a mi closet.  Debía buscarlo,  ir a su casa, hablarle, disculparme y decirle que yo también  lo quería.  Que fuera madrugada no iba a detenerme.

 

“lala…lalalala…lala…lalala…lala…”

 

¿Quién llama a esta hora?

 

Corrí a mi cama  y cogí el celular a la vez que escogía las prendas para cambiarme.

 

-aló – contesté

-JiYong, soy Dong Wook

-¿Wook hyung? -  al escucharlo me detuve, ¿Por qué me llama a esta hora? - ¿Qué pasa?  - pregunté con temor.

-es Seung – se oía preocupado. Tragué y tuve que sentarme en el piso para poder hablarle, tenía un mal presentimiento.

-¿Qué… qué sucede con él? – mis latidos se habían acelerado.

-está muy mal, necesito que vengas. Tú eres el único que puede detenerlo por favor. – no lo pensé demasiado.

-¿Dónde está? – me puse de pie y busqué mis pantuflas.

-es el mismo lugar a donde Seung te invitó, la fiesta de un amigo nuestro, ¿lo recuerdas? – ¡el club…! - ‘THE END’ 

-sí, lo recuerdo.

-ven pronto

-estaré ahí

 

Terminé la llamada. Respiré  un segundo y salí de la habitación.  Bajé las escaleras a toda prisa. Abrí la puerta de entrada y fui al estacionamiento. Vi uno de los carros y me acerqué, pero no podía abrir la puerta.  Estaba con seguro.

 

-¿Qué hago?

 

Mi única alternativa es tomar un taxi.  Empecé a correr atravesando el enorme jardín de mi casa hasta que llegué a las rejas.

 

-ábranlas  - dije a los porteros. Los dos que estaban presentes se miraron con rostros de confusión.

-joven, regrese a su habitación. Está en pijama y es muy tarde para que salga. – respondió uno de ellos.

-no estoy preguntando, ábranlas. – elevé mi voz.

-pero joven…

-¡ábranlas!  - grité.  Se sorprendieron.

-como usted ordene – el otro maniobró los controles dentro de la cabina y las rejas por fin se abrieron.  –joven, díganos a donde está yendo.

 

Ignoré su petición  y caminé hacia la acera. Por suerte un taxi venía en camino. Levanté mi brazo izquierdo  y se detuvo delante de mí.  Entré en él.

 

-¿A dónde lo llevo? – preguntó el taxista.

-al club  ‘THE END’

 

 

Había pocas personas y autos por las calles, por lo mismo no había tráfico. Le pedí al chofer que manejara un poco más rápido. Mis manos no dejaban de moverse sobre mi móvil. Era lo único que traje conmigo.  Ni siquiera tenía mi billetera, pero después pagaría el traslado.

 

-disculpe… - habló el hombre. Lo miré a través del espejo retrovisor. – creo que nos están siguiendo.

-¿eh? – me volteé a ver. Dos carros venían tras nosotros. Eran mis guardaespaldas. Olvidé que sin ellos no podía salir a ningún lugar.  Resoplé y volví a mi posición inicial. – no se preocupe, usted solo conduzca. – él señor asintió. Si querían seguirme que lo hicieran.  

 

 

-ya llegamos – detuvo el carro.

-espéreme por favor

-está bien.

 

Salí y logré ver como mis guardaespaldas descendían de los autos.  Caminé hasta donde estaban los guardias  del club, iba entrar pero sus varas me lo impidieron.

 

-quiero entrar – dije serio

-¿Tú? -  me miraron con una sonrisa burlona

-sí

-¡JiYong! – la voz de Wook apareció desde adentro.  Lo vi acercarse y sin decir nada me tomó de la mano y me metió.  A lo lejos podía escuchar las voces de mis guardaespaldas llamándome, pero que poco a poco se perdieron.

 

 

Era la segunda vez que entraba a este lugar y reafirmo que estar aquí es como viajar a otro mundo u otra realidad. La música explotaba en mis oídos junto a los alaridos de las cientos de personas que abarrotaban los espacios.  Y el aire, si se le puede llamar  así, me ahogaba por su espantoso olor a tabaco y alcohol.  Mi cuerpo chocaba contra uno y otro a la vez que recibía insultos por ello, aun así  Wook hyung no dejaba de arrastrarme.

 

-¿Dónde se metió? –  soltó la pregunta al detenerse. Giraba su rostro de un lado a otro. – ese idiota se me escapó.

-¿no sabes dónde está Seung hyun?

-¿Qué? – se acercó  y me observó. -¿vistes pijama? – me señaló  

-¡¿No sabes dónde está Seung hyun?! – el sonido era muy fuerte, casi tuve que gritar.

-¡voy a buscarlo en el segundo piso, tú búscalo aquí! – diciendo esto se marchó.

 

Obedeciendo  lo que me dijo  Dong Wook, me mezclé con la gente de la pista de  baile. – permiso… permiso… - con mucho esfuerzo me iba abriendo paso. Con quienes chocaba me miraban de arriba abajo y sonreían divertidos por mi ropa. Quizá debí haberme cambiado. Que piensen lo que quieran, yo vine por Seung  hyun. Seguí “caminando”, pero me era imposible. En varias ocasiones  mis pies habían sido lastimados por los tacos de muchas mujeres y hombres, ya me dolían.  Me aparté hasta un desnivel y agudicé mi mirada. 

 

Rubia, rubia, rubio, castaño, castaño, ondulada, lacio, coleta, castaño oscuro, rubia, pelirroja,  negro, castaña, moño,  trenzas, rubia… ¡oh!… un momento. Vi una cabellera negra. Regresé mis ojos y lo vi.  Estaba del otro  lado, cruzando la piscina.  Aunque solo han sido días, al verlo mi corazón volvió a latir con vida, esa que se me estaba yendo de las manos.  Una pequeña ráfaga de oxígeno ingresó a mis pulmones dándome lo necesario para comenzar a andar hacia él. 

 

Logré ver su espalda, sólo nos separaban  unos metros. Los nervios me acosaron al instante. ¿Qué le diría?  ¿Debería primero saludarlo?  ¿Preguntarle cómo está? ¿Pedirle que nos vayamos? Decirle…  decirle lo que… lo que… 

 

¿Qué está haciendo?… ¿Con… ella?   

 

-Seu…ung… - mi voz salió en susurro quebrado. No me oyó. –Seu… if…

 

¿Por qué… por qué besaba a Bom noona? 

 

-¡aww! – una imagen desestabilizadora  llegó de golpe a mi mente. 

 

“¿Por qué la besas?”Seung y Bom besándose en la universidad.

 

Por favor… aléjate de ella, apártala.  No me hagas esto.

 

-Tú… tú me quie…if…eres a mí.

 

Fueron girándose sin romper ese beso lleno de pasión.  Ella   se abrazó a su cuello y él rodeó su cintura  por encima del ceñido vestido corto, posesivamente. Un  fortísimo temblor abordó mi cuerpo. Me sentía desubicado.  ¿No que Seung estaba mal? ¿Acaso no necesitaba de mí?  Al parecer no. Yo no tenía nada que  hacer aquí. Él… él estaba muy bien sin mí.  Bajé los parpados, incrédulo de lo que veía,  tal vez mi mente  me estaba confundiendo, esto no podía estar sucediendo. Una alucinación. De seguro. Abrí los ojos. 

 

Oh…

 

Vaya, sí es real.  Él está viéndome.  No había soltado ni una lágrima hasta ahora, pero ver sus ojos  con una carga de desprecio dirigido a mí fue devastador.  Sonrió de lado y susurró algo en el oído de noona, sin  apartar sus ojos de los míos. Ella volteó mirándome sorprendida. Seguro me veía como estúpido; vistiendo un pijama infantil, con pantuflas, y sollozando de pie en mitad del club más grande la ciudad.   Ya era suficiente, no tenía porque continuar torturándome viéndolos.  Me volteé.

 

-¿ya te vas?

 

¿Cómo me alcanzó tan pronto?

 

Ni siquiera había avanzado, pero su voz ya estaba detrás.  Había anhelado escucharla, pero ese anhelo se había esfumado.  Si seguía aquí me iba a romper frente a ellos, y bastante daño ya me han causado.  Di un paso hacia adelante, pero su mano cogiendo la mía me detuvo. Su contacto caliente estremeció mi piel fría. Una risa salió de sus labios. Jalé mi brazo para  zafarme e irme, pero apretujó mi muñeca. 

 

-un angelito cayó del cielo y ha parado en este infierno.

-suéltame – exigí al voltearme.  El ladeó la cabeza, como pensándolo.

-¿Por qué has venido? – preguntó acercándose. Retrocedí. Tiró de mí hasta abrazarme, inundándome en su aroma a alcohol. - ¿Viniste por mí?  - murmuró en mi oído. Me removí inquieto. - ¿Me extrañaste?

-déjame – escondí mi mirada.

-respóndeme… ¿Me extrañaste?  -su aliento golpeó mi rostro. Al parece estaba bastante tomado.

-detente – mi respuesta lo calló. Acercó una de sus manos a mi rostro, la deslizó por el camino de mis lágrimas.  Busqué sus orbes negras perdiéndome en ellas. Acercó su rostro, pero yo alejé el mío. Bufó.

-Aposté por ti, hice mucho pero no te bastó. ¿Qué deseas? – No contesté - ¿Verme sufrir?… ¿Quieres que me arrastré por ti? – cogió mi mandíbula obligándome a verlo.  - Yo nunca he sufrido por nadie… menos por ti.

 

¡CRACK!

 

Mis ojos se empañaron. Yo tampoco quería que sufriera, y sé que no valgo lo suficiente para que alguien llore por mí. Pero es que recién había descubierto que los sentimientos que sentía se debían a que  estaba enamorado.  

 

-Ya no esperes nada de mí,  tengo una vida  en la cual… tú no estás más.

-¿Qu…ué? – el miedo me invadió. ¿A qué se refería? ¿Ya no me quería cerca a él?

-es la despedida JiYong.

-¿Despedida?

-seremos desconocidos. No te molestaré… ni tú a mí.  ¿Lo entiendes? - habló con tanta seriedad, que comprendí que cual era su objetivo. Deshacerse de mí.  

-Seung… – yo te necesito. Las palabras se atoraron en mi garganta.

-Como habrás visto tengo una labor que cumplir. -   sonrió a Bom. – deberías ir a casa y dormir como el buen niño que sigues siendo. – se acercó a mí oído. – un hombre como yo… debe hacer otras cosas – sonrió ladinamente.   –adiós. – me soltó.

 

Fue a ella y la besó largamente. Que horrible dolor me causó que lo hiciera. Mi alma se desgarró cuando sus labios tocaron los de ella, esos mismos que en una sutil caricia rozaron los míos por primera vez. Se abrazaron  y caminaron hasta mí. Su cuerpo me empujó apropósito, desequilibrándome, lanzándome a la piscina.   El agua me mojó por completo, los vi burlándose. No parecía Seung hyun, ese que prometió cuidarme, el que dijo amarme.

 

¿Si me quería porque se marchaba con ella?

 

Yéndose sin mirar atrás. No tenía interés. Abandonándome como muchos lo han hecho. Negándome el volver a sus brazos. Apartándome como si fuera un objeto, sucio y obsoleto, de su vida cuando él ya caló en la mía. Cuando  se volvió mi todo y nada. Justo ahora que  no puedo seguir sin él.

 

Hoy que decidí abrir mi destartalado corazón… él ya no está para recibirlo.

 

 

¿Así es el amor?

 

FIN POV JIYONG

 

CONTINÚA… 

Notas finales:

Gracias por esperar, y pues igual que ustedes concuerdo en que ji se merecia el rechazo de seung, pero aish mi bebe me da pena igual, en el prox cap habra una explicacion,  byebye


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