Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

[Reviews - 557]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sorry por la demora, estoy a punto de terminar mi carrera así que estoy en modo flojera jeje pero aquí les traigo el cap, a leer… 

 

-joven el auto está listo. – informó la señora Heo ingresando a la habitación de su joven amo.

-gracias, ahora bajo. – respondió un pelirrosa nervioso.

 

La mujer salió dejando que el joven termine de acomodar las prendas  que luciría delante de la madre de su novio; y es que ella lo había llamado temprano por la mañana pidiéndole que la fuera  a ver. Fue muy extraño cuando una de sus empleadas le comunicó que la señora Choi estaba al teléfono. 

Por eso ahora tenía los nervios disparados. Por esa misma razón cambió de vestuario más de diez veces hasta que concluyó que usar prendas juveniles de tonalidades suaves amenizaría el ambiente que viviría dentro de poco.

 

-es hora. – se dijo a sí mismo, echándose una última mirada frente  al espejo.

 

----------------------------

 

-llegamos joven kwon. – avisó el chofer. Bajó del  auto y abrió la puerta para que el menor descendiera.

-espéreme por favor. – dijo el menor. El chofer asintió y volvió al auto para estacionarlo  en otra parte de la residencia.

 

POV JIYONG

 

Finalmente había llegado a la casa de la familia Choi, era más “pequeña” que la mía pero muy acogedora. Me transmitía mucha paz  aunque  hace mucho tiempo que no venía.  Para ser más exacto desde  que me presenté como enamorado de Seung, o mejor dicho cuando nos encontraron en su habitación y pues Seung tuvo que contarles que estábamos juntos.

 

Aun no había ni  entrado a la casa y ya sentía mi mejillas arder por los recuerdos que se reproducían en mi mente.  Llevé una mano a mi pecho sintiendo mi corazón alterado. No quería entrar de esa manera. Lo primero que debía hacer era respirar y tranquilizarme. Respirar, respirar, respirar. Ya estoy listo.

 

Aunque…  realmente no sé  cuál sea el motivo para que la señora Choi me pidiera que la visitara. Que yo recuerde Seung y yo estamos muy bien. Hace sólo dos días que acabábamos de  celebrar nuestro primer mes, juntos. Tan largo y tan corto  a la vez. Un día que jamás me permitiré olvidar.

 

-no es momento de recordar eso.- me reprendí  a mí mismo  por distraerme de la verdadera razón de estar aquí. – Sea lo que sea que me diga, lo tomaré con calma e inteligencia.- asentí  con firmeza a mis palabras. Expulsé un último soplido y me dispuse a tocar la puerta,  sin embargo, antes de hacerlo esta se abrió y mostró a una de las empleadas de la casa.

-buenos días joven JiYong  adelante.

-g…gracias. – tartamudeé por el  inesperado recibir.  Ingrese a la casa y ella me pidió que la siguiera,  eso hice. -¿A dónde vamos? – pregunté por curiosidad. Finalmente se detuvo frente a una puerta, giró hasta quedar frente a mí y sonrió.

-Este es el despacho de la señora Choi. Ella lo espera, adelante. – respondió dejándome con la boca cerrada.  –con su permiso. – se marchó y yo me quedé en el mismo lugar donde me había detenido. 

 

¿Y ahora qué?

¿Qué se supone que debía hacer?

¿Cómo debo actuar?

 

-¿Ella estará adentro?- observé la puerta de madera oscura, era de esas con doble manija que se ven super grandes. Tragué un poco de saliva, mi garganta se había secado. Con pasos silenciosos acerqué   mi rostro y pegué, levemente, mi oreja a la puerta. – No se escucha nada.-  murmuré después de varios minutos.

-¿Qué deseas escuchar? – susurraron  en mi cuello.

-¡¡¡AAHHH!!!-Inevitablemente grité  y brinqué escandalosamente.- ¡Me asustaste! –le reclamé a la persona que me había hablado. Él sólo rió con gracia, en cambio yo,  estaba a punto de tener un ataque cardiaco.

-¿Por qué debería de asustarte? ¿Será acaso por qué estás espiando a  mi madre? – preguntó Seung hyun,  irónicamente, y cruzó los brazos  mirándome “severamente” en espera de una respuesta.

-este, yo…- ¿Qué le iba a decir? Si él me está preguntando es porque no sabe que su mamá me citó. ¡¿Si es algo que no se debe de enterar?! ¿Qué respondo? ¡¡Mi vida es tan complicada!!

-Seung… - una voz femenina se oyó  desde el interior del despacho. Mi cuerpo entero se estremeció al reconocer aquella voz. El sonido de tacones golpeando el piso  se había cada vez más notorio. Esto era igual o peor que una película de suspenso.  No podía despegar mis ojos de la puerta donde minutos atrás me había apoyado para escuchar algún sonido, pero no percibí nada; y ahora no faltaba nada para que aquella mujer  saliera.-Seung…- las puertas se abrieron hacia adentro, dejándome ver a la madre de Seung. Ella tenía unos lentes  de descanso, vestía un traje de oficina y llevaba el cabello recogido. Definitivamente  la belleza de los Choi  era hereditaria. –hijo… ¡oh! JiYong. – dijo al percatarse de mi presencia. Me  miró con cierta sorpresa en el rostro, pero luego sonrió. –qué bueno que ya llegaste.

-ah,  s…sí, disculpe mi tardanza.- respondí torpemente, colmándome de más vergüenza si se podía.  Me incliné para pedirle disculpas, y mantuve  la cabeza agachada debido al bochorno.

-descuida, sólo son unos cuantos minutos. –su mano tocó mi cabello con mucha dulzura  y lo sacudió con ligereza, haciéndome sonrojar aun más.

-¡mamá!- oímos la exclamación de Seung.

-¿Qué?- le preguntó  con una chispa juguetona. Ya veo de quien heredó esa manera de ser.

-yo soy el único que puede hacerle eso a  JiYong.- dijo caprichosamente. Sin más sentí como  me jalaba a su lado, tomando mi  cintura  entre sus brazos y apoyando su mentón encima de mi hombro  izquierdo. –sólo… yo… ¿Verdad… yongie?- con cada palabra dejaba pequeños besos en mi mejilla. Por ende,  la vergüenza  se apoderó  de mi cuerpo y ya hasta sentía que me volvía pequeño delante de ellos. Claro, todo eso  únicamente  ocurría en mi mente. Porque la realidad era que la señora Choi nos miraba con una enorme sonrisa, Seung no dejaba de aprovecharse de mí y yo simplemente  dejaba que él hiciera lo que quisiera con mi timidez.

 

Los Choi  al ataque. Que perfecto título descriptivo para esta escena.

 

-¿JiYong qué le has hecho a mi hijo?- me preguntó ella sonriendo. – nunca antes lo había visto comportarse de esa manera con alguien.

-no, n…no lo sé.- tartamudeé casi sin voz y sin poder mirarla. Cuando acabé de responder Seung se detuvo, pero permaneció cerca de mi rostro y  distinguí una sonrisa ganadora en sus labios. Volvió a apegarme a él y habló.

-yongie es mío, mamá. -  declaró retando con la mirada a su progenitora.

-¡Que posesivo eres con JiYong! – exclamó escandalizada, pero con humor.

-Sólo mío. –repitió como si fuera un niño con su juguete nuevo, típico.

-jajaja… - se carcajeó abiertamente y Seung la siguió. Yo no estaba seguro si debía reír o no, ya ni siquiera sabía porque lo hacían. - ¡Ay Dios! Qué hijo tengo -  continuaba riendo, pero  con más calma.

-soy igual que tú, mamá- respondió, también dejando de reír

-ahh…-exhaló tranquila y recuperó la compostura.- ahora sí, dejemos las risas atrás. – enfocó su mirada en mí.- JiYong entra a mi despacho, por favor.

-sí. – contesté  sin oponerme.

-¿Qué está sucediendo? – cuestionó Seung, con claras intenciones de no soltarme.

-debo hablar con él. – respondió ella.

-uhm… ¡yo también quiero saber! – inesperadamente me soltó e ingresó corriendo a la estancia donde su madre estaba.  Ambos nos sorprendimos por la agilidad que tuvo para moverse.  Ella  volvió su mirada hacia mí y me sonrió.

-entra, creo que no vamos a poder tener esta plática solos.- dijo en voz baja, pero con esa esencia maternal. Asentí y  caminé al interior de la estancia.

 

Ella ocupó su lugar en el asiento principal  y nosotros dos al otro lado del escritorio. Movió algunos papeles que estaban sueltos y los puso dentro de un folder para luego guardarlos en uno de los cajones que desplazó del mueble. No obstante, sacó un sobre blanco, delgado y sellado.

 

-JiYong-  Me nombró y presté atención a lo que diría. – te llamé porque  hace un par de días el señor Yang, Director de la Universidad Hanyang,  me informó que  estaría enviándome el resultado de tus exámenes. Como  sabrás,  el resultado  que hayas obtenido definirá tus estudios. Sólo si apruebas podrás continuar  el siguiente ciclo con tus compañeros, si no es así… - pausó por un momento, uno que por cierto pareció eterno. –repetirás el ciclo anterior.

 

Suspiré con temor. A pesar de todo lo que había sucedido el año pasado, prefería estar con mis compañeros porque finalmente  ellos mostraron su arrepentimiento  y eso me daba cierta tranquilidad; pero si tenía que empezar con gente nueva, se volvería una nueva traba en mi vida. En este tiempo he  combatido algunos temores propios de mí, pero aun me falta mucho más. No creo ser capaz de poder relacionarme con gente que no he visto nunca. 

 

-yongie. – giré mi rostro hacia el llamado de su voz.  Seung tenía una sonrisa llena de buenos deseos, su mano cogió la mía y entrelazó nuestros dedos. – tranquilo. –asentí.

-el resultado ya lo tengo y está dentro de este sobre. – levantó  el sobre de su mano. Éste tenía el logo de la universidad y el nombre del mismo, pero además, se mantenía sellado.– como podrán notarlo aun no lo he abierto, y es porque quería que  estés presente cuando lo hiciera. ¿Deseas abrirlo tú?- preguntó finalmente.

-… - luego de  meditarlo unos segundos en mi cabeza me negué.-no, ábralo usted por favor. – le pedí. En ese sobre se  encontraba la única oportunidad de continuar todo como antes, era mi última esperanza.

-como decidas. –cogió una pequeña cuchilla del porta-lapiceros y rasgó el sobre. De ahí salieron tres hojas. Ella se puso a leerlos en orden mientras que Seung continuaba sosteniendo mi mano brindándome las fuerzas que  requería en este momento. Mis ojos intentaban escudriñar, a través del papel, lo escrito pero era imposible distinguir lo que decía.  Las ansias me estaban matando.

-mamá, ¿Qué  dice? – preguntó Seung intrigado por el silencio de su madre.

-JiYong… - apreté la mano de Seung, entre mis dedos, al escuchar mi nombre salir de su boca. – la Universidad Hanyang, se complace en informarle que usted ha sido admitido en el nuevo año de su carrera, tras haber obtenido el puntaje de excelencia que esta escuela exige a sus estudiantes. Esperamos que continúe demostrando sus conocimientos  en el largo camino que le resta. Nuestros más buenos  deseos y felicitaciones.

-e…so quiere de…cir que… que… ¡¡APROBÉ!! –grité, repleto de emoción.

-¡lo lograste! – Seung se levantó del asiento y me abrazó, y lo abracé. Nos aferramos uno al otro celebrando el éxito en los exámenes que rendí.-sabía que podías lograrlo, eres un genio.

-¡Felicitaciones! – dijo la madre de Seung.

-muchas gracias. – respondí sin parar de sonreír. Estaba muy emocionado.

-traeré unas bebidas para celebrar. – anunció Seung hyun y salió de inmediato. 

 

Yo volví a mi asiento, aquietando mis emociones,  pero aun sonriendo. Esto una re buena noticia, jamás me sentí más feliz de aprobar un curso.

 

-te vuelvo a felicitar JiYong. – dijo la madre de Seung. – tenía plena confianza en que lograrías aprobar esos exámenes.

-le agradezco que haya creído en mi. – incliné mi cabeza en gratitud.

-eres un estupendo estudiando, no podía ni siquiera dudar en todo el empeño que le pondrías.- ambos sonreímos.

-usted tiene la razón.

-por eso estoy muy feliz de que mi Seung esté con un chico como tú.

 

Abrí  mis ojos impresionado de la afirmación que acababa de hacer. Entiendo que sepa de la relación que tengo con su hijo, pero que lo diga abiertamente me dio escalofríos.  Ella me observó con esos ojos negros, mismos que heredó Seung. Esa mirada siempre me intimidaba y aunque no era una maliciosa, si  reconocía la curiosidad de querer hacerme preguntas.

 

-¿puedo… preguntarte algo? – cuestionó sin apartarme la mirada.

 

¡Sabía que quería preguntar!

 

-s…sí. – tartamudeé haciéndola reír, colocó los codos sobre el escritorio y entrelazó sus dedos para finalmente apoyar su rostro en ellas.

-no te pongas nervioso. Solo quiero saber…si Seung… - tragué. ¿Qué tenía que ver Seung en todo esto? –te está tratando bien.

-¿Cóm…o?-no entendí a qué se refería.

-Uhm…me refiero a ¿Cómo es mi hijo como tu enamorado?-esta vez sí le entendí perfectamente.

-ah… -lo pensé, y no tuvo que pasar mucho tiempo para darle una respuesta. Era bastante obvio para mí. – él… es la persona… más hermosa que he conocido. –ella frunció ligeramente el entrecejo ante mi respuesta. Me aclaré un poco la garganta y empecé a explicar. – Me refiero… a que él es muy protector, - mis manos empezaron a ponerse nerviosas al decir esto.- tiene detalles que nunca nadie tuvo conmigo, es… ca…riño…so, - tuve que bajar mi cabeza por lo avergonzado que estaba. No era fácil decirle a ella como es su hijo cuando está conmigo.-es divertido, salimos a pasear, comemos juntos, y…  es hermoso. 

-vaya, parece que me describieras a un príncipe encantador  jajaja – rió divertida – así que él es todo eso, en conclusión… es hermoso, ¿cierto?

-s…sí – respondí  sin mirarla.

-del uno al diez, ¿Qué nota le pondrías respecto a su belleza?

-¿eh? – estaba pasmado. Una parte de mí comenzaba sospechar de las verdaderas razones que conllevaron a esta repentina reunión.- este… ehm… sería un… ¿diez? – noté como su sonrisa se  hacía cada vez más amplia, mientras yo me sentía a cada segundo más avergonzado de decirle lo que pienso y siento.

-diez – repitió con los ojos iluminados por el orgullo. Asentí  sonrojado.-me sorprende tu sinceridad, pero si Seung se porta mal en  algún momento no dudes en contármelo, yo me encargaré de él. – y antes de poder darle una respuesta, la puerta se abrió. 

-¡Aquí están los refrescos! – Anunció Seung entrando al despacho con una bandeja de plata sobre sus manos, la colocó sobre el escritorio y  nos quedó mirando.- ¿Por qué tan callados? – Me observó un rato y después miró a su madre.- señora Choi… ¿Qué le ha hecho a mi novio para que esté tan rojo?- preguntó cruzado de brazos.

-¡Seung! – chillé azorado. Como era de esperar, ella se echó a reír.

-jajaja si quieres saberlo pregúntaselo a JiYong.

 

Volvió  su mirada a mí, pero rápidamente tomé uno de los vasos con refrescos y lo alcé.

 

-¡brindemos! – exclamé intentando dejar atrás esa pequeña conversación de hace unos minutos.  Gracias al cielo la señora Choi me siguió la corriente y también elevó el recipiente, entre los dos observamos a Seunghyun, él hizo una pequeña muestra de disgusto pero finalmente   recogió el vaso y  lo elevó.

-brindemos por el nuevo comienzo de JiYong  – decía ella mirándome amablemente. – espero que sea el mejor año y que ambos puedan seguir superando sus límites, además  de que ese amor que los une permanezca intacto y crezca y siga creciendo con el transcurso del tiempo. Así  que niños no permitan que nadie los separe, ni ahora ni nunca. ¡Salud!

-¡Salud! – dijimos a coro, tanto él como yo  no dejamos de sonreír mientras bebíamos. Esas palabras revivían las promesas que nos habíamos hecho y estoy segurísimo que nadie lograría separarnos.

 

----------------------------

 

-le agradezco que me haya dado esta increíble noticia, era algo que no me dejaba estar tranquilo.

-sabes que no debes agradecerme nada, tú eres él que hizo todo, son tus logros lo que se premian cariño, los tuyos. – sonrió cálidamente.

-aun así gracias. – realicé una reverencia.

-está bien, los aceptaré si tanto insistes. ¿Me dejas darte un abrazo?

-claro. – asentí y segundos después ella me abrazó. Fue una sensación tan acogedora pero a la vez extraña. Sentir los brazos de una madre definitivamente no tiene lugar de comparación y aunque ella no sea mi madre este abrazo me transmitió muchas emociones que hace tanto dejé de sentir. 

-cuídate mucho. – dijo y terminamos nuestro abrazo. - ¿A dónde piensan ir? – preguntó con curiosidad.

-ah… pues no sé muy bien, Seung hyun dijo que salgamos pero no me dijo  donde.

-aish este chico siempre tan arrebatado.- movió la cabeza negativamente- ¿Y por qué demora tanto? Ni que fuera mujer. – comentó inquietada por la tardanza de Seung mientras yo reía porque justo cuando dijo eso Seung llegó.

-¡no soy mujer pero me gusta estar presentable! – respondió a espaldas de su madre, espantándola.

-¡¿Por qué apareces  así tan de repente?! – le reclamó con una mano en el corazón.

-¡Es mi casa!

-Seung bájame ese tono. -  indicó cerrando los ojos. Realmente no sabía si seguían bromeando  o es que en serio la señora Choi se había molestado, mas sólo pude distinguir una pequeña sonrisa en los labios de Seung mientras la miraba, lo que sucedió después fue cuestión de segundos.

-vámonos – me dijo Seung que había aparecido sorpresivamente a mi costado. Ni me permitió contestarle cuando ya corríamos fuera de la casa  oyendo los gritos cada vez más altos de su madre. – entra al carro. – soltó mi mano y pude entrar. Él  subió al asiento de piloto y arrancó el auto, desde la ventana de mi lado pude ver a la señora salir de la puerta de su casa  y vernos partir  con el entrecejo arrugado, signo de molestia.

-creo que deberíamos regresar, tu mamá lucía enojada. – dije con un poco de pena. Toda la mañana la habíamos pasado muy bien, y justo cuando nos despedimos ella termina molesta con nosotros.

-no está molesta. – afirmó sonriendo. – así jugamos nosotros.

-¿de verdad? – lo miré. Él se detuvo cuando  el semáforo estuvo en  rojo, viró la cabeza para verme y asintió. –ufff… ya me había asustado.- dejé a mi cuerpo relajarse  de la temporal  zozobra.

-yongie…

-uhm…

 

Se acercó a mí colocando su mano derecha detrás de mi cuello y la otra en mi mejilla, por inercia cerré los ojos  y  esperé que me besara.  Extrañamente  el beso no llegaba pero podía sentir su aliento chocar con el mío, muy cerca, eso significaba  que en  cualquier momento lo haría, por  ende permanecí en la misma posición de espera.  

 

-me fascina saber que sólo yo puedo besar tus dulces labios.

 

Abrí  los ojos con prontitud al escucharlo susurrar, con esa voz ronca que me ponía los vellos de todo el cuerpo en  punta. Sus orbes estaban puestos en mi rostro, observando con detalle cada expresión mía. Esa aseveración, estaba seguro que logró enrojecer mi rostro a más no poder.  Abochornado, traté de separarme, pero él no lo permitió y jaló mi cuerpo al suyo.

 

-Se…ung…- tartamudeé sin poder mirarlo de frente.  Estábamos demasiado cerca, nuestros cuerpos casi se rozaban, mala decisión la mía al no ponerme el cinturón. Su mano ya no estaba en mi cuello sino que ahora se aferraba a mi cintura.

-¿Por qué estás tan nervioso? – me preguntó con esa típica sonrisa de complacencia. Mi voz se apagó  y únicamente encogí mis hombros, escondiendo más aun mi mirada.- ¿Confías en mí?- preguntó  sobre mi mejilla, todo mi ser se estremeció por su aliento tibio. Volví a asentir torpemente.  – yongie…- su mano se deslizó de mi mejilla a mi mentón, levantando mi rostro, a pesar que luché para que no lo lograra. Nuestros orbes se encontraron  y reflejaron en el otro. Él  me sonrió, una sonrisa tan amable que me contagió. – no me temas ¿ok? Yo quiero sólo lo mejor para ti.

-n…no te temo. – respondí rápidamente y él se rió de mi enredada lengua. Resoplé al sentirme burlado.

-si continúas haciendo esos pequeños gestos con tus labios juro que te devoraré hasta robarte el último aliento. – soltó con voz traviesa.

-¡Ya! – exclamé más ruborizado que nunca  y alejé a Seung usando mi fuerza.  – no seas así. - Crucé mis brazos y me senté correctamente en el asiento con la cabeza mirando a la ventana.

-jajaja está bien, está bien. – se puso a conducir sin parar de reírse.  

-¡mi chofer! – exclamé al recordar que le dije que me esperara.

-ya le avisé que saldríamos. – me respondió.

-gracias, se me había pasado.

-tú tranquilo. Ahora me tienes a mí para solucionarte la vida.- dijo egocéntricamente.

 

Por mi parte me quedó hacer mis simples,  comunes y patéticos  pucheros a escondidas de mi “alegre” enamorado. No sabía a dónde es que iríamos, pero fuese donde fuese estaría con mis alertas totalmente activas.

 

FIN POV JIYONG

 

Seung llevó a su pelirrosa a un espectacular cine, compraron las entradas  e ingresaron a la sala dispuesta.  Al ser sábado y mediodía sólo el 30% de la capacidad de la sala estaba ocupada, el resto estaba vacío por lo que pudieron escoger los lugares de sus preferencias.   Se acomodaron en asientos juntos ubicados en la segunda mitad, ambos traían popcorn  y  vasos de gaseosas, además de los lentes 3D.

 

-¿Qué veremos? Preguntó en un susurro el menor.

-no lo sé.- respondió de igual forma el pelinegro.

-¿Qué? – se quitó los lentes para encararlo.

-mi intención al traerte era que pasemos un rato juntos, por eso pedí entradas para la  película que comenzara más rápido. No pregunté si quiera cual era.

-¿y ahora?

-bueno, veamos la película seguramente es buena. – le mostró su mejor sonrisa, convenciendo  a JiYong.

-ah… siempre debo ser partícipe de tus  aventuras. – reflexionó más para sí mismo que para Seung, pero éste al estar en el asiento contiguo lo escuchó con claridad.

-y lo seguirás siendo por el resto de mi vida. – Agregó, sorprendiendo a Ji.- la película va a empezar, mira al frente. – enderezó el rostro del menor hacia la pantalla desviándolo de su rostro, ligeramente sonrojado.

 

Las luces se apagaron dejando únicamente que la pantalla iluminara de vez en cuando el lugar,  las  personas presentes dejaron de hacer ruidos y prestaron atención  a  lo que se proyectaba.

 

La película inició con una pareja de enamorados que se tomaba de la mano y caminaba por un verdoso campo a la luz de la luna, la chica sonreía ampliamente mientras el chico le correspondía, en ambos rostros se podía palpar el amor por el otro.  Ellos se acomodaron en el pasto y echaron uno al costado del otro. Se dedicaron a observar la luna llena, brillante y grande.  

 

-no quisiera dejarte ir…- habló el muchacho llevando las manos de ambos hacia su corazón. – pero si no lo hago… no me perdonaría  negarte la vida. – sus ojos brillaron por el liquido salado que comenzó a acumularse. –pero  te amo, te amo más que a mí mismo. – murmuró.

-yo también te amo. – dijo ella con una ligera sonrisa, colocó su cabeza en el hombro del joven y lo abrazó. – juró que volveré después de mi tratamiento, me sanaré, viviremos juntos y nadie podrá decirnos que no podemos estar juntos.

 

Los dos se sonrieron con los rostros bañados en lágrimas, pero con un amor más grande que cualquier tristeza.  Ambos sabían que sus palabras eran mentiras, eran conscientes que la vida que querían realizar juntos jamás se cumpliría, tenían presente  que en este mundo sus esperanzas estaban perdidas, pero era más fácil fingir que todo saldría bien, que sí había esperanzas, que aun podían ser felices.

 

-por favor… nunca te olvides de mí. – imploró ella en un sollozo.

-jamás… jamás olvidaré la razón de mi existir. – respondió con la voz quebrada.  -bajo esta luna que nos unió… prometo  volver a encontrarte en el tiempo y lugar que sea, te buscaré.

-bajo esta luna que nos unió… me despido de ti, mi amor… - terminó ella.

 

Con un delicado beso entregaron sus corazones, respiraron sus últimos alientos, y él permitió que ella abandonase este mundo que los había unido en un amor  novelesco  para solo tiempo después separarlos cruelmente.

 

 

Los agradecimientos de la producción comenzaron a exponerse en la pantalla. Aquel triste final dio como resultado los rostros húmedos de los espectadores,  casi todos con pañuelos  en las manos, y las parejas mimándose, diciéndose palabras que demostraran su amor.

 

-qué triste historia. – comentó JiYong con voz gangosa debido al llanto.

-dirás una hermosa historia. -  le corrigió Seung hyun extendiéndole un pañuelo.

-tienes razón, gracias. – lo recibió y secó su rostro. 

-ven. – dijo extendiendo sus brazos. El menor lo observó unos segundos  y  luego se refugió en los brazos de su amado.  – tranquilo, es sólo una historia que no es la nuestra.

-no puedo ni imaginar que sería de mí sin ti.

-no tendrás que  imaginarlo porque no sucederá. – elevó el rostro del menor para verlo y con las yemas de los dedos recogió los últimos rastros de lagrimas. – aunque yo si tuve que pasarlo cuando estuve a punto de perderte.-miró los ojos color avellana, y recordó  ese horrible momento cuando lo encontró en el baño de la mansión además de todos los días que pasó en la clínica cuando cayó en coma.

-pe…ero aun no estábamos juntos. – acotó con un poco de tristeza al rememorar aquel hecho.

-es cierto… - tragó dificultosamente. -, pero ya te amaba. – la lagrima que no derramó en el transcurso de la película apareció en ese instante. El pelirrosa abrió los ojos, asombrado de tal confesión.

-¿t…ú? – preguntó incrédulo.

-te amé desde antes de saberlo. –reveló.

-hyun…nie – sus ojos  volvieron a empañarse.

-esa es mi razón de amarte y cuidarte. No quiero volver a sentir que voy a perderte,  no lo soportaría de nuevo más aun sabiendo que también me amas.

-¡hyunnie!- enterró su rostro en el pecho del pelinegro, sollozando e hipando descontroladamente al mismo tiempo que sus manos se aferraban al cuerpo ajeno. – lo si…ento mu…cho, per…dóna…me.

-no hay nada que perdonar…- frotó la delgada espalda de JiYong. – de alguna manera gracias a eso ahora estamos juntos. – lo consoló. El menor levantó su rostro, con los ojos enrojecidos, la nariz rosada y las mejillas teñidas de carmín; y asintió con un mohín en sus labios. – amándonos, abrazándonos, besándonos.

-¿besánd… mm?-  su réplica fue interrumpida por Seung, que lo besó, cubriendo sus labios ni bien abrió la boca.  Dando así por cumplido todas las  descripciones que dio.

-besándonos. – repitió tras separarse.

 

Ji mordió sus labios avergonzado por besarse con Seung en un cine público, que por gracia divina aun continuaba con las luces apagadas. Sin embargo, un sonido sutilmente escandaloso a unos cuantos asientos  más atrás le llamó la atención. Al dirigir su mirada  vio dos sombras juntas, seguramente la de alguna pareja de novios que estaba besándose o  haciéndose caricias no muy recatadas. No quiso ser indiscreto por lo que decidió  dejar de mirarlos, pero justo en ese instante las luces de las sala de  encendieron completamente, revelando así las identidades de  aquella pareja.

 

-no  puede ser. – murmuró JiYong con los ojos abiertos de par en par y el cuerpo helado de la impresión.

-¿yongie qué tienes? – le preguntó Seung al notar como su rostro se volvía pálido.

-é…él… él – su boca estaba tiesa, y sus ojos no podían dirigirse a otro lugar que no sean esas personas.

-¿qué? – frunció el entrecejo al no comprender las palabras de su novio.

-hyu…ung – logró mascullar. 

-¿hyung?- repitió. Al no hallar más respuestas volvió su rostro a la dirección donde miraba el menor   y lo que vio lo asombró en demasía. -¡Yunho! – exclamó llamando la atención de todos en la sala, claro está que también del nombrado, quien al verlo se separó de golpe de su acompañante.

-Seung – pronunció al reconocerlo. – Ji… - al decir ese nombre su rostro enrojeció a la velocidad de la luz.

-¡¿gordo?! – preguntó sorprendida  la joven que acompañaba a Yunho.

-¡Hyomin! -  la llamó en regaño.

 

Descontando al pelirrosa congelado y a un Yunho abochornado, los primos se pusieron de pie y soltaron al mismo tiempo.

 

-¡¡ ¿QUÉ HACES AQUÍ?!!

 

CONTINÚA…

 

Notas finales:

 

 

Wuuuuuuu  aquí me huele a amor, ahora Yunho se ha unido a la familia Choi??? Será así jajaja y esos primos- enemigos como se enfrentarán?? 

 

Ya se enteraron del proyecto de YG con GD y Bae, Dios me emociona esa unión- aunque seguramente el troll de YG no pone a todo BigBang después :P—esperare a saber que se hará.

Mas noche trataré de escribir brazaletes para actualizar mañana, nos leemos byebye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).