Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

[Reviews - 557]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui estoy con la actu, tardo pero ah llegado. He querido actualizar antes, pero estoy sin internet en mic asa, y solo puedeo ir a cabina los fines de semana y eso si es que se presenta la ocasion.

Nos los retengo mas y les dejo el cap.

Voy a tomar la corriente del fic y continuarlo.

 

LUNES

 

POV SEUNG

 

Apenas había puesto en marcha mi auto cuando escuché la melodía de mi teléfono sonar. Busqué en la guantera el handfree y me lo coloqué.

 

-aló, habla Seung Hyun. – dije concentrándome en la pista.

-hola hyunnie.

-yongie. – sonreí bobamente al oír su voz. -¿Cómo has amanecido?

-bien. – sentí un poco de duda en sus palabras.

-¿Hay algo que te molesta?

-no. Es solo que estoy un poco… nervioso, es todo.

-tranquilo, voy a estar junto a ti, y los chicos también, así que tómalo con calma.

-está bien.

-¿estás listo?

-sí, ya estoy en el auto.

-yo también.

-¿estás conduciendo?

-sí.

-Entonces mejor hablamos cuando llegues. No quiero distraerte.

-de acuerdo, nos vemos.

-adiós.- colgó.

 

Retiré el dispositivo de mi oreja y me concentré en manejar. El cielo estaba despejado, eso anunciaba que el invierno ya estaba por llegar a su fin. La ventana a mi lado permanecía  abierta y el aire ingresaba con total libertad, llenando mis pulmones.  Hace dos días llegamos de Grecia y cada uno nos la pasamos descansando. Hoy empezaban nuestras clases. Este año las cosas serían distintas. Quizá hasta era inverosímil, pero me sentía feliz por volver a la universidad.

 

Aunque también había algunas cosas que me angustiaban. Cuando llegué, tuve una conversación con mi madre. Le dije que habíamos convencido a Ji Yong para que iniciase el tratamiento, se alegró mucho. Claro está que convencerlo era  lo más difícil. Ahora se venía lo real. Ji aun no lo sabía, pero este fin de semana sería la primera sesión. El psicólogo que lo trataría  sería un amigo de mi mama.Ella dice que es un gran hombre, confía ciegamente. Él ya está enterado del caso, y está dispuesto a ayudar. Saberlo me tranquiliza, no quiero que la persona a cargo de mi Ji sea alguien que lo vea como un “caso”, de verdad deseo que le interese su bienestar tanto como a mí.

 

-ya estamos aquí.- digo, dándome cuenta que he llegado a mi centro de estudios.

 

Mis pensamientos realmente me alejaban del mundo, que bueno que he llegado con bien aquí. Salgo de mi auto con mi mochila al hombro. Observo que el estacionamiento es un caos. Los alumnos nuevos llegando, y los de otros ciclos reuniéndose. Siempre son así los primeros días, todos llenos de emoción y luego queriendo largarnos de aquí. Río un poco por lo último. 

 

-hyunnie~ – susurran tras de mí.

 

Volteo con una autentica sonrisa en el rostro. Veo  a mi hermoso pelirrosa sonriéndome, hasta sus ojos casi desaparecen. Camino la distancia que nos separa y lo envuelvo en un abrazo. Su perfume llena mis fosas, embriagándome.  Desde hace dos días que no nos vemos. Pactamos que sería mejor descansar este tiempo  antes de volver al ruedo con los cursos.

 

-te extrañé- digo sobre su cabello.

-yo también. –sus brazos se enrollan en mi torso.

-te ves muy lindo. – hasta parece brillar.

-claro que no, luzco igual que siempre. – niega con su cabeza.

-por eso mismo lo digo.- respondo, logrando sonrojarlo. Río un poco y hace un mohín con sus labios. -  no me haga esa carita que no me resisto. – comento susurrando.

-¡dices cosas muy atrevidas! – exclama en voz baja cubriéndose el rostro con las manos.

-ah Yongie, ya aprenderás. Pero por ahora entremos que ya nos empiezan a ver raro. -  él mira de reojo y confirma mis palabras. Varios alumnos tienen “discretas” miradas en nuestra dirección.  Les sonrío de manera altanera, y paso mi brazo por los hombros de Ji y nos ponemos a caminar.

-¿Qué crees que piensen de nosotros? – me pregunta cohibido mientras avanzamos.

-en primer lugar te lo repito,no me importa lo que opine el resto, y en segundo lugar que piensen lo que quieran.

-¿no te traerá problemas?

-las personas que tenían que saber sobre nosotros lo saben, así que no me preocupo.

-Uhm… - asiente pensativo.

-¿Qué pasa?

-es que tú… eres muy popular y… - muerde su labio inferior evitando continuar.

-¿Qué hay con eso?

-pues… si se llegasen a enterar que estás conmigo – dice muy bajito para que nadie lo oiga -  tal vez no quieran seguir siendo tus amigos. – al final de la oración su rostro se transformó en tristeza.

-es cierto lo que dices. – digo con neutralidad. Él levanta el rostro mirándome con los ojos abiertos del asombro.- quizá cuando se enteren ya no quieran juntarse conmigo, pero sabes qué… - traga  dificultosamente y me indica continuar. – esos chicos nunca fueron mis amigos.

-¿ah?

-no todas las personas que estén a tu lado te quieren – asiente – y sé muy bien en quien puedo confiar y en quién no, y te aseguro que los puedo contar con los dedos de mis manos.

-¿estás seguro? No quiere ser un estorb… -detengo sus palabras cubriendo su boca con mi mano.

-Ji Yong… no quiero que sigas llamándote de esa manera. – digo seriamente mirando sus ojos apenados. –tú eres una persona espectacular, mejor que muchos  de nosotros. No debes sentirte menos frente a nadie. Prométeme que no volverás a ponerte adjetivos peyorativos.

-lo voy a intentar. –murmura.  Ambos suspiramos y doy una sacudida a su cabello.- ¡mi cabello! – reclama llevándose las manos a la cabeza.

-jeje que chiquito tan engreído, ya no puedo ni tocarte un cabello porque saltas como una fiera. – comento en broma.

-mentira. – se defiende mirando al frente, pero se detiene luego de algunos pasos.

 

Vuelvo mi rostro al frente y me doy cuenta que estamos en la entrada de nuestra nueva aula y se escuchan las voces de algunos de nuestros compañeros.  Es cierto que cuando nos fuimos de viaje nos reunimos todos, pero cada quien estaba en su mundo y era otro lugar, en cambio aquí y ahora eran distintos. En estos pasadizos, en este campus sucedieron tantas cosas. Hicimos tantas maldades a mi actual novio, mi Yongie. Hasta ahora no nos habíamos disculpado como él lo merece, solo habíamos dejado pasar el tiempo.

 

-entremos- le sonrío  para animarlo.  Exhala y asiente.

-tú primero. – dice esperando que me mueva.

-los dos juntos.- afirmo mi brazo que está sobre sus hombros, y luego de una mirada de confianza plena, entramos.

 

Toda la algarabía que había en el salón se terminó cuando ingresamos. No sé porque, pero ambos nos quedamos de pie en mitad del aula. Nuestros pies parecieron querer plantarse ahí.  Yo mantuve la cabeza en alto y Ji Yong bajo la suya. Quienes estaban presentes nos miraron, y yo los miré enfrentándolos.  Sentí el cuerpo de Ji tensarse al sentirse observado, estaba seguro que si dejaba pasar más minutos no dudaría en salir corriendo con tal de no sentirse así. Me obligué a moverme y también a mi pelirrosa, algunas carpetas iban quedando atrás mientras buscaba alguna donde hubiese dos juntas, y las encontré al lado de la ventana. Hago que Ji se siente al lado de ésta y yo me acomodo a su lado. El silencio sigue siendo sepulcral. Realmente es muy incómodo, no creí que fuera a sentirte de esa forma.

 

-¡buenos días, jóvenes! – una voz ajena a la de nosotros resuena en las paredes, captando la atención de todos. Era el supervisor Lee Sun Woong quien había ingresado junto a  su carismática personalidad.-veo que aún no llegan todos. Supuseque sería así, bueno es el primer día. ¿Cómo se sienten? – preguntó sonriente.

 

Los chicos se miraron las caras, esperando que alguien conteste pero al parecer el ratón había raptado la lengua de todos. Exhalé un poco y alcé la voz.

 

-aunque no lo crea, me alegra estar de vuelta en Hanyang – dije sonriéndole. La mirada del supervisor se paseó por el salón buscándome hasta que me encontró y sonrió. Parecía que se sintió aliviado de haber oído una respuesta.

-verdad que sí se extraña su casa de estudios. Yo también recuerdo que cuando era joven extrañaba ir a estudiar.

-uuuuhhh –dijo alguien. Movimos nuestras cabezas hacia la puerta, donde estaba Young bae sonriendo. –¿hace cuuaanto habrá sido eso?- preguntó siguiendo con su broma, causando que todos en el salón rían, incluyéndonos.

-tampoco fue hace tanto. – respondió sonriendo. – adelante Young bae, toma asiento.

-gracias.

 

Él entró saludando  y los chicos le respondieron de igual manera. Su presencia aligeró el ambiente tenso. El supervisor nos dijo unas palabras más de bienvenida y se retiró.  Todos volvieron a conversar  como antes de que lleguemos, en cierta forma me sentí aliviado. Miré a Ji, que observaba a través de la ventana. Debajo  del pupitre, tomé su mano suavemente. Volvió su rostro en mi dirección,  sus ojos me veían con intriga.

 

-¿estás bien? – le pregunté.

-sí – contestó tranquilo y  me sonrió. Le correspondí el gesto y comenzamos a charlar sobre nuestra estadía en Grecia.

 

FIN POV SEUNG

 

La universidad volvía a verse poblada de alumnado luego de la temporada de vacaciones. La hora de receso había empezado y todos estaban aprovechando para darse un respiro luego de iniciar sus clases.Entre los grupos formados estaban cuatro jóvenes, cada uno con personalidades distintas al otro, pero que habían aprendido a aceptarse. Iban avanzando hasta la cafetería entre risas. No se intimidaron ante las miradas de algunos curiosos. Sus pisadas firmes  los guiaron hasta una mesa donde colocaron sus respectivas bandejas.

 

-ves que no era nada difícil – comentó Yun Ho mientras sonreía amablemente.

-mi corazón parece como si fuera a salirse. – respondió el pelirrosa, con una mano en el pecho. Aunque ellos le habían dicho que no se pusiera nervioso y tuviera el mentón elevado, eso no quitaba que en su interior toda la angustia y temor lo tuvieran al límite.

-tranquilo, poco a poco. –dijo el mayor de todos, se7en.

-para ser la primera vez que entras a la cafetería desde que ingresaste a la universidad, lo hiciste bastante bien. – lo animó el pelinegro a su costado, Seung Hyun.

-gracias por acompañarme. No sé qué sucedería si no están conmigo. – desde su posición realizó una pequeña venia con la cabeza. Sus acompañantes rieron discretamente ante tal acto.

-eres único, definitivamente. – Agregó se7en.- ¡A comer! Muero de hambre. – cogió su cubierto y comenzó a devorar lo que había en su plato. Los demás lo imitaron y degustaron de lo servido.

 

La segunda mitad de las clases pasaron más tranquilas. Parecía como si no hubiera ningún conflicto entre ellos, claro está que no era así. Pero las apariencias engañan y es la imagen que proyectaban a todo quien fuera ajeno a la situación.

 

-¿Quieres ir a mi casa? – preguntó Seung Hyun.

-me gustaría.- respondió su novio.

-bien. Chicos, – llamó a sus amigos. – Ji Yong y  yo nos vamos a mi casa, nos vemos mañana.

-Cuídense – dijeron los dos.

-adiós. –se despidieron.

 

POV JIYONG

 

Hoy  fue el primer día de clases oficiales  y también una prueba de fuego para enfrentarme a un lugar abarrotado de gente. Debo decir que prefería quedarme en mi cama, bajo la protección de aquellas sabanas que me cubrían de todo. No obstante, el despertar con los rayos del sol iluminando mi habitación fue muy motivador. Algo dentro de mí  decía que fuera y tomara las riendas de mi vida. Eso hice.

 

Cuando pisé el campus estuve hecho un manojo de nervios, pero al ver a Seung todo eso desapareció. Su compañía era mi mejor calmante.  Aun con varios pares de ojos observándonos, me sentí protegido. La duda aun cabía en mí, no sé si miraban a Seung o me miraban a mí. De cualquier forma, ya pasó. 

 

-llegamos – dijo Seung al estacionar su auto.

 

Nos bajamos del vehículo y caminamos hasta la entrada de su casa. Él me sonrió antes de tomar mi mano e ingresar. Su casa seguía siendo tan acogedora como siempre. Una de sus empleadas nos saludó y guió al comedor.  Sus padres no estaban, por  lo que después de comer fuimos a su biblioteca.  Ésta tenía una pequeña terraza adornada con macetas, además de dos muebles y una sombrilla para descansar.

 

-ven, siéntate. – me dijo cuando se recostó en el mueble.

-¿Dónde voy a sentarme? Tú ocupas todo el espacio.

-aquí hay espacio. – bajó una de sus piernas y la otra la apegó al sillón, dejando un espacio entre ellas. Miré su rostro con incredulidad.- vamos, no es la primera vez que nos sentamos de esta manera. Ven, ven. –estiró su mano.

-pero… - Era cierto que nos habíamos sentado así en otras ocasiones, no muchas tampoco. Sin embargo estábamos en su casa, y me daba pena que alguien nos viera. Su mano continuaba extendida. Titubeé un poco, pero finalmente acepté.

-¡genial! – celebró jalándome.Mi espalda se pegó a su pecho y sus brazos me envolvieron. – me gusta poder abrazarte cuando quiera. – agregó besando mi cabello.

-me gusta cuando me abrazas. – sonreí.

-lo sé, Yongie. – suspiró.-¿quieres ver una película?

-sí.

-pásame el Ipad de la mesa. – me estiré y se lo entregué. –aquí hay una lista de películas, ¿quieres escoger cual ver?

-¿puedo?

-claro.

-ok, será a la suerte.

-como quieras.

 

Cerré los ojos, y puse mi dedo sobre la pantalla. Deslicé mi dedo de arriba hacia abajo y presioné sobre una.  Abrí los ojos y la película ya se estaba reproduciendo. Esperamos unos minutos mientras pasaba la introducción hasta que salió el título.

 

Rapunzel.

 

Seung exhaló. Sabía que no le gustaban las películas animadas, pero había sido la suerte.

 

-veremos Rapunzel. – dijo derrotado. Internamente  me reí de su expresión aburrida. Me acomodé y él apoyo la Tablet en su pierna doblada. La película  había empezado ya.

 

La historia avanzaba hermosamente. La princesa había conocido al amor de su vida, y era correspondida pero la desdeñosa bruja les impedía estar juntos. Pobres, vivían un gran drama. Ya no faltaba mucho para que llegara al final. La bruja los había capturado a los dos. Rapunzel  rogaba para que soltase al caballero, pero la bruja no cedió. ¡Lo apuñaló!

 

-¡vámonos Rapunzel! – exclamó la despiadada mujer, tirando de las cadenas.

-¡No me iré!- gritó sollozando.

 

Su pequeño amigo, el camaleón, la intentó ayudar mordiendo el vestido de la bruja, pero de una patada fue empujado. Después de tanto esfuerzo la princesa logró soltarse, y corrió donde su amado. Estaba agonizando. Ambos tomaron sus rostros, él se estaba despidiendo. La distancia era poca, solo unos centímetros faltaban para….

 

-uhm… - me quejé cuando la Tablet se cayó y no me permitió seguir viendo.  La tomé entre mis manos, pero se había retrocedido hasta los primeros minutos. Fruncí el entrecejo.

 

Volví mi rostro para reclamarle a Seung que me había arruinado la historia, pero rápidamente mi enojo se fue al verlo dormido. Miré todo su rostro, realmente estaba durmiendo, nofingía. Lo quedé mirando por unos minutos más hasta que una idea surcó por mi mente. Dejé la Tablet en la mesa, y me removí despacio. Tragué saliva por los nervios. Seung me estaba contagiando su atrevimiento. ¡No!

 

¡Esto es culpa de Rapunzel!

 

Apoyé una mano en el sillón y la otra en su hombro. Me  acerqué a su rostro. Iba a recrear la escena cortada de la película. Me detuve unos centímetros antes. Respiré lentamente y cerré los ojos.  Mis labios se apoyaron en los suyos. Las mariposas comenzaron a hacer su trabajo en mi estómago.  Esa sensación de estar juntos, era única. Todo perfecto.

 

Todo ERA tan perfecto, hasta que sentí  como se formaba una sonrisa en sus labios.  No queriendo,  separé mis parpados. Los bellos ojos negros de Seung me miraban con gracia, casi sentía que disfrutaba de verme en esta situación tan bochornosa.  Alejé mis labios completamente avergonzado.

 

-lo… lo siento. – me disculpé bajando la mirada. No debí hacerlo.

-gracias por despertarme, hermoso príncipe encantador.- dijo burlonamente.

 

La cara se me estaba cayendo de vergüenza. Soy un atrevido. ¡Qué mal!

 

-Yongie. – Susurró – acércate. – negué con la cabeza. – Por favor – insistió. Solté un poco del aire retenido en mis pulmones y me acerqué.  Su mano llegó a mi mentón y lo elevó hasta poder mirarnos. Él continuaba sonriendo. – me gusta que hayas tomado la iniciativa, pero ahora yo quiero seguir.  – acortó el espacio entre nosotros comenzando un beso lento.

 

Movió su boca con parsimonia.Nuestras respiraciones coincidieron. Me dejé llevar por la sensación adormecedora que asomaba cada vez que nos besábamos. Era como estar en un sueñorodeado de tranquilidad. La mano que había sostenido la Tablet  abrazó mi cintura, acomodándome y apegándome a su cuerpo. Mi mano apoyada en el sillón se dirigió a su cuello, y entre las dos se enredaron para mantenernos juntos. Mis labios también acompañaban su ritmo lento, incliné mi rostro para una mejor posición y continuamosasí por varios minutos.

 

-eres el  novio  perfecto. – comentó al separarnos.

-tú lo eres. – dije acomodando mi  rostro en su pecho.

-entonces somos la pareja perfecta. – sus brazos y piernas me abrazaron.

-Seung Hyun – reclamé para que deshiciera sus ataduras.

-durmamos un rato juntos.

-no tengo sueño.

-verás que cuando cierres los ojos ya estarás dormido. Inténtalo.

-sólo por esta vez.

 

----------------------------

 

Un frio viento chocó mi rostro. Me removí inquieto buscando un poco de calor en las cobijas que me cubrían.  Al intentar acomodarme, mi cuello dolió. La posición en la que estaba debía ser pésima. Despacio moví mi cuello hacia el otro lado. Quise hacer lo mismo con mis piernas, pero las sentía atrapadas. Mi frente se arrugó ante el impedimento. Un poco de pánico se inmiscuyó en mí ante esa sensación.  Con algo de fuerza logré que mis piernasse liberasen.

 

-ngh… - oí un quejido cercano.

 

Mis ojos no tardaron nada en abrirse. Apoyé mis manos en lo que hubiera y levanté mi cabeza. Me asombré al ver a Seung durmiendo. Giré mi cabeza hacia los lados. Comenzaba a recordar. Estábamos en su terraza y nos habíamos quedado dormidos. El cielo estaba oscuro, era de noche. Otra ráfaga de viento azotó mi cuerpo, estremeciéndome. Cogí la sabana y me la coloqué sobre los hombros. Elevé la mirada al cielo y las estrellas estaban presentes, ilum….

 

Un momento.

 

Ahogué un grito en mis manos, dejando que la sábana se caiga de mis hombros. La sabana. Ni Seung ni yo teníamos una cuando nos dormimos. Eso quiere decir que alguien nos vio y nos abrigó. Por favor, por favor que no hayan sido ninguno de sus padres. Aunque sea una empleada, pero no sus padres.

 

-ya despertaste.

 

Mi cuerpo se heló al oír esa voz femenina hablarme. Tragué dificultosamente.  Esto no podía ser más vergonzoso. No podía.

 

-bebé abrígame, tengo  frio. – la voz ronca por el sueño de Seung, se escuchó en el pequeño ambiente. Prontamente sentí como fui raptado por sus brazos. – también estás helado. Durmamos un rato más.

 

No debí pensar que no podía ser más vergonzoso. ¡Si podía serlo! Quise alejarme de él, pero me apretó con más fuerza.  Mi cara estaba enterrada en su hombro. Tenía que avisarle. No podíamos continuar así frente a ella.

 

-Se…ung  tu mamá. – murmuré  lo más bajo que pude.  Con mis manos lo moví para que despierte pero nada. –Seung.

-Ni gastes tus palabras en vanos intentos. Es un poco difícil despertarlo.- habló la señora Choi. Aunque no la viera podía sentir por su forma de hablar que estaba sonriendo.- pero descuida, sé cómo despertarlo.- oí como se aclaraba la garganta. -¡SEUNG HYUN DESPIERTA!-gritó fuertemente, hasta me asusté.

-¿Qué… qué pasa? – se levantó de golpe causando que me caiga del sillón.

-¡auch!- me quejé al golpearme con el suelo y la mesa de centro.

-¡Yongie! – exclamó al verme en el suelo. Se paró y me levantó para ponerme devuelta en el mueble.- ¿te lastimaste? ¿Qué te duele? – comenzó a revisarme.

 

No sabíaqué hacer. Ni siquiera podía quejarme por el dolor en la espalda porque estaba muy apenado. Al parecer aun no notaba la presencia de su madre, pero yo sí sabía que estaba ahí y eso era demasiado.

 

-Seung Hyun – dijo ella. Su voz  sonó como una advertencia.

 

Él volteó en esa  dirección y la miró. Entrecerró los ojos.

 

-¡mamá! Por tu culpa boté a Ji Yong. –soltó con reproche. Escuché sorprendido lo que había salido de su boca. ¿En serio estaba culpando a su madre? Osea, yo estoy avergonzado de ser encontrados y él la culpa.

-si no fueras tan dormilón no lo hubieras botado. Él trató de despertarte, pero ya sabes cómo eres.- se defendió ella.

-¿Me trataste de despertar?- preguntó viéndome. Solo atiné a asentir.- oh bebé, tienes que saber que tengo el sueño muy pesado. – y ahí iba de nuevo con su “bebé”. No soy un bebé, ¿Por qué debe llamarme así y frente a ELLA?

-ahora que están despiertos prepárense que los estamos esperando para cenar.  No tarden. - dijo eso y se marchó.

-vayamos al comedor, tengo hambre. – me tomó de la mano para que lo siguiera. No obstante, me quedé sentado. Parpadeó un par de veces y me llamó.- Yongie.

-tu… tu mamá nos vio… durmiendo. –Mi voz salió temerosa y endeble.- ella…

-no te preocupes. Ella ya nos había visto hace unas horas cuando nos trajola colcha para abrigarnos. No tiene problemas con vernos. Si soy feliz lo demás no importa. – Me explicó rebosante de confianza.-puedes actuar como mi novio delante de ella.

-¡Pero me da mucha vergüenza! – exclamé frustrado. Me miró sorprendido por el repentino grito. –perdón. Es que me siento así, y no importa si a tu mamá no le importa, no lo puedo evitar– me disculpé.

-te entiendo, y siento causarte tantos alborotos. Seré un mejor novio para ti.

-ahh – suspiré.- yo también voy a ser mejor para ti.

-bueno, ¿ahora si podemos ir a comer? – miré su rostro. Lucia hambriento.

-vamos.- Él sonrió agradecido por mi respuesta.

 

FIN POV JIYONG

 

Los chicos fueron al comedor y a pesar de la vergüenza, Ji Yong se sentó y comió con aquella bella familia. Platicaron sobre el viaje que tuvieron, las cosas que hicieron allá y también del inicio de clases.  Luego de la cena se despidieron y Seung llevó de regreso  a Ji Yong a su casa. Así acabó su día.

 

**********************

 

-oppa ¿Cuándo  termines tus clases podemos vernos? – preguntó Hyo Min, por teléfono a su novio.

-claro ¿quieres que pase por ti? – preguntó mientras se estacionaba.

-¡sí!  De paso te presento a mis padres. – dijo emocionada.

-¿tus padres?- preguntó asustado.

-les he hablado de ti así que esperan con ansias verte.

-pero Hyo, ¿no es muy pronto?

-Yun Ho ¿acaso lo nuestro no va enserio?

-obvio que sí, pero…- no sabía cómo hacerla entender que aún no estaba listo para ir con la familia de su enamorada.

-mejor ya no vengas. –habló molesta.

-Hyo

-Adiós.- colgó

-¡aish! – se quejó al notar que ya no estaba en línea. Le marcó pero no contestó. –luego hablaré con ella.

 

El joven salió de su auto e ingresó a la universidad. Comenzó a teclear en su teléfono mientras avanzaba. Estaba redactando un mensaje para su renegona novia cuando sintió que tropezó con alguien.

 

-¡lo lamento! – exclamaron ambas personas.

 

Al verse mutuamente el rostro de ambos cambió. El mayor recogió su equipo y dedicándole una mirada de desprecio al muchacho alto siguió su camino.

 

-Yun Ho. – lo llamó, pero fue ignorado. -. Perdóname por todo lo que hice hyung. – murmuró Chang min con una expresión de tristeza.  -. Sé que estuve equivocado, pero me rectificaré.

 

**********************

 

-bueno jóvenes, ahora que es el segundo día de clases ya podemos empezar con las tareas para la casa. – anunció la profesora Oh con una sonrisa en el rostro. Los alumnos soltaron alaridos y  quejas.-chicos dejen de portarse como niños y empiecen a anotar lo que está en la pizarra.

 

De mala gana copiaron sus actividades y al culminar cada quien salió del aula para dar por terminado su segundo día de clases.

 

-Seung voy a ir al servicio, me esperas por favor. – dijo Ji Yong al salir del salón.

-¿quieres que vaya contigo?

-no es necesario. Será un momento.

-ok, ve.

 

El pelirrosa caminó hacia los servicios y entró a uno de los baños. Luego de ocuparsalió y se echó un poco de jabónlíquido en las manos. Se refregó entre  los dedos con el agua del caño hasta que quedaron limpias. Fue hacia una de las paredes donde estaba el expulsor de aire caliente, una vez secas se dio la vuelta para irse, pero  se detuvo al ver delante de él a aquel joven que lo había tratado con tanto odio.

 

Sin quererlo sus ojos se llenaron de lágrimas y su respiración se volvió errática.  Sus pies retrocedieron automáticamente hasta que ya no pudo más.

 

-Ji Yong… -pronunció Chang min, con la mirada cansada.

-Por favor…  basta. – pidió  con  el rostro bañado en lágrimas.

-escúchame.- dio unos pasos.

-¡no te acerques! ¡Déjame en paz! -  lo empujó para poder escapar de ese lugar, pero el otro joven lo cogió del brazo para retenerlo. En su desesperación se logró zafar, pero cayó.

-perdóname, por favor. –se  arrodilló con las palmas de las manos pegada a las mayólicas. – lamento… lamento lo que te hice.

-mie…entes – sollozó con la voz quebrada.- ¡mientes!

-¡ya no puedo con esta culpa! – él también lloraba. Su pecho dolía. Sabía que sus actos habían lastimado tanto al menor. –necesito que me perdones. He perdido a  mis amigos, a la gente que quería. Ya nadie confía en mí. Me juzgan y sé que lo merezco, pero de verdad me arrepiento.

-¿Por qué tuviste que ser tan… cruel?  ¿Por qué me odias tanto?

-fui un estúpido. Recién me doy cuenta de la profundidad de mis palabras. Todo lo hice porque creí que tú me habías arrebatado a  mi mejor amigo. Antes de que aparecieras, Yun Ho y yo siempre estábamos juntos. No importa cuántas veces discutiéramos o peleáramos al final eso quedaba en el olvido y continuábamos con nuestra amistad. Pero luego de tu llegada, solo existías tú.  Tú y toda tu apariencia debilucha, que me llegaron a exasperar demasiado.

-nunca fue mi intención que la amistad entre ustedes terminase. Yun Ho hyung solo quiso juntarse conmigo y ayudarme. Lo acepté porque me sentía muy solo y él fue el único que fue bueno siempre, desde un inicio.

-lo sé y reconozco que es culpa mía el haber destruido nuestra amistad.  No sé si en el algún momento logremos ser amigos nuevamente, pero  antes que eso yo… necesito que me perdones.- Miró con anhelo los asustadizos ojos marrones – te debo mil perdones y jamás terminaré de disculparme, pero por favor… me estoy postrando frente a ti porque sé que lo que hice estuvo mal, muy mal. Nadie merece ser tratado con tanta bajeza, ni ser menospreciado por cosas que no están en nuestro control. Se me cae la cara de vergüenza con solo verte. No merezco si quiera que sientas un poco de piedad por mí porque yo no lo sentí por ti, pero… - pasó saliva y sonrió un poco – tú eres diferente.  Eres muy distinto a mí.  Tu corazón es noble por eso recurro a él para conseguir tu perdón.

-ya es muy tarde para arrepentimientos,  Chang Min.– dijo el pelinegro que acababa de entrar. Su fuerte mirada estaba puesta en el joven alto que también lo observaba.

-hyung – lo llamó Ji Yong que aún se encontraba en el piso. Las lágrimas de su rostro habían secado dejando un  caminito de rastros secos.

-salgamos de aquí, Ji. Te estamos esperando afuera. – dijo sonriéndole. Extendió su mano y lo ayudó a ponerse de pie.  – sólo una cosa más Chang Min – dijo sin mirarlo – no te quiero cerca de Ji Yong  ni de mí en lo que nos quede de estudios. Que te quede claro, él único culpable de destruir nuestra amistad fuiste tú.

 

CONTINÚA…

Notas finales:

Espero les haya gustado el cap. Como vemos Changmin esta arrepentido jiji ahora falta el eprdon, pero bueno todos han vuelto a clases y tendran quee nfrentarse tarde o temprano.

 

*Si puedo mañana tratré de actualizar los caps de mis otros fics para no atarsarme, ya estoy avanzando con brazalete pero aun no lo acabo. Nos leemos gracias por sus reviews, me alegra que aun sigan pendientes del fic.*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).