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Mi Deseo por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

Hola mis amados lectores/as!! Espero que anden de miles, bueno espero que disfruten este episodio, me esforse, enserio jaja.

Nos vemos abajo.

Capitulo16.Expresando amor.

 

Naruto

No puedo creerlo, simplemente no me lo puedo creer, es maldito… ese embustero… me mintió (llanto), se burlo de mi… me vio la cara (lagrimas cayéndole). No puedo creer que me hay dejado manipular así, creí que en verdad todo lo me estaba diciendo era verdad… pero me equivoque, el solo me mintió y me dio falsas promesas. No se lo perdonare, mi corazón me duele a más no poder, se me dificulta respirar, puedo sentir mis pulmones rogando que deje entrar en aire tranquilamente, pero no puedo, simplemente no puedo, solo quiero quedarme aquí, en mi cuarto, si ver a nadie por ahora. Deidara y mi papa no están por suerte, espero que vuelvan más tarde, no quiero que me vean así, sufriendo de que debe que, por lo menos para ellos, no… cuando sienta que ya me haya desahogado aunque sea un poco me daré una ducha y me recostare un rato… pero no puedo, no puedo… me duele mucho… mama… me duele, has que se vaya el dolor como siempre lo hacías… mama.

 

Hice lo que dije… me calme un poco, pero eso no quita el hecho que mi corazón está destruido…creí que en verdad le gustaba, pero me engañó ¿Y qué hago yo? El me gusta mucho, ahora que recordé que me gustaba desde pequeño no sé hacer… ahora tengo esos constantes recuerdos. Peleábamos siempre, jeje, si recuerdo cuando uno de los dos provocaba al otro… yo creí pensar que esa era su manera de decirme que quería pasar tiempo conmigo, pero me equivoque… di un gran suspiro… me levante y fui hasta mi armario, tome un silla para alcanzar a lo más alto donde estaban las sabanas guardadas, las corrí un poco en la pared del mismo mueble había colocado un falsete como puertita secreta… de ahí saque una cajita violeta con algo de brillantina planteada, si que era ingenioso de niño, esto lo tengo desde más o menos los 7 años, ahí guarde algo muy importante, debo admitir que se me había olvidado la existencia de esta cajita. Sople para quitarle el polvo y saque la tapa. Ahí había unas fotos de mi niñez con mi madre, con mi padre, mis amigos… todos lo que quiero, incluyendo al fondo de todo… el teme. Saque de ahí la foto que atesoraba más que nada y saque un pequeño colgante. Ese colgante me traía recuerdos… uno en el que Sasuke y yo nos encontramos de pura consecuencia.

Estaba yo caminando, mis amigos tuvieron planes que hacer así que estaba solo. Fui a pasear, aunque ellos no estén no significa que no pueda divertirme y tener aventuras en el ambiente. Llegue al pequeño arroyo que corría un poco mas fuera del parque gigante, empecé a dar saltitos mientras chapoteaba un poco el agua, estaba jugando en el borde. Recuerdo mi cara sonriente mientras con mis palmas entrechocaba el agua haciendo que algunas gotas cayeran en mi rostro y me hacia emitir pequeñas risillas. Veía los peces en el agua cristalina, ese arrollo era hermoso, y para su buena suerte nadie conocía de él, ya que estaba en un parque que nadie conocía bien y menos se adentraría tan adentro. No era peligroso, la gente ya dejaba de venir a estos lugares, van a donde hay juegos, tiendas, de todo y se olvidan de los lugares sencillos que aunque no tengan nada, tienen una hermosa vista y la naturaleza te brinda tanta paz como diversión si sabes cómo buscarla. Tan abstraído estaba en mis pensamientos y haciendo muecas a los peces que no note que había alguien que estaba ahí.

- Vas a asustar a los peces, dobe – Al escuchar ese insulto me volteo a ver si era “él” quien lo había emitido, y me sorprendió al ver que era verdad. – ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? – Dijo este con la ceja arqueada.

- ¿Qué te haces aquí? – Dije en puchero y algo pesado, aunque me hacia feliz de encontrarlo, pero debido a su mal genio y su fría indiferencia me era muy difícil entablar conversación y llegaba a molestarme por su comportamiento. - ¿No deberías estar en otra parte? – Me había vuelta a voltear para ver a los peces.

- ¿Y un dobe como tú no está muy lejos de casa? – Dijo cruzándose los brazos.

- ¡Yo no soy dobe! – Esa era su típica actitud - ¿Qué haces aquí?

- ¿Tu qué haces aquí? – Aun viéndome con pesadez.

- ¿No te enseñaron a no responder con otra pregunta? – Puse mis manos en el aire por la desesperación que me causaba.

- Hm, solo paseaba… no quería estar en casa y este es mi lugar favorito – Dijo desviando el rostro.

- ¿El tuyo también? – Me miro confundido – Yo vengo siempre aquí solo, me gusta ya que es un hermosísimo lugar, tan calmo, tan pacifico para el alma que busca aire fresco lejos de todo el ruido que aborrece… En verdad este lugar… me gusta mucho ya que encuentro paz – Lo mire con una sonrisa, sentí algo de viento mover mis cabellos y creí haber notado un pequeño sonrojo en es Uchiha, al pensar eso me hiso sonreír.

- Pues… a mí también me gusta este lugar… también encuentro paz y… puedo contemplar este hermoso lugar lejos de la jungla de cemente… me gusta – Me miro con una sonrisa, eso a mi si me sonrojo, no era muy costumbre verlo reír, y eso que tenía 8 años. - ¿Qué me ves?

- Nunca te vi sonreír sinceramente… me gusta – Me da vergüenza recordar lo directo y sincero que era. Note como ese azabache se giro para evitar merarme ¿Por qué habría sido? - ¿Ey? – Me miro de de reojo por su hombro - ¿Te gustaría jugar conmigo? – Se sorprendió un poco, pero luego volvió a su semblaje frio.

- ¿Y por qué no vas con TUS amigos? – Remarcando esa palabra lo hacía parecer celoso.

- Ellos no están y no vayas a decir que ahora que porque no están ellos juego contigo, porque sé que lo quieres decir – Se volteo, si, era lo que quería decir – Yo siempre quiero jugar contigo – Me acerque y apoye mi rostro en la roca sonde estaba sentado – pero… tu empiezas a insultarme, creí que no te agradaba de verdad – Lo mire triste, el me veía de reojo, pero creí ver ese rubor en sus mejillas.

- No es creer… realmente no me agradas – Se iba a parar para irse.

Mi corazón estaba roto, en ese momento recuerdo que quería llorar y mandar al diablo el amor, nunca entendí muy ese porque pero ahora si lo comprendo, pero no iba a dejar que él se alborozara con mi padecimiento, apenas bajo de la pedrusco y empezó a avanzar lo tire al riachuelo… me miro con una cara rabiosa, yo me metí también, era la parte poco profunda por lo que el delgada nos llegaba hasta un poco más bajo de las rodillas. Se me tomo una piedra y me la lanzo, no pude esquivarlo y me golpeo en la mejilla, al volver a abrir los ojos vi su cara de espanto por haberme golpeado, yo lo mire enojado ¿Para qué me golpea si luego anda de perro arrepentido? Pero eso me decía que en verdad no le desagrado, me incline y le lance agua, finalizando de mojarlo completamente. Se levanto y ahora el me lanzaba agua, mojándome a mí que me mantenía seco de las rodillas para arriba, me moleste y le lance mas agua y el hacía lo mismo, estuvimos así por un largo tiempo ya era de tarde y si no salíamos a secarnos nos íbamos a enfermar. Estábamos sentados uno a espaldas de otro, el de canastita y yo abrazando mis rodillas por el frio, el debe estar molesto lose, pero yo también ¿Por qué me trata así? Yo jamás le hice nada ¿O si lo hice? Es mejor disculparme pero debo admitir que fue divertido “jugar” con él en el agua. Pronuncie mi disculpas y tu solo bufas, suspire pesado… sin querer se me escaparon las siguientes palabras “Aunque me gusto mucho estar contigo”, me sonroje por eso, sentí que te volteaste a ver, aunque sabía que solo me veías mi cabellera trate de cubrirme para que no vea lo rojo que estaba y que no descubriera que mi corazón late como un loco. Pero mi alma  se detuvo cuando tú me dijiste “También me gusto mucho estar contigo… dobe” Me hubiera molestado, pero tus palabras sonaron tan sinceras y ese dobe se escucho muy dulce, me voltee y te abrasé impulsivamente por la espalda, te sorprendiste y me gritabas qué demonios estaba haciendo, pero solo me limite a sonreí, con mi rostro pegado a tu espalda, sintiendo tu calor y los latidos acelerados de tu corazón, me sentí feliz de saber eso, y esperaba que tu sintieras los míos y como no estaba seguro, tontamente ahora que lo pienso, te dije “Mi corazón late también, gracias teme”. Se tenso, ahora que recapacito, el siempre fue así de tímido ¿Era timidez? Sentí como te relajabas, pensé que desde ahí seriamos inseparables, te diste la vuelta y me miraste con una sonrisa de lado… nos sonreímos y de repente una luz ilumino nuestros rostros. Miramos a donde provenía la luminosidad y distinguimos que emanaba del lago, nos acercamos iba a meter mi mano pero me lo impediste tomándola con la tuya, me sonroje y me soltaste para así tu meter la mano, tardaste un poco, y habías sacado algo, un… ¿Cristal? Recuerdo haberme deslumbrado el hermoso cristalino de dos colores, uno celeste como la claridad del océano siendo alumbrado por el radiante sol y otra verde, un verde color cielo, era muy bella, de forma rectangular dividiendo esos colores en dos mitades iguales. Sasuke me había visto como contemplaba esa piedra y con una sonrisa me la diste, me que boquiabierto y te pregunte si me lo dabas enserio, asentiste y yo lo acepte gustoso. Ese era el mejor día que había tenido, comimos el almuerzo que lleve, que era mucho, y jugamos con la pelota que transporte para jugar, que bueno que la había llevado. Volvimos en el bus y nos dormimos tomados de las manos, me dijiste que era para no perderme, jeje, ahora dudo si era cierto, todo era perfecto, creí que ese era el comienzo de nuestra amistad y tal vez algo mas…

…Pero esa ilusión se rompió al saber que te mudabas, no de la cuidad pero si lejos de mí, cuando me entere te di mi compresión, pero también estaba afligido por eso, no quería que te vayas, quería estar contigo, porque me había dado cuenta que te quería más que una amistad. Sin pensarlo más, tome el cristal que me regalaste y lo partí en dos con esfuerzo de una cierra, con la ayuda de mi abuelo Jiraiya y los hircismos en unos hermosos collares. Esa noche estaba despierto hasta tarde terminando de pulirles algunos detalles, cuando ya eran perfectos a mi vista, uno de esos me la puse yo y la otra la puse en una cajita, esperaba que te gustara. Llegue algo tarde, pero a tiempo antes de que te fueras, te pedí disculpas y te di la cajita, lo abriste dudosos pero vi como te sorprendiste y me dijiste si era para ti, yo asentí, antes de que te fueras te di un beso en la mejilla. Pensé que ahora las cosas iban a avanzar. Pero… esa ilusión se destrozo al ver como una chica te daba un beso en los labios y te daba una carta que yo sé que es de amor, ahí me di cuenta que era absurdo pensar que podría quererte más que a un amigo… que tú podrías quererme más que un amigo por eso lo descarte y te olvide… por eso, cuando todo esto paso me sentí confuso pero me puse muy feliz…pero la realidad es cruda y horrible y me di cuenta que tu solo jugaste conmigo… idiota.

La puerta de mi cuarto me saco de esos recuerdos, era mi padre avisándome que ya casi estaba la cena. Le dije que ya iba pero me paralice al oírle decir que en el teléfono estaba Sasuke y quería hablar conmigo y se fue ¿Ahora qué hago? Me gustaría oír su voz… pero no quiero excusas, cuando encontré esa foto de él y Hina en una posición comprometedora y encima besándose… se me partió el alma en mil pedazos. Creí que sería una confusión, que tal vez había sido un accidente, la foto demostraba lo contrario, pero no puedo juzgar algo que desconocía totalmente, debía oírlo de parte de él, así que decidí ir a buscarlo, fue mala idea porque solo camine unos metros cuando lo visualice, me para quedarme petrificado… él y Hinata-chan se abrazaban amorosamente y ¡Hinata LE BESABA! En la mejilla, pero aun así se notaba la gran confianza, el sentimiento mutuo de cariño entre los dos, sus ojos llenos de felicidad… si yo no hubiera notado eso, tal vez habría dicho que era un abrazo amistoso, pero… no parecía serlo y encima ese teme me miro y quería excusarse de que no era nada… no quería oírlo, así que salí corriendo, no estoy molesto con Hina-chan, me alegra que sea feliz y espero que Sasu igual, aunque lo odio por jugar conmigo. Sin pensarlo más tome el teléfono y dije “No quiero hablar, ando mal del corazón, no llames mas y se feliz” y colgué, oí como iba a decir algo… pero no quería escucharlo. No iba a llorar, aunque tuviera ganas, no ahora. Debo bajar y comer. Espero que mi padre y Dei me animen.

Bajo y veo a los rubios, es chistoso, todos aquí somos rubios de distintas edades, jaja, cómico, al menos me rio. Ayude a poner la mesa, a veces dando empujones a Dei con la cadera y él hacía lo mismo pero esta vez me aparte y el tonto se fue de costado cayendo al piso, me reí con ganas y me padre apareció dándome un golpecito en la cabeza con los ojos cerrados.

- Ya deja de hacer niñerías Naru y ve a terminar de poner la mesa – Me regaño por hacer caer a Dei, aunque debe admitir que también se le hizo gracia, la mueca de sus labios dice que contiene su risa.

- Tu también te estas rien… - Me rodeo con el brazo y me tapo la boca. Deidara miro con sospecha a mi papa.

- ¿Qué iba a decir Naruto? – Mi padre sonreía nerviosamente.

- Nada, Dei-chan, jeje. Mejor sigamos con la mesa – Aplaudió sus manos y se fue a paso rápido y nervioso a la cocina.

- ¡Minato, no huyas tremendo pedazo de hombre cobarde! ¡Da la cara ¿Qué ibas a decir?! – Deidara se fue con su típica bola de insultos, jaja, si, mi familia me hace muy feliz. Ya me siento más aliviado, pero no sé como enfrentare las cosas mañana.

- ¿Ey? Naruto ¿Qué te pasa? – No me di cuenta cuando Deidara se puso en frente de mí y me agitaba más mano en la cara. Negué y dije que no me pasaba nada - ¿Seguro? Yo no soy tonto, se que te pasa algo ¿Peleaste con alguien? – Su tono dulce y comprensivo me quebraba, sentía como se me asomaba las lagrimas, Deidara lo noto y me abrazo y trataba de que no mi padre no nos vea – Ya, ya… escucha, si no me quieres decir está bien. Cuando quieras hablar, sabes que seré todo oído, boca cerrada y corazón abierto. Pero ahora no llores, debemos cenar y tu padre mañana se va de viaje de negocios, y si te ve mal, no querrá irse. Así que por ahora seamos fuertes ¿Sí? – Me limpie y asentí, lo que sea por mi padre. – Bien, ¿quieres que hoy durmamos junto y me cuentas, aunque sea un poco, lo que te desuela? – Volví a asentir, me hará bien el calor de mi… bueno eso no lo puedo decir.  – Bien, vamos a comer.

Sin más que decir puse mi mejor sonrisa y fui contento a comer las delicias de mi padre.

 

Sasuke

¿Qué hago? No me responde el celular y no quiero llamar de nuevo a su casa. Aun tengo esas palabras en mi cabeza “No quiero hablar, ando mal del corazón, no llames mas y se feliz” ¿Feliz con quien? ¿Con Hinata? Solo somos amigos, no la amo y jamás lo hare, se que suena horrendo, pero es verdad, la quiero como mi mejor amiga, pero más de eso no, ese tonto confundió las cosas y ahora pasa esto. Ando con el corazón oprimido porque ese usuratonkachi está molesto, no quiere ver ni hablarme y de seguro quiere cortar toda comunicación conmigo y no verme mas ¿Y si se cambia de escuela? ¡No! no podría soportar eso, no verlo otra vez me destrozara. Debo arreglar las cosas ¡Estúpido que soy! Debí habérselo dicho desde el principio, en la sala de música hubiera sido la mejor opción, ¡Maldición! ¡Torpe, torpe, torpe! Esto me hace dar cuenta de cuánto necesito al dobe.

- Ototo ¿Qué quieres cenar? Por cierto mañana vi… ¿Qué te pasa, Ototo? – Se acerco a mí y se sentó a mi lado, yo estaba sentado en medio de la cama agarrándome los cabellos. – Sasuke, ¿Qué pasa? – Acaricio mis cabellos.

- Nada, estoy cansado – Si, me alegra que mi voz siga igual de fría, espero lo crea.

- Mmm… No te creo – No funciono, definitivamente es mi hermano – Ahora dime qué te pasa. – Me levanto la cara para que lo vea - ¿Qué pasa? – Solo baje la mirada, ya no podía escapar, decidí decir la verdad.

- Me duele el corazón – Se impresiono.

-¡¡ ¿Qué?!! ¡¡¿Desde cuándo?!! ¡¡¿Te duele mucho?!! ¡¡Vamos al hospital!! – Se me resbalo una gota de sudor de la cabeza… ¿En serio no entendió en qué sentido se lo dije?

- Itachi… - Me miro algo alterado – No me refería a esa clase de dolor… - Su rostro se relajo y tomo un porte serio.

- ¿Estas enamorado de alguien Sasuke? – Me lo pregunta con un tono comprensivo, de verdad me está preguntando enserio.

- No estoy enamorado… solo me gusta alguien – Sonrió mas.

- A ver… - Se puso su dedo en el montón en una pose pensativa - ¿Vamos a averiguarlo? ¿Tu corazón late violentamente al verlo? – Asentí - ¿Te sientes nervioso pero muy feliz al estar a su lado? – Asentí – Ves que esa persona está con alguien y se ve muy feliz y esta persona es muy apegada con esta persona ¿Te sientes molesto, con ganas de golpear a ese bastardo que acosa y no dejarías que nadie se le acerque otra vez? – Asentí, ya me estoy molestando – Cuando estas con esta persona… ¿Sientes que quieres protegerla, procurarla, hacerla feliz y estar con ella porque te hace feliz con solo verla sonreír? – Mis ojos se abrieron por la verdad de esa pregunta, asentí – Bien, hermanito… si estas enamorado y mucho – Me abrazo – Felicidades… creí que no tendrías jamás esos sentimientos… me alegra.

- ¿Ena… Enamo-rado? – No reaccionaba a la revelación que me hizo Itachi.

- ¡Sí! – Grito tal cual colegiala -  Dime ¿De quién? Dime, dime, dime – Me insiste zarandeándome de emoción. Pero yo aun me quede pasmado ante la develamiento. – Oe, ¡No te quedes así y dime Ototo ¿Quién es?! – Reaccione por fin, no le podía decir a Itachi que de Naruto… debía pensar en otra cosa o mejor…

- ¿Por qué debo decirte si ni siguiera tú me dices? – Vi como se sonrojo ¿Acaso el…? – Tu… tu… ¿Estas enamorado Itachi? – Su cara estaba como un tomate - ¡¿Si lo estás?! ¡¿Ahora quién es quién debe decir de quién?!

- ¡¡Calla, yo no te he confirmado nada!! – Su cara estaba al rojo vivo.

- ¡¡No es necesario, tu cara lo dice todo!! – Trate de calmarme – Bien… yo te lo diré, honestamente y sin juegos, quien me gusta si tú me dices quien te gusta, honestamente y sin juegos ni engaños ¿Trato? – Parezco un niño pequeño haciendo un infantil acuerdo con mi hermano.

- … - Vi duda, y miraba hacia abajo tratando de disimular su tremendo rostro rojo – No – Se levanto y cerró la puerta fuerte. No pude evitar reír por debajo.

- Eres solo un niño atrapado en el cuerpo de un mayor… - Sin más suspire y cerré los ojos – Tres… dos…uno… - La puerta se abrió y fue azotada al entrar mi onii-chan el cual se sentó de nuevo en mi cama, yo lo vire divertido. - ¿Qué pasa? ¿Se te perdió algo al salir como un tigre que era enjaulado? – Si, sé que no era momento de bromas… pero esto lo calmaba un poco.

- ¡Calla! – Levando su dedo índice cerca de mi cara – Si te lo digo… prométeme… que no digas nada, que no harás nada en contra y que lo aceptaras pase lo que pase ¿Entendido? - ¿Qué paso? ¿Se enamoro de un sapo o qué?  ¿Por qué tanta exaltación? ¿Acaso… es prohibido? Si es así lo comprendería, tal vez se enamoro de una mujer casada. – Sasuke ¿Lo entendiste?

-… - Lo mire serio, veía la desesperación en sus ojos, del miedo, la angustia y la consternación que tenía por decírselo a alguien… en verdad era serio – Lo prometo… siempre en cuanto… tu me prometas lo mismo – Ahora era yo quien estaba desesperado, nos miramos como cómplices de algo malo.

- Bien… ¿Quién lo dice primero? …

- Tu – Le dije antes de que me lo dijera a mi – Después de todo… eres el mayor – Sonreí con sorna, el me miro con reproche pero acepto y vi como se ponía muy nervioso, estaba temblando y respiraba agitado – Si te hace sentir mejor… lo mío también es muy difícil. Se lo dije serio y trise, el pareció calmarse, respiro profundo y me miro.

- A… a mi… yo… estoy… yo estoy muy enamorado Sasuke – Woow, ¿En serio? Si es así debe ser muy malo - … a mi… yo… yo…. – En otro caso lo golpearía y le gritaría que se apurara o se vaya, pero estaba comprendía cómo se sentía, le daré todo el tiempo necesario. – Sasuke… yo… yo… ¡AMO A DEIDARA! – Me quede en shock. Creí que era de una mujer… nunca pensé que de un hombre ¡¡Encima de Deidara!! Me quería arrancar los pelos, pero yo estaba en la misma suela ahora. - ¿Sasu? ¿Ototo? ¿Hermanito? – Vi como se le caían algunas lágrimas y ponía una mueca de dolor, salí de mi shock, y le acaricie el rostro. Me miro.

- Me alegra – Y era verdad, me alegra que encontrara a alguien a quien amar. Además, Dei no me desagrada, es una buena persona, algo explosiva, pero muy buena y graciosa, la cosa era cuando se acercaba a Naruto – En verdad me alegra, Deidara es una buena persona – Le dije con una cara muy comprensiva y sonriente, mi aniki se sorprendió al máximo – Jeje, deberías ver tu cara onii-chan – Vi que quería abrazarme, pero lo detuve, vi asombro y dolor, tal vez pensaba que le repugnaba. – Ahora me toca a mí…

- ¿Qu-quien es? – Aun estaba sollozando, pero trataba de calmarse. Al verlo, me di cuenta que no tenía derecho a titubear, a balbucear ni nada, el no se merecía ese nerviosismo, aun así mire a mi hermano mayor serio y algo sonrojado, inspire aire y lo dije nervioso, pero claro – Yo… amo a Naruto. – ahora mi hermano me miro sorprendido, creo que hasta se impacto, yo solo miraba hacia abajo esperando a que reaccione, pero me estremecí cuando escuche su gran carcajada - ¡¿De qué te ríes?!

- Jaja, perdón, perdón…. Es que…jajajajajaja, lo lamento, es que… - Coloco su mano en mi hombro – Es muy chistoso, ambos enamorados de…

- Dos rubios de ojos azules – Concluí así, para no decir hombres. - ¿Desde cuándo tu?

- Desde más o menos un año y medio, pero lo conocí hace casi tres años… Naruto me lo presento una vez ¿Recuerdas cuando te decía que iba al parque y si querías acompañarme pero te negabas? – Asentí – Pues, esos días lo pasaba con ellos, Deidara y yo jugando con Naruto, era una imagen bella para mí, me hacía creer que era mi familia.

- Y te enamoras con los días que pasaban juntos cada vez que venía de visita ¿Verdad?

- Si… pero empecé a preocuparme. Nunca supe qué relación tiene Deidara con Naruto. Ellos jamás hablan de eso, y si lo notas son muy melosos el uno al otro, por eso no quiero…

- No son nada – Me miro curioso con la ceja arqueada – No son nada, créeme, se quieren como familia. Aunque a mí también me gustaría saber cómo están relacionados. – Suspiro aliviado.

- Me alegra… ahora dime ¿Lo que te acongoja es por Naruto? – Mi corazón volvió a oprimirse al pensar que el ya no me quería en su vida. Le conté a Itachi todo y él se sorprendió, se indigno, sonrió y me comprendió. - ¿Qué hago Itachi? – Mostro cara de pensador teniendo sus manos en mis hombros.

- Bueno… creo que si debes hablar con él. Pero como él no quiere verte ni en  figurita, deberás ver la forma en poder interceptarlo, no en la escuela, sus amigos están ahí, y menos mal que Sabaku no está porque si no el con Sai te mataría… La mejor manera es ir a su casa cuando los rubios mayores no estén, eso será… - Saco su celular y empezó a teclear – Mañana…. Minato-san se va a ir a un viaje de una semana, el trabaja como asistente de una empresa de seguros, así que esa labor lo tiene de acá para allá. – Me quedaba viéndolo con los ojos como plato, sin decir nada – Su vuelo sale a las 8:36, dejando como únicos residentes en esa casa a Naruto y Dei, por eso, me encargare de entretener a Deidara para que tú puedas hablar con él, debes entrar a su casa, así no podrá cerrarte la puerta en la cara, no lo asustes con tus impulsos tontos, se claro, preciso, justo y no repitas ¿Oíste? – me quede boquiabierto. En verdad me dejo impresionado, puede que a veces sea insoportable e infantil pero otras… muestra lo inteligente y asusto que es.

- ¿Haces esto por mi? ¿O solo buscabas las manera de estar con ese rubio que parece chica a solas? – Se que debía ser agradecido… pero creo que el sabe eso, aunque molestar a su Dei no sea lo mejor ya que se sonrojo y me miro enojado.

- ¡No le digas así a Deidara o no te ayudo nada! – Jeje, tonto, lo abrace, ahora si lo necesitaba el me correspondió. – Ay, hermanito… estamos en un predicamento.

- Lo sé… nuestros padres ya pronto llegaran.

 

Narración normal

El sol salía de su ventana alumbrando su cuarto modesto pero cálido, abrió sus ojos lentamente, aun no amanecía completamente así que casi todo estaba a medias, volteo y se encontró con el rostro de Deidara, sonrió de lado. Cuando Dei dormía con él se tranquilizaba le hacía sentir paz pero aun así no se olvidaba del dolor. Abrazo mas al pelirrubio-largo apoyando su cara en su pecho, sintiendo su respiración pausada y su corazón latir tranquilamente, se sentía como un bebe buscando el aparo de su madre y cuando lo conseguía los latidos de su corazón lo dormía, pero ya no quería dormí, quería estar despierto cuando su papá se vaya por toda una larga semana. Sintió como el cuerpo a su lado se movía y despertaba perezosamente, ajusto sus ojos en los del rubio menor y le dedico una linda sonrisa.

- ¿Ya estas mejor, Naru-chan? – Le acaricio los cabellos con mucha suavidad.

- Si… gracias Dei… - Le dio un beso en la mejilla, el otro sonrió mas, era un lindo bebe aun.

- Bien ¿Vamos a darle una sorpresa a tu papá? – Dijo con aire a una idea sorpresiva.

- Hai – Ya sabiendo lo que quería hacer el rubio mayo.

Ambos se levantaron y se fueron al baño, se ducharon individualmente claro y bajaron a la cocina. La idea era simple pero muy significativa, un desayuno tradicional americano, era exótico y sabían que a Minato le gustaba esa clase de desayunos. Mientras Deidara empezaba a batir los huevos, Naruto fue a comprar fruta, moras, naranjas y frutillas. Cuando llego el ojiazul mayor ya tenía el bol con la mezcla para él y estaba haciendo en otro la masa para los panques. Naruto muy sonriente se lavo las manos y se puso su delantal de cocina, empezó a revolver la mezcla y ponerle vainilla, azúcar y eso, lavo las moras, las peló y las corto chiquititas, mientras Dei ya estaba amasando la masa en la encimera con un palo de amasar. Naruto ya mezclaba el bol con las moras dentro y sacaba de un cajón del compartimiento de abajo un recipiente de mofins de 12 unidades. En tanto el pelilargo ya estaba habiendo volteretas con los panques en la sartén con una enorme sonrisa, los dos rubios cocinaban muy sonrientes. Naruto puso la mesa, el mantel color rosa claro con bordados de mariposas, los individuales de color blanco, los vasos de cristal y tazas de porcelana, puso los cubiertos y corrió a ver el horno cuando oyó la campanita, saco muy feliz los mofins y los fue sacando y envolviendo la parte de abajo con una papel y los puso en una lida cestita que coloco en la mesa. Deidara ya había terminado de cocinar y decorar cada plato, con sus panques, miel con jarabe de alce, trozos de banana, un cubo de mantequilla arriba en medio de todo y rodeado en el borde del plato de frutillas cortadas, eran unos platos perfectos, bien acomodado y organizado, como de revista, Naruto llego a su lado y admiro la esplendicidad de esos platillos, ya se le hacía agua a la boca. Deidara acomodo los platos en la mesa y Naruto exprimía las naranjas y terminaba de ver el café que ya estaba listo al igual que el chocolate. Ya estaba todo, lo único que faltaba era un jarrón en medio de la mesa, fue a buscar algo y cuando llegó al comedor vio como el rubio mayor colocaba ya el florero de cristal con algo de agua en el centro de la mesa, sonrió y sitúo en el las flores que trajo, eran narcisos, violetas y flores rojas, era uno bello arreglo. Felices de la mesa y que ya lavaron todo en el proceso fueron por lo último. El sonido de su alarma lo levanto, la apago y se puso en pie un poco desganado, no le gustaba dejar a su hijo por el trabajo, pero debía dar todo para seguir adelante y conseguirle una buena vida.  Aunque ya tenían una buena vida, tenían una casa acogedora, bonita y sencilla con un bello jardín, un ambiente cálido y lleno de amor aun cuando Kushina ya no está, un maravilloso hijo que a pesar de su actitud hiperactiva, infantil y graciosa, era muy lindo e inteligente sin mencionar que cuando decide ser maduro puede impresionar a cualquiera y convertirse en su amigo de inmediato. Naruto era lo más grande que le paso en su vida y haría todo por hacerlo feliz, Deidara era como otro hijo, era explosivo, chistoso y apasionado por el arte, algo enojón y cuando pierde el control puede insultar a medio oriente, aunque daba más gracia que miedo, la cosa era cuando estaba serio, eso sí daba miedo. Amaba a su familia y sabia que su familia lo amaba al él, solo esperaba que pronto las cosas amorosas de ellos resultaran y pudiera dar paso a ese plan de hace años. Una sonrisa grande posó en sus labios y salió de la ducha para vestirse e irse a hacer el desayuno. Ahora la cosa que lo impresiono al bajar era la esplendida mesa con el magnífico desayuno y hermoso arreglo de flores que había en el comedor. Camino hipnotizado, pero luego su vista sin parpadear se posó en los rubios que lo veían sonriente.

- ¿Qué…? – No continuo porque fue abrazado por ambos chicos, mientras eso pasaba ellos le decían que le habían preparado algo especial para él porque lo querían y lo extrañarían porque se va. Minato no sabía que decir, las lagrimas se le escaparon, sentía tristeza y al mismo tiempo mucha felicidad, gracias a ese amor, el pudo seguir adelante cuando el dolor de perder a su esposa lo deprimió. Correspondió ambos abrazos y los apretujo a los dos contra él y con una sonrisa bella dijo – Muchas gracias…. No saben cuánto los quiero. – Ambos rubios menores sonrieron.

- Si lo sabemos Minato – Apoyándose en su hombro y cerrando los ojos.

- Nos quieres como nosotros a ti, papá – Aferrándose al pecho de su padre y también cerrando los ojos.

Sin más, disfrutaron el exquisito desayuno y los deliciosos mofins, el café estaba muy rico, tanto que ya los cafés de otros lugares no le gustaban. Era un hermoso momento en familia que pronto finalizaría pero con el mejor recuerdo de un desayuno reconfortante y amoroso. Llego la hora de partida, el taxi estaba afuera guardando el equipaje mientras Minato despedía a los dos rubios diciéndoles que no quemaran la casa, ambos lo miraron con fingido disgusto pero se rieron, sin más se subió al vehículo que desapareció en la calle. Ya una vez solos, Naruto le dijo a Dei que hoy no quería ir a la escuela, además era viernes, pero quería estar hoy tranquilo y en ese lugar iba a estar “esa persona”, si, Naruto le conto que estaba enamorado de una persona por mucho y cuando creyó que por fin esta le correspondía se entero que solo jugó con él. A Dei  le hirvió la sangre eso, pero con la historia que le conto el menor, ocultando de quien se trataba, parecía que había una explicación pese a todas las contradicciones, aun así no le negó y le dejo quedarse “esta vez” en casa, si, Deidara era muy estricto con la escuela. Ambos entraron cerrando la puerta de afuera.

 

Las clases estaban concurriendo normalmente, Itachi tenía razón, Naruto no había venido, pero contaba con que su hermano cumpliera con lo dicho. Los amigos del dobe se preguntaban por qué no vino su alegre compañero, si el nada era igual y era cierto, todo parecía muy tranquilo. En eso Sai se acerco a Sasuke, la campana ya sonó, y se sentó a su lado.

- ¿Me pregunto por qué Naru-chan no vino? – Este comenzaba a ver la pelea futura  - ¿Sera que se enfermo? – Si, ya lo estaba por golpear - ¿Se quedo dormido? – Cada vez su tono era más sugerente a algo – O tal vez… - Miro al Uchiha – Algún idiota lo lastimo y si no arregla las cosas deprisa lo va a lamentar – Mas que pregunta lo confirmaba y lo estaba amenazando, el no se hubiera inmutado antes, pero sabía que se merecía un castigo y no iba a poner resistencia, así que le iba a doler lo que le hiciera el de piel blanca, ya que una vez comprobó su fuerza. – Bien, me gusto charlar contigo – Le dio una sonrisa sínica y le golpeo con su palma el hombro con fuerza – Nos vemos.

Sasuke entendió la indirecta muy directa, pero hoy mismo iba a arreglar las cosas, debía hacerlo, se estaba desesperando mucho. Quería volver con Naruto, aunque nunca confirmaron nada, quería abrazarlo, sentir su calor, besarlo y ver su hermosa sonrisa. Las clases finalizaron y Sasuke después de deportes se ducho y emprendió marcha a casa de su dobe. Solo esperaba que Itachi hiciera ya lo suyo.

 

Ya estaba atardeciendo, el cielo anaranjado se mostraba hermoso, cuando llego a la puerta blanca toco el timbre, esperaba que le abriera… ¡Sí!

- ¿Itachi? ¿Qué haces aquí? – Pronuncio Deidara confundido por la aparición del azabache.

- Hola, Dei ¿Qué tal si tu y yo salimos? – Deidara abrió los ojos ¿Salir? ¿A qué se refería? – Si, he estado muy estresado y me gustaría pasar el tiempo con un amigo – Por alguna razón se sentía decepcionado. - ¿Qué dices? – Con una sonrisa resplandeciente.

- Mmm… No sé, Naruto no se siente bien y… - No quería dejar a Naru-chan con el corazón roto.

- Por favor Dei, hazlo por mí – Se puso muy cerca del rostro del rubio haciendo que este retrocediera sonrojado.

- ¿Y por qué no se lo pides a tus tantas mujeres? – Puso una cara desganado.

- ¿Celoso? – Con picardía.

- ¡¿Quién estaría celoso de ti?! – Se rasco la cabeza, pero luego pensó que tal vez así Naruto se desahogaría un poco, cada vez que lo veía se notaba que quería llorar pero cuando este notaba su presencia le sonreía y fingía que todo estaba bien. Esto lo hiso sonreír melancólicamente, miro al presumido Uchiha y le dijo frunciendo un poco el seño – Bien… pero solo lo hago por Naruto, no por ti – Se fue adentro y busco una chaqueta y las copias de la llaves y se fijo si llevaba su billetera. Por su parte el Uchiha le habían dolido esas palabras, pero no podía demostrarlo, debía seguir y ayudar a su Ototo y de paso tener una cita con su Dei.

- ¿Listo artista explosivo? – Le dijo burlón.

- Si empiezas de payaso te juro que si te mandare a volar – Cerrando la puerta y empezando a caminar hacia el auto de Itachi. - ¿A dónde iremos?

- A divertirnos – Recibió una mirada de reproche y solo le sonrió – “Bien hermanito, espero que hagas lo tuyo, y que salga todo bien”

Deidara se fue a salir con un amigo, eso es lo que le dijo, ahora podía llorar tranquilo, lo necesitaba, estaba aun muy dolido, pero quería detenerse ese Uchiha no merecía sus lágrimas. De pronto oyó la puerta, creyó que Deidara se olvido algo y dejo las llaves. Abrió sin medir las consecuencias de eso.

- Dei, si te olvidaste las llaves no… - Quedo paralizado, frente de el estaba Sasuke, se veía algo apenado y triste - ¿Qué haces aquí? Vete – Iba a cerrar la puerta pero el pie del azabache lo impidió, este abrió la puerta y se introdujo dentro cerrando la puerta detrás de sí - ¡¡¿Qué mierda haces?!! ¡¡Salte de mi casa o llamaré a la policía!!

- ¡No, vine a hablar y no me iré hasta que me escuches! – Tal vez alzo un poco la voz, pero fue claro y determinante.

- ¡¡Yo no voy a escuchar nada que venga de tu mentirosa boca!! – Lo empujo - ¡Vete!

- ¡¡Voy a hablarte así que me escuchas o me escuchas!! – Esto molesto a Naruto y salió corriendo por las escaleras, Sasuke al ver que la intención del dobe era encerrarse en su cuarto corrió para evitar que pasara, estando a unos pasos de las escaleras lo tomo de la muñeca - ¡Escúchame, dobe!

- ¡No! – Se soltó y se fue a su habitación, iba a cerrar la puerta pero Sasuke puso su pie y agarro la puerta para que no cerrara. - ¡¡Vete, déjame, sal de aquí maldito farsante!!

- ¡Naruto lo confundiste todo! ¡Hinata y yo no somos nada, solo estábamos felices!

- ¡Claro, felices el uno al otro! ¡Déjame en paz y vete con ella! – Haciendo fuerza en la puerta pero el Uchiha era muy fuerte.

- ¡No! ¡¡Tú viste esa foto, hay más y esa es…!!  – Tratando de entrar.

- ¡¡¿Encima hay otras?!! ¡¡Déjame en paz, lárgate!! – Ya estaba derramando lagrimas y su voz se cortaba - ¡¡Vete… déjame solo, deja de hacerme sufrir!!

- ¡Naruto a Hinata la estaban chantajeando y la amenazaron! – El rubio abrió los ojos, pero no dejo de forcejear la puerta – Somos amigos, pero esta persona se aseguraba de tomarnos fotos cuando le parecíamos como una pareja… la amenazo que si ella no hace lo que quiere llevaría esas fotos a toda la escuela, y a su padre… ¡Su padre la iba a matar si sabia eso! ¡Nuestras empresas y familias son enemigas! Pero Hinata temía más por mi vida y me dijo que ya no quería ser mi amiga ¡Mi única amiga! Y esa foto que viste… ella le estaba dando un ataque de hiperventilación y no se me ocurrió otra cosa que pasarle aire ¡¡Nada más!! ¡¡No te dije nada porque no querías que te asustes!!

- ¡¡No te creo!! – Ya estaba con las lagrimas a cascada su voz era muy quebrada y mostraba el dolor que sentía, Sasuke sintió un momento de debilidad por parte del rubio y abrió la puerta adentrándose y cerrando. - ¡¡VEEETEEEE!! – Se cubría el rostro para que no lo vea llorar.

- Naruto – Lo abrazo. El ojiazul paró de gimotear, las lagrimas un le caían, pero estaba sorprendido por el abrazo repentino… en serio lo quería, lo quería mucho, lo amaba, y ese calor que le da le gustaba, pero aun le duele en el alma. – Es verdad Naruto… es enserio… créeme, por favor – Se sorprendió mas… el Uchiha estaba rogando, suplicando su perdón, si eso era verdad entonces ¿Por qué no se lo dijo de un principio? Él tenía razón, se habría asustado, pero trataría de haberse calmado y ayudarlo.

- Sa… Sasuke… ¿Es verdad?

- Si… por favor per… perdóname… porque yo no podría vivir sin ti, no quiero estar lejos de ti, no lo soportaría…

- Eso es mentira ti…

- Mira – Ahora si se quedo con los ojos a más no poder de abiertos.

- Es… es…el collar.

- Si… lo he tenido desde que me lo diste cuando me mude, lo he usado siempre. Ocultándolo en mi ropa. – Dijo en una sonrisa nostálgica.

- Sasuke… - Busco dentro de su playera y saco el otro collar, ahora era el azabache que estaba sorprendido, creyó que la tal vez se había olvidado. – Lo usaba siempre… todos los días… porque me gustabas desde niños… pero…cuando te vi con esa niña que te besaba y te daba una carta de amor, decidí no usarlo de nuevo y me dije que era una idea ridícula gustar de ti, podrías tener a cualquiera y además era un chico y… - No pudo continuar, el Uchiha lo beso tiernamente, Naruto correspondió ese beso ese ritmo continuo hasta que el aire les falto.

- Al único al que quiero conmigo… eres tu… desde que era pequeño – Le dijo con una hermosa sonrisa, Naruto se sonrojo y apretaba su collar. – Me gustabas… ahora me doy cuenta que no me gustas – El ojiazul palideció – Yo… estoy enamorado de ti Naruto. – El blondo ahora derramaba lagrimas felicidad con los ojos fijo en los de Sasuke.

- ¡Eres un teme! – Lo abrazó. – Yo también, Sasuke… yo  también estoy enamorado de ti – Con la alegría en su corazón de escuchar a Naruto decir eso lo abrazo más fuerte para luego besarlo.

Ese beso que lo envolvía de nuevo en un mundo alejado de todo y de todos, esa sensación de que solo eran ellos, donde había, paz, amor, felicidad varias cosas que amaba en una sola persona. El beso que empezó lento y dulce comenzó a adquirir más rapidez y pasión, sus lenguas danzaban a un ritmo erótico que los hacía estremecer. Empezaron a caminar en retroceso hasta llegar a la cama, donde sentó al rubio mientras él se inclinaba un poco, se separaron por la falta de aire. Se miraron fijamente hundiéndose en los ojos del otro. Sasuke empezó a repartirle pequeños besos desde la frente hasta sus labios donde volvieron a besarse con ferocidad, Naruto rodeo el cuello del azabache y con sus manos acariciaba los cabellos del mismo mientras era recostado en la cama, Sasuke dejo de saborear eso labios para pasar a deleitarse con su cuello, lamiéndolo, y dando pequeños mordisco.

- Ahah…Sa...Sasu…ke – Hablaba entrecortado al sentir como su cuello era invadido – Nooo…pa-para – Se sentía cada vez mas excitado.

La manos blancas del azabache recorrían todo el torso y pecho de bajo de la playera del rubio mientras dabas besos a su boca, Naruto jadeaba y agachaba su cabeza hacia atrás, se sentía raro pero muy bien, y las manos frías del Uchiha lo estremecían de manera gustosa, pronto el ojiazul se vio despojado de su playera el pelinegro miraba con apetito toda la parte de arriba, empezó a repartir besos por todo su torso para luego empezar a lamer con hambre esa piel tan suave y deliciosa, Naruto empezaba a jadear más fuerte y emitió un pequeño gemido cuando el otro empezaba a jugar con su pezón. Sasuke se maravillo con ese sonido que emitió y empezó a lamer y mordisquear ese pezón mientras con su mano apretaba y estiraba el otro sacando más gemidos pequeños del blondo.

-Ahh… ahaah… Ahh… Sasu…ke, se siente…ahhh – el pelinegro aumentó el ritmo – Saaa….

-Naruto… - Se separo del rubio jadeando, se despojo de su camisa y su corbata con desesperación y empezó a sacarle los pantalones al rubio.

- Sasu… espera…. mmm – El moreno lo beso, coloco su entrepierna con la de Naruto y empezó a frotarse con este por encima de la ropa – mm…Ahh...aa…mmmhh – Se sentía bien, tan bien… estaba ya perdiendo el juicio, Sasuke lo estaba llevando al éxtasis.

- Ahhh… Naruto… hahaa  -Emitía pequeños gemidos y se mordía los labios por el goce que sentía. No pudo más y se quito sus ropas de abajo y le quito la última prenda al rubio para ambos quedarse desnudos. Se levanto para contemplar con deseo y hambre el hermoso cuerpo del kitzune se mordió el labio inferior por lo excitado que estaba.

- Sa… Sasuke no me mires así – Se cubrió los ojos con sus brazos muy rojo por la vergüenza, a Sasuke se le acelero el corazón al ver esa escena – Ahhhh… no… no hagas… ¡Ahh! – El azabache empezó a lamer la longitud de Naruto cómo una paleta, el ojiazul se retorcía de tanto regodeo – Sa… se siente tan bien… sigue – Excitándose mas por esas palabras y por los gemidos de Naruto engullo de una el miembro de este. Provocando que el otro gritara de placer - ¡¡AAhhhhahh!!

El Uchiha empezó el vaivén lentamente pero empezó a hacerlo más rápido motivado por los gemidos de su amor. Naruto estaba en el cielo, esa sensación era increíble, pero empezó a sentir como una electricidad bajaba desde su cuerpo hasta su hombría.

- Saa…ahha… Sasuke para… yo me voy… - Sabiendo lo que iba a decir aumentó el ritmo ignorando las peticiones del ojiazul. – Sa... ¡¡Aaahhh!! – Arqueo su espalda y se vino en la boca del Uchiha quien se trago todo sin desperdiciar nada. – Lo… siento – el ojinegro miro al rubio, era la imagen más bella que vio, estaba acostado con las mejillas rojas, los ojos entrecerrados, la boca semiabierta y jadeando mientras una lagrimas se asomaban.

Sintió como su miembro le punzaba provocándole algo de dolor, sin esperarlo más se lamio los dedos e introdujo uno en la entrada del rubio.

- Mmmm – Sintió una pequeña molestia, se estaba asustando un poco al saber lo que venía.

- Tranquilo… solo te preparo – Le besaba la frente para tranquilizarlo, metió el segundo dedo, los giraba, los abría como tijera y metía y sacaba, pronto llego el tercero, Naruto pronunciaba quejidos de dolor que de a poco fueron remplazados por los de goce. Su miembro ya latía de dolor necesitaba meterla ya – Naruto… relájate, voy a entrar.

Naruto respiro profundamente y emitió un grito de dolor al sentir la punta caliente de Sasuke entrar en él. Empezó a rasguñar su espalda haciendo que Uchiha emitiera un gruñido pequeño.

- ¡¡No!! ¡Sácalo, due-duele! – Lagrimas salían de sus ojos cerrados con fuerza. Sasuke empezó a mastúrbalo para que se relajara.

- Esta bien, pronto…pa-pasara – Tenía los ojos semiabiertos por el placer que sentía al entrar en aquel lugar que lo apretaba. Metió todo su miembro en Naruto y se quedo quieto esperando a que se acostumbrara. Los minutos le parecieron eternos pero al fin el rubio movió las caderas dándole a entender que ya podía moverse.

Los movimientos comenzaron lentos, Naruto jadeaba y gemía por debajo sintiendo dolor y placer, pero de apoco el dolor se borraba para solo sentir la fruición.

- Ahh… Sasuke… mas... Mas rápido – Naruto abrazaba la espalda de Sasuke y le imploraba velocidad en su oído haciéndole perder todo autocontrol que le quedaba.

- Como digas – Sonriendo con lujuria. Pronto las embestidas empezaron a ser más rápidas y profundas haciendo gozar al máximo a su pareja de abajo que gritaba de placer.

- ¡Ahhah! Ahahh haha, mas, mas Sasuke – Complacido empezó a moverse más rápido, el rubio rodeo con sus piernas el cuerpo de Sasuke para profundizas las estocadas –ahhhaah si, hahahh sasukeeee.

- aahhh, mmm, hahh Na...Naruto, eres tan delicio-samente estrecho – Gemía aumentando mas el ritmo, sentía que pronto llegaría al limite.

- Sa…Sasuke… ya… ya no puedo más….aahhh

- Lo sé…yo tampoco mm, aahhh – Con devoción empezó a volver a masturbar de nuevo el miembro de Naruto con rapidez asemejando a las embestidas, Naruto ya gritaba y empezó a cabalgar sobre el Uchiha para profundizar más, se sentía en el mismo paraíso.

- sa… Sasu… ahhh… ¡¡Sasuke!! – Arqueo su espalda y se corrió entre los vientres de ambos y la mano de Sasuke.

- Na… Na- ¡¡Naruto!!  - Llego al clímax corriéndose dentro de Naruto, ya que aun este lo rodeaba con sus piernas.

Se miraron con mucho amor, Sasuke beso tiernamente a Naruto y lo fue depositando lentamente en la cama saliendo se él con delicadeza para acostarse a su lado.

- Te amo Naruto – Dijo abrazándolo tiernamente y tapándolos.

- Yo también te amo Sasuke – Arropándose  en el pecho del mayor.

 

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y?.... Ó.Ò

Es mi primer lemon y espero que me haya salido bien, igualmente, espero sus sugerencias, consejos, aborreciones, todo lo que digan sea bueno y malo :)

Bien, me despido mis queridos personajes de la vida! Nos vemos :)


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