Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Deseo por AnonimoHarui

[Reviews - 120]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, se que es tarde, pero hay un problema con el internet y anda muy lento, ahora no esta completamente arreglado, pero algo es algo. Bien aca les traigo para ustedes mis grandes y adorados lectores el cpitulo 9. Espero que les guste, ami me gusto. Nos vemos abajo.

Capitulo 9. Un pelirrojo del desierto enamorado y unos azabaches castigados.

 

Gaara

Mi nombre es Sabaku no Gaara, voy a tercer año de la universidad de Tomonaka en la ciudad de Konoha, tengo 17 años y estoy estudiando para ser jefe de empresa en contabilidad. Actualmente vivo con mis hermanos Kanguro y Temari, nuestros padres fallecieron cuando yo era joven, pero ellos me cuidaron. ¿Qué cómo murieron nuestros padres? Bueno eso es una historia que ocurrió muy atrás…

…Mi padre murió en un accidente automovilístico y mi madre murió poco después de darme a luz. Uno pensaría que debió ser muy duro, y es verdad, aun duele un poco, pero el tutor que teníamos a nuestro cargo nos cuido bien, poco después decidimos empezar una nueva vida, lejos de los chismeríos de las personas. Así que nos mudamos a Konoha, yo tenía alrededor de 5 años.

Cuando llegue al barrio escogimos una casa muy acogedora, era normal, ni tan grande ni tan pequeña, una casa media elevada por el terreno con un bello camino de azulejos duros color gris azulado, el jardín del frente estaba rodeado de flores muy bonitas, las paredes eran de color carmesí claro y el tejado era de color gris oscuro, era muy bonito. La casa disponía de 4 baños, uno de visitas y los otros en el interior de cada cuarto, habías 4 habitaciones, los nuestros y el de invitados, donde estaba alojado nuestro tutor, el era muy amable, se llamaba Kendo (Personaje inventado) era alto de cabello oscuro medio verdoso, piel morena y ojos marrones, tenía una pequeña cicatriz en la mejilla izquierda y era de contextura media robusta, ya que era un señor muy fuerte, casi de unos 29 años ahí.

Mis primeros días en el barrio, en la escuela y en la cuidad no fueron muy buenos. A donde iba la gente me miraba raro, se escuchaba susurros de las personas, decían que éramos los nuevos que venían de lejos a borrar un horrible pasado, era como si se hubieran enterado de todo apenas nos vieron, a veces escuchaba la palabra asesino, y eso me deprimía tanto. Cuando me entere que mi madre murió dándome vida a mí, me creí un asesino… tarde un tiempo en poder actuar normalmente, pero aun tengo ese sentimiento de dolor y culpa. En la escuela no era mejor, ahí todos me evitaban, decían que era el nuevo, que era raro y que tal vez era peligroso, esas palabras me dolían y me daban odio. Pasaron varias semanas, me puse acostumbrar a la nueva casa que era hermosa, pero aun no al barrio, a la ciudad y a la escuela. Me sentía muy desolado, más que en el desierto. Siempre imaginaba y muy pocas veces soñaba eso. “Estaba yo en un desierto, no se veía nada ni nadie, caminaba sin rumbo y el sol iba desapareciendo en la arena, ya que un viento fuerte venia de la nada, levantando toda la tierra, lastimando mis ojos, mis rostro y casi no me dejaba respirar, trataba de gritar y no salía mi vos, luego se escuchaban el eco de voces que me decían que nadie iba a venir, que nadie iba a ayudar a un asesino como yo, que nadie me quería a su lado, esas palabras me hacían llorar, para luego darme cuenta que la arena me estaba tratando de tragar, me iba hundiendo mas y mas, seguía gritando, no salía vos, nadie venia, nadie me ayudaba, solo se reían y dejaban que la arena me comiera hasta cubrir mi rostro completamente. Y al final solo veo en la oscuridad que aparece el ojo de algún monstruo que se ríe, y me devora.” Despertaba horrorizado de ese sueño… después de eso no dormía en toda la noche, pero eso no afectaba mi trabajo en la escuela o mejor dicho en preescolar. Mis hermanos trataban de animarme, igual que Kendo, pero yo no quería oír sermones.

Temari – Vamos Gaara-chan, deberías tratar de hacer amigos, y con esa cara no lo lograras -  me decía tirándome una mejilla.

Kankuro -  Ya déjalo Temari, ¿No ves que nació con esa cara? – Me agarraba este la dos mejillas y las estibada haciéndome hacer muecas tontas y también haciendo que me molestara.

Kendo – Ya, ya, ya… dejen de molestar a su hermano. Porque no revisan si hicieron bien sus deberes.

T y K – Si Kendo-sempai.- Lo dijeron mas en burla que por respecto, pero solo bromeaban.

Kendo - ¿Eh? ¿Cómo que Kendo-sempai? Vuelvan aquí mocosos – Temari y Kanguro se alejaron corriendo con risas en sus rostros yo solo chasquee la lengua por sus molestas tonterías a lo que Kendo me llamo la atención – Gaara ¿Estás bien?

Gaara – Si- le conteste secamente, no quería sermones de nadie, pero eso era inevitable (acuérdense que tiene 5 años)

Kendo – Gaara tienes que dejar esa expresiones de pocos amigos, y esa actitud de chico solitario del desierto – Cuando dijo desierto me quede conmocionado.

Gaara - ¿A qué te refieres con, el chico solitario del desierto? – estaba alterado, y eso noto mi tutor.

Kendo – Era una forma de decir, a ti te gustaba mucho el desierto antes, por eso pensé en eso. – Trataba de mostrar una cálida sonrisa para calmarme, pero era obvio que estaba preocupado.

Gaara – No lo vuelvas a decir, odio, odio, ODIO EL DESIERTO – Tome mi mochila, hoy iría caminando solo a la escuela, no quería lidiar con nadie.

Kendo – GAAARA, ESPERA ES MUY PELIGROSO QUE UN NIÑO VAYA SOLO, GAARA –  salió pero no me vio.

Yo ya había partido, que exagerado, no era tan lejos, como mucho 15 cuadras, y soy perfectamente capaz de medir cuando hay peligro, además ya se de los peligros de los secuestros y eso, pero a esa hora están otros niños siendo acompañados de sus padres para ir a la escuela, así que tan peligroso no es. Mientras caminaba veía a esas familias, me daban una sensación de vacío muy grande. Sentía más que nada remordimientos… remordimientos de haber…nacido.

Llegue a la escuela, y como siempre, no me recibieron con las mejores caras. Todos me evitaban, se alejaban y susurraban cosa entre ellos de mí. Me daba tanta bronca. Muchas veces pensaba en que quería desaparecer, pero ahora, siento que algo más oscuro está creciendo dentro de mí. Al sonar el receso, siempre estaba solo sentado en una banca bajo un techo al aire libre, no fraternizo y fraternizaban conmigo, pero no me importaba, ya estaba arto de llorar por no tener amigos y que todos me odiaran por cosas que ni ellos sabían. Lo único que me molesta, es que no sabía qué hacer con mi vida. Tenía5 años y créanme que para un niño a esta edad hacerse esa pregunta era muy desconsolador y ridículo. Pero así era mi vida, sin motivación, sin sentimientos, sin ningún propósito; no tenía nada, absolutamente nada por vivir ¿Había llegado a este punto mi situación? ¿Acaso no puedo hacer nada? ¿No se puede hacer nada para…ayudarme? ¿No hay…esperanzas?

Las cosas siguieron así, pasaron 2 meses, yo cada vez cambiaba más. Me volví menos conversador que antes.

Temari – Gaara-nichan ¿Qué tal si hoy vamos al parque? Oí que hay muchos niños juagando siempre ahí, tal vez te hagas amigos ¿no crees?

Gaara – No me interesa one-chan – solo desvié la mirada para no ver la suya, aunque era fácil de saber que estaba preocupada y decepcionada.

Kankuro – Ey, Gaara-nichan. Mira, tengo boletos para un parque de diversiones ¿Quieres ir? – Me abrazaba por el cuello con su brazo, a lo que yo solo se lo aparte para contestarle secamente, no.

Temari -  Vamos, Gaara, vamos a pasear, ¿sí? Hazlo por tu hermanita – junto sus manos en forma de suplica, pero no voy a ceder.

Gaara  - Son molestos, les dije que no quiero ir- Me levante y salí  de ahí. Ya ni siguiera quería pasar tiempo con mi familia, estaba por llegar a las escaleras cuando…

Kendo – Ah, Gaara ¿Me podrías ayudar? – Entro mi tutor con las compras que habían sido muchas, así que suspirando me resigne a ayudar a la persona que me cuidaba con amor como si fuera mi padre. – Ah, por cierto Gaara, ya casi llega tu cumpleaños. Como pasa el tiempo, ya estamos en 19 de enero… que nostalgia.  Hablaba como si tuviera como 18 años y recordara mi infancia, solo suspire de cansancio – Vamos Gaara, será divertido hacerte una fiesta, a mi me haría muy feliz ¿Me dejarías hacerte una? -  Mi miro con una cálida y amorosa sonrisa familiar. No quería una fiesta, las odia, pero… aun cuando soy tosco y sin emoción, tengo algunos sentimientos por mi familia, y no quería ponerlo triste así que ¿Qué podría perder?

Gaara – Sabes que odio las fiestas… -Bajo la mirada algo triste - …pero, si quieres hacerme una, asistiré con gusto, solo por ti. – Me miro rápidamente y se puso tan contento que pensé que estaba una celebridad atrás mío.

Kendo – Gaara, veras que será una linda fiesta… - apenas deje las cosas en la mesada me fui sin decir palabra, espera que no exagerada. Además… ¿A quién podría invitar?... ¿Quién podría venir?

Sin saber que hacer… solo me dispuse a estar acostado en mi cama y jugar con una pelota, lanzando una y otra vez al aire. Me siento vacio. Tengo a mis hermanos que me hablaban y tratan de integrarme de nuevo al mundo, pero aunque ellos me quiera, no puedo dejar de ser egoísta y no pernito que entre en mi mundo. Y con Kendo, el es muy bueno y cálido… siempre me trata bien, pero tampoco dejo que entre completamente en mi zona. Solo muy antisocial. No quiero a nadie… a nadir cerca de mí, no quería… que me lastimaran.

Ya era domingo, y no quería estar en casa, y para no soportar la monotonía de mi vida en el hogar, salí a caminar sin rumbo por ahí. Camine un largo o corto trayecto, y me di cuenta que estaba frente a la entrada de una plaza. Dude al principio sin entrar o no, pero inconscientemente ya estaba caminando por las sendas de la plaza. Había muchos chicos jugando, por un momento… por un miserable momento, sentí que quería jugar con ellos, y sonrió solo un poco, casi nada. Hasta a uno de esos niños se le escapo la pelota y esta llego hasta mis pies, la tome y cuando el niño se acerco a mi me la pido, pero luego su cara de alegría paso a una de miedo al reconocerme.

Chico – Tu…. Tú eres Gaara… - Este comenzó a retroceder, pero tenía una pequeña esperanza, así que solo pregunto gentilmente.

Gaara -  ¿Pu… Puedo jugar con ustedes?  – Pero el niño salió corriendo gritándole a los demás que “Ahí estaba el fenómeno”, cuando escuche eso… mi rostro se volvió perplejo y oscuro, estaba atónito… me enfade, tire la pelota a la mierda y Salí corriendo de ahí hasta llegar a lo más recóndito del parque.

Ahí me quede, parado entre muchos árboles. Estaba tan enojado, tan molesto y furioso… tan… deprimido y solo. Poco después del silencio que me rodeaba, pude escuchar las primera lagrimas cayendo de mi rostro, y algunos suspiros y gemidos de mi quebrada y adolorida vos, tenía el corazón ya hecho pedazos, ya nadie… en este mundo…… me sanara.

-       ¿Por qué lloras? – De pronto una vos salió de no sé dónde. Por un momento creí que me lo estaba imaginando todo, así que solo mire hacia abajo y planeaba irme. – Eh dicho ¿Qué por qué lloras? ¿te duele algo? ¿alguien te lastimo?

-       ¿Quién es? ¿Quién esta escondiéndose? Cobarde, sal y da la cara. – Escuche unos sonidos de hojas que se movían y luego me impacté al ver que frete a mi caída del árbol cerca de mí, una persona. Tanta fue la sorpresa que caí sentado al piso, aun sorprendido.

-       Lo lamento no quería asustarte, jaja. – Cuando pude salir de mi asombro, divise a un niño, era un poquito más bajo que yo, tenía la piel de lindo color, muy bonito, y unos ojos tan hermosos que me sumí en ellos. – Hola ¿Cómo te llamas? – Me dijo con una gran sonrisa.

Gaara – Me… me…- pero recordé lo cruel me trataron recién y como fue así desde que llegue, así que me llene de bronca. - ¿Qué te importa cómo me llamo? Me voy. – pero al darme la vuelta el se puso en frete mío.

-       Ok, ¿Hacemos un trato? – Lo mire sin comprender – Hasta que tú mismo no me digas tu nombre… yo no te diré el mío. ¿Trato? – Lo mire, yo solo asentí, ya que quería ignorarlo e irme, pero él siguió. – Bien, pero yo aun así, me gustaría conocerte. ¿Eres nuevo en barrio? – Este chico me seguía, ¿Qué le pasa? – Yo vivo aquí desde que nací, jaja, este lugar me gusta mucho, a la gente es muy amistosa, bueno… la mayoría. – cambio su tono de voz a uno algo melancólico, pero al girarme a verlo ya estaba de nuevo alegre y sonriente – Ey ¿A qué escuela vas?

Gaara – Mmmm…. A la Flor de Jazmín.  – Estaba algo apenado, era la primera vez que hablaba con alguien, pero aun así quería que durara lo menos posible.

-       Oh, pero mira que bien… - Se rio muy alegre, como si lo que acababa de decir lo animo en algo – Entonces habrá más oportunidades – Me  miro con una sonrisa que no entendí, pero me desentendí igual, era la primera vez que alguien que no sea mi familia me sonreía, pero la voz de una mujer se escucho a lo lejos, y no entendí lo que dijo ya que estaba yo aun soñando – Bueno me voy. Nos veremos pronto.

Yo me quede sin entender ni J de lo que acaba de pasar. Así que dolo voltee para irme a mi casa.

Al llegar obvio que recibí un par de regaños por partes de mis hermanos. Como no había avisado a donde fui, se preocuparon.

Temari -  Gaara-oniichan, no hagas esas cosas, puede pasarte algo.- Cállense

Kankuro -  Ella tiene razón, no hagas eso. No sabes lo peligroso que pueden ser las personas. – Cállense.

Kendo -  Gaara, por favor prométenos que no lo harás mas.

Gaara -  ¡¡Que se callen!! – Se sorprendieron un poco - ¡¡Ustedes no me pueden decir como son las personas!! ¡Yo ya sé como son las personas! Son egoístas, frías, calculadoras, juiciosas y sobre todo no sirven para nada en la vida. – Me miraban consternados –  Esas personas son las que me ignoraron, me juzgaron y me hicieron daño sin impórtales nada. Me hicieron creer que era un ser despreciable que nunca debió haber nacido. Me hicieron creer… que no tenía un propósito en la vida. – Mire hacia abajo, estaba… empezando a recordar… -  Igual… que lo hizo Yashamaru… - Al escuchar ese nombre note que los que estaban al frente mío, se quedaron mudos… estaban ahora hechos de hielo, que podía romperse rápidamente y yo…al borde de las lagrimas.

Kendo – Ga… Gaara – sonaba triste.

Gaara -  Me voy a dormir… no tengo hambre. – Salí de ahí y fui directamente a mi habitación… no estaba ahora molesto con ellos… ahora estaba acongojado… por recordar a Yashamaru… lo quería tanto… y ahora… LO ODIO, ODIO A TODOS.

Yo estaba en la escuela. Tenía un aura aun más negra que antes. Los que compartían el aula conmigo, de lo que se distanciaban de mi ahora era peor… directamente estaba solo… encajonado en el rincón. Escuchaba como los demás hablaban de mi, de cómo me aparecí en el parque para matar a todos. La imaginación de un niño… que tonto, aunque yo sea un niño, jamás tuve esos delirios. Escuche que la puerta se abrió y todo el mundo otra vez empezaba a cuchillar como si de eso dependiera todo. No prestaba atención, miraba por la ventana… afuera era todo muy bello, el patio de juegos, el día con nubes pero celeste y no hacía calor, si, un prefecto día, que… desearía que se quemara todo, que todo ardiera en llamas y consuma toda la vida y belleza, hasta que no quede nada, solo las cenizas que indiquen que la gente y todo, nacen… para morir.

-       Hola ¿Qué estás haciendo? – De repente una voz que me sonaba interrumpió en mis pensamientos y casi me hace caer. – Hola… ¿Cómo estás? ¿Me recuerdas? – En efecto era ese raro niño del parque ¿Qué rayos hace acá?

Gaara – Mmm… - No quería responderle nada.

-       Oh, ya veo, estas muy ocupado en tu mundo frio y sin sentimientos, más que el dolor y el sufrimiento, que no quieres hablarme - ¿Qué demo…? ¿Cómo supo eso? – Bueno, no importa, porque me sentare aquí. – Trajo un banco y una silla y se sentó al lado mío. – Desde hoy en adelante, seremos compañeros de aula y de banco.

Gaara - ¿Qué? ¿Por qué demonios estas aquí?

-       Ah, estamos progresando, ya me estás hablando – entrelazo sus dedos y coloco su cabeza  apoyándose en estas y mirándome con una sonrisa. Yo solo abrí un poco mis ojos diciendo ¿Qué rayos estaba haciendo? Y me voltee ignorándolo de nuevo. – Oh, vaya. Ya me vas a ignorar otra vez. No importa, me basta estar aquí, solo… te voy a pedir un favor – No lo mire, pero lo escuchaba y creo que el sabia – Cuando la maestra entre y este por decir mi nombre… ¿Te puedes tapar los oídos? – Lo mire confundido – La promesa – Uh… ah, cierto la promesa “Hasta que tú mismo no me digas tu nombre… yo no te diré el mío ¿Trato?” Ya veo, le asentí y el volvió a sonreír, ¿Qué le pasa, siempre sonríe?

Llego la maestra y a penas vio a ese chico lo llamo para que se presentara frente a todos. Al llegar el inclino la cabeza mientras la maestra escribía lo que seguramente era su nombre, así que desvié la mirada. A penas escuche que termino de escribir y escuche “El…” Me tape lo oídos un buen tiempo, lo suficiente como para ver que este niño se sentó de nuevo a mi lado.

-       Gracias – Se giro a mí, y me sonrió de una manera que reflejaba la clara gratitud que sentía, a lo que volví a voltearme hacia la ventana. En un momento vi que él se tapo los oídos cuando la maestra empezó a tomar lista, creo que era para no escuchar ningún nombre, así no se haría deducciones de cual sería mío y para mantener su promesa, al ver eso… sonreí de lado, en verdad se lo tomaba muy en serio.

Finalizo la clase y nos fuimos al receso, yo me iba a quedar ahí, pero el otro me dijo que si quería ir con él a fuera a jugar. Me iba a negra, pero este me tomo de la muñeca y prácticamente me arrastraba hacia el patio. Yo solo me quejada diciendo que me soltara, pero no me hizo caso. Llegamos al patio y ahí me salto y giro hacia a mí, estaba más o menos a 3 metros de mi… lo supuse, también me te…

-       Ey, ¿Jugamos a la pelota? – saco una pelota de su bolsillo y me la aventó a lo que por impulso tome. – Si, jaja, vamos a jugar. Lanzara. – Se posiciono para recibir la pelota cuando la lanzara. A lo que hice, pero con el motivo de voltear e irme, lo que fue mala idea porque al hacerlo sentí el impacto de la pelota en mi cabeza ya que la había lanzado de vuelta hacia mí. Caí al piso y oí como los otros niños se reían – Uy… eto, per… - Me levante de un salto a lo que él y todos se callaron. Me gire hacia él con el aura roja y molesta, todos retrocedieron y se veían asustados, todos, menos ese chico que me veía con una cara suplicante de perdón, ni siguiera había retrocedido, eso me sorprendió un poco, pero sin cambiar mi cara enojada, voltee y me fui – Eh, espera… no te vayas. En serio lo lamento.- Me seguía como un perro arrepentido y no dejaba de disculparse, yo solo seguía caminando, pero pare al sentir una mirada, voltee y vi a ese niño que desprecio más que a nadie, Sasuke Uchiha ¿Por qué me miraba de esa manera? El jamás lo hizo ¿Por qué ahora?

Llego la hora de comer, pero había olvidado mi almuerzo en casa ya que seguía molesto, además ni siguiera me fije si Kendo lo había preparado, después de cómo lo trate. Aunque recordar eso, hiso que se me viniera a la cabeza otra vez la imagen de Yashamaru, hermano de mi mama, que…que…

-       ­¿Qué haces? – Ese molesto niño otra vez interrumpió mis pensamientos, aunque esta vez, en verdad es un alivio, creí que el alma se me partiría de nuevo. – Mmm… Oye no trajiste almuerzo ¿Se te olvido? – Me miro tranquilo, tanto que no tuve más remedio que responder.

Gaara – No es que lo haya olvidado, no quiero comer. – En parte no mentía, aun no tenia apetito, pero si sigo pensando de seguro me dará.

-       Oh, bueno… ¡Entonces compartamos! – Se sentó mas cerca mío, estaba prácticamente pegado a mí. Acerco su bento para que ambos comiéramos, eran sándwiches que se veían muy deliciosos. Y saco unas cajitas de jugos, espera… ¿Por qué trajo dos? – De seguro piensas de porque traigo dos jugos a la escuela. – Me estoy cansando de que lea mi mente – Es muy sencillo, es que siempre me gusta compartir y traigo por si alguien quiere, aunque muchos no lo prefieren – Susurro lo ultimo, pero escuche sin entender – Pero, ahora, este jugo se lo puedo dar a un amigo, o por lo menos yo lo considero así . – Me extendió el jugo, yo lo mire muy asombrado y sin saber qué hacer, el dijo ¿amigo? Sentí como algo en el pecho, como un latido que me lleno de alivio y confort. Tome el jugo y empecé a beberlo algo abochornado. – Je, las cosas saben muy bien cuando las compartes con una persona que te agrada mucho. – Y el también empezó a beber su jugo, yo lo miraba de vez en cuando. A los reflejos del sol que pasabas entre las hojas del árbol donde nos sentamos y con el viento, hacia que este chico se viera… muy tierno. Otra vez esa mirada ¿Dónde…? Me pareció ver a alguien que se iba… ¿Lo habré imaginado? – Come… Son muy ricos pruébalos. – Yo asentí y tome uno que al probarlo en verdad me supo delicioso. Creo que estoy algo sonrojado, y creo que ese niño lo noto ya que no deja de mirarme y sonreírme, a lo que baje mi vista mas sonrojado.

Así pasaron los días, este chico cada día se sentaba a mi lado,  hablaba conmigo tranquilamente, a lo que después de varios días empecé a hablarle también. Jugábamos en el patio, comíamos juntos y aunque ni yo me lo crea, eh empezado a sonreír y a reírme, aunque sea poco, en el salón él hablaba con otros y se metía en varios problemas ya que era torpe, escandaloso e inquieto, pero hacía reír a todos a más no poder. Mis hermanos y Kendo notaron mi cambio también, incluso empecé a hablar con ellos, empecé a sonreír con ellos, incluso a hacer las labores juntas. Yo siempre hice los quehaceres, pero siempre lo hacía solo, no quería que nadie me moleste, pero ahora no, incluso me pareció muy divertido y rápido al hacerlos con alguien. Iba de vez en cuando al parque, para jugar con ese chico, y para sorpresa de todos, hasta fui con toda mi familia a hacer picnics y jugar al aire libre, como gente normal. Aunque a veces no miraban, mas a mí, no me importaba ya que estaba… ¿feliz? Si estaba feliz y todo gracias a ese loco e imperativo chico que cambio mi vida. Estaba jugando a lanzar el balón, cuando mi hermano sin querer la lanzo lejos a tras de unos árboles.

Gaara -  Oh... Eres torpe – lo mire con fingida molestia, pero después sonreí y empecé a trotar – Yo iré por ella. Espérenme. – Y me aleje.

Kankuro – ¿Qué le habrá pasado a Gaara para cambiar drásticamente?

Temari – No lo sé, pero ¿Qué importa?  Cierto, Kendo.

Kendo – Es verdad. Gaara por fin está volviendo a ser un niño feliz, y sea o quien sea que hiso esto… le estoy eternamente agradecido. – Mirando en dirección a donde se había ido Gaara, estaba muy feliz y el viento movía un poco su cabello.

Caminaba tranquilo buscando el balón, y lo halle atrás de un enorme árbol. Cuando me acerque para tomarlo escuche voces y me atreví a espiar.

Niño 1 – Vamos, no puedes estar hablando en serio ¿Verdad? – Era uno de lo chico con lo que iba al jardín.

Niño 2 – Si sigues así, de seguro que un día te matara- Ese era otro, eran vario chicos que iban a al jardín conmigo, espera ¿Matar? ¿Matar a quien?

Niña 1 – Es verdad, te aconsejo que te alejes lo mas que puedas de ese.

Niña 2 – Oí que mato a su madre, su padre y su tío. – Empecé a acongojarme. ¿De quién estaban hablando? ¿Y a quien? Me moví un poco para ver a la persona con la que estaban todos hablando, y quede anonadado., era… ese chico que creí… mi amigo.

Niño 2 – Te decimos esto porque nos caes muy bien y no queremos que el te haga daño.

Niña 1 – Por favor, escúchanos y aléjate de ese chico.

Niño 1 -  ¿Qué es lo que vas a hacer?

-       … - se quedo callado, enserio les creyó, se creyó todo eso… el… él es igual a todos. (Esta por empezar a llorar, y quería ya irse) – Jaja, guau, parece que me hablan más de una bestia salvaje que de mi amigo pelirrojo – Me quede mirándolo algo sorprendido – No sé de donde escucharon esas historias raras, pero les pido que dejen a mi querido amigo lejos de ellas, porque él no es así.- sonreía muy confiado de lo que decía.

Nina 1 – No seas idiota, no ves que él te usa, cuando vea que una pequeña debilidad u oportunidad, TE ANIQUILARA.

-       ¿En serio?, mmm, pues si es así, el ya me tendría que haber “ANIQUILADO”, hace mucho, jaja.

Niño 1 - ¿Qué te piensas que esto es un juego? Ese sujeto te matara.

Niña 2 -  Por favor reacciona de una vez

-       ¡No! ¡Ustedes reaccionen! – Puso una cara seria, tanto que daba miedo – Miren la tontería que me dicen. Esas historias baratas dichas por su madres, vecinos o lo que sea no se justifican, están hablando de un niño de 5 años como si fuera un asesino a sangre fría. El no es capaz de matar a nadie, el es bueno y amable, algo serio y a veces gruñón, pero él… es mi amigo, y ustedes no tienen derecho a decir eso de él, ya que ni siguiera se tomaron la molestia de conocerlo. Dejen de juzgarlo sin saber nada de él, de su familia, eso es tan patético que me enferma, no me gusta que la gente se trate como basura el uno a otro sin saber cómo son de verdad. Así que yo les digo esto… ¿En serio van a juzgar a alguien sin conocer? – Termino de hablar y dejo a esos 4 callados… el estaba molesto, pero solo dio la vuelta para irse.

Estaba… con lagrimas, estaba llorando, y no podía parar, pero no estoy triste, así que no sé porque demonios lloro. Era la primera vez que alguien me defiende y dice que soy así, y que soy… su amigo. Si estaba feliz, muy feliz, creo que ya… es hora de decirnos nuestros nombres. Iba a ir en dirección a donde se fue mi amigo, pero note que los chicos lo seguían… cuando estaba a punto de llegar a la será, estos vieron que venía unos ciclistas…

Niños al niño 2 – Ahora, empújalo.

Al oír eso… me asuste, ellos iban a lastimarlo. Corrí, corrí como loco, el niño 1 ya estaba por empujar a mi amigo y yo, yo…

Gaara - ¡¡CUUUIIDAAADOOO!!

Al parecer reconoció mi vos y giro, pero era tarde, ese niño lo empujo por el pecho y mi amigo estaba a punto de ser arrollado por la bicis, pero yo nunca deje de correr y pude alcanzarlo… ese momento me pareció muy largo, a pesar de que fueron unos segundos, pero para mí era yo y mi amigo en medio del aire con las bicis acercándose a nosotros, pero antes de eso, antes que lastimaran a mi amigo, logre empujarlo… lo último que recuerdo fue un gran dolor que vino hacia mí, las voces de la gente que estaba en el parque y de los ciclistas, las voces de mis hermanos y kendo, y por ultimo… la vos aterrada de mi amigo.

Desperté al día siguiente, ya era de día, como las 11. Mire a mi alrededor, estaba en una habitación que no conocía, había una gran ventana al lado mío que me proporcionaba una linda vista de algunos edificios y del rio a lo lejos. Quise ver como estaba… brazo derecho bien, algunas leves heridas superficiales pero bien, cuello, perfecto, algo adolorido, pero solo un poco, brazo izquierdo, desde la muñeca para abajo, vendada y puesta en un pedazo de madera plana y ligera, creo que esta enquistado; todo mi torso, adolorido con algunos hematomas y vendas, pierna izquierda, está bien, también algo adolorida, pero bien, pierna derecha, lamentablemente enyesada, esta fracturada. Bueno viendo mi estado y el lugar donde estoy de seguro es un hospital, cuando me chocaron debí haber perdido la conciencia y me trajeron hasta aquí. Si un una gran y obvia deducción. Estaba muy mal, no quería estar ahí, pero… si me amigo podía estar bien, yo igual.

Gaara -  Me gustaría saber su nombre… - Suspire.

-       ¿El nombre de quién? – Tranquilamente voltee y vi que estaba ahí el chico que se volvió mi amigo. A lo que cuando por fin pude reaccionar me altere un poco.

Gaara – Wuaaa, ¿Qué haces aquí?- lo apunte con mi dedo índice.

-       Oh, bueno… tu…- se quedo en silencio un rato y bajo un poco la cabeza, parece triste – Perdón. - ¿Eh? ¿Se está disculpando? ¿de qué? – Si no fuera por mí culpa… tú… no estarías… per-perdón  -  empezó a derramar unas lágrimas y se apoyo en la cama cubriéndose el rostro con los brazos. No puedo creerlo, está llorando por mí.  Me hizo sentir feliz y culpable a la vez.

Gaara – Ya… tranquilízate, estoy bien, ¿Si? – Le acaricie sus cabellos, eran muy suaves, y él me miro algo lamentoso, creo que se sigue culpando – Ey… ¿Sabes?... Mi nombre es Sabaku no Gaara.

-       ¿Ga…Gaara? – Le asentí, parecía sorprendido pero siguió apoyando su cara en mi cama. Se incorporo un poco y se froto los ojos para limpiarse y me sonrió muy feliz y con un sonrojo, me gusta esa sonrisa – Jaja, tonto… mi nombre es…

Pasaron algunos días, y muchas cosas cambiaron. Además que estoy en muletas y estoy siendo constantemente ayudado por mis hermanos, las cosas mejoraron. Desde ese día, muchos dejaron de verme como alguien peligroso, es mas ahora hablaban conmigo, me incluían. Los 4 niños que quisieron lastimar a mi amigo fueron regañados por sus padres que dejaron de verme y tratarme indiferentemente. Eh hecho ahora varios compañeros buenos y agradables, pero aunque los tengo, eso no me va a alejar de mi primer y mejor amigo, el que hiso que mi vida llena de dolor y odio, se empezara a formar de amor y amistad. Tal vez suena raro, pero me siento muy feliz de haberme encontrado con esta persona. Era ese el pensamiento que tenía… que era lindo saber que tanta gente que hay en el mundo… justo una persona buena se cruzó en mi camino. Aunque esta persona a veces era irritante e inquieta, aunque podía hacer sacar de sus casillas a cualquiera… es la única persona que tiene el don de hacer amigos por donde valla y también de cambiar el corazón de la personas… es la única persona de quien no me quiero separar nunca.

2 semanas después, casa de Gaara.

Ya me curado y estoy en casa, hay mucho ruido y yo estoy aquí, contándoles todo esto mama y papa… y también a ti… Yashamaru, (Estaba en una sala con una mesita donde había una foto de sus padres y su tío) porque pude encontrar a alguien que me quiso, y ahora está él y todos aquí porque…

-       ¡¡¡Gaara, ven manos a jugar, los chicos nos esperan y me dijeron que te diga que te apures cumpleañero, que eres una tortuga!!! jaja.

Gaara – Ya… ya voy, escandaloso –  Mire la foto por unos segundo mas y reí un poco antes de empezar a corre y llegar hasta este niño que me cambio drásticamente – Eres muy ruidoso ¿sabías?

-       ¿Eh? ¡No sería ruidoso si te apuraras-ttebayo!

Gaara – Jeje, eres un tonto…. -  Infló mis mejillas, pero luego se rio, y me tomo la muñeca y ambos empezamos a correr en dirección a nuestros compañeros, si, es mi cumpleaños y por primera vez, me siento muy feliz de estarlo celebrando, con amigos y familia – Oye, ve más despacio…Naruto. – Giro hacia mí, y me regalo su hermosa y resplandeciente sonrisa, que se hacía cada vez más resplandeciente con la luz del sol, cada vez más, y más y más hasta estar todo completamente en blanco… Desde ese día… supe… que estaba enamorado de él.

 

… ra…. Ga…ara… Gaara……

Naruto -  Gaara… ¡Gaara!  Reacciona Gaara ¿Qué te pasa? – Naruto estaba agitando su mano frente a mí – Ey. Te estoy llamando hace rato ¿Estás bien? -  parecía preocupado.

Gaara -  Si, Naruto. Gracias a ti estoy muy bien – Inclino un poco la cabeza no entendiendo lo que dije, pero después solo me dedicó una bella sonrisa.

Naruto -  Eres un sentimental Gaara – Se burlaba pero se nota que lo hacía de cariño, pero yo solo fingí molestia.

Gaara -  No soy un sentimental – Se rio, me gusta verlo reír -  Eh, dime ¿Qué paso con los otros dos? -  Pude notar la ausencia de Sai y Sasuke.

Naruto ­-  La directora le va poner un castigo por pelear  - Me lo dijo tranquilamente, pero cuando calcule lo que dijo…

Gaara -  ¡¿Qué ellos estaban peleando?! Un segundo… ¡¿LA DIRECTORA?! – Sentí como se me erizaba la piel, y se me ponía de gallina y como la saliva pasaba por mi garganta… esa mujer es infernal.

Naruto -  Hai, estaban peleando… por mi culpa, pero arreglaron las cosas, igual que yo las arregle con Sasuke – Lo mire impactado, que tonto… espero que Sasuke haya dado el primer paso para disculparse, porque sería muy injusto que Naruto lo hiciera, por eso le dije que no se acercara a él, pero conociéndolo, esa esperanza está muerta – Perdón. Sé que dijiste que no me acercara, pero…

Gaara –  Naruto… - bajo la cabeza como si lo fuera a regañar como un niño pequeño, eso me hiso reír, le acaricié los cabellos para que me mirara - … Esta bien, no pasa nada, tampoco dije que era eternamente. Solo quería que ese orgulloso diera el primer paso para hablar, sin que nadie le diga nada. Debe de hacerse responsable de sus actos por su cuenta, pero parece que Sai no lo dejo y se tuvo que meter, le dije que debía dejarlo, pero hasta a mi me convenció de que él jamás haría eso. Por eso está bien que volvieran a ser amigos, me da gusto que estés feliz. – Me miro sorprendido y sonrojado, para luego reírse por de bajo como un niño pequeño y torpe.

Naruto – Eres una tonto… tu y Sai – creo que quiere empezar a llorar, pero antes le acaricie su rostro… no me gusta verlo llorar.

Gaara – Ya… está todo bien, no pasa nada – Me volvió a mirar y yo le regale una muy gran sonrisa con la que quedo mirándome por un rato pero luego sonrió. – Sea lo que sea que pase en el futuro, si puedo tener a esta persona a mi lado… entonces, se que todo estará bien…

Sasuke

 

No puedo creer esto… ahora Shimura y yo estamos en la enfermería haciéndonos un testamento en la cabeza. No muchas veces la directora venia directamente para poner orden, pero justo teníamos tan mala suerte, espero sobrevivir a esto….

Mente de Sasuke.

La directora llegaba muy encabronada, con un aura demoniaca y la cara negra con los ojos brillando.

Directora – Así que les gusta pelearse, entonces, le hare pelear el reto de sus vidas, JAJA, JAJA  - Empezó a crecer enormemente y con su pie aplasto a Sasuke y a Sai. Sasuke abrió los ojos y estaba al frente de Sai y al lado suyo estaba Naruto, el Uchiha quiso correr hacia el pero no lo alcanzaba, y además Naruto no lo veía ni lo oía, pero dijo algo…

Naruto - ¿Por qué Sasuke se fue para siempre? ¿Acaso me abandono? – alguien lo tomo de los hombros…

Gaara – No mi Naruto, ellos fueron castigados, pero no te preocupes… yo estoy aquí para ti -  Miro a Sasuke con una tétrica y prepotente sonrisa que a este le erizó la piel.

Sasuke –  ¡NO, ALEJATE DE NARUTO!

Naruto – Esta bien Gaara, tu eres el único a quien ahora importa – Se giro y se fue con Gaara.

Sasuke – NOOOOO.

Directora – No te preocupes Sasuke Uchiha, porque desde hoy hasta siempre estarás peleando junto con tu compañero contra mis vasallos – La gigante y espeluznante mujer, apunto a un rincón del lugar oscuro y del piso salieron millones de sombras negras y horrible.

Sasuke – PERO QUE MIERDA….

Fin de mente de Sasuke.

Sai – Uchiha-san ¿Qué rayos estas pensando? Deja de gemir como un niño asustado – Ese tonto de Shimura me zamarreó ya que parece que me hundí en un ensueño.

Sasuke – Ya suéltame. Estoy bien, solo estaba pensando cosas – mire hacia un lado, espero que no haya notado que estoy algo nervioso.

Sai -  Espero que salgamos de esto, o sino Gaara tendrá el camino libre con Naruto – suspiro intranquilo. Es verdad, si morimos aquí, ese desgraciado de Sabaku tendrá acceso completo a Naruto y aprovechará cada segundo, no eso jamás, sea lo que sea que haga la vieja, voy a soportarlo como un hombre Uchiha y sobreviviré.

Antes de terminar esas ideas en mi cabeza la puerta se abrió y entro Shizune, creí por un segundo que la directora al final no vendría pero…

Shizune – Por aquí Directora Tsunade-sama. – Ok, estamos muertos, pero resistiremos, vi a Sai y él me miro a mí y nos miramos con rivalidad y fuerza, sobreviviríamos.

Entro la directora yo mire hacia un lado, la verdad estaba algo nervioso, pero aun así esto me aburría, soy algo insolente, lo admito, en cambio Sai miro hacia abajo.

Tsunade – Bien… con que estos son los chicos… Sai Shimura y… Sasuke Uchiha ¿Eh? -  Musitaba nuestros nombres con burla y soberbia, creo que estaba contenta con esta situación – Shizune, por favor déjanos solos, y no espíes, o me daré cuenta – Se lo dijo muy amenazante, esta mujer es ruda.

Shizune – Si, directora. – Y salió, hasta que oímos que sus pasos se alejaban.

Tsunade  - Bien, muchachos… ¡¿Qué mierda les pasa para pelear así?! ¿Acaso tienen 8 años? ¡¡Déjense de estupideces!!  - Sus palabras me aturdieron… pero continuo – Muy bien ¿Por qué fue la dicha pelea?

Sai – Era un asunto entre nosotros, Sasuke hirió sentimentalmente a un amigo muy importante para mí y yo quería hablar con él, no sin antes darle un golpe, lo que fue mala idea ya que su orgullo no permitió que quedara así, por eso me devolvió el golpe, yo igual y terminamos peleando hasta quedar en estas situaciones como ve. – La síntesis de Sai hasta a mi me sorprendió, pero parece que la vieja se lo creyó, aunque no sea mentira.

Tsunade – Bien, ya veo… ¿Quién era ese amigo tuyo? – Sonaba indiferente.

Sai – si le digo no se enoje ¿sí? – Ella le salió un venita por el atrevimiento de Sai, pero accedió – Bien, recuerde que lo prometió… ese amigo era Naruto Uzumaki. – Parece que la cara de la directora se sorprendió para luego poner una expresión muy aterradora.

Tsunade - ¡¡ ¿QUUUUEEE?!!  ¡¡ ¿USTEDES LASTIMARON A MI PEQUEÑO NARUTO?!! -  Me aturdí mas, espera ¿Cómo su pequeño Naruto? - ¡¿Qué rayos les pasa, por qué agrediste a mi pequeño Naruto?! – me apunto acusadoramente.

Sasuke -  ¿Eh? Porque se me dio la gana – fui muy cortante e impetuoso lo sé. Pero ¿Qué  querían que haga? ¿Suplicar perdón? No, yo no soy así, de seguro por eso siempre estoy en problemas. – Además… ¿Por qué tiene que ser tanto alboroto?

Tsunade - ¿Qué porque tanto hago tanto alboroto? – Uso un tono sarcástico – Tal vez no lo sepas… y te lo voy a decir para que quede entre nosotros… - Por alguna extraña razón, tuve un mal presentimiento. – pero Naruto Uzumaki, mi Naru-chan… es mi NIETO. - ¡¿QUUUE?!  ¡¿Naruto ES PARIENTE DE ESTA LOCA?!  ¿Cómo no supe eso? Seguramente porque Naruto aun no tiene la suficiente confianza conmigo – bueno… me alegra que hayas defendido a mi pequeño nieto Sai – Empezó a darles palmaditas de felicitación a Sai, que tonta.

Sai – No es para tanto, ellos dos se disgustaron, pero no como otras veces, porque ahora ellos son amigos – hasta la directora se sorprendió con esta revelación. – Por eso Naruto estaba últimamente desanimado, pero gracias a todo esto, ellos se arreglaron y Naru volvió a recuperar esa linda sonrisa. – La vieja se mostraba pensante ante la situación y con lo que le dijo el idiota de Sai, para luego dar un gran suspiro.

Tsunade -  Muy bien…- sonaba serena - … Esta bien, si mi Naruto recupero sus hermosos ánimos, entonces no puedo enojarme mucho. -  “mente: después de todo, estos días Naruto estaba muy desanimado” – Bien, por esta noticia estoy de buen humor, por eso, no les pondré un castigo tan severo… - Y ahora que nos va a decir – Su castigo será…-  ¿esta nos deja en suspenso a propósito? – Sera…

Sai - ¿Cuál será? – Ya estaba impaciente y no lo culpo.

Tsunade –  Es que todavía no se me ocurrió…

Sasuke y Sai – caída anime.

Sasuke - ¡¿Debe estar bromeando?! ¿Por qué hace alarde si no puede seguir? – Estaba molesto.

Sai – Basta Sasuke-kun, si la haces enojar nos matara esta vez – me decía para que no la matara, solo me resigne en mi asiento y bufe.

Tsunade – Mmmm… ¡AAHH! Ya sé que van a hacer. – Nos miro con una sonrisa maliciosa, que lo diga de una vez, deja a todos en suspenso. – Hace unas semanas hubo una obrita en el teatro de la escuela ¿Recuerdan? – Ambos asentimos – Bien, ¿Recuerdan que terminó en una pelea de comida? – Asentimos, esto ya no me está gustando – Bien, nadie hasta entonces ha limpiado eso, así que ustedes se encargaran de dejarlo todo impecable, ya que pronto haremos otra obra. Empezaran el próximo lunes, así que vayan descansando y preparándose, ya que como paso un largo tiempo, muchas cosas ya están adheridas a la pared. Nos vemos. – Nos saludo tontamente y salió lo más tranquila de la sala. Estábamos, al menos creo yo, impactados con lo que esa loca nos dijo. ¡¡NI LOCO HAGO ESO!! – Por ciento si se rehúsan, los suspenderé por 5 meses de la escuela, y no les permitiré ver a mi nieto – Entro como si nada y salió rápido. No me importa no venir a la escuela en ese tiempo, luego aprobaría todo, soy inteligente. Pero… ¿No dejarme ver a Naruto? ESO NO. Mire a Sai y ambos asentimos. Creo que pensábamos lo mismo. Daríamos lo mejor para limpiar ese horrible lugar.

Salimos de ahí con la cara de cansancio. Ahora debíamos ir a clases y sinceramente, me siento muy agotado para eso. Apenas entramos vimos que todos nos miraban.

Iruka - ¿Dónde estaban? – dijo molesto Iruka-sensei.

Sasuke – Hablando con la directora – Dije tranquilamente para irme a mi asiento. Sentí como la mirada de Iruka se puso de sorpresa y algo de miedo, igual que todos. Llegue a mi asiento y para mi disgusto estaba Sakura ahí.

Sakura – Sasuke-kun ¿Estás bien?  - Obvio que no lo estoy, pero para que no me moleste debo darle una clara y firme respuesta.

Sasuke – Si – Si, lo suficientemente cortante.

Escuche como cuando Sai llego a su asiento fue bombardeado de preguntas por parte de sus amigos y de Naruto. Este por otra parte no les dio muchos detalles. Solo dijo que peleamos por razones personales y que la directora nos regaño pidiéndonos que limpiáramos el teatro. Otra vez sus síntesis sorprendentes. Debo admitir, que me dio un poco de envidia que Sai tuviera amigos sinceros, igual que Gaara y Naruto, yo siempre debo aparentar. De repente siento que alguien me mira, giro y me encuentro con la mirada de Naruto, me estaba sonriendo de manera aliviada, como si hubiera estado preocupado por mi todo este tiempo y ahora que me ve a salvo podía respirar tranquilo. Desvié mí vista de la de él, pero por dentro estaba tan feliz que debía hacer un gran esfuerzo para no sonreír, aunque quería hacerlo a más no poder.

Transcurrieron las clases tranquilamente. Ya todos se estaban por ir a casa. Yo me quede un rato, analizando todo lo que paso ese día, si que había sido loco. Me dispuse a ir pero cuando voltee, tenía frente a mí a la imagen más hermosa todas. Naruto estaba mirándome de una manera muy tierna con una feliz sonrisa. Estaba con los ojos entrecerrados, y la luz anaranjada que entraba por el aula, lo hacía ver tan lindo y encantador, se veía muy contento. Cuando Salí de mi ensoñación iba a preguntarle que hacia aquí, pero antes que eso pasara, Naruto se acerco a mi lentamente y abrió sus brazos, estaba estático haciéndome una idea de lo que iba a hacer que me parecía imposible, pero lo hizo, me abrazo tan cálidamente que no salía de mi asombro.

Naruto –  Me alegra que volvamos a ser amigos, Sasuke-kun – aunque éramos los únicos, me lo dijo tan suave para que yo solo lo oyera, mi corazón empezó a latir muy rápido, me costaba respirar. Creo que el color se me subió a las mejillas, y también creo que él se dio cuenta. – Sasuke-kun ¿Yo… eto…? – parecía que me quería preguntar algo, pero se puso nervioso, pero aun seguía abrazándome, mi corazón latía a mil. Pero… debo reaccionar o si no, nunca me lo dirá y no podre aprovechar que me está abrazando.

Sasuke - … Na… Naruto, dime lo que me tengas que decir – empecé a corresponder lentamente el abrazo a lo que este se dio cuenta y se estremeció un poco al sentir mis brazos abrazándolo.

Naruto – Eh... bueno… eto… yo… - Sonreí de lado, al ver su nerviosismo, cosa que me hiso apretarlo más.

Sasuke – Dime Naruto, todo está bien. – Respiro profundo y…

Naruto -  Quería saber si… ¿Aun iremos a la feria, juntos? – quede anonadado… ¿Feria? ¿Qué feri…? ¡Ah! Cierto… la feria que había invitado a Naruto, era este sábado y que iría con el dobe. Otra vez la alegría me vino, ahora podre estar con Naruto tranquilamente.

Sasuke – Si dobe… iremos, solos tu y yo – Lo aparte un poco y lo mire directamente al rostro que debo decir que estaba muy cerca, se podía sentir nuestras respiraciones chocando. El kitzune se sonrojó y yo lo note, me acercaba  más para poder…

Gaara – Naruto ¿Dónde estás ya vámonos? – MIERDA… Se escucho a Gaara acercándose, el usuratonkachi volteo y se zafó de mi cercanía para gritar.

Naruto - ¡Aquí Gaa-chan! – Apenas término de decir eso, entro Gaara y Sai, y al verme no pusieron una cara muy contenta, pero pronto la borraron para hablar con el dobe.

Sai – Naruto, debemos apurarnos, o tu papa se preocupara.

Naruto – Hai, Nos vemos… teme – Me saludo y emprendió camino con Sabaku y Shimura, pero ¿saben? No me importo ya que eh notado que cada día me acerco mas al kitzune, y el sábado, es solo estará conmigo y aprovechare cada momento.

Al llegar a mi casa estaba mi hermano en la mesa de la cocina estudiando.

Itachi – Oh, Ototo, bienvenido a casa – Me decía con una sonrisa fraternal.

Sasuke – Ya estoy en casa, aniki ¿Estudiando de nuevo?

Itachi – Si, estoy muerto, pero si apruebo estos últimos parciales, podre respirar tranquilo. – Me decía estirando un poco hacia atrás.

Sasuke – No sé porque estudias tanto, eres inteligente, no es difícil para ti memorizar una enciclopedia completa – Lo mire cerrando un poco mis ojos desganadamente. Pero Itachi me miro sorprendido y tuvo un pequeño rubor - ¿Qué?

Itachi – Kyaaaa, Ototo ¡¡Cuánto me hablas de esa manera tan linda y comprensiva, me da tanta emoción!! En sima me alagaste ¡¡Estoy tan feliz Ototo!! Neh, estoy haciendo la cena. Es Teriyaki. – Lo mire sorprendido y algo contento, me gusta el Teriyaki, es delicioso – Bien, ¿Por qué no te duchas, descansas un poco la cabeza? Se te nota cansado Sasuke, ve tranquilo, yo te llamare cuando la cena este lista ¿Si? Pero recuerda… mañana te toca cocinar a ti.

Sasuke - ¿Y los cocineros? – Pregunte muy inocente. Que bobo.

Itachi – Les di un respiro, les dije que se tomaran unos día, para que nosotros estemos tranquilos, antes de que vuelvan Mama y Papa ¿Hice mal, Ototo? – Me miro como un niño inocente, no niego que lo que hiso fue precipitado, pero en cierto modo, me gusto la idea, estar tranquilo.

Sasuke – Fuiste algo precipitado, pero no hiciste mal aniki, creo que la idea de estar tranquilos me gusta. – Lo mire con una sonrisa de lado, me agrada cuando Itachi se comporta como un buen hermano mayor.

Itachi – Veo que estas de buen humor… - “Mente: Mejor no digo nada, si no se puede enojar, pero se nota que arreglo las cosas con Naru-chan, que bueno” - … me alegra. Bien, ve a relajarte, yo luego te llamo.

Fui a bañarme, un largo baño que me relajo y me saco las tenciones que tenía hace días. Al salir, hice rápidamente mis deberes… al finalizar, no quería recostarme, si no pensaría y no quería pensar ahora, así que baje y vi que mi aniki todavía seguía estudiando, debía dejarlo solo, pero por impulso me acerque, me sete a su lado y apoye mi cabeza en su hombro. El giro un poco su cabeza para verme, yo estaba concentrado en su mano que estaba con un bolígrafo apoyada sobre un libro. Sentí el aroma de mi hermano, un aroma que me gustaba me hacía sentir muy cálido y fraternal, como si tuviéramos una pequeña conexión  hermano a hermano. El inclino un poco su cabeza para apoyarla sobre ya mía y siguió estudiando. A veces le decía ciertos errores, que se que él se dio también cuenta, pero me respondía muy gentilmente “Oh, tienes razón o  es verdad, cierto” o cosas parecidas, era un momento tan cómodo en familia que me sumí en esa sensación tan relajante. Termino de estudiar.

Itachi – Gracias por quedarte conmigo, Ototo. Eso me hiso muy feliz – Me miro dulcemente, a lo que me sonroje un poco, cuando él quería podía ser un hermano muy meloso.

Sasuke – Bobo – pero emití una sonrisa de lado, yo en verdad quería a mi hermano, el pasaba más tiempo conmigo que nuestros padre y prácticamente el fue el que cuido de mi, ya que decía que no confiaba en los sirvientes. - ¿Comemos?

Itachi – Claro, la cena ya esta… ¿Me ayudas a servir? – Me lo dijo muy amablemente que no podía negarme, así que lo hice de manera normal, pero por dentro muy lo hacía gustosamente.

Comimos en la mesa, compartimos platicas amebas, nos reíamos de vez en cuando y hasta fingíamos pequeñas peleas. Era un preciado momento familiar entre hermanos, que no quería que acabara, pero ya habíamos terminado de comer, lavamos los trastes y cada uno partió a su cuarto.

Itachi – Ototo, que descanses – Se acerco y me pico la frente, estaba a punto de reclamar pero luego me acaricio los cabellos y me regalo una linda sonrisa. – Duerme bien ¿Si? – Sonrojado aparte suavemente su mano.

Sasuke – Bobo… También descansa bien Aniki – Lo mire y le di una sonrisa pequeña pero cálida, a lo que él recibió muy bien correspondiéndome con otra más grande.

Fuimos cada uno a nuestro cuarto y cuando estaba parado frente a mi ventana con las luces apagadas y solo con la luz de la luna iluminando mi cuerpo y rostro (Estaba con un jogging oscuro para dormir y el pecho descubierto), empecé a pensar en Naruto… y no pude evitar sonreír, era definitivo… Naruto… Me gusta.

Mi corazón dio unos latidos al pensar eso, pero unos latidos muy confortantes, mire la luna por última vez y me fui a dormir. Pensando que tal vez… solo tal vez… Naruto también pueda sentir… lo mismo que yo.

Era una esperanza escasa… pero me llenaba de dicha. Y esperaba… que fuera… algún día verdad.

 

 

Continuará….

Notas finales:

Bueno, aqui esta es capitulo 9, ya en el que viene sera la tan esperada salida a la feria. Gracias por ser pacientes :)

Ah, un saludo para Ahome-chan. Me hiciste reir con tus cometarios jaja, gracias por leer mi fic, espero que me sigas comentando.

A todos los espero el el proximo capitulo. Nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).