Capítulo 1- Chica de etiquetas:
-Hola, Jill. Pasa y siéntate- Como cada lunes, entré en la consulta de Maggie. Cruzaba la habitación hasta su sillón me tumbaba esperando a que comenzara una conversación con alguna pregunta complicada- ¿Cómo ha ido la semana?
-Como todas- Siempre preguntas complicadas. Podrías pensar que preguntarme por como fue mi semana es algo sencillo e inocuo. Quizás hablaría de algún libro que me había leído o alguna película que había visto... pero la verdad para mi los días, las horas e incluso los minutos eran todos iguales.
-Ya veo...-Sacó de nuevo su famoso cuaderno de notas. Seguro que conmigo tenía información para escribir una buena novela. Igual debía escribir yo esa novela- Bueno, Jill. ¿Dónde lo dejamos el otro día?.
-¿Shage?- Pregunté con cierta desgana. No estaba de muy bueno humor. A veces simplemente era complicado para hablar de ciertos temas... pero para eso estaba en aquel sitio, para simplificar lo que se me hacía prácticamente imposible.
-Me contaste que fuiste a verla a su concierto. ¿Qué pasó después?-Solté un suspiro vagó al intentar incorporarme y comencé a recapitular información de aquella historia.
-Terminaron de tocar todo su repertorio, el cual sorprendentemente nos encantó a todas.
Al tocar el último bis se despidieron del público y bajaron del escenario para meterse en los camerinos. La gente no dejaba de pedir otra y otra mientras les vitoreaban con aplausos. Nosotras nos unimos a esa especie de petición, pero lamentablemente el concierto había terminado.
-¡Tenemos que encontrar la forma de colarnos en los camerinos!- Grité eufórica, dopada de algo parecido a un ataque de adrenalina.
-¿Colarnos? Creo que te estas motivando demasiado. Vayámonos a casa que es tarde y mañana todas tenemos muchas cosas que hacer.- Mer como siempre intentaba no meterse en muchos líos, su padres y eso...
-Solo será un rato, saludamos y nos vamos -Puse los ojitos de cordero degollado que más de una vez me han conseguido cosas muy jugosas en la vida- Por favor...- Evidentemente no pudieron negarme lo que pedía. Esa mirada es infalible.
Conseguimos acceder por la parte de detrás del escenario en busca de la entrada a los camerinos. Nos costó bastante encontrarla y nos confundimos varias veces de sitio ya que nos metimos en un almacén y no que parecía ser un baño. Al final dimos con una especie de salida de emergencia que daba a otra sala.
-Debe de ser por aquí... a no ser que nos metamos en otro almacén de nuevo-Cruzamos la salida de emergencia y dimos a unas escaleras de bajada.
A medida que descendíamos por los escalones más ganas nos entraban de darnos la vuelta. Las paredes eran blancas, o se suponía que debían serlo. Del techo sobresalían varias tuberías y conductos de ventilación como en las películas de terror de zombies en las que salen sitios abandonados. El lugar me recordaba a una especie de pasadizo hacia un búnquer o algo por el estilo.
-¿Quién anda por ahí?-Casi nos da un infarto cuando escuchamos la voz de un hombre desde el fondo del pasillo
-¡Mierda!- Jules tomó el control de la situación, había una puerta en el pasillo y nos metió a todas dentro.
Permanecimos en silencio casi sin respirar hasta que escuchamos como los pasos se alejaban andando. Pude ver la cara de emoción de mi amiga al ver que habíamos conseguido librarnos de ser vistas... Aunque esa sensación le duró poco, ya que no nos fijamos en la habitación donde nos habíamos escondido.
-¿Y vosotras quienes sois?- Esta vez era la voz de una chica...de la cantante del grupo para ser exactos.
Nos dimos la vuelta con más miedo que vergüenza. Y la buena noticia es que habíamos conseguido encontrar los camerinos...la mala es que aquella chica nos miraba con una mezcla entre aires de superioridad y mosqueo sentada sobre uno de los taburetes de la sala.
Tragué saliva y me aventuré a observar mi entorno. Pude ver como la bajista fumaba tumbada encima del batería y Shage nos miraba con cara divertida.
-Con lo de primera fila no me refería a que te colases en los camerinos. -Soltó una risa ahogada y se acercó a nosotras presentándose- Hola, soy Shage
Shage nos dio la mano a todas como si estuviera en una entrevista de trabajo. Muy cordial.
-Ella es Sophie- La cantante.- Kit y Claire- Estos últimos nos saludaron con un “Hey” desde la comodidad de su de todo menos favorable postura. Mientras, Sophie se limitó a hacer un mínimo movimiento de cabeza.
-Yo soy Jill, ellas son Mer y Jules-La verdad es que nos presenté con demasiada prisa...estaba deseosa de mantener una conversación más interesante con Shage. Shage...hasta el nombre era peculiar, todo en ella me resultaba exótico, distinto a todo lo que había rodeado hasta el momento... o bueno ya me estoy pasando, suelo exagerar las cosas...
-¿Os ha gustado el concierto?-Con esa pregunta tuve dudas, claro que me había gustado el concierto. Pero me habría encantando decirle algo atrevido como: Me has gustado tú, ¿ me das tu teléfono? Aunque nunca he sido ese tipo de persona que se lanza a la piscina sin saber si hay agua.
Y hablando de esto, creo que uno de los problemas que tengo es que me obsesiono demasiado cuando veo algo que me interesa. Si algo me gusta, me centro en conseguirlo sea como sea.
-Nos ha encantando, de verdad no esperaba que fuera a ver algo tan bueno- Jules decidió contestar ya que yo estaba en mi muy visitado mundo interior- ¿Cuánto lleváis tocando?
-Pues como tres años- En ese momento Shage sacó una cajetilla de tabaco de uno de sus bolsillos -¿Queréis?
Negamos con la cabeza casi al unísono porque ninguna de nosotras fumábamos...ni bebíamos. Eramos bastante correctas por aquella época, buenas notas, buenos hábitos... Solíamos quedar para hacer cosas tranquilas como jugar a juegos de mesa, tomar unos batidos y hablar de la vida. De chicos que les gustasen o chicas en mi caso...echo de menos cuando todo era tan fácil.
Continuamos en el camerino escuchando todas las anécdotas de cuando la banda empezaron a tocar. Del local de ensayo con humedades donde crearon sus primeros temas, los conciertos en garitos de poca higiene, las horas en carretera... Fue divertido escucharles hablar. Podía ver como se les iluminaba la cara por la emoción cuando hablaban de sus canciones y de sus planes de futuro. Sobre todo a Shage, siempre le han brillado los ojos cuando habla de música.
-No quiero romper este momento grupie tan espontáneo...pero tenemos que irnos ya- Cuando mejor nos lo estábamos pasando, vino Sophie a cortar la conversación. Se acercó a Shage y colocó una de sus manos en la cara.- Me prometiste que después del concierto estaríamos un rato a solas.- Tras decir esto las dos chicas se besaron y la guitarrista le respondió.
-Es verdad- En ese momento un bloque de piedra de unos sesenta kilos se me cayó encima devolviendome a la tierra de la manera más brusca del mundo. Y es que tengo un ojo estupendo para fijarme en gente con pareja.- Chicas tenemos que dejar la charla por hoy. Ha sido un placer conoceros.
Derrotada y sin esperanza salimos del local dirección a nuestras casas. Yo estaba completamente deprimida. Pensarás que es un poco idiota sentirse mal por una persona que no sabías ni que existía unas horas antes, pero una se ilusiona a veces muy intensamente. Yo sabía que cabía la posibilidad de que tuviese pareja, o que yo no fuera de su tipo, ya me entiendes... Pero por dentro tenía muchas ganas de tener suerte esta vez. Aunque en mi interior sabía que yo podría gustarle... y eso era horrible, porque en el fondo sabes que tienes una posibilidades pero no tienes esperanzas y tienes que poner más de tu parte para que sepa que eres mejor que la estúpida de su novia...
A ver, no soy ningún tipo de pirada que espía a su crush, le hace fotos y le pone un altar con la esperanza de hacerle algún tipo de vudú para que esté con ella. Esa misma noche decidí olvidarme y pasar la pena. Total, seguramente no volvería a verla. No merecía la pena darle vueltas a algo que nunca iba a pasar y habías sido anecdótico...o eso pensaba.
Al día siguiente fui a trabajar como todos los días. Cero Shage, como antes de conocerla. Pasé las horas haciendo mi trabajo sin mucha novedad, pero ese dí me tocaba cierre así que me quedé limpiando y apagando las máquinas.
-¿Es demasiado tarde para pedir un café?- Sabía perfectamente de quien era esa voz y me dio cierto miedo darme la vuelta para confirmarlo. Shage estaba despeinada, llevaba los ojos maquillados con sombra negra, unos vaqueros rotos acompañando una camisa negra de los red hot chili peppers. Guapísima.
-Pues mi jefe es muy estricto con respecto a los horarios- Tomé un pausa para apreciarla mejor- Pero por ser una música famosa tendré que hacer una excepción.- Ella soltó una risa incómoda. Para ella eso de música famosa era una espinita clavada, como un sueño no cumplido que se le estaba enquistando cada año que pasaba.
-En compensación dejaré una buena propina.
-Más te vale que sea una propina gorda porque tendría que estar yéndome a mi casa.
-Perdona, puedo irme si molesto- En esos momentos me pregunté por qué no tengo una especie de collar para moldear la conducta. Esos que llevan los perros que les dan descargas si se vuelven agresivos. Pues uno igual, si digo una gilipollez, zZSSShh y me callo.
-¡No! para nada. Solo es que...día largo, ¿sabes?.- En ese momento sacó otra de sus dulces sonrisas y se sentó en la barra del local.
-¿De verdad os gustó el concierto?-La pregunta la realizó con la mirada de una niña pequeña que está viendo su serie favorita- Quería agradecerte que vinieras, ya que ayer la conversación se terminó antes de tiempo- Por culpa de la graciosa de Sophie...que mal me había caído .
-Ya, bueno tenías planes con tu novia. Es normal que tuvieras que irte, pero fue un placer ir y nos gustó mucho- Shage comenzó a reírse, en el momento no lo entendí muy bien, incluso me quedé mirándola con cara de estúpida.
-¿Mi novia? Sophie no es mi novia.
-¿Ah ,no? Parecía que había intimidad entre vosotras. Y como os besasteis ya lo supuse.- Shage no podía parar de reír. ¿Tan disparatadas sonaban mis deducciones ?
-Eres una chica de etiquetas, ¿verdad?- si... tampoco entendí eso.
-¿A que te refieres?-Terminé de servir un par de cafés y le dí el suyo a Shage. Ella se llevó la taza a la boca y tomo un pequeño sorbo.
-Pues a que no todo tiene que tener un nombre. O no todo es lo que puede parecer a primera vista parece. La mayoría de la gente cuando me ve tiene una opinión de mi basada en mi forma de vestir. Cuando camino por la calle hay personas que me miran con miedo, creo que piensan que voy a atracarles para gastármelo en droga... pero yo sólo atraco pequeñas cafeterías para costearme los vicios ¿sabes?- No paraba de sonreír por lo que supuse que también era broma.
-Decirle eso a una chica a la cual no conoces de nada es raro, ¿no?.
-Perdona- Risa, risa, risa- El caso es que mi relación con Sophie es más complicada que eso, o más sencilla. Digamos que nos utilizamos mutuamente.
-Si, suena muy romántico- Me hice sitio para sentarme a su lado en la barra.
-Esa es la idea, que no tiene que serlo. Es un simple acuerdo.
-¿Y estás segura de que eso es buena idea? A ver, no pretendo meterme en tu vida, faltaría más. Pero...¿ninguna os habéis colado por la otra?- Esa fue otra pregunta que me podría haber ahorrado si hubiese tenido ese collar electrocutador.
-Mira que triste, vengo a agradecer que vinieses ayer y acabo contándote mi vida. - Estaba incómoda, Shage siempre lo está cuando le toca hablar de sus sentimientos. Apuró el café y lo apoyó en la barra. -Es tarde y no debería robarte más tiempo que querrás irte a tu casa, chica del café.
-No me molestas- Tenía que intentar que se quedase un rato más.
-Me alegra saberlo -Pero no pude retenerla y antes de irse me dedicó una sonrisa- Nos veremos.
Después de aquello sabía que tenía alguna oportunidad. Quiero decir ¿para qué venir a verme si no le parecía por lo menos atractiva?. Me emocioné, me emocioné demasiado...vamos que si me emocioné-