|*Narra Sasuke*|
Miré hacia mi lado derecho, donde estaba caminando a mi lado Naruto, cuando ví que éste tenía un semblante soñador y babeaba como si le hubieran puesto trescientos platos de ramen a su vista.
El chico, iba a desplomarse en pleno suelo de la academia, y Naruto no era precisamente ligero como para llevarlo a cuestas hasta el aula.
-¡Usuratonkachi! ¡Que te desplomas por el camino, hombre!-Le grité arreándole una buena hostia para que espabilara de una puta vez.
De pronto, después de varias ostias, recobró el sentido. Abrió los ojos, sacudió la cabeza y miró de un lado a otro. Joder, que susto he pasado, creía que…bah, no importa.
-¡Dobe! ¡Vaya susto que me has hecho pasar, tío!-Le reñí. Naruto era mi mejor amigo, casi como un hermano menor (sí, menor, porque para mayor ya tengo a Itachi…y no es precisamente bueno…) y, le he cogido bastante…cariñ…no, no lo diré, es algo bastante vergonzoso. Tengo más orgullo como para caer tan bajo.
-¿Eh? Oh, perdona Sasuke, esta noche no he dormido muy bien…-Se excusó mi rubio amigo. Yo sonreí y le revolví el pelo, a lo que él respondió con una sonrisa. Adorab…no, lo vuelvo a repetir, tengo orgullo.
-Nunca cambiarás Naruto…-Le dije con una sonrisa cómplice.
-Y tú siempre tendrás la misma fuerza ¿verdad? Me has dejado la jeta peor que la que me deja Deidara-nii cuando se cabrea conmigo…-Dijo acariciándose donde le había arreado con todas mis fuerzas para volverlo en sí.
-Perdón…pero es que asustas cuando te pones modo soñador…si te vas a poner así, hazlo en la calle, no en medio de la academia…
-Va, va-ttebayo. Oye, ahora tenemos la misma clase, ¿no?-Dijo Naruto, mientras miraba hacia abajo.
Yo tuve la osadía de mirar a donde él, y me arrepiento un poco. O no.
En sus pantalones, en la parte de la entrepierna para ser más exactos, había un bulto de gran tamaño. A saber qué habrá soñado…
Sí, de gran tamaño. Mi amigo rubio está bien dotado.
Me sonrojé un poco, cosa de la que Naruto se dio cuenta y me miró, con un extraño destello de ¿lujuria? No. Imposible. Él no pensaría cosas así de mí…aunque yo de él, no estoy seguro, la verdad…
Y digo que no estoy seguro porque… no estoy seguro de lo que siento por Naruto (N/a: Si tú supieras los sentimientos del otro…).
Nunca he sentido más que una simple amistad por Naruto…pero desde hace una semana más o menos, he ido cambiando mi opinión hacia él…hacia algo más.
Recuerdo, que Naruto sufría o algo así mientras me consolaba de mi última ruptura con Haku… Lo notaba distante cuando me consolaba, con la mirada perdida, con sus ojos llenos de lágrimas deseosas por salir. Eso me hacía sufrir más que la propia ruptura.
Quizás era preocupación…o que me había escuchado “con su hermano”
Aún recuerdo esa situación con Deidara…fue hace unas semanas…
Esa es una cosa que no se me olvidará en la vida…
|*Flashback*|
Había decidido quedarme a dormir en casa de Naruto, puesto a que mis padres se habían ido de viaje con Itachi…y no me apetecía quedarme solo. No, no es que tuviera miedo, un Uchiha no siente miedo…es que, simplemente no me gustaba la idea de quedarme solo.
Recogí mis cosas para dirigirme a la casa de mi mejor amigo.
Salí de casa, cerré la puerta con llave y me dirigí a la casa del rubio.
Toqué a la puerta y me abrió su hermano, Deidara creo que se llamaba.
-Oh, hola. Tú debes ser Sasuke-kun, el amigo de Naruto…Entra, por favor, que hace frío.-Dijo, invitándome a pasar.
Debo reconocer que Deidara es un chico bastante atractivo, creo que Naruto no me dijo que su hermano era tan atractivo (siempre decía que no era tan guapo), siempre se centraba en las palizas que le pegaba.
Deidara tenía 19 años, según lo que me dijo Naruto. Por tanto, debe ir a la misma universidad de Itachi, aunque fuera mi hermano 2 años mayor.
El hermano de Naruto, era de complexión delgada y esbelta, y no era muy alto. Debía medir uno sesenta y lo que sea o algo así. La verdad es que en la familia de Naruto no hay muchas personas altas, al contrario que en la mía, que parezco un gigante al lado de Naruto, con mi 1,74 de altura y el 1,65 de él.
En fin, Deidara poseía unos bellos cabellos rubios, largos hasta la cintura, que permanecían sueltos sin ninguna atadura, al contrario que otras veces que lo he visto a lo lejos, que llevaba una semi coleta que dejaba muchos mechones sueltos.
El hermano mayor de Naruto también tiene un gran flequillo que le tapa el ojo derecho completamente. Él tiene los ojos de un color azul claro, muy bonito.
En ese momento, sólo llevaba unos pantalones de pijama finos, de color negro con nubes rojas, dejando ver su tonificado y bien formado torso, que tenía abdominales y pectorales marcados y también tenía unas ingles sugerentes…para el carro, Sasuke ¿adonde vas a mirar al hermano mayor de tu mejor amigo? Sería raro de cojones.
Pero la mirada que me dirigía Deidara, llena de lujuria y lascivia…asustaba, pero a la vez me gustaba.
Demasiado. Mi amiguito comenzaba a despertar. Y no es que lo tuviera muy pequeño que se diga.
Qué diablos, por una noche no creo que me pase nada…disfrutaré por una puta vez en mi vida, al cuerno todas mis responsabilidades, me están poniendo a un hermoso rubio ante mi vista.
Además, necesitaba algún remedio para olvidar a Haku…
Le devolví la mirada cargada de deseo, a lo que Deidara respondió con un sonrojo. Los Uchiha, también tenemos fama de sementales, y si nos provocan, nada podrá pararnos hasta el final.
-B-bueno p-pasa…te prepararé un té o algo…Naruto está en su habitación haciendo unas tareas…por lo que aún no podrá estar con amigos.-Dijo Deidara, le hice caso y pasé adentro de la casa.-Sólo estoy yo para hacerme cargo de vosotros, mis padres han salido a Iwagakure de viaje de negocios de mi padre…por lo que llegarán mañana, pues partieron ayer.
Cling. Mi momento estrella.
Me relamí los labios. Creo que me divertiré mucho esta noche.
-Osea, que estamos solos…Deidara…-Dije poniendo énfasis en “solos” y en “Deidara”. Me acerqué más a él en el sofá en el que estábamos sentados.
-N-no del todo…mi hermano está…¡ah!-Gimió mientras yo le pasaba la lengua por el cuello, besándolo y dejándole pequeñas mordidas. Se revolvió del placer.-S-sasuke-kun…n-no lo hagas…mmm...
-Deidara, puede que tú digas que no…pero tu cuerpo me dice otra cosa…-Dije observando que tenía los pezones erectos y también su miembro, el cual se notaba a la perfección porque ¡uy! No llevaba calzoncillos…qué chico tan descarado…
Subí a su boca, y la delineé con mi lengua. El rubio, entendió el mensaje y la entreabrió, ofreciéndome la suya, la cual acepté encantado.
Nuestras lenguas se enroscaban en un beso pasional y lleno de deseo. Nuestros labios se rozaban, nuestros dientes chocaban, nuestras lenguas se revolvían nerviosas por dominar la batalla campal que era aquel beso.
Finalmente, corté el beso, dejando un delgado hilo de saliva que unía nuestras bocas.
Bajé acariciando ese bello torso, mientras me deleitaba con el intento fallido de Deidara de contener los gemidos, que eran ocasionados por las caricias que le daba.
-S-sasuke-kun…-Suspiraba placenteramente el rubio.-Más, p-por f-favor…me e-encanta e-esto…mmm…-Pedía/imploraba entre jadeos, mientras yo me deleitaba chupando y mordiendo uno de sus pezones, mientras mi mano jugueteaba con el otro (N/a: Imaginaos, la de tapones para la nariz que me tuve que poner mientras escribía eso *¬*).
Continué bajando hasta que llegué a su ombligo, el cual penetré con mi lengua, sacando más jadeos y gemidos por parte de Deidara.
Finalmente llegué a su pene, el cual estimulé con mi boca por encima del pantalón, haciendo que el rubio se revolviera del placer.
Le bajé el pantalón.
-Oh, mira que gran pene tenemos aquí…y no llevas calzoncillos…qué tipo tan provocativo eres, Deidara…-Dije con voz ronca.
Pude ver como el rubio apartaba la vista, avergonzado, y se sonrojaba. Me ponía perraco.
-N-no digas eso…n-no los llevo p-porque estoy más cómodo…y n-no exageres, t-tampoco es para tanto, Sasuke-kun…-Dijo el rubio.
Modesto. Como me gustan.
-Bueno-Dije mientras me levantaba-Dejaré que lo compruebes.
Me bajé el pantalón y el bóxer y le dejé a la vista mi miembro, bien erecto por la actividad de hace apenas unos segundos.
Deidara tragó saliva.
-¿Qué? ¿Te gusta lo que ves, Deidara?-Le dije lujuriosamente.
El rubio se acercó a mi miembro. Lo agarró. Me gustó.
-M-mucho, S-sasuke-kun…¿puedo?-Dijo, mientras señalaba a mi pene.
-Debes.-Ordené mientras atraía suavemente su cabecita hacia mi miembro.
Deidara entendió el mensaje a la perfección y empezó a masturbarlo y a lamerlo a lo largo con maestría. Me arrancó varios jadeos roncos, Deidara debió ser un aspirador en anterior vida.
-Ngh…D-deidara…eres el m-mejor en esto…debiste h-haber sido aspirador en otra v-vida…ahh…
Deidara no contestó, pero sí sonrió en forma de agradecimiento.
Metió mi pene en su tórrida boca y jugueteó con el glande, succionándolo. Se metió casi toda la extensión en su boca. Y ni una sola arcada.
Sentía espasmos eléctricos en mi cuerpo, no tardaré en venirme.
Cuando el rubio estaba jugando con mis testículos, lo aparté y le ordené que se sentara en el sofá con las piernas abiertas.
-Ahora te toca recibir placer a ti. No voy a dejar que te quedes sin disfrutar.-Le dije, mientras masturbaba su pene.
Deidara no paraba de gemir y de jadear, mientras yo mamaba su miembro a lo largo, succionaba en la punta, lo metía en mi boca, jugaba con sus testículos…
Mientras lamía el miembro del rubio, también alternaba lamidas ahí con lamidas y pequeñas mordidas en su entrada. Deidara se veía complacido, tanto por la mamada, como por el beso negro.
-M-más…por favor…ahhh….-Repetía una y otra vez el rubio.
Finalmente, Deidara se corrió en mi boca, mientras que en su entrada, ya había uno de mis dedos, el cual se movía ya con libertad por aquel ano.
Bebí de su esencia, no desperdiciando nada. No quería manchar nada. Siempre he sido pulcro. Demasiado.
Metí otro dedo en su entrada, y los movía a ambos en tijeras, mientras volvía a masturbar el miembro de Deidara, volviendo a poner éste duro.
Los dos dedos, se convirtieron en tres, cuando Deidara decidió hablar.
-H-hazlo de una v-vez, S-sasuke-kun.-Rogó entre gemidos. Me sorprendí ante su determinación.
-¿Estás seguro? Está bien.-Accedí, aproximando mi miembro a su entrada, ya lubricada por el semen de Deidara, el cual había usado de lubricante.
Me introduje poco a poco en el interior de Deidara, el cual daba quejidos del dolor que sentía, también mezclados con gemidos de placer.
Cuando estuve completamente dentro, me dí cuenta de que Deidara era bastante estrecho y cálido. Debía de ser virgen.
Esperé un poco para que se acostumbrara a mí.
-Puedes empezar a moverte…ngh…-Pidió el rubio.
Cuando dí la primera embestida, suavemente, besé a Deidara, haciendo que el rubio ahogara sus gemidos en mi boca. No quería que Naruto supiera que me estaba follando a su hermano mayor.
Empecé a penetrar a Deidara, al principio suavemente, pero luego aumenté el ritmo. Pude percatarme de que la entrada del rubio sangraba un poco, pero no importaba, siempre pasa cuando uno es virgen. Pero él ya no lo es.
Mis embestidas se hicieron salvajes y frenéticas, así como el ritmo en el que mi mano masturbaba el miembro de Deidara.
Él no paraba de gemir, y yo jadeaba roncamente su nombre, al igual que él el mío.
Sentía que pronto me iba a venir, al igual que él.
-¡SASUKE-KUN!-Gritó mientras se corría en mi mano.
-¡DEIDARA!-Grité a pocos segundos de él haberse corrido, puesto a que el interior de Deidara apretó deliciosamente mi miembro, haciendo que me viniera en el interior del hermano mayor de Naruto.
Salí de él y me acosté en el suelo, y él apoyó su cabecita en mi pecho.
Lo besé suavemente, mientras veía que se quedaba dormido.
Había sido fabuloso y morboso a la vez. Me había acostado con el hermano mayor de mi mejor amigo.
Después de varios minutos, me levanté y me vestí, al igual que vestí a Deidara. También me ocupé de limpiar el semen y la sangre del sofá y del suelo, y de echar ambientador para ahuyentar el olor a sexo.
Naruto bajó, y yo afortunadamente estaba sentado en un sillón tomándome un té mientras Deidara yacía acostado en el sofá grande, donde habíamos “hablado”.
-Luego el que soba todo el rato, soy yo-ttebayo-Dijo Naruto. Si supiera lo que acaba de hacer…
-Pues sí, jejeje…-Reí, mientras sorbía mi té.
-Oh, hola Sasuke ¿hoy te quedas aquí?-Dijo Naruto.
-Pues sí, mis padres y mi hermano se han ido y no quería quedarme solo en mi casa…¿te importa?
-No, no. Yo encantado de que te vengas aquí, dattebayo.
-Genial, entonces…-Dije sonriendo. Miré a Deidara.-¿Lo llevamos a su cama o duerme ahí?
-Nah, déjalo. Pesa un quintal y no pienso cargar con él.-Dijo el rubio, mirando como Deidara dormía.
Suspiré. Subí con el rubio a su habitación. Allí pasaría el resto de la noche, como tantas veces he hecho.
|*Fin del flashback*|
-Sasuke ¿estás bien?-Me preguntó Naruto preocupado.
-S-sí, estoy bien, no te preocupes. Y respondiendo a tu pregunta, sí, estamos en la misma clase.
Pude ver como Naruto se sonrojó un poco.
-Bueno…luego nos vemos, yo voy al baño-ttebayo.-Dijo yéndose corriendo hacia los lavabos masculinos.
-¿Vas a saciarte verdad? No lo escondas, es algo normal. Yo también lo hago muchas veces.-Le dije al oído, haciendo que Naruto sudara frío y se sonrojara aún más.
Tragó saliva.
-S-sí…pero no se lo digas a Kakashi-sensei, por favor…
-Cuenta conmigo, amigo.-Dije amistosamente mientras le guiñaba un ojo.
Naruto casi corrió al baño. Suspiré
Quizá deba hacerle una “visitilla”.
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