Capitulo 3: una larga platica del pasado
Seguí a la señora de manera triste con la mirada baja, note que la pequeña me miraba de manera curiosa, alce la mirada y le sonreí, me devolvió la sonrisa, llegamos al pequeño comedor, me pidió que tomara asiento y se dirigió a la cocina, la pequeña se me acerco y se me quedaba viendo
-Hola- le dije de manera amigable
-Como te llamas- me pregunto llena de curiosidad
-Takato- le respondí con una sonrisa y una voz de tristeza
-Takato nii-chan- dijo y me abrazo
-Esta lista la leche y unos ricos hot cakes- decía mientras se quitaba el mandil que utilizo para cocinar- No hay problema si te dejo con la niña verdad- me pregunto con la mejor sonrisa
-No- dije mientras comía un pedazo de esos ricos hot cakes- ¿Puede salir con confianza, cuidare de la pequeña- dije mientras ponía a la niña en mis piernas y le compartía de mi desayuno
La señora sonrió, entro a un cuarto y salió con una bolsa, se puso un suéter y salió de la casa. El tiempo fue pasando, la niña me mostro el lugar, era un apartamento no muy amplio pero cabían todas las personas a la perfección, tenia el espacio suficiente para esa familia….. Yo seria un estorbo, pensé. Después de unas dos horas la señora regreso, me sonrió y mostro las bolsa que traía, rápidamente me levante del sillón donde veía la televisión con la pequeña Susi y me puse a ayudarle a guardar las cosas.
-Eres un chico muy bueno- me dijo
-Gracias- le respondí un poco sonrojado a lo que ella sonrió
-Nombre?-
-Takato- le respondí en una voz más baja que otras veces
-Takato??...... y tu apellido?
-No lo recuerdo- dije con pesar
-¿Recuerdas que hacías en la noche?- me pregunto
Ya sabia tarde o temprano tenia que preguntarme, es decir, no iba a dejar a un extraño en su casa, sin saber nada de el.
-Me encontraba escapando, pero al cruzar la calle fui golpeado por… supongo era un carro
-¿Escapando? De que
-De…..- lagrimas salieron de mis ojos- de los que me han tenido de esclavo- me puse de rodillas y comencé a llorar aun mas.
La señora se inco y me abrazo de manera protectora, probablemente se arrepentía de haber preguntado
-“Debo esperar a mi esposo, para que este chico le cuente todo”
El tiempo paso de nuevo, en silencio, algo incomodo, los hijos fueron llegando, del menor hasta el mayor, llego la hora de la comida, todos se sentaron en la mesa y comieron en silencio a excepción de Susie que platicaba animadamente con el invitado, mientras que un peli azul lo miraba con desprecio. Se levanto la mesa cuando todos terminaron, la puerta fue abierta dejando ver a un hombre mayor, tenía el ceño fruncido, no le había ido del todo bien en su trabajo. Eso se veía a kilómetros, aun así su esposa se acerco le susurro algo al oído
-Hola familia- dijo saludando a todos, mientras que cargaba a la pequeña susie- ¿Puedo pedirles un favor?- dijo serio a lo que sus hijos asintieron con la cabeza- Váyanse a sus recamaras
Los niños se fueron a sus cuartos, mientras la señora Mayumi tenía tomado de los hombros al joven castaño, el hombre le sonrió.
-Sentémonos los tres vale-sonrió
Los tres se sentaron, hubo un largo silencio donde solo se podía escuchar la tetera silbar indicando que él se te encontraba listo para servirse, la señora se paro y fue a la cocina, no paso mucho tiempo cuando regreso con tres tazas de humeante té de manzanilla
-Mi esposa me conto que te llamas Takato, que no recuerdas nada y que anoche tratabas de escapar,-dijo mientras sorbía un poco de te-¿De qué escapabas?
El chico quedo en silencio, la mirada de los adultos le mostraba confianza, dio un suspiro
-Del infierno mismo, se que suena exagerado, pero para mí era un infierno-dijo temblando- ser violado todos los días, servir sexualmente a personas que no conocía, soportar sus juegos, todo- comenzó a llorar, llevando sus manos a la cara- todo fue horrible
-Ya veo- decía el hombre mientras su esposa lo veía con una piedad enorme- Eras un esclavo sexual
-Si
-Sabes el nombre del jefe, su escondite, algo que me pueda ayudar a atraparlos
-Sí, le diré todo, pero……… No todos son malos, están ahí por miedo, están como pago al igual que yo, miedo y deudas, todos, esperando satisfacer algo que no tienen, por lo general siempre son hombres, yo era el preferido del Jefe, Su nombre es Hiroshi Makuma- al oír el nombre el mayor abrió los ojos- el me compro, siempre me pedía que me vistiera de niña, me violaba y me golpeaba, no podía defenderme o terminaba lastimándome
-Makuma- dijo con odio- ese hombre es despreciable, eh salvado a varios jóvenes de él, pero nunca nadie sabía de su escondite- Vio al chico con ternura- por hoy ah sido suficiente, duerme un poco, descansa, te prometo que atraparemos a ese hombre