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Syndrome of the lovely sick por SinnaeGrell

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Notas del capitulo:

En este capitulo sabremos lo que Elle tiene :3 Pero solo un vistazo a la superficie del problema ;3

Espero que les guste :3!

A leer >w<

   Toda una semana entera me tomó comprender que Elle sólo socializaba con algunos; Near, Mello y Matt, aunque hablaba más con Near y menos con Matt. También descubrí que tenía un promedio perfecto desde que había entrado a la escuela, desde pequeño… Era algo así como un súper genio. Yo también tenía calificaciones perfectas, pero él era distinto. Siempre comía algo, siempre. Pero no comida normal, sino dulces o café. Parecía un maniaco adicto al azúcar. Además se sentaba extraño;  subía sus pies al asiento donde estuviese y, a menos de que no estuviera leyendo, tocaba sus rodillas y, casi siempre, rozaba sus labios con su dedo pulgar. Se veía tan indefenso e inofensivo… No entendía cómo me había amenazado tan fuertemente de manera que mis piernas temblaran del miedo. Sus ojos se habían afilado cruelmente y su mirada era odio puro. No lo comprendía…Y tampoco encontraba una razón para observarlo de esa manera. Sí, me sentía como un vil acosador.
   Un día, hablando con Near y Mello, se me ocurrió encaminar ligeramente la conversación hacia Elle.
–¿Así que ya presenciaste sus cambios de humor? –sonrió Near.
   Por lo que me acababa de decir, tenía formulándose en mi cabeza la teoría de una posible bipolaridad… pero no sentía que fuera eso.
–Lo mejor es que no te le acerques mucho  –me advirtió Mello.
   Asentí. No quería hacerlo, pero tampoco quería dejar de observarlo; era sumamente interesante verlo desde lejos. Sus movimientos llamaban mi atención, sus ojos perdidos y concentrados me revolvían la cabeza. ¿Qué estaría pensando cuando ponía esa mirada tan blanda y dócil? Quería saberlo… Quería entenderlo todo sobre él. La duda me carcomía enteramente. Necesitaba conocerlo.

   Intenté que me notase por todos los medios a mi alcance. Hablaba más con sus amistades, pasaba a varias decenas de metros por lugares en los que se encontraba, llegué a entrar a su salón en dos ocasiones para “hablar con el profesor”. Pero no hablé con él de nuevo… no volví a tenerlo frente a mí. Aunque quisiera que Mello hablara bien de mí con Elle, sería demasiado patético que se lo pidiese.
   Después de un mes de intentos y esfuerzos por hacerme notar ante esos enormes ojos negros, logré llamar su atención. Y, oh, dios, no me esperaba que de esa manera.
–¿Por qué no me hablas? –me preguntó, algo… ¿ofendido?
   No entendía qué carajo ocurría por su cabeza para haber considerado esa frase la adecuada para entablar una conversación conmigo después de haber huido vil y descaradamente.
–Porque me evitas y porque me amenazaste, ¿no lo recuerdas? –le incriminé directamente y me pareció ver una expresión inocente en su rostro.
–¿Amenazarte… yo? –me preguntó, con su pulgar sobre su labio.
   No entendía si sólo estaba jugando, bromeando, intentando cabrearme… o yo era demasiado insignificante en su vida que no recordaba eso. No, no era que yo no fuese importante; para amenazarme con esa mirada de odio, tuvo que tener una fuerte y firme razón.
–Sí, a mí y a mis córneas –le recordé y lo vi palidecerse y tensarse un poco.
–Oh…
   Y quedamos en silencio.
–Como sea, ¿quieres ir a tomar algo? –le pregunté apuntando la cafetería; Elle asintió con una sonrisa y caminamos juntos.
   Estaba increíblemente confundido en ese momento. Su actitud me estaba comenzando a marear; primero me evitaba, luego me amenazaba, luego era amigable conmigo. ¿Cómo se suponía que iba a entender a un chico tan complicado como ese? Además, ¿qué con ese “Oh…” de hacía rato? ¡Como si yo fuese idiota! ¡Sólo quiso verme la cara de imbécil! ¿no? Pero algo me decía que no era eso… que, a pesar de todo lo lógico, no era eso…
   Yo tomaba un té, mientras él comía unas galletas de fresa. Estaba sentado sobre la silla en posición sukhasana, con la cabeza algo ladeada. El silencio comenzaba a ponerse incómodo y tenso.
–Perdón por lo del otro día –dijo, al fin.
–Fue hace un mes –le recordé y abrió los ojos, sorprendido.
–¿En serio?
   ¿Acaso Elle me quería tomar el pelo de nuevo? Comenzaba a fastidiarme.
–¿Por qué lo haces? ¿Por qué cambias de humor conmigo tan… así? –lo cuestioné, algo desesperado por saber su respuesta.
–Yo… bueno…–balbuceaba mientras acariciaba sus manos –Quiero explicarte primero que… es posible que no recuerde esta conversación en un rato.
–¿Qué? ¿Por qué? No… no comprendo  –me expliqué y se acomodó bien para comenzar la plática.
–¿Sabes algo sobre el... trastorno de personalidad múltiple? –me cuestionó y mi cuerpo se heló.
   Así que no era bipolaridad, después de todo…
–Sí… es la existencia de más de dos personalidades en un sólo individuo… –Elle asintió ante mi descripción y sonrió ampliamente.
–Yo soy una de tres –sonrió y mi cuerpo se paralizó levemente. –Puedes llamarme Neil –me sonrió de nuevo y, por algún motivo, le creí, cosa que no hubiera pasado con cualquier otra persona.
–De acuerdo… si dices que, tú, Neil, eres una personalidad de tres… –dije, intentando organizar mis ideas – ¿Cuáles son las otras?
–Elle es una… la otra, bueno, no sé cómo se haga llamar, pero es un sujeto impulsivo y muy agresivo. Deberías tener cuidado con él. –dio una mordida a su galleta y asentí. –Yo soy el… normal –rio –O por lo menos soy más social y amable que Elle y el otro Elle.
–Sí… lo noté.
   Aun no estaba cien por ciento seguro que me estuviese diciendo la verdad, pero… le creía. Un noventainueve por ciento.  
–¿Por qué Elle tiene tres personalidades? –cuestioné, demasiado intrigado.
–Bueno… en su infancia, Elle fue lastimado mucho por un hombre que se hizo cargo de él durante muchos años –suspiró –Inconscientemente nos creó y se refugió en nosotros, mitigando su dolor… Yo no recibí una gran parte de ese sufrimiento… pero el otro Elle sí, por eso es tan sanguinario… –dijo algo decaído
   Todo esa  noticia era como agua helada que caía en cascada directo a mi cabeza, que, de tanto carburar, ardía intensamente. Comenzaba mi migraña y mis manos estaban algo inquietas. No esperaba que algo así ocurriese tan de repente. No hubiera imaginado que Elle hubiese pasado por algo tan atroz…
–¿Puedo… preguntar por las cicatrices de su espalda? –me aventuré a intentar averiguarlo.
–El sujeto era un sádico –dijo con dolor en su voz.
   También a mí me dolió el simple hecho de escucharlo. Elle había tenido que soportar ese tipo de sufrimiento durante tanto tiempo…
–Supongo que sabes que Elle está enterado de mí y del otro, pero el otro Elle no lo está de mí, ni siquiera sabe que hay otra personalidad además de él. Elle no tiene ni idea de qué es lo que sucede cuando tomamos el control de su cuerpo así que… se podría considerar que tiene ataques de amnesia y a veces fuertes dolores de cabeza. –me contó, como si no fuese algo tan importante.
   Asentí y lo miré; Elle… bueno, Neil, estaba tan sonriente y comía tranquilamente sus galletas. Sus ojos eran inocentes y blandos, dulces, tranquilos…
–Quiero… ayudarlo –fue lo único que de mi boca pudo ser emitido.
–¿Ayudarlo? Sí, como si él te fuese a dejar –rio –Elle detesta a los hombres, ¿no es obvio?
   Bueno, sí, tenía razón, pero yo aun así quería hacerlo. Quería ayudar a Elle a dejar de sufrir y, también… a no tener que refugiarse en otras personalidades… Se sentía muy extraño hablar con su cuerpo, pero con otra persona completamente diferente.
–Lo sé, pero quiero hacerlo… Elle no debería pasar por esto…
–Nadie debería –me corrigió E… Neil. –Sé que puedo confiar en ti. No sé los demás, claro –rio –Pero puedo decirte que Elle te observa.
   ¿Elle me observaba? ¿Había logrado llamar su atención? Se sentía extraño saberlo, pero reconfortante a la vez… y no entendía por qué crecía ese sentimiento de calidez dentro de mí.
–¿Por qué?
–Quiere saber qué tipo de persona eres –sonrió –Demuéstrale, desde lejos, que puede confiar en ti.
   Asentí, quizá esa era una de las únicas cosas que me habían interesado tanto en toda mi vida; demostrarle a Elle que él podía confiar en mí y que no tendría que huir en cualquier ocasión.
–De acuerdo –le sonreí de lado y él rio
–Eres muy lindo –me dijo y, por alguna razón, sentí un relámpago frío recorrer mi cuerpo. Que eso proviniese de los labios de Elle me parecía… sublime. Tan irreal, pero a la vez, era algo tan común.
   Bufé para mí mismo. Yo no era lindo en lo absoluto. No, yo era un sujeto que cumplía sus metas sin importarle los demás; una persona fría, calculadora y esquematizada. Yo no era del tipo de hombre que tenía tiempo para entregar rosas y cartas de amor, me parecían estupideces y pérdidas de tiempo. Y esa era la primera vez que me lo decían, luego de las innumerables veces que Misa lo hizo.
–Espero que puedas ayudarlo –dijo el cuerpo de Elle, antes de ponerse de pie y despedirse… caminó y caminó hasta que lo había perdido de vista.
   Yo era lo suficientemente ególatra para asegurar que podría hacerlo. Pero tenía cierta duda porque si Elle… no confiaba en mí, no podría hacer nada desde las sombras. Por eso debía intentarlo y caminando frente a él para que me viera, para que me aceptara.

Notas finales:

Y bieeeeen ? :p Que tal?

Al principio pense hacer 2 personalidades, pero era mejor asi, me facilitaba las cosas pero se las complicaba a Light xD (Soy mala -w-)

Espero que les haya gustado!!

Nos leemos!

Review? :P


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