-Pero Take... tu... Kari...- murmuraba Daisuke, simplemente no entendía lo que pasaba
-Tenías razón Daisuke- le decía el rubio sin soltarlo- no vale la pena estar anclado a alguien que no me ama, habiendo alguien de quien puedo enamorarme y que me ama con todo su corazón-
A pesar de esto, algo en la frase del joven Takaishi no acabo de gustarle al joven Motomiya y una mirada triste se posó en su rostro
-Sólo intentas olvidarte de ella- murmuró- me usas de distracción-
-Te equivocas- repone Takeru separandose de el y mirandole fijamente- no intento olvidarla contigo, tu me dijiste que por estar ciego a ella no veía todo lo que otras personas podían ofrecerme y yo quiero que seas tú el que me muestre de todo eso que me he perdido, quiero aprender contigo lo que es amar y ser correspondido, te tengo un gran cariño, que yo sé que puede convertirse en amor, claro, si tu quieres-
-Claro que quiero- contestó el joven Motomiya, penso decir otra cosa, pero sus labios fueron apresados de nuevo, cierto, ambos chicos habían besado previamente, pero este beso fue distinto para ambos, ya que Daisuke por su parte, al fin estaba entre los brazos de aquel que siempre había sido su mejor amigo y amor imposible y Takeru al fin supo y sintió el calor de un beso real, lleno de cariño y amor correspondido, fue como si el tiempo se detuviera, no querían separarse, de no ser por que sus pulmones demandaban más aire jamás lo hubiesen hecho.
Cuando se separaron ambos empezaron a reír... ¡Olvidaron que Takeru estaba empapado! Ahora ambos estaban mojados, pero felices y como si fuese sacado de algún cuento, el sol empezó a brillar
-Estas empapado- rió el castaño- y me mojaste-
-Perdón-
-No lo sientas, mejor ven- dijo el castaño tomandole de la mano y llevandolo a su habitación- aquí hay un poco de ropa, cambiate-
-Gracias-
-¿Te quedarías conmigo hoy?- preguntó Daisuke saliendo de la habitación
-Me encantaría-
Al vestirse ambos, Takeru llamó a su casa avisando que no llegaría a dormir esa noche, cosa a la que su madre no puso objeciones.
Tal vez muchos esperen que estos dos chico se portaran mal esa noche, pero no, ya habría tiempo para eso, por el momento ellos se sentían felices en esa atmósfera que habitaban, decidieron ver una película mientras cenaban, el mundo para Daisuke había cambiado mucho ése día, con sólo decir lo que sentía, había logrado mucho, ahora estaba en su sala, siendo abrazado y recostado en el pecho del que fue su amor platónico mucho tiempo, Takeru Takaishi, su Takeru ahora, y Takeru, había encontrado a alguien a quien darle todo ése amor que tenía guardado y una malagradecida no pudo valorar, ahora tenía la oportunidad de amar y ser sinceramente correspondido, así que, todo lo demás no importaba ya.
El día siguiente resplandece y el sol entra a través de la ventana alumbrando el resultado del día anterior, a Daisuke acurrucado en su cama, con Takeru abrazandole por la espalda, claro que el sol interrumpe esta situación ya que ambos empiezan a despertar
-¿Que tal dormiste mi niño?- pregunta Takeru tiernamente a Daisuke mientras besa su cabello
-Muy bien- responde el aludido sonrojado por las palabras y la acción de su ahora novio- nunca en mi vida había dormido mejor-
Ambos sonríen y se levantan, para iniciar una nueva etapa de su vida, una historia que ambos esperan y no tenga que finalizar.
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