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Respuesta a una confesión por BlackHime13

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Notas del capitulo:

Bueeenooo.... hace poquito que subí el anterior pero mañana empiezo las clases y no voy a tener mucho tiempo para escribir así que aquí está la conti jejejejee.

Nos vemos en las notas finales (=^w^=)

Capitulo 11

 

 

 

 

 

-Bueno... por el momento vamos a divertirnos y olvidarnos de todo.-dijo alegre el rubio.

 

-Exacto. Nada de problemas, novios ni ex-novias.-dijo ahora el moreno.

 

-Con que nada de novios...-susurró una voz detrás del ojiazul que le erizó la piel.

 

-Qué interesante...-dijo ahora otra voz que ahora tensó a Lee.

 

-Sasuke...-susurró el rubio mientras tragaba saliva.

 

-Neji...-susurró igual de nervioso Lee.

 

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El ambiente se volvió tenso y el aire tan denso que apenas y podían respirar. O al menos es lo que pensaban un rubio y un moreno en ese preciso instante.

 

-Naru...-le murmuró el moreno para que solo el rubio le oyera.

 

-¿Si?-preguntó este de igual forma.

 

-Esto no es cosa tuya ¿verdad?-le preguntó esperanzado con que hubiese sido el rubio el que les había invitado, pero este negó con la cabeza.

 

-No... ¿tampoco fue cosa tuya?-le preguntó ahora el rubio al moreno, con el miedo creciendo en su cuerpo y cuando este negó con la cabeza esa sensación de pánico se intensificó.

 

Tragando saliva con dificultad ambos se giraron lenta y temerosamente por ver el semblante de ambos mayores y al observar los ceños fruncidos, los brazos cruzados y esa vena sobresaliendo en su sien su miedo aumentó enormemente.

 

 

 

-Etto...¿Qué ha-hacéis por a-aquí?-preguntó nerviosamente el rubio.

 

-Eso nos gustaría saber a nosotros.-respondió el azabache fríamente. El rubio solo agachó la cabeza, odiaba que el mayor le hablase de esa forma tan fría. Al ver el gesto del ojiazul el azabache se relajó un poco pero no por ello seguía menos enojado.

 

 

 

*Flash Back*

 

 

 

Después de pensar durante la última hora de clase, puesto que ellos la tenían libre, azabache y castaño decidieron que primero había que animar un poco a ese par de tontos que tenían por amigos así que se les ocurrió una idea.

 

 

 

-¿Por qué no salimos un rato después?-preguntó el azabache a los demás.

 

-¿Salir? ¿A dónde?-le preguntó intrigado Sai.

 

-Pues....-castaño y azabache se miraron y pensaron un sitio pero no se les ocurría nada.

 

-¿Por qué no vais un rato a Akatsuki?-preguntó una voz proveniente de detrás del azabache el cual casi salta de la silla por el susto, casi.

 

-Itachi... ¿qué haces aquí? ¿No deberías estar en clase?-preguntó el Uchiha menor mirándole enojado por su repentina aparición.

 

-Hmp. Pues resulta que tanto Kakashi-sensei como Iruka-sensei se sentían “mal” por lo que también estamos libres.-comentó con algo de gracia.

 

-Ese Kakashi no es mas pervertido por que no puede. No sé como Iruka-sensei le aguanta.-dijo ahora el castaño.

 

-Bueno... por algo llevan tanto tiempo juntos.-dijo como si nada el mayor.

 

-Volviendo al tema. ¿Por qué Akatsuki?-preguntó Sai.

 

-Pues por que un amigo trabaja allí y me dijo que me pasara algún día. Que seguro que atraería más chicas con chicos guapos.-respondió tranquilamente.

 

-Ya... pero como se te ocurra acercarte a alguna de esas guarras te castraré mientras duermes.-dijo un lindo rubio mientras sonreía maléficamente y un aura oscura le rodeaba.

 

Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del moreno mayor, y el de los otros cuatro, y soltó una risilla nerviosa al oír la voz de su rubio novio y su amenaza.

 

-Tra-tranquilo Dei.... yo nunca te engañaría.-respondió mientras giraba a verle y se reía nerviosamente.

 

-Más te vale, Itachi-baka.-respondió resoplando y cruzándose de brazos. Sabía lo popular que era el idiota de su novio pero ahora que salían no iba a dejar que una de esas desvengonzadas intentara llevárselo a la cama.

 

Hubo un buen rato de silencio entre los presentes hasta que el rubio suspiró y miró al azabache.

 

-También va por ti. Si miras tan siquiera cinco segundos con otras intenciones a otra persona consideraré que piensas engañar a mi hermanito y te aseguro que a ti te torturaré lenta y dolorosamente hasta la muerte.-dijo mirándole con verdadero sadismo en la mirada.

 

El escalofrío que recorrió a todos esta vez fue más intenso, no querían ni imaginar lo que ese rubio sádico le pensaría hacer al pobre del azabache si una situación como aquella ocurría.

 

-Bu-bueno... como íbamos diciendo antes de que Dei nos amenazase a Sasuke y a mi. ¿Vamos allí?-decidió hablar Itachi al ser consciente de que alguien debía hacer algo para que desapareciera esa aura de tensión alrededor de ellos.

 

-Por mi bien.-respondió Sai.

 

-Mmm... bueno por qué no. Solo que me gustaría invitar a Lee.-murmuró lo último el castaño para si mismo.

 

-Dudo que vayan a querer venir. Seguramente harán algo para animar a Gaara y Kiba.-dijo ahora el rubio mayor, aunque esas palabras hicieron que tanto Sai como Shino se deprimieran un poco.

 

-Bueno... a mi también me gustaría ir con Naruto pero... me molestaría que todos esos babosos intentasen ligar con él por lo que es mejor así.-accedió el azabache que de solo imaginar a alguien intentando apartar al rubio menor de él unas ansias asesinas crecían dentro de su ser.

 

El rubio pelilargo sonrió al entender lo que quería decir el azabache. Lo bueno es que su hermanito había conseguido a alguien que le protegería y eso le gustaba. Lo malo es que sabía que no podría torturar al azabache por acercarse a su hermanito puesto que sabía que no haría nada para hacerle daño y eso le enojaba.

 

-¿Y tú Shino?- le preguntó al de gafas el Uchiha mayor.

 

-Bueno... está bien, pero tengo algo que hacer después de clase.-comentó el mencionado.

 

-¿Algo que hacer?-preguntó el castaño.

 

-Voy a hablar con Ten Ten.-aclaró al ver la cara confundida de los presentes.

 

-Ya veo.-dijeron todos al unísono.

 

Sin más siguieron hablando del lugar en el que quedaban, que sería la mansión Uchiha, y la hora, que sería sobre las 10, mientras que el de gafas le enviaba un mensaje a la castaña para aclarárselo todo.

 

Una vez las clases terminaron cada cual se fue a sus respectivos domicilios menos el que ya sabemos que fue al laboratorio de química.

 

De camino a la mansión Uchiha cada cual iba pensando en cosas distintas.

 

El mayor iba pensando en cómo iría su rubio a la discoteca, en cómo planearía la muerte del que intentase acercarse a él y cómo conseguiría convencerlo para hacer cosas pervertidas.

 

El azabache iba pensando en qué tenía pensado hacer su lindo kitsune y en cuanto le gustaría ir a pasar el tiempo con él, pero sabía que estaría ocupado intentando ayudar a sus amigos, aunque eso no le impedía llamarle por teléfono o enviarle algunos mensajes.

 

Por último el moreno iba repasando los sucesos desde la noche anterior y pensando en qué haría para que el pelirrojo le perdonase y le diese otra oportunidad.

 

 

 

Al llegar a su casa, tranquilamente se dirigieron a sus respectivas habitaciones para ver qué se pondrían. Una vez decidido el azabache procedió a ducharse al igual que el moreno pelilargo, por su parte el otro moreno solo se recostó boca abajo en su cama mientras seguía pensando en su lindo pelirrojo, aunque todavía no fuese suyo pero eso era algo que pensaba arreglar.

 

Un rato después, como hora y media, los tres bajaron completamente alistados para salir.

 

 

 

El moreno mayor llevaba una camisa negra manga larga entallada al cuerpo con los tres botones desabrochados junto con unos pantalones pitillo, algo rotos por las rodillas y del mismo color que la camisa junto con unos zapatos negros.

 

El otro moreno llevaba un jersey azul con un chaleco negro encima y unos pantalones negros algo anchos un poco por debajo de las rodillas junto con unas zapatillas del mismo color que los pantalones. Además llevaba un par de pulseras en su muñeca derecha.

 

Por último estaba el azabache. Este llevaba una camisa color rojo vino junto con una chaqueta negra y unos pantalones largos pitillo también negros. También llevaba un cinturón plateado con un par de cadenas en el. De zapatos llevaba unos de vestir negros y en la muñeca izquierda llevaba una muñequera negra con blanco y en la derecha un par de pulseras.

 

 

 

Al llegar al salón se percataron de que había dos personas sentadas en el sofá bebiendo té tranquilamente.

 

-¿Padre, madre?-preguntó el Uchiha mayor al verlos ahí sentados. Ante la mirada de confusión de sus dos hijos y sobrino la mujer decidió explicarles.

 

-Tranquilos chicos. Es solo que vuestro padre consiguió cerrar un trato muy importante en el que llevaba trabajando varias semanas y los empleados junto conmigo le tuvimos prácticamente que arrastrar fuera de su oficina y traerlo a casa para que se tomase unas merecidas vacaciones.-dijo la mujer tranquilamente mientras sonreía.

 

-Veo que saldréis.-comentó el padre al observar como iban vestidos.

 

-Si, estamos esperando a unos amigos.-dijo el azabache mientras se sentaba al lado de su madre.

 

-¿Eeeh? ¿Y a dónde iréis?-preguntó la mujer sin dejar de sonreír.

 

-Pues... al bar Akatsuki donde trabaja Pain.-respondió el mayor de los tres.

 

-Sai-kun.... ¿te encuentras bien?-le preguntó la morena al ver que estaba más pensativo que de costumbre.

 

-¿Eh? No es nada Mikoto-san.-respondió sin ser muy convincente a causa del suspiro que dejó escapar poco antes de responderle a la mujer.

 

-Oh vengaa.... ¿mal de amores?-le preguntó mientras se acercaba al chico.

 

-¿Por qué piensa eso?-preguntó este por la rápida conclusión a la que había llegado la mujer.

 

-Bueno... llevas unos meses suspirando de esta forma, además de que tienes una fotografía de un lindo pelirrojo debajo de la almohada de tu habitación.-dijo lo último con algo de gracia. Ante ese comentario el chico no pudo evitar sonrojarse un poco mientras el par de hermanos se reían levemente al enterarse de aquello.

 

-Bueno... es algo así.-murmuró y miró mal a los otros dos que seguían con sus risitas para nada disimuladas. Fue entonces que una idea le pasó por la cabeza y sonrió algo malicioso, alertando a los dos hermanos.

 

-¿Pasa algo?-preguntó la mujer al ver el cambio de actitud del chico.

 

-No, es solo que... estoy seguro de que no sabe nada sobre los nuevos noviazgos de sus dos hijos.-comentó como si la cosa no fuese con él.

 

-¿Quéeee? ¿Ya tenéis pareja?-gritó la mujer mientras corría y se lanzaba sobre sus dos hijos que estaban sentados cómodamente en el sofá.

 

-Maldito Sai.-mascullaron ambos a la vez.

 

-¿Por qué no me dijisteis nada?-se quejó la morena mirando a sus hijos con ojos de cachorrito abandonado. Ante eso ambos hermanos solo pudieron suspirar derrotados.

 

-Por que solo ha pasado un día desde que empezamos a salir.-respondió el mayor de los dos.

 

-Ehh... ¿entonces las o los conozco?-preguntó ella mirándoles con una sonrisa.

 

-¿Por qué dijiste los?-le cuestionó su marido, lo normal sería pensar en que salen con alguna chica.

 

-Joo... Fugaku en los tiempos en los que vivimos que sea hombre o mujer no importa. Mientras ellos encuentren a su persona especial, el género es lo de menos.-dijo ella mirando retadoramente a su marido para que intentase refutar lo que ella había dicho.

 

Este solo suspiró y se negó a contradecirla puesto que su mujer creía en el amor libre y, para ser francos, a él tampoco le importaba mucho el género pero le gustaría llegar a tener nietos.

 

-¿Y bien?-volvió a cuestionar a sus hijos.

 

-Ya le conoces. Es Deidara, el chico rubio que suele venir a casa.-respondió el moreno mayor.

 

-¡Kyaaaa! Ya sabía yo que algún día acabaríais juntos. Por fin tengo un lindo hijo y no un par de amargados y fríos chicos.-dijo la mujer en medio de su emoción por tener al rubio en la familia.

 

Ante el insulto sus hijos miraron a la mujer algo enojados por la forma de describirlos pero daba igual lo que dijesen, su madre no cambiaría de opinión.

 

-¿Y tú Sasu?-le preguntó a su hijo menor.

 

-Yo... se llama Naruto, es el hermano pequeño de Deidara.-respondió después de soltar un leve suspiro de resignación.

 

-¿En serio?-gritó ella emocionada. Si era el hermanito de Dei-chan eso significaba que también sería muy lindo. En ese momento se sentía realmente orgullosa de sus hijos.

 

 

 

Por suerte antes de que la mujer siguiese cuestionando a sus dos descendientes alguien llamó a la puerta y estos prácticamente volaron hasta ella, arrastrando a su primo en el proceso.

 

Al abrirla vieron como ya estaban los demás allí por lo que solo se despidieron de sus progenitores lo más rápido posible y salieron de allí, confundiendo un poco a los recién llegados por su actitud, sobretodo lo muerto de la risa que parecía Sai.

 

 

 

 

 

~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~ Por otro lado ~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~

 

 

 

El rubio pelilargo ya estaba llegando a su residencia pero una vez abrió la puerta de su casa se quedó sin palabras por lo que veía. Su padre estaba llorando arrodillado en el suelo mientras se abrazaba con fuerza a la cintura de su hijo menor, el cual intentaba soltarse para dirigirse hacia la entrada y salir. Por otra parte estaba su pelirroja madre tirando de su marido para que soltase al rubio menor pero sin resultado alguno.

 

-¡Vamos Minato! ¡Suéltalo de una vez!-gritaba la mujer mientras tiraba del mayor.

 

-¡Ni hablar! ¡No pienso dejar que mi bebé se vaya de casa! ¡Todavía es muy pequeño!-se negaba el mayor mientras gritaba.

 

-¡Vamos papá! ¡Solo iré a casa de Gaa-chan! ¡Mañana ya estaré de vuelta o incluso antes!-decía el rubio menor mientras intentaba que su padre le soltase.

 

Al oír todos aquellos gritos el rubio pelilargo entendió lo que pasaba. Seguramente su hermanito se quedaría en casa del pelirrojo para animarle, junto con los demás pero su padre no lo quería dejar por que pensaba que ya no volvería. Si es que su progenitor no tenía remedio.

 

Sin más se acercó hasta donde ellos se encontraban y le asestó un golpe en la cabeza con la mochila a su padre lo que logró que soltase al menor.

 

 

 

-Gracias, Dei-nii. Me voy que llego tarde.-dijo el menor mientras se despedía de su hermano y madre, puesto que su rubio padre estaba en el suelo desmayado y con espirales en sus ojos.

 

-Que lo pases bien.-se despidió su progenitora y luego giró a ver como su hijo mayor ya estaba subiendo las escaleras hacia su recámara.-¿Vas a salir Dei?- le preguntó al ver a prisa.

 

-Si. Quedé con Itachi, Sasuke y sus amigos para ir a bailar un rato.-respondió para luego perderse escaleras arriba.

 

-¡NOOOO! ¡No solo Naru me abandona sino que Dei también!-gritó el mayor que había despertado justo en ese momento.

 

-¡Ya cállate! Tus hijos están creciendo ¡asúmelo!-le gritó la mujer para asestarle ella otro golpe en la cabeza que le dejó un segundo chichón al mayor.

 

 

 

Sin más un rato más tarde bajó el rubio pelilargo completamente alistado. Llevaba un jersey de manga corta blanco pero con algunos dibujos en negro, unos pantalones negros por encima de la rodilla y algo apretado marcando su trasero, de calzado llevaba unas botas negras de cordones hasta la rodilla y, finalmente en su brazo derecho llevaba unas pulseras que su novio le había regalado. El cabello lo llevaba en su mayoría suelto pero tenía algo recogido de cada lado haciéndose una trenza detrás.

 

Después de despedirse de sus padres salió en dirección a la mansión Uchiha.

 

 

 

~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~ Ya en la discoteca ~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~

 

 

 

Eran las 10:20 pm aproximadamente. Los chicos ya habían llegado y se encontraban dentro del recinto. Itachi saludó a su amigo Pain y este les condujo hacia una mesa vacía diciéndoles que todo lo que pidiesen sería gratis, cortesía por ser amigos del moreno.

 

Sin mas los seis se sentaron y estuvieron hablando tranquilamente hasta que Sai notó algo al otro extremo de la pista de baile y justo delante suyo.

 

 

 

-Vaya... parece que ellos también vinieron.-comentó al ver al grupo del rubio.

 

-¿Qué?-preguntaron tanto rubio mayor como el azabache.

 

-¿Qué hace Naruto aquí?-preguntó algo enojado el rubio.

 

-Eso debería decir yo.-dijo aún más enojado el azabache que el ojiazul.

 

-No lo sé. Se supone que iba a quedarse en casa de Gaara o eso entendí cuando llegué a casa.-dijo este mirando al menor de los Uchiha.

 

-¿Quién demonios se está acercando a ellos?-preguntó con el mayor de los celos desprendiéndose por cada poro de sus células el azabache.

 

-No lo sé pero ya es el quinto que se les acerca y, para ser más específicos, al rubio.-comentó Sai.

 

-¿Cómo? ¿Y porqué no lo dijiste antes?-le encaró con tanta furia que parecía que sus ojos se habían tornado rojos por un momento.

 

-Tranquilízate otouto. Además parece que se están divirtiendo.-le dijo el mayor parando al mencionado antes de que se levantase y fuese allí en un arranque de celos.

 

-Realmente parecen divertirse.-estuvo de acuerdo el de gafas al ver como no dejaban de reírse.

 

Decidieron seguir hablando para distraerse un rato pero en realidad ninguno prestaba atención a los demás, solo estaban mirando casi fijamente a sus respectivas parejas, o futuras, en el caso de ambos morenos. El azabache ya no aguantó en cuanto vio a otro acercarse al rubio y junto al castaño se acercaron hacia ellos, atravesando la pista de baile. Los demás solo suspiraron y no quedándoles de otra se levantaron de su asiento y los siguieron.

 

Ya estaban lo suficientemente cerca como para oír lo que decían y eso no les hizo ninguna gracia tanto al azabache como al castaño.

 

 

 

-Bueno... por el momento vamos a divertirnos y olvidarnos de todo.-dijo alegre el rubio.

 

-Exacto. Nada de problemas, novios ni ex-novias.-dijo ahora el moreno.

 

 

 

*Fin flash Back*

 

 

 

Y así es como llegamos a esta situación. Tanto rubio como moreno no sabían qué decir o qué hacer. Al ver que ninguno iba a hablar el Uchiha mayor decidió tomar la palabra.

 

-No te preocupes Naru-chan. Es solo que Sasuke ya no aguantó cuando el sexto tipo se te acercó.-comentó con algo de gracia el moreno mayor.

 

-¿El sexto?-preguntó Lee confundido.- Pero ese no era el númehamfm...-no puedo continuar por que el kitsune le había tapado la boca con una de sus manos.

 

-Claro... el sexto.. jejejeje.-se reía nerviosamente mientras tanto pelirrojo como castaño intentaban aguantar las ganas de echarse a reír otra vez.

 

Los otros les miraban extrañados hasta que los dos mencionados anteriormente no aguantaron y estallaron en risas otra vez, dejando confundidos a los recién llegados y con un Naruto mirándoles con reproche y algo de vergüenza.

 

-¿Por qué os reís?-preguntó el mayor extrañado.

 

-Na-nada... es solo... que...-habló entrecortado el castaño menor a causa de la risa.

 

-Ese... no era... el sexto...-siguió el pelirrojo en el mismo estado que su amigo.

 

-¿Qué?-preguntó el azabache mirando al rubio.

 

-¿Cuantos han venido ya?-preguntó ahora el castaño pelilargo a Lee.

 

-¿Eh? Bu-bueno... pues.. etto ese era... emm...-no era capaz de decirlo por la mirada de súplica que le estaba mandando su rubio amigo.

 

-Na-ru-to....-susurró el azabache con voz de ultratumba mientras un aura oscura y maligna le rodeaba.- ¿Cuántos?-preguntó intentando controlarse.

 

-Di-diez....-logró articular el rubio.

 

-¿Diez?-preguntó asombrado Sai. El rubio solo negó con la cabeza puesto que no había terminado de hablar todavía. Los demás le miraron sin entender. Si no eran diez, ¿cuántos habían sido ya? ¿qué intentaba decir el rubio menor?

 

-No... lo que quiere decir... Naru no es... diez...-volvió a hablar Kiba ya algo más calmado.

 

-Sino diez y nueve. Ese era.... el décimo noveno... que venía.-finalizó el pelirrojo viendo como el aura oscura del azabache aumentaba y como sus ojos parecían estar rojos al contrario de su habitual negro profundo. Ante esa imagen un escalofrío recorrió a todos los presentes pero pelirrojo y castaño volvieron a echarse a reír sumándose Lee, pero en menos intensidad.

 

-¿Y ahora de qué os reís?-preguntó un cabreado azabache mirándoles como si quisiese torturarlos y matarlos lentamente con la mirada.

 

-Es que... antes pensamos... que...-comenzó el castaño.

 

-Si... te enterabas de.... esto...-siguió el moreno.

 

-Pasaría... algo como.... en Kill Bill...-finalizó el pelirrojo para volver a reír con ganas.

 

El azabache pareció enfurecerse aún más por aquello, mientras que sus compañeros no pudieron evitar comenzar a reír ante lo cierto que parecía aquello. Es que al ojinegro solo le faltaba la katana para cumplir con ello, y bueno, ser mujer y rubia.

 

Mientra tanto el lindo kitsune solo miraba hacia el suelo avergonzado y sintiendo las mejillas arder por toda aquella situación, aunque tampoco le estaba gustando que se burlasen de su novio.

 

Este por otra parte estaba intentando tranquilizarse para realmente no comenzar a matar gente, en donde empezaría por ese par que no dejaban de reír con ganas. Cuando logró controlarse agarró del brazo al rubio menor y lo arrastró con fuerza hacia los baños del establecimiento.

 

Abrió la puerta azotándola contra la pared para después introducir al rubio dentro del lugar y cerrar la puerta de la misma forma en la que la abrió.

 

-¿Sasuke?-preguntó el rubio algo asustado cuando este lo juntó contra la pared con algo de fuerza.- Itaee...-se quejó el rubio ante el dolor pero no pudo pronunciar palabra alguna por que unos labios estaban aprisionando los suyos en un apasionado y hambriento beso que el menor no tardó en corresponder, aunque por el ritmo salvaje y lujurioso le estaba costando bastante y al final el aire se hizo requerir por lo que tuvieron que separarse.

 

 

 

 

 

......Continuará......

Notas finales:

Ettooo.... ¿ y que os ha parecido? Dejad un review con vuestra opinión ¿si? 

Como empezaré las clases tardaré un poco en actualizar pero espero que me sigáis apoyando y dando ideas jejejeje.

Espero que os haya gustado y para cualquier idea o petición solo decídmelo.

Espero que queráis pasar a ver mi blog ----> http://khr-love-yaoi.blogspot.com.es/

Besoooossss y espero leernos en el siguiente cap. (=^w^=)


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