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Respuesta a una confesión por BlackHime13

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Notas del capitulo:

Por fin he sido capaz de ponerme a escribir. Sé que querréis matarme por tardar más de un año en actualizar, pero no ha sido un buen año para mí.... u.u

No quiero aburriros con mis problemas así que aquí os traigo el nuevo cap. (;

Nos vemos en las notas finales (=^w^=)

Capitulo 15


 


 


-*Sigh....-se oyó por quinta vez un suspiro en aquella sala. Un pelirrojo miraba ausentemente por la ventana del aula desde su pupitre. El rubio se cansó de verle tan decaído y distraído y se acercó a él.


-¿Qué te pasa Gaara?-preguntó preocupado.


-Es solo.... nada.-medio dijo. No quería preocupar a sus amigos.


-Eso no te lo crees ni tú. ¿Qué pasó? Creí que lo habías arreglado con Sai-sempai.-dijo ahora Kiba.


-Bueno.... es cierto que Sai y yo lo arreglamos y..... incluso comenzamos a salir pero....-comenzó pero paró al no saber muy bien cómo continuar.


-Apareció Temari y se lo llevó de la discoteca.-continuó Lee.


-Vaya.... ¿qué pasó después? ¿Estás bien?-preguntó aún más preocupado el rubio.


-Bueno... comenzó a gritarme sobre cómo podía estar con un tipo que me había tratado tan mal y que nunca dejaría que se me volviese a acercar.-respondió decaído.- Intenté explicarle lo sucedido, pero no quiso escucharme.... ha tachado a Sai de mala persona y no lo quiere cerca mío.-finalizó con tristeza.


Sus amigos le miraron preocupados. Conocían a la hermana del pelirrojo y sabían que cuando esta decidía algo era muy difícil hacerla cambiar de opinión. Se miraron y volvieron la vista a su amigo que volvía a suspirar mirando ausentemente por la ventana. En ese momento decidieron que le ayudarían. No les gustaba nada verle de esa forma cuando por fin las cosas se habían arreglado entre esos dos.


Mientras cavilaban qué podrían hacer la campana que anunciaba el comienzo del almuerzo sonó. Mientras se disponían a guardar sus cosas apareció por la puerta un moreno que reconocieron al instante. Este se acercó sigilosamente y abrazó por la espalda a su querido pelirrojo que seguía completamente ausente. El mencionado dio un saltito del susto y al voltear a ver quien era fue sorprendido por un tierno y casto beso en los labios.


-¿Sai?-preguntó sorprendido a la vez que sus mejillas adquirían un leve tono rosado.


-El mismo o ¿acaso esperabas que fuera alguien más?-dijo con un ligero tono de burla en la voz.


-¿Qué haces aquí? Si Temari te ve se enojará muchísimo.-dijo preocupado mirando a su novio.


-Mira Gaa-chan... ya hice el idiota una vez y por ello casi te pierdo. Así que me da igual que a tu hermana no le guste porque no tengo pensado dejarte ir ni aunque me muera.-le respondió completamente serio. El de ojos aguamarina se sorprendió por esas palabras tan directas y serias y una leve sonrisa apareció en su rostro. Miró con cariño al mayor que le devolvió la mirada de igual forma. Los demás alumnos del aula se sorprendieron por la noticia de que ese par estaban saliendo, pero no dijeron nada, solo sonrieron al ver tan contento al normalmente serio pelirrojo. Los amigos de este les miraron contentos, pero antes de que pudieran decir nada fueron abrazados por detrás.


-¿Qué dem-?-iba a preguntar el lindo rubio cuando, al girar al igual que al pelirrojo, fue besado por alguien que conocía muy bien.


-Buenos días kitsune.-le susurró esa persona al oído.


-Sasuke.... buenos días.-susurró a su vez mientras giraba y volvía a darle un tierno beso.


-No deberías hacer eso, Shino.-se quejó haciendo un puchero el castaño.


-Me encanta la cara sorprendida que pusiste.-comentó divertido el de gafas. Comentario que provocó un sonrojo en las mejillas del menor.


-Buenos días Neji.-dijo un animado Lee, a la vez que giraba a verle con una enorme sonrisa en la cara.


-Buenos días.-respondió con una leve sonrisa mirando a su novio con ternura.


-Será mejor que vayamos a almorzar o se nos acabará el tiempo.-dijo el rubio, llamando la atención de todos sus amigos.


-Cierto.-respondieron todos a coro.


Comenzaron a salir del aula, pero en cuanto el pelirrojo puso un pie fuera de esta fue arrastrado por el brazo. Para cuando los demás se dieron cuenta de lo que había pasado solo vieron como una rubia giraba al final del pasillo arrastrando al menor.


-¡Maldita sea!-gritó el moreno viendo por donde se habían llevado a su novio.


-La verdad es que tratar con Temari-san no será nada fácil.-le comentó el castaño.


-Ni crea que me pienso rendir.-dijo entre dientes el mayor.


Seguidamente se encaminaron a la azotea para almorzar tranquilamente mientras conversaban.


Por otra parte la rubia se detuvo una vez llegaron a los jardines de la escuela y soltó a su hermano.


-Te dije que no te volvieras a acercar a él.-le dijo enojada.


-Y yo te dije que no tienes ningún derecho de prohibirme ver a mi novio.-le dijo de igual forma.


-Lo tengo porque soy tu hermana.-espetó más furiosa que antes.


-Pues con más razón tendrías que ver que quiero estar con él y que por mucho que te niegues tendrías que aceptar mi decisión ya que Sai es quién me hace feliz.-respondió con voz dolida.


Su hermana se calló al oír al menor decir aquello. Pero en seguida volvió a gritarle que él no se daba cuenta de lo que en verdad quería, que todavía era muy joven. Ahí se arrepintió de haberlo dicho, pues la mirada de su hermanito era de completa desilusión.


-Heh... eres igual que papá. Me tratas como a un crio que no sabe tomar ninguna decisión.-murmuró decepcionado. A continuación comenzó a caminar de vuelta al aula, pues con toda la discusión el timbre había vuelto a sonar y él no había podido ni probar bocado a su comida.


Ella se quedó estática en el lugar, no pudiendo olvidar tanto las palabras como la mirada de su hermano. ¿Se estaba equivocando por querer protegerle? ¡No! ¡Ella estaba convencida que ese chico no era bueno para su hermanito y se lo haría ver!


 


Después de aquella discusión la rubia no volvió a acercarse a los chicos, o mejor dicho, no volvió a llevarse al pelirrojo a la fuerza. Pero si que hizo que el moreno no pudiera acercarse al menor. Sabía que este era muy popular y que su club de fans no veía con buenos ojos que su adonis moreno estuviera con el pelirrojo. Así que se encargó de decirles que si querían recuperar a su dios tendrían que hacerle ver que ellas eran mucho mejor que su actual pareja.


Aquello funcionó de maravilla pues todos los días el moreno era acosado por una multitud de mujeres que le llevaban de comer, coqueteaban, etc. Este hacía lo imposible por quitárselas de encima e ir a ver a su niño, pero en toda lo semana no había conseguido nada. Para cuando lograba despistarlas, el timbre sonaba y él debía volver a su aula.


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~En otro lado~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


El grupo de menores se encontraban en la azotea. Todos estaban enojados pues no solo era el moreno el que estaba siendo acosado sin parar, sino que las fans de los demás varones también aprovecharon la ocasión para meterse donde no debían.


Estaban sentados al lado de la verja metálica y pudieron ver como un grupo de hombres corrían siendo seguidos por una multitud de mujeres. Gruñeron frustrados y miraron todo aquello con un enojo palpable en su rostro.


-¡De verdad que esto me empieza a cabrear en serio!-casi gritó el rubio.


-Lo siento... todo esto es culpa de mi hermana. Si yo no le hubiera dicho todo aquello...-comentó el pelirrojo entre molesto y culpable.


-Tranquilo... no es tu culpa que esto haya pasado. Es culpa de esas locas que no saben aceptar una derrota.-dijo con una sonrisa el castaño.


-Yo ya me he cansado de mirar. ¡Me voy a por lo que es mío!-gritó Lee a la vez que salía corriendo por la puerta.


-No se qué tiene pensado pero.... yo tampoco aguanto esta situación. Es hora de poner en marcha el plan de guerra.-comentó con una sonrisa maliciosa en los labios el rubio.


-Hmp. Cierto... esa rubia no solo está molestando a nuestro amigo sino que también se está metiendo con nuestras parejas.-dijo el castaño que también salió de allí, pensando en lo que iba a hacer para dejar en claro que el amante de los insectos le pertenecía solo a él.


El pelirrojo vio como sus amigos se marchaban y decidió que él no podía quedarse parado esperando a que todo se solucionase. Se levantó, observó otra vez el patio y caminó hacia la puerta con decisión. Al llegar al final de las escaleras sonrió al ver a la persona que se acercaba, completamente ajeno a lo que le esperaba.


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~ De vuelta con el moreno~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


Completamente decepcionado caminó a su destino pues ese día había sucedido lo mismo. A este paso nunca lograría pasar tiempo de calidad con su novio.


Suspiró y cuando giró al final del pasillo, alguien le agarró del brazo y lo metió a la fuerza en el armario del conserje. Sorprendido intentó soltarse y gritar, pero unos labios le impidieron dicha acción. Abrió los ojos a más no poder e instintivamente correspondió el beso, a la vez que sus brazos rodearon la cintura ajena para juntar ambos cuerpos aún más.


El beso no era tierno ni casto, sino todo lo contrario. Era un beso pasional, caliente y hambriento. Ambas lenguas danzaban y se enredaban entre ellas, mezclando ambas salivas en una sola. Un gemido escapó de la boca del atacante cuando el moreno mordió el labio inferior de este y aquello calentó de sobremanera al mayor. El contacto se prolongó unos minutos más, pero tuvieron que separarse por la falta de aire.


-Nunca pensé que me atacarías.-comentó divertido con la voz agitada.


-Estaba harto de ver a todas esas pesadas ir detrás tuyo como perras en celo.-dijo el contrario de igual forma. Se miraron a los ojos y sonrieron contentos.


-Sabes... no pienso quejarme de estar en un lugar oscuro, estrecho y a solas contigo, pero.... deberíamos ir a clase, ¿no crees?-dijo mirando los preciosos orbes aguamarina de su novio.


-Mmm.... no.-respondió seriamente, sorprendiendo al mayor.


-¿Porqué no?-preguntó interesado.


-Pues porque llevo una semana sin poder acercarme a ti así que ahora mismo pienso pasar tiempo de calidad contigo.-respondió como si nada.


-Hmp. ¿Aunque sea en el armario del conserje?-preguntó con diversión.


-Mejor ¿no? Así nadie nos molestará.-contestó con una sonrisa de lado.


-Cierto... y como lo hagan te juro que mataré a alguien.-comentó divertido pero con un tinte de seriedad en la voz. Los ojos del menor brillaron de emoción al oírle decir aquello y rodeando su cuello con los brazos lo atrajo hasta si para darle un hambriento beso.


En ese momento le daba igual todo. Su hermana, las clases, las acosadoras de su novio... Ahora mismo él solo quería sentir a su querido moreno cerca suyo, su calor, sus besos, las manos que le abrazaban con fuerza pero a la vez con cuidado.... Si.... solo quería estar con el moreno sin interrupciones y sin preocuparse por nada.


Abrazó aún más fuerte el cuello ajeno y saltó, rodeando con sus piernas la cintura ajena. Sonrió contento al notar el problema que este tenía allí abajo y cuando vio los orbes llenos de pasión del mayor, pensó que quizás.... no estaría tan mal si aprovechaba ese momento un poquito más de lo planeado.


Sonrió aún más al notar que el mayor estaba pensando algo parecido pues le apretó las nalgas para mantenerle más pegado a él.


 


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~Mientras tanto~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


Corría por los pasillos con un lugar en mente. Pasó ignorando los gritos de los profesores sobre no correr por los pasillos y sonrió al observar su destino.


-¿Podríais dejar en paz a mi novio?-gritó metiéndose entre las fans del castaño y este mismo.


-Hmp. Tú eres poca cosa para él. Nosotras somos mucho mejores.-gritó a su vez la que parecía la presidenta del club.


-Mmm... siempre podemos comprobar eso.-respondió algo molesto a la vez que se tronaba los dedos. Al ver aquello las mujeres retrocedieron pues todos en el instituto sabían lo bueno que era el chico en artes marciales. Pero aún así le miraron desafiantes por lo que el menor dio un paso al frente dispuesto a moler a golpes a todas esas lagartas.


Inesperadamente, sintió unos brazos rodearle y alzarlo hasta ser cargado como costal de papas en los fuertes hombros del castaño, que se había mantenido ajeno a aquella pelea.


-¡Suéltame Neji! ¡Pienso dejarles claro unas cuantas cosas!-gritó enfadado a la vez que se removía para que le soltasen.


-Lee... por mucho que me gusten tus celos, no pienso dejar que te expulsen por pelearte. Mucho menos si es por mi culpa.-le dijo seriamente.


-¡Pero-!-no terminó la frase pues cuando giró la cabeza para protestar los labios ajenos le callaron. Se sonrojó de sobremanera pues estaban en mitad del patio, con muchas personas mirando. Ahí es cuando se percató de todo el escándalo que había protagonizado y dejó dócilmente que su novio se lo llevase de allí.


Las chicas del club de admiradoras del castaño suspiraron desilusionadas pues sabían que si se volvían a acercar a su querido pelilargo el moreno las mandaría al hospital. Y ni siquiera su novio podría parle la próxima vez.


Los que presenciaron la escena sonrieron ya que por fin tendrían algo de tranquilidad a la hora del almuerzo y la comida.


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~En el pasillo de la 2ª planta~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


Caminaba pensando en qué hacer para que dejasen a su novio en paz, pero no se le ocurría nada. Suspiró derrotado y miró el reloj en su muñeca. Faltaba poco para que el timbre sonara y debía dirigirse hacia su aula. Por suerte le tocaba con Kakashi-sensei así que no tenía que apresurarse. Caminó con tranquilidad, perdido en sus pensamientos, cuando notó como su cara daba contra algo duro. Perdió el equilibrio y estaba a punto de caer cuando unos brazos rodearon su cintura, manteniéndolo en su sitio. Suspiró aliviado y miró hacia arriba para agradecerle a la persona que le hubiese salvado. En ese momento sus ojos se abrieron de la sorpresa al reconocer de quién se trataba.


-Shino....-susurró sonrojado, mirándole a los ojos, o más bien gafas.


-Kiba... ¿estás bien?-preguntó con voz suave. Pensó en que debía soltar al menor pero su cuerpo no obedeció. Llevaba una semana sin poder acercarse al castaño y no tenía pensado separarse ahora que le tenía entre sus brazos.


-¡No te acerques a él!-gritó la voz de una mujer justo cuando el castaño iba a responder a la pregunta. Ambos giraron sorprendidos por el reciente grito y observaron a las fans del moreno mirar al menor con cara enojada.


-¿Qué derecho tenéis a ordenarme que no me acerque a mi novio?-preguntó un enojado castaño. Encima que se atrevían a acosar al mayor, iban y le gritaban que no se acercase a este. ¡Eso ya era el colmo!


-Hmp. Tú no tienes derecho a estar con él. Seguro que no sabes ni la mitad que nosotras sobre él.-comentó otra chica del grupo. Sus sonrisas de orgullo y superioridad aumentaron cuando el menor bajó la mirada al suelo. Era obvio que ellas sabían muchas cosas de su querido moreno, por lo tanto, eran ellas quienes tenían derecho a salir con este. Algunos alumnos que estaban dentro de las aulas se asomaron a ver que pasaba, pues estaban realmente curiosos después de oír todo aquello. El moreno iba a hablar pero alguien lo hizo antes.


-Tenéis razón. No se nada de Shino y.... no quiero saberlo.-murmuró sin levantar la mirada.


-¿Has oído Shino-sama? Tú novio acaba de decir que no quiere saber nada de ti. ¿Porqué no le dejas?-habló una tercera joven. El de gafas no dijo nada pues se encontraba estupefacto después de oír las palabras de su niño. Aquello le había dolido y cuando iba a soltar la cintura de este, el castaño alzó el rostro y le besó de improvisto. Todos permanecieron en silencio, anonadados por lo que sucedía. El beso fue rápido, pero ambos quedaron mirándose a los ojos.


-No quiero saber sobre los gustos y disgustos de Shino... tampoco sobre lo que hace en su tiempo libre o como es su relación con su familia.... a menos que sea él quién me lo diga.-dijo bajito, pero lo suficientemente alto para que todos los presentes le oyeran. Los ojos del moreno se abrieron enormemente al oír aquellas palabras.


-¿Qué quieres decir?-preguntó un alumno sin entender.


-Pues.... que quiero descubrir todas esas cosas mientras hablo con él. Me da igual si con ello solo se un tercio de lo que ellas saben, porque.... seré mucho más feliz si Shino es el que me cuenta todas y cada una de esas cosas... a si las descubro por andar acosándole.-explicó con un sonrojo en las mejillas. El mayor sonrió encantado de oír aquello y le besó con pasión.


-Yo igual... quiero saberlo todo de ti... pero solo si eres tú quién me lo dice.-le dijo una vez se separaron. El castaño asintió y sonrió contento, aún con las mejillas al rojo vivo.


En ese momento llegó el profesor del aula, despachando a todos los alumnos pues deberían estar en sus propios salones. La pareja se miró sorprendida ya que no escucharon el timbre sonar. Con un último beso el de ojos chocolate se marchó a su aula sonriendo feliz. El moreno por su parte también se dirigió a su salón, también sonriendo pues había escuchado lo más lindo que el menor podría haberle dicho.


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~Aula de los mayores~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


Caminaba fastidiado. Por culpa de sus estúpidas fans no había podido estar con su lindo,tierno y violable kitsune. Con un cabreo que no aguantaba ni él mismo, caminó hacia su salón. El timbre había sonado, pero se encontró con casi todos los alumnos de su clase fuera de esta. No entendió que pasaba hasta que miró en el interior y sus ojos se agrandaron. Había una persona que él conocía a la perfección sentado sobre la mesa de su pupitre.


-¿Qué haces aquí Naru? Deberías estar en tu aula.-comentó mientras se acercaba con una sonrisa en el rostro.


-No tengo prisa, después de todo tengo clase con Kakashi-sensei. ¿No quieres que esté aquí?-respondió mirándole también sonriendo, pero después hizo un puchero enojado.


-Siendo sincero.... me encanta verte, sobretodo en mi sitio, pero...-no terminó de hablar pues el rubio, aprovechando que el mayor se encontraba lo suficientemente cerca, le jaló del cuello de la camisa y le besó. Un gemido de sorpresa fue oído por parte de todos los espectadores, ya que no esperaban que el inocente rubio iniciase un beso tan pasional y caliente como del que estaban siendo testigos. El contacto se prolongó durante unos minutos, en los cuales el azabache había aprovechado para abrazar por la cintura y atraer el cuerpo ajeno más al suyo. Además el que este estuviese sentado en su pupitre ayudaba a la hora de facilitar el beso, pues no tenía que agacharse tanto. Una vez se separaron el ojinegro se relamió los labios, al observar la imagen de su novio: sus labios rojos e hinchados, la mirada oscurecida y llena de pasión, las mejillas sonrojadas a más no poder y un fino hilo de saliva cayendo por su mentón.


-¿Pero?-preguntó con la voz entrecortada, mirándole a los ojos.


-Heh... pero nada. Me encanta el que estés aquí.... sobretodo si eso significa que puedo besarte cuanto quiera.-le susurró al oído. Un escalofrío recorrió la espina dorsal del menor.


-Mmm... lo que quieras no se.... pero me debes los besos de toda una semana.-respondió como niño caprichoso.


-Me encantará saldar esa deuda...-dijo divertido por la actitud de su novio. No tenía ni idea de que el rubio se comportaría así por estar celoso.


-¿Con intereses de demora?-preguntó también divertido, pero un sonrojo comenzó a hacerse presente en sus mejillas.


-Por supuesto.-amplió su sonrisa y le besó castamente esta vez.


-Bien... aclarado esto, me voy a clase.-dijo ahora el ojiazul con una sonrisa feliz en el rostro,pero cuando iba a bajar del pupitre se percató de que su novio no le había soltado la cintura todavía.


-Claro, pero antes.... ¿podría preguntar sobre esta actitud tan atrevida de mi inocente novio?-cuestionó divertido. Su sonrisa se amplió al ver el sonrojo en las mejillas ajenas y el lindo puchero que hacía.


-Es que mi novio a sido muy malo conmigo esta semana.-se quejó como niño pequeño.


-Mmm.... ¿y podría saber porqué?-volvió a preguntarle, acariciando la morena mejilla.


-Pues.... me ha ignorado porque sus fans le estaban acosando... ¿no crees que es injusto que yo, siendo que salgo con él, no haya podido pasar ni un mísero momento a solas a su lado?-se quejó haciendo otro puchero.


-Si... muy malo.... ¿y qué le propones a tu novio para que eso cambie?-cuestionó mirándole con cierto brillo de diversión en los ojos.


-Mmm... pues que como no me haga más caso pondré un anuncio en el periódico escolar anunciando que busco pareja nueva.-dijo divertido y con malicia en la mirada. El mayor frunció el ceño ante esas palabras.


-Vaya... ¿y crees que tu novio dejará que eso pase? Por lo que se es muy celoso y posesivo.-comentó mirándole fijamente.


-Eso es verdad.... pero como dije.... depende de él.-le dijo en un susurro al oído. Uno que le pareció muy sensual al azabache. Le estaba gustando de sobremanera esa actitud del ojiazul.


-Hmp... en ese caso.... espero que estés preparado por que no pienso dejarte ni a sol ni a sombra.-susurró también en el oído ajeno. Otro escalofrío recorrió el cuerpo del rubio y sonrió encantado.


-Jejejeje bueno..... después de todo creo que podré soportarlo.... ya que amo a mi novio y si por mi fuera no le dejaría separarse de mi ni aunque quisiera.-comentó entre divertido y avergonzado.


Los orbes negros brillaron con una emoción increíble. Nunca pensó que el rubio sería capaz de decir todo aquello, mucho menos con tanta gente como espectadora.


-Bien... entonces es un trato rubio... mi lindo y posesivo rubio.-le dijo y cuando el menor sonrió y asintió, le dio un beso tierno y lleno de ternura y amor.


Ahí fue cuando todos los demás alumnos vitorearon por ellos, haciendo sonrojar al menor de sobremanera. Se separó del azabache y este le soltó de la cintura, permitiendo que bajase del pupitre.


-Será... mejor que me vaya. No creo que al sensei le haga gracia haber perdido parte de su clase por mi culpa.-murmuró avergonzado y caminó hacia la salida del aula. Viendo como efectivamente el profesor no parecía muy contento por toda aquella interrupción, caminó más rápido. Cuando su figura desapareció por los pasillos la resta de alumnos se adentraron al salón, donde un malhumorado profesor comenzó con su lección, a sabiendas que nadie le prestaría atención después de todo lo acontecido.


El azabache solo sonrió mientras miraba por la ventana, sabiendo que ahora mismo su lindo novio estaría muy avergonzado.


 


~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~Fin de las clases.~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~/////~


 


Los susurros de los alumnos al terminar la jornada educativa no se hicieron esperar. Todos comentaban la pelea de Lee con el club de fans de su novio; las lindas palabras de Kiba para con su morena pareja; la actitud del rubio con el azabache.... y lo que más se rumoreaba era que nadie había visto a la pareja formada por moreno y pelirrojo en las dos últimas horas de clase.


Una rubia suspiró cuando terminó de recoger sus cosas. Había escuchado todos los rumores y cotilleos sobre los amigos de su hermanito y del mismo.


-Si papá se enterase que faltó a clase, se enojaría.-murmuró para sí.


-Pero fuiste tú la que no le dejó opción.-comentó alguien detrás suyo.


-Shikamaru...-susurró y se echó a sus brazos mientras lloraba.- He perdido a mi hermanito....-se quejó entre sollozos. El contrario solo la abrazó de vuelta y suspiró.


-Sé que lo hacías para protegerle, pero te habrás dado cuenta de lo decaído que ha estado esta semana por tu culpa.-comentó calmadamente.


-Pero ese tipo.... le hizo daño, Shika....-murmuró enojada.


-¿Y qué? Todos cometemos errores de los que nos arrepentimos, está en la naturaleza humana. Cierto que Sai le hizo daño a tu hermano, pero también se esforzó porque este le perdonase. Por muy hermana suya que seas no tienes derecho a inmiscuirte en su vida. Después de todo es lo bastante grandecito como para decidir si quiere seguir adelante con la relación que ha iniciado o no.-le dijo seriamente. Ella le miró a los ojos y suspiró.


-Está bien.... no me meteré más para separarles pero..... eso no significa que vaya a permitir que le ponga la mano encima antes del matrimonio.-dijo segura y salió del salón, dispuesta a averiguar el paradero de su hermano pequeño.


Y más le valía no haber hecho nada de adultos en esas dos últimas horas porqué sino correría sangre.... en específico la del moreno novio de su hermanito.


Shikamaru suspiró ante la actitud de su novia, pero no hizo nada por pararla pues era demasiado problemático meterse en todo el problema. Solo esperaba que su amigo Sai no hubiese sido tan idiota de meterle mano al hermano de su novia, o sino, sí que moriría de verdad.


Sin más caminó hacia la salida, observando como Sasuke tenía rodeada la cintura de su rubio novio mientras hablaban y caminaban hacia la salida, seguidos de un celoso y protector Deidara que era parado por su novio de no matar a su hermano pequeño; Lee se encontraba siendo llevado a caballito por su novio Neji, pues el primero parecía estar dormido; y Kiba y Shino iban caminando tomados de la mano hablando probablemente de animales, pues el castaño llevaba una revista de esa índole, que mostraba a su novio con una sonrisa.


 


 


......Continuará......

Notas finales:

Uff.... bueno aquí os he dejado la conti.

Espero saber que opináis (incluso acepto quejas y reclamos por mi temporada de inactividad u.u)

Gracias por esperar por la actualización y por leerlo n.n

Me esforzaré en que no vuelva a pasar, pero estoy en 2º de Bat. y me estoy preparando para entrar a la Uni. así que no tengo mucho tiempo libre que digamos u.u

Pero daré mi mejor esfuerzo en actualizar cuanto antes (=^w^=)


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