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Respuesta a una confesión por BlackHime13

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Notas del capitulo:

Bueno... ¡aquí estoy otra vez!

Hace tanto que no escribía la continuación de este que ya estaba por darme por vencida.... pero prometí que no lo dejaría así que insistí hasta conseguir escribir esto.

Nos leemos en las notas finales (=^w^=)

Capitulo 16


 


Sin más caminó hacia la salida, observando como Sasuke tenía rodeada la cintura de su rubio novio mientras hablaban y caminaban hacia la salida, seguidos de un celoso y protector Deidara que era parado por su novio de no matar a su hermano pequeño; Lee se encontraba siendo llevado a caballito por su novio Neji, pues el primero parecía estar dormido; y Kiba y Shino iban caminando tomados de la mano hablando probablemente de animales, pues el castaño llevaba una revista de esa índole, que mostraba a su novio con una sonrisa.


 


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Era sábado por la mañana, a penas daban las 9, y un lindo rubio despertaba a causa de los incesantes rayos del sol sobre su cara. Abrió sus lindos zafiros y los frotó para despertarse. Viró su atención al despertador y suspiró al ver lo temprano que era. Pensó en cerrar las cortinas y volver a dormir, pero el timbre de la casa sonó. Oyó a su hermano caminar por el pasillo para ir a abrir y sonrió divertido. Al rubio mayor no le gustaba nada madrugar, pero como sus padres fueron a una cena de negocios la noche anterior y llegaron entrada la madrugada, decidió que estos durmiesen tranquilos hasta la hora de comer, que él se haría cargo de todo.


Se estiró como gatito y se levantó de su cómoda y atrayente cama. Salió de su cuarto y caminó hasta el salón donde miró sorprendido a los visitantes.


-¿Qué hacéis aquí chicos?-preguntó sorprendido y sonriendo a sus amigos.


-Con lo que ha pasado esta semana nos hemos dado cuenta que hay muchas cosas que no nos hemos contado así que vinimos a hablar de ello.-explicó el castaño.


-Mmm.... cierto.-dijo después de rememorar lo sucedido con la hermana del pelirrojo.


Hablaron de varias cosas en lo que el rubio mayor hacía el desayuno y una vez acabaron todos la comida volvieron al salón a sentarse y hablar del tema principal.


-Bueno.... ¿y qué hicisteis después de iros de la discoteca?-preguntó el de ojos aguamarina mirando a sus amigos rubio y castaño.


Estos se miraron entre sí algo nerviosos y asintieron, todo bajo la mirada atenta de los demás y la del rubio mayor que fruncía el ceño molesto de solo recordar su pequeño despiste.


-Mmm... pues yo salí a hablar con la ex de Shino y estaba tan confundido después que caminé hasta llegar a un parque. Me senté a pensar un rato y cuando me iba a casa apareció Shino. Para no hacerlo largo.... me dio esto y nos hicimos novios después.-explicó resumidamente. Entregó el sobre a sus amigos, pero solo con la foto pues la carta era algo que quería guardar para si mismo. Estos la vieron e intuyeron que había algo más, pero no preguntaron pues se merecía guardar algunas cosas para él.


-¿Y después?-cuestionó el mayor de ellos.


-¿Después?-dijo sin entender.


-Por lo que sé te quedaste en su casa.... ¿no pasó nada?-comentó mirándole maliciosamente. El castaño se sonrojó y negó con la cabeza.


-¿En serio que no pasó nada? Estás muy sonrojado.-dijo en voz burlona el pelirrojo.


-No pasó nada. Solo nos besamos y dormimos en su cama.-murmuró avergonzado.


El castaño recordó que estaba tan nervioso que realmente no hicieron nada más que eso. Durante el camino intentó tranquilizarse, pero al estar frente a la casa del mayor todos sus nervios salieron a flote. Fue incapaz de andar sin que las piernas le temblasen cual gelatina, estuvo por tropezarse y chocar con los muebles en más de una ocasión y cuando llegó al cuarto del mayor casi se desmaya. Mientras se besaban en la cama de este su corazón latía tan fuerte que temió que el contrario lo oyera y era incapaz de mantener los ojos abiertos.


Shino solo le sonrió con dulzura y le acarició tiernamente la mejilla para hacer que le viese. Cuando Kiba abrió los ojos le dio un casto beso en la frente, labios, mejillas y nariz y después se levantó de encima del menor, caminó hasta el armario y luego le entregó un pijama para que durmiese más cómodo. El castaño estaba avergonzado y se disculpó, pero el mayor solo sonrió y le dijo que era normal estar nervioso. Después de cambiarse solo le abrazó por la cintura, atrayéndolo hacia su cuerpo, y durmieron abrazados.


Pero la razón por la que el menor se había sonrojado era porque a la mañana siguiente la madre de Shino fue a despertar a su hijo, encontrándose con la imagen de ellos abrazados, y se vio desayunando con sus suegros. Estaba aún más nervioso y avergonzado que la noche anterior, pero estos resultaron aceptar la relación de buen grado y le dieron la bienvenida a la familia.


Sonrió al recordar eso último, pero decidió no decirles nada de eso a sus amigos.


-Si te quedaste a dormir allí... ¿conociste a sus padres?-preguntó perspicazmente el pelirrojo. El castaño le miró sorprendido, parecía que le hubiese leído los pensamientos. Suspiró y asintió sonrojándose otra vez.


-Por eso te sonrojaste antes.-comentó entendiéndolo todo el rubio mayor.


-Hai....-murmuró avergonzado.


-¿Y cómo se lo tomaron?-preguntó un sonriente kitsune.


-Bien.... fueron muy amables conmigo e incluso amenazaron a Shino para que me tratase bien.-comentó divertido.


Todos soltaron una risita al imaginar la escena. Entonces el pelirrojo decidió a contar algo también.


-Yo... le dije a mi padre sobre mi relación con Sai.-dijo rápidamente. Los demás le miraron sorprendidos a más no poder.


-¿En serio?-preguntó un sorprendido Lee.


-Si... después de lo de Temari.... decidí que no podía ser un cobarde.... así que al llegar a casa hablé con él. Al principio pareció sorprendido e incluso algo molesto, pero.... después suspiró y me sonrió diciendo que si estaba tan seguro de lo que sentía por él que adelante. Pero dijo que hoy quería conocer a Sai y tener una conversación con él.-finalizó con una linda sonrisa en el rostro.


Los demás también sonrieron y abrazaron al chico para darle ánimos y felicitarle.


-¿Crees que todo irá bien?-preguntó el rubio menor.


-Mmm.... no lo sé, pero me prometió que haría un esfuerzo por no juzgarle y conocerle por mi bien.-dijo sonriendo.


-Eso está bien.... ¿y qué hicisteis las dos últimas horas de clase de ayer?-preguntó un malicioso Deidara. El pelirrojo se sonrojó y volteó el rostro.


-Pues... pasamos tiempo juntos. Lo cierto es que nos besamos, hablamos y poco más. No hicimos algo más que eso pues sabíamos que Temari volvería a enojarse si se enteraba que Sai había intentado meterme mano justo cuando estaba accediendo a conocerle.-explicó sonrojado a más no poder, pero sonreía con cariño al recordar lo que pasó.


-Mmm... ¿Temari aceptó tu relación con él?-preguntó sorprendido Lee.


-Si. Después de clase nos buscó y no intentó matar a Sai. En realidad se disculpó con él por su comportamiento y accedió a conocerle. Aunque si le amenazó con lo que le haría si se atrevía a hacerme llorar de nuevo.-comentó algo divertido por todas las amenazas que su hermana le había dirigido a su novio.


-Genial entonces.-dijo ahora el castaño mirando con una sonrisa lo feliz que parecía estar su amigo.


-Bueno.... solo quedas tu rubio.-comentó Lee y todas las miradas se centraron en el menor de los Namikaze.


-Esto me recuerda que ya tuvimos una conversación parecida antes.-dijo divertido Kiba.


-Cierto.-accedieron el resto y rieron con ganas ante el recuerdo de la reacción de Deidara al escuchar lo que tenía que decir el rubio menor.


-Atad a Deidara por si acaso.-comentó el pelirrojo mirando al mayor con una sonrisa burlona.


-No hace falta. Itachi me aseguró que no había pasado nada y decidí confiar en él.-mencionó como si nada, pero un pequeño rubor cubrió sus mejillas.


-Mmm... me da a mí que no usó solo palabras.-comentó maliciosamente el rubio menor.


-¡Naru!-gritó avergonzado y otra ronda de risas se escucharon por todo el salón de la familia Namikaze.


-Vale. Ahora si. Habla rubito. ¿Qué pasó entre Sasuke y tú después de dejar la discoteca?-preguntó el amante de los perros.


-Pues.... fuimos a su casa y.....


 


Ya habían llegado a la mansión Uchiha. Con algo de nervios el menor siguió a su novio hasta el salón principal. Seguidamente se sentó en el sofá mientras el azabache se sentaba a su lado.


-¿Estás nervioso?-preguntó enternecido y divertido el mayor.


-Es que.... la última vez tú....-murmuró avergonzado pues todavía recordaba como el azabache le había abordado el día anterior cuando fue a por su trabajo y como fue que se hicieron novios.


-Tranquilo.... no es como que vaya a devorarte sin avisar.-dijo mientras acariciaba los cabellos ajenos para tranquilizar a su lindo novio.


Poco a poco el rubio se fue relajando y se recostó contra el cuerpo del mayor, suspirando al encontrarse a gusto en el pecho ajeno.


-Nee... Sasuke...-le llamó.


-Dime.-murmuró en el oído contrario. Un escalofrío recorrió el cuerpo del ojiazul. Miró a los ojos oscuros de su pareja y sonrió tiernamente.


-Realmente te quiero.-susurró con un sonrojo cubriendo sus mejillas.


-Y yo a ti Naru.-dijo de igual forma para besar los dulces labios del chico que le había robado el corazón.


El beso fue subiendo de tono poco a poco. De ser una tierna y dulce caricia evolucionó a un apasionado y excitante encuentro donde ambas lenguas batallaban entre ellas por la victoria. El rubio había recostado su cuerpo en el sofá con el mayor encima, aceptando y sometiéndose a la ferocidad con la que el azabache le besaba. Rodeó el cuello ajenos atrayendo al contrario más hacia él. Estaban en la misma posición que el día anterior, pero no le importaba. En ese momento solo quería sentir a su novio cerca suyo. Quería transmitirle todo lo que sentía por él a través de las caricias, miradas y besos que se daban.


 


-¡Será desgraciado!-gritó el rubio mayor interrumpiendo la narración del menor.


-¡Deidara!-gritaron el resto enojados. Ahora que la cosa se ponía interesante este tenía que interrumpir.


-¡Pero es que el muy cabrón hizo lo mismo el otro día! ¡¿Cómo se le ocurre volver a atacarte de esa forma?! ¡¿Acaso no fue suficiente el que le golpeara por ello la última vez?! ¡¿Y encima sabiendo que yo no le pararía?!-siguió quejándose el mayor de todos.


-Moo.... Dei-nii, si me dejaras continuar sabrías lo que pasó después.... Itachi-san tuvo razón en decir que no podría hacer nada.-se quejó el menor haciendo un lindo puchero.


-Espera... ¡¿Realmente no pasó nada?!-preguntaron el resto sorprendidos. Por lo que decía estaban en una muy buena atmósfera... ¿el azabache lo dejó pasar?


-Hai.... bueno como decía, estábamos besándonos en el sofá de la sala cuando la puerta se abrió de repente....


 


La habitación estaba sumergida en una dulce atmósfera. Los chicos se besaban sin pensar en nada más. Durante un segundo se separaron para mirarse a los ojos y recuperar el aliento. El rostro del rubio se encontraba rojo, con los ojos algo aguados y los labios hinchados. El azabache sonrió y cuando estaba por volver a besarle hasta dejarle sin aire la puerta se abrió.


Ambos giraron sintiendo un vago sentimiento de deja-vú. Una mujer de mediana edad, morena, piel pálida y ojos negros les estaba mirando algo enojada. Caminó hasta donde estaban los menores y de un golpe bajó al azabache de encima del rubio.


-¡¿Cómo puedes hacer este tipo de cosas tan pronto?! ¡No recuerdo haber criado a un pervertido!-gritó la mujer enojada.


-Pero mamá...


-¡Ni peros ni peras! ¡No puedo creer que atacaras a este lindo chico al segundo día de empezar a salir!-le interrumpió. Siguió sermoneando al azabache durante un buen rato ante la mirada avergonzada y sorprendida del rubio que ya se había sentado mejor en el sofá y observaba la escena sin saber qué hacer.


-Mikoto... podrías dejarlo estar. ¿No ves que el chico no entiende nada?-habló una profunda voz. Un hombre también de mediana edad, cabello azabache y unos ojos igual de profundos al menor de los azabaches estaba en la entrada mirando a su mujer con cansancio en el rostro.


-¡Pero Fugaku!


-Pero nada.-la paró. Después de suspirar caminó hasta el rubio que le miraba nervioso.- ¿Tu eres Naruto verdad?-preguntó al menor con una media sonrisa. Este solo asintió avergonzado.- Encantado de conocerte. Mi nombre es Uchiha Fugaku y ella es Mikoto mi esposa. Somos los padres del chico que intentaba comerte hace un rato.-se presentó y comentó algo divertido al ver el sonrojo aumentar en el rostro del rubio menor.


-Na-Namikaze Naruto.... encantado Fugaku-san.-dijo nervioso el menor.


-¡Eres tan lindo!-gritó emocionada la mujer para seguidamente abrazarle con fuerza.


-¡Mamá suéltalo!-gritó a su vez el azabache menor.


-¡A callar pervertido!-le gritó la mujer para después arrastrar al menor a la cocina donde procedería a interrogar al rubio.”


 


-Después de eso estuve hablando con Mikoto-san hasta que se hizo tarde. Ella me llevó a la habitación de invitados y dormimos los dos allí juntos, pues no se fiaba de que Sasuke no se colaría en la habitación mientras yo dormía para seguir con lo que hacíamos antes.-finalizó el rubio con un notorio sonrojo en sus mejillas.


-Vaya forma de conocer a tus suegros.-comentó divertido Gaara a la vez que moreno y castaño asentían de acuerdo con el pelirrojo.


-Definitivamente adoro a esa mujer.-dijo el rubio mayor con los ojos brillando de emoción. El menor solo hizo un puchero ante lo contento que estaba su hermano por lo que había contado.


-¿No sabía que sus padres estarían en casa?-preguntó Lee curioso.


-Los padres de Itachi y Sasuke suelen pasar mucho tiempo trabajando y viajando por ello. Aunque yo tampoco sabía que habían vuelto.-explicó el mayor.


-Sobre eso.... al parecer llegaron antes de que os fueseis a la discoteca. Habían decidido cogerse un tiempo libre del trabajo y por eso estaban en casa. Como siempre trabajaban Sasuke no recordó que estaban allí.-respondió el ojiazul.


-¿Tu ya los conocías Deidara?-preguntó ahora el castaño.


-Mmm.... si. Como he ido a casa de Ita varias veces.... conocí a sus padres hace un par de años. En realidad, Mikoto-san siempre me dijo que le gustaría que fuese su hijo y que seguro que haría buena pareja con Itachi. Además, también dijo que si alguna vez Ita hacía algo que no me gustara se lo dijese que ella se encargaría de él.-comentó el mayor ruborizado.


-A mi igual. Me comentó que lo único bueno que tienen sus hijos son las parejas que han conseguido.-dijo divertido el menor.


Todos rieron por lo dicho. En ese momento escucharon la puerta de entrada cerrarse de un fuerte golpe. Voltearon sorprendidos y vieron a la pelirroja madre de los rubios mirando hacia la entrada con preocupación en la cara.


-¿Mamá?-preguntaron ambos rubios sin entender.


-Lo siento chicos... bajamos al escucharles hablar y... vuestro padre oyó lo que dijisteis de los hermanos Uchiha.-les dijo y los chicos se vieron preocupados. De seguro su padre ahora estaría furioso e iría a casa de sus novios a hacerles algo horrible.


Sin preocuparse por cambiarse de ropa salieron corriendo en dirección a la mansión Uchiha. Tenían que evitar que su padre matara a sus novios.


Los demás se miraron preocupados, pero la mujer solo les sonrió y les mandó a casa pues ella también iría. Por fin sus hijos habían encontrado a alguien de quién enamorarse y no iba a dejar que su marido lo estropeara. Ellos parecían tan felices que... no quería que por los celos paternos esas sonrisas que iluminarían hasta el más oscuro callejón se apagasen.


Con decisión salió de la casa y caminó en la misma dirección que el resto de su familia.


 


 


......Continuará......

Notas finales:

Pues.... espero que os haya gustado n.n

Ya queda menos para acabarlo, pues creo que como mucho tendrá 20 caps.

¡Solo 4 más! Así que espero que sigáis apoyándome y leyéndolo n.n

Si tenéis ideas para mi otro fic: "Intento de conquista" estaría encantada de saberlo pues sigo estancada con ese ),:

Esperaré vuestros reviews con ansias.

Nos leemos (=^w^=)


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