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Destino Incierto por Aquarius No Kari

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Notas del capitulo:

 

Atención... este capitulo contiene Angst y es un Death-fic o dark Fic... Les agradezco mucho por seguirlo leyendo y si no me dejan mensajes comprendere la razón...

La paga...

No podía creer que estuviera en la oficina de Kaiba, parado frente a él sin saber que decir, el castaño se había acercado a él de la forma cariñosamente acostumbrada; pero él lo había rechazado de una manera tan brusca que parecía un espejo del propio CEO.

-¿Qué sucede?- Inquirió de malas, no le gustaba nada el comportamiento de su amante

-Tenemos que hablar- Le respondió firmemente dándole la cara

-Tú dirás…

-Yo… no sé como empezar…

-Por el principio sería lo más correcto- Dijo el castaño acercándose al faraón y tratando de besarlo, más este volvió a separarse de él- ¿Quieres decírmelo de una vez?- Le gruño

-Lo nuestro debe terminar- Soltó Yami poniéndose muy serio

-¿Es uno de tus juegos verdad?- Sonrió nervioso Kaiba y dirigiéndose a su escritorio

-Te equivocas, lo que te digo va muy enserio, yo no te amo…- La reacción del castaño no se hizo esperar, tiró varias cosas de su escritorio y se volteo a verlo con furia, el antiguo gobernante sintió miedo pero su rostro siguió sin mostrar cambio alguno

-¡Así que no me amas!... ¿Me quieres explicar que fueron estas semanas para ti?

-Significaron mucho; pero yo no te amo… mi corazón y todo mi ser le pertenecer a Yugi… es la única persona que puede hacer mi corazón detenerse y latir al mismo tiempo…

-¡Cállate!- Kaiba estaba fuera de sí, golpeó a Yami en la cara tirándolo en el piso; el faraón se llevo una mano temblante a la cara mientras escupida sangre en el piso, el pánico se apodero de él… fue entonces cuando comenzó a temblar con los ojos casi en blanco y su mano donde había sido el golpe. El CEO estaba fuera de si, se dirigió a su escritorio, abrió uno de sus cajones y saco algo que Yami no vio antes, ni siquiera noto su presencia… era el cetro del milenio, lo que Kaiba había estado buscando por semanas y que apenas esa mañana había encontrado.- ¿Te duele faraón?- Preguntó el castaño mirándolo con sus ojos llenos de ira - Ese dolor no es nada comparado a lo que te doy a hacer… - Yami por fin reaccionó pero ya era demasiado tarde, Seto lo levantó del pecho de su ropa apuntando con el articulo del milenio

-¿Qué haces con eso…?

-Te daré tu merecido…

-¡Suéltame Kaiba!... ¡No tienes ni la más mínima idea del poder de ese articulo, ya basta!- El castaño no escuchaba, un brillo iluminó el articulo y justo en ese momento entro Bakura

-¡Deja en paz al faraón!

-¿Vienes a rescatarlo?- Preguntó el CEO soltando a Yami, quien cayó de rodillas al suelo, se dio la vuelta para mirar al profana tumbas y reírse en su cara

-Eres tan tonto Seth ¿Crees poder obligar a una persona a amarte?... cuanta lastima me das

-Bakura, no lo provoques- Dijo el faraón levantándose y respirando con dificultad, las cosas estaba mal, si su ahora rival tenia el cetro del milenio, quien sabe lo que estaría pensando hacer

-¿Provocarlo?... Haz dicho la palabra mágica…- Respondió el ladrón sonriendo con malicia

-Por favor, yo sólo quiero terminar de una vez con esto…

-Es demasiado tarde Yami, tú lo provocaste y no permitiré que te alejes de mi lado

-¿Lo ves Seth?... eres tan miserable que tienes que rogar por el amor de una persona tan poco importante como el faraón- Dijo Bakura soltando una carcajada, el tricolor no dejaba de sentirse mal, algún día sus actos traerían consecuencias y esa era una de ellas

-¡Cállate ladrón!- Apunto el CEO con su articulo

-¿Quieres que nos enfrentemos? No sabes cuantas ganas tengo de hacerlo

-¡Ya basta!- Gritó Yami y caminó hasta Bakura- Salgamos de aquí- Con todo lo que estaba pasando, se veía pálido y mareado, así que se aferró al ladrón para no caer

-¿Estas bien?- El albino no pudo evitar preocuparse, conocía muy bien al antiguo gobernante y sabia que todo aquello le hacia mal

-¿Crees que te dejaré ir así tan fácil?... ¡Tú me perteneces!

-Yo no te pertenezco ni a ti ni a nadie…- Dijo simplemente mientras se daba la vuelta para salir de la oficina

-Más que al enano, tu rival, Yugi Moto- Rió Bakura burlándose del CEO

-Entonces hazle como quieras- Respondió con frialdad Seth y amenazo con su cetro- Pero esta me la voy a cobrar… le causaré a tu amor el dolor más grande, uno que jamás te hubieras imaginado ni un millón de años…

-¡Deja a Yugi fuera de esto!- Gritó Yami dándose la vuelta con tal rapidez que cayó al suelo, el ladrón lo ayudó a levantarse, era un hecho, aquella situación le estaba haciendo mucho daño a su ahora amigo

-Ya lo verás faraón, me la pagarás… no descansaré hasta ver tu pobre y patético corazón sangrar- La respiración del faraón se aceleró… Bakura pensó que le daría un ataque, entonces riendo le dijo a Kaiba

-Haber si te atreves, no creo que Ishizu, Malik o yo te permitamos hacerle algún daño a Yugi o a alguien más… vamos faraón, deja a Seth con sus juegos y amenazas… - Miró a Yami y tenía los ojos muy abiertos, su respiración todavía estaba agitada, lo apoyó en si mismo para salir de la oficina cerrando la puerta y dejando a Kaiba echando maldiciones.

Cuando salieron, Bakura tomó un taxi que los llevara a su casa, pagó con el dinero que era para el desayuno romántico de él y Ryou, metió al faraón en la casa, lo sentó en el sillón y lo contemplo, todo el camino se había comportado como si fuera un zombi

-Faraón… - Este se sobre salto, se abrazó a si mismo y comenzó a balancearse de un lado a otro, había sido una experiencia traumante y pensar que todo era culpa suya- Yami, deja de comportarte como un idiota, las amenazas de Seth no eran enserio, y ahora así lo fueran tú podrías contrarrestar su poder con el tuyo, se lo has demostrado muchas veces, puedes más que él.- No respondió nada, ni siquiera parpadeaba, entonces el ladrón se molestó mucho, se levantó de su lugar y le dio una cachetada al faraón para que reaccionara, este al sentir el golpe despertó, miro a Bakura y luego se soltó a llorar dándole la espalda - ¿Ahora qué?

-¡Todo es culpa mía!.. Jamás debí hacerlo… ¡Soy una porquería… un falso como me llamo Yugi, te herí a ti a Kaiba y a él!...

-¿Quieres calmarte?

-¡NO PUEDO!- Bakura comenzaba a impacientarse, se sentó junto al faraón y lo obligo a mirarlo

-En definitiva eres un idiota… -Le dijo mirándolo a los ojos, el otro no supo si reír o seguir llorando- Pero nada vas a ganar con ponerte a llorar, lo que debes hacer es conservarte cuerdo y guardar tus energías por si llegas a competir contra Kaiba, él ya te lo advirtió, y aunque nosotros estemos para ayudarte y proteger a tu hikari… no será lo mismo si no reaccionas y te pones fuerte… tan fuerte como eras y siempre has sido… Yo sé que el enamorarte de tu Aibou te cambio la vida porque jamás habías conocido un ser tan puro como él; pero entiende, hay momentos para todo, tanto para ser débil como para ser fuerte y si Seth quiere una pelea… tendrás que sacar todas tus fuerzas para enfrentarlo- Ante tales palabras, el faraón estaba sonrojado, jamás pensó oír eso de los labios del que una vez, hace muchos miles de años, había sido su enemigo.

-Gracias- Fue todo lo que dijo y luego le sonrió, se secó las lágrimas con la manga de su chaqueta - Eres un gran amigo… me has aconsejo y ayudado mucho, con lo de Yugi, con esto y con muchas otras cosas…

-Digamos que te debía un favor… -Murmuró Bakura

-También quiero pedirte disculpas por lo que te hice, no debí jugar así contigo…

-Olvídalo, fue hace tanto que ya ni lo recuerdo- Mintió el ladrón, le costaba trabajo ser como era ahora después de tanto tiempo de ser un malvado, así que le dedico a Yami la mejor de sus sonrisas, quedando desde entonces como pacto y de esa manera, que serian amigos de aquí en adelante.

… … … … … … … … … …

"¡Que fácil hubiera sido terminar con ellos!... ¡Dejarles helados!... ¡Terminar para siempre con esos gusanos buenos para nada!"

Esos eran los pensamientos de Seto Kaiba encerrado desde hacia varios días en su despacho, las cortinas estaban cerradas, su laptop estaba guardada y en la mano tenia el cetro del milenio brillando…

"Él solo me estaba usando… el faraón jamás sintió nada por mi…"- Decía una y otra vez, su voz sonaba diferente, fría… como distante… parecía que se volvía loco. Mokuba no podía dejar de estar preocupado, su hermano no había sido el mismo desde hace una semana y sabia que todo se debía al extraño objeto que antes le pertenecía a Malik…

-No quiero lastimarlo…- Susurraba Kaiba dejando escapar una lágrima y recordando todos los bellos momentos con Yami, aunque ahora sabia que no eran más que un engaño, en su momento fueron tan…

"Cursi, que cosa tan desagradable"- Decía poniendo una mano en su cabeza

-Yo lo amaba…- Susurró de nuevo

"Pero él no me quería, no vale la pena dejarle así, hay que cobrar venganza"

-No pienso lastimarlo…

"El faraón sufriràsí; pero su dolor no se comparará al mío… sufrirá por unos días, luego será todo mío… ¿No es eso lo que quiero?

-Yo… No me gustaría lastima a Yami… ¡Yo lo amo!- Gritó histérico poniendo sus manos en su cabeza

"¿Permito entonces que se burle de mi?... ¿Que juegue conmigo cada vez que quiera?... ¿Permito que me trate como su juguete sexual?..."

-No; pero…

"Si pude quitar de mi camino en la antigüedad al odioso ladrón… ¿Por qué no hacerlo ahora con su estupido hikari? Vamos Seto Kaiba, hay que enseñarle a ese faraón que yo no soy alguien con quien se pueda o deba jugar…"- Diciendo esto, se levantó de su silla y salió de su despacho dispuesto a encontrar al faraón, quien se encontraba en esos momentos "disfrutando" de un divertido día de campo.

… … … … … … … … … …

El día estaba más hermoso de lo normal, Yami, recostado bajo la sombra de un árbol y con los ojos cerrados, disfrutaba de la suave brisa que acariciaba sus mejillas. Era cierto que no podía apartar de su mente la idea de que Kaiba le hiciera algún daño a Yugi; pero tal como Ishizu, Malik, Bakura y Odion, le había dicho, no podía estar siempre pensando en eso o si no jamás podría vivir feliz, así que, ahí estaba, recostado sin ninguna preocupación.

Se encontraban en el parque Tea, Tristan, Joey, Ryou, Duke, Ishizu, Malik, Bakura, Yugi y Yami. Tenían más de una hora de haber comido y para entonces ya se encontraban jugando volley ball, todos, menos el faraón y el ladrón, quienes preferían estar descansando bajo la sombra del árbol. Las cosas entre estos últimos, habían mejorado cada vez más y su amistad crecía, aunque el tricolor aún se sentía triste por todas las cosas de su pasado.

-¿Ahora que te ocurre?- Le preguntó Bakura, había suspirado sin darse cuenta.

-Nada, es solo que…

No estarás pensando otra vez en él¿Verdad?- Se sentó de tal manera que pudiera mirar a su amigo directo al rostro, más no respondió y le dio la espalda- ¿Cuántas veces tengo que decirte que…?

-Ya lo sé- Respondió mirándolo de nuevo- Solo pensaba que las cosas han estado un poco tranquilas, además estoy preocupado por él; tenia el cetro del milenio y…

-Mira, si hay algo de lo que debes estar seguro es que Kaiba no es de ese tipo de personas que se deje manipular

-Aún así, no puedo dejar de estar preocupado…- Bajo la vista y no dijo nada más, Bakura tampoco dijo nada, sabia como era él y que también no habría nada más que hacer

-¡Yami!- Gritó de pronto Yugi corriendo hacia él, el faraón levantó la vista y para su sorpresa, él se sentó en sus piernas mientras enredaba sus brazos alrededor de su cuello- ¿Por qué estas tan pensativo¿Estas aburrido?

-No…- Tartamudeó sonrojándose ante la muestra de cariño de su hikari, lo abrazó por la cintura y le dio un dulce beso en los labios- Estaba pensando en lo que podríamos hacer esta noche

-No sé¿Qué te gustaría hacer?- Contestó también sonrojándose, luego le beso de nuevo

-¡Yugi, viejo!- Lo llamo Joey- ¿Vendrás a jugar con nosotros o no?- El chico volteó la cabeza y saludó con la mano, besó al faraón, este lo abrazó con más fuerza contra si mientras sus labios de unían con una mayor pasión; cuando se separaron, Yugi lo beso en la frente, para luego salir corriendo e ir a jugar con sus amigos.

-Se ve que lo quieres mucho- Dijo el ladrón sin mirarlo

-Más de lo que te imaginas…- Murmuró Yami suspirando y sin quitarle la vista encima a su amado

-Siempre lo supe, se te notaba tanto, y aún no puedo olvidar lo que hiciste por él y por mí

-¿Te refieres a lo de Ryou?

-Si, no sé que hubiera hecho si algo malo le hubiera sucedido

-Lo que importa es que ya esta bien y que todos estamos juntos

-Aborrezco los finales felices- Dijo el ladrón con un gesto de desprecio, más luego sonrío- Supongo que este no será tan cursi…

-Aún falta lo de Kaiba¿Recuerdas?

-Ya olvídate de eso ¿Quieres?... Nosotros estamos aquí y no te dejaremos

-Pero…

-Nada, además, creo que el enano no sabe nada ¿Verdad?

-No quiero que se preocupe, ni que nada malo le pase, lo amo tanto que no me importaría…- Yami no pudo terminar su frase, su artículo del milenio y el de Bakura, comenzaron a brillar en ese momento, el faraón se puso pálido, el ladrón se levantó de un salto

-Esta cerca… - Murmuró mientras buscaba con la mirada

-¡Kaiba, que sorpresa!- Exclamó Yugi, Bakura y Yami voltearon la vista hacia donde estaban y con horror observaron a un castaño más parecido a un zombi que a un antiguo CEO, tenia una gabardina negra, sus ojos eran completamente azules, como si estuviera poseído, en una mano tenia el cetro del milenio y se veía amenazador. Con un movimiento, salieron volando por los aires Ishizu y Malik, Tea gritó, Tristan, Duke y Joey se pusieron en guardia… Yugi se quedo sin saber que hacer, sin entender el motivo de la reacción de Seto.

-No puede ser…- Murmuró Yami abriendo los ojos y viendo como en cámara lenta, su rival apuntaba su cetro del milenio en dirección a su amado, una gran luz iluminó el parque, se oyeron gritos de sus amigos… cuando todo se disipó, miró nuevamente; delante de Yugi, se encontraba Bakura, su sortija brillaba… al parecer había contrarrestado el ataque; pero estaba débil y cayó de rodillas, Ryou fue a auxiliarlo con Duke- ¡YUGI, CORRE!- Gritó el faraón al tiempo que Kaiba mandaba por los aires al ladrón y a los que lo ayudaban. Yugi miro a todos lados sin comprender, primero a Ishizu y Malik que estaban inconscientes en un lado, Duke, Bakura y Ryou desmayados en otro, Tea y Tristan corriendo para salvarse, Joey y Yami corriendo en su dirección y al final a Kaiba, apuntando de nuevo su cetro hacia él, otra luz cegadora y luego un par de brazos que lo tomaban por la cintura, segundos después rodando por el pasto con el rubio.

-¡Yugi¡Joey!...- Gritaron Tea y Tristan deteniéndose, estaban dispuestos a regresar cuando Kaiba caminó unos pasos hacia Yami

-Te lo advertí faraón- Dijo el castaño mirándolo con cierto odio, sus ojos seguían mostrando a un ser poseído por algo… por alguien… tal vez el cetro del milenio, su voz sonaba distante, fría, no era la de él.

-Déjalo fuera de esto- Murmuró Yami, estaba temblando, tenía mucho miedo de que le pasara algo a la persona que amaba; pero por él estaba dispuesto a hacer lo que fuera…

-No podría aunque quisiera, esta es mi venganza, te dije que tu corazón iba a sangrar… que le causaría el dolor más grande que jamás hubieras imaginado a tu amorcito...

-¡No lo voy a permitir!- Gritó el faraón fuera de si, un brillo iluminó su rompecabezas, Kaiba repelió el ataque mandándolo a volar como a los demás

-¡YAMI!- Gritó su hikari levantándose del suelo y mirando con los ojos como platos la escena, ahora estaba solo, Tea y Tristan no podrían hacer nada por él, todos los demás estaban desmayados o en el suelo.

-Ahora es tu turno- Dijo el CEO mirando a Yugi con odio, este no supo que hacer… ¿Correr?... no… ¿Y dejar a sus amigos ahí solos?... No… Kaiba era peligroso y podía hacerles algún daño; pero lo cierto era que no buscaba a ninguno de ellos… solo a él… Ahora entendía todo, Seto estaba tras de él por lo de Yami, quería causarle un gran daño para cobrarse el engaño del faraón…

-El tiempo pareció congelarse, Kaiba le apuntó con el cetro del milenio, Yugi extendió los brazos, todo era culpa suya y no deseaba que nadie más saliera herido; una luz blanca y segadora volvió a iluminar el parque, él no cerró los ojos… estaba dispuesto… no sabia porque pero él tenia que sufrir… De pronto una sombra se interpuso entre el rayo de luz y él, una voz se escuchó en su cabeza, era su lazo mental.

"Te amo… no te imaginas cuanto, no puedo permitir que mueras o que algo malo te pase por mi culpa… cuídate mucho y perdóname por lastimarte con lo de Kaiba…"- El lazo se rompió al tiempo que la luz desaparecía

-¡YAAAAAAAAMIIIIIIIIIII!- Yugi cayó hacia atrás con un cuerpo encima suyo, abrazándolo, la luz se terminó y el horror apareció en sus brazos…

-¡Kaiba!- Gritó Joey corriendo hacia él, dispuesto a golpearlo… al mirarlo estaba diferente, tenia mucha tristeza en sus ojos, no parecía el mismo que hace unos momentos- ¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer?- Le preguntó con los ojos empañados en lágrimas mientras veía a Tea y Tristan, llegar donde estaban el faraón y su hikari

-Yo…- Parecía desconcertado, triste y apunto de volverse loco, el rubio no pudo evitar sentir lastima por él, miró a su alrededor y todos estaban despertando, si Kaiba se quedaba un minuto más ahí… no sabia de lo que sus amigos serían capaces…

-Vete- Le dijo poniendo una mano en su hombro, él parecía perdido en otra dimensión y no escuchó nada- ¡Vete Kaiba!- Le gritó, él reaccionó, momentos después salía corriendo por el parque. Joey se dio la vuelta y fue directo a donde estaban sus amigos; Yugi estaba sentado en el piso, rodeaba con sus brazos a un Yami que se encontraba sentado en sus piernas, su cara estaba hundida en su pecho y podían oírse sus sollozos, todos estaban a su alrededor, arrodillados, Tea se tapaba la cara con las manos, Tristan tenia sus manos sobre los hombros de su amiga, Duke y Ryou miraban a los dueños del rompecabezas del milenio sin saber que hacer, Bakura por su parte estaba de pie, dándoles la espalda a todos, derramando silenciosas lágrimas… él sabia mejor que nadie que el faraón había muerto…

-Faraón…- Susurró Ishizu acercando a ellos con Malik, también se arrodillaron a su lado

-Viejo… yo… - Balbuceó Joey acercándose a su amigo, puso sus manos en los hombros de este, deseaba con todas las fuerzas de su corazón poder consolarlo de alguna manera; pero él seguía en su dolor, abrazando aún a su amado y recordando sus palabras:

/Te amo… no te imaginas cuanto, no puedo permitir que mueras o que algo malo te pase por mi culpa…/- Más lágrimas brotaron de su rostro, aún escondido en el pecho del faraón. Entonces algo ocurrió, el cuerpo de Yami comenzó a brillar, todos voltearon su mirada hacia él, incluso Bakura lo miró, Yugi levantó el rostro y contemplo a su amado… su cuerpo comenzó a brillar de una extraña luz amarilla y luego en sus propios brazos comenzó a disolverse en un polvo muy brillante… como si fuera polvo de estrellas…

-¡Faraón!- Gritaron Ishizu, Malik y Bakura

-¡Yami!- Gritaron Tea, Tristan, Ryou y Joey. Yugi contempló unos instantes al antiguo gobernante egipcio hacerse polvo entre sus manos, sus ojos se abrieron como dos grandes platos y su boca se abrió ligeramente… al reaccionar, apretó sus labios con dolor, cerró sus ojos dejando caer más lágrimas y lo abrazó con fuerza, como si así pudiera impedir que se fuera. El faraón desapareció en los brazos de su hikari, este quedó abrazándose a sí mismo

-¡NOOOOOOO!... ¡YAAAAAAMIIIIIIIII!- Gritó quedando inconsciente en ese momento, sus amigos trataron de hacerlo reaccionar, conociendo muy bien, que cuando despertara, un dolor lo esperaría… el dolor más grande de su vida. Bakura se dejó caer de rodillas en el suelo, sintiendo una profunda tristeza, su mejor amigo había dejado de existir.

… … … … … … ... … … … … …

 

 

Notas finales: TT… ya sé que me pase con este cap… no fue mi intención... bueno si… ya lo tenia todo fríamente calculado… pero no nunca pensé llorar TT… y ahora estoy sensible porque acabo de ver la ova de hades en SS… en fin… respondo sus mensajes

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